Primer marco regulatorio de la actividad apícola es ley
Durante el debate, los senadores valoraron el acuerdo transversal que concitó la propuesta junto con destacar la importancia de generar políticas públicas para un sector productivo pocas veces reconocido.
1 de septiembre de 2022
Dando respuesta al sentir de los emprendedores del sector y los lineamientos del mundo científico, la Sala respaldó los cambios realizados por la Cámara Baja al proyecto que regula la actividad apícola. Con este resultado, el texto queda en condiciones de ser promulgado como ley.
La propuesta fue aprobada por unanimidad en la sesión ordinaria, ocasión en que diversos senadores –y particularmente los integrantes de la Comisión de Agricultura que participaron de la tramitación- explicaron la importancia de dar forma a la primera ley marco de esta actividad, la que hasta ahora solo estaba regulada tangencialmente.
La iniciativa recoge una serie de mociones de autoría del ex senador Juan Pablo Letelier (Boletín N° 9479-01); del senador José García Ruminot, y de los ex senadores Felipe Harboe, Manuel Antonio Matta y Eugenio Tuma (Boletín N° 10144-01); de la senadora Carmen Gloria Aravena, y de los senadores Juan Castro, Álvaro Elizalde y Manuel José Ossandón, y de la ex senadora Adriana Muñoz (Boletín N° 13528-01); y de los senadores Carmen Gloria Aravena, Juan Castro, Alfonso De Urresti y Álvaro Elizalde, y del ex senador Rabindranath Quinteros (Boletín N° 13532-01).
En cuanto a contenido, la propuesta tiene por objeto la promoción, protección y fomento del desarrollo sustentable de la apicultura como actividad silvoagropecuaria, mediante la regulación de la producción y extracción de productos apícolas; la comercialización de material biológico apícola; y los servicios de polinización provenientes de toda colmena de abejas en el territorio nacional.
- Incorpora, en la definición del proceso de extracción, no sólo aquél que permite la separación de los productos apícolas de los dispositivos que los contienen, sino también aquella actividad que permite la obtención de los mismos.
- Incluye las larvas y los enjambres de abejas, dentro de lo que se considera como material biológico apícola.
- Incorpora los conceptos de “Apicultura urbana” (actividad apícola que se realiza en la ciudad u otra entidad de población) y de “Área o zona apícola” (aquella zona, camino o lugar susceptible de explotación apícola).
- Establece el resguardo de la información que corresponda a datos estratégicos, tales como el número de colmenas que se poseen y las técnicas utilizadas para extracción, entre otros, antecedentes respecto de los cuales sólo se dará acceso a la autoridad correspondiente, la que deberá mantener su confidencialidad.
- Establece normas relativas a la aplicación aérea o terrestres de plaguicidas de uso agrícola, cuando en el etiquetado se indique que representan toxicidad para las abejas, lo cual no podrá efectuarse sin que previa y obligatoriamente se de aviso de ello a los apicultores que se encuentren dentro del área de influencia de la aplicación,
- Faculta al SAG para establecer restricciones al uso de plaguicidas agrícolas que sean tóxicos para las abejas, de aviso obligatorio, durante el período en que los cultivos o áreas presenten floraciones melíferas, en que se deberá dar estricto cumplimiento a las indicaciones contenidas en la etiqueta del plaguicida de uso agrícola autorizado, la que señalará las instrucciones de avisaje y la toxicidad que representan para las abejas.
- Rebaja de 200 a 100 UTM, la multa máxima que se puede imponer en el caso de infracciones gravísimas, estableciendo, además, el decomiso de los productos adulterados o falsificados, en su caso.
- Modifica el rango de valores de las multas en los casos de infracciones graves, y que el Senado estableció entre 1 y 150 UTM, y la Cámara sustituyó por 50 a 100 UTM.
- Regula el desarrollo de la apicultura urbana
En la sesión ordinaria, la presidenta de la Comisión de Agricultura, la senadora Carmen Gloria Aravena explicó los principales puntos aprobados y aquellos introducidos por la Cámara Baja en su segundo trámite.
A la hora de fundamentar el voto, hicieron uso de la palabra los legisladores:
“Esta es una propuesta de larga data y muy esperada por el sector. Hemos podido hablar con los afectados y aclarar dudas que también nos hizo ver el mundo científico. Las definiciones, los registros nacionales y la entrega de facultades al SAG son algunos aspectos”.
“Hay que destacar que este proyecto crea el registro de apicultores y registradores de cera que da mayor profesionalismo a esta actividad. También se entregan más facultades a la autoridad para dar más seguridad a los consumidores y a los productores pensando en el robo de las colmenas”.
“La apicultura chilena ha sido a puro pulso. Este proyecto viene a reconocer la importancia del rubro. Lamentablemente el SAG no tiene los recursos para operar con lo que hoy debe cumplir. Hay que tener un plan de fomento apícola que pasa por más recursos”.
“Unos apicultores de la región de la Araucanía reactivaron la tramitación de este proyecto que dormía en el parlamento. Durante 6 meses se actualizaron los contenidos con profesores expertos. La norma se hace cargo de una serie de aspectos. Hay un trabajo completo y acucioso”.
“Este es un proyecto que nos une. Fui presidente de la Comisión de Agricultura en el tiempo en que se estudió esta iniciativa. Esto fue un trabajo colaborativo y profesional porque se entrega por primera vez, una ley marco apícola para el país”.
“Me sumo a lo que han dicho los colegas. Esto es una aspiración muy sentida de la provincia de Malleco, de localidades que representamos en la región de la Araucanía. La apicultura es la fuente laboral de las familias. Acá se reconoce el rol de esta actividad y se la protege de efectos nocivos”.
“Conocí esta norma hace unos seis años cuando recibimos a toda la gente que se dedica a esto. En el fondo hablamos de la protección de la vida porque las abejas tienen un rol esencial, de allí la importancia de cuidarnos del cambio climático. Hoy hay una baja en el número de colmenas, lo que nos preocupa”.
“Esta ley es altamente demandada por el sector, por eso me alegra el apoyo transversal. Las abejas cumplen un rol importante en la protección de la biodiversidad y por eso es tan importante que una legislación como esta, dé pie a una política pública”.
“Esta actividad va en aumento. Hoy representa a 8 mil personas que han ido creciendo en las últimas décadas. Las políticas gubernamentales no han sido suficientes para enfrentar los cambios que ya se observan en el sector. Creo que el tema de los pesticidas es algo que debe verse”.
“Esta propuesta habla del apoyo transversal porque detrás de esto, está la comunidad de apicultores. Conozco a varios de mi región, los que trabajan en la Comunidad Apícola de Aysén con el apoyo de varios organismos. Es destacable que exista un paragua fundamental para estos emprendedores”.
“La agricultura es una de las fuentes de trabajo más importantes del país, en particular en mi región. La apicultura tiene un papel fundamental en ella. La gracia es que acá se concentra en una sola regulación, todo lo relativo a esta actividad para dar claridad. Solo nos queda más que apoyar este proyecto”.
“Aprendimos que si bien las colmenas se concentran en la zona centro-sur, están en todo el país. La apicultura es un camino que se inicia como una preocupación de las políticas públicas. Hablamos de cómo compatibilizar la vida agrícola con la apícola”.
“Me tocó exponer este proyecto en la comuna de Panguipulli y en ese momento conocí a muchos productores que también pertenecen a la economía familiar campesina. Hay que reconocen la función ecosistémica de la apicultura relacionada con la polinización. La regulación de pesticidas en frutales es clave y ahí, el rol del SAG”.
“En mi región, la del Biobío tenemos una flora diversa y árboles nativos que permite el desarrollo de esta actividad ancestral. Hoy hay que tomar decisiones respecto a cómo potenciar nuestra miel y sus derivados cuando se exportan. Lo que hace el Ministerio de Agricultura requiere una visión estratégica de los gobiernos locales”.
“Esto concita el entusiasmo de aquellos que queremos la pequeña agricultura. Los animales que polinizan permiten la fructificación, la creación de la vida vegetal. El problema es que el principal polinizador es la abeja doméstica que enfrenta las dificultades que tenemos las personas como es el uso de agroquímicos. Este proyecto solo contribuye”.
“Una abeja permite la polinización, ellas trabajan en equipo. Quiero destacar el trabajo del Senado que se hizo en equipo. La Cámara le agregó lo relativo a la apicultura urbana. Hay que cuidar a las abejas que produzcan miel. Quiero destacar la trazabilidad de este producto, en particular la miel de Rapa Nui”.
“Me sumo a lo dicho. Es muy importante destacar que hay una preocupación del sector no abordada. Si bien se faculta al SAG para fijar las exigencias para importar y exportar el material apícola, no se aborda el mal uso de plaguicida de afectan el sistema nervioso de las abejas. Entiendo que eso se está conversando”.
Una vez abierta la votación intervinieron los senadores José Miguel Durana, Rodrigo Galilea, Juan Ignacio Latorre y Daniel Nuñez.