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APLICACIÓN DE CONVENCIÓN SOBRE COMERCIO INTERNACIONAL DE ESPECIES AMENAZADAS DE FAUNA Y FLORA SILVESTRES


El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Corresponde discutir en general el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que aplica la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, con informe de la Comisión de Agricultura y urgencia calificada de "simple".
--Los antecedentes sobre el proyecto (6.829-01) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 25ª, en 3 de junio de 2015.
Informe de Comisión:
Agricultura: sesión 27ª, en 10 de junio de 2015.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- El objetivo de esta iniciativa es regular las obligaciones que tiene Chile como Estado Parte de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), en especial la prevención, fiscalización y sanción de las conductas que contravengan dicho instrumento internacional, mediante su incorporación a la legislación nacional.
La Comisión de Agricultura discutió este proyecto solamente en general y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señores García, Harboe, Moreira y Quinteros.
Cabe consignar que los artículos 9° y 10 de la iniciativa son de rango orgánico constitucional, por lo que para su aprobación se requieren al menos 22 votos favorables.
El texto que se propone aprobar en general se transcribe en las páginas 14 a 24 del primer informe.
Nada más, señor Presidente.
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Gracias, señor Secretario.
En la discusión general, tiene la palabra el Senador señor Harboe, pues no se encuentra en la Sala el Senador señor Letelier, quien está inscrito en primer lugar.

El señor HARBOE.- Señor Presidente, procedo a informar esta iniciativa en mi condición de Presidente de la Comisión de Agricultura.
Este proyecto de ley, que se halla en segundo trámite constitucional, fue iniciado en mensaje e ingresó a la Cámara de Diputados el 8 de marzo del año 2010, esto es, a fines del primer Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
Sin embargo, dado que su texto no abordaba el asunto de los tipos penales referidos al comercio ilegal de las especies de flora y fauna amenazadas -hoy las normas que se utilizan para castigar esas conductas son la Ley de Caza, la Ley General de Pesca y diversas disposiciones del Código Penal que establecen sanciones menores-, se formó un grupo de trabajo, CITES Nacional, que funcionó durante el mandato del Presidente Sebastián Pinera y cuyo objetivo era consensuar con todas las autoridades involucradas una indicación sustitutiva para remplazar el texto original de dicho proyecto de ley, que se presentó en septiembre de 2014 y que, en lo medular, corresponde al texto aprobado en general por la Comisión de Agricultura, que me honro en presidir.
De esa forma la Comisión de Agricultura del Senado, luego de conocer las presentaciones que hicieron el señor Ministro de Agricultura subrogante y el señor Gerente de Fiscalización Forestal y Evaluación Ambiental de la Corporación Nacional Forestal, y considerando el amplio respaldo que recibió esta iniciativa de ley en la Cámara de Diputados (102 votos a favor, ningún voto en contra y ninguna abstención), la aprobó en general por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores García Ruminot, Moreira, Quinteros y quien habla. Ello, sin perjuicio de invitar a conocer sus puntos de vista y observaciones a la Dirección de Medio Ambiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, al Ministerio del Medio Ambiente, al Servicio Nacional de Aduanas, al Servicio Nacional de Pesca, al Ministerio Público y a las unidades especializadas de la Policía de Investigaciones y Carabineros de Chile, además de un abogado especialista en materia penal, antes de iniciar su discusión en particular.
Cabe destacar que la importancia de este proyecto de ley radica en que busca cumplir con las exigencias internacionales asumidas por Chile como Estado Parte de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), suscrita en 1973 en Washington D.C., que fue ratificada en nuestro país en 1975 y que se promulgó mediante el decreto supremo N° 141, de 1975, del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Lo anterior, con el objeto de situar a nuestro país en el estatus más alto a nivel internacional, que es la categoría 1 (integrada por un número significativo de Estados Partes), y en particular, antes de la próxima Conferencia de las Partes, que se realizará en Sudáfrica en enero de 2016. Ello implica mejorar las regulaciones internas en materia de comercio y movimiento de fauna y flora silvestres, a fin de impedir cualquier transgresión al comercio internacional de las especies protegidas, que es justamente el objeto que persigue el presente proyecto de ley.
En términos generales, la Convención CITES regula el comercio de las especies amenazadas de flora y fauna silvestres incluidas en alguno de sus tres Apéndices: el Apéndice I contiene las especies en peligro de extinción, respecto de las cuales se exige el máximo control y regulación; el Apéndice II considera las especies que no necesariamente se encuentran en peligro de extinción pero que podrían estarlo si su comercio no se restringiera, y el Apéndice III incorpora las especies que no se hallan en peligro de extinción pero que están sometidas a regulaciones nacionales especiales y, como tales, necesitan de la cooperación de las otras Partes para su protección.
A nivel global, en el Apéndice I existen 178 especies inscritas; en el II, 34.000, y en el III, 160. En el caso de Chile, en el Apéndice I hay solo 34 especies, y en el II, 292; en el III no existe ninguna.
La iniciativa en debate se encuentra estructurada en cinco títulos, que se desglosan en quince artículos permanentes y dos disposiciones transitorias.
En términos generales, aborda las siguientes materias.
El Título I Disposiciones Generales establece el objetivo de la futura ley, cual es regular las obligaciones asumidas por Chile como Estado Parte de la Convención CITES; consagra la prevalencia sobre la legislación en proyecto de la ley especial vigente en materia de sanidad vegetal y salud animal; autoriza el comercio de los especímenes, partes, productos o derivados de las especies de los listados de los Apéndices I, II y III, conforme a las condiciones establecidas en la Convención CITES; declara que forman parte de la Convención los Apéndices I, II y III, y define, de acuerdo con la Convención, los conceptos de especie, espécimen, comercio, reexportación e introducción procedente del mar.
El Título II Autoridades dispone qué autoridades se encuentran vinculadas a este proyecto.
En el caso de las administrativas, señala las siguientes: Ministerio de Agricultura (flora terrestre); SAG (fauna terrestre); Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (especies hidrobiológicas), y Dirección de Medio Ambiente y Asuntos Marítimos del Ministerio de Relaciones Exteriores (coordinación de los órganos nacionales con los internacionales).
Luego menciona las atribuciones de esas autoridades: entre otras, emitir certificados y permisos para el comercio de especímenes de las especies; efectuar el control y la verificación de los permisos; evaluar el origen de los especímenes; determinar la aplicación de exenciones; fiscalizar; incautar especímenes; mantener los registros de los especímenes, y establecer comunicación con la Secretaría de la CITES.
El Título III se refiere a los registros de comercio de especímenes incorporados en los Apéndices de la CITES.
Al efecto, dispone que dichos registros estarán a cargo de las autoridades administrativas y que un reglamento determinará el procedimiento de inscripción y la permanencia de las especies. Asimismo, establece causales de inhabilidad para los requirentes de una inscripción.
El Título IV Infracciones y Sanciones establece un catálogo de faltas y delitos, con sus respectivas penas, y radica la competencia para conocer de las faltas en el juez de policía local correspondiente.
Y el Título V Otras Normas, entre otras cosas, introduce modificaciones en la ley N° 19.473, sobre Caza, para adecuarla a esta Convención.
Finalmente, el artículo primero transitorio otorga un plazo de 90 días, contado desde la publicación de la ley en proyecto, para elaborar los reglamentos que mencionan los artículos 5° y 7°.
Y el artículo segundo transitorio regula el financiamiento del gasto fiscal que involucra la futura normativa.
Por último, debo señalar que la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres es el único instrumento internacional de carácter global que combina la protección de la vida silvestre y los controles al comercio internacional con instrumentos legales, lo que permite alcanzar los objetivos de conservación y uso sustentable de la biodiversidad. En efecto, se trata de una poderosa herramienta para alcanzar el control sobre el comercio sustentable y la conservación de las especies.
Es cuanto puedo informar, señor Presidente.
Solicito a la Sala aprobar en general esta iniciativa.
He dicho.
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Moreira.


El señor MOREIRA.- Señor Presidente, no hay duda de que luego del informe rendido por el Senador Harboe la Sala aprobará el proyecto en debate. Y ello, en atención a los sólidos argumentos que entregó Su Señoría.
Al respecto, quiero hacer un par de acotaciones y precisiones en mi calidad de miembro de las Comisiones de Agricultura y de Medio Ambiente, instancias donde nos hemos ido encauzando en un camino de preocupación por los temas ambientales y de la vida silvestre, que requieren cada vez mayor legislación y atención por parte del Estado.
El objetivo de la iniciativa que nos ocupa es regular las obligaciones contraídas por Chile como Estado Parte de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), aprobada el 28 de enero de 1975 (¡quizás nos demoramos varios años...!).
Este proyecto ingresó a tramitación -como bien se mencionó- el 8 de marzo de 2010. Sin embargo, su texto original fue modificado por una indicación sustitutiva el 5 de septiembre de 2014.
La Convención en comento es uno de los acuerdos multinacionales más importantes en cuanto a resguardo de flora y fauna. Sus disposiciones tratan de proteger a diversas especies. Así, "... persigue un compromiso con el desarrollo sustentable y con la implementación de políticas reguladoras del comercio internacional que se encuentren en armonía con el medio ambiente. En consecuencia, su fin último es que el comercio internacional de especies silvestres no amenace la supervivencia de éstas en el medio silvestre".
En la iniciativa en debate se establecen de manera expresa las autoridades administrativas encargadas de la fiscalización, la que estará a cargo, principalmente, del Ministerio de Agricultura y de los servicios a los cuales encomiende tareas específicas; del SAG, y del SERNAPESCA.
La Convención regula el comercio por medio de "permisos especiales" que debe otorgar la correspondiente autoridad administrativa.
¿Qué pretende el proyecto en discusión?
Muy simple:
-Incluir en Chile todas las especies amenazadas que figuran actualmente en los Apéndices de la CITES.
-Definir los conceptos de comercio, exportación, importación, reexportación e introducción procedente del mar (tránsito y transbordo).
-Penalizar el comercio ilegal -bien lo señaló el Presidente de la Comisión- con sanciones disuasivas (algunas, privativas de libertad, y otras, pecuniarias).
-Regular el comiso de los especímenes, partes o productos comercializados ilegalmente.
Señor Presidente, hay urgencia en legislar acerca de la materia en análisis, pues, como país, Chile está en los límites de tiempo para cumplir con la normativa CITES.
También quiero señalar un último aspecto. Las indicaciones introducidas mejoran, en general, la iniciativa, que pretende cumplir con una obligación internacional. Recordemos que con la Convención firmada por Chile en el año 1975 se pretendió y se pretende proteger nuestras especies nativas por medio de la cooperación entre países. En efecto, nuestros vecinos tienen estas normas incorporadas a sus legislaciones, con excepción de Bolivia.
Necesitamos contar con un ordenamiento jurídico adecuado, que permita el comercio, pero resguarde de manera apropiada todo tipo de fauna y flora, así como funcionarios del mejor nivel profesional, con la capacitación pertinente, para que en la tarea de fiscalización no se cometa ningún tipo de arbitrariedad, especialmente porque el articulado establece penas de presidio para algunos delitos y cuantiosas multas.
Finalmente, estimo relevante mencionar que el proyecto fue aprobado en general y en particular el 2 de junio recién pasado en la Cámara de Diputados por la unanimidad de los presentes. Creo que en el Senado debiéramos hacer exactamente lo mismo.
Como legislador y miembro de las Comisiones de Agricultura y de Medio Ambiente, juzgo importantísimo que nuestros gobiernos y el Estado fijen su mirada permanente en estos aspectos, porque son importantes para la humanidad, para el medio ambiente y para la conservación de las especies, más aún cuando en ese último órgano técnico estamos estudiando la iniciativa sobre la biodiversidad.
Esperamos que del Hemiciclo surja un llamado respetuoso al Ministerio para que nos apuremos con dicho proyecto, que si bien es cierto es de una Comisión distinta, como la de Medio Ambiente, no deja de ser importante por el entorno de la discusión de distintos articulados de esta naturaleza.
Como siempre, y al igual que respecto de otras materias, voto que sí.
El señor HARBOE.- ¿Es posible abrir la votación, señor Presidente?
El señor QUINTEROS.- Conforme.
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Así se hará, entonces, sin perjuicio de mantenerse el tiempo de las intervenciones.
En votación.
--(Durante la votación).
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, después de escuchar al Presidente y al ex Presidente de la Comisión de Agricultura es poco lo que se puede agregar.
Solo deseo recordar que hace más de cuarenta años Chile suscribió la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, denominado CITES, para regular y combatir el comercio ilegal de que ellas, animales o vegetales, sean objeto. Sin embargo, la Secretaría de la Convención lo ha calificado en la categoría 2, debido al incumplimiento de algunos requerimientos establecidos en dicho instrumento.
Lo que buscamos hoy día a través de la aprobación de la iniciativa en debate es elevar el estándar de cumplimiento para que Chile pase a ser considerado en categoría 1. Para ello, se abordan compromisos que no habían sido satisfechos a cabalidad, relacionados con los listados de especies cuya comercialización debe ser regulada bajo los términos establecidos por la Convención.
Nuestro país puede solicitar que se agreguen otras nuevas, y proteger, de este modo, su patrimonio natural, particularmente relevante en una Región como la que represento -la de Los Lagos-, rica en biodiversidad tanto en áreas terrestres como marinas.
El texto también presenta un claro avance en lo relativo a la tipificación del delito de comercio ilegal de las especies reconocidas por la Convención.
Se establecen la sanción de multa de hasta cien unidades tributarias mensuales y el comiso con relación a quienes no puedan acreditar el legítimo origen de aquellas que tengan en su poder, y se puede llegar hasta el presidio en caso de introducirlas o de extraerlas. Ello nos permite cumplir con el requerimiento formulado respecto de contar con penas que logren una efectiva disuasión del ilícito.
Finalmente, se avanza en la regulación del procedimiento asociado a la incautación de especies en aquellos casos en que proceda una investigación de hechos constitutivos de delito.
En cumplimiento de los términos del instrumento internacional, el país señala las autoridades administrativas que serán responsables de la aplicación de las normas, correspondiendo aquellas a diversos servicios, como el SAG, la CONAF, el SERNAP y otros.
Lo más apropiado habría sido que la mayor parte de estas funciones quedaran radicadas en el Servicio para la Biodiversidad, como aquí se ha dicho, pero la iniciativa que lo crea aún está en trámite en esta misma Corporación.
Con todo, a través de la aprobación del proyecto de ley lograremos que nuestro país siga fortaleciendo su rol en la preservación de su fauna y flora. El mejoramiento en la aplicación de nuestro ordenamiento y la eliminación de ciertos vacíos legales que disminuían nuestra capacidad de proteger nuestra biodiversidad generarán beneficios que serán disfrutados por las futuras generaciones.
Voto que sí.
El señor NAVARRO (Vicepresidente).- Puede intervenir el Senador señor Horvath, Presidente de la Comisión de Medio Ambiente.


El señor HORVATH.- Señor Presidente, el instrumento que nos ocupa, ratificado por Chile en 1975 -han pasado cuarenta años-, es particularmente importante. Y no es que no se haya hecho nada hasta hoy día. El país ha participado en todas las convenciones internacionales y, desde luego, ha demostrado sus políticas a través del Servicio Agrícola y Ganadero, la Corporación Nacional Forestal y el SERNAPESCA, en lo referente a la fauna y los ecosistemas hidrobiológicos. Faltaba hacer carne la normativa en una ley explícita para el territorio nacional, como bien se ha señalado acá.
Quisiera consignar que los esfuerzos hasta la fecha, desde hace cuarenta años -y hasta de antes-, son conocidos. Por ejemplo, se pueden citar los libros rojos de las especies de flora y fauna amenazadas, en peligro e incluso en extinción. Entonces, hay un trabajo científico e institucional importante.
En seguida, estimo necesario aprobar en general la iniciativa, pero no en particular, porque algunas materias tienen que estar necesariamente asociadas. Al final del articulado se expresa que el mayor gasto fiscal se va a cubrir con cargo al presupuesto de los ministerios que se mencionan y a lo que se genere a través de la Ley de Presupuestos del sector público; pero es preciso financiar la educación, la difusión, los centros de rescate, elementos que no se encuentran claramente señalados.
Por otra parte, me parece conveniente que la Comisión de Agricultura, cuando cite a la discusión particular, invite a las de Medio Ambiente y de Pesca para poder considerar en su real dimensión que el proyecto efectivamente sea un avance más allá de la Convención y de lo que se hace explícito en cuanto a las reformas a la Ley sobre Caza y otros ordenamientos.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor García.


El señor GARCÍA.- Señor Presidente, sorprende que el Congreso Nacional demore cuarenta años en confirmar un instrumento como aquel del cual se trata, destinado a proteger la flora y la fauna amenazadas. Se cumple el dicho "más vale tarde que nunca".
Dicho eso, anuncio que los Senadores de Renovación Nacional votaremos a favor de la iniciativa y que en la discusión particular vamos a poner especial atención en cómo Carabineros de Chile, la Policía de Investigaciones, el Servicio Agrícola y Ganadero, la Corporación Nacional Forestal y Aduanas, en lo que pudiera corresponderle, entre otros servicios públicos, contarán con medios para poder profundizar la fiscalización. Porque darle contenido a la Convención probablemente tiene que traducirse en que se dispondrá de mayores facultades y, en lo fundamental, de más funcionarios que puedan ejercer un control y evitar el comercio internacional de especies de la flora y la fauna silvestre amenazadas. Creo que si no les damos efectividad a dichos organismos, este importante instrumento va a continuar siendo letra muerta.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Puede intervenir el Honorable señor De Urresti.


El señor DE URRESTI.- Señor Presidente, considero que el proyecto de ley es importante y que las intervenciones demuestran el consenso para aprobarlo.
A mi juicio, es fundamental explicar que la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres -conforme a su denominación en inglés, CITES- persigue la finalidad de velar porque el tráfico de animales y plantas de esa índole no constituya una amenaza para su supervivencia y de garantizar su sustentabilidad a fin de preservar los recursos para las generaciones venideras.
Precisamente, su texto se redactó como resultado de una resolución aprobada en un encuentro de los miembros de la Unión Mundial para la Naturaleza, en 1963, y fue acordado en una reunión de representantes de ochenta países celebrada el 3 de marzo de 1973 en Washington D. C., Estados Unidos de América, habiendo entrado en vigor el 1° de julio de 1975.
Por eso, es importante la referencia hecha por varios señores Senadores a lo que hemos demorado en la entrada en vigencia y a poder generar efectivamente un marco normativo que habilite la protección de nuestras especies de flora y fauna silvestre amenazadas.
Hoy día, con el desarrollo y la conciencia ecológica en nuestro país, con una clara presión por parte de sectores económicos y, en el caso del sur, de la industria forestal -¿por qué no decirlo?-, que ha ido "colonizando" importantes sectores, es fundamental contar con un marco jurídico que le dé a Chile una categoría internacional en este tipo de situaciones y con los instrumentos de protección necesarios en cuanto a la legislación interna.
Saludo y valoro la iniciativa. Pero es imprescindible que el Ejecutivo pueda avanzar en concordancia con organismos como el SAG, la CONAF, Aduanas, a fin de disponer de todas las herramientas para que el comercio internacional de especies de flora y de fauna amenazadas no prospere y sea objeto de mayores sanciones.
Por eso, voy a votar a favor.
No cabe duda de que el proyecto se va a aprobar, pero es fundamental el reforzamiento institucional, el de personal, para lograr una ley plenamente aplicable y que Chile no esté en listas rojas a nivel internacional, sino que sea un referente en la protección y defensa del medioambiente y en el cuidado de nuestra flora y fauna silvestres.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, tal como se ha dicho, "más vale tarde que nunca".
Seamos claros: lo que ha precipitado esta decisión es la presión internacional. Chile ha incurrido en un grave incumplimiento en ese plano y, por cierto, arriesga sanciones, pero, sobre todo, un deterioro en su imagen de exportador de muchos productos y poseedor de una rica flora y fauna.
Ha pasado un largo tiempo sin muchas explicaciones de por qué no se había ratificado definitivamente nuestra participación plena en CITES.
La medida va a demandarnos un muy importante esfuerzo educativo en el país. La Convención incluye cerca de veintiocho mil especies de plantas y cinco mil de fauna silvestre, tanto de vertebrados como de invertebrados. Lo señala el informe. Dentro de los mamíferos se incluyen todos los felinos, monos, osos, elefantes y cetáceos, muchos ungulados, cánidos y nutrias, así como también algunos roedores, armadillos y murciélagos, entre otros. Dentro de las aves se encuentra regulada casi la totalidad de los tucanes, loros, aves rapaces, todos los picaflores, grullas y flamencos, y varias especies de patos, aves marinas y paseriformes, tales como cardenales, calafates, ruiseñor del Japón, tejedores, obispos, entre muchos otros. Entre los reptiles destaca la totalidad de caimanes y cocodrilos, todas las tortugas de tierra y marinas, boas y pitones, iguanas, camaleones, monitores, tupinambis y varias otras especies de lagartos. Dentro de los anfibios sobresalen algunas salamandras y ranas arbóreas, entre otras.
Expongo el detalle, señor Presidente, porque la población tiene que saber que cuando transporte una especie, cualquiera que sea, puede estar contraviniendo la Convención y la legislación nacional. Y ello obligará a publicar, no solo el listado, sino también la foto -son nombres de difícil manejo-, a fin de que nuestra juventud pueda educarse en la materia. No cabe circunscribirse a aduanas y puertos.
En la discusión particular vamos a tener la posibilidad de revisar cuál será el mecanismo de implementación del texto, por cuanto, como lo señala el artículo 8°, en torno a las infracciones -y es bueno señalarlo-, "Los poseedores o tenedores de especímenes, partes, productos o derivados de las especies, subespecies listadas en los Apéndices de la Convención que, a requerimiento de autoridad competente, no acrediten su legítimo origen, procedencia u obtención de conformidad a las disposiciones de la Convención y la ley", serán objeto de multas de hasta cien unidades tributarias mensuales.
Y el artículo 11 contempla los casos de quien "introduzca a territorio nacional o extraiga de él, los especímenes de las especies, partes, productos o derivados de las especies o subespecies incluidos en los Apéndices" y de quien "venda, ofrezca para la venta, exponga o exhiba al público con fines comerciales, especímenes, partes, productos o derivados de las especies o subespecies".
En definitiva, particularmente el comercio artesanal y el internacional, es decir, los souvenires y toda aquella industria que radica en emprendedores pequeños y medianos, van a tener que ser informados de si los productos que hoy día exhiben en sus vitrinas cumplen con la Convención, para no someter ni a chilenos ni a extranjeros a situaciones complejas.
Es decir, no va a poder ser comercializado un conjunto de especies, como el alerce, por ejemplo. Y de allí deriva mi preocupación. Vamos a sancionar, pero primero tenemos que educar. Tal como está la Convención y como la estamos aprobando, esa madera, en el sur de Chile, particularmente en Chiloé, es de uso cotidiano en las casas, en todo, y se utiliza como leña. Sin embargo, será objeto de protección, por cierto.
Vamos a tener que saber cómo determinar un mecanismo que permita un período de saneamiento, una "interfase", para una regularización por parte de los poseedores actuales de las especies, ya sea animales, aviares o arbóreas. O sea, se trata de aplicar la ley teniendo presente el principio de la buena fe y también informando a las personas. Yo lamentaría profundamente que por hacer cumplir la ley pudiéramos llegar a afectar situaciones que no son de mala fe.
Quiero decir que en muchas comunidades de pueblos originarios este punto tendrá que ser informado y tratado, ya que la obtención, tránsito, permanencia y tenencia de estas especies, que a veces son pasadas por la frontera de manera irregular, están reguladas por la Convención.
Mi segunda preocupación es la capacidad de la institucionalidad chilena para enfrentar la aplicación de este instrumento. Figuran diversos organismos, como el SAG, CONAF, SERNAPESCA, Aduanas, que viene saliendo de un paro de profunda preocupación de sus funcionarios. ¡Ni hablar del SERNAPESCA! ¡O de CONAF, este híbrido raro: un servicio privado con financiamiento público! ¡O del SAG!
Claramente, necesitamos fortalecer los servicios. Y aquí les estamos entregando más pega a funcionarios que ya están sobrecargados de trabajo, nuevas responsabilidades, y no observo que exista para estos servicios públicos una política de fortalecimiento.
No estando en la Sala el Ministro de Agricultura ni ningún otro, quiero señalar que esta sobrecarga laboral debe tener como resultado la capacitación de los funcionarios, mayores recursos, y eventualmente, por cierto, el mejoramiento integral del sistema de fiscalización.
Los funcionarios públicos no pueden hacer milagros.
En este sentido, si hay más trabajo, hay mejor remuneración. Si hay nuevas responsabilidades, hay también mejores condiciones laborales. Y eso significa que esto debe ser conversado con los servicios.
Quiero pedirle, señor Presidente, que esta iniciativa se apruebe solo en general, porque así en la discusión particular existirá la posibilidad de contactar a los servicios fiscalizadores, como asimismo a diversas organizaciones de la sociedad civil que algo tienen que decir en esta materia.
Por cierto, vamos a aprobar este proyecto de ley prontamente, pero no sin antes hacerle una revisión minuciosa, para no solo cumplir con la Convención CITES, sino también para que nuestros organismos y la ley reflejen la capacidad real del Estado de Chile en cuanto a defender y aplicar las disposiciones de dicho instrumento internacional.
Voto a favor.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Señor Secretario, consulte.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor PIZARRO.- Pido que se agregue el mío, señor Presidente.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Así se hará, señor Senador.
Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (29 votos a favor) y se fija plazo para presentar indicaciones hasta el lunes 6 de julio, a las 12.
Votaron las señoras Allende, Goic y Muñoz y los señores Allamand, Araya, Chahuán, Coloma, De Urresti, Espina, García, García-Huidobro, Girardi, Harboe, Horvath, Hernán Larraín, Matta, Montes, Moreira, Navarro, Orpis, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quintana, Quinteros, Tuma, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.