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MEDIDAS DE PROTECCIÓN A LA LACTANCIA MATERNA Y SU EJERCICIO


El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Proyecto de ley, iniciado en moción de los Senadores señoras Lily Pérez y Goic y señores Chahuán y Lagos, en primer trámite constitucional, que establece medidas de protección a la lactancia materia y su ejercicio, con informe de la Comisión de Salud.
--Los antecedentes sobre el proyecto (9.303-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de Senadores señoras Lily Pérez y Goic, y señores Chahuán y Lagos):
En primer trámite, sesión 7ª, en 9 de abril de 2014.
Informe de Comisión:
Salud: sesión 32ª, en 7 de julio de 2015.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Los objetivos principales de la iniciativa son:
-Consagrar la lactancia con leche materna o lactancia materna como un derecho fundamental de la infancia y de las madres y, a la vez, como deber de estas, en el caso de que sus condiciones de salud no lo impidan.
-Fomentar, promover y proteger el amamantamiento o la lactancia por leche materna en todos los sectores de la sociedad como el medio óptimo e irremplazable para la alimentación y el desarrollo integral de niños y niñas a lo menos hasta los dos años de edad y, además, para la protección de su salud y la de sus madres.
-Resguardar y asegurar el libre ejercicio de este derecho previniendo y sancionando todo tipo de intervenciones que lo limiten o restrinjan.
La Comisión de Salud discutió la iniciativa solamente en general y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros, Senadores señoras Goic y Van Rysselberghe y señores Chahuán, Girardi y Rossi.
El texto que se propone aprobar en general se transcribe en las páginas 15 a 17 del primer informe de la Comisión de Salud.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- En discusión general.
Como están sesionando muchas Subcomisiones de Presupuestos, se me han acercado varios Senadores para pedir que abramos la votación, así que propongo que así lo hagamos.
Acordado.
En votación.
--(Durante la votación).
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Goic.


La señora GOIC.- Señor Presidente, quiero recordar un poco de dónde surgió este proyecto.
Creo que en la idea matriz de la protección de la lactancia materna estaremos todos de acuerdo.
Hemos ido avanzando, además, en distintas legislaciones que han protegido al niño, al establecer que la lactancia materna no solo es una decisión de la madre, sino además un derecho de los niños y las niñas en nuestro país que beneficia su salud y su desarrollo emocional. Asimismo, también favorece a la madre: existe evidencia de que la lactancia materna incluso disminuye las posibilidades de que las mujeres tengan cáncer de mamas y de otros tipos.
Lo anterior se suma al beneficio que genera en la vinculación entre madre e hijo durante ese período. Unos dicen, en simple, que es el mejor regalo que uno les puede dar a los hijos, y también un espacio íntimo de vínculo entre ambos, que ojalá todas las mujeres pudieran ejercer.
Muchas veces, más bien por mito o por desconocimiento, fracasa la lactancia materna. Y en eso tenemos que seguir avanzando.
Este proyecto nos lo traen un grupo de abogadas, de mujeres organizadas ante situaciones puntuales, de las cuales una además fue de conocimiento público: una mamá amamantó a su guagua en un lugar público y le dijeron que no podía hacerlo.
Entonces, uno se pregunta por qué un acto tan natural como la lactancia materna puede ser considerado atentatorio contra la moral y las buenas costumbres e impedirse que pueda hacerse en un lugar público.
Eso queremos garantizar, en parte, en el presente proyecto: que la lactancia materna sea un derecho fundamental de la infancia y de las madres. Y también deseamos avanzar en el reconocimiento de que en la medida en que sea posible existirá un deber de las mamás en el fomento de la salud y el desarrollo de nuestros hijos.
La iniciativa busca fomentar, promover y proteger el amamantamiento en todos los sectores de la sociedad e insiste en que ello es óptimo e irremplazable.
Y se establecen distintas medidas.
Como ya señalaba, que la exposición de los pechos de una mujer que está amamantando en ningún caso pueda ser considerado atentatorio al pudor, a las buenas costumbres o a la moral.
Hoy existen, es cierto, salas de amamantamiento solo en algunos establecimientos comerciales.
Sin embargo, lo que proponemos acá es que a ninguna mamá se le pueda obligar a ir a la sala de amamantamiento si no lo desea. Es distinto, por supuesto, si se siente cómoda con ello.
El acto de amamantar es un acto muy personal, y tiene que primar que lo haga en un lugar en que la mamá se sienta mejor con su guagua. Para alguna será un lugar más privado, como su casa, y para otra, más público, como una plaza, sin problemas.
Hay incluso ahí un efecto demostrativo para las nuevas generaciones, en el sentido de que es algo normal.
Las cosas malas son las que se tapan. Entonces, ¿por qué ocultar algo tan natural, tan sano, tan bueno, y que queremos promover?
Eso busca cambiar este proyecto de ley, en el cual señalamos: "Las madres tienen el derecho de amamantar libremente a niños y niñas cualquiera sea su edad o condición, en toda clase de lugares o recintos en que se encuentren o por el que transiten, sin que se impongan condiciones o requisitos que tiendan a ocultar o restringir el amamantamiento".
Ya lo señalaba: puede haber salas especiales, pero eso no implica la obligatoriedad de utilizarlas.
Y también avanzamos en algo consistente con otra iniciativa que discutimos acerca del etiquetado de alimentos relacionada con restringir y prohibir la publicidad de sustitutos de leche materna. Está claro que, en caso de que la mamá no pueda dar pecho, los sustitutos obviamente son una alternativa. Pero de repente la industria de la publicidad incentiva su uso.
En diversas oportunidades -como explicaba, me parece, en una intervención-, la guagüita con relleno duerme mejor, entonces la mamá empieza a dejar de darle pecho, y finalmente termina con la lactancia.
Entonces, progresamos en forma consistente con la ley de etiquetado de alimentos, que ya despachamos, para complementar el fomento de la lactancia materna.
Por eso, aprobamos unánimemente esta iniciativa en la Comisión de Salud, que fue presentada en forma transversal, y recomendamos a la Sala que también lo haga.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Van Rysselberghe.


La señora VAN RYSSELBERGHE.- Señor Presidente, la verdad es que gran parte de lo que iba a señalar ya lo planteó la Senadora Goic.
Efectivamente, este proyecto fue aprobado transversalmente por la Comisión.
Creo que nadie puede desconocer que la lactancia materna no solo es positiva para el desarrollo psicoemocional del niño, sino también para su salud.
Pienso que la relación de apego que se establece durante la lactancia es absolutamente irremplazable.
Por lo tanto, todas las medidas que tiendan a fomentar la lactancia materna tienen que ser apoyadas.
En tal sentido, consideramos adecuado este proyecto de ley, incluso en cuanto a que la lactancia materna sea en recintos privados, con la salvedad de que se trate de lugares de libre acceso, es decir, de tránsito público, como un mall.
Ello, porque hubo cierta discusión en el sentido de que el Estado no puede ponerse a regular lo que pasa en un lugar privado sin libre acceso al público.
Entonces, desde esa perspectiva, me parece que el punto quedó bastante bien resuelto.
Esta iniciativa apunta justamente a fomentar la lactancia materna, que no solo -como dije- produce el desarrollo físico adecuado del niño al prevenir la aparición de alergias que eventualmente se producen con la leche artificial, sino además su desarrollo psicomotor y psicoemocional superior, como está demostrado, gracias a la relación de apego que se desarrolla durante el amamantamiento.
Así que, con mucho gusto, apruebo este proyecto de ley.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, esta iniciativa representa un avance significativo para los derechos de las mujeres, de los niños y de las niñas de nuestro país.
Los beneficios de la lactancia materna son muchos y ampliamente reconocidos a nivel nacional e internacional.
Sabemos de sus efectos decisivos en la nutrición, en el desarrollo integral de los niños y en la construcción de lazos de apego con la madre.
Una política integral de protección a la lactancia materna debe incorporar todos aquellos aspectos que pueden afectar su libre ejercicio, como acá se ha dicho.
En tal sentido, este proyecto es un aporte no solo desde el punto de vista sanitario, sino, fundamentalmente, desde la perspectiva cultural, porque reconoce el valor intrínseco de una práctica natural sin limitación alguna y sanciona las acciones destinadas a censurarla o a restringirla en los espacios públicos.
Además, extiende la protección al proceso de extracción de la leche materna con la finalidad de proteger la salud de la madre o de almacenarla para su entrega.
Estas normas van en sintonía también con la prohibición de publicidad y promoción de fórmulas para lactantes, como se acaba de aprobar en el marco de las modificaciones a la Ley sobre Composición Nutricional de los Alimentos.
Con todo, señor Presidente, es fundamental reconocer que nuestro país debe avanzar mucho más en materia de protección a la infancia y los derechos de las mujeres.
Deben abordarse, por ejemplo, las actividades laborales y académicas de muchas mujeres, que a veces son incompatibles con la protección integral a la lactancia materna, ya sea por los horarios, por las cargas de trabajo que deben enfrentar o por la falta de condiciones mínimas para ejercer este tipo de derechos en las instalaciones.
Hace pocos años se expulsaba de los colegios a las estudiantes embarazadas. Recuerdo que, siendo alcalde, promoví la idea de poner salas cunas en los liceos para evitar la deserción de las alumnas una vez que se convertían en madres. ¡Y muchos se escandalizaron!
Hoy tenemos otro cuadro.
Con satisfacción podemos decir que no solo está prohibida la expulsión de estudiantes embarazadas, lo que fue confirmado en la reciente Ley de Inclusión Educacional, sino que muchos establecimientos públicos han seguido la tendencia de incorporar salas cunas para acoger a los hijos de sus alumnas, facilitando enormemente el derecho a la lactancia de esos menores.
La sociedad ha cambiado.
Pero, así como se ha avanzado en muchos ámbitos, la situación de vulneración de derechos de algunos infantes hace imprescindible contar en el más breve plazo con una ley de protección de los derechos del niño, iniciativa que ha comprometido el Gobierno.
Las desigualdades que afectan a nuestro país y, en particular, a las mujeres parten en las condiciones de embarazo y de lactancia materna. No basta con establecer el derecho a amamantar de las trabajadoras y el derecho a sala cuna si los establecimientos pertinentes no están al lado de los lugares de trabajo o de residencia.
Tampoco se satisface tal derecho, que es también una obligación, mediante el financiamiento del transporte respectivo si la distancia entre el lugar de trabajo y la residencia o sala cuna no permite llevar a la práctica esa función.
Por eso es tan importante la construcción de una ciudad a escala humana para proteger la familia.
Esta no se defiende solo sosteniendo principios morales, que pueden ser perfectamente válidos. La familia se promueve y se cuida con fuentes laborales cercanas al lugar de residencia, con más salas cunas, con transporte público más eficiente, con colegios más inclusivos, con centros de salud más cercanos, con más cultura, con más deporte y con más tiempo libre para compartir con los hijos.
He dicho.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable señora Lily Pérez.


La señora PÉREZ (doña Lily).- Señor Presidente, como una de las autoras de este proyecto de ley, estoy muy contenta de que por fin podamos verlo en Sala. Estuvo en tabla muchas veces, pero no llegamos a tratarlo.
Agradezco el informe hecho por la Senadora señora Goic y las palabras que han expresado los colegas que han intervenido.
Esta iniciativa nació a raíz de lo que le sucedió a una joven en Quillota: estaba comiendo con su familia en un pub restaurante y la invitaron -entre comillas- a irse del lugar porque estaba amamantando a su pequeño bebé.
Tal situación, que a muchísimos nos llama la atención, es un claro acto de discriminación, un claro acto antimaternidad, un claro acto contra el lactante que está siendo alimentado. Sin embargo, a muchas personas esa actitud no les causa extrañeza ni se horrorizan ante ella.
¡Pero muchos de nosotros sí nos horrorizamos!
Por eso, con un grupo de abogadas de la Región de Valparaíso, con las que trabajé directamente para abordar esta materia -se trata, particularmente, de mi equipo jurídico-, determinamos que era muy importante convertir esto en un proyecto.
Muchos preguntarán: "¿Es necesario publicar una ley para defender el derecho a amamantar de las mujeres?". La respuesta es sí, pues en pleno siglo XXI todavía hay lugares públicos, como el que describí, donde algunas personas consideran que es una ofensa a la moral y a las buenas costumbres que una mujer dé leche materna a su guagua. Y, por lo mismo, le piden que se tape o que se retire del lugar.
Algo que a la mayoría de nosotros nos resulta tan natural a otra gente no le parece igual.
Por esa razón, es tan importante sacar adelante esta iniciativa de ley, sobre todo en nuestro país, donde se hace tanto alarde de defender a las mujeres, a la maternidad, a la familia. Pero muchas veces, cuando se abordan proyectos de este tipo, no se observa tanta euforia.
Resulta muy relevante dar señales legislativas concretas en apoyo de un acto de apego. Por algo -recordemos- aprobamos el posnatal extendido prácticamente a seis meses. Y digo "prácticamente" porque, en definitiva, son casi seis meses.
Ojalá a futuro más hombres se acogieran a ese posnatal, para generar más apego paterno con los hijos. Habrá que estudiar en profundidad este asunto para verlo materializado. Hoy existe la posibilidad legal; pero, obviamente, ninguna madre va a dejar de estar con su guagua recién nacida para permitirle al padre el beneficio. Tendría que ser de manera simultánea. Para ello, se debe buscar cómo hacerlo: con cargo al Estado, o una parte financiada por el Fisco y otra, por el empleador.
Además, es muy importante asentar los procesos cognitivos, tan indispensables para el desarrollo del niño y la niña, sobre todo desde la primera infancia.
En definitiva, la iniciativa resulta esencial por todo lo que significa para el apego materno, la lactancia y el proceso nutricional que involucra.
Asimismo, la Senadora informante se ha referido a las restricciones para el etiquetado de los alimentos con relación a los sucedáneos de leche materna, materia respecto de la cual ya hemos legislado.
Creo que este es un proyecto bonito, que va a generar más espacios públicos para el amamantamiento. De hecho, hoy en día muchos malls -no todos, pero hartos- ya cuentan con lugares habilitados a ese efecto, y no solamente para sus funcionarias, que es muy importante, sino también para sus clientas. Que ese ejemplo se imite en todos los espacios públicos y privados es algo obviamente deseable y muy relevante.
La legislación va a imponerse con fuerza, sin que ello derive de la voluntariedad, y va a causar un impacto: hará visible lo indispensable de contar con instalaciones para dar lactancia materna en todos los lugares.
En consecuencia, estoy muy contenta por esta iniciativa y, por supuesto, la voto a favor.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, si bien parece una obviedad esta iniciativa, como se ha manifestado acá, nuestra sociedad no siempre muestra señales que apunten a poner en acción tal obviedad.
Costó mucho en Chile legislar respecto de algo que es universal: la lactancia materna garantizada hasta los seis meses.
No fue fácil porque hubo aspectos culturales involucrados.
En sociedades donde prima una visión errónea, por ejemplo, del trabajo y la rentabilidad, cuesta entender los beneficios que se obtienen cuando una mujer amamanta a sus hijos, ojalá por seis meses y, eventualmente, hasta el año.
Hoy no existe evidencia científica que ponga en duda la calidad de la leche materna y los beneficios que aporta al menor un amamantamiento prolongado. En todo caso, no estamos hablando más allá del año de vida.
Dicho acto cumple un rol fundamental, pero en esta sociedad se ha ido perdiendo. Ello, porque ha prosperado el individualismo y se ha perdido el sentido de solidaridad, de comunidad, lo que uno podría llamar "empatía".
Está demostrado que, desde nuestros ancestros homínidos (particularmente de los más lejanos, como los bonobos, que eran más bien simios), el proceso de empatía se halla profundamente vinculado al apego.
Al parecer, en nuestra sociedad, de manera transversal, durante un tiempo faltó lactancia materna para afianzar el apego. Parte del egoísmo y de esa tendencia al individualismo que se observa finalmente tiene que ver con un problema de empatía, que después se traduce en desconfianza.
El amamantamiento está totalmente relacionado con la construcción de seres humanos más integrales; de personas con sentimientos más complejos, más profundos, que permiten abrirse a la aceptación del legítimo otro; de ciudadanos capaces de convivir en la diversidad.
Uno podría preguntarse: "¿Qué vinculación guarda eso con aspectos tan específicos como el amamantamiento?". Mucha. Todo ello se encuentra muy relacionado.
Además, hay evidencia absolutamente sólida que indica que el desarrollo neuronal del menor, la capacidad intelectual durante su primera etapa de vida, se debe no solo al apego -porque el cerebro es plástico; se va modelando-, sino también a la calidad de la nutrición.
El acto de amamantar permite que los bebés, desde su nacimiento, tengan acceso a ácido graso de calidad, que es lo que genera el desarrollo neuronal. Por tanto, según la sólida evidencia disponible, los niños que reciben amamantamiento (de seis meses a un año) aseguran una capacidad neuronal superior a la de aquellos que no lo tienen.
Por otra parte, la acción de amamantar ha sido un factor fundamental en la lucha contra las infecciones, lo que prolonga la vida y disminuye la mortalidad.
El sistema inmunológico del menor no está maduro al nacer. Ello se va produciendo solo a partir del cuarto, quinto, sexto mes, llegando a la madurez cerca del año. Por ende, antes de ese período parte importante de las defensas del niño está dada por anticuerpos que la madre le entrega a través de la lactancia.
Y, además de anticuerpos, le va a traspasar toda una flora microbiana (a través del canal del parto primero y de la lactancia materna después), que va a colonizar, fundamentalmente, el tubo digestivo del hijo.
A veces, lo que uno no ve no lo entiende y lo desconoce.
En lugar de "señores seres humanos", debiéramos decir "señores bacterias", porque cada uno de nosotros posee entre cien a mil veces más bacterias que células propias. Somos simbiontes. Está totalmente demostrado que las bacterias cumplen roles metabólicos, de inmunidad, de defensa, de prevención contra la obesidad y el cáncer. Pero también se ha comprobado que ellas, mediante metabolitos que van liberando, influyen de manera directa en la comunicación con nuestro cerebro.
He querido proporcionar alguna evidencia científica para reafirmar la importancia de la lactancia materna y la necesidad de garantizar ese bien superior en la sociedad.
Cuando tratamos el proyecto de ley contra la comida chatarra, costó mucho eliminar la publicidad en los sucedáneos de la leche materna. Las empresas transnacionales querían remplazar el uso de esta por razones comerciales. Le decían a la mamá: "Dele a su hijo leche maternizada. Aunque es artificial, es tan buena como la leche materna".
¡Mentira! ¡Había un negocio detrás!
Por último, comparto que en esta materia hay un conjunto de prejuicios. En ello radica la relevancia de este proyecto de ley: si bien parece sencillo, generará inmensos beneficios para nuestra sociedad.
En consecuencia, debiera ser aprobado por la unanimidad de la Sala.
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El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Quiero saludar a la delegación de la Escuela Isla del Laja, de la comuna de Los Ángeles, que viene a cargo del profesor Daniel San Martín. Todos ellos han sido invitados por el Senador señor Pérez Varela, quien los acompaña en las tribunas.
Muchas gracias por su presencia.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
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El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable señora Allende.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, en primer lugar, felicito a las autoras y a los autores de la moción: Senadoras Lily Pérez y Carolina Goic, y Senadores Francisco Chahuán y Ricardo Lagos Weber.
Su contenido parece algo tan elemental y sencillo. Sin embargo, ¡qué importante es!
Esta iniciativa reafirma algo que nosotros, como política de Estado en salud pública, debiéramos motivar permanentemente a través de la publicidad y del ejercicio pedagógico: las tremendas virtudes del amamantamiento y de la leche materna para la defensa inmunológica, el desarrollo cerebral y el apego afectivo.
En este país no sé si hemos sido exitosos en hacer que tales conceptos se acepten de manera masiva, a fin de entender la importancia que reviste amamantar y cuánto ello puede influir en evitar dificultades tempranas a los lactantes, como enfermedades, infecciones, en fin.
Por eso es fundamental que la legislación garantice tal derecho.
Es un acto obvio, que se da por sí mismo. Pero la práctica no es suficiente.
Comparto lo que señaló la Senadora Lily Pérez. Todavía hay lugares donde se expresan ciertos rezagos culturales. A algunos parece molestar que una mujer saque su pecho para amamantar al hijo, como si se tratara de algo poco natural.
Y se manifiestan distintos prejuicios, que vienen de antaño: "Eso antes no se hacía en presencia de otros"; "Era privado"; "No tiene por qué efectuarse en un recinto público"; "Es poco estético". Lo único que refleja esa cantidad de argumentos culturales son estereotipos antiguos, que no se condicen con lo que debe ser hoy una sociedad tolerante, abierta, que ve de la manera más natural dicho acto.
En mi opinión, pocas cosas pueden ser más naturales que dar pecho a un lactante. Pues bien, esa acción tan natural es bastante resistida.
Estoy de acuerdo en que este derecho debiera ser socializado de manera temprana. Es necesario dar todas las facilidades del caso e inculcar sus beneficios.
Lejos de generar un grado de dificultad, debiera alabarse a las madres que amamantan en público con naturalidad. Ello no requiere ser hecho entre cuatro paredes. Basta enfrentarlo con toda la naturalidad del mundo.
Por eso me gusta este proyecto.
Es importante que el Senado dé una señal potente y exprese su preocupación al respecto: "Sí, debemos garantizar que las madres amamanten con libertad, sin sentirse inhibidas, sin sentirse censuradas, sin sentirse que realizan un acto que disgusta un poco cuando no es visto con la naturalidad que corresponde".
Por lo tanto, señor Presidente, voto favorablemente esta iniciativa. Felicito a sus autores y espero que se apruebe por unanimidad.
Confío en que esta propuesta legislativa sea la motivación para que se ejerza la campaña de salud pública que debiera llevarse adelante con el fin de destacar la importancia de la lactancia materna en la salud de los niños.
Por algo logramos aprobar, luego de las modificaciones que se introdujeron en su minuto, una muy buena ley sobre posnatal extendido, lo que permitió asegurar un acompañamiento mucho mayor entre madre e hijo.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Guillier.


El señor GUILLIER.- Señor Presidente, obviamente, no he tenido la experiencia vital de cumplir con la obligación de amamantar. Pese a ello, puedo reconocer que este proyecto es fantástico.
Valoro, además, el apoyo de los colegas varones que han evidenciado la sensibilidad de entender la importancia de lo que para un niño es un derecho y para una madre, un deber. Ello, no solo por los beneficios en cuanto a la salud del menor, al desarrollo de su resistencia y de sus sistemas inmunológicos que le permitan una vida sana, al desarrollo de sus capacidades intelectuales, sino además porque el amamantamiento es esencial para el desarrollo de la afectividad del niño, para el apego, clave en la maduración sicológica de cualquier persona.
En consecuencia, los beneficios de este proyecto de ley son incalculables y, probablemente, se apreciarán a lo largo de la vida.
Por lo mismo, me parece una iniciativa muy correcta.
Ella tiene varios objetivos.
Por una parte, establecer el amamantamiento como un derecho de la infancia y un deber de las madres, cuando las condiciones de salud se lo permiten.
Asimismo, asumir que el amamantamiento es el medio más óptimo e irremplazable para la alimentación y el desarrollo integral del niño, por lo menos en sus dos primeros años, y que generará una marca en la capacidad de salud a lo largo de su vida.
Por otro lado, establecer el derecho a amamantar libremente. Es necesario que la sociedad valore este gesto con una connotación positiva, cualquiera sea el lugar, la edad de la madre o su condición social, puesto que forma parte de la naturaleza más íntima, más humana de una persona.
De igual modo, se dispone un conjunto de condiciones, como la existencia de salas especiales de amamantamiento al interior de diversos recintos, de uso voluntario para las madres.
También se sanciona a quien obstaculice directa o indirectamente, perturbe, impida el libre ejercicio del amamantamiento o lactancia materna. Estas acciones incluso conllevan multas.
Aún más, en el caso que corresponda, se considera una extensión de responsabilidad contra los superiores de un funcionario que pudiese evitarlo.
Admito que ese último punto, consignado en el artículo 5° del proyecto, amerita una segunda lectura, puesto que la sola extensión de la responsabilidad a los superiores puede ser excesiva en más de algún caso. Habría que tener pruebas de que estaba en conocimiento o que, de alguna manera, dictó cierto procedimiento o norma.
Más allá de ese aspecto puntual, creo que nos encontramos ante un excelente proyecto, que todos debemos valorar por lo que significa recuperar el concepto de familia y de maternidad en la formación de nuestros hijos.
Felicito a las autoras y a los autores de la moción.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, tal como lo señaláramos en la exposición de motivos quienes patrocinamos esta moción, la lactancia materna constituye un derecho fundamental de la infancia y un derecho de las madres, y, a su vez, siempre que la salud de ellas no sea un impedimento, pasa a ser un deber para con sus hijos.
Por esta razón, mediante el proyecto en análisis se pretende fomentar, promover y proteger la lactancia materna como el medio más adecuado para optimizar la alimentación de los niños, idealmente hasta los dos años, lo que constituye una valiosa medida, tanto para su salud como para la de sus madres.
Esta relación íntima que se da entre madre e hijo cuando se le amamanta genera indudablemente un vínculo de apego seguro para niños y niñas, que genera lazos afectivos y duraderos entre la progenitora y sus hijos, y que contribuyen a la estabilidad de las relaciones interpersonales durante su crecimiento y que se proyecta a su vida adulta.
Para elaborar esta moción, hemos tenido en consideración acuerdos internacionales tan importantes como la Convención sobre los Derechos del Niño; la denominada "Declaración de Innocenti", sobre lactancia materna, aprobada por la OMS y la UNICEF en 1990, y la Convención sobre Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, que garantiza para las madres los servicios apropiados referidos al embarazo y la lactancia.
Pero hemos ido más allá, al establecer que el amamantamiento puede ser efectuado en público, lo que debe ser considerado como un hecho natural, propio de la alimentación que las madres proporcionan a sus hijos, por lo que de modo alguno puede considerarse como un hecho que atente contra el pudor, la moral o las buenas costumbres.
Para garantizar este derecho de las madres sin que ello sea restringido, amenazado en su ejercicio u obstaculizado, establecemos sanciones pecuniarias para quienes incurran en este tipo de conductas, aplicándoles la multa que dispone el artículo 12 de la ley N° 20.609, conocida como "Ley Zamudio", esto es, de 5 a 50 unidades tributarias mensuales, luego del procedimiento judicial que dicha ley contempla.
También consideramos disposiciones para promover la lactancia materna, mediante la publicidad adecuada en los centros de salud destinados a las madres y los lactantes. Asimismo, se introducen modificaciones tanto a la ley N° 20.670, que creó el sistema "Elige Vivir Sano", como a la N° 20.379, que institucionaliza el subsistema de protección a la infancia denominado "Chile Crece Contigo". Todo ello, con el fin de fomentar y promover la lactancia materna como un medio óptimo e irremplazable para la alimentación saludable de los lactantes, durante los primeros seis meses de vida, continuándola en lo posible hasta los dos años, complementada con otros alimentos.
Dado el noble objetivo que persigue este proyecto de ley, pido a los colegas que lo aprueben, sin perjuicio de que durante su discusión en particular se puedan introducir las indicaciones que sean necesarias para su plena implementación.
Felicito el esfuerzo de la sociedad civil, pues ella puso este tema en el debate público. Fue la organización Mamadre la que se contactó con los parlamentarios que suscribimos esta moción para que, finalmente, se encuentre en debate legislativo.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (22 votos a favor).
Votaron las señoras Allende, Goic, Muñoz, Lily Pérez, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Araya, Chahuán, De Urresti, Espina, Girardi, Guillier, Harboe, Hernán Larraín, Moreira, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Quintana, Quinteros, Ignacio Walker y Patricio Walker.