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  Despachan veto del Ejecutivo sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad

  Con la ratificación en la Sala del Senado solo resta que la Cámara Baja haga lo propio para que la iniciativa que -recoge un acuerdo entre el gobierno y el Parlamento- quede en condiciones de ser promulgada como Ley de la República

10 de abril de 2012

La Sala del Senado despachó el veto del Ejecutivo sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad en los mismos términos que lo propuso la Comisión de Salud, tras alcanzar una acuerdo con el gobierno y parlamentarios de la Alianza y la Oposición.

 

Dicho acuerdo consistió en aprobar 14 de las 25 observaciones realizadas por el Ejecutivo; la presentación de un proyecto o la regulación por vía reglamentaria que haga obligatorio incluir bloques actividad física en los planes de estudio de los niveles de educación parvularia, básica y media, y la presentación de un proyecto de ley que regule la publicidad de la denominada comida chatarra.

 

De este modo, la iniciativa quedó en condiciones de ser sometida al pronunciamiento de la Cámara de Diputados y, de ser ratificada, quedará en condiciones de ser Ley de la República.

 

Durante el debate intervinieron los senadores Lily Pérez, Gonzalo Uriarte, Mariano Ruiz-Esquide, Carlos Larraín, Guido Girardi, Hosaín Sabag, Ximena Rincón, Hernán Larraín, Alberto Espina, Alejandro Navarro y Jorge Pizarro. Además del ministro de Salud, Jaime Mañalich

 

La senadora Lily Pérez precisó que este proyecto "abona y da muchos argumentos a una política de Estado que está llevando a cabo el gobierno del Presidente Sebastián Piñera", de modo de enfrentar la prevalencia de enfermedades derivadas de la mala alimentación y la vida sedentaria. Esto a juicio de la parlamentaria también está en consonancia con otras políticas asociadas a regular el consumo de alcohol y de tabaco. "Son mensajes claros a la ciudadanía y representan cambios de hábito y conductas", dijo.

 

A su turno, el senador Uriarte recordó que "este proyecto nace como como fruto de un acuerdo entre gobierno y Senado y, dentro de la Corporación entre parlamentarios de oposición y del oficialismo". Dijo que la propuesta apunta a precisar la ley para que los conceptos sean más claros y que sea un aporte para combatir la obesidad infantil ya que Chile es el quinto a nivel mundial con mayor obesidad en este segmento de la población.

 

En tanto, el senador Ruiz- Esquide, añadió que esta iniciativa surgió de una moción parlamentaria, de la cual fue uno de sus autores y que abordó "la forma inadecuada en que se da la dieta diaria de los chilenos". Puntualizó que lo importante es que "la gente tenga una opinión formada sobre la materia", en especial frente a la información, propaganda o publicidad que existe en el área.

 

El senador Chahuán valoró "el consenso alcanzado, luego de intensas negociaciones en torno al proyecto sobre alimentación saludable, y en las que no solo participaron senadores sino también diputados y el Ejecutivo".  Indicó que "esto ha representado un nuevo proyecto que regula la publicidad y el Ministerio debería dictar un reglamento que regule los bloques de actividad física en los colegios".

 

Po su parte, el senador Carlos Larraín, dejó constancia de su voto de abstención señalando que constituye una suerte de "reserva filosófica", ya que a su juicio se trata de "un proyecto ultra interventor, y es curioso que sus patrocinantes sean los mismos que defiendan la libertad absoluta, en otras áreas" como por ejemplo, de la mujer sobre su embarazo. Asimismo manifestó su preocupación por los efectos de esta normativa "en los pequeños productores que no podrán vender al lado del camino frutillas, frambuesas o quesos de cabra porque no rotulan. Creo que eso significará una enorme merma".

 

El senador Girardi lamentó la intervención de su par "porque responde a una de las políticas de mercado" y recordó que en Estados Unidos el ex presidente Clinton fue uno de los primeros en retirar las bebidas gaseosas de los colegios porque tenían mucha azúcar. Recalcó que "el bien común y la vida está por sobre otras consideraciones", aludiendo a que las enfermedades crónicas no transmisibles, causan alrededor de unas doscientas muertes al año y "no se pueden comer alimentos intoxicados de grasa, sal y azúcar que están mal rotulados".

 

El senador Sabag precisó que "este es un proyecto de larga data, que propone ampliar la información en los envases y etiquetas de los alimentos, así como especificar los ingredientes que, en determinadas concentraciones, causen daños a la salud de las personas, en especial de los niños y jóvenes". Asimismo consideró que "el veto del Ejecutivo morigera la intención original del proyecto y equilibra los intereses de salud pública y la industria alimentaria".

 

La senadora Rincón mencionó que "esta ley que estamos terminando de tramitar es producto del trabajo de consensuar posiciones y es necesaria para los niños y niñas del país". Por eso dijo que "la propia Primera Dama invita a comer sano porque uno entiende que es necesario entregar información y que es mejor hacerlo con normativas como ésta". Agregó que  "estamos hablando de la salud de la población, lo que significa un ahorro para el Estado al largo plazo".

 

El senador Hernán Larraín, consideró que si bien esta política de Estado puede significar un costo "es necesario y se tiene que asumir". Aseveró que se trata que exista "mayor transparencia en materia de alimentación ya que las prácticas alimenticias están generando situaciones de salud complicadas. El Estado tiene todo el derecho de intervenir para evitar que las conductas se repitan porque el que se hace cargo de los problemas de obesidad es el propio Estado".

 

En la misma línea, su par, el senador Espina felicitó a los autores de la moción que dio origen a este proyecto y al Ministro de Salud. No obstante, explicó que en materia legal "estamos en un punto central de cómo se tiene que resolver y orientar estas normas y esto es con criterio". Reconoció que se puede "caer en extremos inhibidores o falencias en la defensa de factores básicos de salud de las personas", sin embargo, el texto legal "se mejoró y mucho", concluyó.

 

Por su lado, el senador Navarro aludió al acuerdo político alcanzado en torno a esta iniciativa y mencionó que "espero que una vez publicada exista buena fe y no haya letra chica". Recalcó que por ello "debería haber una reglamentación para ver cómo rotular porque podríamos tener problemas serios". Respecto de las condiciones para desarrollar hábitos de alimentación saludable recalcó que "está claro que tenemos desafíos con Junaeb" y en cuanto a la obligación impuesta para que los colegios realicen actividad física dijo que debe existir el financiamiento necesario para contar con la infraestructura adecuada y los suficientes profesores en los establecimientos educacionales.

 

En tanto, el senador Pizarro solicitó al Senado el envío de un oficio al Ministerio de Salud, para que se informe a sus pares, en particular, al senador Carlos Larraín sobre "los reglamentos sanitarios bajo los cuales se produce queso de cabra en la IV Región".

 

Finalmente, el ministro Salud, Jaime Mañalich, entregó una detallada cuenta de los principales aspectos del proyecto iniciado en una moción de los senadores Guido Girardi, Carlos Kuschel y Marianos Ruiz-Esquide, así como de los ex senadores Evelyn Matthei y Carlos Ominami. Resaltó que se trata de abordar aspectos cruciales que tienen que ver con el riesgo sanitario vinculado a la alimentación de las personas.

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