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  GOBIERNO TIENE QUE HACER PROPOSICIONES PERO TAMBIÉN DEBE ESCUCHAR A LOS PARLAMENTARIOS        

  Intervención de la senadopra Evelyn Matthei

24 de marzo de 2010

ImagenCreo que a estas alturas del debate resulta obvio que este año el Fisco debe gastar muchísimo más de lo que está disponible en la Ley de Presupuestos. Y es obvio que este año tendremos un enorme déficit fiscal.

                  

El senador Hosain  Sabag tiene razón al recordar que Chile tiene cuenta con un ahorro de 12 mil millones de dólares en el exterior. Pero también sabemos que no podemos gastarnos esos 12 mil millones de dólares, porque dañaríamos el valor del dólar y, por lo tanto, todas las actividades exportadores y las que compiten con importaciones.

                  

Por lo tanto, señor Presidente, es obvio que tenemos que ver cuánto más debemos gastar, cuánto más podemos gastar, cómo vamos a financiar ese gasto extra, cuáles son las prioridades en el gasto.

                  

Tenemos que ver cuánto dinero podemos traer del extranjero para acotar cuánto sería el daño al tipo de cambio. Porque en la medida que traigamos dinero del extranjero, vamos a dañar el tipo de cambio. No hay otra.

                  

Tenemos que ver qué impuestos podrían aumentarse, en cuánto, por cuánto tiempo, de modo de tener dinero para la reconstrucción, pero sin afectar permanentemente la inversión, el crecimiento potencial y el empleo.

                  

Tenemos que ver cuánto se puede endeudar el Gobierno en Chile, pero sin afectar demasiado la tasa de interés, porque ello afecta a la pyme, y al atraer dineros extranjeros también deprime el tipo de cambio.

                  

Sabemos que a algunos sectores de la Concertación no les gustan las donaciones. Pero, quizás, podemos ponernos de acuerdo en qué condiciones estas serían aceptables, o quizás aún bienvenidas. Quizás si limitásemos las donaciones a infraestructura y a equipamiento en vivienda, en educación y en salud podríamos tener un aporte del sector privado, que de otra forma no tendríamos.

                  

Tenemos que ver cuánto se puede concesionar, en qué áreas, en qué condiciones. ¿Debiéramos reasignar o no las platas que se destinaron a las Regiones como compensación del Transantiago? ¿Cuánto de eso puede reasignarse?

                  

Tenemos que ver cuál es la prioridad, qué se tiene que hacer en los próximos dos, tres meses, qué el resto del año y qué cosas pueden o deben esperar.

                  

Escuchaba a la Senadora Rincón, y obviamente tengo mucha simpatía por la larga lista de problemas que ella señaló. Pero también queda claro a cualquier persona que la haya escuchado que nadie podría pretender que en este año se solucionen todos ellos.

                  

¿Qué es lo más urgente?

                  

Bueno, creo que todas esas preguntas anteriores nos competen a todos.

                  

Es efectivo que la mayor responsabilidad en materia de una efectiva cooperación recae en el Gobierno. El Gobierno tiene que crear las condiciones, de modo que haya el diálogo suficiente, que nos permita a todos actuar sin temores escondidos, sin temores de que las platas se usen políticamente.

                  

Es el Gobierno el que tiene que hacer las proposiciones, obviamente. Pero también tiene que escuchar las dudas, las sugerencias, las alternativas que pueden plantear los parlamentarios de todos los sectores.

                  

No es fácil actuar rápido, que es lo que demanda la población, y al mismo tiempo, consultar a muchos.

                  

Cómo compatibilizamos ese esfuerzo de actuar en forma rápida, pero también, al mismo tiempo, consultando a todos los sectores para despejar los prejuicios, para despejar los temores y, además, para buscar mejores soluciones. Porque es obvio que los parlamentarios conocemos nuestras zonas y podemos ayudar a evitar errores en la ejecución de las tareas que se nos vienen adelante, errores que en el largo plazo pueden costar caro.

                  

Así que, señor Presidente, quizás una contribución del Senado podría ser buscar fórmulas que efectivamente permitan compatibilizar la rapidez en el actuar que nos demanda la población con una adecuada participación que efectivamente permitiría despejar dudas, despejar resquemores, despejar problemas en el futuro.

                  

Creo que esa podría ser una gran contribución

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