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Derecho de quienes viven en el exterior

Por Fulvio Rossi, senador XV Región de Arica y Parinacota y I Región de Tarapacá

12 de septiembre de 2013

Imagen foto_00000014Parece bastante simbólico que el mismo día del golpe militar hayamos discutido el proyecto de reforma constitucional que permite el voto de los chilenos en el exterior.

 

Y esto tiene mucho vínculo, porque efectivamente a partir del 11 de septiembre de 1973, comenzó en Chile una política sistemática de violación de los derechos humanos y justamente durante muchos años, desde el mismo momento en que volvimos a la democracia el año 90, se han hecho intentos de reparar el daño causado, al menos en parte, y me refiero a uno de estos grupos de víctimas de los derechos humanos, que son aquellas personas que debieron abandonar el país de manera forzada porque pensaban simplemente distinto.

 

Pero también ese fue uno de los argumentos que esgrimieron muchos parlamentarios para no avanzar en esta materia. Porque muchos sacaban cálculos con calculadora y decían: “Probablemente muchos de los que hoy día podrían votar con esta ley, en caso de ser aprobada, son del actual Gobierno, o de Izquierda, y eso podría afectarnos desde el punto de vista electoral”.

 

Posteriormente, la historia y la evidencia nos han demostrado que no hay tal relación en estos días.

 

Es cierto que hay personas que no volvieron a Chile, por distintas razones; o volvieron y se encontraron con un Chile distinto; o sus hijos que vivieron una realidad tan dramática finalmente decidieron no volver, pero que sin duda alguna no deben hacernos perder el objetivo de un proyecto como este, que no es otro que hacer cumplir nuestra Constitución.

 

La Carta Fundamental dice claramente que tienen derecho a voto los ciudadanos chilenos, las ciudadanas chilenas, mayores de 18 años, y no deben haber estado condenados a pena aflictiva. No señala ninguna disposición respecto del territorio en donde estos habiten.

 

Por lo tanto, a mí me parece ya desde un principio que el negarle el derecho a voto a los chilenos, a nuestros nacionales, compatriotas que viven en el extranjero, es una vulneración de las garantías que están establecidas en la Constitución, como es el ejercicio de la ciudadanía.

 

Pero también quiero retrotraernos y ver que en el pasado existieron discriminaciones tan odiosas como esta.

Recordemos que en las primeras elecciones de la República sólo votaban aquellas personas que tuviesen un determinado patrimonio y ciertas virtudes morales o patrióticas, que eran definidas por una elite, que establecía un registro que era tremendamente reducido.

 

Después vino la discriminación a la mujer. Recién en las elecciones presidenciales pudieron votar en el año 1952.

Por lo tanto, así como en el pasado se discriminó a los pobres, se discriminó a la mujer, hoy día discriminamos a los chilenos de acuerdo al territorio en que viven.

 

Es falso decir que un chileno que vive en el exterior no tiene vínculos. Sería pensar que una persona es un autómata, que se va de Chile e inmediatamente se rompen todos los lazos que tiene familiares, afectivos, sus raíces, su historia, sus valores.

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