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CREACIÓN DE UNIVERSIDADES ESTATALES EN REGIONES SEXTA Y UNDÉCIMA


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, la iniciativa que discutimos en este momento tiene el mérito de enfocarse en dos ejes fundamentales para el desarrollo de nuestro país: por un lado, la descentralización, que es la base de la equidad territorial, y por otro, la reforma educacional, que apunta a la equidad social.
Lo he dicho en muchas oportunidades: Chile jamás será un país desarrollado si no desarrollamos sus regiones; y estas, a su vez, no se constituirán en polos de desarrollo mientras no cuenten con una capacidad crítica propia, que genere y renueve identidad, conciencia, liderazgo y conocimiento.
Esos son los fines que ordenan las actividades de docencia, investigación y extensión, propias de las universidades, particularmente en las regiones.
Identidad, para formar comunidad; conciencia, para el ejercicio de los derechos y el respeto al medio ambiente; liderazgo, para que los profesionales que se formen cumplan su rol en los ámbitos público y privado, y conocimiento, para transformarlo en ciencia y tecnología producidas desde las regiones.
O sea, no es suficiente contar con nuevas instituciones académicas para aumentar la cobertura, sino que también es preciso que ellas sean protagonistas en sus propios territorios.
Para eso se requieren la asociación con el sector privado y la capacidad productiva de las regiones, no solo de las grandes actividades: también con los pequeños productores, como acabamos de advertirlo en el proyecto relativo a la certificación de productos orgánicos.
Esta pertinencia con el territorio nos obliga a preguntarnos sobre el carácter de una universidad regional y sobre la utilidad de abrir sedes de manera indiscriminada en regiones distintas de la de la sede central.
El proyecto no enfrenta derechamente ese tema, que, a mi modo de ver, puede distorsionar la misión de dichas casas de estudios.
Es el caso de la Universidad de los Lagos, con cuatro sedes universitarias (Osorno, Santiago, Puerto Montt y Chiloé) y más de catorce centros de formación técnica, desde Calama hasta Coihaique; o el de la Universidad Arturo Prat, con seis sedes, desde Iquique hasta Victoria.
Por otra parte, es necesario que estas nuevas universidades regionales mantengan un compromiso real con la calidad en su acción en todos los planos. Ello se garantizará, en una primera etapa, con el acompañamiento de instituciones tradicionales, pero debe ser un objetivo permanente.
Por cierto, la preocupación es válida también respecto del resto de los planteles de enseñanza superior regionales. Algunos de ellos no han logrado acreditarse por plazos más largos, que den cuenta de un grado de madurez institucional.
Asimismo, si queremos contar con universidades regionales de calidad, debemos preocuparnos de fortalecer la investigación y generar redes con los establecimientos de la Capital. Para ello, los fondos asignados por el Estado deberían considerar alguna prioridad en cuanto a aquellos proyectos de investigación patrocinados por consorcios que contaran con al menos dos o tres universidades regionales.
Señor Presidente, después de la creación de estos planteles, solo la Región de Los Ríos -lo dijo mi Honorable colega De Urresti- no dispondrá de uno de carácter estatal. Pero en ella se encuentra la Universidad Austral, que si bien está constituida como una corporación de derecho privado, se guía en su misión, sin duda, como una institución pública. Junto a ser una de las casas de estudio de mayor prestigio nacional, es un ejemplo de identificación con su ciudad y su Región.
Además de las dos universidades de que se trata, el programa de gobierno de la Presidenta Bachelet considera la creación de centros de formación técnica estatales en cada Región. Estoy seguro de que ambas iniciativas causarán importantes efectos en la calidad de las políticas públicas locales, en el compromiso de los profesionales con la Región en que se forman, en la innovación e incorporación de nuevas tecnologías en los procesos productivos de cada territorio, y, en definitiva, en la tarea de hacer región desde la Región.
He dicho.