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MARCO FUNCIONAL EFECTIVO PARA NUEVOS GOBIERNOS REGIONALES


La señora PROVOSTE (Presidenta).- Proyecto de ley, iniciado en mensaje de Su Excelencia el Presidente de la República, en primer trámite constitucional, que fortalece la descentralización financiera de los gobiernos regionales, establece normas sobre responsabilidad fiscal y crea fondos que indica, con informe de la Comisión de Hacienda y urgencia calificada de "simple".
--A la tramitación legislativa de este proyecto (boletín 13.815-05) se puede acceder a través del vínculo ubicado en la parte superior de su título.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Estamos en la discusión general.
Ofrezco la palabra al Senador Jorge Pizarro para que rinda el informe de la Comisión de Hacienda.


El señor PIZARRO.- Muy bien, Presidenta.
Muy buenas tardes, colegas.
Este proyecto lo que busca es fortalecer la descentralización financiera de los gobiernos regionales, establecer normas sobre responsabilidad fiscal y crear algunos fondos.
En cuanto a sus fundamentos, el mensaje indica que la Constitución Política establece en su artículo 3° que "El Estado de Chile es unitario" y su administración "será funcional y territorialmente descentralizada, o desconcentrada en su caso". En este marco, agrega, los gobiernos regionales son órganos descentralizadores, es decir, tienen personalidad jurídica de derecho público y patrimonio propio distintos del Fisco.
También afirma que el hecho de estar dotados de patrimonio propio permite a los órganos descentralizados cumplir de un modo apropiado la atención de la necesidad pública específica que tienen por finalidad satisfacer, y contratar con terceros sin comprometer el patrimonio fiscal. En términos prácticos, constituye una modalidad en que el Estado cumple con su rol de satisfacer necesidades públicas a través de la separación de su patrimonio, para el mejor cumplimiento de ciertas finalidades. Por tanto, los gobiernos regionales son órganos del Estado, su patrimonio es del Estado, y en consecuencia, están sometidos a las normas comunes sobre administración financiera que rigen al mismo Estado.
En la Comisión de Hacienda, señora Presidenta, expusieron el Ministro de Hacienda, don Rodrigo Cerda; la Dirección de Presupuestos, a través del jefe de gabinete del Director, don José Ignacio Llodrá, además de don Luis Riquelme y los abogados Carmen Soza y Claudio Osorio; de la Subsecretaría de Desarrollo Regional: la Subsecretaria, María Paz Troncoso; el Jefe del Departamento de Inversiones Regionales, don Juan Miranda, y algunos otros asesores; también se invitó a la Corporación Privada de Desarrollo de la Región del Biobío (Corbiobío): a su Presidente, don Marcello Plaza; el representante del Observatorio Fiscal de Corbiobío, señor Andrés Cruz, y los directores Miguel Ángel Ruiz-Tagle, Juan Antonio Señor y Christian Schmitz; del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica, don Ignacio Irarrázaval y don Clemente Larraín; de la Asociación de Consejeros Regionales de Chile (Ancore): su Presidente, señor Marcelo Carrasco, y el académico del Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la Universidad de Chile don Sergio Galilea.
El proyecto, Presidenta, fue aprobado en general por 2 votos a favor y 3 abstenciones, aplicando el artículo 178 del Reglamento del Senado. Esto, tal como se manifestó en la discusión por parte de tres Senadores -el señor Lagos, el señor Montes y el que habla-, con el fin de favorecer la aprobación general, pero entregando la señal de que en la discusión particular resultaría muy importante tomar en consideración, por parte del Ejecutivo, una serie de propuestas e iniciativas que permitirían mejorar el texto para que cumpla cabalmente los objetivos de descentralización.
El proyecto consta de un artículo único permanente, con 21 numerales, y de dos disposiciones transitorias. En estos preceptos se disponen los contenidos mínimos que deberá incorporar el gobernador regional en la cuenta anual de su gestión, y se establece que deberá hacer entrega de su gestión, al término de su mandato, mediante un acto de traspaso.
Se declara que el consejero regional que haya cesado en su cargo tendrá prohibido realizar actividades de lobby, de gestión de intereses particulares, por un período de doce meses a contar de la fecha del cese de sus funciones.
También se fija el quorum de dos tercios de los consejeros en ejercicio para enajenar o gravar bienes raíces, y el mismo quorum para ceder su uso por un tiempo que exceda el período del gobernador en ejercicio.
Se dispone que los informes presupuestarios emitidos por la Unidad de Control del Gobierno Regional deberán ser evacuados mensualmente, enviados al Consejo Regional y a la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo, y publicados en el sitio web del Gobierno regional.
Asimismo, se estatuye que los bienes inmuebles fiscales solo podrán entregarse a los gobiernos regionales bajo la modalidad establecida en el artículo 56 del decreto ley N° 1.939.
Se regula también la distribución del presupuesto de funcionamiento del Gobierno regional, ordenándose que el gasto en personal no podrá exceder el 75 por ciento de este presupuesto, salvo en casos justificados, en que se podrá incrementar hasta en 80 por ciento. Se establecen igualmente normas de reajustabilidad del presupuesto.
Se otorga la posibilidad de que el Gobierno regional financie proyectos de inversión propios para su funcionamiento, siempre que no se trate de gastos permanentes con cargo al presupuesto de inversión y hasta por un monto máximo del 1 por ciento de dicho presupuesto.
Del mismo modo, se aumenta la proporción del Fondo Nacional de Desarrollo Regional que se distribuye directamente a los gobiernos regionales, de acuerdo a las variables objetivas establecidas en la ley, de 90 a 95 por ciento; es decir, un aumento de 5 por ciento.
Se crea el Fondo de Equidad Interregional, que tiene como objetivo entregar recursos para financiar iniciativas de inversión de los gobiernos regionales y para disminuir brechas en el ámbito económico y de desarrollo. Su distribución se determinará según las diferencias de ingreso y de pobreza multidimensional respecto del promedio nacional.
El tercer fondo que se crea es el Fondo de Apoyo a la Contingencia Regional, cuyo objetivo es el financiamiento de gastos asociados con emergencias, necesidades contingentes en las regiones, y otros asociados con iniciativas prioritarias definidas por los propios gobiernos regionales.
Igualmente, se precisa el proceso de formulación del anteproyecto regional de inversiones, incorporando el rol del gobernador regional, el delegado presidencial regional y los servicios que operan en la región.
Se establece que el gobernador regional elaborará un proyecto de presupuesto de inversión regional que deberá contener la programación financiera de mediano plazo, incluyendo una proyección de ingresos y gastos. Este proyecto debe ser aprobado por el Consejo Regional y enviado a la Subdere.
También se dispone que, una vez publicada la Ley de Presupuestos del Sector Público, el gobernador regional elaborará una propuesta de distribución del presupuesto de inversión.
Se autoriza que los gobiernos regionales dispongan de los saldos presupuestarios del año anterior, con la única condición de que deberán incluirlos en su presupuesto de inversión para poder utilizarlos. Este es un cambio muy importante con respecto a lo que se hace hasta el día de hoy.
También se limita el gasto corriente, incluidos los presupuestos de inversión regional, no pudiendo exceder del 7 por ciento del total de dichos presupuestos.
Se incluye una restricción a los compromisos financieros futuros de los gobiernos regionales, determinándose que estos no podrán ser superiores a los marcos presupuestarios referenciales que autorice el Ministerio de Hacienda.
Se establece que los montos asociados a compromisos de inversión de años anteriores no podrán representar más de 75 por ciento de los montos totales de cada año de un nuevo período de Gobierno regional.
Se instauran obligaciones de información, para la Subsecretaría de Desarrollo Regional y los gobiernos regionales, a la Dirección de Presupuestos.
Se otorga a los gobiernos regionales la posibilidad de solicitar modificaciones en su presupuesto respecto a iniciativas de inversión que hayan sido previamente identificadas.
Asimismo, se establece la creación de una Ficha de Información Regional, la cual reúne información relativa a las autoridades del Gobierno regional, la administración del Gobierno regional, la gestión financiera y presupuestaria, inversiones, gastos en funcionamiento, transparencia y probidad.
Por último, se dispone que las corporaciones y fundaciones regionales deberán mantener publicados sus estados financieros en sus respectivas páginas web, y estarán sometidas a la ley sobre acceso a la información pública en todo aquello que les sea aplicable.
El informe financiero elaborado por la Dirección de Presupuestos, de 25 de septiembre de 2020, señala lo siguiente.
Mediante este ejercicio, se estima que la aplicación del presente proyecto de ley tendrá los siguientes efectos sobre el presupuesto de los gobiernos regionales:
a. El proyecto de ley dispone un incremento en la proporción del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, que se distribuye de acuerdo a variables objetivas, de 90 a 95 por ciento. Este incremento se financiará a través de la eliminación del 5 por ciento del Fondo Nacional de Desarrollo Regional destinado a un estímulo a la eficiencia de los gobiernos regionales. De esta manera, se estima que esta modificación implicará que $26.794.947 miles adicionales sean distribuidos entre los gobiernos regionales a través de parámetros objetivos.
b. La creación del Fondo de Equidad Interregional se distribuirá entre los gobiernos regionales según diferencias de ingreso y pobreza multidimensional respecto del promedio nacional. Adicionalmente, se establece que al menos un 40 por ciento de estos recursos deberán destinarse a zonas rezagadas en materia social y a zonas extremas. Este fondo se financiará mediante reasignaciones de diversas provisiones actualmente destinadas a la Subdere, incluyendo las provisiones para territorios rezagados y regiones extremas.
c. El tercer fondo, el Fondo de Apoyo a la Contingencia Regional, será financiado a través de reasignaciones de provisiones actualmente asignadas a la Subdere, incluyendo el 5 por ciento del FNDR destinado a gastos de emergencia. Considerando estas fuentes de financiamiento, se espera que el Fondo alcance los $92.661.035 miles anuales, como se señala en el informe anexo.
d. Adicionalmente, el proyecto otorga la posibilidad de financiar proyectos de inversión propios para el funcionamiento del Gobierno regional, siempre que no se trate de gastos permanentes con cargo al presupuesto de inversión y hasta por un monto máximo de un 1 por ciento.
e. Por último, el proyecto de ley autoriza a los gobiernos regionales a disponer de los saldos presupuestarios del año anterior, que es a lo que yo hacía referencia anteriormente.
La iniciativa debe aprobarse en general con el quorum de ley orgánica constitucional dispuesto en el artículo 66, inciso segundo, de la Carta Fundamental, pues modifica un cuerpo legal de ese rango.
Aquí, Presidenta, quisiéramos hacer presente que lo importante es que este proceso de descentralización que se está llevando adelante sea un proceso gradual. Significa grandes desafíos y un cambio cultural y de mentalidad respecto al centralismo excesivo que existe en el país. Lo que se busca es generar condiciones para un desarrollo equitativo y mayor igualdad de oportunidades para los habitantes de todas las regiones.
Nos ha parecido relevante discutir este tema a la brevedad, Presidenta, ya que actualmente estamos en pleno proceso de elección de los futuros gobernadores regionales.
Quiero plantear con claridad que este proyecto significa avances en materia de descentralización, pero no es un proyecto de rentas regionales: no crea nuevas rentas regionales que den autonomía a los ingresos de cada una de las regiones, de manera de poder disponer de esos recursos. Dista mucho de tener ese objetivo. Estamos claros de que un verdadero proyecto de rentas regionales debe ser algo completamente distinto.
Vuelvo a insistir, Presidenta, en que la mayoría de la Comisión de Hacienda se abstuvo en esta materia, dejando expresa constancia de que lo hacía para posibilitar la aprobación del proyecto. Para aprobar la idea de legislar se requiere quorum especial. Y lo que a nosotros nos interesaba era darle una señal clara al Ejecutivo para que en la discusión en particular se pudieran considerar muchos de los aspectos que fueron ampliamente debatidos y compartidos por todos los miembros de la Comisión de Hacienda, los Senadores García, Coloma, Montes, Lagos y quien habla.
Como dije, es un proyecto sumamente importante; es oportuno; es necesario. Esperamos que no existan mayores conflictos entre las autoridades regionales elegidas democráticamente y, por ejemplo, la figura del delegado presidencial. Eso formó parte del debate y a todos nos interesa que pueda existir la mayor claridad al respecto.
Es cuanto puedo informar, Presidenta.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Muchas gracias al Senador Jorge Pizarro, quien ha rendido el informe de la Comisión respecto de este proyecto.
Nos ha solicitado la palabra en la Sala el señor Ministro Secretario General de la Presidencia.
Señor Ministro, tiene la palabra.


El señor OSSA (Ministro Secretario General de la Presidencia).- Muchas gracias, Presidenta.
Por su intermedio, saludo a todos quienes están asistiendo a esta sesión en forma presencial y telemática.
Voy a quitarles muy poco tiempo, porque se trata de un proyecto que todos ustedes conocen y la inmensa mayoría valora, cuya tramitación esperamos que pueda continuar en forma expedita.
Presidenta, hace nueve años ingresamos el proyecto de ley que profundizaba la regionalización del país, y que luego de un largo y rico debate fue aprobado como la actual ley N° 21.074. Esta ley cumple con realizar numerosos cambios en la forma como actualmente se administra el Gobierno y la ejecución de los recursos en las regiones. Sin embargo, a dos años y medio de su implementación es evidente la necesidad de realizar nuevos ajustes en la ley N° 19.175, con el fin de asegurar que, en el marco de las competencias que les entrega la actual normativa, los gobernadores regionales electos cuenten con las herramientas adecuadas para cumplir su mandato.
Se incluyen normas que apuntan en la dirección de otorgar mayor flexibilidad en el manejo de los presupuestos regionales y dotar de mayor objetividad a la distribución de recursos, que actualmente se asignan centralizadamente, pasando a distribuirse mediante fondos que cuentan con una regulación y criterios específicos.
Se pretende también dar certezas en el ámbito de la administración financiera al ambiente de incertidumbre en la interacción de un nuevo gobernador electo y el Gobierno central, y se trata de evitar conflictos potenciales en el ámbito financiero entre dichas autoridades.
Asimismo, se buscó incluir resguardos para evitar posibles arbitrariedades desde el Gobierno central en contra de gobiernos regionales.
Presidenta, el Senador Pizarro ha dado un informe muy acabado, así que me limito a pedir la aprobación del proyecto. Desde luego, siempre el Ejecutivo está disponible para que en su discusión en particular podamos ir avanzando y alcanzando los consensos necesarios para lograr lo que todos queremos: profundizar la regionalización del país.
Gracias, Presidenta.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Muchas gracias, Ministro.
Por ser esta una ley orgánica constitucional, nos han solicitado abrir la votación y mantener el tiempo de las intervenciones.
En votación general el proyecto.
--(Durante la votación).
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Después de las intervenciones en la Sala, vamos a ir acogiendo las solicitudes de los Senadores y las Senadoras que se encuentran participando telemáticamente y que han solicitado anticipar su voto, sin fundamentar.
Ofrezco la palabra al Senador Rabindranath Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Gracias, Presidenta.
Tal como lo ha dicho el ex Presidente de la Comisión de Hacienda, hay que señalar que este no es un proyecto de ley de rentas regionales. Acá no hay nuevos recursos de inversión, ni un piso, ni una promesa para futuros aportes. Ni siquiera hay una señal, como podría haber sido establecer que el crecimiento anual de los presupuestos sería equivalente al porcentaje de aumento del gasto público. Ni hablar de los impuestos que graven actividades de impacto regional. Nada de eso se contempla en este proyecto.
De esta manera, la paupérrima participación del gasto subnacional dentro del gasto público total de Chile continuará siendo una de las más bajas a nivel latinoamericano o de la OECD.
Se trata, en lo fundamental, de un proyecto de mera administración financiera de los gobiernos regionales. Pero ni siquiera acotándolo a este objetivo satisface los estándares de autonomía mínimos que podrían esperarse tomando en cuenta que ahora los gobiernos regionales serán encabezados por un gobernador electo popularmente.
Al revés, yo creo que este proyecto fortalece el control de la Dirección de Presupuestos y de la Subdere sobre el presupuesto regional, sobre las inversiones y las modificaciones. A pesar de que en la introducción del mensaje se indica que este proyecto cumple la promesa, abro comillas: "De definir una ley de financiamiento y responsabilidad fiscal regional" e "Introducir mayor transparencia y menor discrecionalidad en la asignación de recursos de parte de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo".
El proyecto prácticamente no innova en los procesos y etapas actualmente vigentes en relación con el manejo de los presupuestos regionales. Desde el principio se indica que el estado nacional se organiza bajo una sola administración central de ingresos y gastos, y los gobiernos regionales son considerados como cualquier servicio público, quedando sometidos a las normas establecidas en la administración financiera de la nación, aunque los gobernadores regionales no dependan directamente del Presidente de la República.
Se avanza, eso sí, puntualmente, autorizando el uso de saldos presupuestarios. Pero esto puede ser letra muerta, porque las normas de autoridad fiscal que pueda dictar el o la Presidenta de la República afectarán también a los gobiernos regionales.
No se consideró la posibilidad de acercarse a la autonomía financiera de que gozan los municipios. De esta manera, una municipalidad correspondiente a una comuna de 200 mil habitantes tendrá más autonomía que un Gobierno regional con competencia sobre una población de 1 millón de habitantes.
El presupuesto regional, una vez aprobado por el CORE y despachado por el gobernador regional, tendrá ahora como intermediario a la Subdere, que será la responsable de enviarlo a la Dirección de Presupuestos, lo que no tiene ninguna justificación, sino seguir manteniendo una suerte de control del Gobierno central sobre el accionar de las instituciones descentralizadas.
No hay flexibilidad presupuestaria, un asunto de vital importancia para generar agilidad y velocidad en los gastos.
Los gobiernos regionales siguen atados a la Dirección de Presupuestos para la identificación de proyectos de inversión, lo que seguramente generará mucha frustración en las regiones. Un mejoramiento de una posta rural, en un remoto rincón de Chiloé o de la provincia de Palena, seguirá sujeto al celoso control de la autoridad central.
En definitiva, señora Presidenta, es un proyecto pobre. No hay aumento de recursos ni mayor ampliación de la autonomía. Y la disminución de la discrecionalidad de la autoridad central es limitada.
Con razón la idea de legislar fue aprobada con tres abstenciones en la Comisión de Hacienda.
Como ha ocurrido con tantos otros mensajes, nos enfrentamos a la disyuntiva de mantener simplemente la situación actual, postergando una reforma más de fondo para futuros gobiernos, una vez que contemos con nuevas reglas constitucionales, o bien posibilitar desde ya la entrada en vigencia de algunos modestos mejoramientos.
Yo voy a votar a favor de este proyecto. No obstante, sinceramente espero que el Gobierno pueda abrirse a modificaciones sustanciales en la discusión en particular. Ello es indispensable para una instalación más fluida y menos traumática de los nuevos gobernadores regionales, electos por las comunidades de cada territorio. De lo contrario, se pondrán en riesgo el proceso descentralizador, largamente anhelado por las regiones, y hasta el mismo proceso de profundización de nuestra democracia, que la ciudadanía ha impulsado incansablemente a través de movilizaciones y una voluntad mayoritaria manifestada en un plebiscito.
Voto a favor, Presidenta.
He dicho.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Muchas gracias al Senador Rabindranath Quinteros.
Vamos a tomar de inmediato la votación a aquellos Senadores que se encuentran participando telemáticamente y que han solicitado anticipar su voto: el Senador De Urresti y el Senador Araya.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor De Urresti, ¿cómo vota?
Senador señor Araya, ¿cómo vota?
El señor ARAYA.- Abstención, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Se abstiene el Senador señor Araya.
Senadora señora Allende, ¿cómo vota?
La señora ALLENDE.- A favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senador señor Kast, ¿cómo vota?
Senador señor Prohens, ¿cómo vota?
El señor PROHENS.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
A favor.
Senador señor García-Huidobro, ¿cómo vota?
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- A favor, Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
Vota a favor.
Senadora señora Rincón, ¿cómo vota?
La señora RINCÓN.- A favor, señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
A favor.
Senadora señora Órdenes, ¿cómo vota?
La señora ÓRDENES.- Quiero fundamentar mi voto, señor Secretario.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Senadora Órdenes, posteriormente le vamos a tomar la votación. En esta oportunidad era solo para aquellos que querían votar sin fundamentación.
Le ofrezco la palabra en la Sala, entonces, al Senador José García Ruminot.


El señor GARCÍA.- Muchas gracias, señora Presidenta.
Tal como lo informó el Senador Jorge Pizarro en su calidad de ex Presidente de la Comisión de Hacienda, este es un proyecto que busca avanzar en la descentralización financiera de nuestro país por la vía de fortalecer los gobiernos regionales, que, como se ha dicho, en algunos meses más serán dirigidos por gobernadores regionales electos y que tendrán por función principal llevar adelante los planes de inversión en cada región, administrar los distintos recursos de inversión y lograr con ello el mayor desarrollo de los territorios y, por supuesto, el mayor bienestar de la población.
No me referiré al proyecto en extenso porque solo estamos votando la idea de legislar. Pero, en el fondo, considera un incremento de la distribución del Fondo Nacional de Desarrollo Regional.
Hoy en la Ley de Presupuestos solo distribuimos el 90 por ciento de dicho fondo. Esa distribución pasará a ser del 95 por ciento; porque el otro 5 por ciento, como es la costumbre, va a pasar a incrementar un fondo distinto, pero que tiene también por finalidad atender las situaciones de emergencia, que es el objetivo que tiene hoy ese 5 por ciento.
Se crea un nuevo Fondo de Equidad Interregional. Esto es muy importante, particularmente para regiones como La Araucanía, en que los índices de pobreza, indigencia, pobreza multidimensional son mucho mayores a la media nacional. Por lo tanto, lo que buscan estos fondos es lograr un desarrollo más armónico entre las regiones del país.
Un segundo fondo que se crea es el Fondo de Apoyo a la Contingencia Regional, que, como decía, va a regular la operación de las emergencias provenientes del Fondo Nacional de Desarrollo Regional y otras necesidades contingentes de la región asociadas a iniciativas que sean prioritarias.
Quiero destacar de este proyecto fundamentalmente el que los recursos que la Ley de Presupuestos contempla para cada región serán de cada una de ellas, independiente de que se inviertan durante el año o no. Y esto hace un cambio muy trascendente respecto de lo que ocurre hoy en día. Actualmente, los fondos que no se ocupan durante el año -estoy hablando de recursos de inversión- simplemente tienen que volver al Fisco, al Tesoro Público.
Eso hace, en definitiva, que durante los meses de noviembre y diciembre se aceleren gastos muchas veces sin mayor justificación, sin mayor prioridad, solo por el hecho de no devolver los recursos al nivel central y mostrar una mayor ejecución presupuestaria.
Lo que ocurre realmente es que muchas veces hay proyectos que por distintas razones no logran materializarse durante el año y es lamentable.
Pero en la Región de La Araucanía, por ejemplo, tenemos muchos proyectos que se caen porque los contratistas, ante situaciones de violencia extrema, terminan abandonando las obras porque no hay ninguna seguridad para sus trabajadores, no hay ninguna seguridad para sus profesionales y tampoco hay ninguna seguridad para la maquinaria que emplean.
Entonces, se retiran y las obras quedan inconclusas, a veces cuando apenas se inician. Y por supuesto que la ejecución presupuestaria termina siendo baja. Hay muchos proyectos que no logran concretarse y muchas comunidades que no logran que finalmente los efectos de esos proyectos puedan satisfacerlos, cubrir la demanda y solucionar los problemas que se han planteado.
En consecuencia, me parece que esto es muy muy importante, porque permitirá que los recursos de inversión en los gobiernos regionales sean mucho mejor aprovechados; que los proyectos que no logren ejecutarse un año, bueno, se hagan al año siguiente, de manera que las comunidades no pierdan los beneficios de ejecutarlos.
Como dije, este es un cambio muy muy importante, muy significativo.
Sé que tenemos materias pendientes. Por eso durante la discusión en particular de esta iniciativa tendremos que llegar a acuerdos, particularmente por aquello que nos puede significar las diferencias entre el Congreso y los gobiernos regionales. ¿Qué le va a corresponder al Congreso aprobar? ¿Qué le va a corresponder a los gobiernos regionales aprobar? Esa es una materia que va a estar sobre la mesa.
Con todo, yo invito a que aprobemos esta iniciativa, porque es un paso importante para nuestras regiones.
Muchas gracias, señora Presidenta.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Muchas gracias al Senador José García Ruminot.
Le vamos a ofrecer la palabra a la Senadora Allende para que pueda hacer una rectificación.
La señora ALLENDE.- Presidenta, disculpe, cometí un error. Por lo tanto, quiero cambiar mi voto: voy a votar en contra.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
La Senadora señora Allende vota en contra.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Muchas gracias.
El señor NAVARRO.- ¡Los telemáticos están distraídos...!
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Se han registrado debidamente todas las palabras tanto en la Sala como en estricto orden, a medida que las van solicitando y, de la misma forma, las de los colegas que están telemáticamente.
Vamos a ir alternando tanto telemáticos como aquellos que están en la Sala.
A continuación, le ofrezco la palabra al Senador Carlos Montes.


El señor MONTES.- Gracias, Presidenta.
La verdad es que tengo una gran preocupación por el modelo de descentralización por el cual estamos optando. Y espero que en el camino esto vaya adquiriendo más consistencia y solidez.
Uno mira este proyecto y dice: ¿Aporta? ¿Qué es lo que aporta? ¿Avanzar en un proceso efectivo de descentralización, financiera en este caso?
Y me da la impresión de que está muy lejos de hacer eso.
En la Comisión nos abstuvimos los Senadores de Oposición para decirle al Gobierno: "Mire, aquí esto hay que mejorarlo". Y esperamos que el Gobierno por lo menos dijera aquí que en ciertos temas acepta y recoge parte del debate que ha habido sobre la materia.
Oímos el discurso del Ministro Ossa y es como que esto sigue igual no más; no hay ninguna consideración del debate que ha habido. Eso hace muy difícil cambiar el voto. Y sabemos que es de riesgo. Porque aquí, si no se reúne el quorum necesario, se viene abajo el proyecto.
Entonces, yo pediría que en algún momento el Ejecutivo se abra a decir qué está dispuesto a considerar.
Con relación al proyecto en su conjunto, quiero decirle que este debate empezó hace 29 años, cuando se dictó la ley que creó los gobiernos regionales recién. Y estos mismos debates se produjeron en esa época, en ese tiempo, con Edgardo Boeninger, etcétera.
La verdad es que es no logramos avanzar, estamos como empantanados y la mayor rigidez proviene de Hacienda y, particularmente, de la concepción que tienen de la dirección del Estado.
Bueno, algunas opiniones que se han dicho. El proyecto definitivamente no es de renta regional, no incorpora ningún ingreso propio para los gores. El proyecto no otorga competencias a los gores. Aquí lo que queda es que los gores van a manejar a lo largo de todo Chile entre 1.500 y 2 mil millones de dólares en presupuestos de inversión. Para tener un orden de magnitud, el Ministerio de Educación son 16 mil millones de dólares; aquí son 1.500, 2 mil millones de dólares anuales en inversión.
Tampoco se modifica la relación entre el Gobernador regional y el Consejo Regional.
El objetivo elemental del proyecto debiera reconocer que los gores adquieran un grado importante de autonomía, producto de las autoridades electas y lo que tiene que desplegarse. Y eso no es así en la iniciativa.
Además, se consagra que los gores ya no emanarán del Gobierno central y que la determinación de sus recursos no se incluirá en la Ley de Presupuestos del Sector Público, pues eso lo aprobarán los propios gores.
Adicionalmente, se pretende que todo recurso que reciban los gobiernos regionales se divida en dos fondos de determinada manera, lo que ya explicó el Senador Pizarro.
Finalmente, aquí se trata de insinuar una norma de responsabilidad fiscal; más bien, se hace referencia a otras leyes.
Esas son siete observaciones globales.
Sobre la exclusión de los recursos de los gobiernos regionales en la Ley de Presupuestos, unos breves comentarios.
Es conveniente hacer una comparación entre los gobiernos regionales y los municipios.
Las municipalidades tienen una base presupuestaria propia, que son todos los impuestos territoriales. Ese es el piso de financiamiento, que variará dependiendo de la realidad de cada comuna. Y cuentan con el Fondo Común Municipal, que es un mecanismo de redistribución. Eso es lo principal y le ha dado cierta solidez al modelo municipal que hoy tenemos.
No dependen de los presupuestos nacionales.
En cambio, los gobiernos regionales no tienen ingresos propios. Casi el 100 por ciento de sus recursos provienen de la Ley de Presupuestos. Como decía alguien, son como un servicio más que depende del presupuesto nacional, el cual puede subir o bajar. No cuentan con una base propia de despliegue y desarrollo.
Yo sugiero que pensemos muy bien este punto.
En los modelos más maduros de descentralización financiera existe una relación entre el financiamiento de la región y lo que esta aporta al país. En la iniciativa no se plantea ninguna relación entre esos dos elementos.
Y también se requiere un fondo de redistribución.
Quiero decirles que algunos países usan el IVA; otros, el impuesto a la renta, y otros, las cuentas nacionales, para calcular el aporte de cada región al producto nacional. Aquí esos aspectos quedan totalmente separados.
En realidad, lo propuesto opera como el programa de un servicio cualquiera. No guarda relación con la región que se busca encabezar y promover.
Tampoco están claros los procedimientos para asignar los recursos entre una región y otra.
Y, como decía el Senador García, se plantea acá una cosa menor pero que es superimportante: los saldos de caja van a existir, o sea, podrán guardarse a fin de año las platas que no se gasten. Por lo tanto, ya no se inflarán los gastos de los meses de noviembre y diciembre, dado que será posible reasignar esos saldos y guardarlos financieramente.
Eso es muy importante, aunque parezca un detalle.
De hecho, ese mismo problema tiene liquidados hoy día a los servicios de educación.
Me referiré ahora a la aprobación del presupuesto y la flexibilidad presupuestaria que se propone.
Los recursos específicos de los gobiernos regionales no se aprobarán en la Ley de Presupuestos. El clasificador presupuestario que se plantea se basa no en la lógica proyecto a proyecto, sino en marcos presupuestarios: por ejemplo, fondos para proyectos regionales, dentro de lo cual habrá formas para ir discutiendo las iniciativas de acuerdo a ciertas condiciones. La verdad es que eso hay que mejorarlo mucho, pero es muy importante.
Por otra parte, no parece razonable que el presupuesto que proponga un Gobierno regional y que respalde su consejo regional deba ser aprobado mediante una resolución de la Dirección de Presupuestos, pues esta entidad, de acuerdo con el texto de la futura ley, no estaría en condiciones de observar nada de lo resuelto por el Gobierno regional.
Los municipios modifican y definen sus presupuestos con autonomía. No entiendo por qué los gobiernos regionales no cuentan con la misma autonomía para definir y cambiar sus presupuestos.
Aquí se propone que, hasta para los proyectos de inversión, si cambian, se dé cuenta a la Dirección de Presupuestos, a través de la Subdere.
Esta Subsecretaría fue creada en Chile para dirigir a los municipios y controlar, a través de estos, a los gobiernos regionales. Lo que queremos ahora es que cambie el carácter de la Subdere, para que ahora sea un elemento no de dirección, sino de apoyo al fortalecimiento y desarrollo regional. Y esa es una cuestión que no va a ser fácil instalar y madurar...
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Concluyó su tiempo, Senador.
Tiene que activar su micrófono nuevamente.
El señor MONTES.- Voy a terminar, Presidenta, aunque tenía muchas otras observaciones sobre distintos aspectos de la iniciativa.
Nosotros trabajamos en esto con técnicos serios, con gente preparada, que tiene propuestas. Y le pedimos al Ministro Ossa, quien está presente, que dé señales para saber si hay disposición o no a abrir el debate y mejorar este proyecto. Además, queremos saber dónde estarían las restricciones, porque no se trata de dar una señal sin contenido. Se requiere hacer algo que realmente fortalezca el modelo regional que tenemos y le entregue más cohesión, más consistencia.
Yo espero que la Convención Constitucional ayude mucho en esto, porque el modelo que aprobamos en leyes anteriores abre una situación de mucha inconsistencia, de muchos conflictos potenciales, de muchas dificultades a futuro. Y el tema financiero podría haber sido una ayuda para empezar a resolver el problema. No ha sido así.
Antes de votar, espero que el Gobierno clarifique cuál va a ser su actitud respecto de este proyecto.
Gracias, Presidenta.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- ¿Cómo vota, Senador?
El señor MONTES.- Presidenta, yo no quiero votar hasta que el Gobierno nos diga qué actitud va a tomar con relación a este proyecto.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Perfecto.
Muchas gracias, Senador.
Le ofrezco la palabra al Senador Kenneth Pugh.


El señor PUGH.- Muchas gracias, Presidenta.
La descentralización efectiva del país requiere recorrer al menos tres caminos. Eso dicen los expertos.
El primero, la descentralización política. Para ello, hay que invitar a votar por un gobernador regional los días 10 y 11 de abril. Creo que eso es lo primero, y ahí tenemos un acuerdo. Así se podrá conducir políticamente este proceso.
El segundo camino es la descentralización administrativa. Por lo mismo, estamos trabajando para fortalecer las competencias que deberá tener este nuevo Gobierno regional.
Y el tercer camino -sin lugar a dudas, el más complejo, el más largo, el más tortuoso- es la descentralización financiera efectiva. Ojalá al término de todo haya una ley de rentas regionales; pero, mientras tanto, hay que establecer un mecanismo. Y eso es lo que se busca con esta iniciativa: una solución de puente, que permita conectar la realidad actual, centralizada, con una realidad distribuida.
Lo primero que tienen que lograr las dieciséis regiones es un acuerdo político de desarrollo, que integre lo más valioso de cada región, que son sus talentos.
Por eso, en el marco de la descentralización administrativa, yo he pedido generar un cambio: que exista no solo la estrategia de innovación en materia de economía, sino también la estrategia de conocimiento e innovación, a fin de que se pueda hacer investigación básica y aplicada e impulsar desarrollo de prototipos y patentes, pues en ello las regiones pueden aportar, en lugar de vivir solo de lo que se pueda recaudar. Eso permite generar mayor riqueza.
Las regiones se empobrecen cuando las personas talentosas se van. Al final ese talento se queda en la Capital o en el extranjero.
Tenemos que terminar con esa sangría dolorosa. Y, para eso, es fundamental que los nuevos Gobiernos regionales generen ecosistemas. En eso consiste la descentralización financiera.
¿Y cómo se logra? Dando la posibilidad de invertir a través de fondos concretos. Uno de ellos es el FIC-R. Este me interesa en particular, porque genera talentos y conocimientos. Pero, si no somos capaces de entender su objetivo, se va a perder.
Si uno analiza el uso del FIC-R en los últimos diez años en todas las regiones, va a ver que se ha publicado una cantidad de papers increíble. ¿Qué ha generado para las regiones? ¿Cuál ha sido su riqueza? Ninguna.
Entonces, tenemos que abordar esto desde una óptica distinta.
Y el Estado también tiene que cambiar.
Si van a existir dieciséis regiones con autoridades políticas, de signos distintos, algunos del gobierno de turno, necesitamos un nuevo Ministerio del Interior, que sea político, empoderado y que se dedique a este tema, a fin de avanzar en lo que todos queremos: mayores recursos para las regiones. Pero estas deberán ser capaces también de generar recursos propios, y con algo más que solo materias primas, los commodities, que en estos momentos es lo que más se produce.
Nuestro desafío, entonces, es generar un mecanismo en ese sentido. Hacia allá apuntan los ajustes propuestos: permitir una descentralización financiera inicial. No es la definitiva.
Valoro que exista el concepto de saldo inicial de caja en esta materia. ¿Por qué? Porque reconoce que los recursos son de la región, y tienen que quedarse en la región para hacer con ellos lo mejor.
Por otro lado, debemos recordar que hay zonas extremas y territorios especiales, consagrados en la Constitución. Por tanto, tienen que ser considerados no solo los indicadores de pobreza, sino también los estratégicos: por ejemplo, nuestras islas oceánicas (el archipiélago de Juan Fernández y Rapa Nui, Isla de Pascua) debieran ser conectadas con cable de fibra óptica submarino, para garantizar el mismo ancho de banda que tienen todas y cada una de las comunas del país, incluida la de Puerto Williams, la más austral del mundo.
Esa es la nueva política que necesitamos instalar: con visión de desarrollo, con recursos disponibles para lograrlo y con inversión -es esencial entenderlo- en las personas, en los talentos.
Por eso, debemos ser capaces de tener estrategias regionales de conocimiento e innovación y de asignar los recursos que permitan generar más riqueza, incluso, de la que se tiene proyectada, posibilitando en tal sentido que los gobiernos regionales lleven adelante alianzas público-privadas. Es esencial que inviertan parte de su presupuesto, pero es imposible que lo logren solos. Tienen que asociarse con la industria, con la academia.
Eso es precisamente lo que señala la OCDE. El desarrollo de los territorios se hace vinculando esas tres, cuatro, cinco, seis aspas que algunos dicen. Pero hay que hacerlo de forma efectiva.
Por lo pronto, este es un primer paso. No es suficiente. Queremos mucho más. Pero, para ordenarnos, organizarnos y empezar a poner la discusión política, es esencial.
Fundamental será, entonces, mantener el concepto de los Senadores y Senadoras, quienes van a poder discutir a nivel regional la asignación de recursos.
Por eso, señor Presidente, voto a favor.
Muchas gracias.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Pugh.
Estamos votando la idea de legislar de este proyecto, cuya aprobación requiere quorum especial.
Haré una excepción al entregarle la palabra al Ministro señor Ossa, por cuanto algunos colegas que han intervenido solicitaron la opinión del Ejecutivo antes de manifestar su votación.
Tal como ocurrió en la Comisión de Hacienda, la abstención de los Senadores de Oposición buscaba generar una señal que permitiera mejorar el proyecto en particular.
Se está consultando directamente la voluntad del Ejecutivo a ese respecto.
Tiene la palabra, señor Ministro.


El señor OSSA (Ministro Secretario General de la Presidencia).- Muchas gracias, Presidente.
Le agradezco la excepción.
Para nosotros, como Ejecutivo, es muy relevante comprometer una permanente voluntad de diálogo en una materia en la que estamos sumamente comprometidos.
Bien señalaba -por su intermedio, Presidente- el Senador Montes que este es un anhelo que lleva veintinueve años.
En ello el Presidente Sebastián Piñera ha sido especialmente activo. Cabe recordar que el 2011, en su primer Gobierno, el incremento en los presupuestos de los gobiernos regionales fue de 51 por ciento; el 2012, de 23 por ciento; el 2013, de 9 por ciento; el 2015 cayó a 3 por ciento; los dos años siguientes fue de 0,9 y de 0,5 por ciento, y el 2018 se multiplicó por cuatro ese porcentaje, ya en su segundo período.
¿Qué quiero decir con esto, Presidente? Que tenemos un fuerte compromiso con las regiones.
Segundo, este no es un proyecto de papel, pues busca fortalecer la descentralización financiera de los gobiernos regionales. Estos distribuirán sus presupuestos y no la Ley de Presupuestos, como ocurre hoy día. Ello supone una nueva estructura presupuestaria, que difiere de la situación actual drásticamente, en que los gores forman parte de la partida del Ministerio del Interior.
Presidente, a partir de esta iniciativa, se discutirá anualmente en la Ley de Presupuestos el monto global para los gobiernos regionales, pero no el presupuesto de cada uno. Ellos contarán con reglas de flexibilidad para poder administrarlo. Por cierto, también tendrán reglas de transparencia, de eficiencia y de responsabilidad fiscal. Reitero que dispondrán de flexibilidad presupuestaria, lo que nunca han tenido.
Se está dando un gran paso adelante respecto de las regiones.
¡Por supuesto que no es suficiente!
Por eso tomo las palabras que señalaba el Senador Montes: llevamos veintinueve años en esto; por eso en el primer Gobierno del Presidente Piñera se presentó la ley; por eso desde hace dos años estamos impulsando estas iniciativas.
Termino diciéndole al Senador que, por cierto, estamos disponibles para introducir las mejoras que podamos consensuar. Por supuesto, no es este el momento, cuando se está votando la idea de legislar, de señalar los compromisos exactos que podamos tener. Pero estamos abiertos al diálogo.
Nos parece que rechazar la idea de legislar, que consiste en permitirles a los gobiernos regionales tener mayor flexibilidad presupuestaria, va a ser algo difícil de entender, especialmente en las regiones, Presidente.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, señor Ministro.
Espero que los colegas hayan escuchado. Algunos tenían dudas razonables.
Voy a dejar con la palabra al Senador Quintana, para que fundamente su voto; luego seguirá el Senador Sandoval.
Senador Quintana, tiene la palabra.


El señor QUINTANA.- Muchas gracias, señor Presidente.
Lo que observo es que nada ha cambiado en esta materia desde hace mucho tiempo, y no lo digo solo por este Gobierno.
En lo que hoy día nos ocupa, que es este proyecto en específico, sobre descentralización administrativa y financiera, desde la abstención de los señores Senadores de Oposición en la Comisión de Hacienda hasta este minuto, luego de la segunda intervención del Ministro de la Segprés, nada ha cambiado. Siempre se valora la voluntad de diálogo, pero esto requiere, Ministro -por su intermedio, Presidente-, cosas mucho más concretas.
Cuando un puzle está mal hecho, es imposible que todas las piezas encajen. Es lo que pasa aquí. La descentralización administrativa por etapas fue bien intencionada, pero mal planificada. Poner a competir a dos figuras antagónicas, en muchos casos de distinto color político, como el gobernador regional y el delegado presidencial, es un ejercicio lleno de riesgos y problemas. Eso apreciamos en este proyecto.
Escuché otras intervenciones. Comparto que todos aspiramos a una descentralización efectiva, pero hay un gran problema: seguimos viviendo en un Estado unitario y en un régimen hiperpresidencialista.
En ese marco, siempre se van a producir disputas entre el poder central y el regional. Y no me extrañan los distintos topes y visaciones, como se ha señalado acá, por parte del Ministerio de Hacienda, a través de la Diprés, y del Ministerio del Interior, mediante la Subdere, como lo contempla la iniciativa. Lamentablemente, es lo que tenemos.
La ley N° 21.073, que estipula la elección de los gobernadores regionales, y la N° 21.074, que les entregó las primeras e incompletas atribuciones, se publicaron en febrero del 2018, cuando el anterior Gobierno estaba terminando.
Y el proceso constituyente -quiero subrayar esto, que no es menor, como lo han dicho varios colegas-, si bien había sido impulsado por la Presidenta Bachelet, se veía muy lejano en el horizonte, porque vastos sectores lo habían torpedeado y porque ya teníamos un Gobierno electo que no creía en él.
Sin nueva Constitución, la verdad es que podía tener sentido comenzar a avanzar en un proceso imperfecto, asumiendo sus riesgos, porque no se veían muchas más alternativas, tal como en innumerables veces nos pasó durante la transición.
La disyuntiva era o elegir gobernadores con pocas facultades y con choques permanentes con el Gobierno central, o mantener para siempre la decimonónica figura del intendente.
Pero, luego del estallido social de 2019, el acuerdo constitucional con hoja en blanco y el inicio de un proceso constituyente sin retorno, el panorama era y es muy distinto. Las y los constituyentes -lo hemos dicho en innumerables ocasiones en esta Sala- tendrán el mandato de revisar la institucionalidad, el régimen de gobierno y la forma en cómo se estructura el Estado. Ellas y ellos, llegando a acuerdos y mediante el quorum de dos tercios, tomarán la decisión de mantener el Estado unitario, encaminarnos hacia uno que sea efectivamente descentralizado o, incluso, proponer un Estado federal, para que luego la ciudadanía tome la determinación final. Todo el actual Capítulo XIV, sobre Gobierno y Administración Interior del Estado, va a quedar obsoleto cuando la Convención haya cumplido su trabajo, para lo cual tiene un plazo máximo de un año, lo que está a la vuelta de la esquina.
Las figuras del gobernador y del delegado van a ser revisadas y, muy probablemente, reformuladas.
Además, el debate constitucional no podrá evitar la predominancia que en todo el mundo está teniendo el poder local, los municipios. En ese escenario, puede que terminemos con un modelo muy distinto de descentralización, mucho más enfocado en las atribuciones de los municipios que en una figura intermedia de carácter regional; o bien, en el peor de los casos, podríamos terminar con una estructura parecida a la de hoy, pero mejor hecha.
Sea cual sea el resultado, voy a insistir en mi opinión de que este Congreso prefirió ahorrarse costos políticos -bien cuestionable, por lo demás-, en vez de hacer las cosas como correspondía y haber dejado para un tiempo más la elección de gobernadores, a la espera de que concluya el proceso constituyente. Fue un pequeño acto de populismo, que traerá costos para las regiones y para el país.
Termino diciendo, Presidente, en concreto, que no puedo votar a favor de un proyecto como este, más aún después de la intervención del Ministro, con la cual no se avanza nada, salvo la voluntad y la disposición al diálogo, lo que siempre uno valora.
Aquí, como lo dijo usted mismo, Presidente, no estamos hablando de rentas regionales.
En el informe se señala que aquí se fortalece la Subdere. En otra discusión, algunas semanas atrás, se planteó el fortalecimiento de la División de Planificación Urbana del Ministerio de Vivienda, en desmedro de los gobiernos regionales. ¡Si esto es insólito!
Y en otro proyecto hablábamos del carácter del gobernador regional como jefe superior de los servicios regionales. ¡Bueno, eso es lo que todos queremos! Pero no está en este proyecto.
¡Para qué hablar de los temas del agro, del desarrollo productivo!
No hay ningún liderazgo entregado por ley a los gobernadores regionales.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Quintana.
¿Cómo vota, Su Señoría?
El señor QUINTANA.- Me abstengo, igual que usted en la Comisión, Presidente.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- La diferencia es que las abstenciones en esta oportunidad no se sumarán a la mayoría.
Vamos a dejar con la palabra al Senador Sandoval.
Senador Sandoval, el Senador Kast está pidiendo votar sin fundamento de voto. Primero le daremos la palabra a él.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Senador señor Kast, ¿cómo vota?
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Conecte el micrófono. Está expresando que vota a favor, pero debe conectar su micrófono.
El señor KAST.- Me encantaría poder hacerlo, pero lo conectan ustedes.
Voto a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
A favor.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Senador Sandoval, tiene la palabra.


El señor SANDOVAL.- Señor Presidente, sin duda, no podemos concebir verdaderos gobiernos regionales si no tienen una efectiva autonomía y un claro financiamiento para enfrentar las enormes demandas que desde las regiones cotidiana y permanentemente existen.
También me parece un poquito inaudito lo que está sucediendo hoy día, cuando estamos frente a un proyecto que nos permite centrarnos en la discusión de fondo. Y este Senado y este Congreso tienen precisamente facultad, como colegisladores, para mejorar una propuesta en el ámbito legislativo que creo que es absolutamente necesaria. Cómo nos podemos abstener u oponer a la idea de legislar en la búsqueda de canales que permitan resolver los problemas de financiamiento que tienen los gobiernos regionales.
Esto, desgraciadamente, es un proceso. Yo, siendo de regiones, qué más quisiera que se llegara a una solución. Sinceramente, comparto muchos de los planteamientos que se han hecho acá respecto de esta figura, de este monstruo de dos cabezas que vamos a tener en la región: por un lado, el delegado presidencial, con todas las facultades y con las Seremías, las direcciones regionales, etcétera, bajo su dependencia; y por otra parte, el gobernador regional, con el FNDR, sus seis divisiones y los consejeros regionales. Evidentemente, hay un balance absolutamente dispar en ese contexto. Pero tenemos que avanzar.
Yo recuerdo las palabras del Ministro del Interior del segundo Gobierno de la Presidenta Bachelet, quien en una reunión con parlamentarios de regiones nos hablaba de que ese Gobierno iba a impulsar una verdadera revolución descentralizadora. Así lo señaló el Ministro -tengo entendido que en ese minuto era Rodrigo Peñailillo-: una revolución descentralizadora. ¿Y en qué terminamos? En un conato callejero, solamente con la elección de los consejeros regionales. Ese fue el avance del segundo Gobierno.
¿Dónde quedó la revolución descentralizadora? Choca precisamente con esta permanente historia del centralismo, al que le cuesta soltar las herramientas que nos permitan a las regiones enfrentar estos procesos.
Por eso, no voy a entrar en el contenido de fondo de los temas, a los que aquí se ha hecho harta mención. Pero creo que, sin duda, habrá que enfatizar en materias como la eficiencia, la oportunidad y la calidad del gasto que va a tener que impulsarse. Serán temas que habrá que discutir.
El saldo inicial resuelve un problema. En mi región, años atrás, para manifestar eficiencia en el gasto de un gobierno regional, a fines de año gastaron miles de millones de pesos en la compra de alcantarillas que permanecieron otros tantos años en una inspección de vialidad esperando su materialización en obras. Varios miles de millones de pesos solo para demostrar eficiencia, de que se gastó ese año el presupuesto que correspondía. Y ahí estaban las alcantarillas. Incluso, fueron objeto de discusión pública acerca de cómo se manifiesta esa ineficiencia. Hoy día al menos es un avance respecto de lo que significa el traspaso como saldo inicial de los recursos.
También es necesario regularizar lo que tiene que ver con la calidad de estas inversiones. Uno ve en sus regiones la enorme diversidad de necesidades que existen. Hoy día mismo hay cerca de veinticuatro mil ayseninos y ayseninas en condición de pobreza multidimensional. Y yo no digo que hagan inversiones que no sean necesarias, pero habrá que priorizar también las inversiones y poner el acento donde corresponda.
Por otro lado, también hay gastos de obras de carácter nacional que se ejecutan en regiones. Y vía convenios de programación obligan a un fuerte compromiso financiero de los fondos regionales en obras de carácter nacional. Planteo el caso de la ruta 7: desde Arica a Puerto Montt no hay ningún gobierno regional que ponga recursos para la construcción de las rutas estructurantes nacionales -¡ninguno!-. O se hacen a través de concesiones o, en su tiempo, lo habrá hecho el Estado. En mi región, con la ruta estructurante nacional, que es la ruta 7 -lo mismo pasa, dicho sea de paso, en la Décima Región, en la provincia de Palena-, es el gobierno regional el que tiene que incurrir en un gran esfuerzo con los escuálidos recursos que existen. Por eso, creo que también habrá que perfeccionar materias de recursos, y será en la discusión en particular donde podremos avanzar.
¿Se justifica, por ejemplo, que la Subdere maneje el PMU y que no esté traspasado directamente a las regiones? Yo creo que no. Pienso que son recursos que innecesariamente se encuentran en el nivel central, lo que obliga al permanente peregrinaje de alcaldes hacia Santiago buscando algunos proyectos de financiamiento de esas carteras.
Creo que, evidentemente, tenemos que avanzar sustantivamente en los contenidos. Y esa es la discusión en particular. Lo que estamos haciendo hoy día es pronunciarnos por la idea de legislar. ¿Quién se puede oponer hoy día a la idea de legislar para resolver problemas financieros de los gobiernos regionales? ¿Quién se puede oponer a establecer el mecanismo a través del cual los gobiernos regionales van a contar con los recursos para enfrentar las demandas de la región?
Por eso, Presidente, espero sinceramente que reflexionemos. Estamos hablando de la idea de legislar; se trata de la votación en general. Y esperamos que en este proyecto podamos entrar en la discusión de fondo, que es donde realmente hay que poner el acento, y no negarse a algo tan fundamental, que hemos esperado durante tantos años: que las regiones cuenten con los recursos para hacer frente a sus necesidades.
Voto a favor, Presidente.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Sandoval.
Vamos a dejar con el uso de la palabra para fundamentar su voto al Senador José Miguel Insulza.


El señor INSULZA.- Señor Presidente, ya vivimos esto hace algunas semanas cuando llegó aquí un proyecto que creaba la Red Integral de Protección Social, y que de red integral de protección social no tenía nada. Hoy día se nos pide que aprobemos un proyecto que fortalece la descentralización financiera de los gobiernos regionales, y de fortalecimiento de la descentralización financiera no tiene nada, ¡nada!
Este proyecto ingresó, ciertamente, como una aspiración de las comunidades territoriales, que les otorgara a los gores nuevas facultades, más recursos para destinar al desarrollo regional. Y acaba de decir un Senador que esto va a significar más recursos para el desarrollo regional ¿Dónde está eso? Eso sigue en el Gobierno central. El proyecto fortalece el control del Ministerio de Hacienda y del Ministerio del Interior, a través de la Subdere, sobre el presupuesto regional, las inversiones y las modificaciones.
Entonces, la verdad es que por mucho que la introducción diga que estamos aquí definiendo una ley de financiamiento y responsabilidad fiscal regional, la iniciativa no está haciendo eso, no innova en los procesos y etapas actualmente vigentes. Desde el principio indica que el Estado nacional se organiza bajo una sola administración central de ingresos y gastos. Y los gobiernos regionales, como instituciones públicas, están sometidos a las normas establecidas en la administración financiera del Estado.
Por lo tanto, aquí hay un solo presupuesto nacional. Y uno hace propuestas, las propuestas pasan por la Subdere a la Dirección de Presupuestos, y esta última -si le parece- las pone en la Ley de Presupuestos, para que nosotros las discutamos y las votemos.
Entonces, no nos contemos cuentos entre nosotros, Presidente. ¿Por qué seguimos engañando a la gente? Si no lo queremos hacer, no lo hagamos. Digamos que no lo queremos hacer. Y como este es un país que está agrupado fundamentalmente en tres grandes urbanizaciones, de pronto hasta están los votos para eso. Pero no digamos que estamos regionalizando el país, que estamos descentralizándolo, porque no lo estamos haciendo, Presidente.
Así como yo creo que es grave que se nos ponga la pistola en el pecho y se señale: "Si no, van a estar votando contra el desarrollo de las regiones", es muy grave decirle a nuestra gente que con esto estamos contribuyendo al desarrollo de las regiones, en circunstancias de que estamos aprobando una normativa que es completamente injusta. ¿Qué recursos van a tener las regiones? Hay un pequeño aumento, claro, ahora es el 95 por ciento y no el 90 por ciento del FNDR que va a estar aquí. Y se establecen don fondos, pero ambos se crean con cargo al FNDR; y el que fija el FNDR es el Gobierno central.
Entonces, Presidente, yo lo siento mucho. Esperaba que el Ministro ofreciera cambiarle el nombre al proyecto: "Modifica las normas de asignación de recursos a los gobiernos regionales", o algo por el estilo.
En alguna ocasión nos reunimos con el anterior Ministro de Hacienda -el Senador Guillier debe recordar eso-. Íbamos a hablar de financiamiento de las regiones y nos dijo que aumentaría los fondos para inversión que podía aprobar el Ministerio de Hacienda para las regiones.
Este no es un proyecto de financiamiento de gobiernos regionales. Esta es una iniciativa simplemente para fortalecer las atribuciones del Ministerio de Hacienda y de la Subsecretaría de Desarrollo Regional, pero las regiones van a seguir en las mismas condiciones.
Lo lamento. Yo entiendo que hay Senadores -y los respeto plenamente- que se van a abstener o que creen necesario mantener la idea de legislar. Pero la idea de legislar de este proyecto a mí no me gusta, porque es para que todo siga igual. Y no estoy de acuerdo con eso, Presidente, así que voy a votar en contra.
Gracias.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Insulza vota en contra.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Insulza.
Vamos a dejar con la palabra al Senador Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, el proceso descentralizador dice relación no solo con la descentralización política, con la elección del gobernador regional, con la descentralización administrativa -el traspaso de competencias y atribuciones-, sino también con la descentralización fiscal, la que justamente abarca el proyecto que hoy día estamos tratando.
Durante largo tiempo la bancada regionalista intentó poner el concepto de la ley de rentas regionales como un elemento clave, como un elemento que pudiera hacer cambiar el modelo de desarrollo del país. Y, lamentablemente, los gobiernos de turno, gobiernos centralistas, gobiernos que desconfían de la toma de decisiones en las regiones, han negado el espacio para proceder a un proceso descentralizador.
¿Qué han hecho los países que han avanzado en su desarrollo? Han avanzado en descentralización política, administrativa, fiscal; acercando la toma de decisiones a las personas; recuperando las confianzas; generando planes de desarrollo regional que surjan bottom up desde los ciudadanos, pero, además, con una fuerte inyección en innovación, ciencia y tecnología.
¿Y qué tenemos hoy día? Una idea de legislar que no cumple con la expectativa de los parlamentarios descentralizadores que transversalmente hay en este Hemiciclo.
Acá se requiere que parte importante de los recursos que se destinan para generar proyectos de inversión en las regiones y que producen externalidades negativas queden en las regiones como tributos, justamente para poder compensar esas externalidades.
¿Qué ha dejado el cobre en Calama? ¡Nada!
¿Qué ha dejado la actividad portuaria en Valparaíso y en San Antonio? ¡Nada! ¡Ciudades de espaldas al mar!
¿Qué ha dejado la actividad forestal en comunas donde prácticamente el 90 por ciento del territorio está plantado con especies para la explotación forestal y donde no hay oportunidades de desarrollo para los ciudadanos?
Y yo me pregunto: ¿Qué país queremos para los próximos años? ¿Queremos un país como Australia o Nueva Zelandia, naciones afines? Ellas están lejos de los centros de poder, pero fueron capaces de generar un acuerdo nacional, prospectiva, visión compartida del país que querían construir para los próximos años. Se requiere acuerdo entre la sociedad civil, los empresarios, los emprendedores, el mundo de los tomadores de decisiones; todos de acuerdo en un modelo de desarrollo; todos de acuerdo en dialogar; todos de acuerdo en tener un sentido identitario de país, que vuelva a unir a los chilenos en torno a un proyecto de futuro.
Pero para eso se requiere acuerdo social; para eso se requiere un nuevo pacto social.
¡Y estos proyectos van en esa dirección! ¡Desarrollo del territorio! ¡Desarrollo del potencial de los territorios, acompañado de innovación, de ciencia, de tecnología! ¡Retención de nuestros talentos en las regiones, y no que finalmente ellos terminen siendo exportados a la Región Metropolitana!
Acá se requiere tener capacidad para que el centralismo que hoy día vemos en Chile no se replique en regiones y, en definitiva, terminemos teniendo un modelo donde las élites concentran el poder político, económico y social en cuatro comunas de la Región Metropolitana. Yo hablo de "las cuatro cuadras del poder", porque los Gobiernos administran desde los Ministerios de Hacienda. ¡Acá hay que tener capacidad para descentralizar el país de verdad!
Yo voy a apoyar la idea de legislar. Pero espero que el Gobierno esté a la altura, ¡que el Gobierno esté a la altura! Yo no me voy a negar a que el Gobierno esté a la altura. ¡Presidente Piñera -por su intermedio, Presidente-: descentralización de verdad! ¿Queremos un Chile distinto o finalmente un país en que los mismos de siempre decidan?
El señor NAVARRO.- ¡La rebelión de Chahuán...!
¡Le vamos a mandar el video al Presidente...!


El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Chahuán.
Algunos me han consultado el criterio de la Mesa respecto de la implicancia que tiene el que no se reúna el quorum calificado.
En tal sentido, puedo señalar que al votar la idea de legislar de un proyecto que tiene normas de quorum calificado en un solo acto, la Mesa entiende -yo al menos- que se rechaza el proyecto entero de no alcanzarse ese quorum, porque lo que estamos votando es la idea de legislar.
Aquí se ha generado cierta discusión que es válida. Pero, de aceptarse la tesis de los que sostienen que se caen solos los artículos de quorum calificado y el proyecto sigue, ello significaría que nosotros no podríamos votar nunca más un proyecto de quorum calificado en un solo acto, sino que tendríamos que hacer votaciones separadas de cada uno de los artículos. Es una cuestión de sentido común: ¿cuál sería entonces la razón para votar la idea de legislar? No votamos nunca más la idea de legislar, vamos directamente a pronunciarnos artículo por artículo.
Ese nunca ha sido el procedimiento en el Senado.
Yo sé que hay cierta discusión al respecto. Pero como algunos han planteado esto, yo les quiero decir que el criterio que sostenemos en la Mesa -por lo menos yo-, como se ha hecho prácticamente por décadas en el Senado -me dicen los Secretarios que en algunos casos ha sido distinto-, es que al proceder a efectuar una sola votación eso es lo que indica el sentido común y lo que establecen los reglamentos.
Sé que hay otras interpretaciones. Pero les vuelvo a decir esto, pues eso ha sido parte de la argumentación. Y como señalé al inicio de mi informe, en la Comisión nosotros operamos con la norma reglamentaria que se aplica en la Comisión, e intencionalmente nos abstuvimos, porque sabíamos que había una votación de quorum calificado, en la idea de legislar. Y por eso nos abstuvimos, para entregar una señal en el sentido de que, cuando se discutiera artículo por artículo, teníamos que hacer una negociación para mejorar el proyecto, porque, de lo contrario, no iban a reunir el quorum aquellas normas que requieren quorum calificado.
Pero, en fin, vamos a seguir votando.
Tiene la palabra la Senadora Ximena Órdenes.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador García está pidiendo la palabra por reglamento.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Estamos en votación, Senador García. Mientras nos encontremos en votación no puedo ofrecer la palabra para asuntos de reglamento u otros menesteres. Tengo que esperar que termine la votación.
Senadora Órdenes, tiene la palabra.


La señora ÓRDENES.- Señor Presidente, como exintendenta y Senadora representante de la Región de Aysén, no dejan de llamarme la atención algunos aspectos de este proyecto de ley.
Todos sabemos que Chile es un país profundamente centralista. No por nada somos la última nación de Sudamérica en elegir por votación popular a nuestras autoridades regionales.
Asimismo, cuando se representa a una región extrema y aislada, las definiciones del Estado... (falla de audio en transmisión telemática)... el centralismo se torna aún más angustiante. Este constituye y ha constituido siempre una barrera para nuestro propio desarrollo.
Por ello, no logro comprender que el inicio de un lento pero esperanzador proceso de descentralización se pueda ver truncado por algunos aspectos de esta iniciativa, como los siguientes: que los gobiernos regionales tengan que solicitar autorización al nivel central para realizar cualquier adecuación a su presupuesto, volviendo incluso más inflexible la norma de lo que es ahora; que la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda deba visar el presupuesto propuesto por el gobernador y aprobado por el consejo regional, después de que la asignación de dichos fondos para cada región ya ha sido decidida mediante resolución por el Gobierno nacional; que se incorpore al delegado presidencial como contraparte en la formulación del Anteproyecto Regional de Inversiones, una de las pocas facultades que tenía dispuesta la nueva autoridad electa, o que la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo siga manteniendo un rol de tutelaje en vez de la función de acompañamiento que todos esperaríamos.
Si bien hay elementos positivos, como la autorización para que los gobiernos regionales dispongan de los saldos presupuestarios del año anterior de manera automática, definiciones en materias de transparencia frente a la ciudadanía y limitación de los conflictos de intereses, los elementos grises del proyecto me hacen pensar que, en caso de aprobarse, necesitará un cirugía muy profunda para que verdaderamente... (falla de audio en transmisión telemática)... El Gobierno nos presenta un... (falla de audio en transmisión telemática)... plano, que reasigna recursos, cambia las siglas de los fondos, readecúa ciertos procedimientos, pero mantiene la inercia en un proceso descentralizador que no está garantizado y que requiere energía, voluntad política y disposición en vez de inacción.
Las regiones de Chile no pueden seguir siendo la comparsa del gobierno de turno; los gobiernos regionales tienen que ser los motores de un desarrollo armónico y vinculado con las necesidades de cada territorio.
En Coyhaique, por ejemplo, nos agobia la contaminación atmosférica, y, sin embargo, vivimos en una región con tremendas potencialidades para producir hidrógeno verde, el cual podría ayudar a reducir las emisiones, garantizar la autonomía energética y dinamizar la economía.
¿Cómo les explicamos a los ayseninos que el futuro gobernador o gobernadora no va a poder gobernar acerca de esos problemas, porque las nuevas atribuciones están en una nebulosa y porque cada uno de sus pasos tendrá que ser autorizado por la burocracia de Santiago?
Esperaba más voluntad y una verdadera discusión sobre rentas regionales.
Si bien la estructura del Estado debe rediscutirse en la Convención Constitucional, al Gobierno y al Congreso nos corresponde facilitar -y no entorpecer- el desarrollo regional, pues en eso nos jugamos la legitimidad de la histórica reforma que en pocas semanas nos permitirá contar con representantes electos por la ciudadanía.
Creo que debe revisarse exhaustivamente la arquitectura de este proyecto de ley, pero tampoco voy a impedir su debate, y por esa razón me voy a abstener, señor Presidente.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
La Senadora señora Órdenes se abstiene.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Antes de darle la palabra al Senador Navarro, quiero informar que está presente en la Sala el Ministro del Interior, don Baldo Prokurica, y también la Subsecretaria de Desarrollo Regional y Administrativo.
El Ministro del Interior está pidiendo intervenir frente a algunas interpelaciones directas de los Senadores respecto de la voluntad del Gobierno en cuanto a avanzar en el proyecto. Yo le he insistido en que estamos en votación y que por ello no tenemos facultad para otorgarle la palabra, salvo que la propia Sala le diera la autorización para hablar.
Si hubiera acuerdo, le podríamos dar la palabra al Ministro; si no lo hay, seguiremos con la votación.
¿Les parece a Sus Señorías? Creo que es mejor que diga lo que quiere plantear.
Vamos a dejar con la palabra, entonces...
Senador Insulza, ¿no da el acuerdo? No alcanzo a ver bien desde acá.
El señor INSULZA.- Difícilmente vamos a terminar este debate de hoy día. Estamos casi en la hora de término de esta sesión. Además, hay un Senador que pidió la palabra y estamos votando.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- No hay acuerdo, entonces, para que el señor Ministro pueda intervenir.
Seguimos con la votación.
Tiene la palabra el Senador Alejandro Navarro, para fundar el voto.


El señor NAVARRO.- Presidente, este proyecto debiera tener como título: "Todo el poder a la Diprés". Es falso que aumente la descentralización para los gobiernos regionales.
En verdad, como lo ha confesado el Ministro que nos acompaña en la Sala, el señor Ossa, este proyecto partió en el primer Gobierno de Piñera, hace 9 años; pero el Ministro olvida: ¡18 de octubre de 2019, Ministro! ¡Chile cambió! ¡Fin del abuso de la monarquía presidencial! ¡Este es un proyecto monárquico, que mantiene todo el poder; que les dice a los gobiernos regionales "Hagan su presupuesto, pero la Dipres lo revisa"; "Hagan modificaciones con el saldo con el cual se quedan ustedes ahora," -lo destacó un Senador en esta Sala- "pero súmenlo al presupuesto regional, de tal manera que cuando lo presenten ya vaya incorporado y ustedes tengan aumentado el monto total de su propio presupuesto con el saldo anterior y yo no deba aportar nada porque usted mismo está aumentando". Es decir, a lo que hacían hoy en cuanto a quedarse con el saldo y luego ponerlo en la Ley de Presupuesto la Diprés dice: "Póngalo ustedes en el presupuesto regional, pero se lo vamos a asignar dentro del presupuesto global que les vamos a autorizar".
El Ministro perdió una gran oportunidad para aclarar estos temas en la Sala, pero en cambio solo nos señala que se van a enojar en las regiones ¡Ministro, se nota que no ha ido a regiones! ¡Vaya a darse una vuelta por el Biobío! Este es un proyecto que les causa indignación a los regionalistas. Le digo que esta iniciativa genera un abuso político-social, y no tiene ningún sentido aprobarlo en medio de una convención constitucional que busca cambiar el extremo del presidencialismo monárquico y dar poder real a los gobiernos regionales.
Anuncio mi voto en contra. ¡Pero si esto lo vamos a discutir con una convención elegida por el pueblo, por la ciudadanía, para determinar el régimen institucional que debe darse!
Aquí tenemos a un Presidente Piñera que se dice regionalista, con un Senado donde, de sus 43 miembros, 39 son de regiones: yo llevo 16 años representando a mi Región, dos períodos, y nunca los Senadores de la Región hemos tenido una reunión: ni cuando éramos cuatro, ni ahora que somos dos. Claro, en alguna oportunidad con la Senadora Van Rysselberghe, ¡porque los partidos mandan! ¡Y los partidos y el Gobierno están centralizados! Y la caja del Gobierno para los yes man -¡sí, señor Presidente!- siempre fluye, siempre es interesante. Por tanto, yo no acepto este control financiero de la Diprés. ¡Es una verdadera farsa de descentralización!
Además, debo señalar que en materia de inversión se dice que podrán generar inversión propia los gobiernos regionales siempre que no importe gastos permanentes y sea para su funcionamiento, y hasta por un monto no superior al 1 por ciento del presupuesto.
¡Con qué plata se van a instalar los gobiernos regionales si los limitan al 1 por ciento para tales efectos! ¡Eso es debilitar el proceso de fortalecimiento de los gobiernos regionales!
Además, señor Presidente, deseo decir que aquí no hay rentas regionales. No se incorpora ningún otro ingreso propio, ni tampoco ingresos adicionales. ¡Ley de rentas regionales, Presidente Piñera! ¡Eso es lo que piden las regiones: más aportes propios! ¡Autorícenos a tener aportes propios! En la ley en proyecto no incluye aquello, sino que fortalece a la Diprés. Usted nombra al Director de Presupuestos, y, por tanto, nos designa un delegado presidencial, que es el mismo intendente con las mismas facultades: el orejero del rey, quien va a tener capacidad de veto, capacidad para entrometerse en un Gobierno regional elegido cien por ciento por el pueblo en la Región del Biobío y en el resto de las regiones.
Entonces, ¡tutelaje! Este es un proyecto de ley de tutelaje para las regiones, y yo rechazo la idea de legislar, porque estamos ad portas de establecer nuestra Constitución. Y los gobiernos regionales, que sumaron estructuración y descentralización, el fin al presidencialismo monárquico, van a estar en la Carta Fundamental, no en una pinche ley que busca dar más poder a la pinche Diprés, que es importante en materia financiera, pero que aquí se transforma en el tutelaje, en el verdugo de las regiones.
Voto en contra, señor Presidente.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Navarro.
Tiene la palabra el Senador Francisco Huenchumilla, para fundamentar el voto.
¿Senador Huenchumilla?


El señor HUENCHUMILLA.- Sí, Presidente, muchas gracias.
Creo que nosotros como Estado, Gobierno y Oposición, probablemente no nos hemos dado cuenta de que con la elección de los próximos gobernadores regionales en veinte días más vamos a hacer un giro copernicano en la situación política interna de nuestro país.
Entonces, yo me pregunto: ¿Este proyecto de ley está a la altura del nuevo modelo político que vamos a tener acá con la elección de los gobernadores regionales y más encima con la nueva Constitución, que saldrá de la Convención Constitucional?
Porque vamos a tener gobernadores regionales electos y no funcionarios designados por el poder central de Santiago; habrá dieciséis gobernadores elegidos por voluntad popular, algunos de los cuales tendrán miles y miles de votos, suponiendo que haya una concurrencia natural y habitual dentro de la normalidad que estamos viviendo. Pero yo me imagino que el gobernador de Santiago se va a elegir, no sé, por quinientos, seiscientos, ochocientos mil votos. ¿Cuántos votos sacará el de Concepción: doscientos, trescientos, quinientos mil votos? ¿Y el de Valparaíso?
Ellos van a ser nuevos actores regionales o nacionales que se van a incorporar al modelo político. Entonces, yo me pregunto: ¿un gobernador electo por doscientos mil votos va a tener como contrapartida a un delegado regional nombrado centralmente? Ese delegado regional va a ser un funcionario de segundo nivel frente a una autoridad que tendrá un caudal de votos, según el ejemplo que coloco, de unos doscientos mil votos.
Ese gobernador será un actor con los Senadores y también con los Diputados.
Esos dieciséis gobernadores, ¿qué interlocutor van a tener? ¿La Diprés? Tendrán como interlocutor al Presidente de la República, porque estarán empoderados por esto.
Este es un modelo distinto con respecto a la manera en que se van a mover esos dieciséis gobernadores regionales empoderados. Por eso es un corte de aguas, porque resulta que este modelo centralizado de Estado se estableció a los inicios de la República, cuando existían las provincias de Coquimbo, Santiago y Concepción. Pero Santiago -perdóneme la expresión- se comió a Coquimbo y a Concepción. Desde ahí tenemos un Estado centralizado que dura hasta ahora.
Y si voy más atrás, el Estado centralizado a los inicios de la República se tomó de los Borbones, cuando estos llegaron al Reino Español en el año 1700. Tuvimos un Estado centralizado. A su vez, los Borbones en España tomaron esto de los Borbones de Francia, donde el cardenal Richelieu, quien asumió como Primer Ministro del Rey el año 1624, es decir, hace cerca de cuatrocientos años, creó el cargo de intendente y el Estado centralizado de Francia. Y hoy día, después de casi cuatrocientos años, por primera vez en Chile tendremos gobernadores electos y no un intendente, que es un funcionario designado por el poder central.
Entonces, yo me pregunto: ¿esta normativa está a la altura del nuevo actor político que entra a la política nacional en las regiones, empoderado por el voto popular, con un traje antiguo, con un chasis que no le viene, donde la Diprés y la Subdere piensan que podrán hacer lo mismo que cuando la contraparte era un funcionario designado por voluntad del poder central, en que si no estaban de acuerdo lo echaban? Ahora no lo van a poder hacer.
La ley en proyecto no da cuenta de aquello.
Dicho eso, cabe señalar que aquí estamos discutiendo en general esta iniciativa; estamos debatiendo sobre sus ideas matrices. Y si quiero darles facultades a los gobiernos regionales para que estos nuevos actores cuenten con atribuciones que les permitan estar a la altura del poder político que van a tener, no me puedo negar a debatir la idea central, la idea matriz de este proyecto.
Lo lógico es que hagamos aquello, porque si se rechaza en general -consideremos esta tesis-, no podremos legislar sobre esta materia sino hasta en un año más.
Entonces, no quiero correr el riesgo de la interpretación jurídica que planteó el señor Vicepresidente del Senado.
En consecuencia, voy a aprobar la idea de legislar, en la esperanza de que durante la discusión particular el Gobierno pueda darse cuenta de que vamos a entrar a un escenario distinto, y, por lo tanto, se corrija este proyecto en la dirección correcta y perfecta que todos requerimos para el nuevo escenario que vamos a tener con la elección de los gobernadores electos por voluntad popular el 10 y el 11 de abril.
Voto a favor, señor Presidente.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Huenchumilla vota a favor.


El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Huenchumilla.
En todo caso, más allá de la interpretación que tiene la Mesa, quiero informarles a Sus Señorías, por si no han leído el informe completo, que en el resumen ejecutivo, en el punto IV, donde se establecen las normas de quorum especial, se dice textualmente: "La iniciativa legal, de aprobarse en general, debe serlo con quorum de ley orgánica constitucional conforme a lo dispuesto en el artículo 66, inciso segundo de la Carta Fundamental, pues, en lo principal, modifica un cuerpo legal de ese rango en relación con los artículos 111, 113, 114, 115 y 125 de la Constitución Política de la República, con la única excepción del artículo primero transitorio, norma que es de quorum simple
.".
A buen entendedor, se deduce que si no se reúne el quorum especial, el proyecto se cae completo: ¡completo! De manera que, más allá de lo que ha sido la tradición del Senado, en este caso específico no cabe ni siquiera la mínima discusión. Todos los artículos precisan quorum especial para ser aprobados ahora; por lo tanto, si no reúnen el número de votos requerido, no habrá proyecto, como decía el Senador Huenchumilla, y no se podrá legislar sobre esta materia, cualquiera relacionada con sus ideas matrices, sino hasta en un año más.
Tiene la palabra el Senador Alvarado, quien está muy ansioso por hablar desde hace rato.
La señora EBENSPERGER.- ¿Y yo?
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Usted viene después del Senador Alvarado, pero luego del Senador Guillier y antes que el Senador Lagos.


El señor ALVARADO.- Señor Presidente, sin duda hemos escuchado interesantes intervenciones y encendidos discursos en pro de la descentralización, o mejor dicho, de la regionalización. Sin embargo, estamos olvidando un punto que a mi juicio es central en este debate: la ley N° 21.074 estableció ese proceso de descentralización, y en ninguna parte de esta normativa, que pasó por la Cámara de Diputados y por el Senado, se establece la descentralización fiscal.
Por lo tanto, si hoy estamos aspirando a más desde el punto de vista de la descentralización fiscal, no podemos ir más allá del origen de esta legislación, la ley N° 21.074, la cual les entregó escasísimas atribuciones -¡escasísimas!- a los futuros gobernadores regionales.
Y tengo autoridad moral para decir aquello porque presenté un proyecto a fin de que se postergara dicha elección, pues estaba plenamente consciente de que las expectativas ciudadanas depositadas en personas que reciben la confianza del voto popular en cantidades importantes a nivel de una región no podrían cumplirse, ya que la ley N° 21.074 es un marco muy estrecho que ni siquiera definió el concepto de competencia: ¡no lo hizo!
Por lo tanto, muchos programas y acciones que se resuelven a través de los Ministerios no pueden ser traspasados, por eso hay una "Ley corta" en paralelo a esta discusión donde se complementan esas debilidades de la ley N° 21.074.
En este momento tenemos en nuestros pupitres la responsabilidad de decidir si avanzamos en descentralización financiera o nos quedamos tal cual y seguimos restringiendo el marco de opción y de posibilidades de los próximos gobernadores regionales.
En mi opinión, deberíamos avanzar. Y también tendríamos que preocuparnos en cuanto a cómo perfeccionamos esa normativa, pues en su minuto lo que primó para dar la idea de descentralización fue la elección de los gobernadores, y con eso la gran mayoría asumimos que el problema estaba resuelto.
¡Pero no! Hoy día nos damos cuenta de que los futuros gobernadores están dentro de una camisa de fuerza que va a tener impacto en las regiones. Incluso, en la "Ley corta" se está definiendo cuál va a ser el organismo, en este caso la Contraloría, que deberá resolver las contiendas de competencia entre el delegado presidencial y el gobernador regional.
Por consiguiente, si aquí estamos dando un paso, aunque sea pequeño, desde el punto de vista de la descentralización financiera, ¡tomémoslo!, porque nos va dar la oportunidad de abrir el debate, de hacer la discusión, de establecer nuestros puntos de vista para tratar de impulsar que este proceso de descentralización sea mucho más que la elección popular de un gobernador.
Un gobernador, por muchos votos que obtenga, si no cuenta con la facultad de decidir, si no tiene la posibilidad de orientar el desarrollo de la región por carecer de las competencias necesarias para ello, es un cargo nominal. Y nosotros debemos luchar para que dejen de ser cargos nominales y se conviertan en cargos reales.
En consecuencia, la invitación que les quiero hacer esta tarde es a que aprobemos la idea de legislar y a que, al mismo tiempo de pensar en cómo avanzamos en este proceso de descentralización financiera, veamos cómo apoyamos también la "Ley corta" que corrige las debilidades de la ley N° 21.174, que le da el marco a lo que ahora estamos discutiendo.
Este proyecto es mucho más en facultades de administración financiera que lo que tienen hoy día los gobiernos regionales. ¿Aspiramos a más? Sí, claro, aspiramos a más, sobre todo los que vivimos en regiones, porque queremos que los gobernadores sean verdaderos líderes regionales y no solamente un cargo que esté para los discursos y que comprometa ante la ciudadanía cosas que no podrá cumplir.
Por lo tanto, la invitación es a aprobar este proyecto de ley, a trabajar en la iniciativa de "Ley corta", que perfecciona las debilidades de la ley N° 21.074, y de esa forma podamos corregir lo que legislamos el año 2014.
He dicho.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Alvarado.
Vamos a dejar con la palabra al Senador Alejandro Guillier para que fundamente su voto.
Tiene la palabra, Senador Guillier.


El señor GUILLIER.- Muchas gracias, Presidente.
Quiero decirle que aquí estamos como con discursos raros, contradictorios.
Hace siete años, junto con el Senador Chahuán, formamos la bancada regionalista y hubo un momento en que eran más de la mitad de los Senadores en este segundo Gobierno. Fuimos a La Moneda, al mes y medio de instalado el Presidente Piñera, a ofrecerle todo el acuerdo político para avanzar en un mejoramiento de la transferencia de competencias y en una Ley de Rentas Regionales.
Incluso más: hicimos propuestas elaboradas no solo por nuestros equipos técnicos, sino por los expertos más destacados en materia de regionalización del país. ¡Más de 60 técnicos trabajaron en esa propuesta! Y, curiosamente ahora, los mismos que se opusieron a llevar adelante esos consensos nos dicen que tendríamos que haber postergado esta elección, porque son muy pocas las atribuciones otorgadas, en vez de haber despachado esas atribuciones. ¡Han pasado tres años con un acuerdo político inédito!
Entonces, sinceremos las cosas: no hay voluntad descentralizadora.
Y este proyecto de ley, en vez de avanzar, retrocede.
Revisen este proyecto y comparen con las iniciativas originales. ¡Hay un retroceso! ¡Se les quitan facultades a los gobiernos regionales y se fortalece aún más a la Diprés y a la Subdere, o sea, al Ministro del Interior y al equipo de Hacienda!
Entonces, no se les están otorgando más atribuciones.
Aprobar este proyecto es ir en la dirección contraria. Eso no va a llevar a ningún acuerdo, porque ya se intentó. Se le pusieron los proyectos de ley en la mesa al Gobierno, a sucesivos Ministros del Interior y Subsecretarios de Desarrollo Regional, y no se avanzó, porque no había voluntad regionalizadora.
Por lo tanto, tenemos dos alternativas: o el Senado se pone firme, pero no nos bloqueemos porque esta no es una ley de rentas regionales y el propio informe del proyecto dice que solamente es para facilitar y mejorar los aspectos de gestión -podríamos presentar una ley de rentas regionales que represente un acuerdo entre Gobierno y Oposición; no me niego, pero no veo la voluntad, seamos sinceros-; o aprobamos este proyecto como está, cosa que no es un avance, sino un nuevo retroceso en el proceso regionalizador.
Nos vamos a enfrentar a un problema muy serio en las próximas semanas. Vamos a tener desencadenado un proceso constituyente, vamos a tener gobernadores en ejercicio y vamos a ver a un Congreso débil, con un Gobierno débil, a la hora de otorgarles las atribuciones y avanzar en la dirección que la mayoría de la ciudadanía está pidiendo.
¡Vayan a las regiones! Pregunten. ¡Todos quieren regionalizar! Los gobernadores regionales, de Derecha e Izquierda, se van a enfrentar al mismo drama: no van a tener recursos para gobernar.
Y no le echen la culpa a los acuerdos que no se lograron, porque se intentaron por todos los medios, no solo en el Gobierno anterior sino también en el actual, y en ambos tuvimos la misma respuesta.
En el Gobierno anterior yo también conversé con un Ministro del Interior, estando la Presidenta Bachelet presente. La Presidenta Bachelet le dio clara instrucciones de apurar el trabajo en favor de las transferencias de competencias, que era el tema en ese día. Salió de la reunión y me dijo: "Alejandro, tú sabes que yo no creo en eso de la regionalización". ¡Y no hizo nada ese Ministro del Interior! Si me apuran un poco, les doy hasta el nombre.
Bueno, esto mismo nos pasa ahora. Nos dicen: "Yo no puedo aprobar este proceso porque son muy pocas las facultades", pero nada hago para mejorar las atribuciones y las facultades.
Y una ley de rentas regionales es una obligación legal de este Gobierno sacarla, porque es un mandato, es un cumplimiento de la ley. Tiene que sacar adelante la elección de gobernadores; la transferencia de competencias -la famosa "Ley corta", que solo quedó en una apuesta, en una propuesta de una mesa técnica-, y la ley de rentas regionales, propuesta que también el Gobierno del Presidente Piñera recibió en sus manos y que en nada refleja lo que está aquí.
Por lo tanto, yo voto en contra.
Yo pido seriedad. Y también les pido a mis colegas Senadores que se han definido regionalistas ponernos firmes, porque lo que está en juego es muy grande.
Aquí vamos a elegir gobernadores. Y cuando digan que este Senado aprobó leyes que no les dieron las facultades suficientes ni una ley de rentas para que se financien, se va a generar una presión política en el escenario de un proceso constituyente.
Créanme. Mejor nos ponemos de acuerdo rápido. Dejemos de autoengañarnos y tirar la pelota para la galería, y asumamos que esto es una urgencia. Todavía nos queda tiempo, pero muy poco.
Voto en contra.
Gracias, Presidente.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias.
El Senador señor Guillier vota en contra.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora Ebensperger.


La señora EBENSPERGER.- Gracias, Presidente.
Yo voy a votar a favor de la idea de legislar.
Creo profundamente en la descentralización, pero lo he dicho siempre: hay que hacerla bien, porque hacerla mal nos va a volver más centralistas aún.
Cuando se aprobaron las leyes Nos 21.073 y 21.074, se hizo mal. Se hizo mal por el Gobierno de entonces y se hizo mal por el Congreso de entonces.
Se creó una gran expectativa en la ciudadanía, que hoy cree que con la elección del Gobernador Regional se van a solucionar todos los problemas de las regiones. Y efectivamente ahí van a empezar.
Pienso que es una irresponsabilidad echarle la culpa hoy día al Gobierno actual. Siempre he sentido que cuando se aprobaron esas dos leyes y se publicaron en febrero del 2018 simplemente se hizo para ser un checklist en compromisos presidenciales.
Todos los Senadores saben que hay tres tipos de descentralización: la administrativa, la política y la financiera.
Y cuando uno quiere avanzar en esto de forma seria y responsable, primero debe determinar claramente la descentralización administrativa. Cuando eso está claro, se avanza en la descentralización fiscal. Y cuando tenemos resuelta la administración administrativa y fiscal, recién ahí avanzamos en la política.
Pues bien, aquí se hizo al revés.
Lo primero que hicimos fue decidir sobre la descentralización política, entregándole -como aquí se ha señalado- a este futuro gobernador regional, electo con un 40 por ciento (efectivamente serán los que más votos tengan después de un Presidente de la República, incluso más que los propios Senadores), casi nulas atribuciones y muy pocos recursos.
¿Es eso culpa de este Gobierno? ¡No, señores! Esa es la culpa compartida del Ejecutivo anterior y de este Congreso, que hicieron mal las cosas cuando aprobaron las leyes Nos 21.073 y 21.074. Ninguna de ambas leyes contiene ninguna palabra -¡ninguna!- sobre administración fiscal, ninguna palabra sobre recursos, ninguna sola referencia a ello.
Entonces, hoy día tenemos un proyecto que a nadie deja contento, por cierto, pero que es un punto de partida, porque el 11 de abril tenemos la primera elección de gobernadores regionales.
Por lo tanto, así como la "Ley corta", que estamos viendo en la Comisión de Gobierno, que tampoco soluciona completamente el tema de las atribuciones o de la descentralización administrativa, tenemos que resolver los conflictos que hoy día tienen, porque tendremos gobernadores electos a contar de abril o mayo, en caso de que haya segunda vuelta, y algunos problemas puntuales. Luego, entraremos nuevamente en leyes más profundas para hacerlo de mejor manera.
Pero hoy en día debemos solucionar lo puntual, lo urgente.
Y así como tenemos esa "Ley corta", también está este proyecto para partir de algo, porque hay un hecho cierto: vamos a tener próximamente gobernadores regionales y algo -¡algo!- necesitamos solucionar y avanzar en esta materia.
Yo quiero llamar a los que aquí estaban presentes y eran Senadores cuando se aprobaron ambas leyes. Revisé todo y ustedes pueden verlo: de los que aún se mantienen, solo el Senador Navarro rechazó en particular la ley 21.074, de fortalecimiento regional, pero sí aprobó el informe de la Comisión Mixta, que solo obtuvo 3 abstenciones...
Deme treinta segundos, Presidente, y termino.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Cómo no, Senadora.
La señora EBENSPERGER.- Gracias, Presidente.
Decía que el informe de la Comisión Mixta solo tuvo 3 abstenciones, de las Senadoras Van Rysselberghe y Von Baer y del Senador Coloma.
Entonces, los invito a leer -ahora yo no alcanzo- el discurso y la intervención de la Senadora Von Baer de aquel 6 de diciembre del año 2017 en la Sala, oportunidad en que se votó ese informe de Comisión Mixta, donde mencionó todos y cada uno de los problemas que se producirían y que hoy día ustedes están señalando.
En consecuencia, Presidente, yo llamo a ser responsables.
Concuerdo con su interpretación jurídica. Si acá no reunimos el quorum porque se registran demasiadas abstenciones, muere la idea de legislar y no vamos a lograr avanzar en esto por un año más.
Gracias, Presidente.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- A usted, Senadora.
¿Vota a favor, no es cierto?
La señora EBENSPERGER.- Así es. Voto a favor.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Bien.
El último que ha pedido la palabra para fundamentar su voto es el Senador Ricardo Lagos Weber.
Puede intervenir, Senador.


El señor LAGOS.- Muchas gracias, señor Presidente.
Se ha hecho amplia referencia por algunos colegas al pasado, al origen de este proyecto de ley, a la elección de los gobernadores regionales, a las atribuciones y competencias para los gobiernos regionales.
Yo miro para atrás y me acuerdo de que en un minuto la única demanda sustantiva era que se necesitaba una ley para elegir gobernadores. Para eso estaban todos los votos y el que se oponía era un Caballo de Troya que quería torpedear el regionalismo, etcétera.
Yo me opuse, porque exigí que esa iniciativa se presentara conjuntamente con la ley de atribuciones y competencias, y con la de financiamiento. En lo último fracasé miserablemente -lo digo así-, porque no hubo espacio, no hubo apoyo para ello, y solo se logró aprobar la ley de atribuciones y competencias e introducir una cláusula en la elección de gobernadores: que dicho cuerpo legal iba a regir solo una vez que estuviera publicada y promulgada la ley de atribuciones y competencias. Y me colgué de una disposición que se había caído en la discusión particular y que repusimos en la Sala.
Sin embargo, el espíritu era elegir a los gobernadores y después ver las atribuciones y las competencias. Y el financiamiento quedó tirado. Estoy hablando del año 2017 o 2018. ¡Ni siquiera me acuerdo! Hace muchos años de esto.
Y no fue fácil, porque cuando uno decía "Oiga, aprobemos los tres temas altiro, en tándem: elección, atribuciones y financiamiento", algunos entendían que el objetivo era poner obstáculos para que no se hiciera nada. ¿Y qué se hizo? Que al final solamente se lograron las atribuciones y competencias, y que estamos a tres semanas de elegir a los gobernadores y no contamos con una ley de financiamiento para las regiones.
¡Esa es la verdad! ¡Esa es la raya para la suma!
Entonces, al proyecto que ahora nos presenta el Gobierno -no me acuerdo qué colega lo dijo- hay que cambiarle el nombre, porque este proyecto no es de rentas regionales. No es de rentas de las regiones. Es un proyecto de ley que establece el presupuesto de las regiones. ¡El presupuesto, no la renta! La renta son los ingresos. ¡Esto no! Este es el presupuesto que les vamos a distribuir a las regiones.
Y las razones por las cuales nos abstuvimos -las han dicho casi todos mis colegas antes, no quiero repetirlas nuevamente- es porque nos parece insuficiente.
Y no va a haber una excepción. Como hemos planteado en el pasado, esto va a ser una crisis política de proporciones. Aquellos gobernadores regionales que sean electos con una sustantiva mayoría no van a ir a Teatinos 120, en el piso 12, a esperar que los atienda el Director de Presupuestos. Se van a venir de la mano todos los gobernadores regionales electos -los de Izquierda, de Derecha, Nueva Mayoría, Nueva Constituyente, Frente Amplio, el que ustedes quieran- acá al Congreso a exigir un presupuesto distinto.
¡No va a haber dos lecturas en eso!
Creo que este proyecto no resuelve ese tema.
Lo que sí tenemos nosotros es un dilema bien complejo, porque, si se cae esto, no hay proyecto.
Entonces, nosotros nos abstuvimos con el Senador Pizarro y con el Senador Montes en la Comisión de Hacienda, esperando que el Gobierno hiciera alguna movida, una jugada.
Yo les digo a los Ministros del Gobierno, con mucho respeto y con el afecto que les tengo personalmente, porque soy un ser humano, que aquí este proyecto ¡cero! No he escuchado nada nuevo, ¡nada nuevo! Ni el Ministro Ossa ni el Ministro del Interior, quien debería venir -intervendrá después porque ya estamos en votación-, se tomaron en serio este tema en la Comisión de Hacienda.
Se lo digo de verdad al Ministro Ossa -por su intermedio, Presidente-: no se lo tomaron en serio. Le dijimos que tenía que llegar con algo, con alguna disposición. No le estoy pidiendo que me trajera un texto o una indicación, pero sí un compromiso de algo. ¡Y no hay nada!
Entonces, ¿qué tenemos? Un presupuesto que va a definir el Gobierno central. Y las grandes atribuciones que van a tener los gobiernos regionales serán dos: una, decidir cómo se distribuyen las lucas que nos van a mandar. ¡Eso es! Cómo se distribuyen. "Eso sí usted lo hace". Y dos, el saldo de caja, que no es malo, pero es completamente insuficiente para las expectativas que se generaron.
Entonces, ante la disyuntiva, voy a tener que aprobar este proyecto, porque no se puede caer.
Yo no tengo cómo explicar aquí, en la Región de Valparaíso, que no vamos a tener ley si no están los votos o no se cumplen las mayorías, a partir de la interpretación que ha hecho la Mesa.
Yo pensaba e interpretaba -así lo entendí, lo pregunté y les consta al Vicepresidente Pizarro y al Secretario General- que se caían las normas de quorum, pero seguía el proyecto. La interpretación es otra. Es lo que hay y tenemos que aprobar este proyecto.
Me hizo todo sentido también lo que decía Pancho Huenchumilla, y yo les quiero pedir a mis colegas que han votado en contra o se han abstenido que reconsideren. Tenemos la discusión en particular, y la misma dureza que se puede poner acá, se puede poner más tarde.
Pero yo le pido al Gobierno que se ponga las pilas de verdad.
¿Me da otro minuto, Presidente?
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Prosiga, Senador.
El señor LAGOS.- Con todo cariño y respeto a nuestro excolega Baldo Prokurica, que era regionalista, hoy Ministro, quiero decirle -por su intermedio, Presidente- que este proyecto no da nada. ¡No da nada!
Yo no estoy pidiendo que pasemos de cero a uno de la noche a la mañana, porque eso es infinito. Pero lo que hay hoy día es básicamente nada, para ser bien franco, desde el punto de vista de las demandas.
Entonces, estamos en una situación muy delicada.
Si me abstengo y mantengo mi votación de la Comisión de Hacienda; si hacen lo mismo los Senadores Pizarro, Montes y mis otros colegas, tal vez se puede caer el proyecto y no podemos permitirnos eso en la primera elección de gobernadores regionales.
Por eso le pido al Gobierno que se ponga las pilas. ¡Y no las pilas, es su responsabilidad! Esto va a ser una crisis política. No quiero ni pensar si en una región hay una campeona o un campeón que saque 50 o 60 por ciento de los votos de una. Ese gobernador va a ser imparable desde el punto de vista de su presupuesto y le van a decir: "No, es que esto lo definió la Diprés". ¡No! ¡No va a funcionar!
Entonces, tratemos de administrar esto antes de que sea una crisis. Y tenemos la oportunidad de hacerlo. No se hizo años atrás, cuando no se quiso legislar las tres cosas al mismo tiempo.
Hoy día tenemos la oportunidad de hacerlo.
Voto favorablemente, muy a mi pesar.
Gracias.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- A usted, Senador Lagos.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador Lagos vota a favor.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Así es.
Se han agregado algunos colegas que, al parecer, quieren fundamentar su voto.
Se han inscrito los Senadores Durana, Latorre, Bianchi, De Urresti, Galilea, Castro y la Senadora Aravena.
Senadora Aravena, ¿usted había hablado ya?
La señora ARAVENA.- No.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Okay.
Entonces, tiene la palabra el Senador Durana para fundamentar su voto.


El señor DURANA.- Gracias, Presidente.
Este es un proyecto que fortalece la descentralización, y obviamente es un primer paso para una decisión que está tomada, como es la elección de los gobernadores regionales.
El objeto es fortalecer la descentralización financiera de los gobiernos regionales.
Obviamente, el proyecto va a establecer normas sobre responsabilidad fiscal, creará ciertos fondos con el propósito de dotarlos de las herramientas necesarias para complementar el proceso que regula la elección de gobernadores regionales, y realizará una adecuación a diversos cuerpos legales para fortalecer la regionalización del país.
Es obvio que si votaron en su minuto por la elección de gobernadores regionales hoy día al menos tenemos que dar la señal de apoyar la idea de legislar.
Los nuevos gobernadores regionales no pueden asumir si no cuentan con las herramientas adecuadas al menos para cumplir con su mandato.
Esta idea de legislar puede ser perfectamente mejorada. Pero lo importante es que no nos podemos dar el lujo, frente a todos los chilenos que se van a expresar el 10 y el 11 de abril en la elección de gobernadores regionales, de que este Parlamento simplemente les dé un portazo.
Es superimportante comenzar con esta efectiva descentralización financiera, que permitirá que ellos tengan hoy día la posibilidad de generar el anteproyecto regional de inversiones, proyectos de presupuesto regional y programación financiera; establecer normas propias de responsabilidad fiscal, flexibilidad presupuestaria y autorización de uso de saldos presupuestarios. Tal como lo manifestaron otros Senadores, hoy día no va a estar la lógica de la ejecución presupuestaria, sino que, en lo fundamental, las realidades que puedan tener cada una de las regiones se seguirán expresando y no se van a perder estos recursos.
El proyecto en debate es un complemento urgente y necesario de la legislación pro descentralización que ya nos comienza a regir.
No puede concebirse un Gobierno regional efectivamente autónomo si no goza de herramientas mínimas de independencia financiera del Gobierno central. Y como tal, vendrá en una segunda línea la Ley de Rentas Regionales y, por supuesto, también la formación de capital humano, que es tan importante en las regiones, las cuales, muchas veces, no tienen el mismo nivel de conocimiento del Gobierno central.
Pueden existir legítimas dudas respecto de los mecanismos y procedimientos que empezarán a operar, las cuales nos parecen un factor imposible de despejar por completo, dado que estamos enmarcados en un proceso desconocido y nuevo que tendrá que ir sorteando obstáculos y corrigiéndose en el camino, pero donde resulta sumamente importante que cuenten con el apoyo y el respaldo de este Parlamento. Es la forma como nosotros hoy día comenzamos a mirar, de cara a las decisiones que va a tomar la gente, donde existe una gran confianza en que la elección de gobernadores regionales es el inicio de un proceso de descentralización, es el comienzo de la regionalización, que obviamente es importante.
Por lo tanto, votaré a favor, porque soy un convencido de que en este proceso en que estamos empeñados vamos a ir complementando todas y cada una de las fortalezas, para entregar lo que va a mandatar la ciudadanía en la elección de gobernadores regionales.
Voto a favor, Presidente.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Durana.
Tiene la palabra el Senador Juan Ignacio Latorre.


El señor LATORRE.- Gracias, Presidente.
Yo tengo una visión crítica sobre este proyecto y comparto lo que dijeron los Senadores de Oposición en la Comisión de Hacienda y la señal de abstención que dieron, porque claramente acá faltan pisos garantizados para cada región, programas nacionales especiales tendientes a abordar los déficits de las regiones más postergadas de nuestro país; y además debería irse hacia un marco para tomar opciones y compromisos más de mediano y largo plazo, un horizonte de gestión plurianual, más allá del marco anual, en la gestión de los recursos. Sin embargo, creo que este es el tipo de cosas, cuando se tramita la idea de legislar de los proyectos, a las que hay que darles el apoyo y una oportunidad para que se sigan mejorando. De lo contrario, se cae el proyecto.
La elección de gobernadores regionales va a ser en tres semanas más y asumirán este año sus funciones. Y a pesar de que yo también he sido crítico de la ley en cuanto a las competencias, a las atribuciones de este nuevo cargo de representación popular, ciudadana, ya no designado a dedo por el Presidente de la República, que era una herencia de este Estado o nación centralista, unitario, excluyente y que espero que empiece a cambiar con la nueva Constitución, considero que el proceso constituyente va a profundizar la descentralización.
Claramente, el marco legal de este nuevo cargo es muy limitado, muy restringido, con un delegado presidencial presente y con pocas atribuciones y competencias.
Por cierto, en este proyecto de ley, a pesar de sus falencias, se crea un Fondo de Equidad Interregional; hay un apoyo del 40 por ciento para ejecutar planes y proyectos en territorios rezagados, zonas extremas. En este sentido, pienso en la Región de Valparaíso, en la provincia de Petorca, en Rapa Nui, en Juan Fernández, etcétera.
También se crea un Fondo de Apoyo a la Contingencia Regional. Porque las catástrofes naturales, los incendios, los procesos de sequía son elementos a los cuales hay que responder con el 5 por ciento de emergencia del FNDR.
Además, se establece una Unidad de Control. Hay que mejorar el flujo, el control de la información presupuestaria año a año, y creo necesario avanzar en transparencia y probidad en cuanto a los recursos del Gobierno regional.
Por otro lado, se incorpora la obligación a los consejeros regionales de hacer entrega, al término de su mandato, de un acta de traspaso de su gestión. Y se establece que tendrán prohibido realizar actividades de lobby o gestión de intereses particulares ante el mismo Gobierno regional en que hayan desempeñado el cargo, por un periodo de doce meses a contar de la fecha del cese de sus funciones.
Son pequeños avances, los cuales -insisto- el Ejecutivo tiene la oportunidad de seguir mejorando en la discusión en particular.
¿Cambian mucho las cosas? No, no cambian mucho las cosas. Y en esto hay que ser sincero de cara a la ciudadanía y frente a un proceso electoral. Mi expectativa, mi esperanza está puesta más en el proceso constituyente en materia de profundización de la descentralización. Pero estimo que hay que apoyar esta iniciativa, por lo menos aprobando la idea de legislar, para darle una última oportunidad al Ejecutivo a objeto de que profundice su compromiso con las regiones. Se supone que el Presidente Piñera llegó con este eslogan: el Gobierno y las regiones. Llegó pensando en escuchar a las regiones.
¡Cumpla sus compromisos!
¡Profundice su compromiso con las regiones!
¡Tiene acá una nueva oportunidad!
Por eso, yo al menos voy a darle esa posibilidad votando a favor de la idea de legislar.
Gracias, Presidente.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Juan Ignacio Latorre.
Tiene la palabra el Senador Carlos Bianchi para fundamentar su voto.


El señor BIANCHI.- Gracias, estimado Presidente.
Mire, aquí se aplica lo que en algunas oportunidades he señalado, cual es que en política he visto el mundo al revés: he visto cómo se hunden los corchos y cómo flotan las piedras. ¿Y por qué digo esto? Porque he estado participando desde los orígenes en todo este debate, y veo que aquí se hizo todo al revés. Nosotros decíamos que lo primero que se debía hacer era establecer las atribuciones de esta autoridad al momento de asumir y todo lo que tenía que ver con las rentas regionales y la autonomía en materia económica, ¡pero se hizo todo al revés! Primero, se eligió a la autoridad, sin atribuciones, sin autonomía económica, sin traspaso de competencias: ¡sin nada!
A muchos de mis colegas en su momento les señalé: "Oiga, lo que se está haciendo no corresponde, porque nos va a llevar a un pésimo proyecto y a la postre tendremos una autoridad sin ningún empoderamiento". ¿Y a cuántos días estamos de elegir a esa nueva autoridad: a veinte días? ¡Y no tenemos ni las atribuciones ni las competencias en materia presupuestaria!
Lo de ahora, bueno, ni hablar: la iniciativa no tiene nada que ver con rentas regionales, sino con una administración absolutamente financiera. Se dijo: este proyecto simplemente considera que la Dirección de Presupuestos revise lo que a nivel regional se determine en materia presupuestario. O sea, podríamos tener -y esto es lo peor- a una gobernadora o a un gobernador que, como se ha mencionado acá, pudo haber obtenido una alta votación, una enorme representación, pero sin atribuciones. El delegado presidencial tendrá injerencia en casi todas las materias. ¡Ni siquiera ese gobernador, esa autoridad que consiguió una enorme votación podrá decidir quién es seremi! Tampoco gozará de una potestad por sobre los seremis; va a primar el delegado presidencial.
Entonces, acá también ustedes asuman su responsabilidad. Y se lo digo al Senador Guillier, quien abogó por que esto se votara tal cual ya que se iba a arreglar en el camino. ¡Y no fue así, pues!
¡Mire dónde estamos!
¡Mire cómo estamos!
¿Y yo qué señalaba?: "Mire, esta materia tenemos que verla al revés: partir con las atribuciones, partir con el orden económico". ¡Y no se hizo así!
Hay muchas, ¡muchas!, autoridades que tienen en esto una responsabilidad.
Con el ex Senador y ex Ministro Alberto Espina sostuvimos grandes discusiones. Él fue una de las personas que al final lograron que primero se votara el cargo y luego, ¡luego!, una vez que se votaran las atribuciones, recién se iba a dar curso al proceso de descentralización, a través de estas autoridades regionales. ¡Nada de esto ocurrió!
Y ahora nos dicen: "Miren, es que si no están los votos -porque efectivamente es un proyecto de quorum especial-, se cae el proyecto". Bueno, ¿y de quién es la responsabilidad? ¿Del Gobierno, que trae un mal proyecto, o de nosotros, que estamos diciendo que queremos un mejor proyecto para poder tener verdaderas autoridades regionales, un verdadero empoderamiento, y no regiones de cartón?
¡No queremos regiones de cartón!
Queremos verdaderos gobiernos regionales, y no meras administraciones regionales.
¿Y en qué termina este asunto? En que será la Diprés la que va a determinar. Y ya lo decían algunos parlamentarios: hablamos de una autoridad que va a tener más del 40 por ciento de los votos regionales; o sea, hablamos de una autoridad en Santiago, en Concepción, en Valparaíso o en cualquier otra región con una tremenda representación popular.
Entonces, es difícil tomar la presente determinación; resulta muy muy complejo asumirla. Porque el país debe saber que este es un muy mal proyecto, que en nada se encarga de recoger lo que hemos venido discutiendo todos estos años.
Y ha habido también algunas autoridades que irresponsablemente llevaron en su minuto a que esta iniciativa se votara a como diera lugar y, bueno, hoy día nos encontramos frente a esta situación.
Mire, señor Presidente, no será nuestra responsabilidad si el proyecto se cae o no, sino que la responsabilidad radica en el Gobierno, que nos trajo un muy mal proyecto. En la Comisión de Hacienda los Senadores de Oposición se abstuvieron. Y yo me voy a abstener por respeto a mi Región, por respeto a aquellos con quienes hemos venido debatiendo por largos años esta materia.
No puedo votar a favor de una iniciativa que no resuelve el problema. Sé que nos estamos pronunciando hoy día por la idea de legislar, pero quiero dar una señal.
Me abstengo en esta votación, Presidente.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Bianchi.
Dejamos con la palabra al Senador Alfonso de Urresti para fundamentar el voto.


El señor DE URRESTI.- Gracias, Presidente.
Siguiendo el curso del debate, queda claro que aquí se quiere buscar una vez más un punto de inflexión, hacer un chantaje para decir que si rechazamos o nos abstenemos no vamos a tener proyecto de ley. Yo quiero clarificar el punto: eso no corresponde, porque el Gobierno puede insistir en la materia.
Y aquí hay que ser claros y precisos: en este proyecto no se ha tomado con la debida consideración el asunto, y no es ninguna prioridad para el Gobierno. Y aquí no voy a centrar la discusión en la Administración anterior o en la Administración actual: el centralismo tiene varias cabezas, y se distribuye equitativamente entre la Izquierda y la Derecha.
Yo me pregunto ¿cuántos colegas aquí están hablando desde regiones, mirando por la ventana en La Araucanía, en Coyhaique, en Iquique, en Valdivia, en Talca, en Valparaíso? No son muchos. El regionalismo hay que sentirlo y hay que vivirlo, y no solo citarlo en teoría.
Yo al menos quiero hablar desde ahí, desde el regionalismo.
Y seamos claros, este proyecto no va en el camino adecuado: no fortalece efectivamente la capacidad fiscal de los territorios y no significa que la nueva autoridad que vamos a elegir en tres semanas más dispondrá de capacidades.
Qué duda cabe de que el proyecto tiene elementos positivos desde el punto de vista de las zonas rezagadas y con el establecimiento del Fondo de Equidad Interregional, del Fondo de Apoyo a la Contingencia Regional. Pero hablamos de un proyecto de coordinación presupuestaria entre el poder central y las regiones. Ese es su objetivo: una coordinación entre el presupuesto nacional y el presupuesto regional.
Pero aquí se está desconociendo y se está obviando una situación que es brutal. Lo han mencionado varios colegas y me quiero quedar con ese argumento, que anticipa un conflicto feroz. Los gobernadores regionales, tanto si son elegidos en primera o en segunda vuelta, van a obtener un importante caudal de votos, van a gozar de legitimidad popular. Y esas autoridades no van a ir a hacer antesala en la Subdere para ver si los pueden recibir o solamente van a marchar hacia La Moneda. No. Ellos podrían hacer algo más grave: podrían declarar personanon grata a la autoridad de turno, al Ministro de turno y al Presidente de turno. Y eso es malo. Y no solo para la actual Administración, de la cual soy opositor.
Señor Presidente, yo quiero que exista una debida coordinación, atribuciones en concordancia e instrumentos efectivos para poder llevar a cabo los programas comprometidos, porque a los futuros gobernadores y gobernadoras se les ha exigido que tengan programas de gobierno. Al menos he visto y apoyado los de algunos candidatos que conozco acá en la zona sur: Luis Cuvertino, en la Región de Los Ríos; Patricio Vallespín, en la Región de Los Lagos; Eugenio Tuma, en La Araucanía, que son algunos excolegas que uno conoce y que están comprometiendo y buscando el apoyo en función de un conjunto de actividades y de obras de adelanto, como agua potable rural, conectividad. Y si no hay una Ley de Rentas Regionales que efectivamente permita disponer de más recursos no podrán las regiones competir de manera positiva, donde una región con buena capacidad de gestión puede obtener más inversión territorial versus otra. Pero en esa materia seguiremos con el control nacional.
En definitiva, el proyecto solo implica despachar una ley que coordina a una autoridad electa democráticamente y con miles de votos con una dependencia santiaguina, dentro del mismo concepto cultural. Y eso es algo que implica un conflicto brutal.
Insisto, no me voy a situar, estimados colegas, en la clave de este Gobierno, el anterior o el que vendrá. Es un tema cultural, que obedece a un modo de gestión. Se trata de la capacidad de entender el territorio desde las demandas que hoy día surgen y que van a ser ratificadas a través de un voto popular para elegir a un gobernador o a una gobernadora, en primera o en segunda vuelta. Y si el Gobierno, nosotros o el conjunto de la sociedad no entiende esa lógica ni tampoco considera los argumentos que aquí han señalado varias autoridades que fueron alcaldes y que saben de las vicisitudes que implica negociar con el poder central significa no comprender que vamos a acercarnos a un conflicto inminente.
Yo no puedo aprobar este proyecto, creo que aquí hay un déficit de atención, de financiamiento y de entendimiento del real problema de descentralización.
Por tanto, señor Presidente, me voy a abstener, esperando que el Ejecutivo enmiende su texto y se haga cargo de una demanda que -insisto- no expresamos en clave de Oposición, sino como una forma de construir efectivamente gobiernos regionales.
Considero que no hemos resuelto de manera adecuada la situación entre el delegado presidencial y el gobernador electo desde el punto de vista de las competencias y habrá que tener mucho talento, mucha capacidad de negociación. Pero lo que resulta ineludible es la necesidad de poder contar con mayores recursos, con autonomía, con capacidad de gestión, y no simplemente con lo que establece esta ley: una coordinación presupuestaria entre el poder central y el poder regional.
Yo me abstengo, señor Presidente. Y pido que avancemos efectivamente en una real regionalización, porque aquello le va a hacer bien a las regiones y también al país.
El señor PIZARRO.- Muchas gracias.
El Senador De Urresti se abstiene.
Senador Galilea, tiene la palabra para fundamentar su voto.


El señor GALILEA.- Gracias, Presidente.
Yo creo que a todos les pasa lo mismo. En cada una de las intervenciones que hemos escuchado esta tarde se aprecia una especie de frustración frente a todo lo que está ocurriendo con el proceso de regionalización, de descentralización. Y esta frustración tiene sus orígenes en la dictación misma de la ley N° 21.074, sobre fortalecimiento de la regionalización del país.
Yo no participé en su tramitación, pero cada colega con que he conversado me dice: "Mira, yo voté a favor, pero con muchas dudas; el asunto no está bien resuelto; la verdad es que...". Bueno, explicaciones más, explicaciones menos, pareciera que nadie ha quedado contento. Y aquello sucede porque quedaron demasiados hilos sueltos, demasiados cabos sueltos. Y además, probablemente, como lo señalaron la Senadora Ebensperger y el Senador Bianchi, las cosas se hicieron un poco al revés.
En ese sentido, hubiera sido harto mejor definir primero los ámbitos de descentralización administrativa: cómo se iban a unificar los Ministerios en este nuevo escenario; después pensar cómo íbamos a implementar la administración financiera de cada uno de estos gobiernos regionales, y finalmente haber pasado a las elecciones de los gobernadores.
Pero eso es llorar sobre la leche derramada.
Finalmente, no está bien resuelto el tema administrativo; se encuentra muy poco clarificado el ámbito financiero, y el 11 de abril tenemos elección de gobernadores.
Yo estoy completamente de acuerdo con muchos de quienes han hablado de que la realidad finalmente se va a imponer. ¡La realidad se impone! Vamos a tener un gobernador de la Región Metropolitana con más votos que cualquier Senador, con más votos que la suma de varios Senadores juntos, probablemente. Y lo mismo sucederá en Concepción, en las ciudades y regiones más grandes.
El gobernador regional no va a ser un intendente a la hora de negociar ni a la hora de discutir; no va a tolerar que el delegado presidencial le plante cara en temas en que considere que él debe tener la iniciativa, independiente de que la ley diga una cosa distinta. Eso es lo que se va a imponer como realidad. Y va a traer enormes conflictos o al menos enormes tiranteces que deberemos ser capaces de ir resolviendo.
En el ámbito financiero, que es el de esta ley, para los que somos de regiones -somos varios quienes hemos sido intendentes: la Senadora Ebensperger, la Senadora Órdenes, en fin-, nos hubiera encantado y nos encantaría que hubiera mucho más autonomía que la que nosotros tuvimos.
Si yo preguntara hoy día cuál debe ser el presupuesto de cada región, probablemente tendríamos distintas opiniones en el Senado. Algunos dirían: "Bueno, lo que produce cada región, o una relación con eso". Los representantes de regiones que producen menos dirían: "¡No, pues! Eso no puede ser. Tiene que haber una compensación muy grande entre unas y otras". Otros expresarían: "Hagamos una mezcla". Y otros: "Sigamos con la historia presupuestaria de la región".
Hay temas que a mí me obsesionan. ¿Por qué la Subdere se ha convertido en lo que se convirtió? ¿Por qué todas las provisiones deben pasar por ella? ¿Por qué los PMU tienen que pasar por ahí? Porque existe un señor, a quien no lo eligió nadie, que es como una especie de zar, que indica: "Bueno, a este alcalde sí; a este otro, no", "Soy más amigo de aquí, soy más amigo de allá". En fin, hay un montón de cuestiones que no se encuentran bien resueltas.
Pero yo les pido que en esto hagamos un voto. Acá nada está demasiado bien resuelto, nada está enteramente resuelto; sin embargo, debemos intentar avanzar en algo.
Hoy estamos votando en general, estamos votando la idea de legislar. Y recojo las palabras, por supuesto, de los Senadores oficialistas, pero también la del Senador Lagos, la del Senador Latorre. Y yo, en buena, digo: demos una pequeña muestra de confianza y tratemos de proponernos algunas cosas. Yo aspiro simplemente a que con la iniciativa del Ejecutivo - y ojalá el Ministro Prokurica o el Ministro Ossa pueda tomar un compromiso- hagamos al menos dos cosas durante la tramitación en particular.
Primero, reformar la Subdere, que nació como un órgano asesor y terminó transformado en un órgano que administra miles de millones, de manera bastante arbitraria a mi juicio.
Y segundo, lograr modificar la ley de patentes comerciales, que está muy malhecha. Yo siempre digo que es una ley extractiva. ¿Por qué? Porque puede haber una empresa que tenga una mina en el norte y no pague nada o casi nada de patente donde tiene la mina; puede haber alguien que tenga bosques en determinada comuna y no pague casi nada de patente en esa comuna, o que tenga viñas y tampoco pague casi nada, por cómo está hecha la ley, no porque estén abusando o no estén pagando; simplemente, pueden pagar en distintas partes del país, pues la ley no genera ninguna vinculación entre la patente y el territorio.
Por lo tanto, si solo lográramos eso, yo me daría por pagado con la tramitación de esta iniciativa de ley.
Y por eso les pido a los Senadores que faltan que voten a favor, y si hay alguno que eventualmente tiene la intención de cambiar de opción, que lo haga, para que durante la discusión particular nos demos la oportunidad de sacar adelante al menos los dos objetivos que acabo de plantear.
Muchas gracias, Presidente.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- ¿Cómo vota, Su Señoría?
A favor.
Gracias, Senador Galilea.
Tiene la palabra el Senador Castro, don Juan.


El señor CASTRO.- Gracias, Presidente.
La verdad es que, cuando se acercan las campañas presidenciales, todos los candidatos ofrecen profundizar la regionalización y descentralizar el país, y ha sido este ofrecimiento el que muchas veces los ha llevado a ser elegidos Presidentes. Y cuando ya han asumido el cargo, parece que les duele mucho entregar parte del poder, porque hacerlo requiere sacrificios.
En la reunión que tuvimos nosotros, como bancada regionalista, se nos ofreció empezar a trabajar varias leyes que iban a ir en beneficio de los futuros gobernadores regionales, para que tuvieran facultades, atribuciones y obviamente contaran con más recursos. Pero eso no ha sido así.
Y aparece este proyecto de ley, que si bien es cierto estamos votando su idea de legislar, resulta insuficiente, pues sabemos que necesita mejoras, porque de verdad queremos contar con gobiernos regionales fuertes, con gobernadores que tengan la clara convicción de que el conocimiento de la región los va a llevar a tomar buenas medidas. ¡Y sabemos que será así! Desde las regiones tenemos la convicción de que las medidas van a ser efectivas para el desarrollo que tanto necesitan.
Por eso, creo que hoy día debemos dar un voto de confianza al aprobar este proyecto, exclusivamente para que el Gobierno entienda que los Senadores de regiones necesitamos y queremos más atribuciones. Y los gobernadores regionales deben tener esta facultad; no pueden ser meros buzones del centralismo que existe en el país. No lo vamos a aceptar, Presidente.
Por esa razón, no nos podemos negar a esta idea de legislar; debemos ser capaces de mejorar la propuesta que presentó el Ejecutivo. Quisiera pedirle al Presidente, al Ministro del Interior -lo veo presente también en la sesión-, que hagan un esfuerzo, porque como Senadores no vamos a aceptar que nos vengan a imponer desde Santiago decisiones tan importantes como las que necesitamos tomar en regiones.
Por lo tanto, voto a favor, para poder contar con una futura ley que beneficie a los gobiernos regionales.
He dicho.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Castro, muy gentil.
Tiene la palabra la Senadora Carmen Gloria Aravena, para fundamentar su voto.


La señora ARAVENA.- Gracias, Presidente.
Es probable que sea la última persona en intervenir.
He escuchado atentamente a todos mis colegas. Hoy estoy hablando desde La Araucanía, una región que presenta muchas dificultades y que ha soñado por muchos años, quizá treinta años, con la descentralización.
Dios repartió los talentos en todo Chile, y en regiones tenemos muchos talentos y mucho que aportar. Cuando Chile se haya descentralizado, será un país desarrollado. De eso no me cabe ni una duda.
Yo no quiero hacer un análisis histórico, aunque lo agradezco, porque, más allá de quiénes votaron a favor o en contra de la ley de gobernadores, la realidad es que fue el Senado el que aprobó esa ley, y nosotros somos parte de esta Corporación. Creo que, más que echarnos la culpa unos a otros, debemos ser capaces, con mayor responsabilidad este año, en que ya vamos a tener gobernadores, de unirnos en torno a un objetivo común que es mejorar lo que se hizo mal.
Resulta evidente que elegir gobernadores era una utopía de la descentralización si no se les otorgaban competencias. Y hemos tenido que arreglar, como se dice en el campo, "la carga en el camino". Porque así ha sido, y vamos a tener que seguir haciéndolo.
Yo confío en que el Gobierno, después de haber escuchado todas las intervenciones, está convencido de que este no es un tema de derechas, de izquierdas ni de partidos políticos: es un tema país. Y no es solamente porque nosotros seamos de regiones; es porque cualquiera que haya estudiado algo sobre la situación de Chile sabe que Santiago se encuentra hoy día en una posición que ya no es sostenible, y que las regiones son la solución para que el país realmente salga adelante.
Lamento que las cosas no se hicieran bien en su momento, pero hoy, más que llorar sobre lo que ya no es posible mejorar, tenemos la oportunidad, a través de este proyecto de ley, de ponernos de acuerdo en ciertos puntos.
Yo confío en la generosidad, en la apertura, pero, sobre todo, en la sabiduría de los Ministerios que van a estar a cargo de esta discusión, porque creo que existe consenso en torno a que esta iniciativa no puede salir igual como está ahora. Este no es un proyecto de rentas, está claro: no está en su título; es simplemente una mejora para, de una manera u otra, lograr cierto grado de administración financiera para los gobernadores regionales que van a ser elegidos este año.
Hay muchísimo por hacer todavía. Existen varias ideas, que no voy a repetir y con las cuales concuerdo plenamente, pero, por sobre todo, apelo a la generosidad y la sabiduría del Gobierno respecto a lo que ha escuchado hoy día en el sentido de que nos estamos uniendo todas las bancadas de Senadores en torno a la búsqueda de una real descentralización.
Sé que estamos ad portas de un proceso constituyente, pero la figura de este gobernador regional requiere que nosotros lo empoderemos y le entreguemos la mayor cantidad de herramientas, pues, para que la Nueva Constitución sea una realidad, va a pasar por lo menos un año y medio, dos años. Mientras tanto, esta persona no puede estar tocando la puerta -como lo hemos hecho todos quienes hemos trabajado en el Estado, desde las regiones, alguna vez-, y esperado horas para que un funcionario de la Subdere lo reciba, lo escuche, y quizás algún día le responda.
Así que yo voy a aprobar este proyecto, confiada en que habrá apertura para hacerle cambios profundos.
Muchas gracias, Presidente.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- A usted, Senadora Aravena.
Señor Secretario, solicite su voto a quienes no lo han emitido todavía.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, señor Presidente.
La Senadora señora Aravena vota a favor.
Senador señor Soria, ¿cómo vota?


El señor SORIA.- Este proyecto de ley no respeta la autonomía e independencia de las regiones.
Voto en contra porque, una vez más, se busca que Santiago siga definiendo el destino de las inversiones en las regiones.
Voto en contra, porque no me olvido de la promesa que le hice a mi pueblo en Iquique: que llegaría al Senado a defender los intereses de la región y no los intereses del centralismo ni órdenes de partido.
Ahoga el desarrollo de las regiones y del país.
Creo que es un gran momento. Unámonos todos, ¡y cambiemos, pues! Cambiemos la ley, ¡y se acaba la cosa! Lo hacemos aquí, en el Senado, en veinticuatro horas. Acá no hay que lamentar que nos vayamos abajo, que hay que votar a favor porque, si no, el país no va a andar. El país lo hacemos andar en veinticuatro horas, o en cuarenta y ocho, si es necesario.
Pero discutámoslo y resolvámoslo ahora, y no sigamos contando el cuento de que "después". Yo he esperado toda mi vida. Ya estoy en los 84 años, ¡y todavía vivo acorralado en mi región...! ¡Siempre se iba a hacer todo! ¡Nunca se ha hecho!
He dicho.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Soria.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El Senador señor Soria vota en contra.
Senadora señora Sabat, ¿cómo vota?
¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador aún no ha emitido su voto?
Senador señor Montes, ¿cómo vota?
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- ¿Senador Montes?


El señor MONTES.- Sí, mire, yo quedo con un sabor como de que algunos Senadores empiezan a echarle la culpa de que fueron aquí, fueron allá. Creo que lo serio, y se lo diría a la Senadora Ebensperger, es que cada uno asuma su responsabilidad.
Está claro que la reflexión y la discusión sobre cómo se gobierna el territorio nacional estuvo débil acá. Y el Parlamento tiene responsabilidad; también el Gobierno. No ha habido un debate de fondo, en un país en que el centralismo fue la forma en que se hizo. Chile se hizo de arriba para abajo y no de abajo para arriba, y ello tiene que ver con muchas cosas de la historia.
El modelo actual lo hizo la dictadura para controlar el territorio. Por favor, lean el informe del General Canessa. Ahí lo dice claramente: cómo se organizó todo esto; por qué la Subdere, por qué el tipo de municipio, por qué el tipo de instancia regional. Y para superar aquello acordamos un modelo a mi juicio muy insuficiente. Aquí resulta fundamental hablar de los municipios, de los seremis, que fueron creados con un objetivo de control, no para el desarrollo.
O sea, falta un debate bastante más complejo, bastante más amplio. Y reflexiones como las de la Senadora Ebensperger no aportan mucho a tratar de profundizar.
Sé que aquí la cuestión es si seguimos o no el debate. No tengo idea cómo está la correlación de fuerzas en los votos, pero yo voy a votar a favor, a pesar de que encuentro que el Gobierno no llegó a la Comisión de Hacienda con lo que se había comprometido, que era por lo menos dar luces de que estaba abierto a reflexionar en tres, cuatro, cinco temas.
Lamento que hayan tomado muy poco en serio al Senado y a la Comisión de Hacienda, porque no queríamos que se produjera esto, porque todos queremos avanzar. Creo que el texto, tal como está, es una mala ley, por cuanto no ayuda a avanzar en un modelo de descentralización más consistente y más sólido.
Voy a votar a favor solamente para ayudar a que siga el debate.
Espero que no nos traten de pasar "mulas" después, en el debate en particular, porque ahí tenemos un margen de iniciativa limitado.
Voto que sí, Presidente.
El señor PIZARRO (Vicepresidente).- Muchas gracias, Senador Montes.
Vota a favor.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador aún no ha emitido su voto?
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Terminada la votación.
Senador Navarro, consignaremos su intención de voto al final. No se preocupe.
--Se aprueba en general el proyecto (26 votos a favor, 4 en contra y 5 abstenciones).
Votaron por la afirmativa las señoras Aravena, Ebensperger, Goic, Provoste, Rincón y Von Baer y los señores Alvarado, Castro, Chahuán, Coloma, Durana, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Huenchumilla, Kast, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Pizarro, Prohens, Pugh, Quinteros y Sandoval.
Votaron por la negativa la señora Allende y los señores Guillier, Insulza y Soria.
Se abstuvieron la señora Órdenes y los señores Araya, Bianchi, De Urresti y Quintana.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Se consigna la intención de voto en contra del Senador señor Navarro.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- Por haber alcanzado el quorum de ley orgánica constitucional, se aprueba el proyecto, que vuelve a la Comisión para su discusión en particular.
¿Les parece que el plazo para presentar indicaciones sea hasta el jueves 15 de abril?
La señora EBENSPERGER.- El Senador Lagos pide una semana más.
La señora PROVOSTE (Presidenta).- ¿Viernes 23, Senador Lagos?
Bien, al igual que en el proyecto anterior, el plazo máximo para presentar indicaciones será hasta el viernes 23 de abril.