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BONIFICACIÓN POR RETIRO VOLUNTARIO A FUNCIONARIOS DE SECTOR SALUD


El señor ESCALONA (Presidente).- Según lo acordado en forma unánime por la Sala, corresponde tratar el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que otorga a los funcionarios del sector salud que indica una bonificación por retiro voluntario y una bonificación adicional, con segundos informes de las Comisiones de Salud y de Hacienda, y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (8036-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 6ª, en 3 de abril de 2012.
Informes de Comisión:
Salud: sesión 17ª, en 15 de mayo de 2012.
Hacienda: sesión 17ª, en 15 de mayo de 2012.
Salud (segundo): sesión 23ª, en 6 de junio de 2012.
Hacienda (segundo): sesión 23ª, en 6 de junio de 2012.
Discusión:
Sesión 18ª, en 16 de mayo de 2012 (se aprueba en general).
El señor ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- La iniciativa fue aprobada en general en sesión de 16 de mayo del año en curso.
Ambas Comisiones dejan constancia, para los efectos reglamentarios, de que los artículos 4º, 6º, 7º, 8º y 9º permanentes y el artículo primero transitorio no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones, por lo que deben darse por aprobados, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador, con acuerdo unánime de los presentes, solicite su discusión y votación.
--Se aprueban reglamentariamente.
El señor LABBÉ (Secretario General).- La Comisión de Salud efectuó una serie de enmiendas al texto aprobado en general, todas las cuales fueron acordadas por unanimidad.
La Comisión de Hacienda, por su parte, realizó una modificación al texto despachado por la de Salud, que también se aprobó de forma unánime.
Cabe recordar que las enmiendas unánimes deben ser votadas sin debate, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador manifieste su intención de impugnar la proposición formulada por la Comisión especializada respecto de alguna de ellas.
Sus Señorías tienen a la vista un boletín comparado que transcribe el texto aprobado en general, las enmiendas realizadas por ambas Comisiones y el texto final que resultaría de aprobarse dichas modificaciones.
El señor ESCALONA (Presidente).- En discusión particular el proyecto.
El señor GÓMEZ.- Pido la palabra.
El señor ESCALONA (Presidente).- La tiene, Su Señoría.
El señor GÓMEZ.- Señor Presidente, quiero formular una consulta reglamentaria.
De acuerdo a lo señalado por el señor Secretario, entiendo que todas las enmiendas introducidas por las Comisiones se acordaron por unanimidad. Ello significa que se votarán sin debate, lo que implica que no habrá ninguna posibilidad de discutirlas en particular.
De ser así, pido votar separadamente cada una de las enmiendas.
El señor ESCALONA (Presidente).- Está en lo cierto, señor Senador.
Las materias naturalmente se pueden debatir. Pero, desde el punto de vista reglamentario, en la discusión particular corresponde votar sin debate las normas que han sido aprobadas por unanimidad en las Comisiones respectivas, que es el caso.
Ahora, usted, como Senador, puede solicitar la revisión de algún precepto que sea de su interés.
El señor GÓMEZ.- Señor Presidente, lo que pasa es que estos artículos son de iniciativa exclusiva del Ejecutivo.
Mi intención es dejar constancia de que en este proyecto se ha introducido una diferenciación respecto de la normativa anterior en la materia.
Yo no quiero entorpecer el debate. Solo espero disponer del tiempo suficiente para dejar claro cuáles son las diferencias existentes entre esta propuesta legislativa y la ley que se aprobó en el Gobierno de la Presidenta Bachelet.
El señor ESCALONA (Presidente).- Tendrá tiempo para ello, señor Senador.
Dado que todas las enmiendas fueron aprobadas por unanimidad en las Comisiones de Salud y de Hacienda, corresponde pronunciarse sin debate sobre ellas.
En votación.
--(Durante la votación).
El señor ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Gómez, para fundamentar el voto.


El señor GÓMEZ.- Señor Presidente, no es fácil enfrentar un debate de esta naturaleza, por cuanto se ha producido una situación no de enfrentamiento, sino de discrepancia entre dirigentes de diversos gremios de la salud.
La existencia de incentivos al retiro y la posibilidad cierta de que muchos trabajadores hagan uso de ese beneficio, sin duda, son suficientes para no rechazar un proyecto de esta índole. Y así lo he manifestado a diversas organizaciones.
Sin embargo, quiero dejar constancia de las diferencias sustanciales que se observan en la iniciativa que nos ocupa respecto de lo consagrado en la ley Nº 20.282, aprobada durante el Gobierno de la Presidenta Bachelet. En dicha normativa se establecieron incentivos al retiro distintos en cuanto a sus montos y a quiénes beneficiaba. ¿Por qué? Porque se reconocía la existencia de funciones diferentes (profesionales, administrativos) en cada uno de los organismos de la salud.
En la mencionada legislación se consignó expresamente una bonificación adicional equivalente a 527 UF para los trabajadores pertenecientes a las plantas de profesionales y directivos, y a 395 UF para los de las plantas de técnicos, administrativos y auxiliares.
Esa diferencia, consagrada en el cuerpo legal referido y que permitió a algunos funcionarios acogerse a retiro, desaparece en este proyecto. Este propone nivelar dicho incentivo a 395 unidades de fomento para todos los trabajadores, perjudicando a un segmento de ellos.
Aclaro que el monto de tal bonificación no irá en desmedro del personal que ya contaba con ese beneficio.
Pero es importante dejar constancia -insisto- de que en la presente iniciativa no se cumple con lo dispuesto en una ley de la república, que fue aprobada en su oportunidad por el Parlamento. Hoy se pretende eliminar la diferenciación aludida.
De otro lado, se planteó al Ejecutivo la alternativa de agregar una discriminación positiva, consistente en incrementar en un mes la bonificación por retiro en favor de las mujeres -las más perjudicadas y dañadas previsionalmente, por cuanto son afectadas por discriminación salarial, menor período de cotizaciones, bajas pensiones y mayores expectativas de vida después de jubilar- y de auxiliares, administrativos, técnicos y profesionales con menores remuneraciones. Se sugirió tal idea, pero no fue posible llegar a acuerdo con el Gobierno.
Por eso digo que el problema no es entre los trabajadores. Los dirigentes de los distintos gremios obviamente tienen que velar por los intereses de sus representados. En nuestra opinión, es el Ejecutivo el que manifiesta una forma equivocada de resolver la situación. Porque las propuestas que se le han hecho perfectamente pudieron haber sido acogidas durante la discusión del proyecto.
Se sugirió también ampliar los 200 cupos que se establecen al total o a la mayoría de los funcionarios actualmente en servicio y a los rezagados de la legislación anterior, quienes, por responsabilidades laborales o bajo interés de sus fondos de previsión producto de las crisis internacionales, no se acogieron a retiro durante la vigencia de la ley N° 20.282. Se sugirió la posibilidad de que ellos fueran compensados.
Igualmente, se pidió eliminar el tope máximo para los cuatro años, los topes anuales y el mecanismo de postulación y selección, y garantizar el acceso al beneficio a todos los funcionarios que cumplan los requisitos y lo soliciten formalmente.
Señor Presidente, el proyecto en votación favorecerá a los trabajadores. Obviamente constituye un beneficio para ellos. Pero, a mi juicio, terminar con la diferenciación que se consignaba en la ley anterior es una medida errada. Pudo procederse de otra forma para no generar el problema de dejar a algunos funcionarios en la situación de obtener una bonificación con un monto distinto del que habrían recibido con dicha normativa.
Tampoco se cumple con fijar ciertos plazos, que habrían sido determinantes para los efectos de la discusión de la iniciativa.
Señor Presidente, pedí la palabra para dejar constancia, en la historia de la ley, de las diferencias entre la ley N° 20.282, aprobada y promulgada durante el Gobierno de la Presidenta Bachelet -se elaboró de manera muy distinta y se consensuó con todos los funcionarios-, y la iniciativa que nos ocupa, que perjudica sustancialmente a algunos trabajadores.
Gracias.
El señor MAÑALICH (Ministro de Salud).- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor ESCALONA (Presidente).- Estamos en votación, señor Ministro. Lamentablemente, no le puedo conceder la palabra.
El señor MAÑALICH (Ministro de Salud).- Entiendo.
El señor ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor García.


El señor GARCÍA.- Señor Presidente, junto con anunciar mi voto favorable al proyecto, debo recordar que fueron varios los gremios que llegaron a acuerdo con el Ejecutivo respecto a estos incentivos al retiro. Por tanto, el texto se concordó con los trabajadores, salvo en el caso de la FENPRUSS, que agrupa a los profesionales de la salud, cuyos dirigentes finalmente no firmaron lo propuesto.
La iniciativa responde también a demandas que han sido y son supersentidas por los funcionarios del sector, como la de nivelar la bonificación por retiro voluntario a un tope de 11 meses para todos los trabajadores. Cabe recordar que, según lo dispuesto en las leyes anteriores, dicha indemnización era de 9 meses para los varones y de 10 para las damas. Ahora se establece un máximo de 11 meses para todos. Ello, con acuerdo -repito- de casi todos los gremios de la salud.
Otra diferencia importante es que en normativas pasadas, salvo en la Ley ANEF -me refiero en concreto a todas las disposiciones legales sobre incentivos al retiro del personal de la salud-, las damas tenían que jubilar al cumplir 60 años. No había alternativa: se iban o perdían el beneficio. El proyecto que nos ocupa recoge una aspiración muy sentida: dar a las funcionarias la posibilidad de escoger el momento de retirarse, entre los 60 y los 65 años de edad. ¿Por qué? Porque, al pensionarse a los 65 años, una mujer realizará cinco años más de trabajo efectivo, lo que implica cinco años más de cotizaciones y cinco años menos en el cálculo para la respectiva jubilación. Ello implica un mejoramiento significativo de 20, 25, 30 por ciento en la respectiva pensión.
Esto constituye algo nuevo para los trabajadores de la salud.
Señor Presidente, considerando que la propuesta legislativa se hizo con acuerdo de los gremios del sector, cuyos dirigentes han sido tremendamente activos en esta materia, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, y nos han pedido hasta el cansancio que despachemos cuanto antes el proyecto -muchos de sus colegas se hallan enfermos y están esperando que ello suceda para acogerse a retiro-, los miembros de las Comisiones de Salud y de Hacienda aprobaron de forma unánime la iniciativa en particular.
Reitero que hoy votaremos favorablemente el articulado del proyecto, para que este vaya completando su tramitación legislativa y sea ley de la república muy pronto -ojalá dentro del mes en curso-, a fin de que luego comiencen a operar el incentivo al retiro y la bonificación adicional, y los funcionarios de la salud reciban los dineros respectivos y puedan acogerse a la jubilación que anhelan.
Voto a favor.
El señor ESCALONA (Presidente).- Quiero saludar a los dirigentes de la FENATS y de otros gremios, que se encuentran en las tribunas, acompañándonos en esta sesión.
¡Bienvenidos!
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Uriarte.


El señor URIARTE.- Señor Presidente, votaremos a favor de la iniciativa, porque beneficia a más de 162 mil funcionarios de la salud, porque hace justicia a sus legítimas demandas y porque se enmarca dentro de una política -hay que reconocer que viene del Gobierno de Michelle Bachelet- que permite negociar cada cuatro años condiciones que para los trabajadores son y van a seguir siendo muy importantes.
El texto propuesto comprende al menos tres grandes ejes: uno, la bonificación adicional, equivalente a un monto fijo de 395 unidades de fomento; dos, la bonificación por retiro voluntario de hasta 11 remuneraciones imponibles, y tres, el pago de los descuentos previsionales que se han efectuado a los trabajadores.
Efectivamente, tiene razón en su planteamiento el Senador Gómez. Antes se establecía una diferencia, pero quedó claro que se trataba de una discriminación entre profesionales y no profesionales, lo cual, sin duda, causaba efectos en la empleabilidad de unos y otros. Ahora, en cambio, se instaura un criterio de igualdad y de justicia que permite que todos accedan al mismo bono.
Por lo tanto, nos atrevemos a decir que el proyecto avanza en la línea de la necesaria igualdad entre trabajadores de la salud. No es casualidad que este se haya originado en una mesa de consenso, cuyo resultado contó con la adhesión de casi la totalidad de los funcionarios de la salud pública.
En tal virtud, esta constituye una gran oportunidad para aprobar el proyecto y para que, ojalá, otros trabajadores del sector público y de los Poderes del Estado sigan este mismo camino.
El señor ESCALONA (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Rincón.
Antes de que intervenga Su Señoría, solicito autorización de la Sala para que pase a reemplazarme en la testera el Honorable señor Gómez.
Acordado.
--Pasa a dirigir la sesión el Senador señor Gómez, en calidad de Presidente accidental.


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, tal como dicen los dirigentes que nos acompañan, la iniciativa que nos ocupa lleva 10 meses de tramitación.
Semanas atrás, cuando se aprobó en general el proyecto, les señalé que estuvieran contentos y alegres, porque habíamos dado un paso importante, que íbamos por buen camino y que pronto concluiríamos su estudio. Sin embargo, una de las dirigentes se sentía muy frustrada, pues habría preferido que lo hubiésemos despachado en esa oportunidad.
¡Es muy relevante -¡qué duda cabe!- aprobar una normativa que permite que funcionarios públicos se retiren del servicio recibiendo un reconocimiento económico! Esta situación se arrastra desde hace muchos años y tiene directa relación con las pensiones que percibirán estos trabajadores y trabajadoras.
Asimismo, como señaló usted, señor Presidente, en su intervención, nos hubiese gustado que se nivelara e igualara hacia arriba y no hacia abajo.
Ese fue uno de los puntos que debatimos en la Comisión de Hacienda junto con las indicaciones que se presentaron al proyecto. Lo analizamos hoy con los miembros de dicho órgano técnico: Senadores señores García (Presidente), Frei (don Eduardo), Lagos y Novoa.
No nos gusta que el cálculo del bono se realice sobre la base del promedio de las remuneraciones imponibles. Quiero dejar constancia de ello para la historia fidedigna de la ley. Porque en el sector salud las rentas reales de los trabajadores son muy distintas a las imponibles. Hubiésemos querido que el beneficio se calculara conforme al promedio de las últimas remuneraciones reales.
Así lo dimos a conocer en la Comisión. Y entendimos -del mismo modo como lo reconocieron, hoy día, los señores Presidente y Secretario de dicho órgano técnico- que el Ejecutivo había manifestado su disposición favorable.
Lamentablemente, no llegó la indicación pertinente y la norma fue aprobada como figura en el texto del proyecto.
Es dable comprender que por responsabilidad fiscal no se pueda hacer una excepción aquí, pero es preciso reconocer que si hay una dotación donde las rentas reales son muy distintas a las imponibles es en el sector salud.
Señor Presidente, debo expresar que la tramitación del proyecto me deja con dos espinas:
Primero, que el Ejecutivo, recogiendo el principio de la igualdad, no haya nivelado hacia arriba.
Y, segundo, que reconociendo la realidad que vive en particular este sector, el Gobierno no haga una excepción y establezca que el cálculo de la remuneración promedio se efectúe sobre la base de la renta real y no de la imponible.
Dejo constancia de mi posición para los efectos de la historia fidedigna de la ley, porque son cuestiones que debemos corregir.
Además, tenemos que hacer un esfuerzo real, efectivo, y no solo declarativo respecto al sector salud, donde existen muchos peros, tanto en la cantidad de recursos que se manejan para dar respuesta digna y adecuada a los usuarios, como de reconocimiento a la labor de sus funcionarios, quienes cumplen jornadas extenuantes y han adquirido un compromiso encomiable con el país.
Sin perjuicio de lo anterior, anuncio que aprobaré la iniciativa, porque entiendo la urgencia que reviste para los trabajadores y trabajadoras que favorece.
--(Aplausos en tribunas).
El señor GÓMEZ (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor Tuma.


El señor TUMA.- Señor Presidente, ayer fueron los profesores; antes, los funcionarios municipales; ahora, los de la salud, y, mañana, no sé quién será. Y este Senado continuará legislando con puros parches respecto de materias que ameritan una discusión de fondo.
Sin duda, el proyecto mejora la actual situación de los funcionarios de la salud para retirarse en condiciones más favorables. Sin embargo, el debate de fondo que tiene que efectuar el Senado, al cual el Ejecutivo debe incorporarse, es sobre cómo modificamos efectivamente el sistema previsional. Porque la iniciativa en discusión está dando testimonio del fracaso del actual modelo.
Hay que incentivar a los trabajadores para que se retiren, porque la pensión que van a recibir no dice relación con sus remuneraciones. Particularmente, en el sector de la salud -como señalaba la Senadora Rincón- las rentas reales están muy por encima de las imponibles. Y es el propio Estado el que no hace las cotizaciones. Y eso se refleja, al final, en una pensión exigua e indigna, que no permite que el trabajador tome la decisión de acogerse a jubilación. Entonces, se debe recurrir a la figura del incentivo para que se retire. ¡Pero la pensión sigue siendo exigua!
El tema de fondo que deberíamos debatir, y cuanto antes, es sobre una reforma al sistema previsional para que las personas tengan acceso a pensiones dignas...
--(Aplausos en tribunas).
... y no sea necesario aprobar "leyes parches" que incentivan al retiro de a poco de los trabajadores y que están destinadas a suplir las pensiones indignas que reciben.
Señor Presidente, a mi juicio, el Senado, que ya ha aprobado la formación de una Comisión especial para estudiar una reforma previsional profunda, debe ser coherente con ese acuerdo. Por eso, invito a los Comités a que entreguemos los nombres de los parlamentarios que formarán parte de aquella. De esa forma, evitaremos en el futuro seguir viendo los dramáticos momentos que viven muchos trabajadores o conociendo el caso de quienes ni siquiera alcanzaron a recibir este incentivo, debido a que fallecieron antes. ¿Por qué? Porque no hemos sido capaces de enmendar un sistema absolutamente injusto.
--(Aplausos en tribunas).
Anuncio mi voto favorable a la iniciativa, señor Presidente.
Insisto: el tema de fondo es modificar el perverso sistema previsional.
He dicho.
--(Aplausos en tribunas).
El señor GÓMEZ (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.


El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, voy a votar a favor del proyecto, porque ya llevamos muchos años debatiendo lo mismo.
Siempre que se ha discutido en cuanto a la forma en que se manejan las cifras para fijar, en un momento determinado, las remuneraciones de los trabajadores de la salud, mi opinión no ha variado, en el sentido de que quedamos lejos de lo que debería aprobarse, comparando el tipo de trabajo, las responsabilidades, las dificultades y, sobre todo, el sacrificio que implica desempeñarse en este sector.
Mi posición sobre el particular no es solo de ahora, sino que desde siempre la he tenido y ha sido muy clara. Esto es fruto, seguramente, del hecho de que trabajé en el área de la salud durante muchos años antes de llegar al Senado.
Sin embargo, deseo advertir acerca de una situación que se ha producido.
Más allá de los aspectos técnicos que podamos discutir, analizar y tomar en consideración, aquí surgió un problema bastante serio, porque hubo dirigentes que estimaban que debía aprobarse el proyecto, para salir luego de la situación actual, y otros que creían preferible esperar o hacer un esfuerzo especial para que el Gobierno pudiera también dar el mismo tratamiento al resto, en lugar de seguir buscando fórmulas aleatorias para que todos quedaran igual.
No nos olvidemos de que hace algún tiempo aprobamos el incentivo al retiro y el mejoramiento de rentas para el sector de la salud municipal. Lo que estamos viendo ahora es la salud secundaria -por decirlo así-, que depende del Ministerio del ramo.
En definitiva, no hubo acuerdo y el Ejecutivo manifestó que no se hallaba en condiciones de introducir una modificación al articulado de manera que pudiéramos aprobarlo sin ninguna dificultad de parte de algunos dirigentes que estaban trabajando desde la FENPRUSS y la ANEF.
Tengo fundadas esperanzas de que el Gobierno, a través de su Ministro de Salud, pueda buscar la manera de dejar pari passu a todas las personas. O sea, la misma condición de trabajo, la misma remuneración. Esa es la norma básica, aunque se haya distorsionado cuando se creó la municipalización de la salud.
Por eso, señor Presidente, vamos a votar favorablemente, sin perjuicio de esperar lo que señalé.
Asimismo, confío en que, como lo hemos señalado hasta la saciedad, el futuro de la salud pública no termine siendo su eventual privatización. El Ministro ha expresado también, muy claramente, que eso no se va a producir. Yo le creo, pero me alarma que de repente surgen unas luminarias que más bien son luz colorada. Ahora se va a aplicar un sistema de fórmula similar a la dirección empresarial, y la verdad es que cualquier posible privatización -estoy convencido de ello- no depende del Ministerio de Salud, sino de la visión general que sobre las materias de bien público tiene La Moneda. Seamos claros: no es el Ministerio el que define esto; lo definen, derechamente, La Moneda y Hacienda, que son en definitiva los que deben resolver.
Pero, en fin, ojalá estos malos pensamientos nunca se concreten.
En todo caso, señor Presidente, doy mi respaldo absoluto al proyecto. No obstante, como sucede a veces, mi Comité me autorizó a parearme con el Senador Víctor Pérez, por lo que no puedo votar...
El señor PIZARRO.- Vote no más, señor Senador, si estamos todos a favor...
El señor RUIZ-ESQUIDE.-... En ese caso, voto que sí.
--(Aplausos en tribunas).
El señor GÓMEZ (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Honorable señor Bianchi.


El señor BIANCHI.- Señor Presidente, yo sé que hay mujeres y hombres que han tenido una larga y triste espera para llegar a esto que se señala como un, comillas, beneficio. Y solo por el respeto que esas trabajadoras y esos trabajadores de la salud me merecen, voy a concurrir con mi voto favorable.
--(Aplausos en tribunas).
Sin embargo, deseo volver a expresar lo que he dicho permanentemente: ¡no existe un peor empleador que el Estado de Chile! No puede haber un empleador más perverso, que siga teniendo personas, por años de años, a contrata y a honorarios; que continúe causando un enorme perjuicio a los funcionarios que deben jubilarse y que se van con 11 meses, como un gran logro, habiendo trabajado casi 40 años de su vida.
Hemos elaborado un proyecto de ley -inadmisible, por supuesto-, para el que pedimos el patrocinio del Ejecutivo. Y lo hemos dicho en reiteradas ocasiones: año trabajado, año pagado. Si una persona se desempeña 20 años en un servicio, ¿por qué debe recibir por 11?
El daño previsional es enorme. Los incentivos que hoy día reciben no equiparan el perjuicio que han sufrido todas esas personas que hoy están por jubilarse. Por eso, hemos insistido en una iniciativa que confeccionamos con usted mismo, señor Presidente, donde pedimos una AFP estatal de carácter social, para que en definitiva haya justicia.
Y lo explicamos en su momento. Puse el ejemplo de dos personas, una que se jubila ahora, con todos estos incentivos, y que recibirá 114 mil pesos; mientras que su colega, con los mismos años de servicio, percibirá 560 mil pesos, por permanecer en el sistema antiguo, en el IPS.
Entonces, no hay relación, no hay cómo explicarse el profundo daño que experimentan hoy nuestras trabajadoras y trabajadores del sistema público.
En paralelo, elaboramos otro proyecto de ley que crea una Dirección Nacional del Trabajo, para que así como se supervigila lo privado, también exista un ente que controle y supervigile el sector público. Hoy día nuestros trabajadores no tienen dónde acudir en la eventualidad de que se sigan cometiendo injusticias como las que hemos señalado: gente que lleva años de años trabajando a honorarios, a contrata, con todo el daño que esa situación, por supuesto, significa.
Señor Presidente, vamos a concurrir con nuestro voto reiterando que esperamos que en algún momento el Estado de Chile reconozca la necesidad de respetar una norma que nunca fue respetada: 80/20. Lo hemos hecho ver en innúmeras veces con distintos Ministros, pero simplemente hemos encontrado oídos sordos frente a una legítima reclamación de nuestros trabajadores.
Voy a votar favorablemente señalando que este incentivo es perverso, que desgraciadamente deja a quienes se jubilan en esta oportunidad en una precaria condición posterior, con rentas muy por debajo de las que debieran recibir y que podrían tener una mediana y mejor calidad de vida. Aun así, voto a favor, sabiendo que esta ha sido una larga lucha, una gran conquista por parte de nuestros funcionarios.
--(Aplausos en tribunas).
El señor GÓMEZ (Presidente accidental).- Tiene la palabra la Senadora señora Allende.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, quiero anunciar mi voto positivo, más allá del tema de fondo planteado por el Senador Tuma -y recién por el Senador Bianchi-, que todos reconocemos y que hemos expresado tantas veces en esta Sala. Yo creo que fue muy dramático lo ocurrido a partir del año 81, cuando, de manera poco informada, mucha gente fue prácticamente obligada a cambiarse de sistema previsional, lo que le produjo un gran daño. Y no hemos logrado aún terminar de reparar aquello.
En consecuencia, el tema central sigue todavía estando presente, y por eso manifiesto mi acuerdo con las palabras expresadas por el Senador Tuma y mi beneplácito porque se cree esta comisión, para que veamos, efectivamente, si somos capaces de ir al fondo y si alguna vez vamos a contar con el apoyo del Ejecutivo para hacer un cambio drástico. Porque, la verdad es que es bastante duro para la gente, cuando llega la hora de poder jubilarse, después de una vida de trabajo, descubrir que su tasa de reemplazo es bajísima, que su pensión va a ser indigna, que no va a corresponder a los años trabajados, que no hay justicia ni una devolución acorde con lo entregado.
Entonces, realmente seguimos y seguimos abordando esta materia.
Como se recordaba acá, hace unos días aprobamos incentivos para el retiro en el sector municipalizado. Ahora lo estamos haciendo para los distintos servicios de salud dependientes del Ministerio.
Y es cierto: aquí se trata de retiros voluntarios con incentivos, con bonificaciones adicionales y, por supuesto, compatibles con el bono conocido como "poslaboral". Pero, si yo voto favorablemente, es porque me parece de entera justicia que, si bien no hemos llegado al fondo del problema -y probablemente vamos a tardar un tiempo en arreglarlo-, la gente que sí quiere acogerse al retiro a través de esta bonificación, de este incentivo adicional, pueda hacerlo.
Yo creo que educación y salud son los sectores donde se trabaja en un ambiente de mayor complejidad, de mayor presión. Allí la desgastante tensión emocional generada por el trabajo es cotidiana. Incluso, muchas veces al interior de los centros de salud las relaciones laborales resultan complejas, y no solo en el trato con los pacientes, sino también en el existente entre las propias jerarquías.
Por lo tanto, junto con dar nuestra aprobación, hacemos un especial reconocimiento a gente que ha sido capaz de volcarse a aquellos establecimientos de salud para laborar durante veinte, treinta o más años, con el desgaste que ello significa y asumiendo un compromiso: el que dichos trabajadores tienen con la salud pública, donde se atiende 70 por ciento de la población.
--(Aplausos en tribunas).
Es, entonces, obligación nuestra perseverar para fortalecer la salud pública, para mejorarla, para que sea de mayor calidad, y no para disminuirla, no para privatizarla.
Reitero que votaré a favor.
--(Aplausos en tribunas).
El señor GÓMEZ (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Honorable señor Quintana.


El señor QUINTANA.- Señor Presidente, tal como manifestó el Senador Tuma, nos hallamos ante una medida de parche. Probablemente se necesita; pero, al fin, es de parche.
Este debate lo hemos hecho en innumerables ocasiones, en otros ámbitos, con otros sectores de la Administración Pública. Y el discurso es siempre el mismo: corregimos para atenuar una injusticia, pero no resolvemos el problema de fondo.
Como acaba de decir la Senadora Allende, aquí no estamos modificando las tasas de reemplazo. La situación de los referidos funcionarios a lo largo de todo Chile, al cabo de un tiempo, una vez que se paguen los once meses y las 395 unidades de fomento correspondientes al bono poslaboral, será exactamente la misma.
En la Región de La Araucanía, que represento en esta Corporación, me han planteado tal situación en innumerables ocasiones.
Hace algunos días conocí personalmente el caso de una trabajadora que recibió un incentivo similar: sufrió un aneurisma, y se quedó con cero peso. El pago que debió hacer, a pesar de haber sido funcionaria del sistema de salud, fue enorme: la dejó sin un centavo.
Es decir, todo el sueño de destinar el dinero recibido a mejorar la calidad de vida muchas veces se esfuma porque en la etapa poslaboral las enfermedades aparecen con bastante mayor frecuencia.
Por lo tanto, no me canso de señalar que esta es de aquellas materias que requieren atención preferente de la clase política. No podemos seguir haciéndonos los lesos frente a un problema de esta naturaleza, que significa un descalabro para miles de chilenos que fueron obligados a trasladarse desde las antiguas cajas de previsión al sistema de las AFP, el cual, como se sabe, ha hecho más ricos a ciertos señores que gracias a él obtienen enormes utilidades.
Eso no cambia hoy día. Simplemente, se recibe un bono, un incentivo para irse a la casa, pero con una pensión que en numerosos casos se reduce a 20 por ciento de los ingresos que el trabajador percibía mientras se hallaba en actividad.
Por supuesto, valoramos la disposición que ha tenido el Ministro de Salud, quien hoy nos acompaña, para impulsar esta iniciativa. Probablemente vendrán muchos otros proyectos de parche para abordar la situación existente. Pero nosotros, como clase política, no podemos seguir haciéndonos los lesos.
Lo que se realizó hace cuatro años en el Gobierno de la Presidenta Bachelet fue una reforma previsional sumamente importante. Varios pensaron que ahí estaba todo resuelto. ¡No! Esa era una reforma vinculada con el pilar solidario, con el sistema no contributivo.
Innumerables personas -como las que nos acompañan hoy en las tribunas- han hecho un esfuerzo sistemático tras haber sido obligadas, en plena dictadura, a ingresar al sistema de las AFP casi con "el cuento del tío": el atractivo de la reducción de las cotizaciones de 20 a 10 por ciento. ¿Pero qué ha sucedido con la diferencia? Nadie ignora que 3 puntos se destinan a comisión por la administración del dinero, a pago de seguros, en un negocio de integración vertical, ya que sus dueños son los mismos que manejan el negocio de la salud.
En consecuencia, suscribo lo señalado por los Senadores señora Allende y señor Bianchi.
Nosotros vamos a votar favorablemente, pero en el entendido de que se requiere una reforma bastante más profunda y de que ella va a quedar pendiente para el próximo Gobierno. Porque será muy difícil que las futuras coaliciones dejen de abordar esta materia y no intenten darle respuesta a una aspiración tan sentida como la descrita.
Se precisan varias reformas tributarias -no sé si podemos llamar "reforma" a la propuesta que nos hizo el Gobierno- o perfeccionamientos tributarios para solucionar el problema en comento. Si no se llevan a cabo, continuaremos teniendo a miles de chilenos en situación indigna.
Me parece, pues, que esta iniciativa es necesaria. No hay otro mecanismo para que los trabajadores en cuestión se acojan a retiro en condiciones de mínima dignidad.
Por las razones expuestas, anuncio mi voto a favor.
--(Aplausos en tribunas).
El señor GÓMEZ (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador señor Sabag.


El señor SABAG.- Señor Presidente, solo deseo anticipar mi voto favorable y expresar mi agrado por haber llegado en esta materia, tanto en la Comisión de Salud como en la de Hacienda, a un acuerdo unánime que es apoyado por la inmensa mayoría de los dirigentes de la salud, quienes representan a 88 mil 700 trabajadores. Desde luego, me consta que en todos los sectores y comunas del país ellos han estado preocupados de sacar adelante esta iniciativa legal.
Me ha tocado participar en reuniones con don Leoncio Zárate, dirigente de los trabajadores de la salud de San Carlos; con representantes de Chillán, de Concepción, en fin, quienes han procurado el despacho de este proyecto y, por cierto, obtener el máximo de mejorías.
Por supuesto, todos hubiéramos querido aumentar el bono de 395 unidades de fomento. El Ministro también luchó por eso. Sin embargo, sabemos -ya lo dijeron el Senador Ruiz-Esquide y otros colegas- que "la mano que aprieta" está en Hacienda, en sus sectorialistas, quienes manejan la economía nacional. Y, porque administran la plata del país, les paran el carro al Ministro y al Parlamento.
Pero por lo menos algo se ha mejorado, señor Presidente. Y si los trabajadores de la salud están de acuerdo y se sienten conformes, mayor alegría para nosotros, por cuanto estaremos aprobando un cuerpo legal que los deja tranquilos y que satisface al Ejecutivo.
Por eso, envío un saludo a todos los trabajadores del sector, quienes -ya lo manifesté en sesión anterior- son abnegados, sacrificados, y sacan la cara por la salud de nuestro país. Y aquellos que se acojan a retiro tendrán al menos una pequeña mejoría.
Como dije anteriormente, "nos aplauden desde las tribunas".
Trabajadores de otros sectores -se lo manifesté al Senador Lagos y lo repetiré aquí-, solo por concepto de bono de término de conflicto, ¡se llevan quince millones de pesos! Aquí se reciben 15 millones o 20 millones, ¡pero después de 40 años de servicio!
--(Aplausos en tribunas).
Un saludo para todos los trabajadores de la salud.

El señor ESCALONA (Presidente).- Muy bien, Su Señoría.
¡Hay que agradecer los aplausos, porque suelen ser esquivos...!
El señor LAGOS.- ¡No sobran...!
La señora ALLENDE.- ¡Faltan...!
El señor ESCALONA (Presidente).- Quiero hacer un paréntesis para saludar a los dirigentes que nos acompañan en las tribunas.
Al Presidente de la Confederación FENATS Unitaria, don Ricardo Ruiz Escalona.
¡Aquí hay una coincidencia nomás...!
El señor LAGOS.- ¡Uno no elige a los parientes...!
El señor ESCALONA (Presidente).- En seguida, a la Presidenta Nacional de la FENTESS, señora Silvia Aguilar Torres.
Por último, al Presidente de la FENFUSSAP, don Ernesto Rojas Basaure.
No hay más inscritos para fundamentar su posición.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor ESCALONA (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueban las modificaciones acogidas por unanimidad en las Comisiones de Salud y de Hacienda (30 votos favorables), y queda despachado el proyecto en este trámite.
Votaron las señoras Allende, Alvear, Pérez (doña Lily), Rincón y Von Baer y los señores Bianchi, Cantero, Chahuán, Coloma, Escalona, Espina, Frei (don Eduardo), García, García-Huidobro, Girardi, Kuschel, Lagos, Larraín (don Hernán), Larraín (don Carlos), Novoa, Orpis, Pizarro, Prokurica, Quintana, Ruiz-Esquide, Sabag, Tuma, Uriarte, Walker (don Ignacio) y Walker (don Patricio).
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor ESCALONA (Presidente).- A continuación le ofreceré la palabra al señor Ministro de Salud. No lo hice antes dado que durante las votaciones los Ministros solo pueden intervenir para rectificar errores de hecho de los parlamentarios, lo que no ocurrió en esta oportunidad.


El señor MAÑALICH (Ministro de Salud).- Señor Presidente, solo quiero agradecer a los señores Senadores por su apoyo a la iniciativa que se acaba de despachar.
Creo que estamos ante un muy buen acuerdo para los trabajadores de la salud, cuyos dirigentes se encuentran en las tribunas de esta Corporación.
En nombre del Ministerio a mi cargo, expreso mi gratitud a quienes concurrieron a la unanimidad, pues así la ley en proyecto podrá entrar en vigencia a partir del próximo mes, como es nuestro deseo.
--(Aplausos en tribunas).