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ESTABLECIMIENTO DE LEY NACIONAL DEL CÁNCER


El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Proyecto de ley, iniciado mensaje de Su Excelencia el Presidente de la República, en primer trámite constitucional, que establece la Ley Nacional Del Cáncer, con segundo informe de la Comisión de Salud e informe de la Comisión de Hacienda.
--Los antecedentes sobre el proyecto (12.292-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En primer trámite: sesión 75ª, en 11 de diciembre de 2018 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Salud (certificado): sesión 89ª, en 16 de enero de 2019.
Salud (segundo): sesión 103ª, en 29 de enero de 2020.
Hacienda: sesión 103ª, en 29 de enero de 2020.
Discusión:
Sesión 94ª, en 5 de marzo de 2019 (se aprueba en general).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor GUZMÁN (Secretario General).- Esta iniciativa fue aprobada en general en sesión del 5 de marzo de 2019.
De acuerdo con lo consignado en los informes de las Comisiones precedentemente señaladas, los artículos 7°, que pasó a ser 8°; 8°, que pasó a ser 9°, y 18, que pasó a ser 19, permanentes, y los artículos primero, segundo y tercero transitorios no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones. Estas disposiciones deben darse por aprobadas, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador, con acuerdo unánime de los presentes, solicite su discusión y votación.
Cabe hacer presente que el mencionado artículo 9° requiere para su aprobación 23 votos favorables, por ser una norma de rango orgánico constitucional.
La Comisión de Salud efectuó diversas enmiendas al texto aprobado en general, las cuales fueron aprobadas por unanimidad.
La Comisión de Hacienda, por su parte, se pronunció acerca de las normas de su competencia y efectuó dos enmiendas al texto despachado por la Comisión de Salud: la primera de ellas consiste en la eliminación de su artículo 21, y la segunda, en la incorporación de un artículo nuevo con esa misma numeración. Ambas modificaciones fueron aprobadas por unanimidad.
Cabe recordar que las enmiendas unánimes deben ser votadas sin debate, salvo que alguna señora Senadora o algún señor Senador manifiesten su intención de impugnar la proposición de la Comisión respecto de alguna de ellas o existieren indicaciones renovadas.
De estas enmiendas unánimes, las recaídas en los artículos 10, 11 y 15, letra d), deben ser aprobadas con 23 votos favorables, por incidir en normas de rango orgánico constitucional.
Sus Señorías tienen a la vista un boletín comparado que transcribe el texto aprobado en general, las enmiendas realizadas por la Comisión de Salud, las efectuadas por la Comisión de Hacienda y el texto como quedaría de aprobarse estas modificaciones.
Es todo, señor Presidente.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Gracias, señor Secretario.
En discusión particular el proyecto.
Le vamos a dar la palabra a la Senadora Carolina Goic para que entregue su informe. Luego veremos el proceso de votación.
Senadora Goic, tiene la palabra.


La señora GOIC.- Señor Presidente, quiero brevemente dar cuenta de lo que ha sido este proceso.
Tal como lo señalaba, me alegro de que hoy, que es el último día de nuestro año legislativo, terminemos con el avance de dos iniciativas que nos conectan con la ciudadanía: la Ley Gabriela, para dar señales claras de lo inaceptable, lo intolerable que es la violencia contra la mujer y el femicidio, y esta, la Ley del Cáncer, que es literalmente hija de la ciudadanía, hija de la sociedad civil.
Este proyecto se viene trabajando hace más de seis años, y las bases son producto de lo que presentó el doctor Jorge Jiménez de la Jara, que está aquí con nosotros. Él fue capaz de entender...
--(Aplausos en tribunas).
... que respecto del cáncer no podemos abordar el desafío solos y coordinó a la sociedad civil; al mundo médico; también al mundo político, al Ejecutivo, para trabajar el texto que hoy estamos discutiendo junto con las distintas agrupaciones, a quienes quiero saludar (varias de ellas están presentes en las tribunas), pues representan a muchos que han levantado su voz por los que han quedado en el camino de esta lucha por enfrentar el cáncer, la principal causa de muerte en varias de nuestras regiones y, a poco andar, sin duda lo será en el país completo.
¿Qué hace esta propuesta? Organiza los esfuerzos público-privados; la política pública en materia de cáncer, desde la prevención, la detección precoz, el acceso a un tratamiento oportuno; brinda la posibilidad de construir una red de centros oncológicos donde la mayor parte de los tratamientos sean ofrecidos en lugares cercanos al domicilio de las familias, para que no tengan que trasladarse; plantea una política de recursos humanos que nos permita enfrentar el déficit de oncólogos, de enfermeras de práctica avanzada, y coordinar el mundo de la investigación para tener más respuestas.
¿Cómo podemos involucrar a los privados? Con un incentivo específico para las donaciones y un beneficio tributario para ello. Esto también se relaciona con cómo la institucionalidad se organiza y permanece más allá de los cambios políticos.
Por lo tanto, se crea un Consejo Asesor del Cáncer, donde están representadas las sociedades científicas, la sociedad civil, las universidades. Dicho organismo tiene la tarea de asesorar al Ministerio de Salud en esta materia; de hacer el seguimiento del principal instrumento, que es el Plan Nacional del Cáncer; y, también, de verificar protocolos, guías clínicas; de trabajar en cómo estandarizamos el tratamiento de esta enfermedad en nuestro país.
Esto tiene que ver con entender que la tarea de enfrentar el cáncer no es solo del Ministerio de Salud, sino que es una tarea donde hay que involucrar todos los esfuerzos.
La propuesta en debate, que lleva además bastante tiempo de discusión aquí, necesitaba la firma del Ejecutivo. El Presidente Sebastián Piñera firmó el proyecto hace poco más de un año, y la pelea que hemos dado durante todo este tiempo ha sido por los recursos que permitan efectivamente materializar la Red de Centros Oncológicos que está planteada y responder a aquellos tratamientos que no están hoy día en el Auge y que, por lo tanto, no están garantizados, pero existen y pueden significar una sobrevida importante y, en muchos casos, la diferencia entre la vida y la muerte.
La principal discusión que hemos enfrentado durante este tiempo, que también se dio en la Comisión de Hacienda, fue el financiamiento. El Presidente de la Comisión, el Senador Lagos Weber, ayer con claridad decía que el proyecto estuvo siete meses en este órgano técnico no porque no existiera voluntad de los parlamentarios de discutirlo, sino porque todavía no llegaba un informe firmado que dijera: "Aquí hay más recursos". No sacábamos nada con avanzar en una propuesta de ley, que genera expectativas en un tema tan sensible, si no se contemplaban los recursos mínimos, al menos un piso. Y lo que logramos esta semana yo quiero reconocerlo.
Hoy quiero decir con franqueza que me alegro de que podamos completar este primer trámite en el Senado. Se consideran 60 mil millones en el presupuesto para aquellos tratamientos que actualmente no están cubiertos ni en el GES ni en la Ley Ricarte Soto. Eso es un avance, sin duda.
¿Es suficiente? Sabemos que no. Pero es un avance que valoramos.
Se disponen 200 mil millones en un plan de ocho años para infraestructura. Un plan que de acuerdo a los propios datos que se entregaron en la Comisión de Salud es del orden de 285 mil millones y, si sumamos además recursos humanos, supera los 300 mil millones.
Por lo tanto, todavía hay un déficit que no les podemos cargar a los gobiernos regionales solamente y que será parte de la discusión que se tendrá en la Cámara de Diputados. Creo que ahí hay una oportunidad para mejorar estos temas. O algo a lo que aspirábamos: que todos los cánceres estén con cobertura y garantía en el Auge, cosa que aún no se ha logrado.
Pero hoy día quiero reconocer los avances, como contar con un Registro Nacional del Cáncer. Somos un país que no disponía de datos certeros de qué pasa con esta enfermedad, y esto ahora se establecerá por ley; también el que sea una patología de notificación obligatoria.
No abundaré en los detalles. Hay varios aspectos del proyecto que todavía son perfectibles. Y quiero expresar, sobre todo al Ministro Mañalich, que en el segundo trámite hay una oportunidad para involucrarse en esto.
--(Manifestaciones y aplausos en tribunas).
Esta iniciativa surge de los pacientes, que saben bastante más de lo que se cree respecto de cómo se enfrenta esta enfermedad.
Quiero reconocer y agradecer a todos los que han estado a lo largo de esta tramitación.
La futura ley llevará el nombre de Claudio Mora, nuestro querido doctor Mora,...
--(Aplausos en tribunas).
... quien nos enseñó a humanizar el trato a los pacientes cuando le tocó estar en la otra vereda.
Aquí saludo y hago un homenaje a su esposa, a sus hijas, a su hermana, quienes han seguido este debate.
A Bárbara Larenas, que nos enseñó la importancia de la sobrevida en una mujer con treinta y nueve años, tan parecido al caso de Pamela Garrido, ¡valiente mujer!
--(Aplausos en tribunas).
A Javiera Suárez, que nos ayudó a romper mitos; a Sofía, una chica que nos enseñó la importancia de los cuidados paliativos y lo que significa efectivamente el buen morir; a Susana, la mamá de Pamela; a José, el hijo de Rut, ¡a tantos otros que podría nombrar! ¡Tantos otros!
Varios han trabajado no por ellos, sino por los pacientes de cáncer, que piden esta mirada integral.
Yo quiero señalar que esta iniciativa, si uno pudiera caratularla en palabras claves, nos habla de confianza, nos habla de colaboración y nos habla de participación.
Es la primera ley que el Parlamento chileno abrió a la participación de toda la ciudadanía. Y ahí quiero reconocer el aporte del Centro de Inteligencia Colectiva del MIT, que nos ayudó con este proyecto, con la app que permitió que las indicaciones que trabajamos fueran producto de lo que la persona que se sentía involucrada quisiera poner. Fueron veintitrés indicaciones que se armaron en base a lo que la gente pidió en materia de cáncer. Algunas de ellas quedaron, otras no. Pero la voz de la ciudadanía estuvo presente. Y además instalamos ahí una práctica de legislar que esperemos que se quede y que ya ha sido utilizada además en otras iniciativas.
Hablo de confianza, porque esto tiene que ver con romper la forma en que habitualmente trabajamos: la desconfianza con el privado. No, aquí necesitamos el aprendizaje de todos; necesitamos coordinar esos esfuerzos.
Hablo también de colaboración, porque de eso se trata enfrentar una enfermedad tan sensible como esta.
Yo solamente quiero terminar transmitiéndoles a ustedes la prioridad que tiene esto. Hoy día vemos amenazas de un virus nuevo, y corremos, y todos los medios están detrás de eso. ¡Por cáncer mueren tres personas por hora en nuestro país! ¡Tres personas! En este año que nos hemos demorado en tramitar esta ley, ¡saquen la cuenta! Al menos una de esas personas se podría salvar si tuviera acceso al tratamiento y al diagnóstico oportuno.
Es claro que con esta ley no vamos a resolver todo, pero sí son pasos importantes, pasos que tenemos que dar para poder humanizar el trato de una enfermedad que no puede ser sinónimo de muerte, para entregar esperanza de mayor sobrevida, para que tanto dolor que uno ha visto, que ha sido de aprendizaje -y lo digo en lo personal-, tenga sentido.
Estas son las leyes que la gente espera que tramitemos con celeridad en el Parlamento. Un amigo ayer me decía: "Ustedes tienen una tremenda tarea y es que no muera la esperanza en este país". Eso es lo que están esperando muchas familias: que no muera la esperanza.
Y esta ley perfectible, con todo lo que todavía tenemos que hacer, debe significar eso para muchas personas para quienes el cáncer todavía sigue siendo sinónimo de muerte.
--(Aplausos en tribunas).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Francisco Chahuán.
El señor MOREIRA.- ¡Vamos a iniciar la votación o no!
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Les pido por favor a los asistentes en las tribunas aplaudir o expresar su reconocimiento al final de las intervenciones, para poder escuchar todas las opiniones.
Senador Moreira, la Secretaría está viendo la forma de proceder con las votaciones, porque son varias, no una sola. En eso se encuentra trabajando en este momento.
Senador Chahuán, tiene la palabra.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, este proyecto lo hemos apoyado en la Comisión de Salud desde que fue levantado por la sociedad civil y por las asociaciones de enfermos. Luego fuimos en procesión varias veces a La Moneda a hablar con los Ministros, con el Presidente de la República, para lograr su patrocinio.
Ahora, después de que el Primer Mandatario finalmente lo firmara y fuera enviado a este Congreso, comenzó la otra lucha, la lucha por el financiamiento. Sin lugar a dudas, había que asegurar un marco presupuestario que no estuviese año a año sometido a la discusión del Presupuesto, sino que más bien asegurara en la misma ley un diagnóstico oportuno y un tratamiento eficaz.
Señor Presidente, el diagnóstico oportuno hace la diferencia entre la vida y la muerte; el tener centros de referencia regionales de diagnóstico nos va a permitir efectivamente que las personas no se trasladen de una región a otra para recibir sus tratamientos.
Por eso es tan importante esta ley.
También quiero agradecer en forma muy especial el empuje que ha tenido Carolina Goic, con quien hemos trabajado en equipo. Además, hay símbolos. Yo deseo reconocer a Claudio Mora, quien, sin lugar a dudas, fue uno de esos íconos; un hombre que partió a causa del cáncer durante la tramitación de este proyecto de ley. De ahí que haya sido tan importante que la Comisión de Salud decidiera darle el nombre de Claudio Mora a esta ley, pues significa un reconocimiento a esta lucha, que es una lucha de tantos.
¿Cuántas familias hemos perdido a alguien a causa del cáncer?
Hoy día, es la primera causa de muerte en mujeres en seis regiones del país. Este año se dice que va a ser la principal causa de muerte en Chile.
Por eso es tan importante sacar adelante una ley con el financiamiento adecuado.
Esta iniciativa establece además la incorporación de la participación privada en la formación y financiamiento de los planes y tratamientos. Incluye la atención interdisciplinaria; la realización de estudios epidemiológicos para los efectos de saber dónde hay más prevalencia del cáncer y si esta puede deberse también a causas externas, ambientales, lo cual nos permite enfrentar una política nacional del cáncer.
Asimismo, crea una Red Oncológica Nacional; una Comisión Nacional del Cáncer; un Fondo Nacional del Cáncer; un Registro Nacional del Cáncer.
Quiero valorar aquí a tantas instituciones de salud públicas y privadas que se levantaron con fuerza para decir que era necesario un registro; impulsar los convenios de cooperación público-privada; y, por supuesto, permitir el financiamiento del Fondo Nacional del Cáncer a través no solamente de la Ley de Presupuestos, de donaciones, sino también del Fondo de Desarrollo Regional, que es un tema importante debido a que en muchas regiones han sido justamente los gobiernos regionales los que han decidido tomar la iniciativa, por ejemplo, en el Hospital Van Buren, para los efectos de la atención de los enfermos de cáncer.
Sin lugar a dudas, también es importante la creación de una política nacional de formación de especialistas. Hay regiones de nuestro país que no tienen profesionales para enfrentar el cáncer de la infancia, o que no han sido capaces finalmente de generar una atención eficiente.
En nuestras regiones, las personas que viven en localidades aisladas se encuentran en el peor de los mundos: pesquisas tardías y tratamientos tardíos. Están condenados a muerte.
Eso no puede seguir ocurriendo.
De ahí la invitación que hace este proyecto de ley al trabajo intersectorial, a considerar a la sociedad civil. Y quiero señalar también que es necesario continuar lo que comenzó con este proyecto de ley en materia de indicaciones ciudadanas, a través del aporte que hizo el MIT, y que ahora se ha ido extendiendo a otras Comisiones, como la de Transportes, que a través de las aplicaciones pertinentes utilizó la misma fórmula para que los ciudadanos pudieran presentar indicaciones, las cuales fueron consideradas al momento de votar. Ello permitió incorporar a la propia sociedad civil para que aportara en la obtención de un mejor proyecto de ley.
Qué bueno que finalmente se logró un mayor involucramiento del Ministerio de Salud, y yo espero que en la Cámara de Diputados se pueda mejorar mucho más este proyecto y que en definitiva, por el bien de todos y de cada uno de las enfermos, podamos avanzar.
--(Aplausos en tribunas).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador David Sandoval.


El señor SANDOVAL.- Señor Presidente, saludamos, por su intermedio, a quienes nos acompañan en las graderías, y en especial a las organizaciones que a lo largo de todo el país se han ido articulando frente a un tema que golpea tan profunda y sensiblemente a nuestra sociedad.
¿Quién no ha tenido amigos, familiares que han vivido este problema y lo que ello significa no solamente en el tratamiento, sino también en el costo humano para la familia, para el grupo? El dolor y el efecto que genera el drama de una enfermedad de esta naturaleza sin duda que rompe y quiebra aspectos muy sustantivos en una sociedad y en nuestras familias.
Recuerdo a Yolanda, una querida amiga que nos dejó hace algún tiempo, una mujer joven en nuestra Región de Aysén. Como bien se ha señalado, es muy difícil enfrentar las necesidades y los efectos que implica además vivir estas condiciones en regiones, donde cabe preguntarse cuántos habrán llegado a un diagnóstico certero, oportuno. Sin duda que las distancias y la falta de especialidades a nosotros nos complican.
Hoy día, amigos y amigas, han fallecido hasta este minuto 78 chilenos y chilenas a consecuencia del cáncer; 78 personas que ya no están; 78 chilenos y chilenas mueren todos los días a consecuencia de esta enfermedad.
Por eso, un proyecto de esta naturaleza, que tiene este profundo sentido humano, social, que procura hacerse parte de manera integral para enfrentar este problema, creo que evidentemente es una buena noticia, una buena señal dentro del debate que hace la política hoy día sobre un tema en el que en la actualidad no hay quien pueda decir: "Yo no estoy afecto a esta realidad". Nos puede tocar en cualquier minuto, a cualquier persona.
Por ello, cuando el país diseña y construye ideas de esta naturaleza, que, en definitiva, se hacen parte de un sistema integral, creo que no podemos menos que felicitar a quienes se han esforzado a lo largo de tantos años. ¡Cuánta gente quedó en el camino buscando una solución y una atención a este tema!
No me voy a referir a los aspectos que contempla el proyecto, porque se han descrito sus contenidos. Pero uno dimensiona lo que esto significa en regiones, donde hasta ahora tenemos las derivaciones.
Quiero destacar esta red de centros oncológicos, que puede ser tan significativa. ¡Cuántos pacientes nuestros no solamente viven el problema, sino que, además, deben dejar a sus familias, ser derivados a otros centros! En mi Región de Aysén muchos terminan en Puerto Montt, en Valdivia o en Santiago, con todo lo que eso implica familiarmente.
Estos proyectos son los que vale la pena aplaudir, respaldar y apoyar. Lo señalo por esos 78 chilenos que no van a tener la oportunidad de decir mañana: "Aquí estamos". Son pacientes que lucharon con toda su fuerza, y detrás de ellos, sus familias, sus conocidos, sus hijos.
Reitero que iniciativas como estas son las que debemos aplaudir.
Felicito a todas las entidades, comunidades y organizaciones que a lo largo de tantos años también entregaron su aporte, su esfuerzo, con su energía, con su perseverancia, a veces luchando contra murallas difíciles de franquear. Pero aquí estamos ante un avance importante.
Destaco, también, el trabajo de la Comisión de Salud, de Carolina Goic. Tú, Carolina -por su intermedio, señor Presidente-, representas una experiencia de vida directa, personal. Detrás de ti hay gente como Yolanda, en el caso de mi región, que hoy día no está con nosotros, que hubiese querido contar con una cobertura, un diagnóstico, un tratamiento, una entidad, una institucionalidad.
Con el mayor de los afectos, con el mayor de los sentimientos, en estos proyectos humanos votamos absolutamente a favor.
Muchas gracias, señor Presidente.
--(Aplausos en tribunas).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Antes de dar la palabra al Senador Durana, le pido a la señora Secretaria que explique la forma en que procederemos a votar.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- Señor Presidente, se requiere efectuar una sola votación que comprende todas las enmiendas unánimes, algunas de las cuales son de rango orgánico constitucional, y también el artículo 9°, que no fue objeto de modificaciones ni de indicaciones pero que tiene rango orgánico constitucional.
Por lo tanto, corresponde hacer una sola votación y se requieren 23 votos favorables.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Entonces, vamos a abrir la votación con el quorum que se ha señalado, de 23 votos. Pido que se informe a las Comisiones que están sesionando.
En votación particular.
Tiene la palabra el Senador Durana.
--(Durante la votación).


El señor DURANA.- Señor Presidente, voto a favor de este importante proyecto porque es la oportunidad que hoy el Estado de Chile les ofrece a los ciudadanos para generar un marco normativo de planificación, desarrollo y ejecución de políticas públicas destinadas al diagnóstico, prevención y tratamiento de uno de los mayores problemas de salud que afecta a nuestro país, como es el cáncer.
Crear un fondo de financiamiento va a permitir que muchos chilenos tengan una oportunidad de vida.
Esta enfermedad, en sus distintas formas, es creciente en nuestro país. Ya sabemos, por los registros del Ministerio de Salud, que 45 mil nuevos casos se detectan anualmente, lo cual nos permite dimensionar la gravedad del problema.
Es por ello que su tratamiento debe ser integral y tiene que incluir la planificación, el desarrollo y la ejecución de políticas públicas eficaces, así como el desarrollo de programas y acciones destinadas a establecer las variadas causas de esta enfermedad.
Pero ello debe ocurrir no solo en Santiago. También queremos que efectivamente se lleven los especialistas a regiones, porque somos una larga y extensa faja de tierra y porque es muy difícil llegar desde regiones a la capital para enfrentar una enfermedad de estas características, en que la compañía familiar es clave para el proceso de recuperación.
Una eficaz política integral en contra del cáncer no debe quedarse solo en el estudio de sus causas, sino, de verdad, en su tratamiento integral y en la plena recuperación de las personas diagnosticadas con dicha enfermedad. Por esta razón, la tarea de elaborar el Plan Nacional del Cáncer es un avance importantísimo, pues este plan se eleva a rango legal, enfatiza en la formación de recursos humanos especializados y, sobre todo, en esta tan ansiada y esperada red oncológica nacional.
Yo quiero destacar el esfuerzo que ha hecho la Comisión de Salud y, a su vez, el compromiso que ha asumido el Presidente Sebastián Piñera, porque la lucha contra el cáncer es y debe ser una prioridad nacional.
Voto a favor, porque nadie está libre de haber visto o de tener un familiar que haya sufrido o que esté sufriendo un cáncer.
Gracias, señor Presidente.
--(Aplausos en tribunas).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra la Senadora Isabel Allende.


La señora ALLENDE.- Señor Presidente, quiero sumar mi voto a favor y partir por agradecer a la Comisión de Salud, y en forma particular a Carolina Goic. Yo creo que se la jugó en esto, porque -seamos honestos- tuvo que decir no una vez, sino muchas veces en la Sala que este proyecto venía sin financiamiento...
--(Aplausos en tribunas).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Senadora, un segundo.
Pido que mientras se estén efectuando las intervenciones, aunque sea a favor, nos manifestemos al final con los aplausos, con los reconocimientos, para poder escucharlos a todos.
Gracias.
Senadora Allende, puede continuar.
La señora ALLENDE.- Hacía mi justo reconocimiento a Carolina, porque no solo se la jugó por este proyecto, sino que muchas veces la escuché decir en esta misma Sala que no era posible que el Gobierno no le entregara el financiamiento adecuado, que no podíamos aprobar la ley si no venía con los recursos necesarios, porque, de otra manera, iba a generar frustraciones frente a una expectativa desmedida, y no se puede jugar con la salud de la población. Por lo tanto, no es posible señalar que tenemos un Plan Nacional del Cáncer, con un proyecto nada menos que en homenaje al doctor Claudio Mora, y que dicho plan venga sin el financiamiento adecuado.
Por eso, quería partir por reconocer esto.
Y creo que es tremendamente importante porque, además, ha tenido esta voluntad ciudadana, esta participación, este jugársela, este compromiso, porque la gente sabe que no hay nada más dramático para una familia que cuando alguien es diagnosticado con esta enfermedad y esa familia no cuenta con los recursos, cuando no hay especialistas. Y en las regiones hay carencia de especialistas y muchas veces los pacientes deben ser trasladados a los centros de la Región Metropolitana. Entonces, la gente, francamente, no tiene condiciones dignas para ser tratada.
Señor Presidente, junto con votar a favor y valorar el trabajo -sobre todo, la participación de tantas organizaciones-, también debo decir una vez más que tenemos que reforzar nuestra salud pública.
Señalo lo anterior porque es una vergüenza que los médicos del Barros Luco terminen iluminando con los teléfonos celulares para operar; que es una vergüenza que en el Fricke y en el Van Buren, en nuestra Región, falten los elementos para continuar, ¡continuar! con tratamientos de quimioterapia porque se acabaron los recursos y, simplemente, con la nueva normativa administrativa se les prohíbe seguir comprando estos elementos que son indispensables.
Por lo tanto, yo hago un llamado, una vez más, a que en este país nos tomemos en serio el derecho a la salud, como un derecho humano que es fundamental y que debe estar garantizado. En consecuencia, tenemos la obligación de fortalecer nuestra salud pública, donde se atiende más del 80 por ciento de nuestra población.
No es tolerable lo que, lamentablemente, ocurre en tantas regiones, donde faltan los especialistas, los medicamentos, los insumos, y donde construimos hospitales, pero sin proveerlos del recurso humano y material para que puedan atender con la dignidad que merecen nuestros pacientes.
He dicho.
--(Aplausos en tribunas).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- A continuación, tiene la palabra la Senadora Luz Ebensperger.


La señora EBENSPERGER.- Señor Presidente, todos estamos muy complacidos y muy contentos de que esta tarde estemos votando un proyecto de ley de esta envergadura, el cual, no tengo ninguna duda, va a recibir la unanimidad de esta Sala.
La situación que viven miles y miles de chilenos que sufren de cáncer es muy dramática. Y por diversas razones: por lo que significa esa enfermedad, por estar expuesta su vida; pero también, muchas veces, por la falta de recursos para asegurar una atención adecuada y como corresponde para tener esperanzas de superar la enfermedad.
Considero que esta será una muy buena ley.
En tal sentido, agradezco al Gobierno que en diciembre de 2018 haya mandado el proyecto de ley pertinente. Asimismo, como aquí se ha hecho, a las Comisiones de Salud y de Hacienda, que analizaron la iniciativa. Y de manera particular entrego un reconocimiento a la Senadora Goic por todo el trabajo que ella ha realizado en esta materia no solamente en el Senado, sino también en distintas partes. Por ejemplo, vimos la campaña que desarrolló por nuestra página web para que se avanzara en la formulación de indicaciones sobre el particular.
A mi entender, la normativa constituye un gran primer paso. No va a resolver todos los problemas, pero sí va a significar un avance en el tratamiento de tan odiosa enfermedad, la cual, como sabemos, es hoy día la segunda causa de muerte en nuestro país, después de las enfermedades respiratorias y circulatorias.
La ley en proyecto establece un Plan Nacional del Cáncer y avanza en la formación de recursos humanos, que es muy importante, porque podemos contar con gran infraestructura, pero si no existe el personal necesario para que la utilice, aunque sea grandiosa, de nada nos va a servir.
Qué punto más importante es el establecimiento de una Red Oncológica Nacional, y quisiera destacarlo.
La enfermedad en sí, como se ha indicado, es terrible, pero más terrible aún resulta para aquellas personas que la sufren en regiones, sobre todo en zonas extremas como las que represento, donde no disponen de ninguna alternativa. Además, en un momento en que más necesitan estar con sus familias y recibir algún tratamiento, deben ser derivadas generalmente a Santiago, un punto bastante lejano, por lo que se alejan de su círculo de resguardo, y como habitualmente deben venir acompañados de algún pariente, aquello siempre va en desmedro de la familia.
Aprovecho de agradecer también al Ministerio de Salud, que en marzo de este año ha comprometido la licitación para el diseño y construcción, en forma conjunta, del centro oncológico en la ciudad de Iquique, que es un sueño que viene desde hace muchos pero muchos años. Y en este punto, aprovecho de hacer un reconocimiento a quien fuera el inspirador de ese centro oncológico en la Región de Tarapacá, el doctor Ramsés Aguirre, quien murió de cáncer hace un par de años con el sueño de disponer de este centro oncológico en la Región de Tarapacá, particularmente en la ciudad de Iquique, y esperamos prontamente, dentro de los próximos dos años, verlo hecho realidad.
Con mucha alegría, señor Presidente, insisto, vamos a votar favorablemente este proyecto de ley, que esperamos siga su trámite lo más pronto posible. Y vuelvo a señalar: creemos que es un gran avance en cobertura, en prevención y tratamiento del cáncer, pero también en dignidad y en esperanza para todas las personas que sufren esta enfermedad y asimismo para todas sus familias.
Gracias.
--(Aplausos en tribunas).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Felipe Kast.


El señor KAST.- Señor Presidente, creo que hoy es un día para sentirnos orgullosos. Acabamos de terminar de aprobar la Ley Gabriela y ahora estamos aprobando una Ley del Cáncer, en que la lucha de muchas y muchos se traduce finalmente en una respuesta social profunda y concreta.
Me sumo a los agradecimientos a la Senadora Carolina Goic, a su lucha, que es personal, que es concreta y que representa a miles de mujeres y hombres que han pasado por la enfermedad y a aquellos que han visto cómo algunos cercanos ya no están.
Aprovecho también de hacerle un reconocimiento a parte de mi equipo que ha sufrido el dolor del cáncer. A Daniel, por ejemplo. Y a la gran Claudia Fernández (Claudita): ya no estás y nos miras desde el cielo; te extrañamos mucho.
Y por qué no decirlo, también a mi viejo, quien se me fue de cáncer cuando yo tenía seis años.
Así que me siento muy emocionado y contento de que como mundo político, que estamos tan desprestigiados hoy día, podamos dar una respuesta contundente, real, concreta, que permita ir transformando esta dolorosa enfermedad en una enfermedad con menos soledad y con más compañía. A cualquiera le puede tocar, como les ha tocado a muchos de nuestros amigos y cercanos, y ojalá que con esto nunca más se sientan solos.
Obviamente, señor Presidente, voto a favor.
Y agradezco que en el día de hoy demos este paso importante para ser una sociedad más justa y más solidaria.
--(Aplausos en tribunas).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador Víctor Pérez.


El señor PÉREZ VARELA.- Señor Presidente, sin duda, este es un proyecto relevante. Y me quiero sumar a los reconocimientos que aquí se han realizado tanto a la Senadora Carolina Goic como a todos aquellos que han trabajado en este tema: al Ministerio de Salud y, sin duda, al Presidente de la República por la decisión de firmar aspectos fundamentales, como lo son el proyecto mismo y, después, la provisión del financiamiento.
Yo no integro la Comisión de Salud, pero he estado viendo el articulado de la iniciativa y hay dos elementos que me llaman positivamente la atención.
Primero, el establecimiento de una Red Oncológica Nacional. Creo que eso, para quienes somos de regiones, constituye una noticia, una decisión extraordinariamente importante. Con ello podremos al final contar en el país con una red oncológica lo más amplia y concreta posible.
Y lo segundo es el Fondo Nacional del Cáncer, el hecho de disponer de recursos. Los personeros del Ministerio de Salud me hablaban de 60.000 millones para remedios y tratamientos, que son absolutamente indispensables. Y después, en un plan que abarcará determinado número de años, habrá recursos significativos para infraestructura.
¿Y por qué digo que aquello es relevante?
En Chillán, en la Región de Ñuble, a la cual represento, uno ve lo que es acompañar a pacientes que deben someterse a quimioterapias o a radioterapias y que hasta hace poco tiempo tenían que viajar a Concepción.
Quienes se han realizado quimioterapias y radioterapias saben de las dificultades, los dolores, los temores y la angustia que significan llevar adelante esos tratamientos. Y más encima viajar en un bus por dos horas de ida y dos de vuelta después de soportar las dos, tres o cuatro horas de tratamiento implican, sin duda, un esfuerzo y un costo personal inmensos.
Y eso no se resuelve con comisiones, con ideas, sino con acciones. Y la acción de decidir por ley el establecimiento de una Red Oncológica Nacional y de un Fondo Nacional del Cáncer me parece esencial para darles a esas personas -yo hablo de la gente de Ñuble y estoy seguro de que en muchas regiones que representan las Senadoras y los Senadores pasa lo mismo- la posibilidad de que cuando padezcan esta enfermedad, cuando se les detecte oportunamente, accedan a un lugar cercano, a un lugar amable, a un lugar acogedor para poder enfrentar una situación que requiere del paciente una cosa esencial: un estado de ánimo que le permita afrontar adecuadamente una situación de incertidumbre y, muchas veces, devastadora. He conversado el asunto con algunos médicos y ellos me señalan: "Si el paciente presenta un estado de ánimo algo decaído, la enfermedad muestra un agravamiento".
Y cuando conversaba con personas que tenían que tomar el bus para irse a Concepción a someterse a radioterapia o quimioterapia me percataba de que su estado de ánimo estaba absolutamente debilitado. Y no hay duda de que eso no lo ayudaba en lo único que uno puede tener como paciente: una actitud y un estado de ánimo positivos.
Por lo tanto, la manera de resolver eso es a través de este proyecto de ley y de otras medidas que sin duda son muy importantes, y aquí algunos las han reseñado. Pero me parece que lo esencial es la Red Oncológica Nacional y el Fondo Nacional del Cáncer.
En la medida en que esa red oncológica pueda llegar a la mayor parte del territorio nacional, en la medida en que ese fondo nacional verdaderamente permita tener al conjunto de la ciudadanía con la posibilidad de un diagnóstico precoz, un diagnóstico oportuno, y después se pueda acompañar a esa persona en condiciones que le hagan cada vez más humana su vida, indudablemente que vamos a estar, no sé si triunfando, pero sí enfrentando el cáncer de una manera mucho mejor que lo que el país lo está haciendo hoy día.
Por eso, con mucho optimismo y satisfacción, voto a favor, esperando que esta iniciativa se haga realidad lo más rápidamente posible.
--(Aplausos en tribunas).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra, a continuación, el Senador Carlos Bianchi.


El señor BIANCHI.- Señor Presidente, este proyecto se encarga de lo que históricamente mi colega Carolina Goic, sin duda alguna, ha venido trabajando y poniendo como tema en el país. Y, por su intermedio, quiero saludar y felicitar a Carolina, así como a las distintas organizaciones que hoy día nos acompañan, porque esta es una noticia que va a permitir hacer la diferencia en regiones.
Están las personas que pueden acceder a un tratamiento oncológico y prolongar su vida, y están las personas que, desgraciadamente, en una gran mayoría, por no tener una condición económica adecuada, ven cómo esta enfermedad les cobra rápidamente la vida.
¡Esa es la diferencia! ¡Ese es el tema de fondo!
Por lo tanto, estamos frente a una situación en que uno desea que la salud pública dé el ancho, que permita ofrecer la atención humana que una mujer, un hombre, un paciente con cáncer merece recibir para poder prolongar su vida.
Y yo recojo lo que dijo el Senador Víctor Pérez. Para mí, también hay dos aspectos que son fundamentales: la red oncológica, y el financiamiento (el Fondo Nacional).
Además, por representar a una región extrema como la de Magallanes, espero que exista una distribución que permita, precisamente, brindarle una atención digna a aquella persona que deba ser trasladada o requiera un tratamiento en regiones, fundamentalmente en las más alejadas.
Cada uno de nosotros ha tenido, sin duda alguna, experiencias personales. A mí hace pocas semanas me tocó conocer la de alguien muy querido por mí, que simplemente constató que era imposible, señor Presidente, ¡imposible!, acceder a un especialista en la Región de Magallanes. El especialista oncológico para el problema de salud que afectaba a esa persona no estaba. Y lo primero que esa familia debió hacer es pensar en trasladar a su pariente desde Magallanes hasta Santiago, Valdivia o Concepción. Esto lo viven diariamente mujeres y hombres -hoy día nos acompañan algunos y algunas acá- a lo largo de todo nuestro país.
Por eso era tan necesario tener una normativa que permitiera humanizar la atención de personas que requieren de condiciones y tratamientos especiales, con altos costos, como los que representa el tratamiento de un determinado cáncer.
Reitero mis congratulaciones a Carolina Goic, que dio mucho tiempo de su trabajo, muchos años para proponer una ley que hiciera posible contar con financiamiento y disponer de una red oncológica. ¡Esta es una gran noticia para aquellas personas que sufren una enfermedad tan grave como esta!
Solo quiero pedir que la salud pública no tenga que verse obligada a entregar y dejar estos servicios solo a instituciones privadas. Lo que queremos es ver fortalecida la salud pública, para que permita cobijar y prestar los servicios a las personas que los requieran.
Realmente, creo que este ha sido un extraordinario día, con proyectos de ley que humanizan nuestro trabajo y resuelven muchísimas injusticias.
Voto, con gran agrado, a favor de esta buena iniciativa, que, en su primer trámite constitucional, establece la Ley Nacional del Cáncer para nuestro país.
--(Aplausos en tribunas).
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Antes de seguir otorgando la palabra, quiero pedir autorización para que presida, por un par de minutos, la Senadora Carolina Goic, con el objeto de poder intervenir también en este proyecto.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
--Queda autorizada para presidir la sesión, en calidad de Presidenta accidental, la Senadora señora Carolina Goic.
El señor DE URRESTI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor García.


El señor GARCÍA.- Señor Presidente, me correspondió ver este proyecto en la Comisión de Hacienda y lo primero que quisiera hacer es sumarme a las felicitaciones y los reconocimientos que se han hecho, con toda justicia, a la Senadora Carolina Goic. No hay duda de que su trabajo, su perseverancia, su dedicación a esta iniciativa durante tanto tiempo están rindiendo hoy sus frutos.
Vamos a tener una Ley Nacional del Cáncer que primero va a permitir prevenir -porque es posible prevenir- y que cada vez tengamos, ¡Dios lo quiera así!, menos personas enfermas con este mal. Y, si después de la prevención, igual tenemos pacientes con esta enfermedad, que ellos puedan sanar. El cáncer no necesariamente debe ser sinónimo de muerte. Existen muchos testimonios de personas que, habiendo sido objeto de una detección oportuna y habiendo recibido un tratamiento completo, hoy están llenas de salud. Eso es lo que tenemos que lograr con esta ley.
Durante la discusión en la Comisión de Hacienda, uno de los temas que se trataron fue, por supuesto, si los fondos alcanzaban o no. Yo creo que, frente a los tratamientos de salud, frente a las demandas de salud y, particularmente, frente a los costos de la prevención y los tratamientos del cáncer, los recursos nunca van a ser suficientes. Si esperábamos a que el Fisco dispusiera de todos los recursos, nunca íbamos a tener ley. Quien mejor comprendió esto fue, precisamente, la Senadora Carolina Goic y, en lugar de detener el proyecto, ella quiso que avanzara. Y eso es lo que estamos haciendo hoy.
Yo guardo la ilusión y la esperanza de que los gobiernos regionales, haciéndose eco de la situación de esta enfermedad, van a contribuir generosamente en todas las regiones del país. En particular, sé que en la Región de La Araucanía, que represento aquí, en el Senado, ya hay disposición de los consejeros regionales, de los distintos intendentes que ha habido, incluido, por supuesto, el actual, para que podamos construir, en un plazo breve, un centro que permita que las personas sean tratadas y que los tratamientos, en especial los radiológicos, se puedan realizar en Temuco y los pacientes no tengan que estar viajando a otras ciudades. Así como existe esa esperanza en la Región de La Araucanía, sé que igualmente ella se da en todas las otras regiones del país.
Como se ha dicho, este es un gran proyecto, un muy buen proyecto, y una demostración de cómo nuestras voluntades y también nuestros corazones se pueden sumar para poder construir y poder llevar más esperanza, particularmente cuando estamos frente a una enfermedad que golpea las puertas de nuestros hogares.
Voto que sí.
--(Aplausos en tribunas).
La señora GOIC (Presidenta accidental).- Tiene la palabra el Senador Galilea.


El señor GALILEA.- Señora Presidenta, hace unos quince años, en Talca, a instancias del entonces obispo de esa diócesis, formamos, entre varias personas, una corporación que se dedica, en la práctica, a ayudar a los niños con cáncer de la Región del Maule. Para hacer bien el recuerdo, en ese momento inicial participaron los ex Diputados Germán Verdugo y Sergio Aguiló.
Y, a raíz de que mi señora -y perdonen la referencia personal- fue la que se encargó y ha liderado hasta el día de hoy la Fundación Ven y Ayúdame en esa ciudad, me ha tocado conocer muy de cerca toda la situación que se vive en torno al cáncer.
Por eso, no puedo dejar de agradecer el impulso que usted, señora Presidenta, le ha dado, desde hace ya bastante tiempo, a este proyecto, el cual aborda, efectivamente, los problemas claves. El problema no es solamente la enfermedad en sí, sino que muchas veces el acompañamiento de la familia, que es algo sencillo, que casi siempre no cuesta tanta plata, simplemente no existe en nuestro país, y hace la diferencia entre poder tener un buen o un mal tratamiento. Los alimentos especializados, la ayuda en el transporte, la ayuda en el alojamiento, en fin, son cosas cotidianas que muchas veces resulta imposible resolver para la gente más vulnerable de Chile.
La derivaciones -en Talca numerosos niños tienen que ir al Calvo Mackenna, alojarse en Santiago, tienen que volver, y así sucesivamente- pasan a ser un tema sumamente complejo de resolver.
Por eso, en este plan estratégico, que es absolutamente necesario, hay que incorporar la participación y la coordinación con instituciones privadas muy relevantes en el ámbito del cáncer: la Fundación Arturo López, la Fundación Nuestros Hijos y, como ya mencioné, la Fundación Ven y Ayúdame en Talca.
Eso me parece clave para que tengamos éxito en esta lucha contra una enfermedad que probablemente se llevará más vidas de aquí a muy corto plazo en nuestro país.
El recurso humano es clave. Creo que en Chile hay cerca de 150 especialistas en cáncer. Eso es nada para lo que nuestro país necesita. Si lo comparamos con Argentina, que entiendo que tiene cerca de 1.500, podremos ver lo atrasado que estamos en la formación de especialistas en los distintos tipos de cáncer.
La investigación biomédica, la investigación clínica, la red oncológica -que definitivamente existan grandes centros en el norte, en el centro, en el centro-sur y en el sur, cosa que las derivaciones no sean tan complejas-, que existan centros de alta, mediana y baja complejidad, que se establezca un fondo nacional del cáncer y que este pueda ser nutrido por donaciones, nos hacen volver, nuevamente, a la cooperación público-privada que me parece, a propósito de esta enfermedad, absolutamente trascendente.
Así que, señora Presidenta, agradezco enormemente que usted haya liderado este impulso y, junto con ello, quiero agradecerles su dedicación a todas las personas que trabajan voluntariamente en organizaciones privadas y también, por supuesto, a todos aquellos que lo hacen en los hospitales y que ayudan en el tratamiento de las personas con cáncer.
Este mal afecta no solamente al enfermo, sino a todo su entorno familiar y, por lo tanto, toda la red de apoyo que podamos dar en este sentido resulta clave.
Termino mis palabras recordando nuevamente a la Fundación Ven y Ayúdame, de Talca, que cumple un rol fundamental respecto de los niños con cáncer en la Región del Maule.
Muchas gracias.
--(Aplausos en tribunas).
La señora GOIC (Presidenta accidental).- Tiene la palabra el Senador De Urresti.


El señor DE URRESTI.- Señora Presidenta, resulta bastante sintomático que en el último día de sesiones del Senado en el mes de enero estemos viendo un proyecto de tanta relevancia.
Yo, junto con saludar y valorar a cada uno de los hombres y mujeres que están en las tribunas -a muchas las conozco personalmente o por referencias sobre su trabajo-, quiero rendir homenaje y un reconocimiento a quien me está reemplazando en este momento en la testera, en la Presidencia del Senado, mi colega y amiga Carolina Goic, a la que conozco desde que ingresamos juntos a este Parlamento. Ella representa también a una zona austral, por allá por Magallanes; a mí me corresponde la Región de Los Ríos, Valdivia.
Y, si hay algo que he identificado en Carolina en estos casi catorce años que hemos estado en el Parlamento, es un tema en el cual ella ha sido persistente, ha sido insistente, ha sido tesonera: generar e identificar un colectivo, un problema que afecta a nuestra sociedad.
Creo que es importante, en esta reflexión, sacar conclusiones.
Quiero hacer una referencia general, porque tenemos que decir las cosas como corresponde. Me gustaría más apoyo del Ministerio. Me gustaría que aquí hubiera estado presente el Ministerio de Salud, apoyándonos...
--(Aplausos en tribunas).
Me tocó este día lunes ver la desesperanza cuando la comunidad de La Unión, de mi territorio, acudió hasta el Ministerio a pelear, a luchar, a trabajar por sus hospitales. Pero hay indiferencia, hay desidia. Y me duele, porque Salud debería ser un Ministerio en el cual debiéramos tener mucho consenso y en el cual debiéramos tener priorizados los temas. Eso es lo que echo de menos hoy día. Y sería bueno, porque este es un proyecto que nos beneficia a todos y en el cual toda la Administración debiera estar alineada.
Paso a analizar la iniciativa.
Me parece un paso importante: ¡Ley del Cáncer! Son innumerables las experiencias personales, familiares, de seres queridos, cercanos que nos afectan. Creo que no hay familia en Chile que no haya sido golpeada brutalmente por este tipo de enfermedad.
El vivir en Valdivia, el tener a mis padres, el tener a seres queridos a uno lo acerca también, en lo vivencial, a este flagelo, y ve con horror cómo no solo ataca al enfermo, sino que también arrasa con buena parte de la familia.
Valdivia es centro referencial para la zona sur, y una de las cosas más impactantes que me ha tocado ver ha sido el hecho de conocer a las madres que acompañan a sus hijos. Dicho sea de paso, no solo hay un problema desde el punto de vista de la atención, sino también otros, porque muchas veces esas madres son echadas de sus trabajos porque tienen que cuidar al hijo y, obviamente, presentan licencias.
He visto el dolor, pero también la abnegación de los equipos médicos que, haciendo tremendos esfuerzos, tienen, al menos en Valdivia, el Centro de Trasplante de Médula Ósea, con un personal tremendamente capaz. Pero igualmente hay, muchas veces, falta de coordinación, porque la burocracia centralista genera impedimentos para que este tipo de tratamientos se efectúen en la zona.
Para qué decir de cánceres específicos como el cáncer de mamas, donde todo el trabajo preventivo, de difusión, de coordinación con las universidades, tampoco tiene todo el impulso necesario.
Entonces, yo creo que estos son momentos importantes. Este un paso y no lo vamos a negar. Por eso el reconocimiento y el apoyo unánime a este proyecto. Pero esto tiene que ser un programa nacional, tiene que ser permanente, no solo por un año; debemos ir incrementándolo, debemos tener una planificación también -algo que falta mucho en salud- para poder decir cuáles son los centros oncológicos, cuáles son los centros de referencia. No podemos tener, a lo largo de Chile, en cada ciudad, centros oncológicos, pero sí una red que asegure que, en un rápido tiempo, se llegará a un buen tratamiento. Y también, después del tratamiento, de qué manera se acompañará a esa familia; al enfermo, pero también al entorno, porque quienes sufren estas enfermedades ven también muy deteriorada la calidad de vida de sus familias, de sus seres queridos, de quienes deben destinar tiempo para su cuidado, para acompañarlos.
Por eso, creo que la reflexión debe ser mucho más de fondo. Y por eso, Carolina, te ofrezco todo mi respaldo como Senador, como amigo, para seguir trabajando en esta materia. Estas son las causas en las cuales debiera haber unanimidad, pero también un compromiso institucional. Esto va más allá de la discusión política con el gobierno de turno. Esto debiera ser una política nacional, y me alegro mucho de escuchar el testimonio del Senador Galilea, que seguro que se puede reproducir en muchos lugares, de esfuerzo, de seres anónimos, de civiles, de gente que trabajó en esto, y son enormes, ¡enormes!
Hay que destacarlo. Pero la pelea sigue y los vamos a acompañar, vamos a empujar.
Para terminar, no puedo dejar de mencionar, además de los voluntarios de la Región de Los Ríos, de La Unión, la Corporación Sumemos Salud de Valdivia, a alguien cuyo nombre quiero dejar consignado: Soledad Ojeda.
--(Aplausos en tribunas).
Quienes la escuchan saben de su fuerza. La conozco y sé la decisión que tiene para sacar adelante esto. Perdonen que solo señale un nombre, pero, de lo contrario, tendría que mencionar cientos a lo largo de todo Chile. Sin embargo, así como el Senador Galilea hizo una referencia, uno puede hacer otras, en distintos lugares. Para ellos, para ellas, un abrazo, el apoyo, pero también para nosotros, como actores políticos, de Gobierno u Oposición, el compromiso a seguir trabajando.
Formación de profesionales, ahí tenemos que estar; apoyo a las madres y al entorno que trabaja y respalda a quienes están en tratamiento, también; red oncológica, absolutamente; formación igualmente para los equipos, para que puedan seguir trabajando; la existencia de casas de acogida, de una red que permita llevar esto; asimismo, trabajo con fundaciones como Lucha contra el Cáncer, la Arturo López Pérez, que creo que también ha sido un tremendo aporte.
Voto a favor de la iniciativa.
--(Aplausos en tribunas).
La señora GOIC (Presidenta accidental).- Muchas gracias, Senador De Urresti, por sus palabras.
Tiene la palabra el Senador señor Pugh.


El señor PUGH.- Señora Presidenta, por su intermedio, quisiera saludar a quienes nos acompañan hoy en las graderías, que probablemente han venido desde muy lejos. A pacientes, a médicos, a personas relacionadas con el ámbito clínico, pero también a las familias y a los amigos.
Creo que ellos son fundamentales en lo que estamos haciendo hoy.
También, por su intermedio, señora Presidenta, deseo pedirle al Senador De Urresti si puede conceder el privilegio de que usted quede de Presidenta accidental hasta el término de esta votación, pues sería una forma de hacerle un reconocimiento.
Ojalá pueda pedir el acuerdo de la Sala para esto.
--(Aplausos en tribunas).
Señora Presidenta, el cáncer representa una forma de referirnos a más de cien enfermedades. Y en cuanto a la probabilidad de contraerla, la verdad es que no existe nada que diga quién puede o no contraer cáncer.
Hoy todos, cualquiera, aunque tenga todos los recursos del mundo, puede ser víctima de una enfermedad de esta naturaleza. Por lo tanto, debemos comprender que, como Estado, hay que hacer un esfuerzo.
Esto es fortalecer el Estado y darle la capacidad para actuar donde se requiera, con los recursos necesarios.
Lo primero es una capacidad distribuida. En tal sentido, quiero destacar lo que se está haciendo en la Región de Valparaíso para contar con el primer Centro Macrorregional del Cáncer este año, con un presupuesto de 5 mil millones de pesos, y de esa forma hacer realidad la política nacional del cáncer, que se firmó el año pasado hasta el año 2026.
Sin embargo, nos faltaba tener una ley que hiciera posible que nuestra normativa más importante, la Ley de Presupuestos, pudiera forjar aquellos recursos necesarios para tener un fondo.
Tuve la fortuna de estudiar gestión de instituciones de salud porque fui director de un hospital. Y en esa institución aprendí lo que significa ser paciente de cáncer.
El quinto piso oncológico era el lugar donde los veía llegar, donde los veía ser atendidos por toda la capacidad médica, donde las familias los acompañaban.
Pero nunca supe que finalmente yo me transformaría en alguien que también acompañaría a un familiar. Hace varios años mi madre fue afectada por cáncer y es una sobreviviente. Después de someterse a tres operaciones, después de haber quedado fuera del alcance de la quimioterapia.
Para enfrentar esta enfermedad también se requiere mucha fuerza, mucho amor, mucho cariño, que solo la familia puede dar. Por eso debemos entender que esto escapa de todo lo que podemos pensar técnicamente. Los números no son suficientes. Se requiere bastante más ese apoyo solidario; e incluso, para los creyentes, se necesitan milagros. Porque ellos ocurren, porque la ciencia médica algunas veces es superada por cosas que no tienen explicación.
Hoy el mundo no tiene una cura para el cáncer. No existe una forma para enfrentarlo, pero sí contamos con tecnología, sí se puede hacer la prevención temprana y el diagnóstico en los estadios iniciales y de esa forma contenerlo. Y gracias a eso mucha gente se puede salvar.
Eso hoy es difícil. ¿Por qué? Porque si solo tomamos la concentración demográfica de Chile, el 42 por ciento de la población vive en Santiago, pero el 72 por ciento de los radiólogos están concentrados en la Capital. Santiago concentra una gran cantidad de recursos. También es la única ciudad donde se producen los isótopos para efectuar los análisis de pet scan. Por lo tanto, aquellos que tienen que recibir tratamientos especializados, deben volar a centros de referencia, especialmente las personas que residen en zonas aisladas.
¿Qué buscamos? Tener esa capacidad nacional. Pero lo más importante: estimular el conocimiento.
Espero que el nuevo Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación también sea capaz de poner a todos los científicos a trabajar.
No se trata solo de un tema clínico, no solo representa un campo clínico para las universidades; también podemos generar conocimiento. Y este conocimiento, que es lo más valioso, puede ayudar a la humanidad.
Señora Presidenta, quiero felicitarla por lo que ha hecho. Usted realmente ha sido la persona que ha llevado adelante esta iniciativa, usted ha sido la que ha golpeado puertas y la que ha logrado que todos aquellos que no han sido tocados por este flagelo se hayan conmovido.
Me parece que este es un gran acuerdo transversal, es una muestra de unidad y refleja el espíritu que deseamos para Chile. Un país al que queremos, un país en que deseamos que todos tengan oportunidades. Y que los que estén sufriendo una tragedia de esta naturaleza, cuenten con todos los apoyos necesarios.
Por eso, señora Presidenta, voto a favor y la felicito por lo que ha hecho.
He dicho.
--(Aplausos en tribunas).
La señora GOIC (Presidenta accidental).- Muchas gracias por sus palabras, Senador Pugh.
Tiene la palabra el Senador Navarro.


El señor NAVARRO.- En primer lugar, deseo felicitarla, Senadora Carolina Goic.
Creo que cuando se quiere, se puede. Esto lo han demostrado usted y las organizaciones que nos acompañan en las tribunas con una persistencia loable y que es un aprendizaje para todos en el Senado.
En numerosas oportunidades nos resignamos. Pero no hay que acostumbrarse a perder la capacidad de asombro. ¡Porque sí se puede! Y esto se ha hecho. El proyecto es una lección para todos los parlamentarios, es una lección para quienes pierden la fe en que, con esfuerzo colectivo, es posible sacar adelante leyes y enfrentar problemas que parecen no tener fin o solución.
El énfasis en la prevención debe ser un elemento central en todo este trabajo. La ley, a través del fondo, a través de la Comisión, a través del registro, tiene que crear la conciencia nacional de que el cáncer debe tener prevención y un diagnóstico oportuno.
La iniciativa de ley del tabaco está desde mayo del 2018 en la Cámara de Diputados, en la Comisión de Agricultura.
El sedentarismo, la obesidad, el consumo de tabaco y el consumo de alcohol son factores detonantes. Algo está pasando en la sociedad. El próximo año habrá en nuestro país 53 mil nuevos casos de cáncer detectados y para el año 2030 se van a duplicar.
Por lo tanto, hay que actuar ahora. Todos hemos tenido la ocasión de enfrentar esta amenaza terrible y vivirla en carne propia de manera cercana. Los padres y amigos entrañables, que nadie derrotaba, fueron derrotados por el cáncer. Esa es una lección que nos debiera motivar.
Yo los invito, señora Presidenta, sé que usted lo va a hacer, a pelear año a año por más recursos y más conciencia, más pedagogía y más educación, más cultura sobre el cáncer para diagnosticar, prevenir y cambiar los hábitos de vida.
Es una tarea imprescindible de quienes queremos que no solo exista tratamiento, sino también más equipo, más hospitales, más rayos, que haya prevención. Y en ello más investigación.
Debiéramos poner un énfasis especial -aquí se ha dicho- en la investigación preventiva.
Hace algunos años intenté, con muchos clubes del adulto mayor, que los hombres mayores de sesenta años se hicieran el examen de próstata. Y tenían temor y pudor a que les realizaran el tacto rectal.
Yo les decía: "Si ustedes no se hacen el diagnóstico, que es de bajo costo, de alta consideración y asertividad, no solo harán sufrir a la familia, sino que la enfermedad tendrá un altísimo costo fiscal". Y los hombres no se hacen el examen a la próstata por el pudor que tienen al tacto rectal y porque creen que son invencibles e inmortales.
El cáncer a la próstata sigue creciendo en Chile. Así como el cáncer de mama y el cáncer uterino han tenido programas oficiales, espero que podamos establecer la obligatoriedad de contar con programas para el cáncer a la próstata porque los hombres se creen inmunes y solo se hacen chequeos cuando ya es tarde. Y no solo provocan un daño a la familia, sino también un alto costo fiscal.
La población de riesgo debiera tener una prioridad. Y, en particular, debemos trabajar en las causas del cáncer. Algo estamos comiendo, alguna cultura o estilo de vida estamos llevando que nos lleva a aquello.
Y esta reflexión, que muchas veces se realiza cuando uno se enfrenta de cara al cáncer, debiera ser constante por parte de toda la autoridad y también de la ciudadanía.
Deseo felicitarla nuevamente, señora Presidenta, y decirles que esta lección hay que aprenderla no solo sobre la base de la experiencia personal, de un tercero o de seres queridos afectados por el cáncer. Y constituye un desafío para el Parlamento no cejar en apoyar con recursos para hacer de la pedagogía, de la cultura, de la educación un elemento esencial.
Enfrentar el cáncer en todas sus dimensiones. Esa es la tarea.
Y si aquí hay quienes votaremos a favor del proyecto, nuestra tarea no termina con el voto. Nuestra tarea es poner atención permanente para que la ley se cumpla, para que los recursos estén y para que la política del Estado y también de la sociedad civil simplemente funcione de manera conjunta y armónica.
Voto a favor con gran alegría.
--(Aplausos en tribunas).
La señora GOIC (Presidenta accidental).- Muchas gracias, Senador Navarro.
Tiene la palabra para un punto de reglamento el Senador Elizalde.


El señor ELIZALDE.- Señora Presidenta, no me referiré al proyecto.
En todo caso, voy a votar a favor. Los argumentos en que se sustenta son bastantes sólidos.
Quiero felicitarla a usted en particular por el rol que ha cumplido y, por cierto, saludar también a quienes nos acompañan en esta sesión desde las tribunas.
Solo pedí la palabra para pedir que se recabara la autorización de los señores Senadores a fin de que la Comisión de Agricultura, que está convocada a esta hora, pueda sesionar en paralelo con la Sala.
La señor GOIC (Presidenta accidental).- ¿Habría acuerdo?
La señora ALLENDE.- Sí.
--Así se acuerda.
El señor PIZARRO.- Señora Presidenta, ¡no se puede pedir el acuerdo porque estamos en votación! ¡No es posible hacerlo!
La señora GOIC (Presidenta accidental).- Era una solicitud que se había hecho al inicio, señor Senador. Solo estamos refrendando algo que se solicitó antes.
Por eso se acogió.
Senador Pizarro, tiene usted ahora la palabra para referirse al proyecto.


El señor PIZARRO.- Señora Presidenta, no tengo ningún problema en que funcionen las Comisiones, pero el Reglamento es claro en ese sentido.
Bueno, lo primero que quiero hacer es ratificar todo lo que se ha dicho respecto de lo positivo de este proyecto y destacar el rol que le ha tocado jugar a usted, a los colegas de la Comisión de Salud y a todos los que han estado apoyando y promoviendo este proyecto de ley.
Su objetivo está claro: establecer un marco para la planificación, desarrollo y ejecución de políticas públicas destinadas a prevenir el aumento de la incidencia del cáncer y procurar el adecuado tratamiento integral y recuperación de la persona diagnosticada con dicha enfermedad.
Y también se determina la creación de un fondo de financiamiento para las acciones vinculadas al cáncer.
Se contempla un Plan Nacional del Cáncer, donde se establecerá una política de formación de recursos humanos; un programa de capacitación o acompañamiento para quienes están al cuidado de personas que padecen esta enfermedad; un programa de prevención de factores de riesgo, especialmente de cesación del consumo de tabaco.
Se crea el Registro Nacional del Cáncer.
Se fomenta el desarrollo de la investigación, que es muy necesaria e imprescindible en estas materias.
Se establece una Red Oncológica Nacional.
Se crea la Comisión Nacional del Cáncer y, también, el Fondo Nacional del Cáncer.
Quiero detenerme aquí, señora Presidenta, porque es donde hemos tenido las mayores dificultades para poder implementar este proyecto, que es tan acariciado por todos los chilenos.
La iniciativa señala que dicho Fondo estará constituido por aportes de la Ley de Presupuestos; por recursos provenientes de la cooperación internacional; por aportes derivados de donaciones, herencias, legados, y también por la asignación de recursos emanados del Fondo de Desarrollo Regional.
¿Por qué digo que me quiero detener acá, señora Presidenta?
La primera pregunta que surge en este sentido es por qué este proyecto estuvo parado en la Comisión de Hacienda durante siete meses. Más de alguien dirá: "¡Ah, no!, es que a los Senadores de Hacienda se les ocurrió no tratarlo". Pero ello se debió nada más a que el Gobierno no había determinado qué recursos se iban a destinar para financiar esta ley en proyecto. Es decir, solo eran buenos deseos. Y nosotros dijimos: "Mientras no se tenga un informe financiero y no haya claridad con respecto a con qué recursos va a contar esta iniciativa, no la vamos a conocer".
La segunda pregunta es por qué ahora llegaron los informes financieros con recursos para financiarla. No son tantos, y creo que es bueno que tengamos claridad al respecto: son 237 millones de pesos para la implementación del Registro Nacional del Cáncer, 55 millones en el primer año y siguientes para su mantención; 200 mil millones de pesos en los siguientes ocho años para inversiones asociadas a la Red Oncológica Nacional, que es donde está la matriz y lo más fundamental de este proyecto. Y, además, se incorporan 60 mil millones de pesos para financiar el tratamiento de tipos de cánceres que no están garantizados ni por el GES ni por la Ley Ricarte Soto.
Señora Presidenta, no me cabe duda de que el Gobierno se vio obligado a enviar este proyecto con un financiamiento que, como se ha dicho acá, es a todas luces insuficiente, ¡a todas luces insuficiente! Perdonen la franqueza, pero esto es así. Reitero: los recursos son insuficientes, y el proyecto, con el potencial que tiene, va a despertar muchas más expectativas que las que podrá responder.
Además -y a mí me tocó decirlo con claridad-, parte de los recursos que el Gobierno dice que va a destinar corresponde a financiamiento del Fondo de Desarrollo Regional; o sea, ¡de los Gobiernos regionales, no del Ministerio de Salud ni del nivel central! Sin embargo, los Gobiernos regionales -aquí la mayoría somos representantes de regiones- tienen un presupuesto muy escaso. Por lo demás, cada vez que se hace un convenio con el Ministerio de Salud o con el Ministerio de Obras Públicas para concretar un proyecto importante de infraestructura, se les sacan fondos al Gobierno regional y no al nivel central.
Al principio no querían destinar recursos a este proyecto, porque todos sabíamos que la política que tenía implementada el anterior Ministro de Hacienda hasta el 18 de octubre -para decirlo en buen castellano- tenía que ver más con el ahorro, tenía que ver más con el menor gasto, tenía que ver más con la menor inversión en el sector público, para reactivar una economía que estaba claramente estancada. Y hoy día las prioridades son otras, distintas, y el tema de la salud, junto con el de pensiones y el del empleo, está encima de la mesa.
Esa es la razón, al menos, por la cual están otorgando recursos que, sin duda, ayudan.
No quiero desconocerlo, pero, para que tengamos claridad, debo señalar que 200 mil millones de pesos distribuidos en ocho años, como se contempla en esta iniciativa, significan que la inversión que está comprometida, y que se supone viene aparejada a este proyecto, no se podrá realizar.
Entonces -como bien dijo el Senador Navarro, quien me antecedió-, será parte de nuestras obligaciones, pero fundamentalmente de la ciudadanía, el obligar a que se siga destinando año por año el doble de los recursos que están contemplados acá.
De eso yo por lo menos quería dejar constancia, que fue lo que discutimos en la Comisión de Hacienda.
Me parece, señora Presidenta, que el espíritu contributivo que han tenido la ciudadanía, todas las organizaciones y fundaciones, la totalidad de la gente que ha estado promoviendo este proyecto, encabezado por usted, merece que se les diga la verdad y puedan saber que de aquí en adelante necesitamos hacer un esfuerzo mucho mayor.
Voto a favor.
--(Aplausos en la Sala).
La señora GOIC (Presidenta accidental).- Tiene la palabra, para finalizar, el Senador Coloma.


El señor COLOMA.- Señora Presidenta, la verdad es que finalizar interviniendo en el último proyecto de fin de año, ¡el último!, no deja de ser un honor.
Quiero sumarme a las felicitaciones que se le han dado a usted por parte de todas las bancadas, de todos los lados. No es fácil felicitar, sobre todo en un proyecto de esta naturaleza, a quien no siempre vota igual que uno. Pero la gracia del Parlamento es esa, y tiene que ver con la capacidad de escucharse y de reconocer iniciativas positivas.
Así que yo me sumo a esas felicitaciones.
Pero me gustaría hacer el siguiente comentario. Nosotros en la Comisión de Hacienda estábamos viendo -y quiero dar la explicación-, simultáneamente a lo que ocurría en la Sala, el proyecto que establece un ingreso mínimo garantizado, y por eso no pudimos estar presentes acá. Pero escuchamos parte de las intervenciones.
En lo personal, deseo hacer referencia a un hecho que me ocurrió hace un par de años.
Todos han contado experiencias personales, y yo voy a contar algo más institucional.
Hace dos años, el Congreso del Futuro se hizo en torno al tema médico, y ahí surgió algo muy interesante, a partir de invitados extranjeros y del Maule, cuando se habló de la realidad de la salud, en muy distintos aspectos.
Y una de las cosas que en ese momento más me sorprendió fue el informe sobre el cáncer que presentó un profesor -era de la Universidad Católica-, quien hizo una referencia de los distintos tipos de cánceres según las regiones del país. Fue muy impresionante ver cómo, si bien el número final era proporcionalmente similar, los tipos, las naturalezas, las preexistencias para estos efectos eran muy diferentes. Así, tipos de cánceres que se dan en el Maule, que tienen que ver más con enfermedades estomacales, no se dan necesariamente en otras regiones, donde se observa mucho más, por ejemplo, una lógica pulmonar, por distintas situaciones.
Esa fue la primera vez que escuché -y después se lo escuché a usted, señora Presidenta- lo importante que era tener un plan potente, que se pudiera seguir, fiscalizar, y que cada uno tratara, dentro de la región, de involucrar al Gobierno regional respecto de cómo se podía enfrentar el problema ahí. Y eso tiene que ver a veces con aplicar medidas sanitarias y medidas de prevención distintas, que en otra parte se pueden dar de forma diferente. Lo peor es tratar de igualar soluciones a problemas que no son iguales.
Ahí entendí mucho más vívidamente lo que significaba la necesidad de un plan y de que hubiera objetivos en cuanto a ver cómo formar recursos humanos pensando adicionalmente en el tipo de realidades que puede haber en el hospital de la región, que no es igual que otro. Y con motivo de la construcción de distintos hospitales que afortunadamente están llegando a la región, se hace necesario instalar el tema de cómo nos preparamos para ese tipo de situaciones y cómo generamos especialistas -en mi región se están formando-, pero entendiendo que la experiencia y el plan, que hoy día pasa a ser obligatorio, a través de una red oncológica, son esenciales.
Entonces, creo que este es el tipo de proyecto que le cambia la vida a la gente. Y en este caso, subrayo "la vida", porque es lo que le va a cambiar más profundamente. Este es uno de esos escenarios en que uno puede hablar de un antes y un después. No son tantas las materias en las que uno siente que existe un antes y un después, pues no todo depende de una norma.
No vamos a resolver la aflicción de decenas de miles o cientos de miles de personas por la aprobación de una ley. Pero sí vamos a tener la claridad de que toda esa gente contará con una opción de vida distinta, a partir de la implementación de una política que considera una serie de medidas fiscalizables (guías clínicas, Registro Nacional de Cáncer, Comisión Nacional del Cáncer, Plan Nacional del Cáncer, Red Oncológica Nacional) y recursos para ello.
Obviamente vamos a tener que proveer -es lo que espero- fondos suficientes, los cuales -y así lo entendió bien la Senadora Goic- uno siempre considera que son pocos. Lo importante es que este tema se instala en la Ley de Presupuestos de todos los años. Esa es la diferencia. A partir de esta iniciativa, se crea la partida en la cual anualmente tendremos que revisar entre todos cuánto se está gastando en esta política, cómo y dónde hay que focalizar.
Creo que ese es un tremendo avance. En verdad, siento que es de esas cosas que a uno le cambia la vida.
Por lo tanto, con mucha alegría y entusiasmo, señora Presidenta, por la unanimidad en torno a este proyecto, que no deja de ser una buena forma de terminar el año, sobre todo sonriendo un poco al responder ante un drama que muchos chilenos están viviendo, votamos todo a favor.
--(Aplausos en tribunas).


La señora GOIC (Presidenta accidental).- Antes de dar por terminada la votación, solicito el acuerdo de la Sala para que el Senador Navarro presida la sesión durante la hora de Incidentes.
Acordado.
Doy gracias por las palabras de todos ustedes y, sobre todo, por el compromiso expresado. Pero quiero hacerlas extensivas. Más que a mí, creo que hay que agradecer a las entidades representadas que están hoy día en las tribunas: al Foro Nacional del Cáncer,...
--(Aplausos en tribunas).
... al doctor Jorge Jiménez; a Achago; a Oncoloop; a la Fundación de Pacientes Nuevo Renacer; a las oncomamás; a la Agrupación Oncológica de Magallanes, a la de Coquimbo, a la de Ñuble, a la de cada una de las regiones que han sido parte de este proceso.
Considero que esto es muy importante.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
Y al doctor Claudio Mora, quien nos enseñó que el desafío no es cómo mueren los pacientes de cáncer, sino cómo viven.
Tiene la palabra la señora Secretaria.
La señora SILVA (Secretaria General subrogante).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
La señora GOIC (Presidenta accidental).- Terminada la votación.
--Se aprueban las enmiendas unánimes introducidas por las Comisiones de Salud y de Hacienda (35 votos favorables), dejándose constancia de que se cumplió el quorum constitucional requerido, y el proyecto queda despachado en este trámite.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Aravena, Ebensperger, Goic, Muñoz, Órdenes, Provoste y Rincón y los señores Allamand, Bianchi, Castro, Chahuán, Coloma, De Urresti, Durana, Elizalde, Galilea, García, García-Huidobro, Guillier, Harboe, Huenchumilla, Kast, Lagos, Latorre, Letelier, Montes, Moreira, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Pugh, Sandoval y Soria.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
--Conforme a lo acordado previamente, pasa a presidir la sesión el Senador señor Navarro, en calidad de Presidente accidental.