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FORTALECIMIENTO DE JUNTAS DE VECINOS Y DEMÁS ORGANIZACIONES COMUNITARIAS


El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Proyecto de ley, iniciado en moción de los Senadores señor Montes, señoras Aravena, Ebensperger y Rincón, y señor Lagos, en primer trámite constitucional, que modifica la ley N° 19.418, con el objeto de fortalecer el rol de las juntas de vecinos y demás organizaciones comunitarias en la representación de la comunidad y apoyar la acción de sus dirigentes, con informe de la Comisión de Vivienda y Urbanismo.
--Los antecedentes sobre el proyecto (12.047-14) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de los Senadores señor Montes, señoras Aravena, Ebensperger y Rincón y señor Lagos):
En primer trámite: sesión 47ª, en 4 de septiembre de 2018 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Vivienda y Urbanismo: sesión 53ª, en 8 de octubre de 2019.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- El principal objetivo del proyecto es mejorar la actual regulación orgánica de las juntas de vecinos y demás organizaciones comunitarias, sus funciones y atribuciones, las formas y modalidades de participación en los territorios vecinales, locales y comunales, y los mecanismos de vinculación y responsabilidad recíproca respecto de las autoridades municipales.
La Comisión de Vivienda y Urbanismo discutió este proyecto solamente en general y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señora Aravena y señores Montes, Navarro y Sandoval.
Cabe tener presente que los números 3 (artículo 9o bis); 5 (artículo 14 bis, letras b) y h)); 6 (artículo 14 ter); 7 (artículo 14 quáter); 14 (artículo 24, incisos tercero y cuarto); 16 (artículo 28 ter); 17 (artículo 37, incisos segundo a noveno); 18 (artículo 38, inciso primero); 19 (artículo 38, inciso segundo); 20 (artículo 42, número 6); 21 (artículo 42, números 6 y 8); 22 (artículo 43, número 1, letra d), artículo 43, número 4, letra c) y número 4, letras c) y e)), y 26 (artículo 52 bis), todos del artículo primero, tienen el carácter de normas orgánicas constitucionales, por lo que requieren para su aprobación 23 votos favorables.
El texto que se propone aprobar en general se transcribe en las páginas 58 a 72 del primer informe de la Comisión y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.
Es todo, señor Presidente.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- En discusión general.
Tiene la palabra el Senador señor Sandoval.


El señor SANDOVAL.- Señor Presidente, como Presidente de la Comisión de Vivienda, donde se inició la tramitación de este proyecto, puedo informar que este se encuentra en su primer trámite constitucional; se inició por moción de los Honorables Senadores señor Montes, señoras Aravena, Ebensperger, Rincón y señor Lagos, y consta de dos artículos permanentes -el primero, compuesto por veintiséis numerales- y un artículo transitorio.
La Comisión llevó a cabo un detenido análisis de esta iniciativa legal. Se convocó al Ministerio Secretaría General de Gobierno; a las dos asociaciones de municipalidades (la Asociación Chilena de Municipalidades y la Asociación de Municipalidades de Chile); a la Asociación de Secretarios Municipales, que tiene mucho que ver en esta tramitación respecto de las organizaciones territoriales; a la Federación Chilena de Consejeros de la Sociedad Civil; a la Asociación de Consejeros de la Administración Central del Estado, y a más de quince organizaciones comunitarias tanto de Santiago como de regiones.
Como se ha consignado, el objetivo de este proyecto es mejorar la actual regulación orgánica de las juntas de vecinos y demás organizaciones comunitarias, sus funciones y atribuciones. Todos sabemos las enormes dificultades que han enfrentado estas organizaciones en su legitimidad. Se ha manifestado que entre las muchas causas de su debilitamiento, una de ellas es la eternización de algunos dirigentes, lo que va generando en los vecinos desinterés por participar.
Además, se debe destacar el surgimiento de un gran número de organizaciones, originadas por diversos objetivos, que muchas veces nacen por motivos acotados, específicos. Surge la organización, se logra el objetivo y luego desaparece. Asimismo, se ha creado una red con numerosos caminos alternativos para la expresión de la participación comunitaria en diferentes órganos e instancias con diversos mecanismos. Chile es testigo de lo que ha sucedido en el último tiempo en este sentido.
Por eso, el proyecto contempla la intención de procurar avanzar en esa tarea.
El Ministerio Secretaría General de Gobierno señaló compartir el espíritu de la moción. Y los representantes de esta Cartera anunciaron que, iniciada la discusión particular, formularán propuestas específicas en relación con las normas en cuestión.
Por otro lado, señor Presidente, se consultó a la Corte Suprema, la que, al emitir su parecer en cuanto a la iniciativa, también hizo presente una serie de observaciones al articulado que habrá que tener en cuenta en la discusión particular.
En consecuencia, con ocasión del segundo informe -ahora estamos en el primer trámite, de la votación en general- resultará pertinente introducir las modificaciones necesarias para que los objetivos perseguidos por el proyecto en examen se logren adecuadamente y de manera armónica con la Constitución.
Luego de un análisis muy general, se estima que la iniciativa presenta algunos aspectos de inadmisibilidad en nueve artículos, que habrá que analizar y revisar en detalle.
Por último, en conversaciones de la Comisión de Vivienda con la Comisión de Gobierno, donde usualmente se hace una revisión de este tipo de propuestas, se procuró avanzar en una tramitación conjunta de los dos referidos organismos.
Es cuanto puedo informar, señor Presidente.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora Aravena.
La señora ARAVENA- Señor Presidente, podría consultar si hay alguien que está en desacuerdo.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Se ha solicitado abrir la votación.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
El señor MONTES.- ¡Incluyendo las normas de quorum especial!
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Por supuesto.
Es una sola votación y se mantienen los tiempos.
Además, en este momento está convocada una reunión de Comités sin suspender la sesión.
En votación.
--(Durante la votación).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra, a continuación, el Senador Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, este proyecto contiene innovaciones muy importantes y largamente esperadas por las organizaciones comunitarias: mayor incidencia en la discusión de proyectos que afectan su territorio; habilitación para actuar judicialmente en representación de los intereses de la comunidad; nuevas normas para evitar los conflictos de interés entre dirigentes y autoridades municipales; juntas territoriales que fortalezcan la capacidad de acción de juntas de vecinos hoy dispersas dentro de una misma unidad vecinal; acceso más fluido y justo a la infraestructura comunitaria disponible en los territorios, y posibilidad de financiamiento de los gastos de funcionamiento de las organizaciones dentro de los fondos que reciben para la ejecución de proyectos.
Todas estas son demandas que vienen planteando los dirigentes vecinales desde hace muchos años y que este proyecto recoge acertadamente. El diagnóstico es muy conocido: debilidad de las organizaciones, dificultades para su financiamiento, pocas atribuciones, desconfianza y baja participación.
A pesar de esto, las juntas de vecinos siguen presentes y activas en la vida comunitaria, tanto en el mundo urbano como rural, constituyendo una contraparte fundamental para la acción de los municipios.
Es cierto que, en forma paralela a ellas, existen muchas otras organizaciones que han ido surgiendo alrededor de demandas específicas o agrupando segmentos particulares. En los últimos años han crecido los clubes de adulto mayor, los comités de seguridad vecinal y las organizaciones de usuarios de la salud, ambientalistas y culturales. También han nacido colectivos de todo tipo para impulsar o rechazar determinados proyectos. En el mundo rural, y producto de la megasequía que afecta al país, ha aumentado el número de comités de agua potable rural.
Pero las juntas de vecinos son las únicas organizaciones sociales que logran agrupar el conjunto de las preocupaciones, intereses y demandas de la comunidad, permitiendo canalizarlas con una perspectiva más general.
Esto es particularmente relevante en el marco de la realidad política actual, marcada por la debilidad de las instituciones en general y hasta del propio sistema democrático, que ha desembocado en un estallido social.
La movilización de la gente, especialmente de los jóvenes; los centenares de cabildos realizados; la gran convocatoria que tuvo la reciente consulta organizada por la Asociación Chilena de Municipalidades; la masiva participación que se espera para el plebiscito del 26 de abril, son todos signos, señales evidentes de que se ha abierto un nuevo ciclo.
Por lo tanto, este proyecto es completamente pertinente. Incluso, es posible que se quede corto, puesto que el actual marco constitucional constituye una limitación para avanzar más allá en varios de sus objetivos.
Por estas razones, votaré a favor de la idea de legislar.
Señor Presidente, se autorizó abrir la votación, pero con el tiempo adecuado.
Me voy a permitir tomarme un par de minutos en esta, la última sesión del año 2019, para compartir una breve reflexión.
Este ha sido, sin lugar a dudas, un año inusual y complejo, marcado por la molestia de la ciudadanía frente a la profunda desigualdad generada por el modelo económico vigente, por la desconfianza hacia las instituciones y por el desprestigio de la actividad política y de nosotros, los políticos.
Este año que termina hemos atestiguado, con dolor e impotencia, cómo el respeto por los derechos humanos es todavía, para un sector de nuestra sociedad, una cuestión relativa, su violación justificable y su responsabilidad omisible.
Confío, sin embargo, en que el año que está por comenzar traerá consigo la oportunidad de impulsar los cambios que el país reclama.
Desde la bancada socialista, estamos totalmente disponibles para avanzar durante el 2020 en reformas profundas que den respuesta efectiva a las demandas que, con tanta fuerza, claridad y valentía, la ciudadanía ha expresado en estos meses.
Reformas profundas en pensiones, que resuelvan las carencias de los adultos mayores de hoy y que aseguren el bienestar a los jubilados del futuro, sobre la base de un sistema solidario y equitativo y, sobre todo, alejado de las manos de quienes solo buscan lucrar con los recursos de todos.
Reformas en salud, que garanticen una atención de calidad a partir de un seguro universal que no deje a nadie en el desamparo, en el que las isapres sean solo un seguro complementario y las farmacias, especialmente las grandes cadenas, cobren un precio justo por aquellos medicamentos que el Estado no pueda garantizar.
Reformas en educación, que definitivamente devuelvan a la educación pública las cualidades de calidad, inclusión y excelencia que perdió a manos de los privados que, al igual que en la salud y la previsión, convirtieron la enseñanza en un negocio, y que garanticen a los estudiantes universitarios que nadie quedará sin estudiar por falta de recursos o endeudado por décadas con instituciones financieras.
Reformas al empleo, que aseguren estabilidad, salarios dignos y un trato laboral adecuado, con tiempo libre para la familia y el descanso, con movilidad laboral y opciones de perfeccionamiento y capacitación.
El año 2019 pasará a la historia como un punto de inflexión en el que ha quedado instalada la idea de que Chile debe ser distinto. Estoy seguro de que desde este Senado sabremos estar a la altura de lo que la ciudadanía nos exige. Pocas veces en la vida tenemos la oportunidad de mirar de frente a la historia y menos todavía la opción de incidir en el curso de esta.
Hoy nosotros estamos enfrentados a ese momento. El 2020 debe ser el año de los cambios profundos, reales y positivos. Y es también la oportunidad de que demostremos que la actividad política es un aporte y no un obstáculo para el desarrollo del país.
Quiero saludarlos y desearles lo mejor en este año que ya comienza: que sea un espacio de crecimiento para el país y un tiempo que nos permita restituir la confianza y la dignidad de la política como una buena herramienta para cuidar la democracia y garantizar el bienestar de Chile y de cada uno de sus habitantes.
He dicho.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora Luz Ebensperger.


La señora EBENSPERGER.- Señor Presidente, yo creo que es terriblemente indispensable modificar la ley N° 19.418, para fortalecer el rol que deben cumplir las juntas de vecinos en cada comuna a lo largo del país. Por algo participé concurriendo con mi firma a la presentación de este proyecto, conforme a la invitación que me hiciera el Senador Montes.
Dicho eso, también quiero señalar que, no obstante que hay mucho articulado que no comparto, creo que es importante avanzar en esta materia y mejorar el proyecto en su discusión en particular.
Puntualmente, creo que nos debemos preocupar, en esa discusión particular, de no crear un gobierno paralelo para los municipios: hay que fortalecer el rol de las organizaciones comunitarias, lo reitero, pero en las materias que les son propias, y que son distintas de las que tienen los alcaldes, aunque muchas de ellas estén relacionadas. Lejos de mis intenciones está debilitar a los gobiernos comunales: creo que los municipios hacen una gran labor en cada una de las comunas, particularmente en las zonas rurales donde generalmente son las únicas autoridades que están en esos sectores, y son la única opción de la gente para buscar solución a sus problemas.
También me parece relevante, por lo que dijo el Senador Sandoval en el informe de este proyecto, que esta iniciativa sea vista por la Comisión que le corresponde, que es la de Gobierno (recuerdo que esta iniciativa viene a la Sala desde la Comisión de Vivienda y Urbanismo).
Y como mencioné unas sesiones atrás -me dijeron que no era así, pero sí lo era-, el Senador Montes presentó este proyecto cuando era el Presidente de la Corporación, y quedamos en que se mandaba primero a Vivienda y Urbanismo por el exceso de trabajo que tenía Gobierno, pero que pasaría por ella -naturalmente tiene que pasar por esta Comisión- en el entendido, y en el compromiso que ha señalado el propio Presidente de la Comisión de Vivienda y Urbanismo, de que en su discusión en particular estará en la Comisión de Gobierno, lo cual es importante.
Yo, esperando que este proyecto sea mejorado en su discusión en particular, por lo menos en la redacción de aquellos artículos que a mí particularmente me preocupan y de algunos que podrían resultar inadmisibles, voy a aprobar la idea de legislar.
Gracias.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene, a continuación, la palabra el Senador Carlos Montes.


El señor MONTES.- Señor Presidente, en primer lugar, quiero valorar el informe del Senador Sandoval, que pienso que sintetiza bastante bien lo que está en discusión.
Quiero, también, sumarme a su propuesta de que este proyecto vaya a Comisiones unidas de Vivienda y Gobierno para darle fluidez, a fin de que, más que una secuencia de una primero y otra después, estas dos Comisiones sean el centro del debate.
Quisiera hacer una reflexión más global sobre el tema. Yo creo que la junta de vecinos es una creación chilena que tiene un inmenso potencial, al cual, desgraciadamente, no le hemos podido dar las condiciones necesarias para desplegarlo. Y esto es parte de lo que estamos discutiendo ahora: cómo revaloramos el rol que pueden cumplir y cómo abrimos una nueva etapa en la junta de vecinos.
Sacamos un libro desde la Presidencia del Senado, hicimos un par de encuentros con el Salón de Honor lleno, porque era un tema que preocupaba a dirigentes de todos los sectores políticos. Hay algo latente, aquí hay un potencial que tenemos que recoger.
Quizás, si reflexionáramos más a fondo en lo ocurrido en el país en el último tiempo, habría que ver si a nivel social, de base, falta una organización que cumpla un conjunto de roles respecto a los cuales me voy a referir.
¿Cuál es la historia de la junta de vecinos?
Las juntas de vecinos en Chile parten en el siglo XIX, sin lugar a dudas, y han tenido distintas etapas en la vida. Por ahí por los años sesenta llegó a este país un cura a quien se le ocurrió estudiarlas y que dijo, aquí en Valparaíso, en los cerros...
El señor LAGOS.- Era un sacerdote belga.
El señor MONTES.- Un cura belga, sí, y que dijo: "Qué raro es este país: hay una tremenda densidad comunitaria que no tiene ninguna expresión en el Estado, que no tiene capacidad de incidir". Y de ahí surgió esta idea de la promoción popular, de que estas organizaciones deben tener condiciones para proyectar en el Estado y, a su vez, para lograr articular mejor a la población.
Y de ahí surge el primer proyecto, que fue de Radomiro Tomic, a partir de los cerros de Valparaíso, que era una excepción y un ejemplo en esta materia.
En adelante tuvimos distintas etapas, costó harto, en 1968 salió la primera ley que le dio un poder fuerte a la junta de vecinos: el presupuesto municipal se discutía primero en la junta de vecinos a partir de la propuesta del alcalde y, después, en el concejo municipal, en fin, había distintos roles. Tenía un papel, estaba muy articulada con el municipio, colaboraba con la gestión del municipio.
Desgraciadamente vino, después de este período de 1968 a 1973, el golpe, y lo que se había hecho en los Gobiernos de Frei Montalva y de Salvador Allende, que había fortalecido el rol de la junta de vecinos, se revirtió. En vez de ser una expresión desde abajo hacia arriba, con las demandas, preocupaciones, para incidir en el Estado, articularse de otra manera en los temas de la época, que eran la escuela, el pavimento, la vereda y el consultorio, empezaron a abrirse a otras cosas.
La dictadura nombró durante diecisiete años a los dirigentes de la junta de vecinos. Y no solo los nombró, sino que se estableció un sistema para operar con el nivel territorial de premio y castigo: al que se portaba bien le daba proyectos, al que no se portaba bien no le daba proyectos, mucho de lo cual se mantiene hasta el día de hoy con este esquema de los fondos concursables y de las asignaciones de proyectos.
Estos diecisiete años tienen muy marcadas a las actuales juntas de vecinos porque hay desconfianza de los vecinos, particularmente de los jóvenes. Y, a su vez, los dirigentes tratan de hacerlo distinto pero van chocando con la barrera de estos años.
Llega la democracia y se trata de revertir la situación: en el Gobierno de Aylwin se presentan dos proyectos y los dos terminan en el Tribunal Constitucional, y Maximiano Errázuriz, que había compartido la visión española franquista original que llevó a modificar estas organizaciones, impide que tengan avance y quedan muy restringidas. Para que no hubiera cincuenta juntas de vecinos en una unidad vecinal pusimos un requisito bien absurdo que es un quorum bastante alto, y así quedó.
La verdad es que durante estos años las juntas de vecinos han colaborado con los municipios, han colaborado con el Gobierno, pero no han logrado una dinámica en otro conjunto de aspectos que podrían ser muy importantes.
¿Cuál es el potencial?
Pensemos solamente que en Chile hay cinco mil dirigentes de juntas de vecinos, y que cada uno de ellos se juega diariamente de distintas maneras por su comunidad. Pensemos que la democracia, es decir, el discutir, conversar, proyectarse, tratar de influir en los procesos más generales tiene ahí un espacio privilegiado, de gran calidad, pero se ha empobrecido fundamentalmente porque se han politizado en el mal sentido y han quedado adscritas por sector político, principalmente del alcalde, muchas juntas de vecinos.
Es un espacio de educación cívica, es un espacio donde la diversidad tiene que convivir, aprender a convivir, a desarrollarse. En ese sentido es profundamente democrático.
Hemos discutido distintos cambios posibles en todos estos encuentros, oyendo a los dirigentes, y yo me atrevo a decir que son tres los principales problemas, los principales bloqueos que presenta.
Primero, el tipo de relación que se establece entre la junta de vecinos y el municipio. Aquí se requiere construir un sistema descentralizado; o sea, subdividir el territorio comunal en unidades vecinales, en unidades territoriales, en cada una de las cuales haya una junta de vecinos. Y que el municipio trate de hacer que esta instancia, como dice incluso la Constitución actual, por una indicación en alguna reforma, sea un espacio de desarrollo y de participación a nivel territorial.
Hay que replantear la relación con los municipios. Y analizar cómo hacerlo. La información a lo menos la tiene la unidad vecinal, se cuenta con ella en la junta de vecinos: se sabe qué pasa en el territorio respectivo. Hoy día hay muchos programas que ni siquiera se conocen, porque una norma posibilita que no se conozcan en el territorio, particularmente los programas de desarrollo social.
En la discusión sobre las diversas ferias y sobre bastantes aspectos se requiere que el municipio sea un actor que contribuya, que aporte.
La segunda cuestión clave es que para tener algún poder, alguna incidencia, se requiere que por cada una de estas unidades territoriales, que se llaman "unidades vecinales" en la ley vigente, haya capacidad de coordinación, de articulación entre las organizaciones territoriales, juntas de vecinos, y las organizaciones funcionales, que son de distinta naturaleza.
Cuando se crean demasiadas juntas de vecinos por unidad vecinal, ninguna tiene mucho peso. Lo que se plantea en el proyecto es que al menos haya una junta territorial que las coordine a todas, y en cabildo, con el resto de las organizaciones y en la relación con el municipio. O sea, generar una estructura que permita que el desarrollo, que la perspectiva de avance sea compartida por la diversidad del territorio.
Y el tercer problema central es cómo se fortalece la democracia al interior de las organizaciones; cómo se fortalece a los dirigentes; cómo se genera el espíritu de equipo: muchos dirigentes hoy día hablan de "mi directiva", "mi junta de vecinos", "mi proyecto"; perdieron el carácter del "nosotros", una visión más colectiva, más del conjunto. Y eso hace que se produzcan broncas de distinta naturaleza. El sistema perdió bastantes de las potencialidades que contenía.
Y lo más grave es lo que sucede con los jóvenes.
No existe otro sector que se sienta más lejano a la junta de vecinos que los jóvenes, que sienten que no tienen nada que ver con ellos. Y es algo que debemos tratar de revertir. Durante la dictadura se crearon los famosos clubes de rock para lograr tal objetivo, y fracasaron en todos lados, porque el joven tiene una manera particular de insertarse en los procesos y hay que trabajar con esa orientación.
Yo quiero señalar aquí que resulta clave discutir el asunto con toda la calma que plantea la Senadora Ebensperger, además de ser precisos en el establecimiento de las normas, a los efectos de salir del proceso recuperando, fortaleciendo, revitalizando a las juntas de vecinos como parte de la construcción democrática en los territorios, en el gobierno de la comuna, para que el ámbito correspondiente presente otras características.
Quiero manifestar una cosa adicional: nunca en la historia de Chile, a nivel territorial, los municipios han contado con tantos proyectos como en estos últimos años. ¡Nunca! Y aquello les otorga capacidad para negociar con una organización territorial muy grande. Ese ritmo de crecimiento de proyectos obviamente que no va a seguir igual, porque respondía a un período cuando nuestro per cápita era de 5 mil dólares, pero pasamos a un per cápita de 25 mil dólares; o sea, se experimentó un cambio muy drástico, muy fuerte.
Aquí se requiere más participación, más conversación, más capacidad de aprender unos con otros; más capacidad de asumir las necesidades de los niños, de los adultos mayores, que se suman comunitariamente y por la política pública. Se requiere otra visión, se requiere abrir otra etapa de las juntas de vecinos. Y ojalá que logremos producir una ley que avance, que aporte en esta perspectiva.
Yo creo que ha sido muy bueno que hayamos trabajado con mucha unidad al respecto, buscando objetivos comunes y tratando de mejorar los mecanismos para concretarlos.
Y repito, señor Presidente, que considero que sería muy importante que se acordara que el proyecto se viera en Comisiones unidas de Gobierno y de Vivienda en un segundo momento.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- ¿Habría acuerdo para que la iniciativa se analizara en Comisiones unidas?
El asunto también lo había planteado el Senador Sandoval.
¿Habría acuerdo en lo solicitado?
El señor BIANCHI.- Sí
--Así se acuerda.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Pido el asentimiento de la Sala para que me reemplace en la testera el Senador Pizarro.
--Así se acuerda.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Guillier.
--Pasa a dirigir la sesión, en calidad de Presidente accidental, el Senador señor Pizarro.


El señor GUILLIER.- Señor Presidente, quiero destacar que este proyecto de ley es de real importancia, porque ayuda a fortalecer la democracia desde los territorios.
Se enmarca y conversa muy bien con el proceso de descentralización del país, sobre todo en la descentralización de la toma de decisiones, pero además en materia de organización de la sociedad en el territorio, generando un efectivo fortalecimiento de la sociedad civil.
Asimismo, establece mecanismos reales de participación ciudadana desde la base o desde las instituciones más cercanas a las personas, como las juntas de vecinos y otras organizaciones comunitarias: clubes de adulto mayor, clubes deportivos, centros de madres, agrupaciones de jóvenes, etcétera, que existen en muchas comunas de nuestro país, pero que carecen de la fuerza de la ley, del respaldo de los recursos, y también de la dignidad y el reconocimiento.
Se trata de un proyecto que tiene algunas complejidades, porque incide no solo en la ley N° 19.418, de Juntas de Vecinos, sino también en la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, la N° 18.695, y en la Ley sobre Asociaciones o Consejo de la Sociedad Civil, los cosoc (N° 20.500). Aparentemente podría haber algunos puntos en que se tocaran las normativas, y es necesario despejarlo.
En segundo lugar, desde el punto de vista técnico el proyecto se ve muy interesante, porque aborda problemas que ya todos conocemos:
La excesiva fragmentación y atomización de las organizaciones territoriales, como juntas de vecinos, en una misma unidad vecinal.
Se busca generar una mayor incidencia para la acción, al abrir mejores oportunidades para que las juntas de vecinos jueguen un rol importante en materias que siempre nos plantean los vecinos cuando vamos a conversar con ellos: vivienda, urbanismo y medio ambiente; participación vecinal; seguridad pública; beneficios económicos y de servicios en el territorio; educación, cultura y recreación; protección de derechos; fortalecimiento y capacitación organizacional, o sea, la formación de dirigentes.
En tercer lugar -y dentro de eso mismo-, se plantean modalidades que permiten mejores dinámicas de relaciones de las juntas de vecinos con otros entes comunitarios de la sociedad civil, que debemos valorizar y donde muchas chilenas y chilenos participan a nivel del territorio.
Por otro lado, se toca históricamente con los cabildos. Recordemos que los cabildos fueron muy importantes en el período colonial, pero además están en la fundación de la república, como un espacio en donde los vecinos toman decisiones que afectan el destino de todos. En este caso, los cabildos autoconvocados en numerosas partes están dando la señal de que ese germen que se halla en la historia institucional de nuestro país, tanto del período colonial como republicano, y que se fue apagando posteriormente por el centralismo, pueda recuperar hoy todo su esplendor.
También aborda inteligentemente las infracciones y sanciones por faltas a la probidad. El tema radica en la excesiva dependencia de los dirigentes territoriales con respecto al gobierno municipal, donde se transforman a veces en clientela asegurada, que recibe beneficios según la aproximación con el gobierno de turno de su comuna y, por lo tanto, generan una pérdida de autonomía de tales organizaciones, cuya dignidad, independencia, financiamiento y formación tiene que acompañar el proceso correspondiente.
Además, les otorga titularidad para ejercer acciones de interés público ante los tribunales de justicia, cuando los vecinos se vean afectados colectivamente por un tema no resuelto de manera adecuada. Aquello podría, incluso, llevarlos a desafiar al municipio local.
Establece también reglas de democracia interna sobre participación y control financiero (rendición de cuentas).
Y además, consagra mecanismos de asignación reservada de gastos de administración, que se incorporan a las subvenciones o recursos que los municipios transfieren a través del Fondo de Desarrollo Vecinal para el desempeño de sus dirigentes.
Señor Presidente, para no alargar mi intervención, señalo que el proyecto reúne todos los méritos para aprobarlo; sin embargo, requiere despejar algunas cuestiones que pudieran complicarse más adelante.
La posibilidad, por ejemplo, de unificar en una sola entidad la voluntad de varias organizaciones.
Segundo, hay que recordar que la propia Corte Suprema de Justicia ha sido consultada por este proyecto en particular, y advierte que aquí es necesario precisar materias como cuál es el territorio jurisdiccional; los posibles conflictos con el gobierno local y con los cosoc; eventuales trabas que pudiesen producirse en la gestión de los municipios; gastos que pudiesen involucrar al erario y que son de iniciativa del Ejecutivo.
Finalmente, la facultad de representar judicial y extrajudicialmente a los vecinos, sin contar, por ejemplo, con un mandato expreso, pudiese ser un eventual foco de conflicto.
Especificados aquellos elementos, considero que se trata de un proyecto que se halla muy a tono con el nuevo Chile que todos queremos y que es una constante en la demanda de los vecinos y de los ciudadanos.
La gente quiere participar en la toma de decisiones, sobre todo respecto de aquellas cuestiones que más les afectan a las personas en su vida cotidiana. Obviamente, la organización del poder debe partir desde el gobierno vecinal, territorial, para luego crearse los gobiernos locales o comunales (no las administraciones municipales, sino los gobiernos), los gobiernos regionales y el gobierno nacional.
Es decir, en la base de una estructura democrática, de la institucionalidad participativa las juntas de vecinos y las otras organizaciones sociales son determinantes para el futuro de nuestro país.
Por eso esta iniciativa se anticipa a lo que -imagino- va a abordar el debate constitucional en Chile. Por lo tanto, la vamos a aprobar con mucho entusiasmo.
Felicitamos, por cierto, a sus autores.
Voto a favor.
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- A continuación, está inscrita la Senadora señora Muñoz, pero no se halla en la Sala.
Tiene la palabra el Senador Ricardo Lagos.


El señor LAGOS.- Señor Presidente, soy uno de los parlamentarios que firmaron este proyecto, y debo decir que a instancias del Senador Carlos Montes. De modo que quiero hacerle un reconocimiento a Su Señoría, pues ha tenido una preocupación constante en materia de juntas de vecinos, de gobiernos locales.
Esta iniciativa -y hablaba el punto con el Senador Jorge Soria- debe conversar con los gobiernos locales, con los municipios de Chile. Pero, sin duda, el esfuerzo que se está haciendo con ella tiene que ver con tratar de dar una institucionalidad distinta y fortalecer un tejido social que hoy día pareciera estar a contrapelo con lo que ocurre en nuestro país, con un excesivo individualismo y con una institucionalidad distinta que han debilitado profundamente el trabajo colectivo ciudadano.
Quienes tenemos la posibilidad de representar popularmente a Valparaíso o a otras regiones urbanas muy grandes, podemos señalar que las juntas de vecinos siguen jugando un rol. Sin embargo, creo que esta institucionalidad se halla muy debilitada.
El solo hecho de que puedan existir en un mismo sector diversas expresiones de asociatividad requiere, si bien debemos valorar la riqueza de esas distintas miradas, establecer algún criterio que permita trabajar de consuno, a fin de dar cierta institucionalidad y jerarquía al interior de las juntas de vecinos, de esas diferentes confluencias o miradas colectivas.
Asimismo, creo que hay que ampliar los derechos y las áreas en que aquellas se desenvuelven. Antiguamente, eran para lo tocante a las viviendas, para el funcionamiento básico de la comunidad. Hoy día, junto con ello (aún siguen bregando por esto), se hallan preocupadas por el transporte público, la cuestión medioambiental, las mascotas, la seguridad, en fin. Y cada vez más tienen una relación creciente -y no pocas veces frustrada- con los gobiernos locales y los municipios.
Además, este proyecto persigue -y eso está por verse, una vez que lo mejoremos- conectar algo muy dramático que ocurre en Chile y que dice relación con el hecho de que, demográficamente, las personas más jóvenes presentan escasa participación en las juntas de vecinos, y se constituyen otros referentes, vinculados con la cultura, con el deporte, con ciertas temáticas que los convocan,...
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Con los comités de vivienda.
El señor LAGOS.-... o con los comités de vivienda; sin embargo, conversan poco con las juntas de vecinos.
Entonces, siento que ahí se está perdiendo una energía muy grande. Entiendo, además, que el forzar una institucionalidad nueva envuelve darles más carácter y personalidad -lo digo con el mayor respeto- a las juntas de vecinos, por cuanto tal vez podrán empujar los proyectos de los propios grupos que representan y no solo los de ciertos sectores o visiones políticas que también tienen el legítimo derecho a influir en ello.
Pienso que una institucionalidad más fuerte, que pueda llevar a cabo un esfuerzo por tratar de hacer converger miradas distintas al interior de una colectividad como las justas de vecinos, probablemente alejará la captura del clientelismo o prácticas similares que también generan distanciamiento de otros ciudadanos respecto de las juntas de vecinos.
Señor Presidente, sin mayores palabras, quiero señalar que votaré favorablemente este proyecto. Asimismo, debo decir que comparto la decisión de que sea analizado en particular por las Comisiones unidas de Vivienda y Urbanismo y de Gobierno, Descentralización y Regionalización.
Sé que estas cuestiones, al lado de todo lo que vivimos en Chile en los últimos sesenta y seis días, parecen nimias; no obstante, creo que el fortalecimiento de la base social puede colaborar también a lo que viene más adelante.
Así que con gusto voto a favor.
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador Jorge Soria.


El señor SORIA.- Señor Presidente, estimados colegas, me parece que estamos tocando un tema que cada uno en sus corazones puede ver como perfecto: que el pueblo, que nace en las juntas de vecinos, realmente pueda gobernar.
Sin embargo, creo que, en paralelo, esto va a ser letra con una linda música celestial si al verdadero gobierno, que es la comuna dirigida por el alcalde, cada día se le quitan más atribuciones.
La mejor educación de nuestro país existía hace cincuenta años en las comunas, y quienes la manejaban eran los gobiernos comunales. Yo diría que aquello se ha perdido lentamente, y hoy vemos en parte de una ley que se les quita a las municipalidades el mando en materia educacional.
En tal sentido, yo les puedo asegurar que, cuando un municipio se preocupa -y voy a contar mis cincuenta años de experiencia; pero así pasaba en un minuto-, pueden crearse cosas que en Chile no se han hecho, como la Escuela de las Artes que está en Iquique, por señalar una nomás.
O sea, el municipio es el que va a establecer tales cuestiones, no las juntas de vecinos. Estas pueden ser como la Cámara de Diputados o el Senado, que apoyan al alcalde. Pero si desde esta Alta Corporación le vamos cercenando facultades a aquel, también le estaremos quitando atribuciones en materia de salud.
En Iquique tuvimos las primeras clínicas móviles de Chile, y acercamos la salud a todos los barrios. Entonces, no es todo lo contrario: que los barrios lo hacen. ¡No! Es el gobierno, junto al presidente, el que lleva la salud y la organiza en el barrio.
Yo puedo señalar que poseemos el mejor consultorio de nuestra nación hecho en un barrio, donde contamos con diez a doce máquinas equipadas completamente -se trajeron en veinte a treinta años; de a poco, pues no había plata- para que a una persona puedan revisarla mediante los sistemas más modernos.
Hace treinta días -no está inaugurada aún- que tenemos una cámara hiperbárica para doce personas simultáneamente. Ni siquiera la Clínica Alemana posee una de esa calidad.
Sobre eso debemos hacer conciencia colectiva nacional tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.
Aquí como que los municipios nublan la posición de la política chilena, y se les quitan y quitan facultades. Ya se las han restado -reitero- en materia de educación; en salud: ¡cero!
Señor Presidente, creo que el error más grande que está cometiendo la nación es quitarles el poder a las regiones e inflar hoy día el que los gobiernos reales van a ser las comunidades que ahora nos hallamos apoyando: estamos haciendo un juego con palabras en nuestro país.
Veamos qué pasa en el resto del mundo.
Parto por Miami. Yo nací socialista, pero hice la primera comuna de Chile ¡con Miami, ciudad hermana! Se me criticó por esto, y poco menos que me echaron del partido.
Yo les digo que en Miami el dueño del puerto -yo he luchado cincuenta años para mejorar el de Iquique, y ahora les mando un folletito entero, un librito para salvar a todos los puertos chilenos- es el alcalde; el dueño del metro es el alcalde, en fin. ¡Tengo para hablarles una hora sobre estas cuestiones...!
¡Todo parte del alcalde al lado de las juntas de vecinos!
No es que establezcamos nuevas cosas, sino que las fortalecemos. Y si no robustecemos al municipio, todo esto que se plantea -lo conocen bien Sus Señorías, pues muchos vienen de los municipios- será letra muerta.
Aquí el alcalde se ve como el posible candidato a cualquier cosa. Entonces, estamos diluyendo. Perdonen que se los diga y con sinceridad: ¡aquí lo que queremos es que el alcalde no exista, para que no sea candidato a Diputado ni a Senador! No sé qué país queremos.
Yo les ruego a Sus Señorías que vean lo que es China: el alcalde es el que maneja todo; que vean lo que es Estados Unidos: el alcalde es quien maneja todas las cosas. Y en Europa ocurre lo mismo.
Lo que vi en el mundo está todo hecho en Iquique. Y no estoy hablando de que no necesitemos nada. Vivimos al tres y al cuatro, porque no nos dan la plata que requerimos y no hay presupuesto para estas cuestiones.
Ahora bien, en cuanto a lo que ahora estamos discutiendo, si no van el alcalde y las juntas de vecinos unidos, en el ámbito territorial, todo quedará en bonitos discursos que felicito, pues han sido excelentes y he aprendido harto al respecto. He mandado pedir copia de todos ellos, porque quiero llevarlos a la región.
Sin embargo, les ruego que vean este asunto como un todo.
Un Senador me señaló: "Tienes razón". Y me lo dijo altiro, porque nunca habíamos tocado el tema acá. Si no partimos por arriba, no llegamos abajo; y si no partimos de abajo, no llegamos arriba: ¡es un todo!
Hay que devolverle al municipio todas las facultades.
En cuanto a las atribuciones que se les están dando a las juntas de vecinos, me parece excelente lo que se plantea. Yo no tengo problemas sobre el particular. Trabajo con juntas de vecinos; viven en mi oficina. Reitero: ¡es un todo!
Señor Presidente, he tratado de resumir mi experiencia de cincuenta años así, improvisadamente, pues entiendo que todos ustedes son viejos, sabiondos en estos temas también. Lo que señalo es un poquito para ponerlos en la mira nomás.
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- ¡Los Senadores -por decirlo de alguna manera- somos todos un poquito antiguos; las Senadoras no...!
Tiene la palabra la Senadora Carmen Gloria Aravena.


La señora ARAVENA.- Señor Presidente, en primer lugar, quiero señalar que acompañamos al Senador Montes a firmar este proyecto hace unos meses, pues lo consideramos importante tanto por la relevancia que tienen las juntas de vecinos como por el tiempo que ha pasado para darles a estas también mayor modernidad y orden acerca de su funcionamiento y su vinculación con la institucionalidad.
En tal sentido, considero relevante mencionar que, de las 15 mil juntas de vecinos actualmente inscritas, hay 9 mil activas.
Hoy día constituyen la categoría organizacional cuantitativamente más poblada y la que más crece en nuestro país. Representan un tercio del total de organizaciones de la sociedad civil y han crecido casi cinco veces en los últimos diez años.
Sin duda, quienes hemos trabajado en el sistema público sabemos que las juntas de vecinos juegan un rol fundamental, por lo que claramente resulta necesario apoyar su estructura y su funcionamiento.
El 2018 la División de Organizaciones Sociales realizó 430 capacitaciones a dirigentes vecinales. Al respecto, es importante decir que se apreció una mayoritaria asistencia femenina, cuestión que en la práctica uno ve en muchos otros tipos de organizaciones. De los 25 mil participantes que tuvieron las Escuelas de Formación Social y los Diálogos Participativos, más del 70 por ciento fueron mujeres.
Ello es muy destacable, y así lo hizo presente también el jefe de división, quien dijo que: "Las mujeres de nuestro país no solo se preocupan día a día por la familia -y hoy día, además, por sus trabajos-, sino también por sus vecinos y comunidades".
¡Quién no ha visto a las presidentas de los comités de vivienda! En su mayoría son mujeres las que se hacen cargo de algo tan anhelado como es la obtención de la primera casa.
Entonces, en ese contexto este proyecto, que es bastante amplio, evidentemente requiere mejoras, y no todas tienen que ver con el ámbito del ejercicio de los Senadores, sino que son de iniciativa del Ejecutivo, por lo que vamos a tener que requerir su patrocinio. Sobre el particular, ya hemos estado en conversaciones para los efectos de incorporar algunas indicaciones que claramente son de resorte del Presidente de la República respecto de algunos artículos que se están modificando.
En general, quisiera destacar básicamente cómo hoy día estamos mejorando la definición de las funciones de las juntas de vecinos; sus atribuciones; las formas y modalidades de participación en los territorios vecinales.
También considero fundamental el que estemos definiendo las áreas que abordan, que son bastante amplias: vivienda, urbanismo y medioambiente; convivencia y participación vecinal; seguridad pública, (participan activamente, a través de sistemas funcionales, en proyectos vinculados con seguridad); atribuciones económicas y de servicios; educación, cultura y recreación; protección de derechos, y fortalecimiento y capacidad organizacional.
Hago un punto en ello, pues una de mis críticas permanentes es la utilización de las juntas de vecinos muchas veces como instrumento público.
Creo que ahí hay un aspecto que debe analizarse en profundidad: cómo nos hacemos cargo del establecimiento de instrumentos públicos. Unas veces pedimos que sea a través de las juntas de vecinos; pero otras no procedemos de la misma manera. Y empezamos a instrumentalizar y a crear nuevas organizaciones que compiten con la organización madre, que, en este caso, es la junta de vecinos.
Se trata de un asunto que debemos ver más en profundidad, porque, finalmente, estamos creando organizaciones con una función específica y que después mueren. Y eso va generando un descontento en los dirigentes.
Otro punto que encuentro muy valioso es que estamos pidiendo incorporar normas sobre administración y control financiero; asimismo, se establecen infracciones y sanciones por faltas a la probidad a las organizaciones que mal usen principalmente los dineros que en su mayoría provienen de fondos públicos o de recaudación de los mismos asociados.
En general se trata de una iniciativa bastante amplia y muy compleja, que requiere muchas modificaciones. Sin embargo, valoro inmensamente que el Senador Montes haya tenido la apertura para entrar en una materia tan compleja como las juntas de vecinos, que son tan importantes, pues, a la hora de trabajar con la sociedad requerimos instrumentos eficaces y democráticos para que la ciudadanía sienta que tiene un espacio de participación.
Voto a favor de este proyecto. Y en su momento presentaremos indicaciones para mejorarlo.
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
--Se aprueba en general el proyecto (27 votos a favor, 1 abstención y 1 pareo), dejándose constancia de que se cumple el quorum constitucional exigido.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Ebensperger y Von Baer y los señores Allamand, Bianchi, Chahuán, Coloma, De Urresti, Elizalde, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Huenchumilla, Kast, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Ossandón, Pizarro, Prohens, Quintana, Quinteros, Sandoval y Soria.
Se abstuvo la señora Van Rysselberghe.
No votó, por estar pareado, el señor Galilea.
El señor PIZARRO (Presidente accidental).- Se deja constancia de la intención de voto favorable de los Senadores señoras Provoste y Órdenes y señor Navarro.
Corresponde fijar plazo para la presentación de indicaciones.
¿Les parece que sea hasta el lunes 9 de marzo, a las 12 horas?
Acordado.