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CREACIÓN DE SERVICIO NACIONAL DE PROTECCIÓN ESPECIALIZADA A LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA


El señor QUINTANA (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que crea el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y la Adolescencia y modifica normas legales que indica, con informe de la Comisión especial encargada de tramitar proyectos de ley relacionados con los niños, niñas y adolescentes, y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (12.027-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 94ª, en 5 de marzo de 2019 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Especial encargada de tramitar proyectos de ley relacionados con los niños, niñas y adolescentes: sesión 21ª, en 4 de junio de 2019.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Los principales objetivos del proyecto son brindar protección especializada a niños, niñas y adolescentes que se encuentren en diversas situaciones de riesgo, mediante la creación del Servicio de Protección a la Niñez, con el fin de lograr la restitución del ejercicio de sus derechos vulnerados y la reparación de las consecuencias provocadas, en el marco de los principios que la iniciativa reconoce, a saber: la preeminencia del interés superior del niño, su derecho a ser oído, la autonomía progresiva, el derecho y deber preferente de los padres a educar a sus hijos, el fortalecimiento del rol de protector de la familia y el derecho de los niños y niñas a su vida familiar.
De ese modo, se pretende que dicho Servicio forme parte de los pilares institucionales básicos de la protección de la niñez y de la adolescencia.
La Comisión especial encargada de tramitar proyectos de ley relacionados con los niños, niñas y adolescentes discutió la iniciativa solo en general, y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros, Senadoras señoras Rincón y Von Baer y Senadores señores Montes, Ossandón y Quintana.
Cabe tener presente que los artículos 32 y 33 revisten el carácter de normas de quorum calificado, por lo que requieren 22 votos favorables para su aprobación; en tanto que los artículos 9, 10, 11 y 12, los incisos primero y segundo del artículo 24, así como el inciso segundo del artículo 45 y el sexto del artículo 49 son de rango orgánico constitucional y deben ser aprobados por 25 votos favorables.
El texto que se propone aprobar en general se transcribe entre las páginas 175 a 235 del primer informe de la Comisión y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.
El señor QUINTANA (Presidente).- En esta oportunidad nos acompaña el Ministro de Desarrollo Social y Familia, don Alfredo Moreno.
Solicito la autorización de la Sala para que pueda ingresar la Subsecretaria de la Niñez, señora Carol Bown.
--Se accede.
El señor QUINTANA (Presidente).- En discusión general el proyecto.
Hay varios oradores inscritos para intervenir.
Tiene la palabra la Senadora señora Von Baer.
La señora VON BAER.- Señor Presidente, va a hablar primero la Senadora Ximena Rincón.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra, en primer lugar, a pesar de que no hay informe, la Presidenta de la Comisión Especial de Infancia, la Senadora señora Rincón.


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, la Comisión terminó de ver este proyecto ayer, a las 6 de la tarde, y, obviamente, hubo acuerdo para que fuera tratado hoy día por la Sala, a petición del Ejecutivo. Lamentablemente, no alcanzamos a preparar el informe. Esto se votó hace unos días.
Creo que hay unanimidad en la Comisión respecto a la necesidad y a la urgencia de legislar sobre este tema. De hecho, varios Senadores que no son parte de la Comisión nos acompañaron durante la tramitación del proyecto, durante la cual escuchamos a un sinnúmero de instituciones, organizaciones, académicos y al propio Ejecutivo.
Asimismo, se le pidió al Ministro que diera a conocer el marco completo de la institucionalidad en materia de infancia; porque, a juicio de varios de nosotros, era importante aprobar primero el proyecto de ley de garantías y, luego, entrar a las normativas específicas.
Sin perjuicio de aquello, y respetando la iniciativa del Ejecutivo en estas materias, se sometió este proyecto a consideración de la Comisión.
Cabe señalar que, claramente, en Chile, nuestros niños vulnerables han sido víctimas de un sistema de protección obsoleto. Como Estado y sociedad les hemos fallado. Y eso lo han dicho no solo instituciones nacionales, sino también organismos internacionales. El Estado los dejó en el olvido y el abandono.
Nuestros niños, niñas y adolescentes han cargado por décadas con la pesada mochila de la indiferencia y la vejación de sus derechos.
En Chile ha existido y persiste una cultura adultocéntrica, que considera a los niños, niñas y adolescentes como objetos, que no toma en cuenta sus emociones, sentimientos y reales necesidades.
La Comisión discutió largamente esta materia en ese sentido, y hay unanimidad respecto a la importancia de poner en el centro de nuestros debates a los niños.
El Presidente ha dicho, de buena manera, a mi juicio, que los niños deben estar primero.
Ha existido y existe un sistema que se ocupa más de las estadísticas que de los mismos menores.
Esta invisibilización de los niños, las niñas y los adolescentes se ha visto agravada por la tolerancia y el amparo que el sistema ha prestado a una serie de prácticas abusivas en contextos residenciales, que han derivado en muertes, abusos y maltratos a nuestros niños y jóvenes. Hemos tolerado que su cuidado esté a cargo de personas que no cuentan con la preparación suficiente; hemos tolerado que vivan en recintos inseguros; que sean medicados para que simplemente "no molesten"; que sean sexualmente abusados; que no se atiendan sus enfermedades; que no se les entregue una alimentación adecuada, y que no tengan espacio para el juego, el esparcimiento, el deporte y la cultura.
No digo que en todos los casos esto sea así, porque, como en todas las cosas, claramente hay buenos ejemplos que destacar.
Lo anterior nos compele éticamente a poner al servicio de los menores una institucionalidad de protección robusta, bien estructurada, que tenga como centro a los niños y que busque que prime su vida en familia y comunidad, antes que su encierro; que no solo se preocupe de exhibir estadísticas y números, sino que se ocupe de su bienestar y desarrollo en concreto y como personas singulares; que escuche sus opiniones, las de sus familias; que no insista en castigar la pobreza; que no separe a los niños de los padres simplemente porque sus carencias les impiden entregar un cuidado adecuado.
Si bien vamos a aprobar la idea de legislar (creo que en eso habrá unanimidad en la Sala), existen una serie de elementos que tendremos que redefinir en la discusión en particular.
El proyecto no define claramente la protección que les corresponderá realizar a la Administración y al Poder Judicial. Así, seguirán existiendo muchos más casos, como el de Yancarla Muñoz Díaz, fallecida a los 16 años, el 30 de junio del 2012, quien salió desde el sistema judicial al sistema de salud infinitas veces sin lograr la debida atención a sus afecciones, falleciendo finalmente por falta de aquella.
El proyecto de ley no define claramente los programas y equipos que estarán a cargo de nuestros niños en los espacios donde viven con sus familias. No sabemos en qué consiste y cómo operará en el territorio la prevención de las vulneraciones. ¿Seguiremos teniendo, entonces, internaciones innecesarias de niños a causa de falencias de salud o educación no graves, que pudieran corregirse con una ayuda oportuna a las familias?
El proyecto de ley no establece tampoco con precisión las tareas que se les encomendarán a los privados colaboradores, ni la forma en que su labor será fiscalizada.
No podemos aprobar una iniciativa que ponga la fiscalización del nuevo Servicio de Protección a la Niñez y sus colaboradores dentro del mismo servicio. Lo hemos conversado en la Comisión y tenemos dudas respecto de aquello. Entendemos que el Ejecutivo está abierto a que revisemos aquellas materias en la discusión en particular.
Lissette Villa, de 11 años, fallecida en el Cread Galvarino, de Estación Central, en abril del 2016, después de que dos educadoras de trato directo la asfixiaran con supuestas maniobras de contención, no puede haber muerto en vano.
Creo, señor Presidente, que son cosas que obviamente tendremos que definir en la discusión en particular.
El proyecto de ley que hoy se presenta establece los siguientes puntos que merecen atención especial, y solo los voy a enumerar:
1. La Facultad exclusiva de la judicatura para determinar la separación del niño o la niña de su familia.
2. La excepcionalidad de la medida de internación de niños y niñas de 0 a 3 años de edad.
3. La mantención dela posibilidad de que las medidas de protección puedan ser ejecutadas por privados, no obstante que, de acuerdo a las observaciones formuladas por el Comité de Derechos del Niño, que el informe de la Corte Suprema recoge, corresponde al Estado la implementación y ejecución de las políticas públicas y sociales en materia de niñez.
4. El proyecto de ley contempla un sistema integrado de información, seguimiento y monitoreo respecto de las prestaciones y el seguimiento de los niños atendidos por el servicio. La informatización y la interconexión, sin embargo, deben extenderse a los datos y medidas de protección que dicten los tribunales de justicia a favor de los niños, niñas y adolescentes.
Señor Presidente, si bien entendemos que aquí hay un ánimo legítimo de preocupación y de querer cambiar las cosas y vamos a respaldar la idea de legislar, creemos que en la discusión en particular debemos ahondar en este y otros puntos para crear una institucionalidad robusta de verdad, que se haga cargo de nuestros niños, niñas y adolescentes, lo que es nuestro deber de protección como Estado.
Por ello, respaldamos esta iniciativa, y la votaremos a favor.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Allende.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, entiendo que la idea del proyecto que estamos viendo es crear una nueva institucionalidad de protección para las niñas y los niños vulnerados, separando este servicio del actual Sename, que tiene por objeto proteger a los niños infractores de la ley.
La preocupación por la infancia es fundamental. Esta, por supuesto, puede mejorar su indicador de pobreza, de delincuencia, de educación, de salud y, en general, de desarrollo humano, que incide en la igualdad de un país.
Lamentablemente, el índice de pobreza multidimensional impacta a todos los niños, sobre todo a los de familias uniparentales. Un 23 por ciento de las niñas y los niños menores de 18 años se encuentra en condiciones de pobreza. Pero la situación de la infancia en el país no puede ser vista de una manera tan parcializada legislativamente, sino que debemos tener una mirada mucho más global, más integral como sociedad. Debemos entender qué está pasando con nuestros niños hoy día; qué es lo que ocurre (es lo que ha intentado hacer la Comisión Especial de Infancia frente a la urgencia del Ejecutivo), y cómo creamos un servicio de protección que converse con el resto de las instituciones.
En la última Cuenta Pública faltó, por cierto, una mayor preocupación por la infancia. Parece que los niños no quedaron en el primer año de Gobierno, porque no hemos podido avanzar en la iniciativa de ley de garantías para la niñez, la cual tiene como principal objeto justamente resguardarlos. No sabemos cómo va a ser el Acuerdo Nacional por la Infancia que presentará el Gobierno.
Por eso, es importante que el Ejecutivo -aprovecho la presencia del Ministro acá, junto con saludarlo- nos explique un poco esta mirada.
Yo lamento que todavía no se haya podido tramitar el proyecto de garantías para la niñez. Pero siento que nos falta una mirada más integral. No podemos decir solamente: "Vamos a separar a los infractores del Sename". Por cierto que estamos de acuerdo con algunas medidas que se están tomando con ese Servicio, como las relativas a la existencia de hogares más reducidos en el número de personas; a un trato más directo, más de familia (o lo más cercano que sea posible a una), sea de acogida, o sea de origen. Pero aún es insuficiente.
Es relevante conocer cómo vamos a avanzar en estos procesos: en la desinstitucionalización de los niños, para que salgan de estos centros de residencia, y cómo podemos lograr un mayor ambiente familiar, sea de origen o de acogida.
Ese es el foco que debiera tener este proyecto para los niños menores de tres años, desde luego, como lo ha recomendado la Organización de las Naciones Unidas.
Entonces, son muy importantes las medidas propuestas por el Acuerdo Nacional por la Infancia. Una fue mejorar el cuidado residencial, por lo que acabamos de mencionar.
Aquello se vio muy afectado por la crisis que se vivió en uno de los centros del Sename, el Cread de Playa Ancha, que fue quizás el más publicitado.
Pero no es el único caso.
Hemos visto situaciones complejas que afectan tanto a los centros administrados directamente por el Sename como a los organismos colaboradores. Lo importante es ver cómo se trabaja de mejor manera para que nunca más tengamos que pasar por las situaciones que hemos vivido.
No puedo dejar de pensar en el horror que fue reconocer las dramáticas cifras que en algún momento nos entregaron: más de mil 300 niños fallecidos. ¡Cómo hemos fallado en un sistema de protección!
También me pregunto cómo mantenemos un régimen de subvenciones pero no siempre logramos la mayor eficiencia en el cuidado, en el tratamiento, en el objetivo de que exista -como dije- una vida lo más familiar posible, con menos internación, que realmente responda a lo que debiera sentir un niño que tiene detrás de sí el cariño, el afecto, el apoyo, la red de protección, y lo que pueda implicar -vuelvo a insistir- tener una familia, ya sea de origen o de adopción.
Todavía estamos en deuda, y esta Comisión está tratando -entiendo- la infancia desde una mirada más general.
Yo espero que hacia allá caminemos, porque nuestros niños no pueden seguir esperando.
Tengo la impresión de que fallamos, y no podemos seguir haciéndolo.
Por lo tanto, lo único que hemos de preguntarnos es cómo avanzar para que de verdad sean eficientes estas instituciones: cómo deben rendir para que exista una revisión periódica, trimestral, que no implique simplemente un asunto burocrático de firmar un papel, sino de verdad el dar a conocer los planes individuales que están implementando con las familias, con cada niño, la atención profesional que se les está dando, en fin.
Siento, señor Presidente, que hasta hoy estamos fallando -como ya lo dije-, y espero que este proyecto sea un paso para avanzar en tal sentido.
La señora PROVOSTE.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra Su Señoría.
La señora PROVOSTE.- Señor Presidente, le pido abrir la votación, conservando los tiempos.
El señor QUINTANA (Presidente).- El Senador señor Moreira también había solicitado lo mismo.
El señor MONTES.- Es distinto; no es lo mismo.
El señor QUINTANA (Presidente).- Entonces, si le parece a la Sala, considerando lo planteado por la Senadora señora Provoste, se abrirá la votación.
Acordado.
En votación general el proyecto.
--(Durante la votación).
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Von Baer.


La señora VON BAER.- Señor Presidente, hemos sido testigos en los últimos años de una profunda crisis del sistema de protección de nuestros niños, niñas y adolescentes.
Frente a esa crisis -y como en todas las crisis en la vida-, creo que tenemos también una tremenda oportunidad como país para hacernos cargo de una reestructuración de fondo del sistema de protección de nuestros menores.
Cuando miramos al Sename, nuestro actual sistema de protección de la infancia, nos damos cuenta de que la última auditoría que existe, realizada en 2018, todavía muestra cifras dramáticas: el 41,7 por ciento de los niños presenta un consumo problemático de alcohol y de drogas; el 55 por ciento exhibe problemas de salud mental, y casi la mitad de ellos todavía no cuenta con atención psicológica; hay 1.187 menores que no están inscritos en ningún colegio, y el 48 por ciento tiene retraso escolar; el 58,8 por ciento de los niños en residencias recibe algún tipo de tratamiento farmacológico.
Señor Presidente, dichas cifras no nos pueden dejar tranquilos. Y frente a ellas debemos tomar acción y avanzar en la reformulación de nuestro sistema de protección de la infancia.
El Gobierno está proponiendo un camino para abordar la situación descrita. Plantearon aquello las Senadoras que me antecedieron en el uso de la palabra.
Lo primero es separar la actual institucionalidad del Sename en dos entidades distintas: una de ellas se hará cargo de los niños infractores de ley, que es el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil, materia que se está viendo en este momento en la Comisión de Constitución; y la otra es el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y la Adolescencia, que es lo que estamos votando ahora.
Señor Presidente, considero que hoy tenemos la oportunidad de mirar nuestro nuevo sistema de protección de menores no desde la institucionalidad, e incluso, quizás -y esto puede sonar un poco extraño-, no desde el niño. A mi entender, cuando hay un niño en problemas debemos mirar a su familia; qué está ocurriendo dentro de ella.
Esto lo hemos conversado muchas veces con el Ministro de Desarrollo Social y con la Subsecretaria de la Niñez, Carol Bown, y me parece que hemos alcanzado bastante acuerdo en la Comisión Especial de Infancia.
¿Qué estamos pensando desde la Comisión y cómo se traduce en el proyecto de ley que ahora estamos votando? Señor Presidente, lo que queremos intentar lograr como país, y a eso los quiero invitar hoy, es que primero apoyemos lo que el Gobierno está planteando en cuanto a tener un sistema de alerta temprana, el cual estará alojado en la Subsecretaría de la Niñez. Cuando dispongamos de ese sistema, que va a recoger la información que existe en salud, en educación, en los distintos organismos del Estado, y nos arroje que hay un niño en problemas, la idea es que desde el municipio, a través de lo que se llamará la "Oficina de Infancia" y de la Subsecretaría de la Niñez (aquí habrá una dependencia), podamos ir en ayuda de esa familia.
Señor Presidente, cuando hay un niño en problemas, eso nos está diciendo que hay una familia que se halla en problemas.
La idea del nuevo sistema no es que los menores vayan a una residencia, sino que ojalá evitemos que lleguen allí. Y para conseguir eso debemos fortalecer a la familia mediante el Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
Cuando logremos fortalecer a la familia, espero que haya menos niños en el referido sistema de protección y, por lo tanto, que los tengamos insertos en el nuevo Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y la Adolescencia.
La idea -como lo mencionaban la Presidenta de la Comisión y la Senadora Allende- es que exista una mirada global: comencemos con la familia; sigamos con el sistema de alerta temprana; una vez que dispongamos de dicho sistema incluyamos a los municipios al objeto de que puedan trabajar con la familia, y ojalá evitemos que los niños terminen en una residencia.
¿Qué buscamos por medio de este proyecto y del nuevo Servicio que se crea? Varias cosas, señor Presidente.
En primer lugar, que las familias cuenten, a través del mencionado Servicio, con distintos programas a los cuales les sea factible acceder, dependiendo de las problemáticas que estén enfrentando: sea de droga; sea alguna dificultad al interior de la familia de la cual no puedan hacerse cargo; sea un problema de salud. Es decir, que mediante este sistema global logren obtener esa ayuda, de modo que el niño pueda quedarse en la familia. Porque no hay nada más doloroso para un menor que la separación familiar. Y nosotros podemos darnos cuenta de que fracasamos cuando el niño debe ser alejado de su familia.
Hoy tenemos un prisma distinto, una mirada diferente. En la actualidad, lo primero que hace nuestro sistema es separar al menor de la familia a través de la justicia. Bueno, cuando llegamos ahí, ya fracasamos.
Busquemos que el niño permanezca con su familia.
Lo que queremos de este Servicio -y, por intermedio de la Mesa, se lo planteo a la Subsecretaria, con quien hemos conversado muchas veces el punto- es que les entregue, a través de distintas líneas programáticas, diversas herramientas a las familias para que los niños puedan quedarse en ellas. Si los niños deben ser alejados de su familia, que sea por corto tiempo: primero, en familias de acogida; y si no contamos con familias de acogida, en pequeñas residencias familiares.
Para allá deseamos caminar, señor Presidente,
¿Cómo podemos lograr aquello? Con una mirada global.
En tal sentido, yo los invito a que de la crisis que hemos tenido en los últimos años miremos la oportunidad que se nos presenta para redibujar nuestro sistema de protección infantil. Redibujémoslo entre todos. Y pongamos en el centro de la preocupación, más que al niño, a todas las familias chilenas. Ayudémosles a que los menores puedan quedar en el seno familiar.
Si no logramos eso y debemos entrar en la institucionalidad, entonces -hemos tocado el punto en la Comisión-, este nuevo Servicio, que va a entregar las distintas líneas de acción, adicionalmente tiene que contar con una oferta programática que deberá revisarse ojalá -lo debemos conversar todavía- anualmente, para ver si en realidad se adapta a lo que necesitamos; que deberá evaluarse (hoy no disponemos de una evaluación correcta), y el programa establecido ha de diseñarse sobre la base de la evidencia, es decir, si está funcionando o no; que deberá tener (esto es algo con lo que uno sueña; pero hay que apuntar hacia allá) pertinencia regional, pues las necesidades en las regiones son distintas.
Luego, se busca priorizar el cuidado familiar siempre por sobre el residencial, para resguardar el derecho de los niños, niñas y adolescentes a vivir en familia.
Asimismo, se persigue mejorar el sistema residencial, destinando mayores recursos, con unidades más pequeñas y cuidados más personalizados.
También se establece -esto lo considero muy relevante, señor Presidente, y hemos discutido sobre cómo lo hacemos: tenemos que hacerlo bien, debemos lograrlo- un sistema de seguimiento y monitoreo integrado de los niños. Y aquí el proyecto señala hoy que sean sujetos de atención del Servicio, cuestión que a mi juicio debe ocurrir previamente.
Hemos dicho que el caso tiene que venir desde el momento en que salta la alarma en el sistema de alerta temprana, no cuando el niño entra al Servicio. Esto debe hacerse mucho antes, para que sepamos que tenemos a un menor con un problema y nos preguntemos qué estamos haciendo con la familia y cómo la estamos apoyando sobre la base de los distintos servicios con que cuenta el Estado.
El sistema de monitoreo y de seguimiento debemos hacerlo integrado desde el municipio hasta el Servicio.
Lo bueno de este proyecto es que además crea un Consejo de Expertos para asesorar al nuevo Servicio. Y la idea es que...
El señor QUINTANA (Presidente).- Puede continuar, señora Senadora.
La señora VON BAER.- Tenemos que diseñarlo bien, señor Presidente. Pero debemos contar con un sistema articulado, y no con un Servicio y un municipio caminando cada uno por su lado. ¡No! Necesitamos un sistema que se encuentre articulado desde el municipio hacia el Servicio a nivel regional; luego a nivel nacional. Porque si no, vamos a terminar de nuevo con el mismo problema y no lograremos aquello.
Tenemos que diseñar un sistema integral, en que las distintas instituciones dispongan de los incentivos necesarios para trabajar en conjunto en pos de las familias.
Para terminar, quiero decir que a mi juicio, cuando pensamos en este nuevo diseño, tenemos una tremenda oportunidad también para producir una mejor fiscalización.
Yo estoy de acuerdo con la Presidenta de la Comisión Especial de Infancia en cuanto a que no podemos permitir que suceda lo mismo que existe ahora: que el propio Servicio se fiscaliza a sí mismo.
¡Eso no puede ser!
Señor Presidente, si el propio Servicio se fiscaliza a sí mismo, entonces, vamos a tener...
El señor QUINTANA (Presidente).- Puede continuar, señora Senadora.
La señora VON BAER.-... un Sename II.
En tal sentido, señor Presidente, quiero pedirle al Ministro que establezcamos un sistema donde la fiscalización sea igual para el Estado como lo es respecto de la sociedad civil que realiza los distintos programas.
Invito a Sus Señorías a que tomemos esta tarea con mucho optimismo en cuanto a que podemos hacerlo bien y que entre todos es factible dibujar una buena institucionalidad para el cuidado de nuestros niños y de nuestras familias.
Voto a favor.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Kast.


El señor KAST.- Señor Presidente, en verdad, probablemente este va a ser, dentro del conjunto de reformas que se están planteando en el ámbito de la infancia, uno de los legados o transformaciones más importantes que efectuaremos durante este Gobierno.
De hecho, ayer se volvió a reunir la mesa transversal que entregó las 94 medidas del Acuerdo Nacional por la Infancia. Se trata de una forma de hacer política en que quiero aprovechar de felicitar al Ministro de Desarrollo Social y Familia aquí presente, a la Subsecretaria de la Niñez y al Presidente de la República, no solo por trabajar simplemente en la conformación de esas 94 propuestas, sino también por seguir laborando con cada uno de los parlamentarios, con los miembros de la sociedad civil en un proceso continuo, que sabemos complejo y que tiene muchas aristas.
Entonces, el hecho de que se haga un reporte, de que exista un lugar público donde cada persona pueda identificar en qué va cada una de dichas medidas, sin duda habla de una manera de abordar esta materia: abiertamente, con sentido de unidad, con sentido de rigurosidad y de cumplimiento de los compromisos.
Este proyecto, a no dudarlo, es relevante. Se trata de una política pública que se había pedido desde hacía mucho tiempo: terminar con el Sename como lo conocemos, donde los niños y los adolescentes infractores de ley están junto con los menores vulnerados en sus derechos. Ya se han cerrado varios de los lugares en que, desgraciadamente, se violaron los derechos humanos de muchos niños. Y el objetivo de este Gobierno es dejar atrás la totalidad de los centros donde ocurrieron esos hechos.
Se ha hecho también un trabajo muy serio con los funcionarios: se sometió a evaluación a todos los que estaban trabajando en el Sename. Muchos de ellos continúan laborando; algunos no fueron bien evaluados y no podrán continuar ahí.
¡Eso es poner a los niños, a los jóvenes, a los adolescentes como prioridad!
Entonces, más allá de que estemos aprobando en general este proyecto, me parece relevante el hecho de tener un nuevo Servicio; de cerrar el Sename como lo conocíamos; de poder partir con una institucionalidad con estándares internacionales, y de que el día de mañana -nuestro sueño es que ningún niño viva en una residencia y que ojalá todos lleguen a una familia de acogida mientras dure el proceso de adopción- tengamos lugares que se parezcan más a un hogar familiar que a una cárcel, como fue lo que ocurrió en el pasado con muchos de los centros de acogida.
Por lo tanto, espero que el Senado apruebe esta iniciativa con mucha fuerza. Asimismo, quiero pedirle a la Comisión Especial de Infancia que siga su tramitación con celeridad.
Creo que si hay una sola crítica que hacer, es que quizás nos hemos demorado mucho. Pienso que podemos actuar con mayor sentido de urgencia y sacar este proyecto de ley lo antes posible.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pérez Varela.


El señor PÉREZ VARELA.- Señor Presidente, hoy día estamos llamados a votar en general un proyecto que a nuestro juicio es fundamental: el que crea el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y la Adolescencia.
Junto con ello -tal como se ha dicho aquí-, en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia estamos trabajando en la iniciativa que crea el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil, aquella entidad que busca sacar a los adolescentes de la delincuencia y que, por tanto, se halla estructurada sobre la base de una organización nacional; de programas; de instituciones colaboradoras; de la participación ciudadana. Ello, a fin de dar casi una atención personalizada al adolescente que ha infringido la ley.
El Servicio que hoy nos convoca tiene que ver con el niño vulnerado, con el menor maltratado, con el adolescente víctima de abusos, y persigue sacarlo de esa situación de dolor, de maltrato e incorporarlo, en el mejor de los casos, a una vida en familia. De no ser posible ello, se buscará insertarlo en toda la estructura que se crea al efecto.
Más allá de analizar aspectos más bien puntuales de la ley en proyecto, creo que esto tiene un sentido ético, un sentido político, un sentido de convicción en cuanto a que, cuando se vienen los problemas y debemos enfrentarlos como sociedad, por muy grandes y devastadores que sean, tenemos la capacidad para pensarlos, diagnosticarlos adecuadamente y estructurar una organización que verdaderamente permita canalizar las soluciones.
Hace algunos meses, cuando recorríamos nuestras distintas regiones, veíamos en todos los ámbitos el colapso del Sename, en que adolescentes infractores de ley estaban junto a niños vulnerados sin que hubiera una adecuada atención, y no avizorábamos una salida para resolver esa situación. Hoy día, por mucho que nos hayamos demorado un poco más -y en esto concuerdo con quien me antecedió-, estamos estructurando una institucionalidad fuerte, sólida, profesional, con especialistas dedicados realmente a rescatar lo que constituye el elemento más importante de una sociedad: los niños y los adolescentes.
Yo creo que ese es el sentido de lo que ahora estamos votando.
Ya vendrá la discusión en particular, donde a lo mejor podremos tener visiones o matices en cuanto a cómo debe hacerse la regulación; cómo tienen que establecerse los procedimientos; cómo ha de ser el financiamiento, cómo debe abordarse lo relativo a la fiscalización; cómo tiene que estar estructurado este Servicio. Sin embargo, creo que hoy día estamos dando un paso muy importante, que está unido a la creación de la Subsecretaría de la Niñez.
Por lo menos en nuestras regiones, a pesar de que estos servicios todavía no se establecen, pues estamos en la discusión legislativa, ya se visualiza un trabajo que va conformando estas dos vertientes, estas dos fuentes, estos dos elementos que veremos en el futuro: uno para rescatar a los jóvenes de la delincuencia y otro para rescatar a los niños y adolescentes de la violencia, del maltrato, del abandono.
Porque si no hacemos aquello o si continuamos en la misma senda de lo que ha vivido nuestro país en la materia, el daño, el dolor serán absolutamente irreversibles, como creo que ya ocurre respecto de muchos menores y adolescentes, en que no existe posibilidad alguna de que sean útiles a la sociedad y, por consiguiente, van a permanecer como cargas.
Por eso nosotros, como bancada, concurrimos con entusiasmo, con optimismo a votar favorablemente esta iniciativa, e instamos a las autoridades de Gobierno a perseverar en esta línea al objeto de impulsar que sea ley de la república en el menor tiempo posible.
Yo estoy seguro -porque lo he visto en la Región que represento- de que con el manejo que están haciendo la Subsecretaría de la Niñez y el Sename con esta nueva concepción de programas distintos, que constituyen un poco la antesala de lo que tendremos con el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y la Adolescencia y el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil, estamos estableciendo un eje de acción de determinado gobierno.
Muchas veces los gobiernos tienen elementos que los diferencian. Este eje, sin duda, va a distinguir la Administración del Presidente Piñera como un aporte, como una realización, como una tarea que, verdaderamente, habíamos invisibilizado en años anteriores y que no veíamos. El drama de cientos de miles de niños y jóvenes estaba presente, pero no era parte de las preocupaciones. Aquí se demuestra que tales preocupaciones hoy día se hacen realidad en un proyecto de ley, en la creación de un servicio, pero, por sobre todo, en una acción de política pública que nos dice que el año 2019 empezaremos a caminar en pos de rescatar a nuestros niños del dolor, de rescatar a los adolescentes de la delincuencia y, por tanto, de transformarlos en personas que sean útiles a la sociedad, que sean actores principales de la sociedad. Creo que sobre eso es lo que hoy día nos estamos pronunciando.
Por eso, votamos que sí con mucho entusiasmo, señor Presidente.
El señor QUINTANA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Montes.


El señor MONTES.- Señor Presidente, quiero partir diciendo que, a mi juicio, hay que votar a favor de este proyecto, pues es tremendamente importante.
En mi opinión, la forma en que la sociedad ve, la manera en que enfrenta el tema del niño debiera ser uno de los aspectos principales de un proyecto de sociedad. O sea, debemos repensar, sobre todo desde la política, la forma de entender el desarrollo, de comprender el presente y el futuro. Es necesario que quienes estamos en roles políticos lo repensemos, lo miremos de otra manera.
Esto genera, además, bastante estímulo. Así, por ejemplo, uno ve que a los jóvenes los motiva muchísimo vincularse y trabajar con los niños.
Tenemos un desafío inmenso. Primero, hay que comprender el mundo infantil. Y en segundo lugar, hay que ser capaces de estimular su creatividad, su aporte y, a su vez, ver todo lo que implica regular, normar.
Estoy convencido de que este es uno de los desafíos principales de un país.
Quiero señalar -y se lo digo al Ministro- que lo peor que nos puede ocurrir es sobrepolitizar el tema. Debemos tratarlo como un tema nacional, como un tema de país. Porque estos mismos conceptos se han debatido desde hace mucho tiempo. Hay que pasar a otra etapa en la discusión y en la solución, en las fórmulas para enfrentarlo. A mi juicio, no hay que sobrepolitizarlo.
Como sociedad tenemos un problema: la misma sociedad, cada vez más, produce muchos niños en situaciones complejas: vulnerados, infractores. La sociedad los produce. Es la propia sociedad, con su forma de ser, la que los produce.
Entonces, resulta clave cómo entendemos el problema. Y a partir de eso debemos ver cómo actuamos.
Comparto la estructura básica del proyecto que ha sido planteada y que viene desde antes. El actual Gobierno le ha incorporado su parte, pero viene desde antes.
En cuanto al problema del sistema de garantías de la niñez, creo que la ley marco es una materia importante de discutir, porque es la que nos da los objetivos, la ética, en definitiva, el gran sentido de lo que estamos haciendo.
Junto con eso, me parece muy bien la normativa sobre protección y todo lo que tiene que ver con los niños infractores, o sea, el otro proyecto. Hay que ver esto de manera sistémica. Y van saliendo otras ideas que complementan todo esto.
Llevo pocas semanas en la Comisión Especial de Infancia y me ha llamado la atención que se discute mucho sobre el tipo de Estado, las instituciones que hay que construir para enfrentar determinada situación.
Yo creo que debemos debatir más también respecto de qué hacemos para que los problemas no se produzcan, para que no requieran Estado, para que no requieran una respuesta de esta naturaleza. Porque el hecho concreto es que van aumentando exponencialmente los niños con dificultades, ¡exponencialmente!
Entonces, tenemos que actuar sobre las causas, sobre la raíz del problema.
Comparto que con este proyecto de ley sobre protección se asuman la restitución de derechos vulnerados en cuanto a abusos, maltrato, explotación, negligencia, y la reparación de las consecuencias, algunas de las cuales son de por vida. Y hay que hacerlo asumiendo el niño que está en esa situación, entendiendo que algunos tendrán una gran dificultad para recuperarse.
Por cosas de la vida, me tocó conocer a los niños que eran explotados en la red de Spiniak. Y les puedo decir de qué villa eran y quién los llevaba, porque los conozco. Esos niños hoy día son los principales atracadores, los principales asaltantes armados, y sienten una bronca inmensa hacia la sociedad. Porque esto lo va produciendo una forma de ser de la sociedad. Y esa fue una experiencia bien tremenda.
El proyecto plantea -también lo sostuvo la Senadora Von Baer- que se requiere un sistema de alerta temprana. A mí me parece muy importante que haya un sistema de alta sensibilidad que actúe a tiempo, no cuando el niño ya está desprotegido, sino en el momento en que se empieza a percibir la necesidad de apoyo a un entorno determinado.
Acá se está tratando de crear un organismo a nivel local. No sé ni qué nombre tiene todavía, pero se habla de un organismo a nivel local que, además, se quiere implementar en todas las municipalidades de Chile, cosa que veo bien compleja. Pero pienso que es muy importante contar con algo con mucha, mucha sensibilidad y capacidad para disponer los primeros procedimientos -debe poseer la capacidad de construir las primeras respuestas-, pero también para detectar dónde y por qué se están produciendo los problemas, porque estos van cambiando.
El mundo infantil, no hace mucho tiempo, jugaba bastante fútbol. La generación de muchos de los que están acá jugaba fútbol y se socializó, aprendió a conocerse. Hoy día los niños casi no juegan. Están encerrados en sus casas con las maquinitas, con el teléfono, en otro mundo, que no digo que sea bueno o malo, sino que hay que entenderlo y ver cómo responder frente a eso.
Hay que comprender las causas que hacen que la sociedad produzca estas situaciones, actuar sobre esas causas con mucha fuerza, resocializar como responsabilidad de toda la sociedad y no solo de estos instrumentos. Por eso, los dirigentes políticos tenemos responsabilidad: de responderle al país sobre cómo remotivar respecto a la manera de mirar a los niños, de valorarlos, de estimularlos, de desarrollarlos, de humanizarlos.
Estimados colegas, me tocó estar en el debate cuando se trató de hacer algo bien parecido a esto en la época de Frei Ruiz-Tagle. Y la discusión era muy similar. Estaba la señora Delia del Gatto, que nos proponía toda una reforma del Sename. Se hablaba de otro Sename, con muchos de los conceptos que ahora se utilizan, obviamente menos elaborados, porque ha pasado tiempo. Y al final se diseñó una institucionalidad que se pensó que era la posible. Pero tenía un defecto fundamental: dicha institucionalidad no era capaz de contener más allá del 5 o 10 por ciento de los niños que se hallaban en una u otra situación.
Aquí no nos podemos engañar con que vamos a generar una institucionalidad compleja, llena, si no se ponen recursos a la altura del problema. Por eso, yo echo mucho de menos en este debate la presencia de gente del Ministerio de Hacienda, porque dicha Cartera no lo ha entendido: ¡No lo ha entendido! Entonces, se ponen recursos para andar apenas apretaditos.
Conversando con la señora Susana Tonda, y también con la directora anterior, uno se da cuenta de que es complicado ser encargado del Sename sin disponer de recursos, considerando la envergadura de los problemas y la incapacidad para contener -no sé cuánto será hoy día, pero no creo que sea más allá del 10 o 15 por ciento- los problemas que llegan a la actual institucionalidad. Y si la nueva no dispone de muchos recursos, de alguna manera, se van a reproducir los mismos problemas.
No estoy cayendo en una línea puramente economicista, pero creo que es fundamental asumir esta dimensión.
Se dijo que la familia es muy importante. Yo creo que es fundamental: los distintos tipos de familias son fundamentales.
A la vez, tenemos que mirar a la escuela de otra manera. Ella es el lugar donde más tiempo está el niño. Y esto está separado. En la escuela no se ha incorporado una cultura de asumir al niño que está en distintas situaciones de riesgo, salvo en casos excepcionales.
Yo valoro mucho lo que se ha hecho en Peñalolén y lo que en su momento hizo Claudio Orrego, porque tenía esta sensibilidad. Y también valoro a la escuela Casa Azul -son experiencias aisladas-, en la población Yungay, que es una escuela de formación de seres humanos en situaciones de gran riesgo, extremas, difíciles. Ellos tienen un aprendizaje que debemos recoger e incorporar como políticas más generales en la forma de ser de la sociedad con los niños.
Mañana hay una sesión sobre Televisión Nacional. Si los medios de comunicación no plantean otra forma de enfocar al niño, de situarlo en la sociedad, ¿cómo queremos enfrentar las causas y estas situaciones?
A muchas personas que viven en el barrio alto les digo: "Yo conozco a muchos cabros que salen para allá". Ellos tienen armas, porque estas son una forma de convivir, y el día sábado se ponen de acuerdo: "Vamos a hacer algo entretenido". Y se roban un auto y parten al barrio alto a ver las oportunidades que se les presentan. Esa es una forma de construir una vida. ¿Cómo enfrentamos eso? ¿Cómo lo procesamos? ¿Qué alternativas tienen esos niños, esos jóvenes?
Yo creo que hay un gran desafío. No existe política de barrio hoy día y los niños no salen a la calle. Salen a hacer cosas complejas, pero no tienen un espacio de recreación. El deporte, los espacios culturales en los barrios son muy centrales.
Termino diciendo que la ley en proyecto es de gran gran importancia como parte de un sistema institucional, pero especialmente de un sistema de valores y de sentidos, un sistema de responsabilidad ética, de responsabilidad política.
El mínimo común denominador para una buena política en una sociedad es una base ética que debe expresarse en buena medida en lo que hacemos con los niños, porque ahí estamos actuando sobre una base de la sociedad muy fuerte.
Creo que Chile tiene capacidad para hacer eso. Lo hizo en el momento en que se creó el Servicio Nacional de Salud y se preocupó de que las guaguas nacieran bien. Realmente, fue una expresión de humanidad para la época. Hoy día estamos en otra y se requieren soluciones de esa envergadura.
Valoro mucho que el Senador Kast haya puesto este tema en la política. Todos debiéramos hacerlo, y en todos lados tendríamos que hacer de esta materia un punto central para una mejor sociedad, para una mejor política. Ojalá que hagamos un gran esfuerzo en esa perspectiva.
Voto a favor, y espero que en la discusión en particular resolvamos cada uno de los problemas específicos que han ido surgiendo.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Lagos.


El señor LAGOS.- Señor Presidente, nos encontramos en la discusión general. El proyecto será perfeccionado en el trámite en particular. Y no tengo ninguna duda de que hoy se va a aprobar, a pesar de los quorum que se requieren.
Sin embargo, quiero hacer una sola reflexión, breve, pues se han dicho hartas cosas positivas sobre la iniciativa.
Los niños en Chile tienen poca visibilidad, o históricamente la han tenido. Sí conocimos los dramas del Sename, que se extendieron por bastante tiempo. Incluso, sabiendo de ellos, seguían apareciendo situaciones.
Lo fácil era decir: reformemos el Sename, modifiquemos, hagamos concursos nuevos, contemos con mejores profesionales, pongamos recursos, subdividamos la institucionalidad y hagamos una nueva: la Subsecretaría de la Niñez, preocupada de la prevención y de definir políticas; el Servicio de Protección a la Niñez, para los niños vulnerados; y el Servicio de Reinserción Juvenil, para los niños infractores de ley. Eso está bien.
Pero qué me queda, para aportar algo, porque la discusión en particular es la más fundamental. Habiendo participado en la Comisión de la Infancia que convocó el Presidente Piñera a menos de un mes de haber asumido, si no me equivoco -me puede corregir el Ministro, que era la voz cantante desde el punto de vista político-administrativo-, creo que allí se hizo un buen trabajo, y no lo digo porque yo haya participado.
¿Y por qué señalo que hubo un buen trabajo? Porque era algo inusual, muy transversal. Fue bien cuestionado -sé todo lo que se dijo, las preocupaciones que se plantearon-, pero se produjo un debate genuino, difícil, en que no se concordó en todas las cosas. Y aquellas en que no hubo acuerdo no se aprobaron, no se recomendaron. Y estaba la prerrogativa del Gobierno, del Ministerio, de decir: "No habremos llegado a acuerdo en esta materia, pero yo igual la voy a implementar, la propondré por mi cuenta".
Pero surgieron temas que no estaban identificados. Y planteo dos inmediatamente. Uno menor: qué hacemos con aquellos jóvenes acompañados desde temprano, que ya no tenían familia, que quedaban dentro del sistema como niños vulnerados en sus derechos y que a los 18 o 19 años debían dejar el sistema. Esos jóvenes no tenían cómo volver a insertarse. Si no contaban con una familia que los acogiera desde los 13 o 12 años, ¡qué iban a tener familia que los acompañaran para estudiar en la educación superior!
Entonces, se planteó en la Comisión qué rol podría jugar ahí el Ministerio de Vivienda o el Serviu, qué papel podría tener el Ministerio de Educación. Y en vez de poner más recursos se dijo: veamos si de los recursos que hoy día hay -perdónenme la expresión- sacamos una cuota para los niños vulnerados, para darles subsidio habitacional, unos pocos para estas personas; subsidio de educación, gratuidad para estas personas. Se hace un esfuerzo. Surgió una materia que no estaba.
Segundo tema muy importante: salud mental.
Me tocó presenciar -porque hice mi pega acá, en la Quinta Región, y fui a muchas casas de acogida, particulares sobre todo- lo que sucede con el tema de salud mental. Y este aspecto es tan crucial que algunas residencias prefieren no recibir a jóvenes con muchas dificultades, porque no tienen cómo darles el tratamiento adecuado, pues no cuentan con los recursos para eso.
Entonces, va quedando un segmento de jóvenes completamente abandonado. ¿Y dónde terminan ellos? En el único espacio que los recibía: el Servicio Nacional de Menores, con todo lo que implicaba.
Yo veo elementos muy positivos en lo que se hizo. Y, entonces, me adelanto hasta el presente: estamos aprobando la ley en proyecto, decimos cosas positivas.
Pero me pregunto, y le dejo la inquietud al Ministro -por su intermedio, señor Presidente-, quien no tiene que responderla si no quiere: ¿usted cree que están las condiciones hoy día en Chile en la relación entre el Ejecutivo y el Poder Legislativo, o la Oposición, para generar una comisión como esa? ¿Están las condiciones para tener esa disposición?
Yo siento que el clima se ha crispado. No quiero atribuir responsabilidades exclusivas a un solo sector. Pero no sé si hoy día existe esa voluntad. Me miran aquí algunos Senadores -amigos, además-, pero creo que el clima no es muy bueno.
En consecuencia, también hay que generar los climas para realizar estos trabajos prelegislativos, para que haya ánimo de participar en una comisión de esta naturaleza, que tiene sus costos. Porque, como dijo el Senador Montes, hay que tratar de no politizar este tema. Yo sé que es inevitable en los márgenes, pero yo puedo tratar de redibujar las orillas y hacerlo un poco más protegido de la política coyuntural. Pero cuando esta se encarajina cuesta más decir: "Sabe que más, vamos a trabajar en esta comisión", por más que sea un tema muy loable.
Le dejo planteada esa inquietud.
Por último, una reflexión -creo que también lo insinuó el Senador Montes- respecto de los recursos. Siempre estos faltan. Pero ¿saben qué ocurre? En el fondo -no sé si nosotros, pero al menos en algunas reparticiones públicas-, la importancia de los niños, como sociedad, qué dice de nosotros mismos, qué dice de nuestras prioridades, no está.
No está en el Ministerio de Hacienda ni en la Dirección de Presupuestos. No es el Ministro el culpable. No está porque no es una prioridad real. Es una noticia que conmueve, pero pareciera que el país sigue funcionando a pesar de no tener resuelto ese tema, como seguimos funcionando durante años. O no existía un Sename que se hiciera cargo -y tal vez la situación era peor- o había un Sename que tenía dificultades, ¡y seguimos funcionando!
Entonces, no era una crisis nacional. Era una herida; era un lunar grande; era una explicación que había que dar; una renuncia que había que pedir: "Que usted no hizo nada, Ministra de Justicia, que supo de todos los casos, que la acusamos constitucionalmente o la vamos a mandar a llamar a la Cámara de Diputados para someterla a interrogatorio". ¡Eso era! ¡Y estaba en los matinales!
Yo encuentro que esta noticia es reimportante. No sé si mañana va a estar en los matinales. Tal vez el Ministro se va a dar el trabajo de ir o lo invitan. Ojalá, entre toda la agenda que hay.
Porque yo siento -hablo por mí- que esto no está internalizado en el día a día de nuestro país, los niños no son un tema. ¡La verdad es que no es un tema! ¡Es una noticia, pero no es un tema! No es que lo creamos realmente.
Esto no son las pensiones, porque los chilenos sienten las pensiones. Aquí no estamos hablando de la mayoría de los niños de Chile. Son algunos niños, con familias bien específicas, que tienen el problema. Entonces, no permea nada de esto.
Dejo planteada esta reflexión, Ministro.
Vamos a aprobar el proyecto en general; vamos a realizar la discusión en particular; contaremos con esta institucionalidad, reinserción juvenil, Subsecretaría de la Niñez. Faltan otros temas, como el proyecto relativo a las garantías de los derechos de la niñez, mencionado por la Senadora Allende.
Pero yo le pregunto una vez más al Ministro si se ha generado el clima para abordar estos temas.
El señor COLOMA.- ¡Sea más optimista, Senador...!
El señor LAGOS.- ¡Cómo que sea optimista! Estoy votando que sí, Senador Coloma -por su intermedio, señor Presidente-.
El señor COLOMA.- ¡Pero con entusiasmo...!
El señor LAGOS.- Con más que fuerza, llamando a tomar conciencia de que, en el fondo, a veces no nos creemos el tema de los niños.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, sin lugar a dudas, el nuevo Servicio de Protección a la Niñez es un instrumento absolutamente necesario. Quiero valorar la decisión del Gobierno del Presidente Piñera de empujarlo con toda su fuerza.
Claramente, estamos hablando de niños, niñas y adolescentes que han sufrido una grave vulneración de sus derechos a partir de situaciones de violencia intrafamiliar, abuso, maltrato, abandono o negligencia grave, priorizando su cuidado familiar y/o residencial.
Estamos hablando de una situación gravísima. Hace un tiempo recurrí, primero, ante los tribunales penales para los efectos de que se establecieran las responsabilidades de aquellos que tenían bajo su cuidado a los niños, las niñas y los adolescentes vulnerados en el Cread de Valparaíso, y logramos que nueve funcionarios fueran formalizados por presuntos maltratos, incluso tortura. Luego recurrimos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y conseguimos, en virtud de la querella antes mencionada, que se pidiera un informe al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la grave vulneración de los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes.
¿Y qué nos dice ese informe? Que el Estado de Chile vulnera dieciocho artículos de la Convención sobre los Derechos del Niño. Es una vulneración grave y persistente, lo que se refleja fundamentalmente en que hoy día nuestra infancia está con dificultades. La Unicef señala que el 75 por ciento de los niños, niñas y adolescentes de nuestro país han sido objeto de alguna vulneración de sus derechos.
Entonces, es preciso dar pasos sistemáticos en pos de mejorar la institucionalidad.
Por eso es tan relevante avanzar en la Subsecretaría de la Niñez, que tiene entre sus funciones la prevención de la vulneración de los derechos de los niños y su promoción o protección integral; el Servicio de Protección a la Niñez, que se encargará de los niños y niñas que hayan sido vulnerados en sus derechos, y el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil, que estará a cargo de los adolescentes de entre 14 y 18 años que hayan cometido una infracción penal.
Lo que estamos haciendo es terminar con lo que existía hasta el día de hoy, en que tanto los niños vulnerados en sus derechos como aquellos que infringían normas penales estaban en un mismo lugar, y teníamos una dificultad básicamente respecto de la oferta rehabilitadora, por una parte, y la necesidad del Estado de hacerse cargo de la grave vulneración de derechos de los niños, niñas y adolescentes, por otra.
De ahí que el Presidente Piñera, haciéndose eco del informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, decidió cerrar el Cread de Valparaíso y cambiar el modelo residencial para los efectos de que se entendiera que la protección de los niños, niñas y adolescentes debe ser necesaria y forzada por parte del Estado.
Estamos hablando de la más grave vulneración de los derechos humanos en democracia, ¡la más grave vulneración de los derechos humanos en democracia!, ¡la más grave vulneración de los derechos humanos en democracia! Lo repito para que en definitiva podamos entender y dimensionar aquello a lo que hoy día nos estamos enfrentando.
Se requiere un esfuerzo sustantivo del Estado. Por eso quiero agradecer el esfuerzo que está haciendo el Gobierno del Presidente Piñera para darle urgencia justamente a los proyectos de ley que hablan de niños, niñas y adolescentes que están completamente invisibilizados por parte del Estado.
Es necesario avanzar en mayores estándares y exigencias respecto del nuevo servicio, en términos de posibilitar que efectivamente se desplieguen con toda su fuerza el interés superior del niño, el enfoque en sus derechos, la autonomía progresiva, el derecho a la vida familiar, la participación, la protección social de la infancia, el trabajo con la familia, el trabajo con la comunidad, el enfoque intersectorial, la independencia de sus funciones, la mejora continua, la igualdad y no discriminación arbitraria y el respeto por los derechos laborales de los trabajadores que hoy día se desempeñen ahí.
Estamos, en verdad, frente a una situación de la mayor importancia, y yo espero que en definitiva nos pongamos a la altura de las circunstancias para hacernos cargo finalmente de la construcción del país del mañana.
No es menor que, de aquellas personas que hoy día se hallan privadas de libertad, el 50 por ciento haya tenido algún contacto con el Sename. ¡El 50 por ciento! Lo mismo ocurre con las personas que se encuentran en situación de calle. Se trata de un porcentaje demasiado relevante, y eso habla de que no estamos haciendo la pega como Estado.
Hoy día estamos aprobando un servicio que, sin lugar a dudas, va a significar una luz de esperanza frente a un Estado fallido, hasta ahora, en la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
He dicho.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Coloma.


El señor COLOMA.- Señor Presidente, la verdad es que la intervención del Senador Lagos me motivó a hacer uso de la palabra, pero en un sentido positivo, no negativo, ¡porque él se refirió a mí cuando lo llamé a ser optimista...! Y lo digo absolutamente en buena, dado que este es un tema que desgarra, pues estamos hablando de cosas desgarradoras -ya se han explicado debidamente-, que han sido parte de una historia compartida y dramática. De ahí que unos y otros concluimos que había que cambiar la institucionalidad muy drásticamente en relación con la forma de enfrentar los temas de la niñez, con la diferencia que existía respecto de los que eran vulnerados; es decir, todo un esquema.
Y digo "concluimos", en plural, porque no solamente veo el liderazgo del Ministro Moreno, que a mi juicio ha sido bien importante, sino que advierto también que ha concurrido la buena voluntad de los actores de la Oposición, para los cuales esto es más inexigible que para los partidarios del Gobierno, quienes, como uno, deberían estar más bien -por así decirlo- "forzados" a tener esa buena voluntad. Pienso que el mérito en este caso es también, obviamente, de las bancadas de enfrente.
En consecuencia, creo que se ha llegado a algo que significa avanzar en distintos aspectos. En algunas materias estamos en el tercer trámite, y en otras, en el segundo. Esta era una de las cosas que faltaban.
Por eso yo valoro que, más allá de la contingencia política, de rendiciones de cuentas, de discusiones, se pueda entender que surgen temas que deben generar estos espacios de entendimiento. Y, ciertamente, es parte de la política, de la que somos actores relevantes, el tener a veces diferencias, discrepancias, puntos de vista distintos, porque tiene que haberlos. Me alegro de que no seamos como esas sociedades -por decirlo de algún modo- de blanco o negro totales, donde uno tiene que estar de acuerdo en todo o en nada. Aquí hay espacios para poder separar.
Y creo que este es justamente uno de los temas que han sido ideados, convocados para generar espacios amplios, que van más allá de que uno pueda estar de acuerdo o no con lo que dijo o no dijo alguien la semana anterior.
Entonces, frente a la pregunta que lanzó al aire en forma poética el Senador Lagos, sobre si habría "clima" para abordar esto, debo señalar que lo que más hay es clima. Afortunadamente, existe ese clima de entender que las cosas las podemos hacer mucho mejor de lo que se han hecho hasta ahora. Y yo considero que este es un activo del país, porque a veces somos buenos para decir aquello que le falta a Chile, pero hay también momentos en que se da la capacidad para rectificar políticas conjuntas. Para ello, obviamente, se requiere iniciativa -en eso el Gobierno ha cumplido un rol-, pero hace falta además un espacio de entendimiento amplio, que es lo que se está construyendo. Y a mí no me cabe duda de que estamos todos con una misma disposición.
A eso me refería yo cuando le pedí al Senador Lagos un mayor optimismo en esta materia, porque efectivamente creo que es bueno o, mejor dicho, es del alma que el tema de la niñez tenga un tratamiento diferente, especial. Y me parece que estos son pasos que se están dando exactamente en ese sentido.
Por eso, aquí el clima tiene que sobrar. Tratemos de entender que esto debe estar mucho más allá de la contingencia.
Me parece que este es un buen proyecto, con una buena idea, que no es solitario, sino que se halla vinculado, concatenado a otras iniciativas que esperamos -lamentablemente, no son cosas de un día para otro- que nos permitan enfrentar con mayor dignidad una pregunta que nuestros mismos hijos nos hacen.
Acá se hacía referencia al número de hijos que uno puede tener, pero muchos nos preguntan: "¿Estamos siendo, como sociedad, correctos con el tema de la niñez?" Hasta ahora, no podíamos decir que sí. Espero que con estos pasos podamos decir que sí.
He dicho.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- No hay más inscritos.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (39 votos a favor) y se deja constancia de que se cumplió el quorum constitucional exigido.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste, Rincón, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, De Urresti, Durana, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Insulza, Kast, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Moreira, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prohens, Pugh, Quintana, Quinteros, Sandoval y Soria.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- En seguida, corresponde fijar plazo para presentar indicaciones.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Señor Presidente, se propone para esos efectos el lunes 1 de julio, a las 12 horas.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- ¿Le parece a la Sala?
--Así se acuerda.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Ministro.


El señor MORENO (Ministro de Desarrollo Social y Familia).- Señor Presidente, solamente quiero tomar algunas de las cosas que aquí se han señalado.
Tal como ha dicho el Senador Montes, la forma en que se ha enfrentado este asunto es precisamente no politizándolo, sino considerándolo como un problema país y tratando de buscar sus causas.
Esto se generó a través de un Acuerdo Nacional que contiene 94 medidas que incluyen la ley de garantías, los cambios en términos de cómo trabajar con las familias, el problema de las drogas, la educación, la prevención, etcétera. Todos los elementos que se encuentran alrededor de la niñez y su protección en general, desde la promoción de sus derechos, la prevención y la protección, están incluidos en este acuerdo.
Como recordaba el Senador Kast, ayer tuvimos una reunión para saber cuánto se ha avanzado y, según la propia sociedad civil que lo monitorea, puedo decir que ha avanzado 50 por ciento. De 94 medidas hay 8 terminadas y 84 que están en proceso.
Esto incluye algunas cosas que han pasado por aquí. Existen 2 proyectos de ley que se encuentran aprobados. El Ministerio de la Familia también fue aprobado por unanimidad por este Senado.
Así que no solamente les agradezco por la votación de ahora, sino también por la anterior. Y eso demuestra que perfectamente podemos tener acuerdos extremadamente amplios sobre asuntos que no son parte de la política, como bien dice el Senador Montes.
En esto, tal como dice el Senador Lagos, trabajamos 60 días y existió unanimidad en todo. Me permito discrepar de lo que él planteó, porque teníamos muchas diferencias, pero acordamos todo por unanimidad. Por ejemplo, la preparación para la vida independiente, que fue una idea suya, fue aprobada por todos, y de hecho hemos estado implementando todos los elementos para hacerla posible. Asimismo, la forma de pago de los organismos colaboradores fue una idea del Diputado Gabriel Boric que al principio me parecía que no tenía razón. No obstante, la estudiamos, la analizamos y llegamos a la conclusión de que era acertada en el aspecto que señalaba.
Entre paréntesis, ¡siempre Coloma, desde que éramos compañeros de curso en el colegio, me robaba las ideas...!
La señora ALLENDE.- ¡Sigue igual...!
El señor MONTES.- ¡A todos nos pasa lo mismo...!
El señor MORENO (Ministro de Desarrollo Social y Familia).- ¿Siempre lo hace aquí también...? Bueno...
El señor LAGOS.- ¡Incluso se roba las malas ideas...!
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Señor Ministro, una interrupción.
Para que el Senador señor Coloma no se sienta aludido, solicito que las intervenciones las haga a través de la Presidencia.
El señor MORENO (Ministro de Desarrollo Social y Familia).- ¡Perfecto!
Simplemente deseo terminar respondiendo la pregunta que aquí se ha hecho: yo creo que existe un espacio enorme para llegar a acuerdos en esta materia, en que estamos haciendo un cambio que no solamente se relaciona con este proyecto, sino con cómo se trata la totalidad del tema de la niñez. Y lo mismo vale para muchísimos otros asuntos. Por ejemplo, La Araucanía y la institucionalidad que el Presidente ha señalado, que es de una amplitud y una importancia enormes.
Se necesita que en ambos lados exista la disposición que se tuvo en esos 60 días de trabajo, que ha continuado hacia adelante.
Así que vuelvo a reiterar mi agradecimiento a todos los que han participado en eso. Muchas gracias por la votación y el apoyo.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A usted, señor Ministro.