Norma que modifica bioequivalentes genéricos y evita la integración vertical pasa su primera prueba

Reflexionando sobre la colusión de las tres cadenas del sector y la iniciativa de las boticas populares, la Sala despachó la propuesta que modifica el Código Sanitario para regular los medicamentos bioequivalentes genéricos y evitar la integración vertical entre farmacias y laboratorios.

Con 15 votos a favor, y ocho abstenciones, se respaldó la idea de legislar. Ahora, la norma en primer trámite, volverá a la Comisión de Salud para ser perfeccionado su articulado.

En el debate hicieron uso de la palabra los senadores Carolina Goic, Francisco Chahuán, Rabindranath Quinteros, Juan Antonio Coloma, Guido Girardi, Alejandro Navarro, Alberto Espina y Hernán Larraín. También intervino el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows.

Los legisladores recordaron que este proyecto viene a solucionar algunos problemas prácticos que se generaron con la entrada en la vigencia de la ley de fármacos. Sin embargo, algunos manifestaron que sancionar la integración vertical podría atentar contra la libertad de emprender.

Cabe consignar que hoy los laboratorios deben certificar los genéricos como bioequivalentes, pero ello encarece el proceso de producción, de allí que existan desincentivos a cumplir con este requisito. Frente a ello este sector ha optado por certificar sus fármacos de marca, lo que ha ido en contra del objetivo de la ley que es facilitar el acceso a estos productos de primera necesidad, rebajando sus costos.

El proyecto de ley, iniciado en moción de los senadores Guido Girardi, Carolina Goic, Manuel José Ossandón, Fulvio Rossi y Andrés Zaldívar, tiene por objeto ajustar la legislación, con miras a fomentar la disponibilidad y la penetración en el mercado de los medicamentos genéricos bioequivalentes.

Contenido del proyecto:

- Modifica la legislación sanitaria vigente, incorporando la exigencia de que en las recetas médicas se incluya expresamente la denominación de los medicamentos genéricos bioequivalentes, en caso de existir.

- Para la instalación y funcionamiento de una farmacia o almacén farmacéutico, se deberá contar con una concesión de servicio público, cuyas condiciones y requisitos serán establecidas en un reglamento dictado por el Ministerio de Salud.

- Prohíbe la integración vertical entre laboratorios y farmacias, de forma que la propiedad y administración de un laboratorio farmacéutico será incompatible con la de una farmacia, almacén farmacéutico o droguería.

- Hace imperativo que los medicamentos de venta directa al público estén disponibles en góndolas, estanterías o dispensadores, debiendo considerarse medidas de resguardo general para evitar su alcance por los niños.

- Las infracciones a las normas de este proyecto de ley, serán sancionadas con la clausura de la farmacia.

GOIC

“Esta una moción que presentamos en marzo de este año. Queremos hacernos cargo del acceso a los fármacos entendiendo que estos son un bien social, por lo que se requieren  precios justos. Queremos que la receta se prescriba como genérico y se regule el funcionamiento de una farmacia, entre otros tópicos, por ejemplo, la venta en estanterías. Somos uno de los países que más gasta en este ítem, sobre todo en el caso de las familias más vulnerables”.

CHAHUÁN

“El proyecto tiene falencias importantes como lo relativo a la integración vertical. Quiero hacer reserva de constitucionalidad respecto a la necesidad de proteger el derecho a emprender. El actual texto tiene vicios de constitucionalidad que deben ser corregidos. Respecto a la fiscalización, hay que fortalecer a las seremis de salud. Acá se atenta contra la seguridad sanitaria porque el texto hace complejo que los laboratorios pueden cumplir con los registros de los bioequivalentes”.

QUINTEROS

“La noticia de la farmacia popular ha provocado una ola de reflexiones sobre la industria. Estoy a favor de la iniciativa, pero creo que debemos perfeccionarla para no dar lugar a dudas constitucionales. Ya en el debate de la ley de fármacos vimos esta discusión. Urge proteger las farmacéuticas nacionales que hoy se ven  menguadas. Los laboratorios nacionales deben tener un rol activo, y pienso también en regiones que deben tener mejor acceso a estos productos”.

COLOMA

“Hay dos ideas matrices no vinculantes. Es razonable fomentar el uso de bioequivalentes estableciendo que el médico pueda prescribirlo en la receta como genérico. No comparto lo de farmacia versus laboratorio. La misma Fiscalía Nacional Economía ha reconocido que puede tener beneficios esta estructura. Creo que es peligroso este artículo y prefiero abstenerme en esto”.

GIRARDI

“Chile tiene uno de los mercados más monopólicos del mundo en materia de farmacias. Quiero recordar la colusión de las farmacias y las canelas en las que incurren hasta el día de hoy. La prensa todos los días presenta titulares en este sentido. Hoy pueden cambiarse medicamentos siempre que se trate de bioequivalentes. Los laboratorios solo hacen los estudios para sus marcas propias, por eso hoy están desapareciendo los genéricos”.

NAVARRO

“Este proyecto busca rebajar los precios considerando que las tres cadenas de farmacias tiene más del 90% del mercado. Hay diferencias de hasta un dos mil por ciento entre los fármacos. Respecto a la integración vertical quiero agregar a la fórmula: farmacia más laboratorio, al médico. Acá el lobby entre los profesionales y los laboratorios es descarado. Muchos médicos son socios de esas clínicas. No podemos permitir esto defendiendo la libertad económica, porque los abusos superan todo”.

ESPINA

“Me preocupa que no se escuche al Colegio Médico o a los representantes de los químicos farmacéuticos en esta iniciativa. Respecto de la colusión, esto se arregla aprobando el proyecto de colusión de la Comisión de Constitución. Hay que intentar que los médicos no induzcan a la compra de remedios determinados. Estoy convencido que la integración vertical es mala pero la forma en que la norma fue redactada es errada, lo que la hace inconstitucional”.

LARRAÍN

“Me pasa que la integración no creo que sea el tema de fondo, pero me preocupa que diversos constitucionalistas nos dijeron que esto atenta contra la libertad económica. Profesionales de distinto color político opinan lo mismo. Respecto al precio de los medicamentos, reconozco el esfuerzo de la municipalidad de Recoleta y aun no entiendo la amplia diferencia de precios”.