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MODIFICACIÓN DE CÓDIGO LABORAL EN MATERIA DE CONTRATO DE TRABAJO POR OBRA O FAENA


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, votaré a favor de este proyecto y de las indicaciones propuestas, que permiten igualar de alguna forma a miles de trabajadores con contrato de obra o faena, que hasta ahora cuentan con una protección menor en materia de indemnizaciones y feriados.
Este tipo de contratación se ha transformado, desde hace mucho, en un mecanismo utilizado abusivamente por ciertos empleadores para burlar el cumplimiento de los derechos laborales de sus trabajadores.
De la misma manera como algunos empresarios recurren a diversas fórmulas para eludir sus obligaciones tributarias, también utilizan este tipo de contrato y otros recursos para eludir obligaciones laborales.
Esta iniciativa pretende poner fin a los abusos que cometen algunos que han desnaturalizado estos contratos.
Aquellos que los utilizan correctamente, porque se ajustan a la naturaleza de sus faenas, no se verán afectados. De hecho, muchas empresas, sobre todo en la construcción y el montaje, han celebrado convenios colectivos en que han incorporado algunas de las cláusulas que ahora se reconocerán por ley, como la indemnización al término de la obra o faena.
En la Región de Los Lagos es común que en la industria salmonera se contrate a personal para la cosecha o faena de determinada especie, lo que luego da paso a otro contrato para realizar una actividad similar pero con otra especie.
Igual situación ocurre en la agricultura.
Ambas son actividades relevantes en la Región que represento.
Pero ninguna actividad, ninguna condición especial, ningún sector justifica que se discrimine en el reconocimiento de derechos esenciales de los trabajadores.
Hace pocos días tuve la ocasión de exponer ante representantes del sector acuícola. Ahí me referí a los que considero los desafíos principales de esta industria para mantener sus posiciones de liderazgo.
Por eso, en mi opinión, es primordial la relación que tenga la industria con las comunidades y sus trabajadores. No basta con dar empleo. El trabajo debe ser de calidad. Y el tipo de contratación y los derechos que emanan de esos contratos dan cuenta de ello.
Estos factores, junto con la innovación y desarrollo, son los que permitirán asegurar la sostenibilidad de la actividad.
En pleno siglo XXI no es aceptable que se persiga mayor productividad a costa de los derechos y condiciones laborales de los trabajadores. Deben ser la capacitación, la innovación y la tecnología las herramientas que permitan hacer más competitivas a las empresas.
Pero como nobleza obliga, debo reconocer que el promedio de las remuneraciones de ese sector -hablo de la salmonicultura- es mayor al promedio general de la Región.
No obstante, estoy convencido de que se puede hacer un esfuerzo mayor en el reconocimiento de derechos de su fuerza laboral, conformada en buena parte por mujeres.
Por cierto, no hay ánimo de perjudicar al sector privado, ni menos al Gobierno de turno. Este proyecto se inició en el período anterior por un grupo transversal de Diputados. Y, de hecho, el actual Ministro del Trabajo es uno de sus autores.
El único objetivo de la iniciativa es nivelar a un segmento de trabajadores que se había quedado atrás en sus derechos laborales. Muchas empresas ya han corregido esta situación, mientras que otras deberán adaptarse.
Por las razones expuestas, voto a favor.