Click acá para ir directamente al contenido
REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 371ª
Sesión 51ª, en martes 29 de agosto de 2023
Especial
(De 12:18 a 14:18)
PRESIDENCIA DE SEÑOR JUAN ANTONIO COLOMA CORREA, PRESIDENTE, Y
SEÑOR FRANCISCO HUENCHUMILLA JARAMILLO, VICEPRESIDENTE
SECRETARIO, EL SEÑOR RAÚL GUZMÁN URIBE, TITULAR
____________________
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
I. ASISTENCIA
Asistieron las señoras y los señores:
--Araya Guerrero, Pedro
--Bianchi Retamales, Karim
--Campillai Rojas, Fabiola
--Carvajal Ambiado, Loreto
--Castro González, Juan Luis
--Chahuán Chahuán, Francisco
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Cruz-Coke Carvallo, Luciano
--De Urresti Longton, Alfonso
--Durana Semir, José Miguel
--Ebensperger Orrego, Luz
--Edwards Silva, Rojo
--Espinoza Sandoval, Fidel
--Flores García, Iván
--Gahona Salazar, Sergio
--García Ruminot, José
--Gatica Bertin, María José
--Huenchumilla Jaramillo, Francisco
--Kast Sommerhoff, Felipe
--Keitel Bianchi, Sebastián
--Kusanovic Glusevic, Alejandro
--Kuschel Silva, Carlos Ignacio
--Lagos Weber, Ricardo
--Macaya Danús, Javier
--Moreira Barros, Iván
--Órdenes Neira, Ximena
--Ossandón Irarrázabal, Manuel José
--Prohens Espinosa, Rafael
--Provoste Campillay, Yasna
--Pugh Olavarría, Kenneth
--Quintana Leal, Jaime
--Rincón González, Ximena
--Saavedra Chandía, Gastón
--Sandoval Plaza, David
--Sanhueza Dueñas, Gustavo
--Sepúlveda Orbenes, Alejandra
--Van Rysselberghe Herrera, Enrique
--Velásquez Núñez, Esteban
--Vodanovic Rojas, Paulina
--Walker Prieto, Matías
Concurrieron, además, la Ministra de Obras Públicas, señora Jessica López Saffie, y el Ministro de Agricultura, señor Esteban Valenzuela van Treek.
Actuó de Secretario General el señor Raúl Guzmán Uribe, y de Prosecretario, el señor Roberto Bustos Latorre.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 12:18, en presencia de 17 señoras Senadoras y señores Senadores.

El señor COLOMA (Presidente).- En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.
Señor Secretario, tiene la palabra.

El señor GUZMÁN (Secretario General).- Gracias, señor Presidente.


ACUERDOS DE COMITÉS

El señor GUZMÁN (Secretario General).- Los Comités, en sesión celebrada el lunes 28 de agosto recién pasado, adoptaron los siguientes acuerdos.
1) Considerar en primer, segundo, tercer, cuarto y quinto lugar, respectivamente, del Orden del Día de la sesión ordinaria del martes 29 de agosto de 2023 las siguientes iniciativas:
-Informe de la Comisión Mixta constituida para resolver las divergencias suscitadas entre ambas Cámaras durante la tramitación del proyecto de ley que modifica diversos cuerpos legales para establecer mayores exigencias para la obtención de la libertad condicional, siempre que fuere despachado por la Honorable Cámara de Diputados y se hubiere recibido el oficio que comunique su decisión sobre la materia.
-Informe de la Comisión Mixta constituida para resolver las divergencias suscitadas entre ambas Cámaras durante la tramitación del proyecto de ley que moderniza la ley N° 19.886 y otras leyes, para mejorar la calidad del gasto público, aumentar los estándares de probidad y transparencia e introducir principios de economía circular en las compras del Estado (boletín N° 14.137-05), siempre que fuere despachado por la Honorable Cámara de Diputados y se hubiere recibido el oficio que comunique su decisión sobre la materia.
-Proyecto de ley, en primer trámite constitucional, sobre protección de las rompientes de olas para la práctica del surf (boletín N° 12.159-04).
-Proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que modifica el procedimiento de fijación tarifaria de concesionarias de telefonía fija y corrige y actualiza referencias en la ley N° 18.168, General de Telecomunicaciones (boletín N° 15.891-15).
-Y proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que crea el Registro de Deuda Consolidada (boletín N° 14.743-03).
2) Considerar en primer, segundo, tercer, cuarto, quinto y sexto lugar, respectivamente, del Orden del Día de la sesión ordinaria del miércoles 30 de agosto de 2023 las siguientes iniciativas:
-Proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que modifica la ley N° 20.898, que establece un procedimiento simplificado para la regularización de viviendas de autoconstrucción, con el objeto de ampliar los plazos de vigencia de dicha normativa legal en los casos que se indican (boletín N° 15.689-14).
-Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que modifica el Código Penal y el Código Procesal Penal a objeto de sancionar como falta el porte injustificado de combustibles aptos para la comisión de atentados contra las personas o para ocasionar daños en las cosas durante reuniones en lugares públicos (boletín N° 15.956-25), siempre que fuere despachado por la Comisión de Seguridad Pública y se hubiere recibido el informe respectivo.
-Proyecto de ley, en tercer trámite constitucional, que regula los delitos de ocupaciones ilegales de inmuebles, fija nuevas penas y formas comisivas e incorpora mecanismos eficientes de restitución (boletines Nos 14.015-25 y 13.657-07, refundidos), siempre que se hubiere recibido el oficio de la Honorable Cámara de Diputados que comunique las enmiendas que dicha Corporación haya efectuado a la iniciativa. Este acuerdo se adoptó con el voto en contra del Comité Partido Comunista.
-Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que establece el deber de efectuar registros audiovisuales de las actuaciones policiales autónomas en los procedimientos penales (boletín N° 15.788-07), siempre que fuere despachado por la Comisión de Seguridad Pública y por la de Hacienda, en su caso, y se hubieren recibido los informes respectivos.
-Proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que modifica diversos cuerpos legales con el objeto de mejorar la persecución penal, con énfasis en materia de reincidencia y en delitos de mayor connotación social (boletín N° 15.661-07), siempre que fuere despachado por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento y se hubiere recibido el informe respectivo.
-Y proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que consolida el sistema de reconocimiento y promoción del desarrollo profesional docente como único sistema general de evaluación y fortalece los procesos de inducción y acompañamiento (boletín 15.715-04).
3) Convocar a sesión especial de la Corporación para el día martes 5 de septiembre del presente año, en horario a determinar, con la finalidad de tratar el oficio de Su Excelencia el Presidente de la República con el que solicita el acuerdo del Senado para nombrar a la señora Marcela Guzmán Salazar como consejera del Consejo Fiscal Autónomo, por un período de cinco años, en virtud de lo dispuesto en el artículo 3 de la ley N° 21.148 (boletín N° S 2.446-05).
Es todo, señor Presidente.

El señor COLOMA (Presidente).- Muchas gracias, Secretario.

III. ORDEN DEL DÍA


EFECTOS DE GRAVES INUNDACIONES QUE HAN AFECTADO AL PAÍS Y MEDIDAS ADOPTADAS POR EL GOBIERNO

El señor COLOMA (Presidente).- A continuación, corresponde dar inicio a esta sesión especial citada con la finalidad de tratar "las graves inundaciones que han afectado al país, sus efectos y medidas adoptadas por el Gobierno", a la que han sido invitados la señora Ministra de Obras Públicas y el señor Ministro de Agricultura.
A este efecto, las bancadas disponen de los minutos asignados para la hora de Incidentes. Si esto se cumple en forma puntual, puede ser que haya un poquito más de tiempo para cada uno. Tenemos que ir viendo cómo vamos funcionando.
No sé si ustedes, Ministra y Ministro, quisieran partir. Entiendo que tienen un archivo PPT para poder explicar parte de sus fundamentos.
Ministro Valenzuela, ¿quiere iniciar usted la presentación? ¿O la Ministra de Obras Públicas?

La señora LÓPEZ (Ministra de Obras Públicas).- Yo voy a iniciar la presentación, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente).- Bien.
Entonces, tiene la palabra la Ministra de Obras Públicas.
(Pausa).
Están conectando la presentación.
(Pausa).
No sé si se puede agrandar la diapositiva en las pantallas de la Sala para ver bien las imágenes.
Ahora sí, tiene la palabra, Ministra.

La señora LÓPEZ (Ministra de Obras Públicas).- Gracias, Presidente.
Voy a presentar lo que fue el evento meteorológico que se inició el sábado 19 de agosto. Hubo cuatro días de lluvias intensas en las Regiones de O'Higgins, Maule, Ñuble y Biobío.
Vamos a ver los tres puntos que están indicados en la siguiente lámina.
Respecto del evento reciente, hay que hacer algunas distinciones, porque necesariamente se lo compara con las lluvias que tuvimos en el mes de junio pasado. Hubo siete semanas entre uno y otro evento.
En el evento de junio tuvimos precipitaciones más concentradas en la precordillera y la cordillera; en cambio, en agosto hubo más precipitaciones en el valle central. También observamos que en este mes están más saturados los suelos por las lluvias que tuvimos en junio.
Naturalmente, estábamos realizando obras por lo ocurrido en junio. Hay maquinaria distribuida, trabajos en proceso, que tuvieron que ser suspendidos. Ahora revisamos los trabajos por las nuevas afectaciones, en algunos casos en los mismos lugares y en otros en nuevos lugares. Las lluvias en el valle central generaron una cantidad bien importante de desbordes de canales y esteros en la red de riego que existe en esa zona.
Los trabajos de prevención y reconstrucción tienen que ver, en general, con mucho enrocado y protecciones fluviales. Pero necesariamente primero hay que efectuar la revisión de los cauces de los ríos y luego encauzarlos con protecciones fluviales, enrocados y, en ocasiones, gaviones. Se trata de obras que se realizan en los meses de primavera y verano, cuando las lluvias se han detenido y los cauces bajan. Solo entonces, en la mayoría de los casos, podemos entrar con maquinaria a los cauces de los ríos para hacer tales obras.
Además, cabe mencionar que nos hemos encontrado con algo que es natural: los caudales arrastran árboles, ramas, que entorpecen el normal flujo de los ríos, y adicionalmente, basura. Es algo habitual. Más allá de que las cajas de los ríos estén en proceso de limpieza regular, de igual manera siempre nos encontramos con basura en los cauces y en los canales.
Y el otro elemento a considerar es el impacto que generan las extracciones ilegales de áridos y también el trabajo de las empresas legales de áridos que operan en los cauces de los ríos. Hay un proyecto de ley en tramitación que se hace cargo de la regulación de esta industria.
Lo primero es mencionar la dimensión que tuvo este evento en términos de cantidad de lluvias, temperaturas y número de días que duró. Marcamos en rojo los lugares donde hubo lluvias muy intensas, ya sea en un día o en todo el evento (en las localidades más afectadas duró cuatro días).
El caso más emblemático es el de Curicó: su registro más alto de lluvias en 24 horas era del año 1972, con 106 milímetros, y en esta ocasión llegó a un máximo de 185 milímetros, lo que significó, naturalmente, una recarga enorme en los caudales de los ríos. El evento completo en Curicó significó más de 300 milímetros de agua caída.
En la tabla se ve que Potrero Grande tuvo casi 570 milímetros de agua en todo el evento.
Armerillo, en la zona precordillerana, donde una bocatoma se vio afectada en el evento anterior, registró en esta ocasión 384 milímetros de lluvia en un día y más de 800 milímetros durante todo el evento.
Podríamos seguir recorriendo distintos lugares. Los indicamos con rojo para mejor apreciación.
Otra forma de mirar la situación tiene que ver con los gráficos que ahí se muestran, que dan cuenta de los caudales en los ríos, los que se ven afectados por las lluvias; por las descargas de los embalses, cuando ello ocurre, y también por el derretimiento de nieve, cuando la isoterma es muy alta.
El evento de junio se muestra en azul; el de agosto, en naranjo, y las cantidades máximas registradas de caudales según la Dirección General de Aguas, en gris. Como se ve, son cifras muy muy significativas.
Las áreas inundables o "aportantes", como se las denomina, del río Cachapoal son más de 6.200 kilómetros cuadrados; las del río Tinguiririca, 1.400 kilómetros cuadrados. En la lámina siguiente, se registra el río Mataquito, en Licantén, con un área involucrada de 5.700 kilómetros cuadrados, y el río Maule, en Forel -es la otra estación que tenemos-, con más de 20.000 kilómetros cuadrados.
En la estación de Forel, río Maule, registramos una cantidad de caudal realmente récord: la cifra máxima que había era de 17.000 metros cúbicos por segundo y durante el último evento se superaron los 27.000 metros cúbicos por segundo.
Voy a explicar este mapa.
Es bien impactante cuando uno mira la cuenca del Maule: la forma en que está configurada, el número de ríos que tributan y la enorme cantidad de canales y esteros que copan prácticamente todo el territorio hasta concentrarse en el río Maule, más cerca de la desembocadura.
El desafío, entonces, es cómo gestionamos las cuencas a partir de los embalses, las lagunas, los canales y los esteros, que están en todo el territorio y son administrados por distintos actores: por el Estado, en el caso de los embalses públicos; por la empresa privada, cuando los embalses son privados y se utilizan para generación eléctrica; por las juntas de vigilancia, que administran los caudales de los ríos, y por las asociaciones de canalistas, que gestionan las redes de canales.
Por lo tanto, la coordinación que necesitamos buscar y establecer, cuando enfrentamos eventos de esta naturaleza, se transforma en un desafío de primera importancia.
En las imágenes están los caudales en las Regiones del Ñuble y del Biobío, donde el río Biobío y el estero Hualqui experimentaron crecimientos bien importantes y, naturalmente, por encima de los máximos que habíamos visto.
Con respecto al vertimiento de embalses, que mencioné a la pasada, ahí tenemos registrados tres embalses privados: el de Rapel, en la línea azul; el de Colbún, en la línea roja, y el de Ralco, que es la línea de abajo. Los tres embalses son de mucha significación, dada su magnitud.
Al respecto, puedo comentarles que estuvimos en contacto con las compañías en los días previos, en particular con Colbún y Enel, de manera de gestionar de una mejor forma el vertimiento de los embalses.
Esta es una herramienta bien importante, a mi juicio, para prepararnos frente a eventos futuros, por lo que necesitamos establecer mecanismos de mucha mucha mayor coordinación con las empresas privadas y permitir que el Estado realice una eventual definición de las necesidades de vertimiento en cuanto a días de anticipación y volúmenes de caudales vertidos, de manera de hacer espacio en los embalses para las lluvias y los caudales que los alimentan, porque nuevamente llegamos a ver vertimientos sin control; vale decir, lo que entraba al embalse finalmente salía sin control de ninguna naturaleza.
Entonces, esta es una herramienta muy potente. Sin embargo, para que sea efectiva, necesitamos gestionar con los propietarios de los embalses en forma conjunta y con la debida antelación y, adicionalmente, una vez que ya se hayan hecho estos vertimientos, con las juntas de vigilancia que administran los caudales de los ríos y con las asociaciones de canalistas que administran toda la red de canales que surgen de los ríos y que copan prácticamente todo el territorio.
Con relación a la nieve, si bien partimos con altas temperaturas, finalmente las isotermas no estuvieron tan altas, lo que permitió acumular mucha nieve en algunos lugares cordilleranos. Eso posibilitará contar con agua para el verano y también nos hace evaluar la significación que tuvo este evento meteorológico.
En el Ministerio todavía estamos catastrando, porque, a medida que bajan los caudales, van apareciendo nuevas afectaciones.
Sin embargo, hasta ayer, 28 de agosto, teníamos 764 afectaciones en todos los ámbitos que gestiona el Ministerio, comparadas con las 620 del evento anterior. Y de esas 764 ya hemos superado 457.
En primer lugar, las afectaciones en rutas alcanzan las 496, casi 500, y son de distinta gravedad. En algunos casos se trata de un desborde que se resuelve rápidamente; en otros, de un socavón que impacta al camino y que es de más difícil reposición. Sin embargo, de los 496 eventos que afectaron a las rutas, 342 ya están superados.
Tuvimos 48 puentes afectados en esta ocasión, de los cuales ya hemos recuperado 21. Naturalmente, la recuperación también va a depender de la afectación de esos puentes como, por ejemplo, cuando se daña el terraplén, que es el lugar por donde circulamos. Fue mucho más fácil, como pudimos apreciar, recuperar el puente Tres Arcos, donde el caudal se llevó el terraplén de la parte sur y cortó absolutamente el acceso. Esa recuperación demoró cinco días. Tuvimos disponibilidad de material, tanto de rocas como de áridos, lo que nos permitió armar de nuevo el terraplén. Evidentemente, el puente todavía no tiene capa asfáltica, pero pudimos reconectar la zona de Ancoa y Achibueno, y liberar de la condición de aislamiento a cerca de diez mil personas.
Asimismo, muchas obras de riego fueron afectadas, así como también numerosos sistemas de agua potable rural, 88 en esta ocasión, de los cuales 60 ya están superados. En algunos casos son de recuperación rápida; otros reciben abastecimiento alternativo, y en el resto tendremos que hacer inversiones más importantes.
En agua potable urbana tuvimos cortes en Licantén, Hualañé y Constitución, por decir los más significativos, la mayoría de los cuales ya han sido superados.
En cuanto a los cauces -probablemente es lo que más hemos visto en la prensa y en las noticias-, que corresponden a desbordes en ríos y riberas, se registraron 85 eventos en distintos puntos, de los cuales ya hemos superado 6. Para esto es bien importante esperar que bajen los cauces y hacer el proceso, que mencionaba antes, de encauzamiento de los ríos y posterior enrocado.
Estamos haciendo el levantamiento y terminaremos de hacerlo para definir el plan de obras, pero naturalmente está claro que debemos darles prioridad a las obras de protección donde están principalmente las zonas pobladas y las ciudades que ya se han inundado dos veces.
Tenemos que proteger esas zonas, más allá de que lo que vamos a necesitar son obras definitivas que requieren el estudio de los caudales de los ríos en toda su longitud y extensión.
Cuando uno realiza una obra en un punto específico, ella tiene impacto en el cauce del río hacia abajo y, por lo tanto, lo que corresponde es que hagamos estudios porque, tras los distintos eventos y a lo largo de los años, los ríos han ido ampliando la caja, están recuperando territorio en algunos lugares, y hemos tenido muchas afectaciones en viviendas y loteos, que se han levantado en algunos lugares, que han sido producto del relleno de determinados cauces.
Por lo tanto, tenemos que averiguar ahí cómo es posible que se hayan dado los permisos para lotear y para vender.
Hoy día estuvimos visitando en el Achibueno un loteo grande de 160 parcelas, donde el río recuperó su extensión y provocó graves afectaciones a viviendas.
También, como es habitual, la red de estaciones de monitoreo de los caudales ha sufrido algunas afectaciones, menos que la vez anterior, pero es clave reponerla porque es el medio que nos permite medir la magnitud de los caudales.
Voy a pasar esta comparación de eventos.
Estos mapas indican cómo fueron las afectaciones en cada una de las regiones.
Esa es la Región de O'Higgins.
En rojo se muestran las afectaciones graves.
La siguiente lámina es de la Región del Maule, que naturalmente fue la más afectada. Ahí están todas las afectaciones de rutas, cauces, puentes, desbordes, agua potable rural, en fin.
El Ñuble es la siguiente lámina.
Ahí está el Biobío en la siguiente lámina.
El Ministerio tiene catastrados todos estos puntos, y tenemos que terminar de solucionarlos en los próximos días, cuando bajen un poco más los caudales.
Los recursos desplegados por el Ministerio han sido bien intensos, principalmente en términos de los equipos de la Dirección de Obras Hidráulicas y de Vialidad, así como de toda la maquinaria de la que la Cartera dispone en esas regiones. Por ejemplo, para la habilitación del puente Tres Arcos trajimos incluso una máquina desde la regional de Puerto Montt.
Y como estábamos haciendo trabajos en virtud del evento anterior, teníamos muchas maquinarias y todo el personal de la administración directa del Ministerio desplegados en terreno.
Con respecto al plan de reconstrucción -creo que lo hemos comentado antes-, la primera etapa, que comprende las dos primeras semanas, tiene por objeto reponer la conectividad y terminar con el aislamiento de las personas; restituir al máximo el agua potable de las distintas localidades, ya sea en las zonas urbanas como en las rurales.
Posteriormente, viene un trabajo que hemos denominado "de recuperación temprana", que dice relación con recuperar una mayor normalidad en la vida de la gente... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).

El señor COLOMA (Presidente).- Ministra, ¿cuánto tiempo más necesita?

La señora LÓPEZ (Ministra de Obras Públicas).- Dos minutos.

El señor COLOMA (Presidente).- Ya, porque, terminados esos dos minutos, viene después el Ministro de Agricultura.
¿Cuánto tiempo va a necesitar, Ministro?

El señor VALENZUELA (Ministro de Agricultura).- Quince minutos, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente).- Muy bien.
Posteriormente, vienen las preguntas de los parlamentarios y, luego de ello, van a tener un tiempo breve para dar las respuestas.
Quería orientar un poco los tiempos para que sea fructífera la sesión.
Tiene la palabra la Ministra, entonces, para terminar su presentación.

La señora LÓPEZ (Ministra de Obras Públicas).- Ya, Presidente. Le agradezco.
Esas son las tres etapas de la recuperación: la emergencia, la recuperación temprana y la recuperación definitiva, que involucran plazos más largos. Y nos estamos preparando para informar a la ciudadanía y a cada una de estas localidades cuál va a ser el plan de reconstrucción.
Además quiero mencionar que durante la emergencia el foco está en la protección de la vida de las personas, para lo cual parte importante de nuestro trabajo tiene que ver con la entrega de alertas y prevención. Se entregó un número bien importante de alertas que permitieron hacer evacuaciones, en algunos casos masivas, de localidades, ciudades y también de riberas de río.
Por otra parte, si hablamos de afectación en la vida de las personas -es un poco duro decirlo así-, en este evento fallecieron tres. Naturalmente, una lamenta la muerte de cualquier persona, pero tres es una cantidad superacotada, entendiendo además que uno de los fallecidos es un bombero que se metió a un río para salvar -no sé; no lo tengo muy claro- una oveja o un perro.
Sin embargo, en la línea de privilegiar la vida y la protección de la ciudadanía, creo yo que la pega está hecha en forma bien satisfactoria, y ahora lo que nos corresponde apunta a los procesos de rehabilitación y reconstrucción.
Lo dejo hasta ahí, Presidente.
Muchas gracias.

El señor COLOMA (Presidente).- Muchas gracias, Ministra.
Tiene la palabra el Ministro de Agricultura.

El señor VALENZUELA (Ministro de Agricultura).- Presidente, complementando lo señalado por la Ministra, seré breve.
Preparación ante la emergencia, afectación agrícola y ayudas tempranas.
En relación con la preparación de la emergencia, fue muy importante el trabajo interno de la Cartera a mi cargo, así como la coordinación con el Ministerio de Obras Públicas.
Allí pueden ver en las imágenes las recomendaciones previas que se hicieron a los distintos actores agrícolas frente al sistema frontal.
Quiero recordar que tres días antes de este frente se envió a Conaf la orden de cerrar los parques tanto en la cordillera como en la zona central (la cordillera de la Costa), por la gravedad que podía involucrar para las personas.
El 18 de agosto se declara la emergencia preventiva, como conocemos; el 21, la declaración de estado de excepción y, por cierto, la declaración de emergencia agrícola, para actuar más rápido, el 22 de agosto.
Los efectos de las inundaciones en la agricultura -esto es muy importante-, según datos preliminares y potenciales, llegan a una cifra bastante significativa: 900 millones de dólares.
Este es el resultado de un trabajo realizado en los últimos días por los equipos de Odepa, junto especialmente a Cirén, quienes con sus radares y su sistema óptico, y con la colaboración internacional, han podido desarrollar estas imágenes.
Allí están las áreas de interés agrícola que fueron afectadas, por región.
Se puede apreciar, de manera bien categórica, que la región más afectada fue la del Maule: más de 115 mil hectáreas; luego, la del Biobío, con 57 mil, y la de O´Higgins, con 34 mil hectáreas, lo que suma más de 274 mil hectáreas afectadas.
Estimación de daño al sector agronómico.
Allí se puede ver que en cereales el daño es del orden de 53 mil hectáreas, muy parecido al forrajero en el primer episodio.
Sin embargo, por la inundación de los valles centrales, algo que ocurrió en la costa y también en la zona precordillerana, en esta ocasión el daño a los cultivos industriales subió de manera significativa y, como veremos también, en el sector frutícola.
En frutales los daños suman 36 mil hectáreas. Si eso no se pudiese recuperar -por cierto, están bajando las aguas y hay frutales mucho más resilientes-, el impacto sería muy significativo, en torno a los 400 mil millones de pesos.
En hortalizas, tenemos 14.500 hectáreas afectadas -Cirén tiene un censo muy preciso- y una afectación en términos económicos más baja, de 46 mil millones de pesos.
En leguminosas la afectación es menor.
En viñas el daño es significativo -casi 30 mil hectáreas-, pero, como conocemos, muchas de ellas son bastante resilientes a estas condiciones.
Esto hace un total de 204 mil hectáreas con afectación agrícola, catastradas por Cirén, y una afectación económica potencial -insistimos en que lo que esto ve son las zonas inundadas- de 900 mil millones de pesos, lo que es una cifra bastante cercana a datos que ha dado a conocer también la Sociedad Nacional de Agricultura.
Aquí hay datos que ustedes pueden ver con mayor precisión, por regiones, pero sigue siendo muy significativo.
Como ustedes pueden apreciar, 74 mil hectáreas en el Maule; luego, Biobío con 44 mil hectáreas, y en torno a 30 mil hectáreas tanto la Región de Ñuble como la de O'Higgins.
Medidas adoptadas: ayudas tempranas.
Está la distinción, como dijo muy bien la Ministra Jessica López, entre recuperación y reconstrucción, porque esta última requiere criterios más definitivos y grandes acuerdos.
El Presidente incorporó en la propuesta de pacto fiscal la seguridad hídrica, lo que implica la posibilidad de orientar más recursos en embalses, defensas de ríos, etcétera.
Sin embargo, hoy día se trata de recuperar y lograr reponer, especialmente durante septiembre, el riego.
¿Cuáles son estas ayudas?
La alimentación animal y apícola, que se ha vuelto a activar esta semana, particularmente con las comunidades más impactadas.
Recuperación de canales de riego. Hay 7 mil millones, vía Indap, y va a haber alrededor de 16 mil millones que la Comisión Nacional de Riego distribuirá mediante concursos exprés, los cuales están en una fase final de revisión y coordinada con las asociaciones de regantes. La próxima semana se comienzan a entregar los bonos de recuperación agrícola, que van entre 500 mil y 5 millones de pesos, en casos muy excepcionales, porque el promedio de los aportes va a andar en torno a un millón y medio. Y habrá un fondo de casi 13 mil millones para ayudar a los cultivos de primavera y a la recuperación de pequeños agricultores.
En paralelo, gracias a que el Gobierno incorporó el Fogape agrícola, más de 12.500 agricultores han usado dicho sistema, a través de Chile Apoya. También están los créditos de emergencia de Indap 1,5 con reprogramación, que son muy ventajosos, y Siembra por Chile con BancoEstado para todos los niveles de la contingencia.
Obviamente se han redireccionado recursos propios del Minagri a las regiones más afectadas, sobre todo a agricultores que sufrieron graves daños en el riego intrapredial. Se siguen evaluando otros instrumentos del sistema Senapred, particularmente la colaboración con los municipios en la limpieza de canales. Y como se anuncian 70 milímetros de agua en algunas regiones para los próximos días, resulta muy importante el trabajo que hemos coordinado con la Asociación de Municipios Rurales.
También existen los proyectos especiales asociados a la Ley de Riego, que corresponden a 14.500 millones; pero los concursos han significado más recursos y se están haciendo las reasignaciones para poder atender al grueso o a la gran mayoría de los afectados. Son más de quinientos los proyectos presentados, casi seiscientos, en todas las regiones del país, para acompañar de manera proactiva, a través de Indap, a las juntas de vigilancia y a las asociaciones de regantes constituidas y no constituidas.
Es cuanto podemos informar, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente).- Muchas gracias, Ministro.
Vamos a comenzar a ofrecer la palabra y les quiero pedir a los distintos Comités que nos envíen los minutos que va a usar cada parlamentario, porque tenemos restricciones de tiempo.
Esto se regulará según la lógica de la hora de Incidentes.
Primero voy a ofrecerle la palabra al Presidente de la Comisión de Agricultura.
Senador Flores, ¿por cuánto tiempo va a hablar usted?

El señor FLORES.- Poquito.

El señor COLOMA (Presidente).- ¿Por los seis minutos de su bancada, o alguien más va a intervenir?

El señor FLORES.- Voy a tratar de que sea por menos del tiempo que le corresponde a la bancada.

El señor COLOMA (Presidente).- El máximo son seis minutos.
Senador Flores, tiene la palabra.

El señor FLORES.- Muchas gracias, Presidente.
Saludo a la Ministra de Obras Públicas y al Ministro de Agricultura, quienes están presentes, y a todos los equipos que generalmente los acompañan.
Presidente, agradezco que usted haya permitido convocar a esta sesión especial, tal como fue acordado en la Comisión de Agricultura inmediatamente después de ocurridos los últimos acontecimientos. El objeto es poder conocer y debatir algunas acciones del Gobierno en términos no solamente de la ayuda a las familias afectadas, sino también a las regiones afectadas.
Hoy día, pasada la emergencia, los primeros datos nos indican que tenemos más de 270 mil hectáreas dañadas, de las cuales 204 mil corresponden a hectáreas agrícolas, lo cual seguramente va a rebotar en la capacidad de producción de alimentos básicos, por un lado, pero también en otros rubros importantes para el país. Aún no sabemos sobre los daños producidos, no solo por las inundaciones, sino por la lluvia propiamente tal; como tampoco sabemos acerca de los daños ocasionados por la nieve y la escarcha en los sectores precordilleranos.
Por esa razón, solicitamos la participación de la directora del Centro de Información de Recursos Naturales (Cirén) y ayer en la Comisión de Agricultura recibimos antecedentes muy valiosos de su parte, por cierto, y vamos a volver a contar con su presencia en la sesión de mañana, pero es importante que la información fluya para que todos sepamos qué está pasando.
A diferencia de lo ocurrido en junio, debo señalar que el Ejecutivo, gracias a la información de Senapred, pudo prever respuestas, porque, si no, el efecto habría podido ser muchísimo más dañino de lo que efectivamente fue: se anticiparon trabajos con maquinarias en terreno, con ayudas a los municipios, y aun así hay comunas que han reclamado públicamente que no han recibido asistencia. Entonces, ahí hay información contrapuesta respecto de aquello que la institucionalidad nos señala con lo que algunos municipios, no todos, han hecho presente.
Hoy día, sin duda, tenemos que pasar a la reconstrucción, primero, de los hogares; luego, a la recuperación de infraestructura clave y crítica, tanto social como productiva, y finalmente restablecer la conectividad física y de las comunicaciones, sobre la cual no se ha hablado o se ha hablado poco y sigue estando afectada.
Presidente, por su intermedio, quisiera preguntarles a la señora Ministra y al señor Ministro sobre cómo vamos a evitar que futuros acontecimientos vuelvan a generar los mismos efectos. Porque ayer en la sesión de la Comisión veíamos, por ejemplo, que hoy día la norma obliga a que las obras fallidas deban ser repuestas con la misma tecnología que falló.
Eso a mí me parece que es un contrasentido, pero la norma obliga a aquello. Dicho en sencillito: un puente de madera no puede sino ser repuesto en madera. Eso nos informó ayer Senapred, en presencia de la Ministra de Obras Públicas, y por ello quiero plantearlo.
Hago un paréntesis, estimado Presidente, porque habíamos solicitado que, además de los Ministros sectoriales, estuviese aquí quien maneja la billetera fiscal: ¡el Ministro de Hacienda!
Sin lugar a dudas, la calidad y el tamaño de las respuestas dependen de los presupuestos disponibles ahora y de los que vayamos a tener que ajustar a futuro, pues debido a la recurrencia de estos frentes de mal tiempo es muy probable que volvamos a sufrir acontecimientos de tal envergadura. Ya tuvimos uno en junio, ahora estamos en agosto, y nada dice que no podamos volver a tener otros.
En definitiva, ¿qué ha ocurrido? Que las regiones donde existen embalses pudieron ser capaces de generar un sistema de escalera hidráulica que permitió contener y liberar de manera adecuada el agua.
Dicho sea de paso: hay que apretar -Presidente, por su intermedio al Ministro- a aquellas empresas que tienen embalses y que se tardaron en liberar el agua, con lo cual generaron un poco más de daño que si lo hubiesen hecho antes de haberse llenado con las precipitaciones. Pero aquellas regiones que no poseen embalses sufrieron el principal desastre, porque no había nada que permitiera administrar los cauces provenientes desde la cordillera más alta hacia aguas abajo.
Por lo tanto, ya no solamente con fines de generación eléctrica, de contención o de almacenamiento hidráulico es necesario planificar obras, sino también para contener lo que la naturaleza nos está mostrando: lo frágiles que somos.
En este contexto, me preocupa que, según la información del Ministerio de Hacienda, los ingresos proyectados para el Presupuesto 2023 sean de 83 mil millones de dólares y que el Ministro señale que faltan 2 mil millones de dólares.
Yo quisiera decirle al Ejecutivo, a través de los Ministros presentes, que el previsible recorte no puede considerar a las regiones que ya han sido afectadas por la catástrofe ni tampoco a aquellas que con sus presupuestos perfectamente podrían reponer la capacidad productiva de alimentos o de artículos que están dejando de producirse en las zonas dañadas.
No podemos quitarles recursos a las regiones afectadas, pero tampoco podemos quitarles presupuesto a las instituciones sectoriales, sean del área agrícola o de la infraestructura, de aquellas regiones que son capaces de sostener a Chile o de paliar un poco lo que estamos perdiendo.
Por lo tanto, hay que buscar otra manera de recuperar estos 2 mil millones de dólares que el Ministerio de Hacienda necesita (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo y se vuelve a activar por indicación de la Mesa).
Un minuto, Presidente, solo para cerrar.
Yo quiero hacer un llamado: ¡echamos de menos al Ministro de Hacienda aquí, en la Sala! Es clave su presencia para saber si vamos a tener una respuesta un poco más contundente.
Señor Presidente, en base a la información que hemos recabado, como país estamos mejor preparados ante estas emergencias que en el mes de junio. Ese es el camino.
Hay que preparar a las instituciones para anticiparse, porque el cambio climático nos va a seguir golpeando: hoy día con el agua, y eventualmente con los incendios forestales en la temporada veraniega que viene producto de la gran cantidad de materia seca que habrá. Esa es la manera que tiene el país para enfrentar episodios complejos desde el punto de vista del clima y sus efectos.
Gracias, Presidente.

El señor HUENCHUMILLA (Vicepresidente).- Gracias a usted .
Tiene la palabra el Senador Juan Antonio Coloma.

El señor COLOMA.- Muchas gracias, Presidente.
Saludo a los Ministros presentes.
A mí me parece muy importante esta sesión especial, que tiene que ver con el evento climático ocurrido en los últimos días, pero que se suma a una temporada de incendios forestales muy drástica y brusca en el verano, y al evento climático de hace dos meses, cuyas consecuencias se han concentrado básicamente en la zona agrícola de Chile.
Yo quiero, dentro del breve tiempo de que dispongo, hacer ver la situación directamente a los dos Ministros presentes -en el caso de otros Secretarios de Estado habrá otras instancias-, porque están más directamente vinculados con la emergencia y me parece mejor haber partido por ellos.
Respecto del tema agrícola, quiero referirme a algo que el Ministro planteó, pero quiero ponerle cara, por decir algo. O sea, cuando se habla de las casi 120 mil a 130 mil hectáreas afectadas, debo señalar que 98 mil de ellas están en la Región del Maule, ¡98 mil!, que es una cantidad enorme. Y el asunto tiene que ver con que somos la región más rural del país y la que más estragos sufrió. Según los datos oficiales, estamos hablando de 426 mil millones de pesos solo en la Región del Maule, que es algo así como el 70 por ciento del total de los daños producidos, los cuales se relacionan con cereales, flores, forrajeras, frutales, hortalizas, leguminosas, viñas, que se vieron fuertemente comprometidos.
Entonces, a mí me gustaría ver más en detalle, puede ser ahora o después, un plan de recuperación preciso respecto de esa capacidad agrícola dañada, y conocer, básicamente, Ministro, los tiempos requeridos para su recuperación. ¿Por qué se lo planteo? Porque entiendo que hay una primera etapa, y la Ministra de Obras Públicas tiene razón, relacionada con salvar vidas, que es la prioridad, donde todos los sectores hicieron su máximo esfuerzo.
Después viene una segunda etapa, relativa a la alimentación, que incluye a los sectores ganadero y apícola, en zonas aisladas.
Yo quiero decirles, Presidente, por su intermedio, que en la Región del Maule hubo doscientos cortes de carretera en ochenta lugares distintos. Y eso revela que el aislamiento que se produjo fue muy dramático, y es justo acudir con el apoyo requerido.
Pero un tercer tipo de ayuda se orienta a la afectación productiva, que es cómo volver a empezar, donde me parece muy importante establecer un plazo. ¿Por qué? Porque en la lluvia anterior se anunció un bono especial que hasta ahora no se paga, y se nos vino otro evento similar. Este asunto lo hablé con la Diprés y con el Ministerio de Hacienda porque me parecía importante. Yo soy partidario de los Estados eficientes, no de los Estados grandes, y la eficiencia tiene que ver con las velocidades: no es lo mismo si una ayuda llega en tres meses más a que si llega rápidamente, en particular tratándose del mundo agrícola, donde se debe tener la capacidad de reinventarse o repensarse.
Entonces, ahí es donde quiero que se aplique una fuerza importante. Las ayudas que existan, que son relevantes, deben contar con una velocidad del siglo XXI, porque es la única forma de poder enfrentar los problemas de buena manera, y como no se dio, a mi juicio, la vez anterior, espero que se haya aprendido la lección.
Y en cuanto a obras públicas, Ministra, creo que de usted depende mucho lo que pueda lograr en el futuro la región, porque a cada cual le toca su parte. Una cosa es lo que los ministros de Obras Públicas puedan pensar acerca de aquello que van a hacer, y otra distinta son las situaciones inesperadas que la naturaleza les impone.
Por lo tanto, se debe contar con los datos sobre la recuperación de la infraestructura de riego existente hoy día en la región. Yo tengo los antecedentes y se los voy a entregar. En la mañana estuve con todas las juntas de regantes y sus representantes, quienes me informaron que se requieren 10.352 millones para recuperar solo lo que tiene que ver con el Maule sur y parte del Maule norte; y yo calculo unos 5 mil millones más en la zona de Curicó.
Estamos hablando que se necesitan 15 mil millones de pesos para asegurar los riegos para la temporada que se inicia en septiembre, pero, como ha llovido, podemos comenzarla en octubre, y es muy importante contar con esos recursos. Además, es preciso saber qué rol desempeñará la DOH y por cuánto tiempo se extenderán las obras. Yo sé que estamos ante una emergencia, pero establecer plazos para esa recuperación es lo único que puede traer alivio al mundo agrícola.
Se han planteado ideas como la fijación de una tarifa al mundo privado, a la cual el Ministerio pueda recurrir sin necesidad de licitaciones para poder operar.
Aquí, Ministra, es urgente, de verdad, de vida o muerte para el sector agrícola tener la capacidad de rehabilitar las obras de riego y los encauzamientos de los ríos. Y le quiero agregar, porque usted ha estado varias veces en el río Mataquito, que en los sectores de La Huerta, de Sagrada Familia, necesitamos de manera urgente los enrocados para poder impedir los desbordes, considerando además que va a llover la próxima semana y no sabemos bien cómo se nos viene.
Y por último -pido un minuto más, Presidente- considero clave asumir que necesitamos una nueva infraestructura que nazca de lo que la naturaleza nos está enseñando. Aquí han pasado cosas de alta complejidad que no habían ocurrido antes, no porque haya llovido más o menos -yo estoy de acuerdo en que quizás el agua caída constituye un récord-, sino porque la isoterma estuvo a 2.500 metros, como sucedió la otra vez, y al no haber nieve toda el agua escurre junta y para eso las estructuras no están preparadas.
Asimismo, se ha hecho muy poco por el tren al sur, cuyo servicio se encuentra cortado porque en Guaiquillo, zona de Curicó, un puente que tenía cien años y que estaba ingenierilmente perfecto no soportó una carga de agua que nunca se había dado en la historia y su colapso provocó un problema muy complejo.
Entonces, el tema tenemos que repensarlo. Hay que hacer un mapa de los lugares que hoy día se inundan y debemos buscar medios distintos para evitar aquello.
El tema de los embalses, y lo quiero aquí subrayar, es decisivo, ya no solamente para agua en el verano, como se dice, sino además para aminorar los efectos de las inundaciones en invierno. Si hubiéramos tenido embalses, no habría ocurrido lo que sucedió en Hualañé, en Licantén, en La Huerta, en Teno, en Romeral, que es la situación que se evitó en lugares que sí contaban con ellos.
Sin embargo, en nuestro caso se ha demorado veinte años un estudio de impacto ambiental -si me da treinta segundos más, Presidente-; o sea, entre la discusión para otorgar los permisos ambientales y la entrada posterior del Ministerio de Desarrollo Social, cuyas rectificaciones -como cambió la norma- hacen que el estudio de impacto ambiental se realice de nuevo, llevamos veinte años, ¡veinte años!, e imagino que en otros lugares de Chile sucede lo mismo.
¡Esa tramitación no la resiste la modernidad!
La lección que debemos aprender es que hay que adaptar la infraestructura a lo que la naturaleza nos va enseñando y que debemos establecer algunos elementos adicionales para solucionar problemas decisivos para la vida agrícola de Chile.
Aquí estamos hablando no solamente de salvar la agricultura, sino de salvar vidas, y para eso debemos aplicar un nuevo enfoque a materias vinculadas al mundo agrícola.
Espero recibir alguna respuesta de los Ministros, sea por esta vía o a través de documentos especiales que puedan enviar, porque de verdad considero que el Maule, particularmente, está con un alto grado de tensión.
Muchas gracias.

El señor HUENCHUMILLA (Vicepresidente).- Gracias a usted, señor Senador.
Tiene la palabra el Senador Alfonso de Urresti.

El señor DE URRESTI.- Gracias, Presidente.
Saludo a los Ministros presentes.
Dos reflexiones claras respecto a lo sucedido con estos tremendos temporales.
Primero, es una situación que se va a repetir por el llamado cambio climático. Y mientras no entendamos esa dinámica y no comprometamos y cambiemos la forma de pensar y de abordar cada uno de estos eventos, desgraciadamente sus consecuencias van a seguir ocurriendo.
Yo echo de menos en las presentaciones que hemos observado una visión hacia delante. Nosotros vamos a tener que reestructurar, Ministra, la altura de los puentes; deberemos reforzar la línea férrea hacia el sur, que tiene decenas de años, y construir embalses no solo para acumular agua para riego, sino también para contener las tremendas precipitaciones que ocurren en la cordillera.
Y ahí debe haber un debate -lo conversábamos el otro día con el Presidente del Senado y con algunos colegas- donde se planteen soluciones basadas en la naturaleza, considerando los principios básicos que están ya en la Ley Marco de Cambio Climático.
Nosotros no sacamos nada con aumentar los recursos, porque con una lluvia como la ocurrida, que se produzca en junio, en julio, en agosto o en septiembre, vamos a tener destruida o afectada una infraestructura que no soporta tal cantidad de agua; o en contraste, vamos a tener tremendas sequías en el verano.
Mientras no tengamos, Ministro de Agricultura, una política clara y precisa respecto de las tremendas plantaciones forestales que llegan hasta casi los bordes de las ciudades, no vamos a poder enfrentar las megasequías y los megaincendios.
Entonces, la reflexión que yo hago, Presidente -si me da un minuto más-, es que, más allá de las actuales medidas de mitigación, de ir a ayudar a los pequeños agricultores, de reponer o levantar el puente tal o cual, de reparar determinada vía férrea -y lo vamos a hacer, tal como ha ocurrido durante doscientos años en este país-, resulta relevante entender que, así como después del terremoto del 2010 se aumentaron las exigencias y hubo una reforma a la normativa antisísmica en materia de construcción (torres de agua potable rural, consultorios, bomberos), en que se modificó sustancialmente la estructura, lo relativo a las bases técnicas (más caras sí, pero más durables), nosotros debemos cambiar estos conceptos en los dos Ministerios que ustedes encabezan. Y ello, no solo pidiendo más recursos, sino también comprendiendo que vamos a tener inviernos y veranos, que seguramente no habrá cuatro estaciones, que vamos a tener una gran pluviosidad en dos, tres días y luego meses sin lluvias.
Por lo tanto, debemos generar una nueva articulación y un replanteamiento sobre el particular.
Solo quiero referirme a un tema más: proyectos de ley pendientes.
La iniciativa sobre extracción de áridos está sin movimiento por parte del Ejecutivo; el proyecto sobre arbolado urbano e infraestructura verde también está al debe, el cual presentamos para establecer que la infraestructura, sobre todo urbana o periurbana, incluyera el concepto de absorción de agua y así no seguir pavimentando y pavimentando, con lo que se colapsan absolutamente los sistemas de aguas lluvia o de drenaje.
También está la ley sobre protección de los humedales urbanos, que ha sido denostada y combatida incluso por algunos agentes del Gobierno, y para qué decir la Cámara Chilena de la Construcción y otros actores. Precisamente los humedales de la Región del Biobío, por ejemplo, evitaron tremendas inundaciones. Y para qué señalar el caso de otras regiones.
Entonces, debemos replantearnos todo ello. Al respecto, hablamos con el Presidente del Senado -para poner algo positivo-, en el sentido de que podríamos realizar una gran jornada a fin de entender la infraestructura resiliente al cambio climático y abordar ese paradigma, en que hoy día no solo se debe incorporar a los Ministerios aquí presentes.

El señor HUENCHUMILLA (Vicepresidente).- Gracias, señor Senador.
Ofrezco la palabra al Senador Carlos Kuschel.

El señor KUSCHEL.- Muchas gracias, señor Presidente.
Quiero saludar a la señora Ministra, al señor Ministro, y expresar que en la Región de Los Lagos también tenemos, yo diría, una catástrofe permanente, relacionada con el escaso nivel de ejecución de las obras públicas debido principalmente al desbarajuste de los precios; llevamos ya veintidós meses de inflación producto del desorden generado con los retiros de los fondos previsionales.
Pero deseo referirme especialmente a las declaraciones del señor Ministro en torno a que hay una colusión en el mercado de la papa.
Quiero desmentir tajantemente aquello: ¡no hay colusión de la papa! Mi región es la principal productora de papas en Chile, y es la originaria de la papa mundial; más que Perú, en fin.
La situación actual del precio de la papa fresca es un tema neto de mercado, de oferta y demanda. Nosotros hemos venido reduciendo la superficie sembrada y la producción total, por ejemplo, desde la temporada 2003-2004, de casi 60 mil hectáreas, hasta la del 2013-2014, a 50 mil. Y en este momento estamos en 31 mil hectáreas.
Ahora bien, puede que este año sea un poquito mejor o un poquito peor; sin embargo, del año pasado a esta temporada hemos reducido en 25 por ciento la superficie sembrada. En la zona del Maule y en otras localidades había papas enterradas -así las mantienen- para que fueran extraídas en la actualidad; pero las lluvias de junio las liquidaron. Ahí perdimos una parte de la producción de papa que debió haber llegado al mercado.
Por esa época en algunas regiones se inicia la siembra; con la lluvia se perjudicó ese proceso, lo que volvió a ocurrir en agosto.
En este momento no hay semilla disponible para nuevas plantaciones; esto debiera saberlo el señor Ministro.
La próxima temporada puede ser igual o peor que esta, con buena o mala intención.
Y después tenemos lo relativo al terrorismo en La Araucanía y en el Biobío. Muchas plantaciones de trigo se trasladaron al sur, porque en esa zona se queman estas siembras.
Entonces, estamos complicados por ese lado también.
Lo otro que aquí se ha mencionado está vinculado con el fenómeno de El Niño. Llevamos un mes de los tres anunciados respecto de este evento; o sea, nos quedan dos meses por delante, con este río atmosférico que se señala, de casi 5 mil kilómetros de largo por 200 o 300 kilómetros de ancho, y que apunta más o menos sobre Talca.
Esa es la zona que va a estar afectada -imagino- con este fenómeno.
Tenemos estos eventos de junio y agosto, pero no sabemos cuáles van a venir ahora, en los próximos dos meses.
¡Qué nos van a decir de las papas y de otros productos! Porque debo recordar que en estos episodios el pan, que también es un carbohidrato, ha subido de 1.000 a casi 3.000 pesos el kilo, dependiendo del tipo que consideremos, y nadie dice nada. Pero ello también se debe a los desbarajustes que hemos provocado aquí mismo con los excesos en materia de gasto.
Tengo acá cifras de Odepa, que pienso debe conocer el señor Ministro. Sin embargo, deseo insistir nuevamente: nosotros no tenemos colusión en el mercado de las papas; en mi región por lo menos no la hay. Y no sé, no me imagino cómo se puede fabricar algo así.
Es factible que haya casos aislados de alguien que no quiere vender sus papas hoy sino en dos semanas más. Cada uno es libre de hacer aquello; no va a ir el Ministro a decirle: "Oye, venda sus papas hoy y no mañana, o pasado". Esa es la libertad que tienen las personas, los campesinos, los agricultores: ellos verán lo que hacen con sus papas y cuándo las venden. ¡No porque dejen las papas en un camión un día o dos van a estar incurriendo en un delito!
Yo le pregunto al señor Ministro: ¿Dónde se pueden comprar hoy semillas de papa para la temporada? ¿Por qué se redujo la temporada anterior también?
Con el desbarajuste de los costos subieron los combustibles, los fertilizantes, la mano de obra, el precio de las maquinarias. Hoy día, si usted quiere comprar un tractor, verá que está mucho más caro; y no hay mercado de capitales, porque casi lo pelamos con los retiros. Hasta que se recuperen los fondos, esa pileta la tendremos casi seca.
Hay un traslado en el caso de los carbohidratos: no solamente se trata de la papa, sino del trigo, de la avena, del arroz, de los porotos. ¿Qué pasa con esos mercados? Ya mencioné el aumento y la variación grave en el precio del pan. ¿Por qué? Porque la gente sustituye una cosa por otra; a veces son complementarias y otras sustitutos, como lo indiqué.
¿Qué vamos a hacer con estos dos o tres meses que siguen?
Luego vendrán la sequía y, nuevamente, los incendios. ¿Cómo nos estamos preparando para ello? ¿Qué vamos a hacer con las pérdidas de hectáreas de siembra de trigo y después, por rebalse -llamémoslo así-, con las pérdidas de hectáreas de siembra de papa, porque no se puede sembrar trigo en grandes extensiones de La Araucanía?
En consecuencia, no culpemos a los productores de papa de mi región, principalmente de Chiloé, en la Región de Los Lagos, de una falsa colusión: ¡no existe!
He dicho, señor Presidente.
Muchas gracias.

El señor HUENCHUMILLA (Vicepresidente).- Gracias a usted, señor Senador.
Tiene la palabra el Senador Sebastián Keitel.

El señor KEITEL.- Gracias, Presidente.
Deseo saludar, por su intermedio, a la Ministra y al Ministro.
Yo soy medio piti, así que no pude ver muy bien en la pantalla los datos duros que se señalaron. Por eso me gustaría repetirlos, para conocimiento de los parlamentarios que quizás no estaban mientras se mostró la información o que también tienen problemas de vista, al igual que yo.
Los datos del Senapred, actualizados hasta las diez y media de anoche, son los siguientes: 27 puentes afectados en diferentes condiciones; 513 rutas y caminos en mal estado; 27.554 viviendas registran daños menores; 10.549 están con daños mayores; 144 han sido completamente destruidas.
El Ministerio de Educación reportó 359 establecimientos educacionales afectados.
Acá me detengo, porque considero muy importante que, en conjunto con los dos Ministerios que están acá, la Cartera de Educación también se haga presente en las regiones siniestradas. ¡Cuántos miles de alumnos están ahora con complicaciones, en especial en las zonas rurales, para llegar a clases y recibir su respectiva educación, tan necesaria hoy en día!
Respecto de los establecimientos de salud, hay diez que no se encuentran operativos. Por eso también quiero invitar al Ministerio de Salud a fin de que concurra a esas localidades para que cuanto antes se pueda superar y mejorar la situación imperante.
A los Ministros, quiero contarles que soy Senador de la Región del Biobío y también darles algunas cifras duras de lo que pasa ahí: 800 viviendas con daños y 924 personas aisladas.
Me vuelvo a detener, y tomo algunas palabras de la Ministra -por su intermedio, Presidente-, sobre los caudales.
Puedo entender que en el verano, según lo que le entendí, se trabaje con maquinaria, especialmente para ordenar los caudales como tales; pero hace dos meses, cuando vinieron las primeras grandes inundaciones, al comienzo el Gobierno... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).
Señor Presidente, deme los cuatro minutos de Evópoli.
(El señor Presidente asiente con la cabeza).
Gracias.
Decía que cuando vinieron las primeras inundaciones se mostró bastante el efecto de la naturaleza; era el momento, entonces, como para que el Gobierno hubiese puesto a disposición la maquinaria necesaria, o los funcionarios correspondientes a fin de que, de alguna u otra forma, se ordenara urgentemente lo relativo a los caudales. Si lo hicieron, creo que fue bien insuficiente, porque se podría haber destinado de mejor manera mayor cantidad de recursos y de -insisto- personal humano.
Al respecto, también me preocupan los dineros que se destinaron este año para las diferentes problemáticas derivadas de las catástrofes. Anunciaron la semana pasada que estos se habían acabado. Y creo que nosotros, como parlamentarios ahora, en la discusión de la Ley de Presupuestos, tenemos una responsabilidad en cuanto a pelear por mayores recursos para lo que viene el año 2024 en materia de catástrofes, en este caso naturales.
Asimismo, considero relevante ver pronto el tema de los incendios y tener una ley sobre el particular, con la finalidad de que nos preparemos de mejor manera para todo lo que va a venir. Hablo por mi región, que está siendo muy afectada siempre por los incendios y donde hoy día se encuentra la mayor producción o la mayor actividad de las forestales.
Entonces, Presidente, me parece que hay un trabajo en conjunto que hacer cuanto antes por las personas, por todos los chilenos y chilenas. Esa responsabilidad está en nosotros, los parlamentarios, y también en varios Ministerios.
Sé que se están haciendo esfuerzos, pero hay que pensar igualmente en que no es suficiente, en que no nos podemos quedar en una zona (entre comillas) de confort. Tenemos que seguir peleando y luchando, y también debemos prepararnos. No podemos estar actuando siempre sobre la leche derramada, siempre sobre los problemas, sino que hay que ir a la causa. Y parte de esa causa la hemos visto justamente con lo que ha pasado en los últimos incendios, en las últimas lluvias.
En tal sentido, insisto en que debemos prepararnos para estar siempre con un mejor país.
Gracias, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente).- Muchas gracias, Senador.
Senadora Carvajal.

La señora CARVAJAL.- Muchas gracias, Presidente.
Cuesta, en escasos seis minutos, traducir las demandas, las necesidades de la ciudadanía, así como los costos que surgen, cuando se debe enfrentar una emergencia en una región nueva como la que me toca representar, la Región de Ñuble, sin que aún se termine de instalar.
Digo esto a propósito de cómo estamos preparados no solo en Chile y en el resto de los países del mundo para el cambio climático, y también de cómo están estructuradas nuestras regiones para enfrentar la emergencia.
Señalo el punto, al igual como lo hice en la sesión de la semana pasada, y no solo saludando al Ministro de Agricultura y a la Ministra de Obras Públicas, con quienes estuvimos el viernes anterior justamente verificando y diagnosticando las obras que se estaban realizando en Ñuble a raíz del frente de mal tiempo; lo menciono porque quiero partir agradeciéndoles la disposición, el trabajo continuo y, sobre todo, la superurgencia que le han puesto, desde el verano hasta lo que va de los dos temporales, al trabajo que se ha hecho en mi Región de Ñuble.
Quiero decir con mucha propiedad y responsabilidad que quienes somos autoridades, quienes representamos -yo, en mi rol de Senadora- a la región, hemos recorrido los territorios; y se han hecho los trabajos sin duda no con los recursos que quisiéramos, pero el esfuerzo ha sido importante e incansable, no solo desde sus Carteras, sino también desde los funcionarios y funcionarias que están instalados en regiones.
Señalo aquello para desmitificar muchas veces las voces populosas y el mucho descriterio que hay cuando se trata de tomar un teléfono y solamente denunciar.
Y planteo el punto, Presidente, porque sin duda -y lo decía el Senador De Urresti- el cambio climático vino para quedarse. Hay regiones que no son nuevas en la afección, a propósito de nuestra propia estructura territorial. Fueron afectadas por los incendios, en el verano, las Regiones Séptima, Octava y Novena; también lo han sido con los temporales, en junio, la Sexta Región, la Región del Biobío y mi Región de Ñuble. Y seguramente ellas van a seguir afectándose en el futuro.
Por eso creo que lo concreto y necesario hoy día es establecer un marco de trabajo no solo preventivo, sino también de acción prioritaria en estas regiones.
Ahora bien, se habló de una situación y, obviamente, de un financiamiento fiscal que hoy día -ya se ha dicho- va a sufrir un recorte.
Primera cosa que expongo y primera solicitud que hago: que no haya recorte en el Ministerio de Agricultura; tampoco puede haberlo en el Ministerio de Obras Públicas ni en el Ministerio de Desarrollo Social. Sin duda, son Carteras que hoy día no solo tienen la prioridad en cuanto a la inversión, sino que además están con una agenda de proyectos que va a permitir trabajar de mejor manera cuando se produzcan, por cierto, otras catástrofes.
En ese contexto, mi llamado es a solicitarle al Ejecutivo que no solo no disminuya los presupuestos, que no los castiguen, sino que los suplementen. Porque, efectivamente, si queremos realizar obras; si queremos tener enrocamientos; si queremos contar con estudios de cauces, de cuencas, sobre todo en mi región, donde existe una infinidad de caudales que hoy día están buscando su huella, su ADN, no podremos hacerlo realidad si no incrementamos los recursos.
Por eso es necesario que abordemos, Presidente, como acuerdo de esta Sala, en esta sesión especial, que en aquellas Carteras no haya déficit, sino incrementos ojalá sostenidos. Lo mismo en la de Desarrollo Social, lo mismo en la de Economía.
Necesitamos que la reactivación de verdad se agilice; necesitamos tener un plan urgente en materia de apoyo productivo y para reconstruir su hábitat a las más de dos mil familias afectadas. Esto, por cierto, tiene que ver también con viviendas. Pero además se requiere un plan económico que permita reconstruir no solo en cuanto a las vocaciones productivas naturales, sino también respecto del comercio, el turismo y otras áreas que se han visto fuertemente afectadas por estos temporales.
En ese contexto, Presidente, quiero solicitar tres o cuatro cuestiones que a mí me parecen indispensables.
Primero, una mejor planificación que permita diagnosticar lo que, por ejemplo, hay en materia de fiscalización de predios que hoy día son patrimonio de grandes forestales. Un nuevo trato con las forestales, cuando hay escurrimiento de aguas y no existe bosque nativo; cuando tenemos, ciertamente, tala indiscriminada de árboles; cuando hay una inversión como si fueran planteles urbanos y en realidad se trata de loteos brujos, donde hoy día se construyen casas en las laderas de los ríos. De verdad necesitamos una mejor fiscalización. Eso es prioritario de hacer, y destinar recursos para ello por cierto que también lo es.
Segundo, tener la posibilidad de planificar además lo vinculado con la ladera de los ríos. Y me refiero a los ríos de la Región de Ñuble, que no son pocos.
Al respecto, solo quisiera señalar que tenemos alrededor de doce comunas afectadas por desbordes de ríos. Me atrevo a mencionarlas muy rápidamente: Yungay, Ninhue, Trehuaco, Ñiquén, Coihueco, San Carlos, Pinto, Coelemu, en donde tenemos caminos afectados, 43 de ellos; 17 recuperados; 9 que están con restricción de paso, y algunos que se hallan sin conectividad.
Necesitamos efectivamente, Ministra -por su intermedio, Presidente-, mayor red y mayores kilómetros de enrocamiento para poder prevenir el rebalse y, por supuesto, la afectación que eso provoca.
Pero algunos de ellos precisan obras mayores. Y quiero referirme especialmente a San Fabián de Alico, sector Las Veguillas, Laguna, Los Sauces, en donde obviamente es muy catastrófica la situación, porque en conjunto, tanto la comuna de San Fabián como la de Coihueco, requieren de una prioridad especial, sobre todo en esta condición... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).
¿Me da un minuto más, Presidente, para terminar?
(El señor Presidente asiente con la cabeza).
Gracias.
Sé que hay mucho, y le vamos a hacer llegar a la Ministra también muchas de nuestras prioridades; pero vi esto en terreno, cuestión que quiero reiterar, y ella conoce claramente lo que está pasando en Ñuble.
Entonces, requerimos dotación de funcionarios a fin de habilitar las direcciones provinciales para los caminos y lo que se necesite además en las provincias de Itata y, por supuesto, de Diguillín.
Por último, con respecto al Ministerio de Agricultura, no es posible que siempre estemos llorando sobre la leche derramada. Necesitamos que se incremente de manera sustancial el presupuesto de este Ministerio.
Yo sé que en el pedir no hay engaño. Pero, efectivamente, nuestras vocaciones productivas -no solo en la micro y pequeña agricultura- hoy día están absolutamente deficitarias. Requerimos que haya mayor inversión para proteger, por ejemplo, a los vitivinicultores, quienes suman miles de hectáreas de pérdida -ocurrió también con los incendios-, y sobre todo a la agricultura familiar campesina.
Si no invertimos en el campo, si no nos hacemos cargo de ello, no vamos a poder avanzar.
Gracias, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente).- Muchas gracias, Senadora.
Senadora Vodanovic, tiene la palabra.

La señora VODANOVIC.- Me quiero referir a la reacción del Gobierno y de las instituciones, porque no fue solo el Gobierno, sino el Estado entero el que concurrió al rescate y a la ayuda de los miles de chilenos afectados.
Fueron cuatro las regiones afectadas en forma cruenta por este segundo temporal. En particular, la Región del Maule tiene la desgracia de liderar por segunda vez el ranking de áreas de interés agrícola inundadas, con 115 mil hectáreas afectadas directamente, de un total de 274 mil. Vale decir, el 40 por ciento del total de hectáreas inundadas en las cuatro regiones se encuentra en el Maule.
El daño agroeconómico es enorme.
Quiero resaltar, primero, la actuación rápida del Gobierno en lo preventivo. Deseo agradecer a los Ministros que se encuentran acá, en la Sala, por su presencia y trabajo en la Región del Maule, y a través de ellos, a los miles de funcionarios públicos que han estado trabajando sin descanso (como los equipos de Vialidad y Agricultura), entregando forrajes y recorriendo las regiones.
Los chilenos muchas veces somos buenos para criticar y en pocas ocasiones somos buenos para agradecer; sin embargo, lo que vi en la gente del Maule fue gratitud por la pronta acción no solo de los Ministros presentes hoy en la Sala, sino también de la Ministra de Salud, que fue a Vichuquén, del Ministro de Economía, quien estuvo ayer en Licantén entregando algunos beneficios directos.
También quiero resaltar a Senapred. Ayer estuvimos en una Comisión con el Ministro de Agricultura y el Director de Senapred y vimos cómo se desplegó ese trabajo. Y lo principal que debemos destacar es que no hubo una cantidad grande de víctimas fatales que lamentar. La verdad es que la primera acción del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres es evitar que tengamos muertos debido a una catástrofe. En eso creo que ha sido exitoso su actuar, pese a que nos enfrentamos a un temporal con unos niveles de violencia respecto a cómo arrastraban las aguas que no se había visto hace tal vez treinta, cuarenta o cincuenta años.
Creo que hay que señalar algunas medidas concretas.
En primer lugar, hay que agilizar las fichas FIBE. Yo sé que los equipos están en terreno, que se ha mandado a más funcionarios y que estos han sido capacitados tanto por la Gobernación Regional como por otras instituciones. Sin embargo, se debe agilizar el levantamiento de esas fichas, además de las fichas agrícolas.
Por otro lado, se requiere aumentar la cantidad en la entrega de forraje y alimentación apícola, porque hay sectores que no tienen lo suficiente.
A la vez -no están aquí los Ministros respectivos-, creo que hay que estudiar la posibilidad -se lo hicimos ver al Presidente de la República en la región- de suspender ciertos pagos de servicios, como la luz y el agua potable. Muchos sectores todavía están sin suministros.
Por último, quiero señalar que hay un problema respecto a los embalses en mi región: no se pueden vaciar anticipadamente cuando se prevé que viene un temporal. Yo creo que como legisladores tenemos la obligación de hacer algo ahí, de dictar alguna norma. Porque no puede quedar entregada a la voluntad de los privados la decisión de vaciar anticipadamente los embalses, porque lo que ocurrió en la práctica fue que cuando se empezaron a vaciar era demasiado tarde y ya no se podía hacer.
Me quedé sin minutos, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente).- Tiene treinta segundos, Senadora, para terminar la idea.

La señora VODANOVIC.- Esta tragedia está recién comenzando. El agua se va a empezar a retirar, si bien todavía hay zonas inundadas, y tenemos mucho por hacer.
Por lo tanto, creo que solo con la acción coordinada del Estado -así se lo manifestamos a la Ministra del Interior ayer- será posible reconstruir de mejor forma, tener mejores regiones, tomando en consideración el cambio climático, una vez que se retiren las aguas, como he dicho, de tantos lugares, ya que esto no ocurrió solo en Licantén, que sale en la televisión: las treinta comunas del Maule han sido dañadas y afectadas.
En consecuencia, debemos reforzar el accionar de los Ministros presentes, a quienes agradezco nuevamente, y del Estado entero.
Por último, quiero reconocer el actuar de las Fuerzas Armadas, de Carabineros y de Bomberos.
Gracias, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente).- A usted, Senadora.
Tiene la palabra la Senadora Sepúlveda.

La señora SEPÚLVEDA.- Muchas gracias, Presidente.
Uno no sabe muy bien por dónde comenzar, ya que es mucho el desastre y son muchas las complicaciones.
Pero sí quiero caracterizar esto, en el sentido de que es un desastre rural. Este es un desastre de zonas rurales, de comunas que viven de la agricultura. Y además es un desastre de los lugares más pobres del país.
O sea, cuando uno habla de ruralidad, se refiere precisamente a que en estos lugares hay casi un 30 por ciento más de pobreza que en los sectores urbanos.
Entonces, las complicaciones son dobles.
Y coloco dos o tres ejemplos.
Miremos las complicaciones que tenemos en vivienda. Para poder reconstruir casas existe un problema anterior: no están regularizados los títulos de dominio. Entonces, la pregunta es qué vamos a hacer ahí. ¿Vamos a establecer un sistema para regularizar esto lo antes posible, con un mecanismo simplificado? Y surge otra dificultad: ¿qué está pasando con las tarjetas de banco de materiales? Es urgente entregarlas.
Entonces, no podemos instalar las mediaguas porque no están regularizados los títulos. Y no podemos entregar las tarjetas porque no están regularizadas las casas.
Lo que quiero decir es que existen obstáculos estructurales que se están manifestando con este desastre.
Hoy día tenemos, además, familias que están absolutamente sobreendeudadas, y en esto me voy a lo productivo. ¡Absolutamente sobreendeudadas!
Por lo tanto, ¿qué va a ocurrir? Lo conversábamos ayer con el Ministro de Agricultura. Tenemos que hacer una diferenciación. O sea, si queremos que se levante la agricultura familiar campesina, que hoy día está en el suelo, ¡que hoy día está en el suelo!, necesitamos contar con instrumentos que sean absolutamente diferenciados. En esto es fundamental el Indap.
Hemos retrocedido veinte años, ¡hemos retrocedido veinte años!, en infraestructura dañada; en caminos que no hemos podido recuperar; en agua potable rural, porque están destruidas las matrices y las cañerías.
Me están llamando de Lolol. ¡Ochocientas personas están en este minuto sin agua porque no hay coordinación, Ministra, entre la Dirección de Obras Hidráulicas y Vialidad! ¡No hay coordinación! Y para poder colocar las cañerías necesitamos que se recupere el camino, porque por ahí van. ¡Ochocientas personas sin agua!
Pero yo quiero detenerme en una sola cosa. No estoy de acuerdo con usted, Presidente, en lo que planteó respecto de los embalses. ¡No estoy de acuerdo con usted! ¡Tenemos un problema gravísimo con los embalses! En mi región están Convento Viejo y Rapel.
En la página 10 de la exposición de la Ministra se mostró cómo iban afectándose los flujos. ¿Y saben lo que dice la gente?: "Nosotros nos inundamos por complicaciones en los embalses Rapel y Convento Viejo". Yo, de verdad, y con los años que llevo en esto, les creo. ¡Les creo! Porque ellos tienen una experiencia respecto a las inundaciones que no poseemos ni ustedes ni yo.
Entonces, quiero saber, Ministra -por su intermedio, Presidente-, cuál es la proporción de este desastre que tiene que ver con los embalses. Hay que saber qué pasa con los embalses, que están en manos de privados, respecto a los cuales, al parecer, no tenemos la posibilidad de entrar y averiguar qué ocurre con ellos.
Estuvimos con Senapred ayer. No voy a repetir las palabras que me dijeron con relación a los embalses. ¡No lo voy a decir aquí! Porque si yo estuviera en la Cámara, plantearía una comisión investigadora.
¡No pues! Si uno conoce esta cuestión
. Yo vivo allá, ¡yo vivo allá! No soy una santiaguina que voy a representar. ¡Yo vivo allá!
Estuve hasta las once de la noche, ¡hasta las once de la noche!, viendo cuánto iba a botar el Rapel en Navidad, ¡cuánto iba a botar el Rapel! Íbamos de 3.500 metros cúbicos a 4.000, y 4.000 significaba arrasar con el pueblo, como ocurrió la primera vez, cuando se arrasó con las caletas.
Entonces, a mí no me vengan a dar explicaciones. Si no somos capaces de controlar los embalses en estas circunstancias, ¡no tenemos nada que hacer, por más espigones que le coloquemos al río!
Por consiguiente, yo quiero saber, Ministra de Obras Públicas -no es una pregunta que espero que me conteste hoy día-, qué pasa con las hidroeléctricas -estamos llenos de ellas-, que tienen contraembalses: qué pasa con Colbún, qué pasa con Rapel, qué pasa con Convento Viejo.
¡Eso es lo que necesitamos! Porque, si no, por más defensas que hagamos, no lograremos el propósito que hoy día buscamos, que es resguardar a las personas primero, pero también al sector productivo y, fundamentalmente, a los sectores rurales aledaños a esta infraestructura.
Este no es solo un desastre climático: este es un desastre social.
Gracias.

El señor COLOMA (Presidente).- Gracias, Senadora.
Tiene la palabra la Senadora Rincón.

La señora RINCÓN.- Gracias, Presidente.
En dos minutos es muy poco lo que se puede decir.
No repetiré los diagnósticos, las cifras, los caminos, los puentes cortados, etcétera, porque estos datos ya los tenemos más que claros.
La Ministra ha estado allá; el Ministro, también. Me ha tocado acompañarlos. Lamento los malos ratos, pero hay que entender la angustia y la frustración de la ciudadanía.
Tenemos lugares como Chupallar, Vega de Ancoa, donde están don César, la señora Macarena; hay sectores como Zapallar de Curicó, donde están Daniela Guajardo o Marcelo Gallardo; tenemos lugares representados por nuestros agricultores, y ahí está la Asociación Agrícola Central, con su Presidente, Luis Urrutia. Todos ellos dan cuenta de lo que se está viviendo en nuestra región, la más afectada, como ha dicho la Ministra.
Y la pregunta es cómo somos capaces de llegar a dar las respuestas. Uno ve voluntad del Gobierno, ve la disposición de los ministros, de los seremis, de los gobernadores, pero la pregunta es qué hacemos para que llegue la ayuda, para que llegue ordenada y se entreguen soluciones.
Hay miradas que se enfrentan en el tema de los embalses. Escuchábamos al Presidente del Senado, quien hablaba de la necesidad de apurar los embalses, y voy a nombrarlos: Ancoa II, El Parrón, Longaví, La Jaula, Gran Lontué y Colorado. Pero tenemos la visión de la Senadora Sepúlveda, que es legítima, en el sentido de que es un tema que hay que revisar.
Pero ¿saben qué? Lo concreto es que donde hay infraestructura pensada y bien diseñada el desastre es menor.
Además, nos enfrentamos al tema de la productividad. Nuestra región es agroindustrial. Y hoy día hombres y mujeres de la zona lo están pasando mal. Y tenemos a los alcaldes y a las alcaldesas a veces sin respuesta.
La alcaldesa de Hualañé, Carolina Muñoz -quien ha dormido poco y nada-, le respondía el otro día a un Subsecretario... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).
Un minuto, por favor.

El señor COLOMA (Presidente).- Tiene treinta segundos, Senadora.

La señora RINCÓN.- ... le respondía a un Subsecretario: "No nos pidan las fichas cuando en junio mandamos los petitorios y todavía no llega lo de junio".
Y aquí tenemos un problema, pues, Presidente: ¿cómo hacemos para que los alcaldes que se están dedicando a socorrer a las personas puedan responder a los requerimientos que les hace el Estado y cómo el Estado baja a ayudar a nuestros alcaldes?
Además, hay que ver -esto se lo planteamos al Presidente- cómo movilizamos toda la ayuda: el Cuerpo Militar del Trabajo, los distintos servicios.
Hoy día con la Senadora Carvajal, en la Primera Subcomisión Mixta de Presupuestos, planteábamos: "¿Cómo les rebajan los viáticos a los servicios? ¿Cómo hacemos que las platas de los servicios se reencaucen? ¡No pidamos más plata si hay programas que no se están ejecutando y destinémosla a donde tiene que estar!
Presidente, la tarea es titánica. Son miles de miles de millones, pero también miles de sueños y esperanzas que están frustrados.

El señor COLOMA (Presidente).- Gracias, Senadora.
Senador Pugh, tiene la palabra.

El señor PUGH.- Muchas gracias, señor Presidente.
Por su intermedio, saludo a la Ministra de Obras Públicas y al Ministro de Agricultura. Si algo en común tienen ellos es precisamente el agua. Ya se ha tocado el tema de los embalses. Pero el agua es la que permite transformar la tierra en alimentos, y eso no lo podemos perder de vista.
Por lo tanto, hay que hacer todos los esfuerzos que se han señalado anteriormente.
Primero, una solución sistémica. Se habla de la represa de Rapel. Bueno, ¿por qué no podemos reconducir esa agua a lugares donde se pueda almacenar y no verterla, que es el destino final?
Efectivamente, se requieren más tranques, pero debe ser una solución sistémica. Y yo creo que eso no lo estamos abordando como corresponde.
El agua no se va a acabar nunca, se va a transformar: se evapora, cae en lluvia. El problema es que con el cambio climático cae todo en un solo punto y con gran volumen. Y para eso no estamos preparados.
Entonces, pido que incorporemos la gestión de riesgo dentro de la planificación: matrices de riesgo, probabilidad de impacto y probabilidad de ocurrencia. Si es así, podremos adelantarnos y anticiparnos a fenómenos como las marejadas.
Señor Presidente, represento a la Región de Valparaíso, desde Rapa Nui-Isla de Pascua hasta Los Andes. Las regiones de Chile son las únicas que poseen costa. En Santiago no hay costa. Y precisamente es la Dirección de Obras Portuarias la que debe ver la protección ante marejadas, que es el otro fenómeno que tenemos.
Tal como hay problemas en la agricultura, en el mar está pasando lo mismo: ¡las especies ya no están! El cambio climático, cuando se habla de El Niño o La Niña, las mueve. Las marejadas destruyen nuestras praderas, las algas, que son el hábitat natural.
Entonces, estamos en un riesgo sistémico completo, y hay que abordarlo. ¿De qué forma? Y aquí vienen las propuestas: usemos el nuevo sistema satelital espacial; pongamos los satélites a ver, a medir, a revisar; pongamos la capacidad de cómputo a simular; probablemente tengamos que ver hasta el tema del deshielo, que puede subir el nivel del mar (hay lugares que pueden desaparecer). Pero no perdamos el objeto principal: la seguridad de las personas, que es lo primero que se debe resguardar.
Yo felicito a todos quienes participaron: a las Fuerzas Armadas, a Bomberos, a Carabineros, a todos los que estuvieron contribuyendo, a los vecinos, a todos los alcaldes, que tuvieron que tomar decisiones en poco tiempo, ya que había poco tiempo para reaccionar.
Respecto de la Región del Maule, muy afectada, le pido especialmente a la Ministra de Obras Públicas que no deje abandonadas las obras de conectividad, las rutas. Algunas de ellas pueden despriorizarse, por ejemplo, la Radal Siete Tazas, que la vimos completamente destruida. Pero eso da la posibilidad de que esa gente tenga sustento en el verano. Pensemos en la temporada que viene; preocupémonos de los incendios, pero tratemos de que las personas puedan recuperar todo aquello.
Tal como se va a apoyar a la agricultura, espero que podamos apoyar a la pesca artesanal, que está sufriendo los mismos problemas y no lo estamos viendo.
He dicho, señor Presidente.
Muchas gracias.

El señor COLOMA (Presidente).- Gracias, Senador.
Senador Saavedra, tiene la palabra.

El señor SAAVEDRA.- Gracias, Presidente.
Saludo a la Ministra y al Ministro por su presencia y por entregarnos información que denota la dimensión de la situación que estamos viviendo, inmersos en una crisis ambiental que afecta notablemente el territorio nacional y el planeta. Por tanto, esto no se encuentra fuera de aquel margen.
El área inundada de interés agrícola en la Región del Biobío llegó al 21 por ciento del nivel nacional, sobre 57 mil hectáreas, con un daño agronómico de unos 63 mil millones de pesos.
¿Cuáles son los temas pendientes por resolver en términos urgentes?
El de la agricultura familiar campesina, sobre todo en los sectores más pobres, que requieren el apoyo pronto y urgente, especialmente en la provincia de Arauco y en las zonas alejadas de la provincia de Biobío.
El de los viñateros, en todo lo que tiene que ver con el desarrollo de infraestructura para el valle del Biobío y todo lo que ello significa para el desarrollo turístico, que se vio afectado por los temporales.
Se necesita un plan de comercialización de carácter transversal para toda la pequeña agricultura familiar campesina, viñateros, apicultores, en fin, los que más sufrieron con esta catástrofe.
Y hay que acelerar todo el plan de inversiones para el uso eficiente del agua en materia de riego. Son temas pendientes con la gobernación regional. Se requiere esta inversión para tecnificar el riego y el uso del agua con eficiencia.
¿Pero qué tenemos por delante?
A mi entender, debemos cumplir con un plan de infraestructura para el desarrollo sustentable que considere los siguientes factores: el desarrollo económico, fundamentalmente el desarrollo económico local; el desarrollo social, porque se ven los efectos en la sociedad y en las comunidades afectadas por esto, y por supuesto, los recursos... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).
Un minuto, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente).- Tiene treinta segundos.

El señor SAAVEDRA.- Un minuto.

El señor COLOMA (Presidente).- Treinta.

El señor SAAVEDRA.- ... y por supuesto, decía, los recursos naturales.
Y en eso tenemos pendiente el plan de prevención de riesgos y desastres, de carácter regional y carácter comunal. Deberíamos contar con él en términos urgentes, porque eso va a ayudar a ver cómo se abordan todos los desafíos: el cambio climático, la falta de inversión que aún tenemos pendiente en relación con -reitero- la infraestructura para el desarrollo sustentable, a fin de terminar con los problemas del río Andalién o del río Biobío, en la población República, de Hualqui, que se inunda permanentemente, o del río Laja, que son las mayores expresiones de inundación y afectación catastrófica que hemos vivido en la región.
He dicho.
Muchas gracias.

El señor COLOMA (Presidente).- A usted, Senador.
Tiene la palabra el Senador Chahuán.

El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, el escenario posfrontal ha generado una crisis no solamente en algunas zonas de la Región de O'Higgins, del Maule, de Ñuble, sino también en algunas comunas de la Región Metropolitana y en la zona sur de la Región de Valparaíso.
Hemos tenido algunas dificultades en Santo Domingo, donde en su momento se produjeron cortes de electricidad; hubo zonas que estuvieron aisladas, existieron derrumbes en caminos que fueron enfrentados oportunamente gracias al esfuerzo conjunto del Ministerio y el propio municipio.
Sin embargo, hay algunas situaciones bien complejas.
En la comuna de Concón tenemos una dificultad con el diseño de un colector, que, como hemos visto, ha provocado un derrumbe de proporciones y la precariedad en que se encuentra hoy día una construcción justamente en el campo dunar.
Yo fui uno de los que se opusieron con mucha fuerza a la construcción en el campo dunar; de hecho, nosotros logramos sacar adelante el Santuario de la Naturaleza. Yo presenté acciones legales: primero, recursos de protección; luego tramitamos la creación del Santuario de la Naturaleza junto con Duna Libre, organización que estaba encabezada por una concejala de la comuna de Concón, con quien logramos sacar adelante esa declaratoria y pudimos impedir que a lo menos quince nuevos proyectos se construyeran en el lugar.
Entonces, nos gustaría saber qué se está haciendo y cómo se va a planificar la reposición del colector; cómo se puede, finalmente, garantizar que esas construcciones sean seguras.
Adicionalmente, nos preocupa la situación -hay poca información- del lago Rapel y sus descargas, porque básicamente podría afectar a la zona limítrofe entre las Regiones de O'Higgins y Valparaíso. Estamos hablando de la comuna de Navidad.
Estuvimos con el Alcalde Dino Lotito viendo la situación del evento climático que provocó algunos perjuicios y, por tanto, nos gustaría tener información en tiempo real.
Y finalmente -si me permite diez segundos, Presidente-... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).

El señor COLOMA (Presidente).- Diez segundos.

El señor CHAHUÁN.- ... quiero decir que es necesario mejorar las coordinaciones, porque este era un escenario previsible. Me tocó estar en algunas comunas de la Región de O'Higgins y, ciertamente, si se sabe que existían dificultades y que había capacidad para preverlo a lo menos con cinco días de anticipación, creemos que coordinar los esfuerzos con las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad es fundamental.
Entonces, creo que acá hubo un esfuerzo que yo diría fue inoportuno. Esto lo señalo para efectos de mejorarlo, porque considero que lo hecho, hecho está, pero ciertamente hay posibilidades de que haya un nuevo frente de mal tiempo y tenemos que adoptar todas las medidas.
Simplemente para la evaluación, acá no hubo capacidad para sacar adelante, en los distintos gobiernos, las obras que permitieran que la Región de Valparaíso contara con embalses. Hoy día... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).

El señor COLOMA (Presidente).- ¡Largos diez segundos...!
Tiene la palabra el Senador Sanhueza.

El señor SANHUEZA.- Gracias, Presidente.
Los últimos sesenta días hemos sido testigos de dos eventos meteorológicos extremos. Después de catorce años de megasequía, las regiones del centro-sur del país fueron protagonistas de las mayores inundaciones registradas en las últimas décadas, afectando a ciudades y campos y dañando a muchos chilenos que han perdido el esfuerzo de su vida. Un ejemplo patente es mi Región de Ñuble.
En particular, las consecuencias de esta emergencia para los campos chilenos son incalculables. Estamos ad portas de comenzar una nueva temporada de riego, que en la actualidad se encuentra en profundo riesgo. El Gobierno debe realizar todas las acciones necesarias para evitar el daño que se podría producir si no abastecemos con agua a miles de campesinos afectados por el aumento incontrolable de los caudales de los ríos.
Hemos evidenciado el daño en suelos cultivables, campos frutales y muchos otros lugares que son el sustento de miles de chilenos que dependen de esta actividad tan noble como es la agricultura. Pero también existe un mundo desconocido e invisibilizado para la ciudadanía, considerando que los principales eslabones de suministro de agua para el mundo rural son las bocatomas y canales de riego encargados de conducir y distribuir el recurso hídrico para los agricultores. Existe un importante daño en estas estructuras, que pone cuesta arriba la próxima temporada, que debería comenzar en semanas.
En todas las regiones afectadas se ve con preocupación la inacción del Gobierno en medidas de corto plazo, y también es alarmante la falta de visión de Estado para conciliar el uso y gestión del agua. Hoy estamos frente a una dicotomía muy profunda: por un lado, las inundaciones de invierno, y por otro, el flagelo de la sequía en verano por falta de obras de embalses.
Todo lo anterior pone a Ñuble y a toda la zona centro-sur del país en un escenario perfecto de crisis agrícola. Si durante el invierno se producen excedentes y crecidas de los ríos por eventos climáticos extremos, estos perfectamente se pueden y deben embalsar para el período de riego de los campos chilenos.
Por tanto, es urgente avanzar en embalses para Ñuble y todo Chile.
Por eso, me alegro de la noticia que nos dio la Ministra de Obras Públicas sobre la apertura de las bases de licitación del embalse Nueva La Punilla para el primer semestre del próximo año. Pero no basta solamente con eso, no basta con un estado de emergencia agrícola para la distribución de bonos, que se agradecen y son importantes, sino que se requiere un plan de obras concretas en las próximas semanas para recuperar el cauce de los ríos antes de que sea tarde.
También quiero decir, y en esto hago una consideración especial al Ministerio de Agricultura, que normalmente son los prodesales los que hacen los catastros de los pequeños agricultores, pero en esta época no se les entregan recursos adicionales. Todos sabemos que ellos pagan con sus ingresos el combustible y, habiéndose producido en estos días nuevas alzas, es importante asignarles mayor cantidad de recursos para que efectivamente puedan realizar este catastro, no solamente... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).

El señor COLOMA (Presidente).- Treinta segundos más.

El señor SANHUEZA.- Decía que no solamente a aquellos agricultores que son parte de algún prodesal, sino que aprovechar su despliegue territorial y concretar el catastro de todos los pequeños, medianos y grandes agricultores que han sufrido daños por estas lluvias.
Indudablemente, creo que este fenómeno climático nos ha hecho ver que hay ciertos estándares que tenemos que cambiar. Eso nosotros lo conversamos en la reunión de Comités del lunes. Y aprovecho de agradecerle al Senador Gahona, quien, como Presidente de la Comisión de Obras Públicas, se dio el tiempo de fijar reuniones de trabajo técnico con los diferentes Ministerios para poder avanzar en cómo enfrentar en el futuro este tipo de fenómenos, que tienen que ver con las lluvias y también con los incendios.
Gracias, Presidente.

El señor COLOMA (Presidente).- A usted, Senador.
Finalmente, tiene la palabra el Senador Macaya.

El señor MACAYA.- Gracias, Presidente.
Primeramente, quiero agradecer a los Ministros acá presentes y manifestarles, por supuesto, nuestra preocupación por las comunas más golpeadas, especialmente las de la Región de O'Higgins,
Me consta que el Ministro Valenzuela es vecino de la región, así que conoce la realidad de Santa Cruz, Lolol, Peralillo, Paredones, Doñihue, Coltauco; que lugares como Rinconada y Parral se están parando del desastre desde hace un mes y medio, y que, evidentemente, los desbordes, cortes de caminos, problemas de conectividad, personas damnificadas todavía no se recuperan de lo que ocurrió la vez pasada, y bueno, se genera esta nueva situación.
Los chilenos estamos bien acostumbrados a que ante las catástrofes trabajemos unidos. Y en eso hay que tener como única preocupación el bien de los chilenos; tratar de fortalecer el rol que cumple la sociedad civil: trabajar codo a codo con Bomberos, Carabineros, las Fuerzas Armadas, la empresa privada. Y en estos días hay miles de héroes anónimos que extienden su mano y su ayuda a los más damnificados.
Por eso, quiero reconocer y manifestar el orgullo que se siente porque personas como nuestros Carabineros, nuestros Bomberos, nuestros militares hayan hecho la labor que realizaron en los días de la catástrofe. Y destaco el sacrificio y riesgo que implica enfrentar estas situaciones.
En estas materias, Presidente, yo quiero transmitirle al Ejecutivo que acá no hay Gobierno, no hay oposición, no hay izquierda, derecha, ideología más o ideología menos. Acá hay chilenos que necesitan ayuda, y estamos disponibles para ayudar, para agilizar los proyectos y trámites que sean necesarios para llegar con mayor eficiencia a solucionar los problemas.
Y por eso, más allá de repartir responsabilidades sobre cosas que evidentemente se pudieron hacer mejor, sobre lo que se pudo haber prevenido, me gustaría manifestarle al Ejecutivo que cuenta con nuestro apoyo para algunas medidas que ya hemos solicitado, a propósito de un proyecto de resolución que presentamos hace algunos días, que tiene que ver con suspensión del cobro de contribuciones de quienes sufrieron pérdidas; que tiene que ver con el tema del horario punta de nuestros agricultores en las cuentas de electricidad; que tiene que ver con considerar el uso del 2 por ciento constitucional para hacer transferencias directas a municipios y también agilizar la entrega de recursos a los municipios con menos burocracia, que son los que más rápidamente pueden entregar ayuda a sus vecinos.
Hay personas que tienen un Fogape adquirido durante la pandemia que no tiene aparejado un seguro de catástrofe. Me tocó conversar en Coltauco con la Cámara de Comercio acerca de que se estaban pagando las cuotas de los Fogape que se adquirieron durante la pandemia, pero que hoy día no hay posibilidad de seguir haciéndolo porque los emprendimientos quedaron destrozados.
Por eso, pido encarecidamente que se otorgue a esto un sentido de urgencia: las consecuencias de lo que ocurrió a nivel de producción, de pérdidas de fuentes de trabajo; los costos para la agricultura, que viene muy golpeada en los últimos años, se van a vivir con mucha fuerza durante los próximos años. Y ustedes pueden contar con el apoyo de este Parlamento, de este Senado para la... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).

El señor COLOMA (Presidente).- Muchas gracias, Senador.
A ver, se dará tiempo para responder a las inquietudes, algunas de las cuales probablemente van a ser de más larga reflexión.
Le ofrezco la palabra a la Ministra de Obras Públicas, señora Jessica López.

La señora LÓPEZ (Ministra de Obras Públicas).- Gracias, Presidente.
Muy breve, quiero decir que hemos escuchado atentamente todas las intervenciones y tomado nota. Y creo que coincidimos en que este evento fue muy muy significativo, que nos golpeó muy fuerte, que se van a repetir eventos de esta u otra naturaleza, y que, por lo tanto, la reflexión sobre la forma en que seguimos gestionando nuestra infraestructura -sistémica, de gestión de riesgo, con infraestructura resiliente frente al cambio climático- es el norte al que debemos apuntar en lo que tiene que ver con la planificación de la infraestructura.
Mucho se ha hablado de los embalses. Efectivamente, yo creo que juegan un rol no solo de almacenamiento, sino también de regulación, en la medida que podamos gestionarla. Y hoy día tenemos limitaciones.
Quiero decir que contamos con un plan de quince embalses que está en desarrollo. Por ejemplo:

1.- En Valparaíso, los embalses Las Palmas, Catemu y La Chupalla;

2.- En O'Higgins, Codegua y Bollenar;

3.- En el Maule, Longaví y La Jaula;

4.- En Ñuble, Chillán, Zapallar y Nueva La Punilla.
Entonces, cada uno en sus distintas etapas, requieren procesos largos que estamos tratando de acelerar. Entendemos que esto es parte de la infraestructura esencial que nuestro país debe tener porque contamos con una geografía extremadamente particular que hace que esta infraestructura sea clave, en la medida que -reitero- podamos gestionarla apropiadamente. Tomando lo que dice la Senadora Sepúlveda, efectivamente aquí tenemos la necesidad de gestionar mejor los embalses en los momentos en que prevemos situaciones como esta.
Hay muchos muchos temas. Quiero decir que, efectivamente, podemos mejorar en coordinación, siempre es posible encontrar espacios de mejora, pero en lo esencial, yo creo que -lo demuestra el impacto que esto ha tenido en vidas humanas- ha sido una gestión apropiada.
Y voy a permitirme agregar a los agradecimientos del Senador Macaya a las personas que integran la Defensa Civil y, sobre todo, a los miles de funcionarios públicos, en particular a los del Ministerio de Obras Públicas, que han estado desplegados en todos estos territorios en forma permanente, lo siguen estando y seguiremos ahí hasta no hacer la recuperación completa y, posteriormente, entrar en los procesos definitivos de reconstrucción.
Hay un conjunto muy grande de temáticas; las he tomado todas.
Quiero decirle al Senador Chahuán que, evidentemente, podemos y tenemos que mejorar las coordinaciones con el sector privado. Este se encuentra presente siempre en las regiones, aportando maquinarias y personas, y ahí hay un espacio de mejora. También hay que mejorar nuestra coordinación con los propietarios de los embalses, con las juntas de vigilancia y con las asociaciones de canalistas, que constituyen los tres grandes organismos, junto con el Estado, que permiten hacer una gestión de las aguas cuando enfrentamos estos eventos.
Efectivamente, y para cerrar, quiero decirle al Senador Chahuán que estamos ya trabajando en la reparación del colector de Concón, iniciamos los trabajos ayer lunes, nos vamos a tomar seis meses y, naturalmente, los trabajos están estructurados de manera de poder cuidar la eventualidad de un nuevo frente climático, de tratar de reponer pronto la conectividad. Y comparto con él nuestra preocupación, porque al fin, ahí hay un colector e infraestructura sanitaria, porque hay viviendas, existen desarrollos inmobiliarios que han seguido gestionándose y ejecutándose a lo largo de los años sobre un terreno, más allá de la forma en que están construidos las viviendas y los edificios. Y he repetido bastante que creo que nuestra ingeniería es de primer nivel mundial, pero... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).

El señor COLOMA (Presidente).- Le vamos a dar un minuto más, Ministra.

La señora LÓPEZ (Ministra de Obras Públicas).- Gracias, Presidente.
A fin de cuentas, hay ahí todo un desarrollo inmobiliario gigante sobre un campo dunar, y eso es un tema superpreocupante; ahí hay un colector porque hay infraestructura habitacional que cautelar.
Gracias.

El señor COLOMA (Presidente).- A usted, Ministra.
Tiene la palabra el Ministro de Agricultura.

El señor VALENZUELA (Ministro de Agricultura).- Presidente, quiero comenzar con dos temas "anexos" -entre comillas-, para ir al fondo.
Con el Senador Flores -por su intermedio, Presidente- vamos a incorporar -hubo una omisión en la presentación- lo que usted pidió ayer, la afectación por el tipo de suelo, y en pocas palabras son ciento veintiún mil hectáreas de suelos muy productivos, de clase 1 a 5. De suelo ganadero son veintidós mil hectáreas, y de suelos forestales, cincuenta y dos mil hectáreas, en un trabajo que ha hecho el Ciren de carácter preliminar.
Lo segundo, a mi muy querido Senador Kuschel quiero decirle que no "agarre papa" con un titular. Lo que ha hecho este Ministerio es presentar a la Fiscalía Nacional Económica un antecedente muy serio respecto a este fenómeno inusual: desde que se mide, hace veinticinco años, hay un crecimiento de 43 por ciento del precio de un producto agrícola en una semana, y lo que se ha dicho es que precisamente la Fiscalía es la que tiene que determinar si esto es una mera especulación, una concertación o algo más grave.
Sobre el fondo, se ha trabajado lo más que se puede, con prioridad, por cierto, en todos los sectores de la agricultura y con la agricultura familiar campesina, no solo con la ayuda temprana, sino también con la donación de crédito este año a quienes están muy afectados, con la posibilidad de reprogramar incluso hasta diez años un crédito blando de 1,5 por ciento.
Esto ha crecido muchísimo, felizmente. Hay agricultores medianos y grandes que también han usado el sistema del crédito agrícola con Fogape, como ayer lo conversábamos con la Sociedad Nacional de Agricultura y la Subsecretaria Petersen, la Subsecretaria Fernández, y para qué decir, con los sistemas de riego.
En pleno primer frente, celebramos un Comité de la Comisión Nacional de Riego urgente; se hicieron los concursos más rápidos de la historia de la CNR y están terminando su proceso de evaluación; y se ha trabajado con mucha seriedad en lo que el Presidente Coloma sugería, en las unidades de costo para limpieza de canales, que ayudan a toda la familia agrícola.
Existen trabajos con los gobiernos regionales y, ciertamente, uno ve una reconstrucción mejor.
Insisto en lo valioso que fue haber escuchado a la oposición. La última propuesta de pacto fiscal, presentada por el Presidente junto con el Ministro Mario Marcel, consideró en la parte económica invertir más en infraestructura, energías verdes y seguridad hídrica. Y allí tenemos que ser capaces, a propósito de lo que dijo el Senador De Urresti, de mejorar los estándares.
Por cierto, en la necesidad de más embalses, acoger es con "i griega", pero también, como señaló la Senadora Sepúlveda, debemos estudiar lo que ocurrió y lograr este espacio colaborativo, sin trincheras, con puentes, como son las mesas, redes colaborativas o consejos de cuencas, como los queramos llamar, en donde deben encontrarse los actores para objetivar estas situaciones con el apoyo de las agencias estatales.
Respondo a las preguntas de dos Senadores: viene el proyecto de incendios; se va a presentar al Congreso durante septiembre. Y también ya estamos trabajando con la Comisión de Agricultura para la transformación de Conaf en el Sernafor o Serconaf.
Presidente, los municipios pidieron (entre comillas) tiempo para completar, junto con los prodesales, el catastro de afectados del primer frente de mal tiempo, lo que se terminó a fines de julio. Siempre dijimos que por prudencia el apoyo iba para los cultivos de primavera. Por eso, a contar del 4 de septiembre -o sea, en pocos días más- se van a entregar estas ayudas. Pero además se va a abrir un período acotado, de dos semanas, a fin de complementarlas, por las afectaciones de nuevos actores.
Acogemos muchas de vuestras sugerencias: gestión de riesgo estratégico, buscar fondos convergentes para la agricultura. Y quiero decirles que, estando en terreno, vimos cómo municipalidades de la Asociación de Municipios Rurales fueron muy proactivas -entre ellas, la de San Javier, en la Región de El Maule, que ayudó en la limpieza de canales- y fueron precisamente esas comunas las que resistieron más. Esto requiere de corresponsabilidad entre todas y todos... (se desactiva el micrófono por haberse agotado el tiempo).

El señor COLOMA (Presidente).- Le vamos a dar un minuto más.

El señor VALENZUELA (Ministro de Agricultura).- Treinta segundos, Presidente.
En casos emblemáticos, como en Licantén o, a propósito de lo que todos conocemos, en Colchagua, en Lo Moscoso hay temas estructurales que requieren rediseños mayores, que acogeremos en el trabajo intragobierno y con ustedes
.

El señor COLOMA (Presidente).- Muchas gracias, Ministro.
Me imagino que algunas consultas serán respondidas por escrito, cuando ustedes lo estimen necesario, para darle más sentido a esta sesión, que ha significado un buen esfuerzo por oír opiniones distintas, sobre todo de personas que de verdad hemos visto este asunto como una disyuntiva de Estado, como pocas veces la habíamos tenido en el sector agrícola.
Por eso, esperamos que se generen soluciones, plazos y respuestas para un amplio sector que, obviamente, necesita mucho apoyo.

Por haberse cumplido su objeto, se levanta la sesión.
--Se levantó a las 14:18.
Rodrigo Obrador Castro
Jefe de la Redacción