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HOMENAJE EN MEMORIA DE EX DIPUTADO SEÑOR ARTURO LONGTON GUERRERO
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Conforme a un acuerdo unánime de los Comités, corresponde a continuación rendir homenaje en memoria del ex Diputado señor Arturo Longton Guerrero.
Quiero saludar a quienes nos acompañan esta tarde en las tribunas: a su exesposa, señora Amelia Herrera Silva; a sus hijos, señora Amelia y señores Arturo y Andrés Longton Herrera; a su hermana, señora Beatriz Longton Guerrero; al Alcalde de Villa Alemana, don José Sabat; al señor Sebastián Fadda, y a doña Mane Zoro Ubilla.
En primer término, tiene la palabra el Senador señor Francisco Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, saludo con mucho afecto a mi amiga Amelia; a sus hijos: Amelia, Andrés y Arturo; a Beatriz, hermana de Arturo Longton; al Alcalde José Sabat, y a todos y cada uno de los familiares que hoy están testimoniando nuestro cariño hacia un gran amigo y servidor público.
Honorable Senado:
En representación del Comité de Senadores de Renovación Nacional, quiero rendir un merecido homenaje en memoria del ex Diputado señor Arturo Longton Guerrero, destacado servidor público de nuestra Región, la de Valparaíso, y gran amigo de nosotros.
Hijo de don Arturo Longton y de doña María Nora Guerrero, nació en Limache el 25 de junio de 1948.
Recibió su educación primaria en el Colegio Salesiano de Valparaíso y continuó con su educación secundaria en el Liceo Fiscal de Recreo, en Viña del Mar.
Durante un breve período cursó Licenciatura en Historia en la Universidad Católica de Valparaíso. Luego se cambió a la Facultad de Derecho de ese mismo establecimiento, y posteriormente se trasladó a la misma carrera en la Universidad de Chile, donde se licenció en 1974. También realizó un doctorado en Derecho Histórico en la Universidad Complutense, de Madrid.
Lo conocí hace muchos años, como correligionario de nuestro partido y en el ejercicio de su cargo parlamentario, que se extendió por cuatro períodos, y también en sus otras funciones públicas.
Arturo sintió desde muy joven la vocación de servicio público, ya que al poco tiempo de haber obtenido su título de abogado comenzó su ejercicio profesional en la Corporación de la Reforma Agraria -permaneció en ella durante algún tiempo-, donde desempeñó el cargo de Procurador de Santiago y Fiscal Sumariante.
Sin embargo, sus ansias de cercanía hacia la comunidad lo llevaron a participar posteriormente en el quehacer municipal. Así, entre los años 1981 y 1983 ejerció como abogado en la Dirección de Administración y Finanzas de la Municipalidad de Valparaíso.
Mientras cumplía dichas funciones, en 1983 fue designado Alcalde de Quilpué, cargo en el que destacó por diversas obras en favor de la comunidad, lo que le significó el agradecimiento de los vecinos.
Más tarde, en 1987, el Gobierno lo designó Alcalde de Valparaíso, ciudad donde también los habitantes lo reconocieron ampliamente por su trabajo incesante en beneficio de ellos y por las diversas mejoras que impulsó a favor de la comunidad.
Obras muy importantes, como el estadio de la comuna de Quilpué, se lograron en gran medida gracias al esfuerzo y la perseverancia de Arturo.
Una vez cumplido dicho cometido, y como señal de su permanente vocación de servicio a los demás, Arturo Longton postuló a la Cámara de Diputados. Fue elegido el año 1989 para el período 1990-1994, en representación del distrito 12, conformado por las comunas de Quilpué, Villa Alemana, Limache y Olmué, todas las cuales conocieron de muy cerca el trabajo parlamentario y de representación que desarrolló Arturo en beneficio de los vecinos.
Hombre cercano, desarrolló en forma amplia la labor de representación, siempre en terreno y en todo momento representando con honestidad a los habitantes de dicho distrito.
En 1993 fue reelegido para el cuadrienio comprendido entre los años 1994 y 1998, y luego, para el período 1998-2002.
Durante sus dieciséis años de ejercicio parlamentario destacó por su labor legislativa en diversas iniciativas a favor de los consumidores, del medio ambiente, de los trabajadores. Asimismo, fue un ferviente defensor de los derechos humanos.
Integró diversas Comisiones de la Cámara de Diputados: la de Gobierno Interior y Regionalización; la de Derechos Humanos; la de Relaciones Exteriores, y la de Trabajo y Seguridad Social.
Además, fue miembro de las Comisiones Especiales de Régimen Político Chileno; de Desarrollo de la Quinta Región; de Beneficios para los Discapacitados; de la Empresa Marítima del Estado, y de Problemas Carcelarios de Chile (le correspondió presidirla). Y, asimismo, presidió la Comisión Especial encargada de investigar las irregularidades ocurridas en las plantas de revisión técnica de la Sexta Región.
En el ejercicio de su labor parlamentaria, se destacó en todo momento por su tolerancia y por el respeto a sus adversarios políticos, quienes siempre supieron aquilatar estas virtudes.
De igual modo, y sin dejar de representar de la mejor forma a sus electores y de procurar soluciones a las diversas situaciones que los afectaban, llevó a cabo una intensa labor fiscalizadora en distintas materias de incidencia tanto distrital cuanto nacional.
En el año 2005 postuló al cargo de Senador, en representación de la cuarta circunscripción, por su partido, Renovación Nacional. En esta oportunidad no resultó elegido.
Una vez creada la provincia de Marga Marga, que comprende las comunas de Quilpué, Villa Alemana, Limache y Olmué, fue designado por el Presidente Sebastián Piñera, en marzo de 2010, como su primer Gobernador, cargo que desempeñó exitosamente, a plena satisfacción de sus habitantes y de las autoridades gubernamentales. Y en varias ocasiones debió subrogar al Intendente.
Sin lugar a dudas, a Arturo Longton se lo puede considerar como padre de la provincia de Marga Marga, para cuya constitución luchó en el Parlamento.
Renunció a dicho cargo para postular de nuevo a Diputado por el mismo distrito. Tras una ardua contienda electoral, finalmente no logró su elección.
Con posterioridad, y atendida su gran experiencia en el servicio público, fue convocado para desempeñar labores de asesoría de gestión gubernamental en el Gobierno de la Región de Valparaíso, nuestra Región, en las que, como siempre, sobresalió por su pleno dominio en dichas materias.
Arturo Longton fue, a no dudarlo, un servidor público de excepción. Tanto en su cometido parlamentario cuanto en el de gobierno municipal, provincial y regional, sobresalió como activo exponente del regionalismo, al que defendió férreamente.
Dos días antes de su inesperado deceso, sostuve una reunión con él en este edificio. Después de intercambiar ideas sobre las situaciones actual y futura de nuestro país, me comunicó que tenía interés en continuar en el servicio público por su partido, Renovación Nacional. Dijo que, por una cuestión de lealtad, jamás iba a renunciar a dicha colectividad. Traté de convencerlo -y reitero su interés- de que postulara al cargo de Alcalde de la comuna de Quilpué, a la que tanto quería. Considerando su gran experiencia, me pareció que era el mejor candidato. Por ende, nos comprometimos a empezar a trabajar juntos para transmitir su disposición a las instancias pertinentes de nuestro partido.
Estimadas amigas, estimados amigos: la comuna de Quilpué, la provincia de Marga Marga, la región de Valparaíso y el país entero han perdido a un hombre público excepcional (caballeroso, carismático, alegre, de simpatía innata, deportista, muy respetuoso de sus semejantes, preocupado siempre de las inquietudes ciudadanas, inmensamente solidario), quien se encontraba aún en plena capacidad para seguir aportando al servicio público, que era su más caro anhelo.
Por ello, sin lugar a dudas, extrañaremos mucho a quien durante más de treinta años fue una de nuestras figuras más destacadas en el ámbito regional y constituye un ejemplo a imitar por las generaciones venideras.
Hace pocos días su familia cumplió un deseo que Arturo manifestó en vida: donar parte de su biblioteca personal a la Municipalidad de Villa Alemana, para que puedan disfrutarla los vecinos de esa comuna. La donación fue recibida con gran alegría por el Alcalde, don José Sabat, quien nos acompaña esta tarde.
Tengo la plena certeza de que la familia de Arturo Longton, que queda como depositaria del legado imperecedero que le dejó, lo resguardará íntegramente.
Arturo fue un hombre de trato fácil -en sus funerales hubo manifestaciones de dolor, de solidaridad hacia su familia, yo diría que de las más transversales que he visto- y querido por gente de distintas veredas. Porque esta apreciaba al hombre bueno; al hombre que hizo un ejemplo del servicio público: que no se sirvió, sino que sirvió profundamente hasta el último de sus días; al hombre de esfuerzo; al hombre que se construyó a sí mismo; al hombre que forjó también una familia con una fuerte vinculación por el servicio público.
Hoy nos acompaña Amelia Herrera, con quien formó una pareja que durante mucho tiempo se dedicó, en cuerpo y alma, al servicio público (algunos períodos en la alcaldía; otros, en el Parlamento). Finalmente, demostraron que acá hay una familia con sangre de servicio público. Y no me cabe la menor duda de que Amelia, Andrés y Arturo van a seguir el mismo ejemplo.
Es un honor para este Senador hacerle un merecido homenaje a Arturo Longton en nombre de los Senadores de Renovación Nacional, con diversos de los cuales compartió en la Cámara de Diputados y en otras instancias un largo camino: Andrés Allamand, Alberto Espina, José García, Baldo Prokurica, entre otros. Y, por supuesto, también en nombre de algunos con quienes también compartió, como Antonio Horvath.
En nombre de todos ellos le rendimos un cariñoso homenaje.
El Presidente de Renovación Nacional testimonia el compromiso, junto con los Diputados de ese partido que nos acompañan, de hacer este reconocimiento a un hombre bueno, a un ejemplo que dignifica la función pública.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Lily Pérez.


La señora PÉREZ (doña Lily).- Querida familia de Arturo Longton Guerrero:
Arturo era un caballero, así que habría disculpado el olvido del Senador Chahuán, quien no me nombró recién. Y Arturo era un caballero como pocos, respecto a lo cual hay muchas anécdotas en la vida de quienes lo conocimos y nos relacionamos con él.
Quiero recordar algunas cosas de Arturo Longton Guerrero no desde el punto de vista del hombre público, sino del amigo, del compañero, del hombre con el que compartimos ideas liberales por las cuales luchamos durante numerosos años.
Señor Presidente, quizás los familiares de Arturo que se encuentran presentes en las tribunas no lo sepan, pero él escribió el prólogo de un libro hace muy poco tiempo. Me refiero al texto del ingeniero y filósofo Rodrigo Silva, quien forma parte de Amplitud, y que se titula Chile: de un país militar a un país emprendedor. Voy a pedir que les envíen una copia para que lo tengan, porque dicho trabajo lo describe muy bien en cuanto a su pensamiento, en cómo él, sobre la base de la historia de Chile, siempre mostró una faceta de ideas liberales.
Tengo muchas anécdotas junto con Arturo.
Recuerdo que con él y el Diputado Palma, y también con el Senador Horvath, que era Diputado en ese momento, votamos a favor de una fiscalización en contra de las isapres. Y fuimos los únicos que nos pronunciamos de esa forma en la bancada, hace ya bastantes años.
Nos dedicaron una editorial muy dura en un diario y nos llamó el Presidente de la Asociación de Isapres de la época, don René Merino, para conversar respecto del tema. Fue así como nos reunimos con él, y la verdad es que fue increíble la forma en que Arturo defendió una vez más, como siempre lo hizo en todas las iniciativas (la de filiación, mediante la cual dimos derechos a los hijos no matrimoniales; la que dio lugar a la Ley de Divorcio; la relativa a la píldora del día después), las ideas de las libertades personales por sobre las dificultades que algunos siempre pusieron y que impedían sacar adelante esos temas.
Quiero recordar a Arturo no como a una persona que se va y que olvidaremos, sino como a una que nos deja algo. Trabajé intensamente para que fuera nuestro primer Gobernador de Marga Marga, y estoy feliz de haberlo hecho: ¡Me siento orgullosa por ello; por haber insistido para que fuera así, pues resultó un gran Gobernador!
Y les quiero decir a Amelia, a Andrés, a Arturo y a "Amelia chica", como él la llamaba -está Beatriz también, su hermana. Imagino que Lucy no pudo venir desde Valdivia, lo mismo que Nora, su madre-, que él estaba muy orgulloso de su familia y de sus hijos: de "Amelia chica", de Andrés (el abogado) y de Arturo también, por su trabajo en los medios de comunicación.
Y deseo señalarte a ti también, Mane, que te quería mucho. Y te dedico estas palabras. Porque creo que lo más importante que habla de cómo era Arturo no es solo la gente que lo quería, sino las personas que él quiso. Todas deben tener un lugar.
Hablé con el Gobernador de Marga Marga, don Gianni Rivera. Y, dado que queda un cupo en la Glosa de esa provincia, le presenté un proyecto para crear una plaza que lleve el nombre de Arturo Longton.
Nada lo podría representar mejor que un lugar tranquilo; apacible, donde la gente pudiera ir a leer, a conversar, a mirar, a relajarse, a cobijarse bajo la sombra de los árboles. Pienso que precisamente esas cualidades lo hicieron distinguirse como un ser humano excepcional para quienes tuvimos el privilegio de conocerlo más allá de la política.
Por tal razón, espero que ese tributo se pueda concretar en nuestra provincia de Marga Marga, para que sea más que un recuerdo, que un nombre en la hoja de un libro o parte de un Diario de Sesiones del Congreso Nacional, donde quedan registrados los discursos de los legisladores que han formado parte de la historia de nuestra república, para que perdure en las personas de la provincia, quienes lo tuvieron y seguiremos teniendo como nuestro Gobernador.
Muchas gracias.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Ignacio Walker.


El señor WALKER (don Ignacio).- Honorables señores y señoras; estimados Arturo, Andrés y Amelia Longton Herrera; querida Amelia Herrera; familiares y amigos, que hoy nos acompañan:
Como Senador por la Quinta Región Cordillera y la provincia de Marga Marga, que comprende las comunas de Quilpué, Villa Alemana, Limache y Olmué, y en representación de la bancada de la Democracia Cristiana, rindo este sentido homenaje póstumo en memoria de Arturo Longton Guerrero, fallecido recientemente en Quilpué a los 67 años de edad.
Su deceso fue lamentado en el ámbito político nacional en forma transversal, porque la vida y la obra de Arturo así lo ameritan. Además, es una pérdida que se lamenta pues al tratarse de una persona joven, esperábamos más frutos de su labor intelectual y política incansable, avalada por sus grandes cualidades personales, que le permitieron contar siempre con el apoyo más amplio en nuestra Región y en el Parlamento.
Su pérdida fue tan rápida y repentina que aún nos sigue conmoviendo. Resulta difícil resignarse a ella, aunque para mí fue una gran alegría haber podido compartir parte de su vida y ser testigo de su solvencia política y de sus valores éticos y humanos.
Con Arturo, pese a que mirábamos la política desde ángulos distintos, me unía una amistad de muchos años, además de coincidir en la Cámara de Diputados en dos períodos, entre 1994 y 2002.
Tal vez algo que no es conocido en la propia Región y en la provincia es que, antes de desempeñarnos en el Parlamento, Arturo fue mi alumno en el magíster de Ciencias Políticas de la Universidad Católica, donde cursó varios ramos. Guardo muy buenos recuerdos de esa época, que demuestra, además, su interés permanente por la vida académica.
Arturo era de aquellos hombres cercanos, amables y cordiales en el trato. Una persona que anteponía el diálogo ante todo, y la gente lo reconocía. Así quedó demostrado en la masiva concurrencia en un domingo de lluvia a la parroquia Nuestra Señora del Rosario, en pleno corazón de Quilpué, para darle el último adiós a un gran hombre.
Resumir su vida no es tarea sencilla, y aquí ya se ha resaltado su trayectoria.
Tras desempeñarse como Alcalde de Quilpué, cargo que ejerció hasta 1987, fue elegido como parlamentario durante cuatro períodos por el distrito N° 12, que comprende la actual provincia de Marga Marga.
Arturo, innegablemente, desarrolló distintas labores en el quehacer público. Pero, sin duda, una de las tareas más importantes que llevó a cabo, conjuntamente con el también fallecido Diputado Juan Bustos, a quien todos recordamos, fue conseguir la creación de la provincia de Marga Marga, zona que con esmero y dedicación representaba en las diversas Comisiones que integró en la Cámara de Diputados.
En el año 2010 -como sabemos- el Presidente Sebastián Piñera lo nombró Gobernador de Marga Marga -qué designación tan merecida-, cargo que Arturo desempeñó con sabiduría para lograr su identidad como naciente provincia de la Región de Valparaíso y para seguir poniendo en el tapete las necesidades de sus habitantes.
Arturo siempre estuvo ligado al quehacer público en la Quinta Región y en la provincia de Marga Marga. Fue un ciudadano íntegro, profundamente comprometido con sus raíces en la zona, vínculos que lo acercaban tanto a Marga Marga.
Fue un hombre de una trayectoria política destacada que entregó su vida al servicio de sus ideales. Quiero recordar aquí la participación conjunta que nos cupo en la tramitación de la Ley de Matrimonio Civil, la cual estuvo marcada por el signo de la controversia durante casi una década. Ambos defendimos las cualidades de un Estado laico y la necesidad de legislar sobre la materia desde las distintas perspectivas filosóficas que representábamos.
Quienes tuvimos el privilegio de conocerlo, de respetarlo y de compartir con él jornadas de trabajo estamos seguros de que su existencia no ha terminado ni se ha extinguido con su partida. Es más, tengo la certeza de que su legado trascenderá y perdurará a través de sus hijos, de sus amigos y de todos quienes Arturo formó y amó.
La vida brinda oportunidades irrepetibles, y quizás no hayamos tenido la posibilidad de agradecerle cuando estaba vivo. De allí la justicia de este homenaje. En este momento y en este escenario se hace necesario expresar a Arturo y a su familia una palabra de gratitud por su dedicación a la Región, a la función parlamentaria y a la política, que vivió con vocación.
No es importante la edad a la que uno muere, sino la intensidad con que se vive la propia vida.
Soy un convencido de que la trayectoria y el legado de Arturo Longton quedarán en la memoria durante años y décadas, y tengo la convicción de que debemos seguir el ejemplo de un hombre que sirvió a su país, a su Región y a su partido.
¡Buen viaje, Arturo!
Hoy te recordamos con cariño, y expresamos sentimientos de hondo pesar a tus seres queridos y a los familiares que te sobreviven, quienes siempre podrán contar con nosotros.
Muchas gracias.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor García-Huidobro.


El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- Señor Presidente, en primer lugar, saludo a su viuda María Amelia, a sus hijos Arturo, Amelia y Andrés; a su hermana Beatriz; al Alcalde José Sabat, y a todos los familiares y amigos que hoy están con nosotros.
Señoras Senadoras y Diputada y señores Senadores y Diputados que nos acompañan; señor Presidente de Renovación Nacional.
En nombre de los Senadores de la Unión Demócrata Independiente queremos rendir un merecido homenaje a quien fuera un gran Diputado, el señor Arturo Longton Guerrero.
Recordar a Arturo Longton es rememorar a uno de los personajes públicos más importantes de la Región de Valparaíso y, por qué no decirlo, de la política nacional en los últimos treinta años.
Tuve el privilegio de conocerlo cuando ambos nos desempeñábamos como Diputados. Él estuvo siempre e invariablemente vinculado a esta Región y fue un protagonista fundamental en la defensa de la presencia del Congreso Nacional aquí, en Valparaíso.
Toda su vida se desarrolló no solo en esta capital de la Quinta Región, sino en diversas comunas de ella. Y, con ocasión de su vocación de servidor público, tuvo la oportunidad de conocerlas con tal grado de profundidad que asumió con su gente un profundo compromiso de servicio.
Arturo Longton nació en Limache, cursó sus primeros estudios en Valparaíso y realizó los secundarios en Viña del Mar. Se formó en una casa de estudios superiores emblemática de este puerto, como lo es la Universidad Católica de Valparaíso -hoy Pontificia-, buque insignia de la docencia universitaria porteña, cuyo origen y desarrollo es completamente independiente de la Universidad Católica con sede en Santiago.
En la Quinta Región tuvo lugar, además, toda su trayectoria política y el desenvolvimiento de su vocación de servicio. Sus primeros acercamientos a la política y a lo público fueron como secretario y abogado del área de finanzas de la Municipalidad de Valparaíso, mientras se desempeñaba como Alcalde quien fuera también Diputado, don Francisco Bartolucci.
Corría el año 1983 cuando fue nominado Alcalde de la comuna de Quilpué, hoy cabeza de la reciente creada provincia de Marga Marga, con la cual Arturo estuvo política y afectivamente vinculado hasta el fin de sus días.
Cuatro años más tarde le fue encargada la alcaldía de Valparaíso, en la que se desempeñó con brillo hasta su postulación, apenas reiniciado el período democrático, a la Cámara de Diputados por el distrito que en ese momento componían las comunas de Quilpué, Limache, Olmué y Villa Alemana.
A partir de entonces desarrolló una brillante carrera como Diputado por cuatro períodos consecutivos, que concluyó el año 2005 con una compleja pero merecida candidatura senatorial por la Región de Coquimbo.
Siendo representante de la Cámara Baja, Arturo Longton integró numerosas Comisiones, en las que destacó por su lucha en favor de la regionalización (siempre estuvo preocupado del mundo regional, de darle importancia a las regiones en el contexto nacional), y, muy especialmente, por su férreo compromiso con la creación de la provincia de Marga Marga.
Precisamente por tal compromiso irrenunciable por las comunas que representó como Diputado, el Presidente de la República Sebastián Piñera lo designó primer Gobernador de la reciente creada provincia.
Más allá de su extensa y exitosa carrera política y de su innegable y auténtico compromiso con la gente de su región, Arturo destacó por sus cualidades humanas. Era afable, apasionado por todo lo que hacía e irradiaba una simpatía que quienes tuvimos la oportunidad de conocerlo disfrutamos intensamente. Siempre tuvo una palabra amigable, sobre todo con el que más lo necesitaba.
En este momento en que recordamos y rendimos un justo homenaje a un hombre público ejemplar, vayan nuestros saludos nuevamente a su familia, representada aquí por María Amelia, quien fue Diputada por el mismo distrito que él; a sus hijos, María Amelia, Arturo y Andrés; y a su hermana Beatriz.
Señor Presidente, solo los hombres capaces de sembrar alegría en los corazones perpetúan su existencia en la memoria de otros hombres.
Arturo Longton Guerrero fue precisamente uno de esos hombres excepcionales en lo humano que permanecerá siempre en nuestra memoria y en nuestros corazones.
He dicho.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Tuma.


El señor TUMA.- Señor Presidente, estimados colegas Senadores y Diputados que nos acompañan esta tarde, quiero entregar un saludo muy especial a la viuda, a los hijos y a la hermana de don Arturo Longton; a sus demás familiares, y al señor José Sabat, Alcalde de Villa Alemana.
Esta es una de esas instancias en que el Senado da testimonio, a pesar de las diferencias políticas entre nosotros, de los méritos que un político destacado ha alcanzado en su vida, después de haber pasado por el Congreso Nacional.
Rindo este homenaje en nombre de los Senadores del Partido por la Democracia.
Cuando nos enteramos de que se iba a hacer este reconocimiento, me apresuré a pedir en mi bancada el honor a intervenir en esta ocasión, puesto que, al igual que muchos de quienes estamos acá, tuve la oportunidad de relacionarme con Arturo en la Cámara de Diputados. Ahí pude compartir con él durante tres períodos (doce años), tiempo en el que lo conocí como persona, como parlamentario, como amigo.
Luego valoré su desempeño como Gobernador.
Es difícil homenajear a quien reúne tantos méritos. No se trata de no hallar qué decir, sino de decidir desde qué ángulo hablar: ¿desde su condición de padre, de hermano, de hijo, de ciudadano, de Gobernador, de alumno, o desde la óptica de su trabajo parlamentario? Yo escogí esta última perspectiva para enfocar mis palabras, pero antes entregaré algunos datos biográficos.
Arturo Longton nació en la apacible ciudad de Limache el 25 de junio de 1948. Fue hijo de Arturo Longton y María Nora Guerrero.
Sus estudios primarios los realizó en el Colegio Salesiano de Valparaíso y los secundarios, en el Liceo N° 2 de Recreo, en Viña del Mar.
Finalizada su etapa escolar, cursó Licenciatura en Historia en la Universidad Católica de Valparaíso, sin concluirla. Después abrazó la carrera de Derecho en la Universidad de Chile y se tituló en 1974. Posteriormente, obtuvo el grado de Doctor en Derecho Histórico en la Universidad Complutense de Madrid.
Comenzó su actividad profesional como abogado procurador de Santiago y fiscal sumariante de la Corporación de la Reforma Agraria (CORA).
Luego pasó a ocupar cargos importantes dentro del quehacer público en la Quinta Región (hoy Región de Valparaíso).
Fue secretario-abogado del Área de Administración y Finanzas de la Municipalidad de Valparaíso entre 1981 y 1983, cuando era Alcalde don Francisco Bartolucci Johnston.
En 1983 fue Alcalde de Quilpué, responsabilidad que ejerció hasta 1987. Luego asumió la Alcaldía en Valparaíso, cargo que ocupó hasta 1988.
Fue un destacado militante de Renovación Nacional, partido al que perteneció hasta el día de su fallecimiento.
Sucesivamente, en diciembre de 1989, de 1993, de 1997 y de 2001, fue elegido Diputado por el Distrito Nº 12, compuesto por las comunas de Olmué, Limache, Villa Alemana y Quilpué (Quinta Región).
Integró diversas Comisiones en la Cámara Baja, entre las cuales resalto las siguientes: la de Régimen Interno y Administración; la de Gobierno Interior, Regionalización, Planificación y Desarrollo Social; la de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana (muchos recordamos su participación en el Parlamento Latinoamericano); la de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía.
Fue jefe de la bancada del Partido Renovación Nacional.
Asimismo, destacó como miembro y Presidente de la Comisión Especial que establece Beneficios para los Discapacitados. Esto nos da una idea de dónde estaban enfocadas las sensibilidades de Arturo.
Señor Presidente, vuelvo a lo que señalaba al inicio de mi intervención: es difícil rendir el presente homenaje, pero más difícil resulta decidir desde qué ángulo hacerlo. Yo he elegido el enfoque parlamentario, porque he revisado las mociones presentadas por Arturo Longton en la Cámara de Diputados.
La mayoría de ellas le confiere el carácter de legislador visionario, porque varias de esas propuestas legislativas después se han convertido en ley o han sido materia de preocupación de varios gobiernos.
Durante su trabajo parlamentario, participó en proyectos tan emblemáticos como:
-El que modifica el artículo 25 del Código del Trabajo, en lo relativo a eliminar la imputación de los tiempos de espera a la jornada de trabajo de los conductores del transporte de carga.
-El que enmienda la Ley General de Telecomunicaciones para regular los tendidos de cables aéreos de suministro de señales y energía, reforma que ha dado origen a varias iniciativas en el Congreso en esa línea. Ojalá tengamos una legislación que limpie nuestras calles de tales elementos. Pero dejo constancia de que el proyecto inicial fue planteado por Arturo hace bastantes años.
-El que otorga la calidad de entidad de derecho público a las instituciones religiosas constituidas conforme al decreto Nº 110, de 1979, del Ministerio de Justicia, que hoy es ley de la república.
-El que modifica la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades en materia de integración del Concejo Municipal.
-El que reforma la ley Nº 20.032, con el objeto de exigir exámenes sicológicos a las personas que trabajan en centros del Servicio Nacional de Menores (SENAME) y en hogares de colaboradores acreditados.
-Y el que establece que la prescripción en delitos sexuales contra menores se computará desde el día en que estos alcancen la mayoría de edad.
Arturo Longton fue autor de esas mociones, entre muchas otras.
Una de las grandes iniciativas que presentó fue la que impulsó en el año 2003 con la finalidad de modificar el Código Sanitario, en lo relativo al aborto terapéutico.
Por otra parte, entre marzo de 2010 y noviembre de 2012, fue Gobernador de la Provincia de Marga Marga, constituyéndose en el primero en ocupar ese puesto.
Además, participó con gran entusiasmo en la última elección parlamentaria. Aun cuando no obtuvo el éxito, la población le ha reconocido su aporte y vocación de servicio público.
Señor Presidente, la muerte de Arturo Longton nos llena de un profundo dolor; su recuerdo nos inspira a seguir luchando por construir una patria mejor, y su testimonio de vida es una invitación permanente y abierta a hacer nuestro trabajo parlamentario cada día mejor y a actuar como hombres y mujeres de bien.
Gracias por tu ejemplo de vida, estimado y recordado Diputado Arturo Longton.
Muchas gracias.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor De Urresti.


El señor DE URRESTI.- Señor Presidente, permítame saludar a mi estimada tía Amelia; a mis primos Arturo, María Amelia y Andrés; a la tía Beatriz, y a don Jorge Peric, tío de mucho tiempo, quien siempre estuvo acompañando a Arturo.
Disculpen que no me hallara presente cuando me correspondía hablar. Estaba tratando de comunicarme con mi abuela Nora en Valdivia, quien no pudo asistir al entierro de Arturo el día 3 de julio. A ella de seguro le habría gustado presenciar el homenaje que ahora rendimos en el Senado.
Arturo Longton era mi tío; hermano de mi madre, Lucy Longton.
De él aprendí muchas cosas, que contaré en esta ocasión, no como Senador, sino como sobrino.
Las vueltas de la vida: ahora despido a mi tío Arturo.
Deseo saludar igualmente a los familiares que nos acompañan y, también, al Alcalde de Villa Alemana, don José Sabat.
Gracias por sus palabras sinceras, profundas y descarnadas el día del funeral. Cuando se habla con franqueza, no se ofende a nadie. Sus expresiones, señor Alcalde, nos interpretaron, al menos a mí y a mi madre.
A Arturo Longton lo conocí de pequeño como "el tío Arturo".
En esa época partió con Amelia a España. Contradicciones de la vida -lo dijo Marcelo Schilling en el homenaje en la Cámara de Diputados-: Amelia es hija de un socialista y se fue a España por amor a su esposo. Recuerdo cómo nos comunicábamos: dado que el teléfono aún no se masificaba, utilizábamos cintas y cartas para hablar con ese tío que se dedicaba a la política.
Los caminos nos condujeron por destinos distintos: yo, en el Partido Socialista; Arturo, en Renovación Nacional.
Lo principal que aprendí de él fue la tolerancia, el respeto, la diversidad; saber confrontar ideas y no ser absolutista; tratar de persuadir al otro; ver la vida con alegría, gozarla; ser amigo de nuestros amigos y reconocer en el adversario político un amigo que también tiene ideas.
Luego vino la campaña parlamentaria del 89. Lo vi prometer cuando asumió en marzo del 90, con la recuperación de la democracia.
Ese día -¡las vueltas de la vida!- yo estaba afuera del Congreso, en la calle, repudiando al dictador, quien venía a entregar la banda al Presidente democrático, don Patricio Aylwin.
Otra vuelta de la vida: Arturo me acompañó cuando, en marzo del año pasado, prometí como Senador de la república. Mi invitado de honor fue el tío Arturo junto a mis padres y a mi familia (mi señora y mis hijos).
Él fue Diputado durante cuatro períodos, y mis colegas han recordado distintas experiencias parlamentarias.
No me tocó compartir con él en ese plano, pero sí conocí su solidaridad, su entendimiento, su capacidad de reconocer virtudes en el adversario.
En el año 1997 hizo dupla en su distrito con un gran socialista, Juan Bustos, quien, además, había sido amigo del padre de Amelia. Ambos parlamentarios colaboraron y disputaron en distintas iniciativas, y representaron a su zona -luego se convirtió en la provincia de Marga Marga- desde sus trincheras, pero siempre con un trato tolerante. Tal situación -me consta- continuó con Marcelo Schilling, su compañero en ese distrito hasta el último tiempo.
Posteriormente, Arturo fue Gobernador. ¡Vaya que quería a su provincia! ¡Vaya que la representó con fuerza, con las ideas que siempre lo inspiraron!
Quiero reconocer en él -tal vez a eso se debe la valoración transversal que todos han hecho tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado- su carácter liberal en el amplio sentido de la palabra.
Tal vez su paso y formación en España, en ese tiempo en que me contaba que vendía libros; que trabajó en una inmobiliaria; que hizo miles de cosas además de dedicarse al Derecho, mientras nacían sus hijos, lo llevó a entender la transición que ahí se vivía, la apertura luego de tantos años de oscurantismo.
Destaco también su posición marcadamente verde, en defensa del medio ambiente. Recuerdo que participó en la Bancada Verde junto con muchos de los colegas aquí presentes: Girardi, Navarro y otros.
Valoro, asimismo, su postura clara y precisa respecto del divorcio, no con dogmatismos ni con la visión cerril de alguna Derecha bastante ultramontana.
La misma perspectiva tolerante asumió para entender que los hijos nacidos dentro y fuera del matrimonio son iguales ante la ley, razón por la cual había que terminar con la odiosa distinción entre hijos legítimos e ilegítimos.
Pude compartir con Arturo esos planteamientos. Nos aproximaban absolutamente.
Igual cosa frente a su posición acerca del aborto. ¡Qué agradable sería escuchar de él palabras de tolerancia ante un derecho que esperamos que este Parlamento consagre para la sociedad, especialmente para las mujeres!
Su carácter de librepensador, sin lugar a dudas, lo llevaba a comprender mejor la sociedad.
Permítanme desear que mi abuela, María Nora, "Norita", "la Nona", vea a su hijo.
Estuve con mi abuela el día viernes en que falleció Arturo. No pudo viajar. Espero que para ella y para mi madre, este sea un justo reconocimiento a su hijo y hermano, respectivamente. Ojalá también lo sea para mis tíos y mi tía.
Arturo, deseo que hacia donde vayas -no sé si hay cielo u otro lugar- encuentres un camino de paz.
Finalmente, quiero recordar dos episodios en los cuales, al margen de las ideas y visiones distintas, mi tío estuvo presente.
En septiembre de 1984 fui detenido en Chillán. Mi madre, ante la angustia de no saber dónde estaba, recurrió a su hermano. Algo debe haber ayudado porque no padecí los estragos que sufrieron otros compañeros.
Y en 1986 de nuevo fui detenido, esta vez en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. Recuerdo que, luego de ocho días en la Primera Comisaría, llegó Arturo y nos indicó el requerimiento que teníamos del Ministerio del Interior. Estábamos en trincheras opuestas, pero ahí actuó el tolerante, el librepensador, el amigo de sus amigos: mi tío Arturo.
Descansa en paz donde estés, ya sea que hayas llegado a algún lugar o vayas en camino.
De seguro te recordarán no solo tu provincia, sino también quienes se dedican a la política en Chile. Los que hacemos de esta actividad un oficio debemos entender que pensar diferente no tiene por qué llevarnos a ser adversarios.
Muchas gracias.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- A usted, Su Señoría.
Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, saludo a la familia de Arturo; en especial, a sus hijos y a su sobrino Alfonso.
Todos quienes tuvimos la posibilidad de compartir con Arturo en la Cámara de Diputados durante años aprendimos a conocerlo y a quererlo.
Lamentablemente, no pude estar presente en el funeral.
Cuando supe de la noticia, me generó sorpresa y me dio un poquito de rabia. Habíamos estado hace un tiempo conversando en Temuco y luego acá, en Valparaíso.
Ante ello, uno dice: "Se mueren los buenos".
Hago presente que, a pesar de las diferencias políticas con Arturo, siempre fue posible dialogar y discutir, aunque a veces fuera de modo severo.
Pero no deja de sorprenderme el hecho de que las personas, aun cuando quieran disfrutar la vida, ¡se mueran!
A veces, ello sucede sorpresivamente. Y así ocurrió en este caso. Habíamos quedado en conversar sobre la política, el futuro. ¡Y no alcanzamos a hacerlo!
Cabe señalar que Arturo no solamente tenía amigos en la Derecha; contaba con hartos en la Izquierda también, por su capacidad de tolerancia, de comprender y ayudar a comprender. Me decía: "Mira, yo soy un momio liberal. Entonces, si quieres entender a la Derecha, conversemos más".
Cuando estábamos en la Cámara Baja, diálogos con él sobre puntos divergentes sí me ayudaban a comprender una parte del espectro político con la cual teníamos diferencias. En esas circunstancias Arturo se convertía en un muy buen puente.
Formamos la Bancada Verde con el Senador Girardi en mi primer año como Diputado, en 1994. Y Arturo, liberal, nos aganchaba a todas: si había que ir a Arica para defender a la población de los polimetales, de la contaminación, ahí estábamos en los tribunales interponiendo una querella en contra de los contaminadores.
Cuando hablábamos de medioambiente y había que enfrentar a las empresas, Arturo decía: "Por esto me van a pegar, pero vale la pena," -efectivamente, a veces lo apretaban- "porque creo firmemente en esto y, por último, mi elección la gané con los votos de la gente, y no creo que sea ni traición ni deslealtad hacer lo que uno considera necesario".
Por tanto, estuvimos en varias batallas medioambientales, en muchos debates. Ahí queda de manifiesto lo que aquí se ha mencionado: había una gran percepción humana acerca de Arturo Longton. Para quienes estamos en la vereda de enfrente, o más bien en la Izquierda, era un grato honor disfrutar de su amistad, sabiendo que teníamos diferencias en lo político.
Como se ha señalado, estudió en la Universidad Católica de Valparaíso, fue gobernador y alcalde.
Bromeábamos muchas veces -aquí está Guido- diciéndole: "Mira, fuiste alcalde de Pinochet". Y él respondía: "Sí, pero soy Diputado con los votos del pueblo".
Había una diferencia marcada entre el inicio de la carrera y su continuidad.
Cuando decidimos formar la Bancada Verde, Arturo fue uno de los pocos que quisieron hacerlo, porque al lado de Girardi en verdad había un serio riesgo en lo político, y las cosas que haríamos siempre generarían más de algún disgusto. Además, con Longton como integrante, la Bancada Verde parecía de Oposición.
Muchos nos reprocharon en su oportunidad por qué estaba la Derecha ahí, y nosotros les contestábamos: "No está la Derecha, sino quienes queremos hacer algo por el medioambiente, y el color que nos une es el verde, no es ni el rojo, ni el blanco, ni el azul de RN". ¡El color de la unidad era el verde!
Además, deseo contarles brevemente que una vez lo invité a la República Árabe Saharaui Democrática, allá en el Sáhara. Durante dos semanas estuvimos recorriendo el desierto del Sáhara con el Frente Polisario, el cual, por lo demás, es un frente revolucionario que mantiene el control de ciertos territorios en contra de Marruecos.
Estuvimos arriba de vehículos militares; hablamos con el Presidente de la República y con todos los ministros; dormimos en el suelo, y recorrimos las carpas beduinas en medio del Sáhara, donde uno anda en jeep nueve horas -uno puede cerrar los ojos mientras el vehículo avanza- y hay solo desierto y desierto.
Al día siguiente de nuestro arribo por primera vez (viajamos en dos ocasiones; la primera, con Arturo), llegamos a la cinco de la mañana a una carpa de beduinos, los cuales estaban con sus camellos, y los Ministros de Defensa y del Interior, que andaban con nosotros, hicieron levantarse a todo el mundo. Y en aproximadamente treinta minutos lo que había era una gran fogata al interior.
Habían llegado los invitados, así que todos salieron a recibirnos.
Estábamos en medio de la carpa, donde se cocinaba carne de camello, que además es exquisita (la probamos con Longton). Pero nos sentíamos, como buenos chilenos, un poco preocupados porque se había hecho levantar a toda la gente a las cinco de la mañana.
Las mujeres cocinaban, servían bebidas, té.
Observamos a un par de chicos de unos 9 o 10 años, a quienes les escuchamos pronunciar un par de palabras en español -lo saharauis tienen varios ministros que hablan español y árabe perfectamente-, y Arturo le pregunta a uno de ellos: "¿Y tú cómo te llamas?" Nos indica su nombre. Y yo le digo: "¿Conoces Chile?". Para sorpresa mía y de Arturo, responde "sí". Y Arturo le consulta: "¿Y qué conoces de Chile?". El niño contesta: "A Salas", ¡El Matador! "¿Y qué más sabes?", le señalo. "También conozco a Zamorano", me comenta.
¡Conocían a Salas y a Zamorano en el desierto del Sáhara...!
Fueron nueve horas de camino en jeep, y ahí estaban ellos, sin televisión, sin radio, dos niños saharauis cuya única referencia que tenían de Chile, o tal vez la más cercana, eran Salas y Zamorano.
Después conversamos más con ellos, porque hablaban español perfectamente, ya que todos los veranos se van de vacaciones invitados por diversas comunidades de España.
Quería contarles la anécdota, pues fue muy muy interesante. Se trata de esos viajes en que uno tiene la posibilidad de compartir, de conocerse más personalmente, no solo en el ámbito de la política.
Por cierto, eso reafirmó mucho más la profunda amistad, el cariño que tengo todavía por Arturo.
Deseo manifestarle a su familia que lamento profundamente no haber podido ir a despedirlo. Pero hoy día en este merecido homenaje se constata que hay hombres que han venido a la política desde la sencillez de lo cotidiano. Porque Arturo, si bien gustaba de hacer discursos, era bastante simple para decir las cosas, no era muy rebuscado.
Siento que su muerte, por un infarto al miocardio, es una lección para muchos que ya han pasado los 50, los 55 años y que creen que la vida es eterna. Es un llamado de atención a cuidarse más, a revisarse, a ir al médico, tal vez, si quieren seguir disfrutando de la vida. Porque lo que me quedó con la partida de Arturo fue la sensación de que, obviamente, la vida hay que vivirla en forma intensa y de que a los hombres buenos -como aquí se ha dicho- y a los buenos amigos -¡aunque sean de Derecha...!- hay que cuidarlos y visitarlos.
Quizás, nos quedó pendiente una conversación sobre política.
Él tenía la característica de formular críticas cuando hacíamos algo que creía indebido. Y como eso era más bien a menudo, se acercaba siempre en la Cámara de Diputados a aconsejarme sobre aquellas cosas que yo no debía realizar. Poco caso le hice, en realidad. Pero en general es bueno que alguien se acerque a uno y se lo diga desde la fraternidad de la amistad y no solo desde la política.
Así que para la familia, para Arturo, los mejores deseos.
Gracias.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- De esta forma, el Senado ha rendido homenaje al ex Diputado Arturo Longton Guerrero.
A toda su familia le manifestamos nuestro cariño, nuestro afecto y nuestra admiración por Arturo.
Muchas gracias por acompañarnos.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).