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CREACIÓN DE UNIVERSIDADES ESTATALES EN REGIONES SEXTA Y UNDÉCIMA


El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Conforme a lo acordado por los Comités, corresponde tratar el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que crea la Universidad Estatal de la Región del Libertador General Bernardo O'Higgins y la Universidad Estatal de la Región de Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo, con informe de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología y urgencia calificada de "discusión inmediata".
--Los antecedentes sobre el proyecto (9.405-04) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 96ª, en 10 de marzo de 2015.
Informe de Comisión:
Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología: sesión 12ª, en 22 de abril de 2015.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- El propósito principal de la iniciativa es crear las Universidades de O'Higgins y de Aisén como personas jurídicas de derecho público autónomas, con carácter y arraigo regional. Además, busca definir sus principales objetivos y principios orientadores, asegurando que la norma fundamental de ellas se construya y acuerde en un proceso de participación con organizaciones y actores de reconocida trayectoria en la región y en el país.
La Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología discutió el proyecto solamente en general, y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señora Von Baer y señores Allamand, Quintana y Rossi.
El texto que se propone acoger en general se transcribe en la parte pertinente del primer informe del mencionado órgano técnico.
Debo hacer presente que, una vez aprobada en general, la iniciativa debe pasar al trámite de informe de la Comisión de Hacienda.
El señor MONTES.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor Montes.
El señor MONTES.- Señor Presidente, dos de los parlamentarios que se encuentran en La Haya guardan relación directa con el presente proyecto: Juan Pablo Letelier, para el caso de la Sexta Región, y Patricio Walker, para el de la Undécima. Ellos han llamado pidiendo que no se vea ahora. Entiendo que tiene urgencia de "discusión inmediata", pero de todas maneras tendrá que analizarse e ir de nuevo a Comisión.
Quiero dejar constancia de que los parlamentarios que se hallan fuera del país nos pidieron que la iniciativa no se tramitara en esta ocasión, por estar participando en otra tarea del Congreso Nacional.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Si me permite, señor Senador, para ser exactos, la "discusión inmediata" vence el próximo lunes. El problema es que, si se pide segunda discusión, tendríamos que citar para antes de ese día.
El señor MOREIRA.- ¡El sábado...!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Por lo tanto, como vamos a aprobar el proyecto en general, deberá volver al órgano especializado (aunque de todas formas debe ir a la Comisión de Hacienda) y regresará a la Sala para su discusión en particular, donde los Senadores interesados, y los que están ausentes, podrán hacer uso de la palabra.
El señor MONTES.- Les daremos más tiempo. Sobre todo al colega Letelier.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- O sea, no quedarán sin ser escuchados.
El señor ALLAMAND.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Está inscrito primero el Senador señor Horvath, salvo que Su Señoría desee intervenir para una cuestión de Reglamento.
El señor ALLAMAND.- Sí.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Puede intervenir, entonces.
El señor ALLAMAND.- Señor Presidente, no sé si será exactamente un asunto reglamentario lo que voy a señalar. Pero, de verdad, tengo la impresión de que debiéramos acoger el planteamiento formulado por el Senador Montes.
La creación de una universidad estatal, dadas sus implicancias, amerita que los señores Senadores a lo menos puedan tener la oportunidad de expresarse en la discusión en general en un tema de esta importancia.
Yo recuerdo, por ejemplo, cuando me correspondió participar en la discusión del proyecto para la creación de la Región de Los Ríos. Y, de haber estado en una actividad oficial distinta, habría esperado contar con la posibilidad de expresarme en general en relación con la iniciativa.
Entonces, tengo la impresión de que hay una cuestión de caballerosidad con nuestros colegas. Considero perfectamente atendible su situación: no están de vacaciones, sino representando a nuestro país. Por lo tanto, no veo ningún inconveniente para que esto se analice el próximo martes en un ambiente de armonía y de respeto por la labor parlamentaria y legislativa.
Sé que puedo pedir segunda discusión, pero quisiera que el tema lo manejara usted, señor Presidente, y que concordáramos el punto con el señor Ministro de Educación.
A mi juicio, corresponde darles la oportunidad a los parlamentarios para que se expresen respecto a la idea de legislar del proyecto. Y si usted quiere, podemos acordar con el Ministro de Educación una acelerada tramitación particular para efectos de que, desde el punto de vista de su despacho, esto no se dilate, e incluso, señor Ministro -a través de usted, señor Presidente-, tenga un trámite aún más ágil.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Señor Senador, para no entrar en polémica y no gastar su tiempo en este asunto, le hago presente que entiendo lo que plantea, y estoy de acuerdo con realizar ese gesto. Pero, para ello, es preciso que el Ejecutivo retire la "discusión inmediata". De lo contrario, no puedo acceder a lo solicitado, salvo que cite a sesión para el día viernes, aunque no serviría de mucho, pues tengo información de que los Senadores mencionados no llegarían para ese día.
Tiene la palabra el Honorable señor Horvath.
El señor HORVATH.- Señor Presidente, considerando que se hizo venir al señor Ministro de Educación y que la ausencia de los dos colegas aludidos no es una situación sorpresiva, creo que es posible efectuar el debate hoy y votar el próximo martes.
Es importante no solo despachar rápido el proyecto, sino que sacarlo bien. Si uno lee el texto propuesto, se percata de que contiene demasiados puntos no especificados, los cuales se van a aclarar en la discusión particular mediante indicaciones.
Por lo tanto, si existe buen ánimo en la Sala, podremos empezar el debate ahora.
Se trata de una materia muy relevante para dos regiones. Aquí hay dos Senadores en representación de ellas. Y no hablamos en nombre propio, sino de la región completa de cada cual.
En consecuencia, perfectamente podemos realizar la discusión en general hoy y votar el día martes.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Entiendo la propuesta, pero, para esos efectos -reitero-, necesito que el Ejecutivo retire la urgencia y la reponga de inmediato.
Tiene la palabra el Senador señor García-Huidobro.
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- Señor Presidente, comparto la proposición formulada por el Honorable señor Allamand.
Aquí debemos contar con la visión de cada una de las regiones involucradas a través de los Senadores que las representan.
El Senador Letelier, quien está a favor de este proyecto, al igual que yo, efectivamente está cumpliendo una misión de Estado en La Haya, acompañando al Ministro Heraldo Muñoz.
Si el Ministro de Educación está de acuerdo, será factible acceder a lo solicitado. La propuesta del Senador Horvath es bastante razonable en cuanto a iniciar la discusión hoy y votar el próximo martes; más aún, considerando que contamos con la presencia en las tribunas de la Intendenta de O'Higgins, señora Morín Contreras, y que este es un asunto muy muy relevante para las dos regiones beneficiadas.
En la Comisión de Educación durante el debate particular, podremos darle a la iniciativa la máxima prioridad y mejorar su texto, porque requiere muchas indicaciones.
Por de pronto, solicito formalmente al Ministro, por deferencia a nuestros colegas que están en La Haya, que retire la urgencia de "discusión inmediata" para efectuar la discusión general hoy y votar el próximo martes, ya con la presencia del Presidente del Senado, quien representa a la Undécima Región, y del Senador Letelier, quien representa a la Sexta.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Insisto: para resolver esto requiero la opinión del señor Ministro de Educación.
El señor EYZAGUIRRE (Ministro de Educación).- Pido la palabra, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- La tiene, Su Señoría.
El señor EYZAGUIRRE (Ministro de Educación).- Señor Presidente, ante los argumentos dados, obviamente no vamos a estar forzando una votación que impida la participación de dos Senadores que se hallan representando a la República.
Eso sí, me habría gustado saber de esta situación con antelación; así no habría tenido que postergar otros compromisos.
Pero, en fin, así es la vida.
En la buena voluntad expresada, vamos a retirar la urgencia.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- ¡Es el problema de estar aquí, en Valparaíso!
El señor EYZAGUIRRE (Ministro de Educación).- Yo no estaba acá. Vine para esto, nada más.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente Accidental).- A eso me refiero: tuvo que viajar porque el Congreso está aquí.
Después de lo dicho por el Ministro, es posible acoger la propuesta que plantearon los Senadores señores Horvath, García-Huidobro, Montes y Allamand, en el sentido de iniciar la discusión de la idea de legislar hoy y comprometernos a votar el próximo martes en el primer lugar de la tabla.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
El señor DE URRESTI.- Pero que quede abierto el debate para que puedan intervenir los colegas que no están presentes.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Podrán hablar el martes sin problemas.
En discusión general el proyecto.
Tiene la palabra la Senadora señora Von Baer.


La señora VON BAER.- Señor Presidente, esta iniciativa contó con el apoyo transversal de la Comisión de Educación. Todos sus miembros votamos a favor de la idea de legislar, después de haber escuchado a las señoras Intendentas y a algunos representantes de la sociedad civil de las regiones donde se van a crear estas universidades: la de Aisén y la del Libertador General Bernardo O'Higgins.
En verdad, creemos que es un buen proyecto.
La finalidad es generar centros de desarrollo científico en regiones que hoy no cuentan con universidades estatales.
Al respecto, deseo relevar dos aspectos en especial.
El primero -este fue uno de los requerimientos en que los representantes de las regiones pusieron más énfasis- radica en la importancia de que las nuevas universidades sean centros de investigación que apoyen el desarrollo local. En efecto, plantearon con mucha fuerza la necesidad que dichos planteles sean verdaderos puntos de apoyo para el progreso de ambas regiones. De hecho, incluso se sugirió la idea de empezar con centros de investigación.
Por lo tanto, se consideraría un fracaso este proyecto si las universidades que se creen no realizan investigación. Tal actividad debe ser el corazón de dichas instituciones, para que se cumplan las expectativas que se han generado esas dos regiones.
Ahí nace, señor Presidente, una primera duda para la discusión particular: el financiamiento propuesto para la creación de estas casas de estudios superiores ¿será suficiente para que ellas hagan investigación científica aplicada de calidad, útil para la región, para el nivel central, para todo el país y, también, para el resto del mundo?
Pregunto porque, en verdad, efectuar investigación es -¡lejos!- lo más caro en una universidad. Es mucho más barato dedicarse solo a la docencia que realizar investigación de calidad.
Se señala que se puede postular a fondos a nivel nacional. Sí, está bien, pero estos se ganan si se demuestra cierta trayectoria en la investigación del área. Y, cuando una universidad se está creando, no es factible acreditar una tradición en ese ámbito.
Entonces, es legítima la preocupación por el financiamiento. Se requiere saber si serán suficientes los recursos que entregará el Estado para crear esas universidades, considerando que se busca hacer investigación de primera línea para cumplir con el propósito de que dichos planteles sean un polo de desarrollo para la región, que es lo que la ciudadanía está esperando.
El segundo aspecto, señor Presidente, fue planteado por representantes de la sociedad civil y por las Intendentas pertinentes, y se refiere a la necesidad de que las nuevas universidades aminoren un efecto que hoy se produce con mucha fuerza en ambas regiones: que los jóvenes de estas se van a estudiar a otras partes -ya sea a Santiago o a otras ciudades que poseen universidades con trayectoria- y no vuelven. Muchas veces se trata, incluso, de los mejores puntajes de la PSU.
Tal situación genera una pérdida de capital humano y, con ello, una pérdida de posibilidades de desarrollo.
Se precisa, por tanto, que estas nuevas instituciones sean potentes desde el punto de vista académico y como centros de investigación.
Para que los estudiantes, incluidos los mejores puntajes de las regiones, elijan postular a esas universidades, se necesita que estas entreguen una formación de calidad. O sea, no solo se requieren universidades que desarrollen investigación, sino que también debemos asegurarnos de que ellas impartan docencia de calidad.
Sobre el particular, surge otra preocupación, un nuevo signo de interrogación.
Según establece el proyecto de ley en debate, las casas de estudios superiores que se pretenden crear estarán liberadas del proceso de licenciamiento, mecanismo que todas las universidades hoy deben cumplir y que les significa quedar debajo del paraguas del Consejo Nacional de Educación. En este marco, ellas -cualesquiera que sean- no reciben la autonomía en forma automática; para tal fin, tienen que pasar por dicho proceso, el cual generalmente demora entre seis y once años.
La pregunta que uno se hace es por qué a estas nuevas universidades se las libera del proceso de licenciamiento, en circunstancias de que la ley no contempla que los planteles estatales no deben cumplirlo. Si uno mira la normativa, observará que se parte de la base -así entiendo el texto legal- de que todas las casas de estudios superiores se rigen por las mismas reglas del juego. Nada se dice de que los planteles estatales se hallan sujetos al cumplimiento de disposiciones más laxas.
Pienso que es bueno que todas las universidades cumplan con aquel proceso. ¿Por qué? Primero, porque tienen que existir reglas iguales para todas y, segundo, porque consideramos muy importante que las instituciones que se están creando sean de calidad. Para lograr esto y que los estudiantes que obtienen mejores puntajes en la PSU no sigan yéndose a estudiar a otras regiones, sino que se queden en las propias, se necesita asegurar que las nuevas universidades impartan educación de calidad.
Me parece que todos queremos eso.
Los planteles universitarios que se crean han de ser potentes en el ámbito de la investigación y en lo académico. Pero, para conseguirlo, es importante no saltarse el proceso de licenciamiento ni contar con uno distinto del que deben cumplir las otras universidades.
Sin embargo, la iniciativa en debate, en vez de establecer que las nuevas instituciones pasen por el mismo cedazo que se aplica a cualquier universidad (el proceso de licenciamiento), dispone -en una forma bastante curiosa, quizás un poco arbitraria- que se sometan a un mecanismo de "acompañamiento" en el que participa otra universidad estatal. Lo más preocupante es que ellas no estarán obligadas a cumplir lo que indique el plantel tutor.
Ese asunto hay que mirarlo con mayor detención.
Siempre son buenas las reglas iguales para todos.
Cabe preguntarse: si queremos que las nuevas universidades sean potentes y de alta calidad, ¿por qué no aplicarles el mismo proceso que rige hoy para la totalidad de las universidades a través del Consejo Nacional de Educación?
Hay un tercer aspecto, señor Presidente, que deseo abordar.
En lo atinente al financiamiento de las universidades que se crean, no se consigna que los alumnos van a estudiar gratis. Por tanto, se parte de la base de que ellos deberán ocupar los mismos mecanismos (becas, créditos) de que disponen los otros planteles del país. Sin embargo, solo se entrega financiamiento por esas vías si existe acreditación de las universidades y de las carreras que se imparten, y las nuevas instituciones no quedarán acreditadas por ley.
Ante ello, consulto: ¿qué pasará con el financiamiento de los estudiantes que queremos que asistan a esas universidades mientras estas no se encuentren acreditadas?
Tendremos que contestar esa interrogante en la discusión particular de la iniciativa.
Señor Presidente, nosotros estamos a favor de la idea de legislar.
En definitiva, deseamos que esas dos casas de estudios superiores sean potentes desde el punto de vista de la investigación, a fin de que realmente se conviertan en una plataforma de desarrollo para las regiones. En este sentido nos preocupa lo relativo al financiamiento y a la calidad de la educación.
Finalmente, quisiera referirme a...
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Terminó su tiempo, señora Senadora.
Le concedo un minuto adicional para que concluya.
La señora VON BAER.- Gracias, señor Presidente.
Quiero manifestar una preocupación como Senadora por la Región de Los Ríos.
Nosotros no tenemos, ni tendremos probablemente, un plantel universitario estatal, porque somos una Región que ha vivido un proceso de desarrollo distinto. La nuestra es la Universidad Austral, que es una entidad privada tradicional. Seguramente seremos la única Región diferente en este ámbito.
La inquietud que me surge sobre el particular dice relación con el financiamiento, ya que este siempre será más fuerte para las universidades del Estado, razón por la cual permanentemente existirá una discriminación arbitraria en desmedro de la Región de Los Ríos. Por consiguiente, me pregunto: ¿qué acontecerá a la larga con el financiamiento de la Universidad Austral, que, como dije, es distinto del que reciben planteles de otras regiones?
Se trata de una universidad que tiene mucha tradición; que es muy potente en el plano académico y, también, en el de investigación, y que ha resultado ser un polo de desarrollo poderoso para la Región.
Por ello, esperamos que el Estado, que busca favorecer a las universidades estatales, no termine desfavoreciendo a la Universidad Austral, que es una entidad tradicional, con gran arraigo regional, y que tiene, aun siendo privada, una fuerte vocación pública.
Esa es mi preocupación final, señor Presidente, que me parece muy relevante a la hora de analizar este proceso de desarrollo y de generación de universidades estatales a lo largo del país.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor García-Huidobro.


El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- Señor Presidente, primero, quiero saludar al señor Ministro de Educación y, también, a la Intendenta de mi Región, señora Morín Contreras, quien nos acompaña en las tribunas demostrando una especial preocupación por este proyecto de ley.
En seguida, cabe señalar que la Región de O'Higgins presenta una situación bastante distinta de la de otras regiones, porque es -y lo digo con mucho orgullo- una de las más potentes del país: cuenta con posibilidades de desarrollo, con agricultura, con minería, con turismo, con mar, con cordillera.
Pero algo nos ha afectado permanentemente de manera tanto positiva como negativa: la cercanía con la Región Metropolitana. En efecto, ello se ha traducido en ventajas y desventajas.
En todo caso, señor Presidente, le garantizo que hemos tenido mejor calidad de vida junto a su Región que al lado de la Capital.
El problema es que la totalidad de las universidades que se han pretendido instalar en la Sexta Región han fracasado.
La Universidad Leonardo Da Vinci, a la que la minera El Teniente le prestó un edificio para que se convirtiera en el primer proyecto universitario, ¡fracasó!
Luego vino la Universidad Educares, que se ubicó en la comuna de Machalí. ¡También fracasó!
Si ustedes viajan al sur, podrán ver un elefante blanco en Rengo: era una sede de la Universidad de Valparaíso que iba a instalarse en la zona. Nuestro gobierno regional puso todos los recursos, en circunstancias de que debía entregar solo la mitad. ¡Ahí quedó abandonada!
La UTEM se comprometió a levantar una sede en San Fernando. ¡Fracasó!
Esa es la realidad que tenemos que abordar hoy día.
Tal como dijo la Senadora Von Baer, hay regiones, como la nuestra, que exportan cerebros, que exportan jóvenes a otras zonas del territorio. Y cuesta mucho que regresen. En el fondo, la Región de O'Higgins, al igual que la de Aisén, terminan favoreciendo el desarrollo del resto del país no solo en el plano económico, sino también en el ámbito social e intelectual.
Tal situación nos afecta permanentemente.
¿Y qué ocurre con esos jóvenes? No quieren que experimenten con ellos, como tampoco lo desean sus padres.
Por eso se creó en nuestra Región una comisión especial -fue dirigida por el ex rector de la Universidad de Chile, señor Riveros- con el fin de recoger todas las inquietudes de la sociedad -hubo participación ciudadana- para elaborar un proyecto que sea realmente exitoso en todo lo que necesitamos a nivel regional.
Sin embargo, nos hallamos frente a una disyuntiva histórica.
Para lograr el objetivo planteado, se requiere contar con recursos suficientes y asegurar calidad en la educación que se imparta. Ello permitirá atraer a jóvenes de todas partes, no solo de nuestra Región. Así como en otros lugares recibieron a nuestros estudiantes, nosotros también queremos acoger a muchachos valiosos de otras zonas del país, por cuanto somos una Región abierta. Sin embargo, no queremos que nuestros hijos, nietos y jóvenes sufran una desilusión, como la que ya tuvieron muchos de ellos.
A este respecto, señor Presidente, no puedo dejar de valorar el esfuerzo que hizo la Universidad Católica del Maule, en la comuna de San Fernando, al recibir a los alumnos de la Universidad del Mar y permitirles completar sus estudios.
Curiosamente, una de las sedes de la Universidad del Mar que funcionaban bastante bien era la de San Fernando.
Ustedes ya conocen la historia de esa casa de estudios.
Pues bien, gracias a la Universidad Católica del Maule esos alumnos están hoy día terminando sus carreras.
Señor Presidente, entramos en una disyuntiva muy importante. Porque aquí se habla del "acompañamiento" de una universidad estatal -lógicamente, debiera ser la Universidad de Chile-, pero la pregunta que nos hacemos todos es si eso nos garantiza el éxito.
Esa es nuestra duda.
Porque, a la larga estas dos universidades nuevas -y especialmente la de mi Región- van a competir con la Universidad de Chile y también con las de otras regiones, ya que los jóvenes y sus familias optarán por la de mejor calidad.
Entonces, quisiera plantear una idea que he manifestado permanentemente en mi Región y en la Comisión de Educación: debiéramos dejar abierta la posibilidad de que la Universidad de Chile se instale en la Región, porque ahí vamos a tener garantía absoluta de éxito. Si no, seguirá existiendo esa duda histórica en los padres y familiares preocupados de la educación de sus hijos sobre la calidad de estas instituciones de educación superior.
Les quiero decir que el viaje por la Carretera Panamericana entre Rancagua y Santiago hoy día es de una hora y cuarto, una hora y media. Con el nuevo tren va a demorar 45 minutos. Por ello, es importante señalar los cambios que han existido en nuestra Región y en nuestra sociedad.
Históricamente, todos los alumnos que obtienen más de 500 puntos emigran de la Región, y los que obtienen menos se quedan.
Al final, en la Región se han desarrollado fuertemente los institutos profesionales. Su tremendo éxito se explica porque constituían una alternativa para nuestros estudiantes al no contar con una universidad en la zona; porque sus padres carecían de recursos para enviarlos a estudiar a otra ciudad; porque los jóvenes no han tenido acceso a becas o porque no han podido conseguir un crédito para acceder a la universidad.
Por eso, debemos abrir la posibilidad, ya que vamos a tener el hospital público más moderno de Sudamérica, con las mejores instalaciones -esperamos inaugurarlo, señora Intendenta, a más tardar en el mes de septiembre-, de que se impartan las carreras de Enfermería y Medicina.
¿Y por qué no tener la Escuela de Agronomía de la Universidad de Chile -quizás la mejor- en Rancagua, en Rengo o en San Fernando, en lugar de que esté en Santiago, como hoy?
¿Por qué no permitir que la universidad que va a dar garantías se instale en nuestra Región?
¿Por qué no dejar abierta -y eso lo vamos a proponer- a una universidad tradicional que no tiene fines de lucro, como la Universidad Católica, la posibilidad de acceder a estos recursos e instalarse en la Región para dar garantías, de manera que nuestros jóvenes no sigan emigrando?
La Senadora Von Baer planteó también el tema de los recursos. Creemos que los que aquí se contemplan son absolutamente insuficientes. Hay que avanzar fuertemente para que este proyecto tenga viabilidad. Si no están los recursos, nos quedaremos solamente en las intenciones y, a la larga, lo que va a ocurrir -ni Dios lo quiera- es un nuevo fracaso.
Por otro lado, deseo reiterar, porque es importante que quede absolutamente claro -y se lo consulto al señor Ministro, con quien conversamos brevemente-, que como estas universidades van a tener la obligación de acreditarse, con el régimen legal actual, automáticamente los alumnos no podrían postular ni a becas ni a créditos universitarios, y eso significa, obviamente, que quedarían en una situación compleja.
El Ministro me ha informado que, como viene el proyecto sobre la gratuidad, este problema no existiría.
Señor Presidente, quisiera valorar esta iniciativa y manifestar que ella no solamente estuvo en el Programa de Gobierno de la Presidenta Bachelet, sino también en el de Evelyn Matthei.
Por lo tanto, este es un tema absolutamente transversal.
Queremos que la Universidad de O'Higgins tenga un gran éxito, porque nuestra Región se lo merece y porque estamos tratando de recuperar lo que nuestros jóvenes han aportado al país a través del tiempo.
Por eso, señor Presidente, voy a votar a favor del proyecto, que esperamos aprobar en general en una próxima oportunidad, cuando se encuentre presente el Senador Letelier.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor Horvath.
El señor HORVATH.- Señor Presidente, Honorable Senado, la verdad es que este es un proyecto muy relevante para la Región de Aisén, que posee características muy distintas a las de la Sexta Región del Libertador Bernardo O'Higgins, que está al lado de Santiago, lo cual es un tremendo desafío para construir región y generar un círculo virtuoso a través de una universidad con apoyo del Estado.
La Región de Aisén, en cambio, es la más aislada del país, con una reciente historia que ha entrado con mucha fuerza en el corazón de la Patagonia. Por tanto, este territorio es un laboratorio abierto como para sustentar una universidad propia y con una identidad muy distinta, para que viva por muchos años.
Aisén es una Región que tiene una condición de privilegio ecológico; posee una de las mayores biodiversidades marinas y terrestres del mundo, y dispone de capacidad para generar energías renovables no convencionales. Todo eso sustenta temas como el que acabamos de discutir algunos minutos atrás en esta Sala: el sello de origen. Además, cuenta con atractivos turísticos y un mar interior que supera la franja que tienen los pescadores artesanales desde Arica hasta Puerto Montt. Es decir, la acuicultura de algas, peces bentónicos -por decirlo en términos breves y sin exagerar- representa un nuevo cobre para Chile, pero sustentable.
Es en este contexto natural, con una especial cultura, donde debe entroncarse un proyecto como el de una universidad.
Hubo intentos por años para generar universidad en la Región de Aisén. De hecho, existió una sede de la Universidad Técnica del Estado que cerró en los años setenta.
A todas estas iniciativas, obviamente, les faltaba un empujón formal.
En alguna medida, este se logró con el Movimiento Social por la Región de Aisén del año 2012. Entre las 11 peticiones que formuló estuvo la de una universidad pública regional. Y a través de las conversaciones respectivas, una vez resuelta la falta de entendimiento entre la Región y la autoridad central, finalmente se pudo convencer al entonces Subsecretario Fernando Rojas de no contar solamente con un bachillerato en la Región, sino, al menos, con una carrera completa el 2013 y otra el 2014.
Este desafío lo tomó la Universidad Austral de Chile, que concurrió con fondos propios y con sus profesores, que ya contaban con un centro de investigación en la Región de Aisén. También hubo fondos regionales, del Ministerio de Educación, y, además, de fundaciones privadas, como la de don David Nahmías, que puso una parte sustancial en la Región para no solamente financiar becas, como las DAEL, sino también generar carreras con jóvenes de la Región y de sus alrededores.
Ya explicaremos esto.
Desde luego, quisiera hacer un reconocimiento a la Presidenta de la República, porque se comprometió personalmente, y no solo en su Programa, para que esta universidad tuviera un sello propio; para que estuviera adherida al proyecto de un centro de investigación e innovación de rango internacional, y para que contara con un parque tecnológico, el que ahora, con cinco líneas de fibra óptica, va a poder generar en tiempo real una plataforma, por ejemplo, para un procesador de datos (se requiere más de uno en cada país). Y eso será posible hacerlo siempre y cuando también trabajemos con las universidades y los centros que están instalados en la Región.
Me parece que ese es uno de los primeros desafíos: no solamente generar una oportunidad para los jóvenes de la Región de Aisén, sino también crear un polo de atracción para otros jóvenes y personas que realmente quieran investigar, estudiar y prepararse.
Porque, si uno analiza las cifras de la Región, desde luego advierte que 110 mil habitantes, más o menos, para 110 mil kilómetros cuadrados no representan -por así decirlo- un número suficientemente atractivo. Se licencian del orden de mil 500 jóvenes por año, más los rezagados, y las deficiencias en la preparación de los alumnos a consecuencia del aislamiento son palmarias. De hecho, normalmente los mejores puntajes emigran de la Región, tal como se ha planteado.
Esos problemas se resuelven generando un círculo virtuoso a través de una iniciativa como la que he señalado. Porque, mirado en perspectiva, el tener un laboratorio abierto en una zona prístina -en el mundo van quedando pocas- hace atractivo investigar, estudiar, prepararse y, finalmente, emprender y habitar la Región armónicamente con el resto del país.
Al respecto, basta mirar las áreas patagónicas de Argentina ¿en ellas hay 500 mil chilenos que mantienen lazos sociales, culturales, económicos con la gente de nuestra Región- para darse cuenta de que ahí existe un universo al cual se puede llegar.
Y si alguien quiere estudiar ecoturismo o biodiversidad y obtener de ello alimentos, medicamentos, tinturas, cosméticos u otras cosas, nuestra Región es el mejor lugar para hacerlo.
Las universidades hoy día se desarrollan en forma compleja y en redes. Los muchachos gustan de la movilidad, van a estudiar a otros países. Entonces, ¿por qué no podrían hacerlo en nuestra Región?
En tal sentido, la iniciativa en debate cobra especial fuerza.
De otro lado, comparto la idea de que sea una universidad de prestigio la que desarrolle -como se plantea acá- labores de tutoría, siempre que ella no amarre, sino que cree alas y permita la convivencia con los otros planteles existentes en la Región.
En consecuencia, el proyecto tiene que contar con una serie de elementos que faciliten esa convivencia, al igual que con la iniciativa sobre creación de Centros de Formación Técnica estatales que se votará en la Sala de la Cámara de Diputados. Pero la idea es que en el caso de la Región de Aisén no se trate solo de convivir con los establecimientos existentes, sino además de generar una red positiva. Y con los CFT generar algo parecido a lo que fue la raíz de la actual Universidad de Santiago (ex Universidad Técnica): la Escuela de Artes y Oficios.
Nuestra Región merece contar con una entidad similar, porque no toda la educación puede pretender ser de tipo universitario. Sería como un triángulo al revés. Eso no funciona. Y la experiencia de otros países nos enseña que las carreras técnicas, culturales, sociales y de otra naturaleza son tan importantes y reconocidas por la sociedad como las universitarias.
Ejemplo de lo anterior es un programa sobre adquisición de experiencias laborales, evaluado técnicamente, que imparte la Universidad Austral a gente de la pesca artesanal e industrial, a la que se entregan, después de su preparación, los títulos correspondientes.
Otro universo representan los propios funcionarios de los sectores público y municipal.
Como se ha señalado acá, en la Región de Aisén hay otras universidades: la Austral de Chile, que ha cumplido recién 60 años, con 20 años en la zona, y que imparte ¿lo digo a modo ejemplar- la carrera de Pedagogía General Básica, con cuatro menciones, además de una de carácter técnico vinculada al turismo; y la de Magallanes, que ofrece la carrera de Enfermería y otras en el área de la informática.
También está el Instituto Nacional de Capacitación Profesional, que imparte carreras con rango universitario, como la de Administración de Empresas, y otras.
Con esas instituciones hay que aprender a convivir. No podemos crear una universidad que compita con ellas ofreciendo las mismas carreras profesionales o líneas de investigación. Hay que ser suficientemente específicos en la ley en proyecto para garantizar que exista una sinergia entre estos planteles.
Además, el Gobierno ha firmado un convenio, a través de los Ministerios de Educación y de Economía, con la Universidad Técnica de Berlín, que está dispuesta a ayudar en el proceso de tutorías, al objeto de que la nueva universidad nazca con rango mundial y con la capacidad de realizar intercambios a nivel internacional.
El "laboratorio abierto" del que he hablado cuenta también con las investigaciones del INIA, del Instituto Forestal, del Instituto de Fomento Pesquero, y con la labor de la Dirección General de Aguas y el Servicio Nacional de Geología y Minería y otros. Es decir, existe una capacidad del Estado muy subaprovechada.
Quisiera destacar asimismo, que la Intendencia ha hecho un trabajo de diálogo ciudadano con los rectores de la Universidad de Chile, de la Universidad Austral, de la Universidad de Magallanes y otras para que, en conjunto con los dirigentes y los centros de investigación, el proceso de nacimiento de la nueva universidad se lleve a cabo de manera óptima.
Nosotros necesitamos, sí, que este conjunto de elementos no solo se considerade a través de un compromiso, sino que además quede de manifiesto en la ley en proyecto mediante la presentación de indicaciones.
Antes de finalizar mi intervención, deseo señalar que en la década del 40 las universidades estatales, como la de Chile y la Técnica del Estado, fueron parte del circuito que sirvió para generar las principales empresas del Estado. Luego de los 70 estas se privatizaron, por historias que todos conocemos, y aparecieron otras universidades, conforme al sistema de libre mercado, el cual se caracteriza por ser centralizador y muy concentrador en lo económico. Ello ha transformado a ciertos sectores en zonas de sacrificio, como algunas de las que representa la Senadora Lily Pérez: Quintero, Puchuncaví y Ventanas.
Nosotros no queremos ese tipo de desarrollo para nuestra Región.
Tal como señalaba, en la década del 40 teníamos las universidades del Estado, además de la Universidad Católica, y después de los 70 vinieron las instituciones privadas. Hoy es el turno de las universidades regionales, que se encuentran agrupadas. Son 22, y a ellas se agregarán la de O´Higgins, y la de Aisén. Con ello podremos generar un círculo virtuoso desde las regiones.
Gracias, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor De Urresti.


El señor DE URRESTI.- Señor Presidente, quiero saludar, por su intermedio, al Ministro de Educación, y también felicitar al Gobierno de la Presidenta Bachelet por haber cumplido un compromiso de campaña consistente en dotar a todas las regiones de universidades estatales, y particularmente a la del Libertador Bernardo O´Higgins y a la de Aisén.
Sin embargo, tengo algunos reparos de forma y de fondo.
De forma: cuando avanzamos en la creación de nuevas universidades estatales, con toda la identidad que ello significa -y me aproximo al tema como Senador de regiones-, la capacidad, oferta y excelencia de ellas deben estar acordes con lo que los jóvenes de esos territorios demandan.
A mi juicio, se cometió un gran error en nuestro país -materializado, obviamente, en plena dictadura, sin ninguna consulta- al desmantelar la Universidad de Chile, de carácter estatal -como su nombre lo indica-, laica por excelencia y que a lo largo de todo el territorio entregaba oportunidades a la gente más talentosa y, también, a la más necesitada.
Me habría gustado que la Universidad de Chile recobrara esa función, ese rol directivo, aglutinador, de movilidad social en el país, con la tradición y toda la capacidad que posee; y que su presencia en algunas regiones, principalmente en las más aisladas, se viera asentada y desarrollada, a través de sus cuerpos docentes, de su trayectoria, y del atractivo que representa para cada uno de los jóvenes postulantes.
No obstante, se ha optado por otra solución.
El Estado de Chile ha propuesto la creación, mediante el proyecto que se nos somete a discusión, de dos nuevas universidades. No participé en la Comisión de Educación, pero he revisado la iniciativa. Y ella cuenta con financiamiento; es decir, con la justificación y el respaldo financiero. Pero yo me pregunto cuál va a ser la oferta académica; cuál va a ser la capacidad de investigación; cuál va a ser la posibilidad de convocatoria y de ingreso de los estudiantes a esas nuevas universidades.
Conversaba hace un par de minutos con el Rector Oscar Galindo, de la Universidad Austral de Chile, con sede en Valdivia. Esa casa de estudios superiores fue creada hace más de sesenta años por visionarios de la Región, quienes abrieron ciertas carreras apuntando a la complementariedad, a no competir con otras universidades, sino a servir como foco de atracción de talentos y de formación de la juventud en el territorio.
Dicha universidad tiene un campus en la Región de Aisén con más de 400 estudiantes y 60 académicos, y en este momento se lleva adelante un proyecto de inversión que supera los 2 mil 200 millones de pesos, con dineros del Gobierno regional y también del Gobierno central. Hay capacidad de investigación, se crece en nuevas carreras.
Entonces, naturalmente, uno pregunta cómo se complementan, cómo dialogan esas dos realidades: por un lado, con fondos del Estado, el desarrollo del Campus Patagonia de la Universidad Austral, y por otro, la dictación de una ley.
Señor Presidente, a mí me gustaría que el señor Ministro, siguiendo una norma mínima de respeto, pusiera atención a lo que estamos expresando.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Continúe, señor Senador.
El señor DE URRESTI.- ¡Y discúlpeme por interrumpir al señor Ministro...!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Prosiga, Su Señoría.
El señor DE URRESTI.- Usted, señor Ministro, que es el encargado de la Cartera que lleva adelante estos proyectos, debiera escuchar lo que estamos manifestando.
Señor Presidente, las universidades en comento tienen que ser una respuesta efectiva a la falta de oportunidades de los jóvenes en los territorios pertinentes. Sin embargo, deben cumplir los estándares máximos.
Por intermedio de la Mesa, yo pregunto cómo se complementarán las Universidades Austral y de Aisén. ¿Han conversado? ¿Han sostenido reuniones? ¿De qué manera van a tener una gobernanza? ¿Cómo van a lograr que en pequeños territorios tales establecimientos no compitan en carreras, en una oferta para capturar a los mismos alumnos, y que haya una visión sistémica en el sentido de que la Universidad de Aisén complemente lo que no hace la Austral?
Considero fundamental la búsqueda de carreras que tengan convergencia: que lo no realizado por la Universidad Austral en el territorio respectivo pueda llevarlo a cabo la de Aisén.
Es un poco lo que se hizo en la década de los 50 al establecerse en Valdivia la Universidad Austral de Chile, que no creó carreras del ámbito de la ingeniería porque en esa ciudad ya existía una sede de la Universidad Técnica del Estado (lo que hoy es el Campus Miraflores de la Universidad Austral). Así, pudieron convivir dos modelos que complementaban su educación, que complementaban su oferta. Y eso, sin lugar a dudas, le permitía a la comunidad tener una mejor oferta y, claramente, efectuar una mayor inversión.
Esta reflexión es importante. Y la hago particularmente con referencia a la Universidad Austral de Chile, con sede en Valdivia, nacida en esta ciudad, pues tiene una larga trayectoria de inversión y de presencia en Aisén, a través del Campus Patagonia.
Me parece bien -reitero- que la Presidenta de la República cumpla el Programa ofrecido. Empero, creo que hay que llevarlo adelante de manera virtuosa: que sea complementario, un impulso a la Región de Aisén y no simplemente un elemento competitivo.
La Universidad Austral tiene más de 60 años de investigación, de desarrollo. Hoy existen distintos programas de investigación, de creación de nuevas carreras, de programas de CONICYT.
Eso, en lo formal.
Y voy al tema de fondo, señor Ministro.
La Presidenta de la República señaló que íbamos a tener una universidad estatal en cada región. Y aquí nos pisamos la cola, porque en la Región de Los Ríos no hay universidad estatal.
Precisamente el año pasado, en una ceguera de las autoridades de educación, quisieron castigar a la Universidad Austral de Valdivia, a la Universidad Técnica Federico Santa María (de aquí, de Valparaíso) y a la Universidad de Concepción: no obstante ser universidades públicas, no estatales, con inmensa vocación de servicio público y con una influencia y una irradiación de conocimiento y formación en su territorio enormes, el Ministerio de Educación, en materia de aportes, quiso sancionarlas para hacer un distingo con respecto a las universidades estatales y a las privadas.
Efectuamos la discusión. Y se lo decía al señor Ministro con mucha fuerza.
¡Quién en el Gran Concepción puede desconocer que la Universidad de Concepción -valga la repetición- tiene sobre 90 años formando a la gente más necesitada y cumpliendo una función pública en ese territorio!
¡Quién puede desconocer que la Universidad Federico Santa María, a partir de un legado, ha formado a miles de ingenieros en la Región de Valparaíso!
Y con la misma fuerza le decía: ¡Por qué castigar a la Universidad Austral, por qué sancionarla presupuestariamente porque su estatuto jurídico es de corporación de derecho privado! Tiene decenas de socios, no hay ningún dueño en particular: ¡es de la comunidad!
¡Ahí hay un error!
Entonces, me gustaría que el señor Ministro señalara de qué manera se compatibiliza la situación expuesta.
Se indicaba en el Programa Presidencial: universidad estatal en cada una de las regiones de nuestro país.
Le reitero, señor Ministro, por intermedio de la Mesa, que en la Región de Los Ríos no hay una universidad estatal, sino una universidad pública con vocación de servicio a la comunidad: la Universidad Austral, enraizada allí, con más de 13 mil estudiantes.
Entonces, no podemos aceptar -no voy a consentirlo; y hace algún tiempo se lo dije con alguna vehemencia a su Subsecretaria- que el Ministerio de Educación pretenda castigar de aquella manera a una universidad que ha hecho un esfuerzo para formar capital humano y cumplir una función pública donde el Estado nunca estuvo: ¡ahí estuvieron los fundadores de ese establecimiento!
¿De qué modo, pues, se va a compatibilizar el compromiso programático de tener universidades estatales en todo el territorio? Y si no es así, que tengamos el mismo trato dado a las universidades estatales; que nos fijen financiamiento no diferenciado, y que se potencie el trabajo que se lleva adelante ahí.
Voy a votar a favor de este proyecto. Soy un regionalista convencido, y pienso que él favorece a nuestro territorio. Pero pido un análisis sobre el particular -termino en 30 segundos-;...
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Bien, señor Senador.
El señor DE URRESTI.-... que tengamos coherencia en el sistema estatal de educación superior; que no se sancione por su origen a las universidades, especialmente a las tres mencionadas, que son tan importantes en su territorio: la Federico Santa María, la de Concepción y la Austral; que de ninguna manera se pretenda generar diferencias a través del Presupuesto de la Nación.
Fui alumno de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile. ¡Qué más estatal! ¡Laica por excelencia!
Nada habilita para que en mi Región, o en Valparaíso, o en Concepción se sancione lo que hacen aquellos establecimientos de educación superior.
¡Que no exista discriminación!
¡Que las dos universidades que se están creando tengan éxito!
Por último, insisto en la necesidad de que haya un sistema de oferta complementaria y diferenciada entre la Universidad de Aisén y la nuestra.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor Quintana.


El señor QUINTANA.- Señor Presidente, creo que este ha sido un buen debate, que ha habido una buena reflexión en torno a la creación de dos universidades estatales: una en la Región de O'Higgins y otra en la Región de Aisén.
Sin embargo, de pronto, tras planteamientos formulados aquí, y también luego de expresiones vertidas en la Comisión de Educación, queda la sensación de que algunos colegas piensan que en esta iniciativa debemos definir todo: quieren poco menos que entregar el estandarte de la universidad, aprobar los programas y -por qué no- ¡participar en el mechoneo...! Pero la verdad es que eso está bastante lejos de lo que le corresponde al Senado. Y así ha sido en la discusión de todos los proyectos sobre creación de universidades.
Si uno revisa bien los antecedentes, acá estamos creando universidades que van a tener un arraigo muy importante. Y ese sí que es un aspecto relevante de la ley en proyecto.
Por eso el Gobierno, con participación del Ministro Eyzaguirre, ha constituido en las dos regiones involucradas equipos presididos por las intendentas respectivas.
Así, en la Comisión tuvimos la presencia de las Intendentas de Aisén, señora Ximena Órdenes, y de O'Higgins, señora Morín Contreras, quien, entiendo, nos acompaña en las tribunas. Y su planteamiento fue bastante enriquecedor, pues el diálogo habido en ambas Regiones también lo ha sido.
Ahora, no nos corresponde a nosotros la localización de esos planteles de educación superior. Igual escuchamos a alcaldes que, en el caso de O'Higgins, se disputaban si la universidad se radicaba en la parte sur o en la parte norte de la Región. Pero, en verdad, ese no es el objetivo de esta discusión.
Por ello, tampoco entiendo algunas aprensiones que sobre el particular he observado en señores Senadores de las bancas de enfrente.
Este proyecto solo genera oportunidades para los jóvenes de las regiones mencionadas.
Los datos traídos a colación son tremendamente importantes.
Se señala, por ejemplo, que en 2017 la Región de O'Higgins va a tener 14 mil jóvenes egresados de enseñanza media, y la de Aisén, 1.500.
Pero en 2012 esas mismas Regiones, según el informe de la Comisión, recibieron solo 0,1 por ciento del financiamiento para investigación que entrega el FONDECYT. Ello, porque el no contar con planteles de educación superior aleja la posibilidad de avanzar en cuanto sea investigación, desarrollo, competitividad.
Por eso, además, las Regiones de Aisén y de O'Higgins tienen baja competitividad (la que yo represento, también; pero eso responde más bien a razones estructurales: rezago económico, etcétera).
Otro de los datos entregados es el que indica que ninguna de aquellas regiones registra programas de doctorado: no hay doctorado en Aisén ni en O'Higgins.
¿Quién pierde? No solo los jóvenes, quienes muchas veces son talentosos y no acceden a esa oportunidad: pierde asimismo la región.
En materia de magísteres, la Región de O'Higgins captó ¡el 0,2 por ciento de los programas nacionales!
En el caso de la Región de Aisén, ¡cero!: ¡ningún joven accedió a magíster alguno!
Vamos al ámbito de las postulaciones.
¿Qué pasa cuando los jóvenes salen de la enseñanza media? En la Región de O'Higgins, 80 por ciento emigra a instituciones de educación superior de otras regiones; en la de Aisén, 87 por ciento.
En el caso de los mejores puntajes hay un dato bien interesante: 90 por ciento de los estudiantes de la Región de O'Higgins con mejores puntajes en la Prueba de Selección Universitaria privilegia a universidades del CRUCh en la Región Metropolitana. Y en el de la Región de Aisén (este es un dato no menor) la cifra llega a 67, 5 por ciento.
O sea, el esfuerzo que hacen las familias para que tales educandos sigan estudios superiores es tremendo.
En la Región de Aisén, la inmensa mayoría de los puntajes más altos de la PSU va a las mejores universidades de nuestro país -digámoslo claramente; y esto es parte de otra discusión- o a establecimientos de regiones vecinas.
El Senador De Urresti planteaba lo que ocurre con la Universidad Austral, que ha cumplido -yo diría- una buena labor, que ha logrado ocupar un espacio importante.
Sin embargo, lo que se espera de la Universidad de Aisén (y ese fue también el planteamiento de la Intendenta Ximena Órdenes, precisamente por la lejanía de la Undécima Región, por lo que representa: ahí están las mayores reservas de agua dulce del mundo; hay allí un asunto de glaciares, una cuestión científica) es que tenga un sello propio. Probablemente, que sus programas no sean los tradicionales que uno encuentra en cualquier universidad del resto de nuestro país. Ahí, claramente, se requiere una definición. Y eso puede hacerla complementaria -como bien decía el Senador De Urresti- de lo que está brindando la Universidad Austral de Chile en esa Región.
Entonces, creo que la discusión acá tiene que ver con el sello, con lo que significará para esas dos regiones contar con las universidades que se están creando.
De esta manera estamos terminando con la lógica de la competencia, que es lo que hoy domina a la oferta formativa en nuestro país. Y la estamos remplazando por la colaboración, por la red.
En consecuencia, aquí la cuestión no reside tanto en si los establecimientos que se crean son estatales o no, sino en si vamos a tener universidades con fuerte arraigo regional, como la Universidad de La Frontera, en Temuco; la Universidad Católica, en esa misma ciudad; las Universidades Católicas: la del Norte, la del Maule, en fin, y otras universidades tradicionales en regiones.
Vamos a tener en todo el país universidades tradicionales con firme anclaje en la región, en la preocupación de los temas regionales, que van a competir por los recursos del FONDECYT y del CONICYT en igualdad de condiciones que otras; que podrán capacitar y posgraduar a sus jóvenes, y que, por supuesto, tratarán de que vuelvan a su territorio y aporten a su desarrollo.
Creo que esta es una gran iniciativa.
Hubo quienes, majaderamente, durante el año pasado sostenían que la reforma educacional no iba para ningún lado. Algunos todavía, con poca vergüenza, insisten en lo mismo.
¡Acá está la calidad! ¡Esto es calidad pura en la reforma educacional!
Y vienen, por cierto, otros proyectos importantes, como los relativos al financiamiento de la educación superior, a la gratuidad.
En ese contexto hay que mirar el proyecto que hoy estamos aprobando, o el concerniente al administrador provisional, que busca por sobre todas las cosas garantizar -ya está aprobado- el derecho de los estudiantes a continuar sus programas educativos.
Eso busca la reforma educacional.
Yo creo que cada vez más -este es el noveno proyecto que discutimos- entramos a mirar con mayor nitidez la dimensión de una reforma educacional de la entidad de la que estamos debatiendo en nuestro país.
Entonces, creo que hay que respaldar esta iniciativa. De verdad, no le encuentro mucho asunto a postergar la votación para la próxima semana. Pienso que hay voluntad en todos los Senadores y Senadoras para apoyarla.
Se decía recién que mediante este proyecto se le están dando atribuciones a la Presidenta de la República para que mediante decretos con fuerza de ley apruebe los estatutos de las universidades en comento y un conjunto de materias propias de lo que significa la creación de ese tipo de establecimientos.
Me parece que es una gran noticia la creación de las dos universidades estatales a que nos venimos refiriendo. Y ello se complementa con una iniciativa que está, entiendo -el señor Ministro podrá corregirme-, saliendo de la Cámara de Diputados: la que crea 15 centros de formación técnica en todo el país.
Eso afianza la idea de la red con que se pretende dar una opción a los jóvenes que en muchas regiones terminan el cuarto medio y, literalmente, se van a la calle, como decían Los Prisioneros, a patear piedras.
Los jóvenes rurales vuelven al campo. Hay cordones de marginalidad en muchos sectores de nuestro país.
Yo siento que les estamos dando una tremenda oportunidad con los CFT, que seguramente actuarán muy combinados, porque van a estar al alero de las universidades regionales. Es decir, estarán encadenados: un joven que estudie dos años en un centro de formación técnica, si ve que se la puede, tendrá la opción de complementar eso con un programa de formación profesional.
Creo que estamos haciendo un cambio de paradigma interesante, impresionante, en cuanto a la forma como se concibe la educación superior en Chile.
Por eso, voy a respaldar entusiastamente este proyecto, señor Presidente.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Corresponde el uso de la palabra al Senador señor Quinteros.
Sin embargo, pidió intervenir el señor Ministro, quien tiene preferencia.
El señor EYZAGUIRRE (Ministro de Educación).- Que hable primero Su Señoría.
El señor QUINTEROS.- Gracias, señor Ministro.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Honorable señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, la iniciativa que discutimos en este momento tiene el mérito de enfocarse en dos ejes fundamentales para el desarrollo de nuestro país: por un lado, la descentralización, que es la base de la equidad territorial, y por otro, la reforma educacional, que apunta a la equidad social.
Lo he dicho en muchas oportunidades: Chile jamás será un país desarrollado si no desarrollamos sus regiones; y estas, a su vez, no se constituirán en polos de desarrollo mientras no cuenten con una capacidad crítica propia, que genere y renueve identidad, conciencia, liderazgo y conocimiento.
Esos son los fines que ordenan las actividades de docencia, investigación y extensión, propias de las universidades, particularmente en las regiones.
Identidad, para formar comunidad; conciencia, para el ejercicio de los derechos y el respeto al medio ambiente; liderazgo, para que los profesionales que se formen cumplan su rol en los ámbitos público y privado, y conocimiento, para transformarlo en ciencia y tecnología producidas desde las regiones.
O sea, no es suficiente contar con nuevas instituciones académicas para aumentar la cobertura, sino que también es preciso que ellas sean protagonistas en sus propios territorios.
Para eso se requieren la asociación con el sector privado y la capacidad productiva de las regiones, no solo de las grandes actividades: también con los pequeños productores, como acabamos de advertirlo en el proyecto relativo a la certificación de productos orgánicos.
Esta pertinencia con el territorio nos obliga a preguntarnos sobre el carácter de una universidad regional y sobre la utilidad de abrir sedes de manera indiscriminada en regiones distintas de la de la sede central.
El proyecto no enfrenta derechamente ese tema, que, a mi modo de ver, puede distorsionar la misión de dichas casas de estudios.
Es el caso de la Universidad de los Lagos, con cuatro sedes universitarias (Osorno, Santiago, Puerto Montt y Chiloé) y más de catorce centros de formación técnica, desde Calama hasta Coihaique; o el de la Universidad Arturo Prat, con seis sedes, desde Iquique hasta Victoria.
Por otra parte, es necesario que estas nuevas universidades regionales mantengan un compromiso real con la calidad en su acción en todos los planos. Ello se garantizará, en una primera etapa, con el acompañamiento de instituciones tradicionales, pero debe ser un objetivo permanente.
Por cierto, la preocupación es válida también respecto del resto de los planteles de enseñanza superior regionales. Algunos de ellos no han logrado acreditarse por plazos más largos, que den cuenta de un grado de madurez institucional.
Asimismo, si queremos contar con universidades regionales de calidad, debemos preocuparnos de fortalecer la investigación y generar redes con los establecimientos de la Capital. Para ello, los fondos asignados por el Estado deberían considerar alguna prioridad en cuanto a aquellos proyectos de investigación patrocinados por consorcios que contaran con al menos dos o tres universidades regionales.
Señor Presidente, después de la creación de estos planteles, solo la Región de Los Ríos -lo dijo mi Honorable colega De Urresti- no dispondrá de uno de carácter estatal. Pero en ella se encuentra la Universidad Austral, que si bien está constituida como una corporación de derecho privado, se guía en su misión, sin duda, como una institución pública. Junto a ser una de las casas de estudio de mayor prestigio nacional, es un ejemplo de identificación con su ciudad y su Región.
Además de las dos universidades de que se trata, el programa de gobierno de la Presidenta Bachelet considera la creación de centros de formación técnica estatales en cada Región. Estoy seguro de que ambas iniciativas causarán importantes efectos en la calidad de las políticas públicas locales, en el compromiso de los profesionales con la Región en que se forman, en la innovación e incorporación de nuevas tecnologías en los procesos productivos de cada territorio, y, en definitiva, en la tarea de hacer región desde la Región.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Tiene la palabra el señor Ministro.


El señor EYZAGUIRRE (Ministro de Educación).- Señor Presidente, simplemente deseo hacer una petición. Nosotros accedimos a quitarle a la urgencia la calificación de "discusión inmediata" en función de la ausencia, por razones de Estado, de los Senadores señores Patricio Walker y Letelier. No obstante, el tiempo apremia y necesitamos un cierto compromiso tácito en el sentido de que el período de indicaciones sea extremadamente breve, a efectos de que ojalá sobre la base del funcionamiento de las Comisiones de Hacienda y de Educación, unidas, fuera posible despachar la iniciativa en la semana siguiente, porque todavía falta el tercer trámite.
La razón no es solo la de hacer un visto bueno en la lista de compromisos para el 21 de Mayo. También existe, como ha quedado de manifiesto en las intervenciones de diferentes Senadores y Senadoras, una serie de aspectos que no resultan completamente aclarados en el proyecto, por cuanto es necesario dejar despejado el marco regulatorio y de financiamiento que va a operar para el conjunto de universidades.
Y es así, por ejemplo -lo hago presente para el Senador señor De Urresti-, como se va a precisar cuál es el papel que jugará la Universidad Austral; cómo vamos a garantizar que en la Undécima Región no compitan, sino que se complementen, dicho plantel y la Universidad de Aisén; cómo vamos a solucionar los problemas de financiamiento de la Universidad de la Sexta Región. Por lo tanto, queda una cantidad de cabos sueltos.
Tenemos la mejor intención de no discutir todo al mismo tiempo, porque ello sería imposible, mas unos proyectos se llaman con otros. En consecuencia, si demoramos mucho esta parte de la iniciativa, definitivamente no vamos a poder disponer a tiempo, para cuando estas universidades comiencen a funcionar, del marco regulatorio y de financiamiento que requieren.
Por lo mismo, solicito que, tal como el Ejecutivo se allanó a quitar la calificación de "discusión inmediata" a la urgencia, se fije un período extremadamente corto para presentar indicaciones, sobre la base del próximo martes, porque no existe ningún problema, en la eventualidad de que ellas se formulen, para que las señoras y los señores Senadores pudieran conversarlas con nosotros durante la semana.
Gracias.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Me parece que tenemos que determinar el plazo una vez que se vote en general, con el compromiso indiscutible de que sea muy breve.
Se planteó la idea de pronunciarse el próximo martes.
Acaba de llegarme un recado del señor Presidente de la Corporación, en el sentido de que no tiene inconveniente para un despacho en el día de hoy.
El Honorable señor Letelier tampoco se encuentra presente.
Media un acuerdo, además, en el que han participado varios señores Senadores, para postergar el asunto hasta el martes.
Creo que podemos terminar la discusión ahora -falta todavía la intervención de dos inscritos y con eso se completa el tiempo de la sesión- y entrar a conocer el proyecto mañana, si se estima conveniente, en vez de hacerlo ese otro día.
El señor ORPIS.- Si Su Señoría cuenta con la anuencia de los que faltan,...
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Puede intervenir el Honorable señor García-Huidobro.
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- Señor Presidente, si usted se puede comunicar con ambos ausentes y ellos manifiestan su conformidad, estoy disponible. Si no, no daré la mía.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Le pido al Comité Socialista contactarse con el Senador señor Letelier para obtener una respuesta. Podemos poner el proyecto en el primer lugar de la tabla de mañana y votarlo, siempre que se cuente con su anuencia.
En el caso nuestro, el Honorable señor Patricio Walker ha dado la suya.
El señor QUINTANA.- ¿Y lo del funcionamiento en Comisiones unidas?
El señor GUILLIER.- El Comité Independiente también dará su aprobación.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Quedamos en que el asunto se votará mañana en el primer lugar -repito- en caso de contarse con la anuencia del Comité Socialista. Si no, nos someteremos al acuerdo adoptado.
El señor PROKURICA.- El del próximo martes.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Y, por supuesto, vamos a acceder a la solicitud del señor Ministro de fijar un plazo breve para las indicaciones, porque me parece que casi todas son de iniciativa del Ejecutivo. Podría determinarse el próximo lunes 11.
El proyecto se trataría en Comisiones de Hacienda y de Educación, unidas.
¿Existe acuerdo para ello?
El señor PROKURICA.- ¿Hay quórum suficiente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Así es.
El señor PROKURICA.- ¿El señor Secretario puede confirmarlo?
El señor LABBÉ (Secretario General).- Se encuentran presentes doce señores Senadores.


El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Es el número exacto.
Si le parece a la Sala los acuerdos serán los siguientes: el proyecto se votará mañana en el primer lugar del Orden del Día, siempre y cuando se cuente con la respuesta del Comité Socialista; se fijará como plazo para presentar indicaciones el próximo lunes 11, a las 12, y se trabajará en Comisiones de Hacienda y de Educación, unidas.
Acordado.
El señor MONTES.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Sí, Su Señoría.
El señor MONTES.- Acabo de hablar por teléfono con mi Honorable colega Letelier, quien se encuentra en La Haya y manifiesta no tener ningún inconveniente en que se vote mañana. Creía que el pronunciamiento iba a ser en general y en particular a la vez.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Se votará en general.
Puede intervenir la Senadora señora Goic.


La señora GOIC.- Señor Presidente, solo deseo respaldar la iniciativa que permite la creación de universidades estatales en dos Regiones y quiero destacar algo ya expresado por otros colegas, en particular el Honorable señor Horvath, a raíz del trabajo ya hecho por otras universidades en Aisén, específicamente. Cabe pensar en la labor tanto de docencia como de investigación en la Patagonia, donde la Región de Magallanes y la Región de Aisén sin duda tienen muchas similitudes en áreas de quehacer.
La Universidad de Magallanes hizo, en su momento, una apuesta concreta, también como un plantel de enseñanza superior regional y estatal, y desde el año 2014 se cursan en ella siete carreras profesionales y técnicas. En el caso de las primeras, se trata de educación parvularia y de enfermería, y en el de las segundas, de técnico en educación parvularia, mantenimiento industrial, computación, contador general y administración.
Este es un esfuerzo producto de algo que todos compartimos y que es parte del sentido del proyecto en debate, en cuanto a cómo -también en la lógica de considerar el territorio y dotarlo de capacidades- se va descentralizando el conocimiento. Ello dice relación con la preparación de capital humano y la generación de conocimiento de alto nivel, en lo que por supuesto se registraba un vacío.
Tratándose de la Región de Aisén -me referiré a ella por ser la situación que más conozco-, estimo fundamental que la apuesta de la Universidad de Magallanes pueda ser considerada en el mandato que contendrá el proyecto. Me refiero a cómo se irá construyendo el plantel desde los estatutos y a que su propuesta, en términos de los estudios que va a impartir, más bien responda a una complementariedad y aproveche lo que ese otro establecimiento ya ha realizado igualmente como una universidad regional. Se puede pensar en una parrilla de carreras complementarias, en efecto, o en discusiones en que cabe esperar que todos estén sentados a la mesa, tal como se ha planteado en otras intervenciones.
También es posible recurrir al trabajo que se ha hecho vinculado a la comuna, tanto en la definición de la oferta existente como en la labor propia de una universidad.
Deseo destacar los acuerdos ya suscritos en términos de investigación científica y la creación de un centro especial, tarea a la que igualmente estamos abocados en la Región de Magallanes y que es parte de lo que hemos definido dentro del Plan Especial de Zonas Extremas. Se trata de una apuesta al desarrollo y, sobre todo, de utilizar nuestro patrimonio natural, la cercanía con la Antártica y una riqueza cuyo valor no somos capaces de determinar, muchas veces, por desconocer su magnitud.
A mi juicio, ahí hay un trabajo conjunto que esperamos que quede consignado en la discusión particular, para que sea posible dar garantías de que aprovecharemos las disposiciones, las voluntades políticas, los aprendizajes ya existentes, y, con eso, también favoreceremos el mejor proceso de instalación de estas universidades.
Gracias.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Honorable señor Orpis.


El señor ORPIS.- Señor Presidente, estimados colegas, tal como se ha manifestado en el curso del debate, la descentralización del conocimiento debería ser parte de la descentralización del país. Y, desde ese punto de vista, las universidades regionales tendrían que ir jugando un papel cada vez más protagónico.
Dentro del ámbito de esos planteles de enseñanza superior, hay buenas y malas experiencias. Quisiera destacar una de carácter positivo, como la de la Universidad de Tarapacá en Arica. Es un establecimiento que se ha transformado en un centro de pensamiento que influye en la Región; que se vincula con los problemas de carácter local, y que se ha consolidado desde un punto de vista económico y financiero.
En mi concepto, la parte más importante, sin duda, de la descentralización del conocimiento es que a las regiones llega una masa crítica importante a partir del instrumento que son sus universidades.
Sin duda, falta mucho camino por andar; pero, más que los problemas, veo la creación de estas dos casas de estudio como una gran oportunidad.
Es difícil pensar en un proceso de descentralización sin la existencia de universidades regionales. Ellas deberían estar cada vez más vinculadas con el quehacer regional y presentar en este mucho mayor protagonismo.
De estos establecimientos han salido grandes líderes locales. De hecho, el Intendente de la Región de Arica y Parinacota...
El señor DE URRESTI.- Fue rector de la Universidad de Tarapacá.
El señor ORPIS.- Exactamente. Y ha sido, como decía, un gran líder en este proceso. Lo consigno aun cuando ambos mantengamos ideas o un pensamiento político tremendamente distinto.
Juzgo que esta es una oportunidad para incorporar una masa crítica, para vincularse con los problemas regionales, para que nazcan liderazgos asentados en la propia Región. Y es un proceso que estaba pendiente en las regiones de que se trata.
El Senador señor García-Huidobro me expuso que todos los intentos de creación de una universidad en la Región de O'Higgins habían fracasado hasta ahora. Pero lo importante no es solo el mal resultado, sino también sacar lecciones para no repetirlo.
Considero necesario insistir en el asunto para ir consolidando las universidades regionales. En lo personal, creo más en ellas que en las nacionales instaladas en una Región, porque exhiben una lógica y un vínculo distintos. Muchas veces, las nacionales establecidas en regiones pasan a ser muy marginales en el contexto del plantel regional.
Pienso que este es un paso tremendamente importante, el cual estaba pendiente en las dos Regiones. Si han fracasado algunos intentos, habrá que sacar lecciones para no repetirlos. Al revés, es posible salir tremendamente fortalecidos, para poder lograr una consolidación de manera mucho más rápida.
Así que mañana votaré a favor del proyecto.
Comparto la idea de que las indicaciones se presenten a la brevedad posible, para que las universidades, cuando nazcan, lo hagan sin imperfecciones y el Ministerio de Educación cuente con todo el tiempo que necesite para implementarlas como corresponde en el curso del año.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Puede intervenir el Honorable señor Guillier.


El señor GUILLIER.- Señor Presidente, durante dos siglos, Chile se ha esmerado en crear liceos y universidades emblemáticos que de alguna manera han pensado el destino del país. Pero siempre ha sido un pensamiento desde el centro hacia las regiones, sin que estas hayan tenido la oportunidad de desarrollar su propia capacidad de pensarse a sí mismas, e incluso más, sin la posibilidad de aprender a pensar a Chile desde ellas y las múltiples oportunidades y diversidad que el país ofrece en los más amplios ámbitos, no solo en lo económico, lo social, lo político, lo cultural. Enfrentamos el desafío de una universidad que es estatal, pero regional.
Cuando uno habla de Estado, tiende a pensar en el Estado nación y en una visión desde el centro, porque la institucionalidad chilena presenta esa característica.
Y aquí entramos en materias complejas, porque tenemos que aprender a pensar las universidades cruzando varias reformas que el país aborda. Una de ellas es la descentralización: cada Región es diversa en sus oportunidades y posibilidades, y ahora, con dicho proceso, va a tener que aprender a pensarse a sí misma y a desarrollar un potencial de liderazgo, de formación de cuadros de profesionales y técnicos, mas también de conocimiento. Por consiguiente, se trata de planteles que piensan Chile desde las regiones, pero que han de ser complejos: tienen que cubrir todos los ámbitos del saber y no solo la docencia o la formación técnica.
En seguida, es preciso cuidarse de creer que las universidades regionales son menores en tamaño y trascendencia. La descentralización pone hoy el énfasis en las regiones. Por consiguiente, deben ser establecimientos de enseñanza superior de la misma calidad y competencia que cualquier otro que se defina "nacional".
También tienen que ser capaces de avanzar en el campo de la investigación científica y tecnológica. Y este ha sido un factor más lento en las regiones. Porque incluso al discutirse los presupuestos se piensa que universidades nacionales como la de Chile, la Católica y dos o tres más son las únicas con capacidad, sobre la base de la experiencia histórica. Esas son las que cuentan hoy con una ventaja. Entonces, se tiende a privilegiar en el Presupuesto a las que ya lograron una competencia y no a favorecer el desarrollo de competencias y capacidades en las regiones.
Con motivo del último proyecto de Ley de Presupuestos, por ejemplo, sostuvimos un debate acerca del aporte del Estado en el desenvolvimiento de líneas de investigación.
Por otro lado, tenemos que trabajar un concepto extremadamente maltratado en la historia nacional, que es el de la cultura y la identidad. Chile se pensó a sí mismo, durante el siglo XIX y gran parte del XX, como un país uniforme en su geografía, en sus identidades culturales, en sus pertenencias étnicas, en sus identidades nativas.
Hoy hemos descubierto que Chile es un país extremadamente diverso y que en esa diversidad residen también sus riquezas y sus oportunidades de tener un mejor futuro.
Por consiguiente, invito a aprobar el proyecto en debate, pero cuidándose de los dos dilemas falsos que hemos enfrentado hasta ahora: primero, creer que por el hecho de ser universidades regionales estas merecen un trato inferior o requieren menos recursos por alumno; y segundo, que ellas no están capacitadas para ser casas de estudio complejas y desarrollar, no solo formación de personal profesional y técnico, sino también ciencia y tecnología, así como identidad y cultura nacional.
Por lo tanto, tengo gran confianza en que el principio de descentralización, que vamos a promover y que estamos comenzando a debatir en algunas iniciativas de ley, tomará a las universidades regionales como su mayor expresión, bajo un concepto de Estado descentralizado, donde la toma de decisiones se alimente con ellas, constituyéndose en el foco prioritario de pensamiento de la propia región y, desde ella, del país.
Pienso, en consecuencia, que se nos abren grandes posibilidades, pero debemos aprender a cambiar el switch y dejar de creer que Chile es el centro y que lo que ahí se hace es lo mejor para todo el territorio.
Me parece que estas universidades nos abrirán enormes oportunidades para enriquecer todos los procesos de regionalización que estamos impulsando, como la nueva estructura tributaria, con impuestos regionales que le permitan a cada región planificar su desarrollo en materia cultural, con autonomía y en función de sus propios objetivos, y una serie de otras reformas que vamos a debatir, todas las cuales tienen como características principales el componente descentralizador y el potenciamiento regional.
Por lo anterior, con entusiasmo, anuncio mi voto favorable al proyecto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Hago presente a Sus Señorías que mañana votaremos la idea de legislar.
Por lo tanto, al comienzo de la sesión y una vez terminada la Cuenta, abriré la votación para proceder a cumplir el acuerdo.
El señor MONTES.- Sin debate.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente accidental).- Así es. Simplemente se abrirá la votación.
No hay más Senadores inscritos para intervenir en este proyecto.
Por lo tanto, terminada la discusión general.
--Queda pendiente la votación de la idea de legislar.