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REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 363ª
Sesión 33ª, en miércoles 8 de julio de 2015
Ordinaria
(De 16:21 a 19:17)
PRESIDENCIA DE SEÑOR PATRICIO WALKER PRIETO, PRESIDENTE,
Y SEÑORA ADRIANA MUÑOZ D'ALBORA, VICEPRESIDENTA
SECRETARIO, EL SEÑOR MARIO LABBÉ ARANEDA, TITULAR
____________________
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores (as):
--Allamand Zavala, Andrés
--Allende Bussi, Isabel
--Araya Guerrero, Pedro
--Chahuán Chahuán, Francisco
--Coloma Correa, Juan Antonio
--De Urresti Longton, Alfonso
--Espina Otero, Alberto
--García Ruminot, José
--García-Huidobro Sanfuentes, Alejandro
--Girardi Lavín, Guido
--Goic Boroevic, Carolina
--Guillier Álvarez, Alejandro
--Harboe Bascuñán, Felipe
--Horvath Kiss, Antonio
--Lagos Weber, Ricardo
--Larraín Fernández, Hernán
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Matta Aragay, Manuel Antonio
--Montes Cisternas, Carlos
--Moreira Barros, Iván
--Muñoz D´Albora, Adriana
--Orpis Bouchon, Jaime
--Ossandón Irarrázabal, Manuel José
--Pérez San Martín, Lily
--Pérez Varela, Víctor
--Pizarro Soto, Jorge
--Prokurica Prokurica, Baldo
--Quintana Leal, Jaime
--Quinteros Lara, Rabindranath
--Rossi Ciocca, Fulvio
--Tuma Zedan, Eugenio
--Van Rysselberghe Herrera, Jacqueline
--Von Baer Jahn, Ena
--Walker Prieto, Ignacio
--Walker Prieto, Patricio
--Zaldívar Larraín, Andrés
Concurrió, además, el Subsecretario de Salud Pública, señor Jaime Burrows Oyarzún.
Actuó de Secretario el señor Mario Labbé Araneda, y de Prosecretario, el señor José Luis Alliende Leiva.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 16:21, en presencia de 17 señores Senadores.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.
III. TRAMITACIÓN DE ACTAS

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Se dan por aprobadas las actas de las sesiones 30ª y 31ª, ordinarias, en 30 de junio y 1 de julio del año en curso, respectivamente, que no han sido observadas.
IV. CUENTA

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretaría.

El señor ALLIENDE (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas:
Mensajes
De Su Excelencia la Presidenta de la República, con el que retira y hace presente la urgencia, calificándola de "simple", para el proyecto de ley sobre probidad en la función pública (boletín Nº 7.616-06).
--Se tiene presente la calificación y se manda agregar el documento a sus antecedentes.
Oficios
Dos de la Honorable Cámara de Diputados:
Con el primero comunica que aprobó el proyecto de ley que crea juzgados que indica y modifica diversos cuerpos legales para alterar la composición de diversos tribunales de justicia (boletín Nº 9.896-07) (con urgencia calificada de "suma").
--Pasa a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento y a la de Hacienda, en su caso.
Con el segundo informa que aprobó las enmiendas propuestas por el Senado al proyecto de ley que autoriza erigir monumentos en memoria de la ex Diputada señora Gladys Marín Millie (boletín Nº 7.523-24).
--Se toma conocimiento y se manda agregar el documento a sus antecedentes.
De la señora Ministra de Vivienda y Urbanismo:
Da respuesta a consulta, formulada en nombre del Senador señor Navarro, acerca de planes de reubicación de las familias de la población Nueva Aurora de Chile, de la ciudad de Concepción.
Responde solicitud de información, enviada en nombre del Senador señor De Urresti, respecto del estado de los procesos disciplinarios iniciados por dicha Cartera en la Región de Los Ríos.
De la señora Subsecretaria de Educación:
Atiende petición de información, efectuada en nombre del Senador señor Navarro, relativa a la cantidad de colegios particulares subvencionados que se han convertido en particulares pagados.
--Quedan a disposición de Sus Señorías.
Informe
De la Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía recaído en el proyecto que modifica definiciones y el procedimiento de la ley que establece medidas contra la discriminación (boletín Nº 10.035-17).
--Queda para tabla.
Mociones
De los Senadores señor Araya, señora Goic y señor De Urresti, con la que inician una reforma constitucional que traslada del Nº 7º al Nº 24º del artículo 19 de la Carta Fundamental la pena de confiscación de bienes y la protección de los derechos previsionales (boletín Nº 10.179-07).
--Pasa a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
Del Senador señor Girardi, mediante la cual da inicio a un proyecto de ley que modifica el Código Sanitario para prohibir el uso de leña y otros derivados de la madera o de la biomasa en la Región Metropolitana (boletín Nº 10.180-12).
--Pasa a la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales.
De los Senadores señores Coloma, Espina, García-Huidobro, Guillier y Zaldívar, con la que inician un proyecto de ley que establece la hora oficial para todo el territorio nacional (boletín Nº 10.181-06).
--Pasa a la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización.
Solicitud de permiso constitucional
Del Senador señor Zaldívar, para ausentarse del país a contar del 21 de julio próximo.
--Se accede.

El señor ALLIENDE (Prosecretario).- En este momento ha llegado a la Mesa el siguiente documento:
Informe de las Comisiones de Hacienda y de Salud, unidas, recaído en el proyecto de ley que concede beneficios al personal de la atención primaria de salud (boletín Nº 9.973-11).
--Queda para tabla.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Terminada la Cuenta.

MINUTO DE SILENCIO EN MEMORIA DE DESTACADO DEPORTISTA NACIONAL SEÑOR CARLO DE GAVARDO

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- El Senador señor García-Huidobro me ha solicitado -y todas las bancadas de la Corporación lo respaldan- guardar un minuto de silencio a raíz del fallecimiento del destacado deportista chileno señor Carlo de Gavardo.
--La Sala guarda un minuto de silencio.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Muchas gracias.
)-------------(

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Girardi.

El señor GIRARDI.- Señor Presidente, solicito que el proyecto que modifica el Código Sanitario para prohibir el uso de leña y otros derivados de la madera o de la biomasa en la Región Metropolitana (relacionado con las PM-2,5) pase a la Comisión de Salud y no a la de Medio Ambiente y Bienes Nacionales, toda vez que se trata de un tema que compete al ámbito sanitario.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- ¿Habría acuerdo para acceder a lo solicitado?
--Se autoriza.
V. ORDEN DEL DÍA



ADECUACIÓN DE LEGISLACIÓN NACIONAL A ESTÁNDAR DE CONVENIO MARCO DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD PARA EL CONTROL DEL TABACO


El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Corresponde proseguir la discusión particular del proyecto de ley, iniciado en moción de los Senadores señores Girardi, Rossi y Ruiz-Esquide, en primer trámite constitucional, que adecua la legislación nacional al estándar del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco, con segundo informe de la Comisión de Salud y urgencia calificada de "simple".
--Los antecedentes sobre el proyecto (8.886-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de los Senadores señores Girardi y Rossi y del entonces Senador señor Ruiz-Esquide):
En primer trámite, sesión 11ª, en 10 de abril de 2013.
Informes de Comisión:
Salud: sesión 35ª, en 5 de agosto de 2014.
Salud (segundo): sesión 6ª, en 7 de abril de 2015.
Discusión:
Sesiones 36ª, en 6 de agosto de 2014 (queda pendiente la discusión en general); 37ª, en 12 de agosto de 2014 (aprobado en general); 9ª, en 14 de abril de 2015 (queda pendiente la discusión en particular); 10ª, en 15 de abril de 2015 (queda para segunda discusión); 11ª, 21 de abril de 2015 (suspensión de segunda discusión).

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor LABBÉ (Secretario General).- Cabe recordar que en una sesión anterior se solicitó el aplazamiento de la votación respecto de la iniciativa en su conjunto. De consiguiente, ya no corresponde abrir debate, sino solo fundamentar el voto en cada una de las disposiciones pendientes.
Asimismo, debo hacer presente que el Senador señor Chahuán pidió votación separada de todas las normas del proyecto. Por su parte, el Honorable señor Orpis requirió votar separadamente uno de los incisos que contiene la enmienda al artículo 6º de la ley Nº 19.419 (página 8 del boletín comparado).
Reitero que el número 14) del artículo 1º, que no fue objeto de modificaciones en el segundo informe pero sí de indicaciones, debe aprobarse en particular con quórum orgánico constitucional, esto es, con 22 votos favorables.
Además, se han renovado dos indicaciones al artículo 1º, las que se tratarán en su momento de acuerdo al orden en que se vaya analizando el proyecto.
Les ruego a Sus Señorías dirigirse a la página 7 del comparado.
El número 6), que pasó a ser 7), del artículo 1º de la iniciativa contiene una letra B).
En este literal, la Comisión de Salud propone, primero, reemplazar el inciso segundo del artículo 6º de la ley con un texto distinto del aprobado en general.
Dicho inciso es del siguiente tenor: "Todos los paquetes de cigarrillos que se comercialicen en el territorio nacional tendrán un empaquetado genérico que incluirá, a lo menos, la marca y su ubicación, color, forma de apertura y material y dimensiones del envase. Todas las marcas tendrán características comunes y en caso alguno podrán sobrepasar el 30% del empaquetado total del envase.".

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Antes de poner en votación la enmienda, solicito la autorización de la Sala para que ingrese al Hemiciclo el señor Subsecretario de Salud Pública, don Jaime Burrows.
--Se autoriza.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Como no corresponde abrir debate, procederé a abrir la votación. Los señores Senadores que lo deseen podrán fundamentar su pronunciamiento.
En votación la modificación al inciso segundo del artículo 6º de la ley, contenida en la letra B) del número 6), que pasó a ser 7), del artículo 1º del proyecto.

--(Durante la votación).

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Rossi.

El señor ROSSI.- Señor Presidente, este tema es muy importante.
Como Sus Señorías saben, el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco recomienda claramente que "en todos los paquetes y envases de productos de tabaco y en todo empaquetado y etiquetado externos de los mismos figuren también advertencias sanitarias que describan los efectos nocivos del consumo de tabaco, y que puedan incluirse otros mensajes apropiados".
En la última modificación que efectuamos a la normativa vigente, en el año 2013, introdujimos cambios en ese sentido.
Pero hoy día se nos plantea imitar experiencias internacionales que han sido bien exitosas, como la de Australia. Esta nación fue la primera en implementar el empaquetado genérico o plano. Según la Oficina de Estadísticas Nacionales de dicho país, el consumo de tabaco se redujo en 4,9 por ciento durante el primer año de aplicación de esta política, tal como lo consigna una publicación de The New York Times de 2014.
O sea, el impacto es tremendo.
Lo anterior tiene que ver con los resultados que arrojan varios estudios que se ocupan de determinar dónde fija la mirada una persona que se está iniciando en la adicción al tabaco o que no lo ha consumido nunca.
En general, el adicto no mira la cajetilla. Este tipo de medidas es muy importante para frenar el inicio del consumo de tabaco, particularmente en menores.
En todo caso, se propone un empaquetado diferente del que lleva cien por ciento de advertencia. Acá se acepta que se incorpore la marca, la cual deberá contar con una tipografía estándar. Este aspecto es relevante, porque ella constituye un elemento de fidelización del consumidor. Los mismos representantes de las tabacaleras sostuvieron que la marca lo era todo, por cuanto refleja una señal de estatus, junto con el logotipo o el color.
En definitiva, dado que este empaquetado permite incluir la marca, la persona puede ejercer su derecho a optar entre las distintas alternativas que ofrece el mercado. No obstante -reitero-, aquella tendrá una tipografía común, y el resto de la cajetilla mostrará la advertencia.
Como digo, esta norma ha tenido un efecto interesante en otros lugares.
Cabe mencionar otro estudio, uno que se hizo a jóvenes fumadores de entre 18 y 30 años en Nueva Zelandia. Sus resultados mostraron que, mientras más grande la advertencia sanitaria y más pequeña la marca del cigarrillo, aumenta la predisposición a dejar de fumar.
Hay varios trabajos que evidencian que esta medida es positiva para disminuir el consumo de tabaco, tanto en su fase de inicio como en personas que ya son fumadoras.
En consecuencia, llamo a mis colegas a aprobar la nueva letra B) del Nº 6), que pasó a ser 7), del artículo 1º del proyecto.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Van Rysselberghe.

La señora VAN RYSSELBERGHE.- Señor Presidente, tal como se planteó desde el comienzo de la discusión de esta iniciativa, hay consenso en que el tabaquismo puede producir patologías graves en las personas. Pero también es cierto -y se ha dicho en el debate- que la venta de tabaco en nuestro país es legal y que se les impone una serie de exigencias tanto a los proveedores como a los fabricantes de tabaco.
Por lo mismo, creo que cualquier propuesta legislativa en esta materia debe estar orientada a restringir el daño que el cigarro puede provocar en la salud de terceros. En esos términos debiera votarse. Así lo haré yo, y espero que varios más se pronuncien en esa lógica.
Sin embargo, si en el legítimo uso de mi libertad yo decido consumir una sustancia que es lícita en el país, no veo ninguna razón para que el Estado prohíba o limite mis ámbitos de libertad, escondiéndome la marca porque la homogeniza con otras; generando disminución de espacios en puntos de venta, etcétera, etcétera, como vamos a ver a lo largo del debate de este proyecto de ley.
En lo que respecta a la cajetilla genérica, el Senador Rossi se refirió al caso de Australia, donde esa medida está operando. Sobre el particular, indicó un dato que es cierto: el consumo de tabaco en ese país cayó en 4,9 por ciento. El colega sostiene que ello es fruto de dicha norma.
Ese antecedente fue obtenido de un informe técnico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Sin embargo, en las conclusiones de ese mismo trabajo dicha entidad afirma lo siguiente: "A poco más de un año de implementarse por primera vez en el mundo el empaquetado genérico, aún no hay evidencia sólida sobre sus efectos en los fumadores y no fumadores, pese a los estudios previos y los indicadores que el gobierno australiano ha mostrado".
En consecuencia, si no existe evidencia clara acerca del impacto que dicha medida produce, homogeneizar las cajetillas solo permitirá aumentar la venta de cigarros de contrabando.
En la feria de enfrente del edificio del Congreso se venden cajetillas falsificadas de cigarrillos de todas las marcas. Me habría encantado mostrarles esos ejemplos, como lo hice la vez anterior, pero olvidé traer la evidencia.
En definitiva, darles una fisonomía común a los paquetes de cigarros hará mucho más fácil el comercio del tabaco de contrabando.
A mi juicio, establecer el uso del empaquetado genérico no tiene ningún sentido.
El impacto emocional de una cajetilla genérica para desincentivar el consumo del tabaco se dio al inicio de las campañas. Hoy no causa ningún efecto, y así lo demuestran algunos estudios, en comparación con otros realizados en distintos lugares.
A mi juicio, no corresponde imponer esta restricción adicional.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Goic.

La señora GOIC.- Señor Presidente, quiero partir recordando algunos datos -¡tristes datos!- de nuestro país que refuerzan la necesidad de adecuar nuestra legislación a las recomendaciones de la OMS en materia de control del tabaco, especialmente en lo relativo a publicidad.
El 17 por ciento de las muertes en Chile al año son atribuibles al uso del tabaco.
El promedio anual de consumo -estoy hablando del promedio, o sea, considerando a fumadores y no fumadores- es de 860 cigarrillos. Es como si cada chileno fumara 43 cajetillas al año.
Los antecedentes disponibles nos dicen que debemos hacer algo más, a pesar de que hemos avanzado sustantivamente en mejorar la legislación.
Algunos preguntan por qué es urgente aprobar este proyecto, o por qué planteamos la necesidad de implementar un empaquetado genérico o una advertencia que cubra toda la cajetilla. Y la respuesta es porque buscamos evitar que los más jóvenes, los adolescentes, se inicien en el hábito de fumar.
Los datos en esta materia son bastante alarmantes: según estudios del CONACE, un 55,4 por ciento de los jóvenes sale fumando del colegio, mientras que un 32 por ciento de los escolares ya lo ha hecho alguna vez en octavo básico.
Sabemos que cuando se prueba el tabaco siendo muy niño se termina siendo un fumador adulto. Por eso todas las estrategias de publicidad, que apuntan especialmente a los jóvenes, intentan representar como algo deseable el hábito de fumar.
¿Cuál es la gracia de una cajetilla genérica?
Aquí tengo una para ejemplificar de qué estamos hablando: el envase muestra en ambas caras la advertencia. Se trata de imágenes feas, que impactan y que reflejan lo que puede generar el consumo de cigarrillos.
Eso es lo que recoge el proyecto.
En el caso australiano efectivamente ha disminuido la cantidad de fumadores, pero no solo por la aplicación de esta medida, sino por el empleo de buenas prácticas, aquellas que han dado mejores resultados.
¡Y, claramente, las advertencias gráficas en las cajetillas perturban!
Sus Señorías recordarán que al principio, cuando partimos con las advertencias en los envases, las propias tabacaleras regalaban unas cajitas para tapar tales imágenes. ¡Esa es la mejor muestra!
Hay que precisar que se cubrirán ambas caras con advertencias, pero se permitirá poner la marca del cigarrillo. Lo aclaro para quienes han manifestado algún temor respecto del tráfico ilegal o de que no se podrá distinguir la marca del producto.
Al respecto, me gustaría saber qué va a pasar con cada cigarrillo -este tema ha sido parte del debate con algunos colegas-: tal vez se debiera permitir que tenga impresa la marca. Hoy el texto legal no lo autoriza, pero ello sí podría favorecer el contrabando, lo que no sucede con la cajetilla genérica o con cubrir completamente ambas caras con advertencias.
De otra parte, aquí no se trata de considerar solo el caso australiano. Porque aquí se ha discutido sobre estudios que dicen que el empaquetado genérico funciona y estudios que plantean que no. También Canadá, Francia, Finlandia, Irlanda, Nueva Zelanda, Reino Unido, Turquía y Uruguay están implementando esta medida.
Y nos queremos sumar a esa lista.
No es casual, pues, que cada vez sean más los países que están incorporando en su legislación la cajetilla genérica como una herramienta que busca desincentivar el consumo de tabaco, sobre todo -insisto- de los más jóvenes.
Aquí no se trata solo de cuidar al otro, es decir, que quien no fuma no se vea obligado a respirar el humo del tabaco. También hay que proteger a nuestros jóvenes, a nuestros adolescentes, por cuanto los datos indican que igual están adquiriendo este hábito, y sabemos que ello finalmente causará enfermedades y cobrará vidas.
Por todo lo expuesto, quiero manifestar mi respaldo al establecimiento de la cajetilla genérica, medida que viene planteada en la proposición que ahora nos ocupa.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Orpis.

El señor ORPIS.- Señor Presidente, hoy en la mañana el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) dio a conocer los resultados del Décimo Primer Estudio Nacional de Drogas en Población General, que muestra la tendencia del uso de drogas ilícitas y lícitas (entre estas, el tabaco).
En el caso del tabaco, durante la última década se venía registrando un descenso permanente tanto en el consumo diario como en el mensual.
El estudio de 2014, que se presentó hoy, da cuenta de que esa tendencia se revirtió.
El consumo por mes llegó a 34,7 por ciento y el consumo diario a 22,7 por ciento. Se observa, además, un aumento significativo especialmente en el caso de las mujeres.
Lo que quiero connotar al entregar esos datos, señor Presidente, es que después de prácticamente una década en que venía mostrándose un descenso permanente en el consumo por mes, de 40,7 a 34,7 por ciento, esta tendencia se revirtió durante el 2014 tanto en el consumo diario como en el mensual.
La prevalencia diaria de tabaco partió en 30,6 por ciento en 2002 y alcanzó a 21,9 en 2012. Ese descenso se detiene en 2014, en que el consumo llega a 22,7 por ciento.
Desde mi punto de vista, a pesar del descenso evidenciado, aún estamos hablando de índices altos. Estos índices tienden a revertirse. Y cuando eso sucede a mi juicio hay que adoptar medidas adicionales.
Estoy de acuerdo con lo que se plantea en el inciso que ahora nos ocupa, en el sentido de establecer una cajetilla genérica, porque se halla vinculado con la propaganda. Al haber cajetillas diferenciadas, la publicidad pasa a ser algo bastante determinante a la hora de decidir sobre un tipo de cigarrillo u otro.
Por eso me inclino, fundamentalmente por las cifras entregadas esta mañana, que muestran que se ha revertido la tendencia al descenso en el consumo de tabaco, a tratar de evitar que a través de la propaganda se incentive la venta de determinadas marcas. Y para ello resulta indispensable tener un envase de carácter genérico.
Por todo lo anterior, voto a favor del inciso segundo propuesto por la Comisión de Salud.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Girardi.

El señor GIRARDI.- Señor Presidente, pienso que este proyecto abarca diversas materias.
Hemos avanzado con mucha dificultad en la regulación de una política eficaz sobre tabaco.
De hecho, no pudimos establecer totalmente en la primera legislación la prohibición de fumar en lugares públicos cerrados. Solo lo hicimos en un segundo proceso, con el entonces Ministro Mañalich. Ello, porque actuamos frente a instituciones muy poderosas en el mundo entero, no solo en Chile.
Muchas de las cuestiones que planteamos ahí se perdieron. Pero vamos a seguir insistiendo en ellas por razones de dignidad de las personas, quienes tienen derecho a la vida y a la protección de la salud. Porque no hay ninguna causa que mate a tantas personas en Chile como el tabaco.
En nuestro país 16 mil personas mueren al año por esa causa; cada día fallecen 46 chilenos debido a esa adicción.
Sé que es difícil cuantificar muertes. Tal vez no sea bueno hacerlo. Pero muchas veces nuestra sociedad se conmociona, por ejemplo, ante casos de virus hanta, por el cual fallece una cantidad muy importante de personas, pero que no supera las 50 al año; o cuando hay una epidemia de meningitis W-135, en que mueren cerca de 15 personas anuales. ¡Y resulta que en un día mueren 46 personas por consumo de tabaco!
Entonces uno se pregunta por qué en Chile el 50 por ciento de los alumnos de cuarto medio menores de 18 años fuma a pesar de que por ley está prohibido venderles cigarrillos de tabaco ¿Cuál es la poderosa razón por la que en nuestro país el 38,5 por ciento de niños entre primero y cuarto medio fuma no obstante esa prohibición?
Ayer salió publicado en el diario La Tercera -lo menciono para quienes no lo leyeron- un artículo en el cual se señala que el 66 por ciento de los menores de 18 años fuma cigarrillos mentolados. Porque el mentol es un aditivo que anestesia las vías aéreas. Y eso lo saben las tabacaleras.
Los niños de 12 años los prefieren, pues tiene un sabor parecido a los dulces. De modo que los consumen como golosinas.
Eso se ha demostrado internacionalmente.
Yo me preocupé de que viniera la representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Chile, quien intentó conversar con varios Senadores (no todos la recibieron). Y entregó la evidencia científica. Porque algunos dicen que esto no tiene evidencia científica, ni ningún fundamento.
Ella ha concurrido en dos oportunidades con toda la información científica. Lo señalo para aquellos que se interesan en votar sobre la base de evidencia científica y no por otros argumentos, que no son los estudios internacionales que hay en esta materia.
Acá tengo el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco, en el cual se reconoce claramente que el elemento más importante hoy para la promoción del tabaco son las marcas.
Las marcas son los elementos de identidad; las que proponen la visión de un contexto y un mundo.
Hoy nuestros niños fuman en función de las marcas; consumen en función de las marcas; usan ropa en función de las marcas. Porque estas son las que comunican determinado estatus de sociedad.
Uno es lo que tiene y la marca de aquello que posee.
Entonces, no se trata solo de tener un auto, sino de que el auto pertenezca a determinada marca; no es únicamente tener un jeans o una polera, sino de que el jeans y la polera sean de cierta marca. Porque hoy las marcas son las grandes catedrales de los sentidos de pertenencia de las personas.
Hay, pues, una proposición que se está desarrollando a nivel internacional: el empaquetado genérico.
Irlanda, Reino Unido, Francia ya cuentan con legislaciones aprobadas. Australia ya lo tiene implementado. Hay documentos de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud. Singapur y Nueva Zelanda están en la misma situación que nosotros.
Este será un proceso universal, señor Presidente.
Porque los niños persiguen las marcas. Y no queremos que el 50 por ciento de nuestros jóvenes fumen a pesar de que la ley prohíbe venderles cigarrillos.
Los niños corren un riesgo inmenso. Porque el tabaco no tiene dosis umbral. Es lo mismo fumar 10 cigarros que 15. Un evento no se halla relacionado con la dosis.
¿Qué estamos proponiendo? No que la cajetilla entera se destine a la advertencia, como lo hicieron los países que mencioné. Nosotros planteamos que el 70 por ciento del empaquetado sea destinado a la advertencia y el 30 por ciento restante a la marca, en ambos costados.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Por favor termine, señor Senador.

El señor GIRARDI.- Señor Presidente, sé que muchos Senadores fueron visitados por trabajadores de las tabacaleras.
Creo que eso es conmovedor. Pero al mismo tiempo me parece indignante que estas empresas mafiosas hayan amenazado a sus empleados diciéndoles que si se aprobaba este proyecto quedarían sin trabajo. ¡Como si fuera distinto hacer una cajetilla con el 70 dedicado a la advertencia que elaborar una con el 30 por ciento para esos mismos efectos...!
Considero lamentable que se acepte que las tabacaleras amedrenten a sus trabajadores con el fin de que vengan a implorarles a los Senadores que no se introduzcan modificaciones a la ley. Les dicen que quedarán cesantes con argumentos falsos, falaces.
¡Esas empresas les venden cigarrillos a los niños y son las responsables de que mueran a diario 46 personas en nuestro país!

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el señor Subsecretario de Salud Pública.

El señor COLOMA.- Estamos en votación, señor Presidente.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Sí, pero el Reglamento le permite intervenir para rectificar conceptos de algún señor Senador.

El señor BURROWS (Subsecretario de Salud Pública).- Señor Presidente, estamos felices porque somos campeones de América en fútbol. Sin embargo, también estamos tristes, porque además somos campeones de América en consumo de tabaco.

El señor PROKURICA.- ¡Y de marihuana...!

El señor BURROWS (Subsecretario de Salud Pública).- Así es: Chile es el país de las américas con la mayor prevalencia de consumo de tabaco tanto en jóvenes como en adultos, el que llega a 40,6 por ciento de la población mayor de 15 años. Esta situación genera importantes costos para nuestra sociedad. Desde el punto de vista económico, el tabaquismo produce un costo directo anual en el sistema de salud de más de un billón de pesos (1.700 millones de dólares), lo que equivale al 0,8 por ciento de todo el producto interno bruto y al 11 por ciento del monto que nuestro país gasta en salud cada año.
Pero más importante aún es el costo en términos de personas enfermas o fallecidas a causa de la exposición al humo del tabaco. Aproximadamente 16 mil individuos mueren al año a consecuencia del consumo de cigarrillos. Ello representa el 17 por ciento de las muertes a nivel nacional.
Si lográsemos disminuir en 10 puntos la prevalencia de consumo de tabaco, evitaríamos más de 2 mil muertes anuales. No podemos, pues, eludir la responsabilidad de hacernos cargo de este grave problema.
Hoy se dieron a conocer los resultados del Décimo Primer Estudio Nacional de Drogas realizado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) en 2014.
Con relación al tabaco, llama la atención que la disminución progresiva que mostraban los estudios anteriores, desde 1994 hasta 2012, se detiene o incluso se revierte en algunos grupos poblacionales. Ello, especialmente en un grupo vulnerable, el de los y las adolescentes de 12 a 18 años, quienes aumentan la prevalencia de consumo diario de 6,4 a 8,4 por ciento.
Reconocemos que en años recientes se ha hecho un importante avance en el ámbito legislativo en esta materia. Sin embargo, aún queda mucho por realizar. Avanzar en adecuar nuestra legislación al Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco es un imperativo ético-social.
Por esta razón, el Gobierno de la Presidenta Bachelet ha apoyado el proyecto de ley en discusión, especialmente aquellas medidas que la evidencia científica disponible ha demostrado que son efectivas para desincentivar el inicio en el hábito de fumar en niños, niñas y adolescentes.
Específicamente en lo relativo al uso de aditivos tales como sabores dulces, frutales, cacao y mentol, que son sabores distintivos de reconocida preferencia para niños y niñas, la prohibición de su uso va orientada a desincentivar el inicio en el hábito del consumo de productos del tabaco en la referida población. Asimismo, prohibir que en el nombre y en envases asociados a la marca de productos de tabaco se utilicen términos tales como "light", "suave", "ligero" o "bajo en" persigue como objetivo principal justamente evitar que niños, niñas y adolescentes tengan la impresión de que determinado producto de tabaco es menos nocivo que otros, o que su consumo incluso podría acarrear consecuencias positivas.
Del mismo modo, siguiendo el ejemplo de Australia, Canadá, Francia, Finlandia, Irlanda, Nueva Zelanda, Reino Unido, Turquía y Uruguay apoyamos la implementación de un empaquetado genérico, medida de salud pública que ha demostrado generar un alto impacto sanitario, concretamente en desincentivar el inicio en el consumo de tabaco.
Señor presidente, el consumo de tabaco produce adictos. Y tal como señala su etimología ad dictus, adicto es aquel que siendo libre se convierte en esclavo. La adicción al tabaco significa falta de libertad para elegir y tomar decisiones respecto de la propia salud.
El consumo de tabaco produce cáncer de pulmón, de esófago, de tráquea, de vejiga; se halla vinculado a las enfermedades al corazón y vasculares de tipo isquémicas, como infartos al miocardio. La mayoría de los adultos fumadores lo sabe, pero no tienen la capacidad para dejar de fumar. Nuestro llamado es a tomar este desafío con un sentido de país, y a que nos convirtamos, ¿por qué no?, en campeones en prevención en consumo de tabaco.
Muchas gracias.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Coloma.

El señor COLOMA.- Señor Presidente, en primer lugar, me alegro de que el Subsecretario de Salud Pública esté en la Sala para debatir sobre el consumo del tabaco y sus efectos en los niños y en la salud de las personas. Pero también me sorprende que ayer él no hubiera concurrido a la Cámara de Diputados para discutir el proyecto que busca legalizar el consumo de marihuana.
Quiero decirle que entre los jóvenes y los niños (ya se entregaron las cifras) hay más consumo de marihuana que de tabaco.
Entonces, el Subsecretario está presente cuando se debate lo relativo al tabaco, pero no al momento de discutir acerca de la marihuana.
¡Para ser coherentes, hay que serlo en su integridad y no por partes...!
En segundo término, yo creo que se está cometiendo un error muy severo en esta materia. Aquí se trata de eliminar el concepto de "marca". Y ello trae consigo dos efectos centrales.
Primero, una norma de este tipo genera desigualdad ante la ley, que reclamo en virtud del artículo 19, números 2° (porque obviamente se está actuando en forma desigual con un producto; y lo mismo ocurriría si se tratara de cualquier otro) y 25°, de la Constitución Política de la República, pues impide la capacidad de distinguir.
La ley en proyecto nos está diciendo que es malo diferenciar. Yo no entiendo por qué va a ser malo hacerlo aquí y bueno en el caso del alcohol, de las zapatillas, de la ropa, de los remedios.
¿No será que la distinción permite tomar una mejor decisión?
¿No será que si no hay marca en la práctica la preferencia se adopta por el precio del producto?
¿Y no será que la fijación del precio al final tiene que ver con la calidad?
O sea, ¿no estamos generando con la norma que nos ocupa exactamente el peor de los mundos? Porque, además, al quitar los atributos y violentar los derechos -por eso hago reserva de constitucionalidad en virtud de lo establecido en el artículo 19, números 2° y 25°, de la Carta Fundamental- se está provocando el peor de los efectos, es decir, que las decisiones se toman sobre la base de un solo argumento: los recursos, la plata.
Por cierto, eso se ha comprobado.
Señor Presidente, yo no fumo, ni he fumado nunca. Pero hace algunos años en la Comisión de Agricultura me tocó participar en la discusión de la iniciativa que establecía nuevos mecanismos contra la exposición a humo de tabaco. Y no todos los tabacos -les guste o no a Sus Señorías- son iguales. Hay un tipo, de más bajo precio, que produce mayor daño.
Entonces, aquí estamos dando un paso para ocasionar más daño.
Yo entiendo que alguien diga que se debe prohibir el consumo de cigarro legalmente. Es una opción legítima. Pero no puede cambiarse toda la legislación y romper el esquema jurídico para tratar de adecuarlo a la necesidad del minuto.
El segundo efecto que produce la eliminación de la marca es el clandestinaje.
Cuando no hay marcas, ¿qué se venderá más? No habrá capacidad de control, pues las cajetillas serán todas iguales. ¡Imagino que estarán medio escondidas, o habrá que sacarlas de debajo de la mesa...!
Eso posibilitará el clandestinaje, que es el gran problema de los cigarrillos y de los impuestos asociados a su venta. Recordemos que hablamos de un bien que paga un tributo alto. Por lo mismo, aquí se produce el mejor de los mundos para los contrabandistas. ¡Es el sueño! Porque al no existir marca podrán defender su producto más barato y no pagarán absolutamente ningún impuesto por él.
Señor Presidente, eso se ha hecho en Australia. Yo tengo el informe de la Organización Mundial de la Salud, en que se señala que no existe ninguna evidencia de que la categoría genérica haya disminuido el consumo de tabaco. ¡Ninguna! Y numerosa literatura precisa algunos de los temores que yo planteo, en particular con relación al clandestinaje. El aumento del consumo por la baja en el precio (porque se va a consumir el cigarrillo más barato) genera un problema mucho mayor que el que estamos tratando de evitar.
Sinceremos la discusión, señor Presidente.
Si nos preocupamos por los niños, veamos primero lo relativo a la marihuana. ¿Estamos de acuerdo o no? Si nos preocupamos por la licitud de un derecho, que sea en términos generales.
No hagamos lo que aquí se plantea respecto de un producto lícito que a mí no me gusta (hay muchas cosas que no me gustan pero que son lícitas). Sin embargo, tengo el deber de defenderlo a lo menos protegiendo a los afectados, que serán los consumidores, quienes al final van a recibir un producto de peor calidad y, adicionalmente, tendrán incorporado como país el concepto del contrabando.
Así que, honestamente, creo que esta es una muy mala idea. Hay en la ley en proyecto ideas mucho mejores. Esta es la peor. Contraría normas y sus efectos son exactamente al revés de lo que algunos pretenden.
Por eso, señor Presidente, voto en contra.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Les advierto a los presentes en las tribunas que intentan aplaudir que no pueden hacerlo. Nuestro Reglamento es clarísimo al respecto.
Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.

El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, Honorable Sala, yo soy uno de los Senadores que han propiciado la legislación antitabaco.
Hemos sido autores de varias mociones. Hemos estado trabajando para los efectos de que Chile pueda combatir en forma radical el tabaquismo, sobre todo a temprana edad, más aún cuando exhibimos el triste récord de ser uno de los países con más consumo de tabaco, particularmente en la edad juvenil.
Tal como señalé en mi anterior intervención sobre este proyecto, durante el debate sostenido en la Comisión concordamos en el establecimiento de penas privativas de libertad a quienes comercialicen, ofrezcan, distribuyan o entreguen a título gratuito un producto de tabaco a menores de 18 años de edad, además del comiso de los bienes materia de la infracción y clausura temporal, por hasta tres meses, del establecimiento, comercio o lugar donde se cometió el ilícito.
Norma radical.
Sin embargo, creo que para la consecución del noble objetivo de disminuir el consumo de tabaco, dados sus efectos perniciosos, debemos consignar normas absolutamente objetivas que, teniendo por finalidad alcanzar la meta perseguida, no afecten otros derechos, especialmente si se trata de garantías fundamentales.
Por dicha razón, no me convence lo que se plantea establecer en el artículo 6° de la ley N° 19.419, que contempla el envase de cigarrillos en las denominadas "cajetillas genéricas", vale decir, aquellas que deberán tener toda su estructura -o sea, 100 por ciento del envase- cubierta con la advertencia de que fumar es peligroso para la salud.
A ese respecto, cabe señalar que cinco Senadores presentamos indicaciones similares en el sentido de que dicha advertencia cubriera solo 50 por cierto del envase, tal como se contempla en países miembros de la OCDE.
El propio Gobierno había concordado con tales indicaciones. Empero, posteriormente, y sin mayor fundamento, introduce de nuevo la norma en virtud de la cual el envase debe ser cubierto en 100 por ciento.
Rechazo esa disposición, porque atenta contra la libertad de elegir determinado producto y porque no tenemos certeza -y hay análisis contradictorios- de que en los países donde se ha implementado ha provocado el efecto deseado, cual es desincentivar el consumo de tabaco.
Además, implica una discriminación arbitraria, lo que nuestra Carta Fundamental prohíbe en su artículo 19, número 2°, y, por otra parte, atenta contra la propiedad industrial de las marcas, garantía consagrada en ese mismo artículo, número 25°.
En tal virtud, solicité votación separada, atendidas las razones expuestas.
Señor Presidente, quienes hemos estado en la lucha frontal contra el consumo de tabaco pedimos dos cosas.
Primero, que exista racionalidad en las normas y que, finalmente, se acredite la existencia de un efecto positivo en términos de desincentivar el consumo de tabaco, lo que no ha ocurrido.
En cuanto a la normativa, vamos a tener diferencias solo en tres disposiciones que en nuestro concepto, a lo menos, son debatibles.
Y segundo, pido coherencia.
Algunos Senadores han promovido la legalización del autocultivo y, de cierta manera, del consumo recreativo de marihuana.
Eso va a provocar un efecto mucho más pernicioso que el consumo de tabaco, que ya es desastroso.
Por lo mismo, pido que al discutirse en segundo trámite constitucional el proyecto sobre legalización del autocultivo y consumo recreativo de marihuana los Senadores de enfrente guarden la debida coherencia.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Letelier.

El señor LETELIER.- Señor Presidente, estimados colegas, quiero reiterar algo que dije en la discusión general de este proyecto.
Fui fumador. No soy fumador. Y, entre las cosas que me habría gustado lograr en mi vida como padre, figuraba el hecho de que ninguno de mis hijos fumara: por desgracia, mis tres hijos fuman, lo que me parece dramático.
Entonces, quiero hacer mía la definición que dice que la adicción es la renuncia a la libertad para estar esclavizado.
A mi juicio, la adicción es una patología.
Me gustaría que no se pudiera fumar antes de los 18 años; no solo que no se vendiera tabaco a los menores de esa edad.
Pero no quiero ser hipócrita y dejar de reconocer que comencé a fumar antes de cumplir 18 años.
Creo -lo he sostenido aquí muchas veces- en la libertad de los mayores de edad para hacer con su vida lo que deseen, siempre que no afecten los derechos de terceros.
Por ende, si una persona mayor de edad quiere fumar, debe tener todas las garantías constitucionales necesarias para hacerlo, en la medida que no afecte los derechos de otros.
Yo soy contrario a la publicidad del tabaco, tal como soy contrario a la del alcohol. Y hemos tenido una discusión con el colega Moreira, quien ha pedido que debatamos el proyecto sobre publicidad y etiquetado de bebidas alcohólicas, materia en la que me gustaría que existiera la misma norma que se aplica en el caso del tabaco. Es una discusión que todavía no logramos homologar.
Ahora bien, respecto a ciertos temas que están sobre la mesa, entre ellos el concerniente a las cajetillas, no se encuentra en debate si estas se harán o no.
La discusión tampoco gira en torno a si las cajetillas serán de un tipo u otro, con fotos más bonitas o más horribles. Uno podrá debatir sobre el efecto de las fotos en el consumo real o si con ellas solo se procura recordarles a los fumadores lo que puede pasarles de seguir con su hábito. Sin embargo, no sé si eso altera la adicción existente. Tengo serias dudas al respecto.
Me parece bueno todo aquello que limite la publicidad y no afecte a la producción de cajetillas en sí.
Sobre este punto, desde la votación general hasta ahora, yo he tenido un proceso de reflexión en cuanto a buscar el equilibrio con respecto a aquel que vende un producto que es lícito. Porque el tabaco es lícito.
Lo otro que podríamos hacer sería declarar ilegal el tabaco y prohibirlo, que no es lo que estamos haciendo con la marihuana.
Por consiguiente, quien trate de empatar las dos cosas también se equivoca: es distinto despenalizar que legalizar; la despenalización tiene otro alcance.
Pero en el caso del tabaco, en tanto tenemos en Chile la definición de que es legal, uno debe generar el equilibrio entre las empresas que quieren impulsar un producto y el derecho de la sociedad a regular su publicidad cuando cree que la promoción no es adecuada -ello, si bien no se va a limitar la libertad de consumir-, por las externalidades asociadas. Porque es la plata de la mayoría de los ciudadanos la que se usa en las políticas de salud pública.
El encuentro de ese equilibrio, señor Presidente, para mí no ha sido fácil.
La circunstancia de que sea una empresa la que comercializa la mayor parte del tabaco en nuestro país es algo que me ha hecho bastante peso. Y, por ello, voy a votar a favor de la propuesta que nos ocupa.
Hay un artículo en que tengo una discusión que quiero plantear después. Se relaciona con los equilibrios de la libertad de las personas en los espacios públicos.
Creo que ahí se ha ido más allá de lo que es el proceso de construcción de acuerdos y equilibrios entre nosotros.
Yo esperaría -lo planteo al Ejecutivo por intermedio de la Mesa- que, si no se ha promovido la ilegalidad del tabaco -hacerlo sería un camino-, buscáramos los equilibrios más adecuados.
En el tema de la publicidad, acepto todos los argumentos relacionados con la salud pública. Pero creo que se requiere equilibrio en la libertad de las personas cuando están en espacios públicos. No nos extralimitemos. Porque creo que a ese respecto se ha llegado a un extremo innecesario.
Señor Presidente, tocante a la publicidad en las cajetillas, voto a favor de lo que se nos propone.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Corresponde el uso de la palabra a la Honorable señora Lily Pérez.
Pero antes de que intervenga, a petición de Su Señoría, saludo a los alumnos del 6° básico del Colegio Universitario Inglés de Providencia que nos acompañan hoy.
¡Muchas gracias por estar con nosotros!
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra, señora Senadora.

La señora PÉREZ (doña Lily).- Muchas gracias, Su Señoría, por el saludo a los niños y las niñas de 6° básico del Colegio Universitario Inglés que nos visitan esta tarde.
Señor Presidente, yo voy a votar en contra del inciso propuesto, pues siempre he apoyado toda restricción al consumo de tabaco.
A mí no me gusta el cigarrillo; tampoco, estar en ambientes donde se fuma y se fomenta el consumo de tabaco. Pero creo que exigir que todas las cajetillas tengan 70 por ciento de homogeneidad va absolutamente contra uno de los pilares de la libertad económica.
Homogeneizar, eliminar la propaganda, a mi entender, no cambiará nada en el consumo de cigarrillos.
Tampoco me agrada algo que, en el fondo, busca uniformar el consumo de tabaco. Aunque este no me gusta, quiero respetar la libertad de aquellos que trabajan en el mercado del cigarrillo, porque, como aquí se ha dicho hasta al cansancio, en nuestro país son del todo legales la venta, la distribución, la comercialización, la publicidad y el consumo.
Asimismo, considero sumamente importante -y, en este sentido, algo dijo en la Sala el Senador Letelier- todo lo que signifique abordar la perspectiva de la libertad individual.
Al respecto, yo también le voy a pedir coherencia al resto. Porque no solo debemos hablar de libertad económica, sino además de libertad individual.
Si una persona quiere fumar en el patio de su casa, que lo haga; eso a mí no me provoca problema. Lo que normamos en su oportunidad fue el consumo de cigarrillos en espacios cerrados, en restoranes, en cines, en medios de transporte colectivo. Pero una cosa muy distinta es entrar en la esfera de la decisión individual, ya que eso va absolutamente en contra de la libertad personal.
El mismo pensamiento tendré cuando se discuta el autocultivo de cannabis. Porque muchas veces esta es muy necesaria desde el punto de vista medicinal. Además, se trata de regular su consumo por personas mayores de edad que sobre el particular toman una decisión del todo individual.
En consecuencia, estimo que la coherencia que se reclama para una cosa debe pedirse en todas las áreas.
Por lo expuesto, voto que no.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor García.

El señor GARCÍA.- Señor Presidente, el texto que se está votando me genera bastante contradicción.
Yo no fumo; no me gusta que la gente fume, e incluso, no me parece mal que la advertencia cubra el 100 por ciento de las dos caras principales de la cajetilla.
En general, las imágenes son tan fuertes que debieran traducirse en una inhibición a la compra de cigarrillos. Desgraciadamente, no ocurre así. No sucede con nuestros jóvenes ni con nuestros niños: a pesar de que actualmente el 50 por ciento de las dos caras principales de las cajetillas llevan una advertencia, siguen adquiriéndolos.
Eso quiere decir que, probablemente, la solución no va por ahí.
Pero, si se desea hacer aquello, no me importa. Lo que no entiendo es que se pretenda eliminar las marcas. O sea, una marca de cigarrillos que tiene sus formas, sus colores, en fin, no podrá quedar impresa así en la cajetilla.
No me gusta que la gente fume. Pero imagino que quien lo hace querrá saber qué está consumiendo, qué cigarrillos está comprando, y asimismo, que sobre el particular no exista confusión.
Un derecho básico del consumidor es su conocimiento sobre lo que está comprando.

La señora PÉREZ (doña Lily).- Y su decisión libre.

El señor GARCÍA.- ¡Por supuesto!
En consecuencia, que la marca vaya impresa, con forma y colores claramente identificables, es algo necesario, e incluso, positivo.
Pienso que negarse a que la marca aparezca en la cajetilla en todas sus formas, además de atentar contra los consumidores (repito: no me gusta que haya fumadores; pero los hay; y ello se enmarca en el derecho de los adultos a la libre elección), vulnera toda nuestra legislación en materia de marcas -patentamiento, forma de inscripción-, a cuyo respecto se ha creado un registro especial.
Entonces, por un lado estamos incentivando a todas las personas que quieren realizar un emprendimiento, que pretenden patentar un producto, que tratan de identificar una marca específica para que lo hagan, pero por otro, en el caso de los cigarrillos, decimos: "Olvídense de las marcas, pues todas las cajetillas serán más o menos genéricas, iguales, del mismo color".
Eso, desde mi punto de vista, carece de sentido práctico; pero también, de todo sentido de respeto al derecho a la propiedad intelectual.
Por ello, esta norma me produce confusión. Y creo que las soluciones propuestas no son finalmente las correctas.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Larraín.

El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, en primer término, quiero hacer una reflexión sobre el sentido de las políticas públicas vinculadas con las adicciones.
Yo siento que lo que hemos estado haciendo como país durante los últimos años en el caso de las dos principales adicciones a drogas lícitas (o como se quiera llamarlas), tabaco y alcohol, ha sido sujetarlas a un proceso de restricción de la manera más clara y fuerte posible, procurando evitar que los consumos se extiendan, pues se estima que son dañinas para la salud y que, en la medida que se integren en los hábitos de la gente joven -e incluso de los adolescentes, como está ocurriendo-, el perjuicio puede ser mucho mayor.
Sin embargo, mientras nosotros discutimos las restricciones que se intenta establecer al tabaco -otra iniciativa hace lo propio con las bebidas alcohólicas-, paralelamente en la Cámara de Diputados se debate un proyecto que aumenta las posibilidades de consumo en otra adicción, la cual, según estudios conocidos en estos días, tiene graves consecuencias para la salud de las personas.
Entonces, yo quisiera saber qué camino está siguiendo nuestro país: si se busca restringir tales adicciones o aumentarlas. Porque no podemos hacer dos cosas simultáneamente: incrementar el consumo tratándose de una adicción que, por los antecedentes conocidos, genera consecuencias no iguales sino peores que las que se observan hoy, y limitarlo en el caso de otra. Simplemente, hay que aplicar un mismo criterio para ambas.
Deseo enfatizar al respecto. Porque las personas bipolares necesitan tratamiento; pero ¡los países bipolares no tienen mucha solución...!
Ahora voy a la materia que nos ocupa, señor Presidente.
No siendo fumador, respeto el derecho de las personas que consumen tabaco. Ello, mientras lo consideremos una droga lícita. Porque si los antecedentes nos permitieran acreditar que no es una droga lícita, no tendríamos por qué permitir ni su consumo, ni su venta, ni su comercialización, o por lo menos esta última; a su respecto, podríamos tener un régimen como el que existe hoy para la marihuana.
Si creemos que el tabaco es un droga lícita, debemos permitir que los consumidores compren lo que estimen adecuado para sus intereses.
Me da la sensación de que con la cajetilla genérica se va a pasar gato por liebre: no se sabrá qué se está adquiriendo para consumir. Juzgo que, además, se contribuirá al contrabando, porque la posibilidad de mimetizar el producto será muchísimo más fácil con ese empaquetado. Por lo tanto, se pueden hallar escondidos dentro cigarrillos de menor calidad. Obviamente, dicha actividad permite precisamente eso: pasar gato por liebre.
Pienso que es absurdo llegar a este nivel de restricción. Se puede aumentar el porcentaje de señales que eduquen sobre los efectos nocivos del cigarrillo. Se pueden tal vez difundir, aparte fotografías muy brutales, algunas enseñanzas -a lo mejor, resultados, estadísticas, antecedentes- para que a la gente le sea posible medirse e interiorizarse de las consecuencias de lo que está haciendo. Pero si se va a permitir el consumo, es preciso dejar que la persona sepa elegir.
Si no se puede elegir, creo que estamos cometiendo un error, porque no todos los cigarrillos son iguales ni tienen el mismo sabor. No soy fumador, pero el producto es variado y se encuentra del tipo A, B, C, D o E. Si existe un comercio en la materia, reitero que es preciso dejar que los consumidores elijan.
Me parece que las cajetillas genéricas van en contra de ello, aparte, como digo, del efecto del contrabando y de que se podrá pasar gato por liebre.
He dicho.
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El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Espina.

El señor ESPINA.- Señor Presidente, le solicito a la Mesa recabar la autorización de la Sala para abrir un plazo breve de indicaciones, hasta hoy día a las 20, con relación al proyecto que Establece el Sistema Nacional de Emergencia y Protección Civil y crea la Agencia Nacional de Protección Civil (boletín N° 7.550-06).
Tenemos convenidas las indicaciones y, por lo tanto, no queremos provocar un retraso. El texto se encuentra acordado, sin perjuicio de modificaciones que se le puedan hacer posteriormente.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Si no hay objeciones, se accederá.
Acordado.
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El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Puede intervenir el Honorable señor García-Huidobro.

El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- Señor Presidente, el Senador que habla apoyó el proyecto anterior sobre el tabaco, porque sin duda teníamos que dar señales en el sentido de que a las personas que no fuman, fundamentalmente, les asiste el derecho a no estar recibiendo el humo de quienes fuman. Y eso es parte del respeto que nos debemos todos.
Por lo tanto, valoro lo que hizo el Congreso Nacional -y, en especial, esta Corporación- en cuanto a proteger al fumador pasivo, quien se puede enfermar de la misma forma que un fumador activo. Ello dice relación, sobre todo, con niños, embarazadas y ancianos o adultos mayores, muchos de ellos enfermos crónicos. Fue una demostración de respeto y de valoración del derecho a la vida de los más débiles.
En este sentido, respaldé dicha iniciativa por juzgar bastante importante una advertencia como corresponde, pero también el legítimo ejercicio de la libertad personal para decidir.
Sus Señorías pueden leer en la sección de crónica del diario La Segunda de hoy la variación, de 2012 a 2014, en la prevalencia de varios productos adictivos: el consumo de marihuana aumentó de 7,1 por ciento a 11,3; el de cocaína, de 0,9 por ciento a 1,4; el de pasta base, de 0,4 por ciento a 0,5; el de alcohol, de 40,8 por ciento a 48,9, y el de tabaco prácticamente se mantuvo.
Estas son cifras entregadas por el señor Mariano Montenegro, Director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas (SENDA), justamente quien me habría gustado que estuviera presente para poder conversar sobre el asunto, porque considero que está siendo muy explícito respecto de la situación en que se encuentran actualmente nuestros jóvenes.
Por otro lado, quisiera advertir que si se va a obligar a que el cien por ciento de las dos caras principales de una cajetilla no lleve la marca -es decir, no informe al respecto-, solo va a quedar un espacio muy pequeño. No sé cómo el consumidor podrá elegir.
Cabe recordar que "hecha la ley, hecha la trampa". Les aseguro a mis Honorables colegas que cambiará la estructura del envase, el que será casi cuadrado. Entonces, prácticamente el 51 por ciento corresponderá a las caras principales y el 49 por ciento a las caras secundarias. Esa va a ser, entonces, la manera de informar la marca.
Deseo consignar que voy a apoyar una parte del proyecto, en cuanto a las playas, a la consideración por los niños y las mujeres, por ejemplo. Dondequiera que haya una aglomeración tenemos que respetar a los no fumadores.
Mas estimo que la norma no aportará absolutamente nada y favorecerá el contrabando, como bien dijo el Senador señor Coloma. ¿Cuánto va a costar una cajetilla contrabandeada de marca?
Y cualquier persona tendrá la libertad de poner algo distinto en la superficie. Se venderá justamente el tipo de paquetes que mimetizan el anuncio de la cajetilla.
Comprendo la buena intención de la medida, pero esta última a la larga atenta contra la elección del consumidor.
Lamento que en nuestras escuelas todavía exista poca educación respecto del daño.
El Ejecutivo debiera empezar, además, una campaña acerca de lo que significa comunicacionalmente el mal uso del tabaco.
El inciso siguiente expresa que "Las disposiciones de este artículo serán igualmente aplicables a los productos de tabaco importados". En el caso del fumador de pipa, la advertencia que cubra el ciento por ciento de las dos caras principales del envase le impedirán hasta conocer la marca...
En consecuencia, quiero llamar a tener en cuenta lo que significa enfrentar la situación.
La verdad es que prácticamente se ha registrado un fracaso. Por mucho que se exhiban calaveras o la imagen de enfermos, el efecto no ha sido positivo. El consumo ha aumentado en los jóvenes.
A mi juicio, las medidas que se contemplan no van a resolver el problema, que nos preocupa a todos.
En virtud de las consideraciones anteriores, voy a votar en contra.

El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?


El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Terminada la votación.
--Por 18 votos contra 12 y 4 abstenciones, se aprueba, con relación al artículo 6°, el inciso segundo propuesto por la Comisión de Salud.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Goic y Muñoz y los señores De Urresti, Girardi, Guillier, Harboe, Horvath, Letelier, Matta, Montes, Orpis, Ossandón, Quintana, Quinteros, Rossi, Tuma e Ignacio Walker.
Votaron por la negativa las señoras Lily Pérez, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Chahuán, Coloma, Espina, García, García-Huidobro, Hernán Larraín, Pérez Varela y Prokurica.
Se abstuvieron los señores Lagos, Moreira, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- El Honorable señor Pizarro deja constancia de su intención de abstenerse.


El señor LABBÉ (Secretario General).- En cuanto al mismo artículo 6°, el Senador señor Orpis ha pedido votar separadamente el inciso tercero que recomienda la Comisión de Salud, pero, además, la Honorable señora Goic ha solicitado hacer otro tanto respecto de las palabras "la colocación de la marca".
De consiguiente, corresponde pronunciarse en primer término sobre el inciso propiamente tal, sin dichos vocablos, por cuanto estos carecerían de razón de ser si fuera rechazado.
En el caso de una aprobación, será preciso votarlos.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Orpis.

El señor ORPIS.- Señor Presidente, para el Senador que habla, lo relevante...

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- ¿Su Señoría desea fundar el voto?

El señor ORPIS.- Voy a dar una explicación, porque estoy en la línea...

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Lo que pasa, si se va a entrar al fondo, es que estaba inscrita primero la Honorable señora Goic.

El señor ORPIS.- No tengo problema en que intervenga antes.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- La señora Senadora puede hacerlo, entonces.

La señora GOIC.- Señor Presidente, algo expresé sobre la materia al usar de la palabra respecto del inciso anterior.
El texto responde a la preocupación de que la no aparición de la marca en el cigarrillo podría prestarse para el contrabando. Dejaríamos una puerta abierta, lo que no es el objetivo del proyecto. A mí me parece razonable la inquietud expuesta por distintos colegas en el sentido de que ella se pueda identificar. Así ocurre hoy día.
Lo que se busca es no tener un producto con un diseño en toda su superficie que pueda hacerlo más atractivo. Es algo que pasa. A veces se recurre a colores encendidos, a monitos o a texturas distintas.
No sé si existirá unanimidad en la Sala para lo que sugeriré.
Al eliminarse los vocablos "la colocación de la marca", la segunda parte del inciso expresaría: "No se permite el uso de otros colores u otras características de diseño directamente en los productos de tabaco".
Experimentamos el temor, entonces, de que no se cumpla el objetivo perseguido y de si la frase igualmente permitiría la interpretación de que es posible incluir la marca.
Resulta deseable una redacción mejor, que apunte a la misma finalidad, de modo que el texto puede ser el siguiente:
"Cada cigarrillo unitario deberá ser envuelto únicamente en papel blanco liso con un filtro que imite el color corcho". Y en vez de empezar la frase siguiente con el adverbio "No", se diría: "Se permite la colocación de la marca, no así el uso de otros colores u otras características de diseño directamente en los productos de tabaco.".
Me parece que ello salvaguarda de mejor manera el objetivo de que se pueda distinguir la marca.
Entiendo que para dejar la disposición en esos términos se requiere la unanimidad de la Sala.
Formulo el planteamiento como una forma de considerar la preocupación manifestada por varios colegas.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Me parece que varios señores Senadores manifiestan su apoyo a la proposición, pero se requiere unanimidad.
¿La hay para pronunciarse sobre el inciso en esos términos?

El señor ORPIS.- Para discutirlo.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- No, para votarlo con la redacción dada a conocer por la Honorable señora Goic.
¿Habría acuerdo?
Acordado.

El señor ROSSI.- Señor Presidente, entendí que el inciso se iba a aprobar unánimemente con la modificación.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- ¿Habría acuerdo para fundamentar el voto y acogerlo en esa forma?

El señor ROSSI.- No tengo nada que decir al respecto, entonces.

El señor MOREIRA.- Que se vote.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- En votación el inciso en los términos planteados por la señora Senadora.
Le pido a Su Señoría hacer llegar la redacción a la Mesa.
Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor LABBÉ (Secretario General).- El texto expresaría lo siguiente:
"Cada cigarrillo unitario deberá ser envuelto únicamente en papel blanco liso con un filtro que imite el color corcho. Se permite la colocación de la marca, pero no el uso de otros colores u otras características de diseño directamente en los productos de tabaco.".
--(Durante la votación).

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Puede intervenir el Senador señor Orpis.

El señor ORPIS.- No lo haré, señor Presidente. Ya está despejado el asunto.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Estoy convencido de que es una buena sugerencia, señor Presidente.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Puede intervenir el Senador señor García.

El señor GARCÍA.- Señor Presidente, comparto la opinión que se acaba de manifestar, pero era preciso votar.

El señor CHAHUÁN.- Lo estamos haciendo.

El señor GARCÍA.- Así es. Pero entendí que el Honorable señor Rossi daba la unanimidad siempre que se registrara una aprobación por consenso.
Me parece positivo dar la unanimidad para que se vote,...

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- De eso se trata.

El señor GARCÍA.- ... porque estimo conveniente lo que se plantea, pero no necesariamente todos tenemos que acogerlo.

El señor ROSSI.- Ojalá fuera así.

El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?


El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba la proposición respecto del inciso tercero del artículo 6° (25 votos a favor y 3 abstenciones).
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Goic, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Chahuán, Coloma, De Urresti, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Horvath, Hernán Larraín, Letelier, Montes, Moreira, Orpis, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quintana, Rossi, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.
Se abstuvieron la señora Lily Pérez y los señores Espina y García.

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El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor LABBÉ (Secretario General).- En este momento ha llegado a la Mesa el siguiente documento:
Moción
De los Honorables señores Girardi, Matta y Ossandón, con la que dan inicio a un proyecto de ley para regular la circulación de vehículos motorizados por causa de congestión vehicular o contaminación atmosférica (boletín N° 10.184-15).
--Pasa a la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones.
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El señor LABBÉ (Secretario General).- Corresponde efectuar una sola votación acerca de los tres incisos siguientes propuestos por la Comisión de Salud en la letra B), por cuanto no se ha pedido que sean objeto de un pronunciamiento separado.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Puede intervenir el Honorable señor García-Huidobro.

El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- Señor Presidente, pido que se vote en forma separada el último de ellos.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Es preciso pronunciarse antes, en consecuencia, respecto de los dos primeros.
Tiene la palabra el Honorable señor Orpis.

El señor ORPIS.- Señor Presidente, solicito que cada uno se vote por separado.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Está en su derecho, Su Señoría.

El señor LABBÉ (Secretario General).- El inciso cuarto propuesto por la Comisión de Salud en la letra B), con relación al artículo 6°, expresa lo siguiente:
"Además, los envases llevarán una advertencia que cubra el 100% de las dos caras principales. Se prohíbe cualquier acción o elemento destinado a ocultar total o parcialmente la advertencia.".

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- ¿Habría acuerdo para abrir la votación?
Acordado.
En votación.
--(Durante la votación).

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Girardi.

El señor GIRARDI.- Señor Presidente, la norma dice relación con que, en la práctica, existen cajetillas de cigarrillos que contienen un adhesivo de igual dimensión que la advertencia. Las compañías lo utilizan de manera muy inteligente, porque no son ellas las que lo aplican, sino el fumador que no quiere verla.
Esa es una forma muy burda en que las empresas bloquean la advertencia. La calcomanía no se ve por fuera: es preciso abrir el envase para acceder a ella. Muchos fumadores, y particularmente los jóvenes, la adosan para tapar el aviso.
Ello se encuentra totalmente fuera de lugar. Pero demuestra la voracidad, la voluntad, la intención de las empresas tabacaleras, que, si bien dicen que han aceptado las regulaciones, buscan esta suerte de trampas, de triquiñuelas para que, finalmente, exista advertencia pero sin advertencia, porque se la cubre.
El adicto, evidentemente, siempre tiene una relación de conflicto con el hecho de fumar, un remordimiento de conciencia. Toda persona adicta quiere dejar de fumar, incluso los niños. Pero, en esa situación angustiosa que le genera la abstinencia, finalmente bloquea también la advertencia para facilitar el elemento de adicción.
Señor Presidente, no tiene sentido permitir que las empresas hagan estas trampas, por la vía de adosar un elemento que pueda tapar la advertencia.
Por eso se señala en el inciso en comento: "Se prohíbe cualquier acción o elemento destinado a ocultar total o parcialmente la advertencia.". Porque hemos visto en la práctica que algunas empresas -no son todas, para ser justo-, violando toda norma y el sentido más profundo de lo que se quiso hacer cuando se estableció la advertencia, la han intentado impedir precisamente a través de ese tipo de acciones.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Van Rysselberghe.

La señora VAN RYSSELBERGHE.- Señor Presidente, me siguen llamando la atención las contradicciones que se dan en este Parlamento. La verdad es que me cuesta entender que se legisle para prohibir lo que está prohibido.
Se supone que en nuestro país no se puede vender tabaco a los niños. Por lo tanto, lo que debiéramos hacer es endurecer las sanciones a aquellos que les venden, infringiendo la ley. Pero generar toda una legislación para evitar la venta de tabaco a los menores me parece que parte de una premisa absolutamente errada.
Y lo mismo ocurre cuando se asume que, como persona adulta, no soy consciente del ejercicio de mi libertad.
Porque las cajetillas van a ser casi idénticas unas a otras -de hecho, tendrán la misma tipografía, los mismos colores, etcétera-, ¡y, además, ahora se propone esconder la marca...! ¡Por Dios, dejemos que los fumadores decidan!
Yo no fumo, mis hijos y mi marido tampoco, y espero que ese hábito sea cada vez menos frecuente. Pero, si fumar es una actividad lícita en Chile, no veo por qué tenemos que transformarla casi en algo proscrito.
Por consiguiente, pienso que poner la marca solamente en los bordes laterales de las cajetillas, que por lo demás van a ser genéricas, francamente es una exageración.
En seguida, se prohíbe toda "acción o elemento destinado a ocultar total o parcialmente la advertencia". Bueno, ¿prohibiremos que se vendan cigarreras, por ejemplo? Conozco mucha gente que fuma y que pone sus cigarrillos, sus cajetillas dentro de cigarreras. ¿También lo vamos a prohibir? Insisto: me parece una exageración.
Lo lógico es que la ley obligue a generar las advertencias necesarias.
Lo lógico es que la ley impida que mi accionar dañe a terceros.
Pero no me parece razonable que se empiecen a restringir, cada vez más, los espacios de libertad de las personas.
Voy a votar en contra de esta norma, ya que -reitero- la considero una exageración.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Espina.

El señor ESPINA.- Señor Presidente, entiendo que estamos votando el inciso que comienza con la frase "Además, los envases llevarán una advertencia".

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Así es.

El señor ESPINA.- Perfecto.
Pues bien, yo quiero contar por qué soy partidario de esta norma.
Por lo siguiente: si hay algo en que existe unanimidad es en que el cigarrillo no hace mal, ¡hace muy mal!
Yo soy una persona que fuma, pero cada vez menos, entre otras cosas porque han disminuido los lugares donde hacerlo. Además, practico mucho deporte.
Y, efectivamente, cuando los lugares donde se permite fumar se restringen, las personas van teniendo menos espacios para encender un cigarrillo.
Yo recuerdo que cuando entramos al Senado o a la Cámara de Diputados se fumaba en el Hemiciclo; luego se permitía en los pasillos; después, en las Comisiones. Y se fue restringiendo, restringiendo. Hoy día, los que fuman tienen que salir al patio o fuera del Congreso.
A mi juicio, todo eso ayuda a que las personas fumen menos. Y eso es bueno.
Tendremos que ser coherentes, entre paréntesis, cuando se voten iniciativas sobre la marihuana y otras drogas o sustancias que todo indica que hacen mal. Pero a lo menos hay una cosa respecto al cigarrillo: no conozco a nadie que diga que lo consume por tratamiento médico. Y los exámenes y todos los estudios -yo estuve en la Comisión de Salud años atrás- indican que es dañino.
Por lo tanto, creo que contar con la advertencia en toda la cara de la cajetilla, por ambos lados, ayuda.
El Senador Girardi tiene razón: yo no entiendo cómo la industria tabacalera no se da cuenta de que si sigue poniéndole papelitos y cosas a la cajetilla, lo que hará será ir restringiendo más el consumo, ya que la gente se da cuenta. Porque, es efectivo: está la cajetilla de cigarrillos y le ponen un sticker para cubrir el aviso.
Nosotros tenemos que crear conciencia de que el cigarrillo hace mal. Todo lo que signifique advertirle a la persona del daño que se está haciendo es positivo.
En consecuencia, esta es una norma bien orientada y que ayudará a que las personas vayan fumando menos.
Por esa razón, señor Presidente, voto a favor.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Coloma.

El señor COLOMA.- Señor Presidente, el inciso contiene dos ideas.
Una es la que ha preocupado a algunos parlamentarios: la prohibición de "cualquier acción o elemento destinado a ocultar total o parcialmente la advertencia", cuestión que me parece razonable.
Pero la otra idea, que es muy poco razonable, es que "los envases llevarán una advertencia que cubra el 100% de las dos caras principales". Este es el punto más importante del inciso, no el que plantea el Senador Girardi. Porque hoy día la norma es de 50 por ciento y aquí se sube al 100 por ciento.
¿Cuáles son los efectos prácticos?
Primero, se violenta -reitero la reserva de constitucionalidad- el artículo 19, números 2° y 25° (es decir, la igualdad ante la ley y el derecho de propiedad intelectual sobre las marcas, respectivamente).
Pero, fíjense en lo ridículo que va a ser esto. Habrá dos opciones: o existirá un nuevo mercado en que se venderán las cajetillas de canto (porque técnicamente esa es la única forma en que se podrá hacer), o en blanco.
Entonces, yo pregunto a la inteligencia de este Senado, sin ningún tipo de otra consideración: si está todo en blanco, usted cuál elige, ¿la blanca cara o la blanca barata? ¡No sé! Ustedes digan. ¿Y si queda comprobado que la blanca barata tiene un tabaco de peor calidad?

El señor GIRARDI.- ¡Eso es mentira! ¡No existe!

El señor COLOMA.- Usted, señor Senador, es bueno para decir mentiras a todo el mundo; acuérdese de que no es el dueño de la verdad, afortunadamente. Si no, este país estaría harto más complicado.
Cuando dice eso, Senador Girardi, está cometiendo un error. ¡Un error!
¿Y cuál es el premio? El sueño, una vez más, de los contrabandistas. Y, ahora ya sí que se abre un flanco. Además, podrán vender cigarrillos en blanco y no habrá posibilidad alguna de diferenciar.
Porque ¿cuál es la forma de distinguir hoy día? Obviamente, por el idioma, por los avisos, por cómo está escrita la cajetilla o de dónde proviene. Ahora, no se podrá saber eso, porque estará todo en blanco.
Entonces, señor Presidente, pido racionalidad. No es que uno vaya a disminuir o no el uso de tabaco. Entiendo a los que defienden esta medida, pero ¿alguien cree que ella generará un efecto de esa naturaleza? No va a ser así. Solamente habrá advertencia y todas las cajetillas serán iguales. Habrá un igualitarismo. Y eso me parece que no tiene ningún sentido.
Alguien me podría hacer presente lo relativo a la advertencia. Puede ser en blanco o tener una cara, cualquiera, ¡pero son todas iguales! Entonces, al final, ¿cómo se opta? ¿Cuál es el sentido de lo que hemos planteado respecto de la diferenciación? ¿Por qué esta última va a ser mala? No entiendo por qué hay un ánimo de no diferenciar.
Distinto es prohibir "cualquier acción o elemento destinado a ocultar". Comparto esta última propuesta. Pero no la otra parte, la obsesión por evitar las diferenciaciones. A mi juicio, con ello se premia el clandestinaje, el menor precio, la peor calidad, la falta de control respecto de lo que es posible utilizar.
Un Senador que me antecedió en el uso de la palabra señaló algo que siempre he manifestado que es razonable. Alguien puede postular que se debe prohibir el tabaco. Pero eso es bien raro, porque se está despenalizando la marihuana y aparentemente se intenta prohibir el cigarrillo. Son cosas extrañas que ocurren solo en nuestro Congreso. No hay ningún parlamento en el mundo que plantee de manera simultánea dos cosas que parecen tan contradictorias. Pero si alguien quisiera hacerlo, es un debate que me parece legítimo. Lo que no considero legítimo es decir que hay plena libertad en esta materia para luego generar todo tipo de vulneraciones de derechos que en la práctica hagan imposible ejercer esa libertad.
Aquí está el énfasis de lo equivocado. No, como alguien planteó -imagino que con buenas intenciones-, en el ocultamiento o no de la advertencia. Ese no es el tema que estamos discutiendo; esa es la segunda parte. Estamos debatiendo la primera parte, si tiene que haber una uniformidad total o no...

El señor GIRARDI.- Eso ya se votó.
El señor COLOMA.- A mi juicio, eso es lo que violenta todas las normas acerca de las cuales he hecho reserva de constitucionalidad, ya que por esa vía se genera al final un engendro a partir de una iniciativa que debería ser clara en aspectos que no están presentes, como la educación, la formación, que al parecer no importan nada.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.

El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, estamos pronunciándonos acerca de una norma que tiene dos temas completamente distintos.
La primera parte dice relación con el etiquetado genérico, al disponer que los envases tendrán que llevar "una advertencia que cubra el 100% de las dos caras principales". Eso es el etiquetado genérico. Por tanto, estamos repitiendo la norma.
Yo estoy absolutamente de acuerdo con la segunda parte, que señala: "Se prohíbe cualquier acción o elemento destinado a ocultar total o parcialmente la advertencia". Se trata de una materia que además nosotros hemos denunciado públicamente, porque algunas compañías incluso en la propia fabricación incorporan un etiquetado para evitar que la advertencia se vea.
Por tanto, hago presente a la Mesa, para los efectos de aclarar la votación, que la primera parte ya está aprobada al establecerse el etiquetado genérico...

El señor COLOMA.- No es lo mismo.
El señor CHAHUÁN.-... De modo que debiéramos pronunciarnos acerca de la segunda parte del inciso, para votarlo favorablemente.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Señor Senador, no es posible dividir el inciso, pues eso se tendría que haber pedido antes de que se iniciara la votación.
Tiene la palabra el Senador señor Rossi.

El señor ROSSI.- Señor Presidente, en forma reiterada se sostiene que no existe evidencia; que la restricción en la publicidad, el tamaño de la advertencia, la prohibición de la diferenciación de acuerdo a las marcas y tener una tipografía estándar son cosas que no darían resultado, que no tendrían efecto sobre el consumo.
Solo pido que no argumentemos por lo que nos contaron. La situación no es así. Yo respeto las opiniones de los demás. Si alguien quiere votar en contra del proyecto, que lo haga. Pero no argumentemos con falacias. Porque las medidas que se están planteando han demostrado ser eficaces en cuanto al consumo. La restricción de la publicidad ha probado ser muy eficaz. Tanto es así que nosotros estamos planteando la prohibición absoluta en los puntos de venta porque estos se están utilizando para hacer publicidad, y la exposición semanal, diaria, particularmente a niños, que son más vulnerables, hace que aumente el consumo.
Adelantándome a una norma que veremos después, alguien puede señalar con el mismo razonamiento: "¿Qué importa que un niño esté con un dulce o un chocolate con forma de cigarrillo? Da lo mismo. Es una choreza". Pero resulta que los estudios demuestran que un niño que tuvo en sus manos y consumió un dulce o un chocolate con forma de cigarrillo tiene 98 por ciento más de posibilidades de iniciarse en el consumo en la vida adulta.
Entonces, cortémosla con esta historia de que no hay argumentos. ¡Hay argumentos! Uno puede no compartirlos o decir "No me importan estos argumentos", pero eso no autoriza para desvirtuar evidencia reconocida en el mundo entero.
No había querido mencionar el tema, pero lo haré, pues ya han sido muchas las intervenciones que piden coherencia. Lo hicieron el Senador Chahuán, el Senador Coloma, el Senador Espina.
A raíz de lo que ocurrió ayer en la Cámara de Diputados, se dice que aquí estamos liberalizando el consumo de cannabis y restringiendo y prohibiendo el tabaco.
Veamos cuál es el estatus legal de las dos sustancias.
Ambas son drogas, producen alteraciones fisiológicas en el organismo. Ninguna droga es inocua, ni la aspirina ni el paracetamol lo son. El tema de fondo es que la cannabis es una droga ilícita hoy día, se permite el consumo individual solo en el domicilio, de manera no concertada, y el tabaco es una droga lícita y uno puede fumar en la vía pública y en todos los lugares, salvo en aquellos en donde está expresamente prohibido.
Entonces, ¡cómo alguien puede manifestar que aquí se está tratando de liberalizar el consumo de la cannabis y de prohibir totalmente el tabaco! Yo no quiero prohibir totalmente ni el tabaco ni la cannabis, sino que ambos sean legales. ¿Qué significa eso? Regular, establecer restricciones, porque legalizar no es laissez faire. Es regular, incorporar ciertas disposiciones, para respetar los derechos de terceros, de los demás.
Yo no estoy planteando que hagamos una apología de la cannabis, que los niños la consuman en las escuelas. No estamos proponiendo que se haga publicidad de ella o que se fume delante de un menor en un lugar cerrado, como tampoco esperamos que ello ocurra con el tabaco.
Por lo tanto, cortémosla con esta historia de que aquí hay una incoherencia. Por el contrario, incluso yo digo: que tengan el mismo estatus. ¿Por qué? Porque debiésemos evaluar cuáles son los riesgos y daños que provoca cada droga, para legislar de acuerdo a la evidencia científica y no a los prejuicios. La actual legislación relativa a la cannabis se funda en prejuicios, en mitos, muchas veces en ignorancia o en una manera de ver la vida que no es compartida por toda la sociedad. Respecto al tabaco, lo mismo. Insisto en que no tengo ningún problema en que una persona consuma tabaco al aire libre, en un lugar donde no haya menores. Y lo mismo debiese suceder en cuanto a la cannabis.
Fíjense que el proyecto en tramitación no permite la comercialización libre de la cannabis, a diferencia de lo que ocurre con el tabaco. Alguien puede plantear hoy día: "Estamos equiparando la legislación; entonces tendríamos que liberalizar la comercialización de la cannabis para que se venda como el tabaco". Porque uno puede ir a comprar cigarrillos a cualquier quiosco. ¿Acaso con el proyecto que se aprobó se puede comprar cannabis en un quiosco? Debes tener seis plantas en tu casa, dedicarte a la agricultura. Pero no puedes ejercer libremente tu derecho a consumir.
Cuando hablamos de consumo de tabaco, de alcohol o de cannabis no nos referimos a un tema de niños. Ninguna droga es buena para ellos. Pero a los adultos les asiste el derecho a tomar sus decisiones, a decidir si van a fumar tabaco, con ciertas restricciones, en el marco que exige la ley, que hoy día estamos modificando. Lo mismo sostengo acerca de la cannabis.
Entonces, no existe ninguna incoherencia en los planteamientos de quienes defendemos y hemos promovido esta legislación y también la otra.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Lily Pérez.

La señora PÉREZ (doña Lily).- Señor Presidente, voy a votar a favor, porque es claro que la inducción a que las personas no consuman está probada.
Esta norma "prohíbe cualquier acción o elemento destinado a ocultar total o parcialmente la advertencia" contra el consumo. Entonces, obviamente, me pronunciaré a favor.
Ya tenemos advertencia respecto al consumo del tabaco. Ya lo legislamos en el pasado. Yo me manifesté en contra de que ocupara toda la cajetilla, porque al final no permite la diversidad y constituye un atentado a las libertades individual y económica. Sin embargo, creo que la advertencia debe quedar totalmente visible y no ha de existir ningún tipo de trampa para que ella no se vea.
Voto a favor.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Orpis.

El señor ORPIS.- Señor Presidente, creo que sí existe una contradicción en este debate sobre la cannabis y el tabaco.
Al respecto, son impactantes los resultados entregados el día de hoy por el SENDA, que es un organismo oficial: en la población de entre 12 y 18 años el consumo de marihuana es de 13,5 por ciento versus el 8,4 del tabaco. Es decir, es mayor el de cannabis. Por otro lado, en población adulta -ni siquiera hablamos de menores- el consumo de marihuana es de 24 por ciento, mientras que el de tabaco llega a 18,9.
Si estamos restringiendo drásticamente la publicidad al tabaco y al alcohol, ¡qué sentido tendría agregar otro mal a la sociedad!
Discutiremos a fondo el tema cuando corresponda debatir el proyecto respectivo, aunque claramente en materia parlamentaria hay una contradicción.
Quiero ir directamente a la norma en cuestión.
Rechazar este inciso -me pronuncié a favor de que haya una cajetilla genérica- provocará en la práctica -lo señaló el Senador Coloma- que se perderá el efecto de la advertencia, por lo siguiente:
Obviamente, las cajetillas se venderán de costado porque ahí estará la marca, y en consecuencia, la advertencia, que es lo principal, se perderá. Y un elemento fundamental para el consumo es la venta.
El problema está bien resuelto, a mi parecer, en el inciso primero de la letra B) del numeral 7) del proyecto, que ya votamos, pues en él se establece que en caso alguno la marca podrá sobrepasar el 30 por ciento del empaquetado. Por lo tanto, en el 70 por ciento restante irá la advertencia.
Me parece más real -reitero- que el 70 por ciento se destine a la advertencia y el 30 por ciento a la marca genérica.
Lo que sucederá al ocupar la advertencia el 100 por ciento de las dos caras principales es que, en la práctica, como la gente compra marcas, se venderán las cajetillas de costado.
De manera que, a mi juicio, el inciso primero resuelve bien el asunto al reservar el 70 por ciento para la advertencia y el 30 por ciento para la marca genérica.
Por esa razón, señor Presidente, votaré en contra de este inciso, pues considero que resuelve mal el problema de la advertencia, que podría terminar perdiéndose. Y recordemos que ella es el objetivo de la prevención.
Reitero que se resuelve mejor la cuestión mediante el inciso primero.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Subsecretario de Salud Pública.

El señor BURROWS (Subsecretario de Salud Pública).- Muchas gracias, señor Presidente.
Para clarificar, me referiré a esta diferencia de 70 y 30 por ciento.
Lo que señala el inciso segundo de la letra B) del numeral 7) del proyecto es que la cajetilla completa -como esta que tengo en la mano- debe tener un empaquetado genérico, y se guarda el 30 por ciento para la marca.
Lo que se hace en el inciso cuarto es que, al ocupar la advertencia el 100 por ciento de las caras principales, la marca quedará en uno de los costados. Pero la diferencia -por eso quiero clarificar lo que dijo el Senador Orpis- radica en que, al ser genérica la cajetilla, las letras y el nombre de la variable solo pueden tener diferencias en el texto. O sea, dirá: marca "tanto", variante "tanto", pero dentro de un mismo formato.
En consecuencia, el efecto de "publicidad" -por así decirlo-, que pudiera darse en esta cara, no se producirá.
Eso sí, quiero enfatizar una cosa: tal como expresó el Senador Rossi, está demostrado que el tamaño de la advertencia es directamente proporcional al efecto. Es decir, mientras más grande sea el porcentaje que ocupe, el efecto de recordación será mucho mayor.
Gracias, señor Presidente.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable señora Goic.

La señora GOIC.- Señor Presidente, a raíz de la intervención del Senador Orpis, deseo manifestar que en el numeral 5 del proyecto, que ya aprobamos, se establece que la venta de productos de tabaco "no podrá efectuarse mediante su disposición en estanterías o en cualquier otro lugar de acceso directo al público".
Esa norma es muy importante porque, cuando vamos a un negocio de barrio, ¿qué nos pasa? Al momento de pagar uno se encuentra con una estantería que casi se le cae encima y en la que están las cajetillas de cigarrillos. Es más: en donde a uno habitualmente le pasan el vuelto es en una especie de platito de plástico con publicidad de determinada marca de tabaco.
Esa es una de las prohibiciones que se establecen. Y estuvimos de acuerdo con esa norma porque entendimos que es lo primero que ve un chico cuando va a comprar un Super 8, una golosina o pan a un local o a un supermercado.
Entonces, en virtud de esa norma la cajetilla no se verá. Así es que el punto no está en si la cara lateral o el frente estarán a la vista, pues las cajetillas deberán ubicarse en lugares donde no se vean. Tampoco las máquinas expendedoras seguirán utilizándose.
Por tanto, hay que entender bien que se pretende que ojalá en el máximo de la cara -el 100 por ciento, como el Subsecretario clarificó, porque esta medida también tiene un impacto en el efecto que se busca: rechazar o evitar el consumo de tabaco- esté la advertencia y que se halle a la vista, como señalaron varios Senadores y Senadoras que han votado a favor de que tampoco se pueda tapar.
Lo manifesté en una intervención anterior: muchas veces se utiliza una cajita u otra fórmula para eludir lo que esta norma prescribe: que la advertencia esté a la vista.

El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?


El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba el inciso cuarto de la letra B) del numeral 7) del proyecto (21 votos a favor, 9 en contra y 2 abstenciones).
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Goic, Muñoz y Lily Pérez y los señores De Urresti, Espina, García, Girardi, Guillier, Horvath, Lagos, Letelier, Matta, Montes, Ossandón, Quintana, Quinteros, Rossi, Tuma, Ignacio Walker y Patricio Walker.
Votaron por la negativa las señoras Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Coloma, García-Huidobro, Orpis, Pérez Varela, Pizarro y Prokurica.
Se abstuvieron los señores Chahuán y Moreira.


El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor LABBÉ (Secretario General).- En conformidad a lo que se solicitó, corresponde ir al inciso quinto de la letra B) del numeral 7) de la iniciativa, que dice: "Las disposiciones de este artículo serán igualmente aplicables a los productos de tabaco importados".

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Si le parece a la Sala, lo pondremos en votación.
Acordado.
En votación.
--(Durante la votación).
El señor LABBÉ (Secretario General).- Reitero: se está votando el inciso quinto o penúltimo de la letra B) del numeral 7), que prescribe: "Las disposiciones de este artículo serán igualmente aplicables a los productos de tabaco importados".

El señor ORPIS.- ¡Está de más la norma!

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Estamos en votación, señor Senador.

El señor ORPIS.- ¡Qué sentido tiene!

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Estamos en votación...

El señor COLOMA.- Sí, pero la norma carece de sentido.
¡Esto lo complica todo!

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Quienes señalan que la norma está de más pueden votar en contra y fundamentar su postura.

El señor COLOMA.- ¿Me permite una sugerencia, señor Presidente?

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Coloma.

El señor COLOMA.- Señor Presidente, me parece que este inciso no solo está de más, sino que podría ser extremadamente enredado aprobar una norma de este tipo, ya que cada vez que se vote una disposición tendrá que aclararse si rige para productos importados o nacionales. Y la legislación es una sola.
Considero que toda esta normativa está mal hecha. Es pésima. ¡Qué quiere que le diga! Pero con lo que ahora se propone se agravaría, porque significaría que, si a futuro no hay una disposición que diga que ello se aplicará a los productos importados, estos podrán ser distintos de lo que se acuerde acerca de los nacionales.
¡A mí me parece absurdo!
Quiero sugerir que se revise el criterio de votar el inciso, pues creo que será un error para la legislación del país, no respecto de esto.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Señor Senador, usted sabe que, reglamentariamente, cuando se abre la votación no puede suspenderse.
Por lo tanto, si el Senado acoge el criterio de Su Señoría, se podrá votar en contra. Pero ya estamos en votación.
Tiene la palabra el Honorable señor Orpis.

El señor ORPIS.- Señor Presidente, en la misma línea del Senador Coloma, lo que hemos legislado acerca de este ámbito es que toda la comercialización que se efectúe en Chile en materia de tabacos tiene que cumplir este conjunto de normativas. Y, por consiguiente, quien importe deberá hacerlo bajo dichas condiciones.
En consecuencia, creo que lo único que hace esta disposición es meter un ruido innecesario y a lo único que puede llevar es a una confusión, pues queda claro que no se va a poder comercializar bajo otras condiciones que las que hemos establecido y hemos ido aprobando a través de la discusión de este proyecto.
Por lo tanto, solicito a los señores parlamentarios que rechacen esta norma para evitar todo tipo de confusiones en la materia.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Espina.

El señor ESPINA.- Señor Presidente, quisiera plantear lo siguiente. Es bueno incorporar esta disposición, porque -digamos las cosas como son- alguien podría decir: "Mire, ¿sabe?, las normas que rigen dicen relación con los productos que se fabrican en Chile. Y, por lo tanto, lo que voy a hacer es importar desde el extranjero y diré que lo que traiga no debe venir así".
¿Sabe por qué pasa esto, señor Presidente? Blanqueémoslo. ¿Por qué hubo que señalar que en toda la cajetilla debería decirse que "Los cigarrillos hacen mal"? ¡Porque se hacía trampa!
Entonces, cuando el legislador se da cuenta de que le empiezan a hacer trampa, tiene que tomar los recaudos para que eso no se haga.
Ahora, lo que sí puedo compartir es que quizás esta disposición está mal ubicada y debiera decir, en un artículo final o no sé dónde: "Las normas relativas a las características de la cajetilla (tales y cuales) y las dos o tres contempladas en este artículo regirán, ya sea que el producto haya sido fabricado en Chile o importado". De modo que sea de carácter general.
La Secretaría podría ayudar haciéndolo aplicable a aquellas disposiciones que correspondan.
Sin embargo, en principio, se trata de si estamos convencidos de que cuando las personas fumen deben tener presente el daño que les produce el cigarrillo, sea importado o no.
Yo tengo la convicción formada de que esa medida ayudará a que las personas fumen menos.
Ahora, si alguien cree que con estas normas se va a dejar de fumar, está mintiendo. ¡Anótenlo en la cacha de la huasca por mentiroso...!
No obstante, si estas disposiciones favorecen que existan menos espacios donde se pueda fumar, el que la cajetilla contenga señales claras en que se observe el daño que se genera significa una colaboración, una ayuda. Y no se trata de decirle a quien fuma que está prohibido hacerlo, sino que se le entregue toda la información para que sepa el daño que se produce.
Lo planteo nuevamente. Me parece que la norma pudiera estar mal ubicada. No lo sé, porque no estuve en la Comisión. Pero podría facultarse a la Secretaría, como se ha hecho muchas veces en Comisiones, para que vea si la ubicación es esa o debiera ser una más genérica.
Ese es mi planteamiento, y es lo que pido, señor Presidente.
La Secretaría sabrá, con la sabiduría que tiene, si corresponde ubicar aquello en esa disposición o en otro lugar.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Me dice el Secretario que piensa que está bien ubicada. Ustedes pueden fundamentar su voto y, obviamente, plantear su punto de vista.
Tiene la palabra el Senador señor Moreira.

El señor MOREIRA.- Señor Presidente, con respecto a esta norma, quiero decirle que -como también señalaba el Senador Espina- quizás ella no está bien ubicada. Pero el Secretario dice que sí.
Nosotros tendremos muy pronto, cuando discutamos el proyecto sobre el etiquetado de las bebidas alcohólicas, una situación similar. Entonces, me gustaría, entendiendo que hay una cuestión reglamentaria, escuchar al Ejecutivo porque las bebidas alcohólicas importadas también deberán tener un tipo de etiquetado especial.
Por eso, dependiendo de cómo votemos y enredemos esto, vamos a enredar también la otra iniciativa que luego veremos, pues son situaciones similares. No es el mismo producto, pero son parecidos en cuanto al etiquetado, aunque no sean iguales.
Quisiera que el Ejecutivo aclarara el punto, señor Presidente. Si no, tendremos este mismo enredo en el próximo proyecto.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Girardi.

El señor GIRARDI.- Señor Presidente, comparto lo que señala el Senador Espina en ambos sentidos. Creo que un proyecto es un instrumento de política más y no resuelve por sí solo ningún problema. No obstante, Chile debe plantearse un desafío que no tienen muchos países en el planeta, pues nosotros estamos entre aquellos con la más alta prevalencia de consumo de tabaco en adultos y, probablemente, también en niños.
Cuando uno habla de que Francia avanza en el uso de la cajetilla genérica, se refiere a una realidad totalmente distinta, ya que tienen la mitad de la prevalencia en adultos y la mitad de la prevalencia en niños. Por tanto, nuestras medidas debieran ser todavía más duras en comparación con los franceses y los australianos, que presentan muchos menos problemas.
Me parece que lo que se hace acá es tratar de generar un conjunto de instrumentos más inclusivos y, tal vez, más claros.
Lamento mucho que algunos Senadores insistan en que se trata de una mala iniciativa, porque esto es muy complejo. El Ministerio de Salud, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud se tomaron su tiempo para elaborar un material y demostraron que cada uno de los artículos planteados acá no solamente se fundan en el Convenio Marco, sino que presentan evidencia científica sólida, y se la entregaron a todos los Senadores y las Senadoras presentes.
Siempre me pregunto en función de qué se legisla en temas como estos, cuando la evidencia científica, como ha dicho el propio Senador Espina, es tan clara.
¿En función de qué se legisla? ¿Qué bien estamos protegiendo?
Hay incluso algunos que relativizan el rol de la publicidad. Si fuera así, entonces ninguna empresa de publicidad tendría interés en hacer campañas publicitarias. Si fuera así, las marcas no serían tan importantes como lo son hoy.
¡Las marcas dan sentido de estatus!
Algunos dicen acá: "Las marcas no son tan importantes". "No se podrá saber qué cigarrillo se está fumando". Pero sucede que los jóvenes y las personas hoy consumen en función de la marca. Esta da estatus.
Le señalaba a un colega que, al mirar a otro Senador, en función de quién es, le puedo decir las marcas que usa, ya que las personas se homologan a las marcas. Encuentran, finalmente, aquella que los representa y les otorga un elemento identitario.
Hoy, las marcas son elementos fundamentales de la publicidad.
Entonces, no es banal que uno quiera achicar la marca cuando se trata de cigarrillos o de cualquier otro producto en que se quiera regular la publicidad engañosa, ya que no estamos hablando de un bien. Estamos hablando de empresas que generan muerte.
Las tabacaleras son fábricas de muerte, a vista y paciencia de todos nosotros, no porque la gente consuma lo que producen, sino porque han hecho una publicidad engañosa durante años, pues les han agregado aditivos al tabaco para que enganchen los niños. Por eso son empresas de muerte, no porque existan, sino porque han usado prácticas totalmente inadecuadas que hacen que en Chile la mitad de los niños fume.
Eso no es casual, ya que en otros países no ocurre. No es casual que la mitad de los jóvenes de cuarto medio fumen, a pesar de que está prohibido.
En lo que respecta a este proyecto, señor Presidente -excúseme la insistencia-, cuesta entender en función de qué uno legisla y por qué legisla, cuando la evidencia aquí es irrefutable.
Si existen temas que hemos discutido en que hay una evidencia irrefutable es en este. En muy pocos ámbitos se registra un consenso mundial (en el mundo de la Medicina, en el mundo de las Ciencias Sociales) tan claro como en el referido al tabaco. Pero parece que esos fundamentos todavía no son suficientes para todos.
Lamento bastante que digan que esta es una mala normativa, poco rigurosa, cuando creo que son pocas las leyes aprobadas por este Congreso que tienen un fundamento científico, validado por todos los documentos que se les entregó a cada uno de los Senadores y las Senadoras de este Hemiciclo, como el de esta iniciativa.
Por lo tanto, señor Presidente, respecto al inciso en discusión, podríamos darle una mejor ubicación. Porque no hace más que colaborar con el objetivo de fondo de esta iniciativa.
Además, la indicación para introducir este inciso fue propuesta por el Ejecutivo, no por los parlamentarios. Nosotros la acogimos porque creemos que contribuye a mejorar y a hacer más clara la ley.
Muchas veces, en esos resquicios, en esas interfaces que evidencian falta de claridad, las tabacaleras encuentran las triquiñuelas, como ha sucedido de forma sistemática, para seguir enganchando a los niños y hacer de Chile uno de los países con mayor prevalencia de tabaco en el planeta.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Reitero: los Senadores que estiman que este inciso es innecesario pueden rechazarlo.
No se puede anular una votación, una vez iniciada.
Para hacer una precisión, tiene la palabra el señor Subsecretario de Salud Pública.

El señor BURROWS (Subsecretario de Salud Pública).- Señor Presidente, deseo clarificar lo que señaló el Senador señor Moreira.
La idea de incluir este inciso quinto obedece al hecho de que en otros ámbitos se contemplan diferencias en la legislación para una importante cantidad de productos importados con el fin de que no pese tanto el argumento de que podría haber obstáculos al comercio.
En el caso del etiquetado de las bebidas alcohólicas, se fijó una disposición distinta de la planteada para el tabaco: las advertencias deben ser mediante autoadhesivos. Ahí se introdujo una diferenciación entre la fabricación original del producto y lo relativo al etiquetado.
Como bien han sostenido los Senadores Girardi y Espina, en la iniciativa que nos ocupa se ha querido reafirmar una política única, determinando que lo propuesto será igualmente aplicable a ambas circunstancias, tanto al cigarro producido en nuestro país, como al importado. En este ámbito no se hace la diferenciación normativa entre productos importados y nacionales, como sí ocurre en otras legislaciones.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Gracias, señor Subsecretario.
Tiene la palabra el Honorable señor Andrés Zaldívar.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Señor Presidente, en primer lugar, hago presente que este es el tercer proyecto de ley que discutimos en el último tiempo relativo al control del tabaco. A mi juicio, en algo ayuda este tipo de disposiciones.
Sin embargo, no me parece que esta sea la manera de afrontar el problema de fondo. Creo que la solución, más que otra alternativa, radica en la educación. Una formación preventiva desde el colegio y la familia puede evitar el mayor consumo de cigarrillos y de alcohol.
Con todo, ya se han introducido normas para lograr ese propósito.
Lo primero que se hizo fue eliminar la publicidad casi en su totalidad. Quedan muy pocos márgenes para ese fin.
Luego, se plantearon disposiciones para evitar el consumo de tabaco casi en todas partes del territorio nacional, salvo al interior de las casas y en algunos lugares específicos. En este proyecto se sugiere regular dicho consumo incluso en las áreas silvestres protegidas, en las playas, etcétera. Habrá que pronunciarse al respecto.
Pero está muy bien: ¡restrinjamos los espacios para fumar!
También se incorporaron enmiendas con relación a cómo se venden los paquetes de cigarros. Hemos estimado que la cantidad mínima de una cajetilla sea no diez, sino veinte unidades. ¡Está bien!
Asimismo, se propone no expender productos de tabaco mediante su disposición en estanterías. Tendrán que colocarse en un lugar donde no haya mucha exposición, etcétera.
Todo ello está bien, sin perjuicio de que considero que el efecto será bastante relativo.
A mí no me gusta que la gente fume. Yo fui fumador, pero dejé el cigarro. Cuando veo a gente cercana a mí consumiendo tabaco, causándose daño, me molesta. Y trato de convencerla para que no lo haga.
Respecto al inciso quinto en votación, no sé para qué se establece. Dice: "Las disposiciones de este artículo serán igualmente aplicables a los productos del tabaco importados". Esto es innecesario.
Basta con el inciso segundo, que señala: "Todos los paquetes de cigarrillos" -sin importar de donde vengan- "que se comercialicen en el territorio nacional tendrán un empaquetado genérico". Y se determina cuáles serán las características de esa famosa cajetilla plana.
Luego, en el inciso tercero, que guarda relación con el anterior, se indica que los cigarrillos deberán tener ciertas características: "papel blanco liso con un filtro que imite el color corcho". Y ahora se incorpora una modificación para que sí pueda colocarse la marca.
Asimismo, el inciso cuarto consigna: "Además, los envases llevarán una advertencia que cubra el 100% de las dos caras principales.". Y esto también tiene que ver con el inciso segundo.
Entonces, el inciso quinto que se propone carece de sentido. Hay que eliminarlo, pues se entiende que toda cajetilla, cualquiera que sea, nacional o importada, deberá cumplir todas las disposiciones mencionadas.
Por último, lo anterior se refuerza con la facultad que se le da al Ministerio de Salud para dictar un reglamento en esta materia.
En mi opinión, no se logrará eficiencia en la ley con las disposiciones de este proyecto. Pienso que estas no conseguirán los resultados que se pretenden. ¡Ojalá que los alcanzaran!
Hay que rechazar ese famoso inciso quinto, porque no tiene sentido.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Señor Secretario.

El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?


El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba el nuevo inciso quinto del artículo 6º de la ley, contenido en la letra B) del número 7) del artículo 1º del proyecto (21 votos a favor y 6 en contra).
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Goic, Muñoz y Lily Pérez y los señores Chahuán, De Urresti, Espina, García, Girardi, Guillier, Horvath, Matta, Montes, Moreira, Ossandón, Quintana, Quinteros, Rossi, Tuma, Ignacio Walker y Patricio Walker.
Votaron por la negativa la señora Von Baer y los señores Coloma, García-Huidobro, Orpis, Pizarro y Prokurica.


El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- A continuación, corresponde votar el nuevo inciso sexto del artículo 6º de la ley, contenido en la letra B) del número 7) del artículo 1º del proyecto (página 8 del boletín comparado), que dice: "Un reglamento expedido a través del Ministerio de Salud establecerá las normas para dar cumplimiento a lo dispuesto en este artículo.".

El señor COLOMA.- ¿Me permite, señor Presidente?

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor COLOMA.- Señor Presidente, como en la ley siempre debe haber coherencia y considerando lo que varios colegas plantearon recién, deseo preguntarle -no se me ocurre a quién más consultárselo-: ¿cómo una persona normal va a leer lo que acabamos de aprobar?
No había reparado en un antecedente adicional.
¿Sabe cómo parte el artículo 6º que estamos modificando? De la siguiente manera: "Todo envase de los productos de tabaco, sean nacionales o importados...". ¡Así comienza!
Entonces, ¿para qué un inciso posterior establece: "Las disposiciones de este artículo serán igualmente aplicables a los productos de tabaco importados"?
Seamos coherentes: o cambiamos lo primero o sacamos lo segundo.
Y mi reclamo no obedece a un tema ideológico. Estoy simplemente haciendo un punto sobre coordinación de normas.

El señor PROKURICA.- ¡Un mínimo de coherencia!

El señor WALKER (don Ignacio).- ¡Que lo vea la Secretaría!

El señor COLOMA.- ¡Por último!
No me gustaría que después todo el mundo manifestara que somos desprolijos, porque en un inciso dijimos una cosa y en otro posterior, algo similar. ¿Para qué pusimos lo primero? No tiene absolutamente ningún sentido.
Hago un llamado a la reflexión en esta materia.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Señor Senador, quiero repetir lo que hemos sostenido en varias ocasiones.
En diversos proyectos que discutimos en el pasado, algunos colegas reclamaron -y con razón- que la Sala no puede estar haciendo el trabajo de Comisión. ¡Y lo que usted plantea es una labor de Comisión!
Durante la votación anterior señalé en varias oportunidades que quienes estaban en desacuerdo con el inciso, por las razones que cada uno esgrimió, deberían pronunciarse en contra.
Pero la Sala no puede realizar trabajo de Comisión.
Igual vamos a revisar con la Secretaría la redacción de dicha norma para ver si es factible proponer una solución.
Estimo importante reiterar que el órgano técnico debe hacer su trabajo de manera adecuada, para evitar que la Sala tenga estos inconvenientes. De hecho, cuando hemos intentado resolver en el Hemiciclo situaciones de similar índole -en varias iniciativas de motu proprio hemos propuesto alguna idea-, los señores Senadores suelen reclamar argumentando que no podemos realizar las funciones de Comisión.
Materias de ese tipo deben tratarse en esa instancia.

El señor MOREIRA.- Votemos, señor Presidente.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Muy bien.

El señor LARRAÍN.- ¿Qué estamos votando, señor Presidente?
El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- En votación el nuevo inciso sexto del artículo 6º de la ley, contenido en la letra B) del número 7) del artículo 1º del proyecto.

El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?


El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba el inciso sexto recién individualizado (25 votos).
Votaron las señoras Allende, Goic, Muñoz, Lily Pérez y Von Baer y los señores Chahuán, Espina, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Hernán Larraín, Letelier, Matta, Montes, Moreira, Ossandón, Pizarro, Prokurica, Quintana, Rossi, Tuma, Ignacio Walker y Patricio Walker.


El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor LABBÉ (Secretario General).- Corresponde pasar a la página 12 del texto comparado.
El número 8), que pasó a ser 9), del artículo 1º de la iniciativa busca agregar un inciso al artículo 9º de la ley.
En la tercera columna se propone insertar una letra C), nueva, del siguiente tenor, pasando la actual letra C) a ser D):
"C) Intercalar el siguiente inciso tercero, nuevo, pasando el actual inciso tercero a ser inciso cuarto:
"Asimismo, se prohíbe la comercialización en el territorio nacional de cigarrillos con sabores distintivos de reconocido consumo habitual entre niños, tales como sabores dulces, frutales, cacao y mentol.". Esta modificación fue aprobada por mayoría (4x1) en la Comisión de Salud.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- En votación.
--(Durante la votación)

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Rossi.

El señor ESPINA.- Señor Presidente, quisiera hacer una recomendación de procedimiento.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- ¿Permitiría, Senador señor Rossi, una interrupción?

El señor ROSSI.- Sí.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Puede intervenir, Su Señoría.

El señor ESPINA.- Señor Presidente, para quienes no estuvimos en la Comisión, sugiero que el señor Subsecretario de Salud Pública nos dé una breve explicación acerca de esta norma con el fin de agilizar su tramitación.
Quizás él nos convence, y así evitamos un debate sobre materias que pueden ser de sentido común.
Yo tiendo a creer que la discusión en este punto es lógica, pero me gustaría que el Subsecretario, quien ha fundamentado otras disposiciones, nos diera a conocer la razón de ser de esta propuesta. Y, luego, cada cual entregará su opinión.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- El Honorable señor Rossi me indica que explicará el inciso en cuestión como Presidente de la Comisión.
Luego podría intervenir el señor Subsecretario.

El señor ROSSI.- Señor Presidente, esta iniciativa nació de una moción.
En estricto rigor, como usted dijo, así como la Sala no debe hacer el trabajo de Comisión, pienso que tampoco corresponde la solicitud planteada.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene usted la palabra, señor Senador.

El señor ROSSI.- Señor Presidente, espero que con mi intervención quede medianamente clara la norma en análisis.
En primer lugar, cabe señalar que el Convenio Marco de la OMS para el Control de Tabaco, ratificado por Chile el año 2005, recomienda "la necesidad de adoptar medidas para prevenir el inicio, promover y apoyar el abandono y lograr una reducción del consumo de productos de tabaco en cualquiera de sus formas".
La última modificación a la ley Nº 19.419, de febrero de 2013, consigna: "El Ministerio de Salud podrá prohibir el uso de aditivos y sustancias que se incorporen al tabaco en el proceso de fabricación de los productos a los que se refiere esta ley".
Si la facultad ya fue otorgada a la Cartera del ramo, ¿por qué se está incorporando este inciso?
Después podemos revisar la evidencia científica para entender por qué ciertos saborizantes con propiedades organolépticas -o sea, olfatorias o de sabor- inducen a mayores niveles de consumo. El mentol es uno de los más comunes.
Pero volvamos a la pregunta: ¿por qué se hace necesaria la disposición en estudio si el MINSAL ya cuenta con la facultad respectiva? Porque la Contraloría interpretó la norma legal que permitía al Ministerio -en ese momento el Ministro era Mañalich, si no me equivoco- prohibir el uso de aditivos, como el mentol, en productos de tabaco. En efecto, el órgano contralor señaló, expresamente, que no era posible aplicar ampliamente dicha potestad entregada por ley.
Al respecto, el hecho de cuestionar en qué medida el mentol aumenta el consumo de tabaco puede abrir un debate importante.
Ahora entro al fondo del asunto.
La verdad es que sustancias como el mentol, la vainilla, el chocolate y el licor han sido ocupadas por la industria tabacalera como aditivos en productos de tabaco. Es una práctica bastante extendida en el mundo entero, cuyo objetivo es captar consumidores entre las personas más jóvenes y de minorías étnicas. Se intenta enmascarar las propiedades tóxicas y la percepción organoléptica e incrementar los niveles de acetaldehído, lo que aumenta la dependencia y la toxicidad del tabaco.
Tal práctica se ha traducido en un problema de salud pública.
Ahora, ustedes se preguntarán: ¿por qué destaco el empleo del mentol? Porque dicha sustancia da una sensación de anestesia; enfría las vías respiratorias; genera una especie de desensibilización, y provoca relajación de la musculatura de la tráquea, broncodilatación y supresión de la tos.
¡Hay como quince estudios que demuestran ese efecto del mentol!
En consecuencia, dicha sustancia le da la sensación al consumidor de que ese producto de tabaco es menos dañino.
El mentol no provoca dependencia en sí mismo. Eso lo hace, fundamentalmente, la nicotina. Pero, al sentir que el cigarro es más inocuo y no raspa -porque, como dije, causa insensibilidad-, la persona consume más.
El mayor consumo de tabaco mentolado se da en ciertos grupos vulnerables: jóvenes, mujeres, personas con menor nivel socioeconómico y bajo grado de educación. Esto también está respaldado en varias investigaciones.
En la población escolar, cerca del 48 por ciento consume cigarrillos con mentol. Algo similar sucede con otros aditivos, como la vainilla y el chocolate.
Esas son las razones por las cuales se plantea este inciso.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el señor Subsecretario Burrows.

EL señor BURROWS (Subsecretario de Salud Pública).- Señor Presidente, quiero reafirmar la explicación que ha dado el Senador señor Rossi.
Efectivamente la ley faculta al Ministerio de Salud para prohibir el uso de aditivos y sustancias que "aumenten los niveles de adicción, daño o riesgo en los consumidores de dichos productos".
Lamentablemente, la interpretación de la Contraloría limitó la atribución que nos había entregado el legislador para determinar -contando con la evidencia científica- qué elementos producían o no un incremento del consumo de cigarrillos.
Si no hubiera existido tal definición por parte de la Contraloría, quizás no sería necesaria esta discusión.
Actualmente, como el mentol es muy poderoso como aditivo, pues logra incentivar el inicio del consumo de tabaco, especialmente en niños y adolescentes, nosotros creemos que es absolutamente esencial hacer una enumeración de las sustancias empleadas, para que no haya ninguna duda en la interpretación de la ley.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Chahuán.

El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, simplemente deseo ratificar lo que ha informado el Senador Rossi.
Hago presente que tratamos de impulsar esta medida cuando se analizó la última modificación a la ley.
Nosotros hemos estado dando la pelea para combatir el tabaquismo en nuestro país, particularmente a temprana edad.
La disposición legal que entregó la facultad al Ministerio para prohibir los aditivos fue observada por la Contraloría, con lo cual al final no fue posible aplicarla.
Espero que en esta ocasión, además de contar con el apoyo suficiente para respaldar la norma, la Contraloría adopte un criterio distinto, con el propósito de avanzar en la dirección correcta.
Claramente, el uso de aditivos en productos de tabaco genera mayor adicción.
Por lo tanto, voto a favor del inciso propuesto.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Girardi.

El señor GIRARDI.- Señor Presidente, lo planteado habla muy bien de lo que estamos discutiendo.
Estas grandes empresas lícitas pueden implementar sus políticas de mercadeo, promoción y publicidad en nuestro país. Sin embargo, una de las prácticas que utilizan está dirigida de manera malintencionada a enganchar a niños. Porque el uso de aditivos está exclusivamente destinado a ellos. Las tabacaleras agregan a sus productos sustancias que saben que los menores van a consumir. Estas son anzuelos.
Tales sustancias son la vainilla, el chocolate, el licor y el mentol. Este último es el aditivo más poderoso de todos.
Hay evidencia científica en todo el planeta al respecto. De hecho, el Ministerio de Salud hizo un informe específico sobre los efectos que causan los cigarrillos mentolados, que es una recopilación de todos los trabajos en la materia que se han realizado en Estados Unidos y Europa.
Dicho estudio señala justamente lo que ha explicado el Senador Rossi: que el mentol es un anestésico; que evita que los niños tosan y sientan el malestar de las primeras fumadas; que aumenta el volumen o la dilatación de los bronquios para que la inhalación sea mayor, con el propósito de evitar la tos en los niños que empiezan a fumar a edades muy tempranas -estamos hablando de 10, 11, 12 años- dada la fragilidad de sus vías aéreas.
Y para enganchar a esos menores, las empresas que desarrollan este comercio lícito, cuya existencia en Chile algunos defienden con mucha fuerza acá (nosotros queremos regular, no prohibir), incurren en este tipo de prácticas.
Pero es más.
No solamente persisten en estas acciones, sino que han desarrollado, a través de la genética, tipos de nicotina mucho más potentes en su capacidad adictiva. O agregan elementos, como el amoníaco, que intensifican la acción de la nicotina para que, con menos fumadas, los niños se hagan adictos.
Eso le añaden al tabaco para que los niños de 11, 12, 13 años (no los adultos) que empiezan a fumar se vuelvan adictos en forma más rápida en comparación a lo que sería el proceso natural de adicción con cigarrillos normales.
Las tabacaleras, además, han elaborado sustancias químicas que mantienen la circulación de la nicotina en el organismo por más tiempo. Es decir, se trata de agentes que compiten con los mecanismos que metabolizan la nicotina con el fin de que se elimine rápido, provocando que esta circule en la sangre por más tiempo. ¿Para qué? Para que los más pequeños se tornen adictos.
¡Este es el comercio lícito que tenemos en Chile!
Esas prácticas se encuentran prohibidas en todas partes del mundo. El Ministro Mañalich no era de mi color político, pero le reconozco la fuerza con que luchó en esta materia, a pesar de que no pudo vencer a las tabacaleras. Él lo señaló muchas veces.
¡Eso es lo que las empresas de tabaco han logrado hacer en nuestro país!
Entonces, uno se pregunta cuál es la extraña y poderosa razón de que Chile exhiba una de las prevalencias más altas del planeta de niños fumadores. ¡El doble de la que tiene Francia! ¡Superior a la de Estados Unidos! Porque, por acción o por omisión, hemos permitido incluso que las tabacaleras desarrollen este tipo de prácticas.
Se trató de establecer la prohibición de manera muy transversal, tal como lo indicó el Senador Chahuán. Intentamos también generar un rol fiscalizador efectivo. Sin embargo, en el Senado nos echaron abajo las indicaciones que presentamos con el objeto de entregarle a la autoridad sanitaria las herramientas necesarias para que ejerza tal función. Y ello, para que no haya fiscalización.
Espero que las podamos reponer, señor Presidente. Porque constituye todo un drama el hecho de que ninguna de las violaciones a la actual legislación haya sido objeto de proceso alguno. Eso la torna una ley sin dientes.
Tan importante como la regulación de los aditivos, es el hecho de que esta materia sea fiscalizada por la autoridad sanitaria.
Por eso es tan relevante esta iniciativa.
Se ha permitido que sigan ocurriendo las prácticas recién mencionadas -por eso debimos presentar un nuevo proyecto de ley-, que son totalmente reñidas con el sentido más básico de la Declaración de los Derechos del Niño, la cual consagra los derechos a la integridad física y psíquica y a la salud, que están siendo vulnerados.
Estamos frente a una violación de los derechos humanos que sistemáticamente realizan estas empresas, cuestión que hoy podemos resolver.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Larraín.

El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, a mí me parece que estamos legislando mal cuando en un proyecto de ley empezamos a poner expresiones como "sabores dulces, frutales, cacao y mentol.". Porque ¿qué pasa si el día de mañana se inventan otros aditivos con sabor, por ejemplo a alcohol, a marihuana, a whisky, a tragos específicos o a vino?
Pienso que estamos cerrando una puerta, pero dejando abiertas muchas otras.
Es por eso que las leyes, por técnica legislativa, no deben contener esa clase de enumeraciones.
Las atribuciones que tiene el Ministerio de Salud para prohibir ese tipo de sustancias a mi juicio son bastante amplias.
Si se ha presentado un problema con la Contraloría, entonces corrijamos eso. Pero resolver esta materia de la forma como lo estamos haciendo me parece el peor camino.
Creo que -usando la misma redacción- la norma debería decir, por ejemplo: "El Ministerio de Salud podrá prohibir el uso de aditivos y sustancias que se incorporen al tabaco en el proceso de fabricación de los productos a los que se refiere esta ley, destinados a ser comercializados en el territorio nacional, cuando tales aditivos y sustancias consistan en sabores distintivos de reconocido consumo habitual entre niños y aumenten los niveles de adicción, daño o riesgo en los consumidores de dichos productos", etcétera.
Si uno quiere establecer una ley, eso es lo que hace. Pero no podemos introducir un reglamento dentro de ella.
¡Eso es lo que malamente estamos realizando! Porque mañana se van a descubrir otros sabores distintos a los que se señalan acá.
Por otra parte, debemos entender que la frase "de reconocido consumo habitual entre niños" es bastante paradójica, toda vez que el tabaco está prohibido para los menores.
Entonces, ¿cómo sabemos que esos sabores de consumo habitual entre los niños, que se le agregan al tabaco, no van a derivar en otras variedades con el objeto de atraerlos? A ellos también les gustan los sándwiches, el popcorn, en fin.
Señor Presidente, esta no es la manera correcta de regular.
Si vamos a regular, hagámoslo bien, sobre la base de cuestiones genéricas que queden abiertas al reglamento. Porque las tabacaleras van a estudiar qué otros sabores, que no están dentro del listado que se nos plantea y que son atractivos para el consumo, pueden elaborar con el fin de despertar, por otra vía, la adicción.
¡No estamos resolviendo el problema, sino vendiendo el sofá...!
¡Eso es lo que estamos haciendo!
Por lo tanto, normas así yo no las voto. Porque no quiero engañarme y que en dos años más el Ministerio de Salud nos diga: "Fíjense que otra vez nos hicieron lesos las tabacaleras; y sobre el reglamento la Contraloría dice tal cosa".
¿Por qué no mejoramos las atribuciones de dicha Cartera para dictar un reglamento? Así dejamos de dar ejemplos de esta índole que me parecen muy limitados y no resuelven el problema de fondo, pues solo tapan el hoyo que existe hoy.
Por las razones expuestas, voto en contra de la norma que nos propone la Comisión. Pero yo estoy muy disponible para una redacción que mejore y amplíe las atribuciones del Ministerio de Salud para reglamentar esta materia, sin entrar en la casuística propia de un reglamento.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el señor Subsecretario de Salud.

El señor COLOMA.- ¿Es para rectificar algún concepto, señor Presidente?

El señor BURROWS (Subsecretario de Salud Pública).- Señor Presidente, me voy a referir a lo que acaba de señalar el Senador Larraín.
Nosotros concordamos en que esta materia debiera ser objeto de una atribución reglamentaria.
El Senador, como profesor de Derecho, puede decir si esta es o no una buena técnica legislativa.
Sin embargo, estamos ante un problema práctico, que va más allá de lo que queremos.
Cuando nos enfrentamos con el listado y no podemos -porque la Contraloría interpreta de una forma y ello nos impide colocar lo que queremos poner en ejercicio de nuestras atribuciones- incorporar el mentol dentro de él, se nos presenta un problema, el que de alguna manera hay que resolver.
No es la primera vez que aquello sucede. Tampoco será la última. Probablemente nos seguiremos encontrando con este tipo de situaciones. Y a lo mejor se requiere una discusión más amplia.
Pongo otro ejemplo, señor Presidente.
Con relación al Reglamento de la Ley de Etiquetado de Alimentos, que ha generado tanta controversia, la observación que nos hizo la Contraloría consistió en que, en vez de usar la expresión "alto en", habíamos puesto "exceso de", por lo que la debimos cambiar. Y la explicación de dicho organismo fue que, según el Diccionario de la Real Academia Española, el término "exceso de" no es sinónimo de "alto en".

El señor GARCÍA-HUIDOBRO.- Eso es una interpretación.

El señor BURROWS (Subsecretario de Salud Pública).- Por supuesto.
Hay un límite de interpretación en cuanto al significado de cada palabra.
Yo no tengo todos los argumentos -no soy abogado- para sostener si aquello es adecuado o no desde el punto de vista legislativo. Pero sí les puedo decir que, en el marco de esta discusión, un efecto práctico que ha tenido es que nosotros, como Ministerio de Salud, no podemos excluir un elemento que, a nuestro juicio -estamos convencidos, y las evidencias así lo demuestran-, debe prohibirse. Y ello, porque existen estas diferencias de interpretación respecto de lo que nuestra Cartera puede hacer en los reglamentos.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Quiero recordarle, señor Subsecretario, que durante la votación usted solo puede intervenir para rectificar lo dicho por algún Senador.
Tiene la palabra el Honorable señor Coloma.

El señor COLOMA.- Señor Presidente, yo quiero hacer una reflexión y una afirmación.
La reflexión tiene que ver con lo que se ha planteado respecto de las estadísticas en materia de niños, particularmente en cuanto a las complejidades de las políticas públicas que generan enfermedades, problemas y dramas en el mundo juvenil.
Alguien señaló que Chile es uno de los países con más altos índices de consumo de tabaco. Pero quiero decirle a esa persona que en Latinoamérica estamos en el primer lugar del consumo de marihuana.
Entonces, a quienes les importa lo primero les planteo que también tiene que importarles lo segundo. Porque los niveles de THC de la marihuana son mucho más complejos que los de otros productos por los cuales se reclama. Pero parece que eso no genera la misma sensibilidad en aquellos que postulan un cambio de las reglas del juego en la materia que ahora nos ocupa.
Lo segundo, señor Presidente -como señalé-, es una afirmación.
Yo comparto plenamente lo que planteó un Senador que me antecedió en el uso de la palabra. Aquí no estamos legislando mal, sino muy mal. Y en ello el Ministerio de Salud tiene -y quiero plantearlo en estos términos para no centrarlo en la Cartera de turno- una responsabilidad histórica.
¿Por qué digo aquello? Porque esta materia la vimos -y el señor Presidente, quien entonces era Senador, estaba presente-, y acordamos una línea de solución que diera respuesta al problema que se nos planteaba.
Pues bien, en esa oportunidad el Senador Girardi, con su pasión, nos señaló lo mismo que ahora. Y, como yo no soy médico, pensé: "Bueno. Debe ser verdad lo que nos dice".
Así las cosas, redactamos esto: "El Ministerio de Salud" -voy a leer lo relevante- "podrá prohibir el uso de aditivos y sustancias" cuando "aumenten los niveles de adicción, daño o riesgo en los consumidores de dichos productos".
Eso fue lo que acordamos todos. Y era la fórmula para entender que si existía un aditivo que hacía mal, que provocaba daño, que generaba riesgo, que causaba adicción, había que prohibirlo.
Pero ¿qué sucedió? El Ministerio de Salud recurrió al órgano que estaba facultado para el efecto, o sea la Contraloría, para decirle: "Este conjunto de cosas resulta malo".
En su momento tuve acceso al informe, pues todos lo pedimos. Y el Ministerio de Salud no pudo comprobar nada de lo que sostuvo el Senador Girardi. Al final, la conclusión de la Contraloría fue: "No tengo ningún problema en prohibirlo. Pero díganme dónde están la adicción, el daño o el riesgo".
Eso fue lo que ocurrió.
Entonces, ahora nos dicen: "Como nos fue mal en la Contraloría," -me parece que son las palabras textuales que usó el Senador; no estoy seguro- "vamos a agregar lo mismo que se rechazó a nivel reglamentario". Ello -como manifestó el Senador Larraín-, para establecer determinadas cosas sin saber si generan adicción, daño o riesgo.
Señor Presidente, yo no tengo la suma de las bondades. Incurro en errores (nadie está exento de cometerlos). Pero, sí, reflexiono en el sentido de que vimos la situación y buscamos una fórmula precisa para resolver el problema -todos convenimos al respecto- por la vía de prohibir los aditivos o sustancias que se pueden incorporar al tabaco y que aumentan la adicción, el daño o el riesgo.
Eso fue lo que acordamos. Y es la norma vigente.
Entonces, tocante a la disposición actual, que me parece bien, yo concurrí al acuerdo que le dio origen.
Ahora, al no haber los problemas cuya existencia se suponía, se genera esta lógica de colocar luego de la palabra "Asimismo" una serie de resguardos para proteger a los niños.
El Senador Girardi planteó -y tiene razón- que no se puede vender cigarrillos a los niños. Pero, sin perjuicio de esto, se usan en el inciso tercero los términos con que se hace referencia a determinados aditivos.
Insisto: yo no fumo; pero entiendo que el mentol es mucho más propio de las mujeres que de los niños. Pero esa es una cuestión que tendrán que explicar otros.
Por eso la equivocación, señor Presidente.
Reitero que esto lo resolvimos hace un par de años. Pero ahora se está haciendo algo distinto: se está rompiendo la regla general, que es la exigencia de probar el daño -todos estábamos de acuerdo- e ir a la casuística reglamentariamente, y se remplaza a la Contraloría, baipaseándola, porque a algunos no les gustó lo que hizo.
¡Esta es una gran patada a la Contraloría General de la República!
Yo no estoy de acuerdo, señor Presidente.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Moreira.

El señor MOREIRA.- Señor Presidente, quiero dejar constancia de la significación de este proyecto de ley -y, por cierto, de la discusión habida en torno de él-, cuyo despacho ha demorado tanto.
Al escuchar las diversas exposiciones, entiendo la línea argumental. Para algunos, es mejor que una materia quede en el reglamento; para otros, que quede en la ley. Se pregunta para qué les vamos a dar atribuciones a los ministerios para que a través de los reglamentos puedan hacer cambios. Y, con muchos planteamientos en favor y en contra, todos muy razonables, nos vamos demorando en el objetivo que persigue esta iniciativa, cual es resguardar la salud del daño que provoca el consumo de tabaco.
Yo quiero señalar que aquí lo importante es que la ley en proyecto se vote. Y cada uno expresará sus distintas sensibilidades.
Con respecto al inciso que se nos propone, debo decir que ¡hay sabores que matan...!

El señor COLOMA.- ¡Y también amores que matan...!

El señor MOREIRA.- Así es, señor Senador. Pero aquí se trata de los sabores. Y estamos hablando de los cigarrillos.
En efecto, se procura prohibir "la comercialización en el territorio nacional de cigarrillos con sabores distintivos de reconocido consumo habitual entre niños, tales como sabores dulces, frutales, cacao y mentol".
Considero que hoy existe expresión científica que habla claramente de los efectos dañinos que puede tener el consumo de tabaco.
Pero, más allá de la cuestión técnica, me parece que, en el año y tanto que llevo como Senador, el debate de esta materia se ha ideologizado mucho. Hay descalificaciones, acusaciones, en fin. Y cuando se habla de las empresas, ellas son las malas, las malintencionadas. Varios hablan, no de prejuicios, sino de la necesidad de evidencia científica. Pero cuando esta se entrega, no se escucha.
Al parecer, para algunas personas el tema del tabaco es ideológico. Porque cuando se trata de las empresas se sostiene que son lo perverso, lo malo: el tabaco es lo malo, la perversidad. Pero cuando se trata de la marihuana -y no quiero hacer comparaciones- se habla de la democracia, de la libertad; todo es lindo, maravilloso. Y sucede que la evidencia científica indica claramente que el tabaco y la marihuana son dañinos para la salud: uno más y la otra menos.
Pues bien: hoy estamos legislando con respecto al tabaco. Ya llegará lo de la legalización o despenalización -como se quiera decir- de la marihuana; y ahí cada cual entregará sus argumentos.
En todo caso, cuando se legisla es importante la señal pública que le damos al país, a la ciudadanía.
Hace algún tiempo un señor se retiró del Congreso y dijo: "Yo no vengo más". No. Aquí se trata de que se queden todos y se escuchen las distintas opiniones, por diferentes que sean. Eso se llama "tolerancia", y también, "democracia".
Aquí lo más importante es que nadie pretende demonizar ni la industria del vino ni la del tabaco: la idea es que tratemos de que el impacto que ambas provocan en la salud sea menor.
Yo no tengo ningún complejo en votar algunas normas en contra y otras a favor.
En la que nos ocupa en este momento, voto a favor.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Guillier.

El señor GUILLIER.- Señor Presidente, en realidad, uno legisla según las culturas.
En los países anglosajones basta establecer el principio; por lo tanto, cuando ocurren ciertos acontecimientos simplemente se reinterpreta a la luz de ellos y se establece la norma.
Pero como en Chile somos un tanto bizantinos -tradición española, mediterránea; no sé qué será-, nosotros vivimos en los códigos de justicia con los matices, con las veinte mil explicaciones, y cada norma tiene a su vez los artículos que regulan. Entonces, si las cosas no son muy detalladas, pierden vigencia y la generalidad se tiende a perder.
Entonces, vamos a los principios.
¿Por qué razón debemos regular más el consumo de tabaco, en circunstancias de que esta materia se ha discutido antes y se han dictado diversas normas legales? Porque el problema que queremos resolver se mantiene: el tabaquismo sigue aumentando, y golpea no solo a los adultos, sino también a los jóvenes, con un enorme daño tanto al erario, por los efectos económicos asociados, cuanto a la salud de la población.
Por consiguiente, hemos de seguir perfeccionando nuestra legislación.
Así las cosas, uno puede formularse preguntas prácticas.
¿Qué motivo puede tener una tabacalera para introducirle a su producto, el cigarrillo, sabores distintos del generado por la nicotina, que es lo que busca quien consume tabaco?
¿Por qué el cigarrillo debe saber a chocolate o tener sabores dulces sino porque se pretende conquistar otros mercados, donde los efectos que generan esos endulzantes se hallan más asociados a consumidores diferentes? El mentol, en el caso de las mujeres (se mencionó acá); el chocolate y diversos dulces, sabores principalmente de los niños.
Es obvio, pues, que las tabacaleras están introduciendo tales aderezos al objeto de conquistar mercados nuevos extremadamente vulnerables.
¿Y cuáles son los efectos?
La mayoría de dichos aditivos reducen la visibilidad del tabaco, la sensibilidad, el olor, e incluso las irritaciones que provoca el fumar. Ocultan el efecto del cigarrillo, enmascaran los síntomas. Así, van escondiendo las consecuencias del consumo de un producto que en sí no sabe más que a nicotina. A un niño -quizá también a un adolescente- no tiene por qué gustarle el sabor a nicotina. Entonces, se encubre el verdadero producto con elementos que provocan sensaciones falsas pero que, desgraciadamente, tienen graves consecuencias para la salud.
Según investigaciones realizadas en nuestro Ministerio de Salud y en centros académicos, la adición de dichas sustancias al tabaco genera fenómenos. Por ejemplo, el mentol usado en los cigarrillos aumenta el número de partículas finas en el humo en 10 a 20 por ciento. Dichas partículas tienen un efecto adverso directo en la morbilidad y la mortalidad cardiovasculares y, por consiguiente, pueden desencadenar eventos cardíacos agudos en mayor proporción que el tabaco carente de dichos aditivos.
Por lo tanto, el consumo de tabaco ocasiona un problema adicional tal vez no considerado en las discusiones anteriores.
Finalmente, se ha hablado mucho de la libertad.
Es cierto que toda persona puede elegir tomar alcohol, consumir tabaco o fumar marihuana. Pero ese derecho supone información y libertad para realizar la acción.
Por lo tanto, la adicción es un bloqueo a la libertad y genera dependencia.
No estamos hablando del ejercicio de la libertad tratándose del consumo de productos altamente adictivos.
A pesar de aquello -parece que aquí se pasó por alto-, a nadie meten preso por consumir tabaco; tampoco, por tomar bebidas alcohólicas.
Entonces, si estamos abordando la cuestión de la marihuana no es para promoverla, sino simplemente para despenalizarla, lo que es muy distinto.
Sería casi un equivalente a suponer que vamos a encarcelar a una persona por beber alcohol o a condenarla porque tiene determinado número de botellas en su casa; o, tratándose del tabaco, por guardar en su hogar cierta cantidad de paquetes de cigarrillos.
En el caso de la marihuana pasa exactamente lo mismo: no estamos promoviéndola, sino despenalizándola.
Así que no confundamos los debates.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Espina.

El señor ESPINA.- Señor Presidente, yo quiero precisar que este no es el momento para debatir lo relativo a la legalización del consumo de marihuana.
Por supuesto, la discusión sobre la materia será muy interesante, muy atractiva y muy útil para nuestro país.
Solo quiero señalar una cosa: cuando se habla de que aquí se penaliza el consumo de marihuana se miente.
En el caso de la marihuana, en Chile, si se consume en un lugar público, para bien o para mal, entre otras cosas, se paga una multa. Pero el consumo en un espacio privado está permitido. Se puede poner en el diario un aviso en que se diga "Consumo marihuana los jueves, a las 12 del día, en el comedor de mi casa". Aquello no es delito. Y si se hace, nadie puede intervenir.
Es un debate en el que hay distintas posiciones. No estoy afirmando que existe una sola. Ya evaluaremos.
No se diga, pues, que en nuestro país está penalizado el consumo de marihuana. Porque si tiene lugar en espacios públicos, hay multa, o trabajos en beneficio de la comunidad, o asistencia a cursos sobre prevención del consumo, durante 60 días como máximo, o rehabilitación por hasta 180 días.
Si no se paga la multa por carencia de recursos, el juez, obligatoriamente, debe sustituirla por trabajos en beneficio de la comunidad. Pero como esos trabajos son de común acuerdo con el infractor, la sanción siempre consiste en la concurrencia a un curso en el que le hablan del daño que provoca el consumo de marihuana.
Esa es la verdad.
Esta tarde -reitero- no corresponde aquel debate, que es mucho más profundo. No quiero que se aproveche esta oportunidad para llevarlo a cabo. Espero que lo hagamos sin pasiones exacerbadas y a la altura del Senado.
Yo solo deseo decir que voy a votar a favor del precepto que nos ocupa. Y ello, por una razón muy simple.
La norma a que hacía alusión mi distinguido colega y amigo Juan Antonio Coloma -es la vigente, y está en la página 12 del comparado, primera columna- dice que "El Ministerio de Salud podrá prohibir el uso de aditivos y sustancias que se incorporen al tabaco en el proceso de fabricación de los productos a los que se refiere esta ley, destinados a ser comercializados en el territorio nacional, cuando tales aditivos y sustancias aumenten los niveles de adicción, daño o riesgo en los consumidores de dichos productos". O sea, hoy se pueden prohibir tales aditivos si se prueba objetivamente que incrementan la adicción.
La norma que se nos propone esta tarde señala una cosa distinta: que aumenten la adicción o la promuevan. Es un precepto que pretende que no se induzca a fumar. Y ello, sobre la base de prohibir que los cigarrillos tengan "sabores distintivos de reconocido consumo habitual entre niños, tales como sabores dulces, frutales, cacao y mentol".
La nueva disposición tiene otra finalidad. Lo que busca es decir: "No le ponga sabores que, aunque no aumenten la adicción, aunque no lleven a esta, colaboren, ayuden a que un niño empiece a fumar más".
Es factible que el niño nunca sea adicto.
La marihuana produce mucha adicción. Pero hay gente que no es adicta.
Entonces, el propósito de esta norma -y por eso la apoyo- es decir "No hagamos aquí una cuestión que está mal hecha: poner un sabor que quizá no es más adictivo pero que puede atraer más al niño, resultarle más grato".
Ahora, como en Chile, al parecer sin que nos demos cuenta, el consumo de cigarrillo y marihuana se inicia muy temprano -de la cocaína y la pasta base, ¡ni hablar!-, atengámonos al debate.
Yo tengo la convicción de que hacemos un favor a los niños mientras más dificultades les ponemos para su inicio en el consumo de tabaco.
Ni siquiera aludo a la salud pública, ni a que el problema les cuesta plata a los chilenos: estoy hablando de los niños.
Entonces, coloquemos dificultades a ese respecto.
Hoy el consumo de tabaco se está transformando en un hábito, en una costumbre.
Antes se fumaba dentro de la casa en presencia de los niños. Ahora es común que, en los hogares donde hay menores, a los adultos se les diga: "Por favor, vayan a fumar al patio, porque tenemos chiquillos".
Por cierto, eso va ayudando.
Yo creo que esta norma también contribuye.
Está terminando mi tiempo, señor Presidente. Le ruego que me dé treinta segundos adicionales.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Los tiene, Su Señoría.

El señor ESPINA.- Muchas gracias.
Señor Presidente, el Senador Coloma sostiene que con esta disposición estamos pasando por arriba de un dictamen de la Contraloría.
¡Así es, pues!
¿Cuál es el pecado?
¡Si aquí es donde se legisla, no en la Contraloría!
A dicho órgano le preguntaron si el mentol -creo que ese era el producto objeto de la consulta- provocaba más adicción. Y dijo que no.
Empero, nosotros no estamos discutiendo si queremos que el mentol cause más adicción o no: lo que deseamos es que no se utilicen sabores que provoquen en los niños una mayor tentación a fumar.
Todos tenemos la convicción -si alguien me dice lo contrario, yo cambio de parecer- de que el cigarrillo no hace bien.
Al respecto hay una sola cuestión clara: no existe demostración de que el cigarrillo hace bien para algo.
Y vuelvo a decirles que yo fumo. He ido dejando el cigarrillo paulatinamente. Ya casi no lo hago. Y ello, no solo porque practico deportes (eso ayuda mucho), sino además porque se han puesto obstáculos para fumar (eso también contribuye).
Entonces, yo pido colaborar con los niños. Los adultos, por último, somos responsables de nuestros actos. Pero quien suponga que el no tener estas normas ayudará a los niños está equivocado.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Lily Pérez.

La señora PÉREZ (doña Lily).- Señor Presidente, yo también voto a favor de esta norma, porque una cosa es garantizar que quienes quieran fumar tengan la posibilidad de hacerlo y que existan reglamentos al efecto, pero otra muy distinta el engaño. Y, claramente, ponerle aditivos saborizantes a la nicotina constituye un engaño para enganchar a los niños de modo que le encuentren un sabor diferente y fumen.
Por esa razón, en forma muy simple -porque el Senador Espina explicó muy bien la situación-, digo que aquello corresponde a las típicas cosas que desvirtúan el accionar de una industria tan legítima como muchas otras. Pero cuando las industrias legítimas -no todas, sino algunas- utilizan subterfugios, disfraces, ¡trampas!, en el fondo, para atraer a nuevos consumidores, eso finalmente atenta contra la libertad de las personas.
Así que, de todas maneras, voto a favor de la disposición que se nos propone, pues, a mi entender, va en la línea absolutamente correcta.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Orpis.

El señor ORPIS.- Señor Presidente, Honorable Sala, creo que el inciso que nos ocupa, de acuerdo a lo surgido en el debate, resuelve la cuestión a medias: solo respecto a los niños, pero no al resto de las personas.
A mi entender, si están existiendo problemas con la Contraloría en el caso de los aditivos, esa norma debería haber regulado todos los aspectos y no únicamente el vinculado con los menores.
Por las mismas razones que señaló el Senador Espina, relacionadas con el inciso segundo del artículo 9° de la ley vigente, se debieron considerar también las discrepancias surgidas del dictamen de la Contraloría a propósito del modo de demostrar los efectos de determinados aditivos.
En la norma propuesta solo estamos señalando que no se pueden usar aditivos con sabores especiales de consumo habitual entre los niños. Pero el problema de los aderezos se seguirá presentando en el caso de los adultos. Y yo imagino que se persigue el propósito de no aumentar los niveles de adicción o dependencia en ambos grupos etarios.
No sé si estamos a tiempo, señor Presidente. Pero la verdad es que, en el curso del debate, yo quería formular una proposición en el sentido de que el nuevo inciso tercero quedara solo hasta la palabra "habitual". Eso soluciona la cuestión con la Contraloría, tanto en el caso de los adultos como en el de los niños, en cuanto a la no incorporación de aditivos con sabores distintivos de reconocido consumo habitual.
No obstante, la norma quedará con la redacción actual, señor Presidente, y se establecerá la diferencia mencionada.
No sé si eso se halla resuelto en otra parte del proyecto. Pero, tal como se plantea la norma, la divergencia con la Contraloría se va a mantener respecto de los adultos.
Insisto: lo de los aditivos tiene que ver no solo con los niños, sino también con los adultos; y el problema no está bien resuelto en la norma propuesta, que es incompleta.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Goic.

La señora GOIC.- Señor Presidente, quiero hacer una consulta a la Secretaría.
No sé si en la etapa en que estamos, ya abierta la votación, se puede acceder a lo que planteó el Senador Orpis.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- No es posible, Su Señoría.
Por eso, cuando pregunto si abrimos la votación, lo hago por si los señores Senadores quisieran formular planteamientos antes del pronunciamiento sobre la materia respectiva.
Repito: iniciada la votación, ya no es factible introducir modificaciones.

La señora GOIC.- Siendo así, señor Presidente, solo reafirmo mi votación a favor del inciso que nos ocupa. Ya se han entregado acá los argumentos.
Este proyecto busca resguardar no solo al tercero que muchas veces debe aspirar el humo expelido por un fumador -y al respecto hemos ido avanzando en la legislación-, sino también a los niños, a los jóvenes, evitando que unos y otros adquieran el hábito.
Yo entregaba datos en el sentido de que los niños prueban el primer cigarrillo, en promedio, a los trece años, y asimismo, sobre el mantenimiento del hábito en la vida adulta.
Por eso, aquí de alguna manera los protegemos de la publicidad que los hace verse bonitos con un cigarrillo o que disfraza los efectos que puede haber la primera vez que se fuma: picazón de garganta a causa del mentol -ya se explicó-, etcétera.
Me parece que la norma de resguardo sugerida va absolutamente en el sentido de lo que persigue la ley en proyecto.
También están la eliminación de vitrinas a la vista de los niños en los locales de expendio de tabaco; la prohibición -lo vamos a discutir más adelante- de fabricar juguetes similares al cigarro (probablemente muchos de nosotros los tuvimos: eran chicles con los que se jugaba a fumar). Ello, porque por esas vías de alguna manera se induce a los más pequeños a adquirir el hábito de fumar, que sin duda es indeseable.
Así que con los argumentos aducidos justifico mi voto favorable.

El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?


El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba la letra C), que intercala un inciso tercero, nuevo, en el artículo 9° (23 votos a favor, 5 en contra, una abstención y un pareo).
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Goic, Muñoz y Lily Pérez y los señores Chahuán, De Urresti, Espina, García, Girardi, Guillier, Harboe, Horvath, Letelier, Matta, Moreira, Orpis, Ossandón, Quintana, Rossi, Tuma, Ignacio Walker, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.
Votaron por la negativa la señora Von Baer y los señores Coloma, García-Huidobro, Hernán Larraín y Pérez Varela.
Se abstuvo el señor Pizarro.
No votó, por estar pareado, el señor Montes.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Señores Senadores, proseguiremos la votación de esta iniciativa en una próxima sesión, pues concluyó el Orden del Día.
--Queda pendiente la votación particular del proyecto.

VI. INCIDENTES
PETICIONES DE OFICIOS

El señor LABBÉ (Secretario General).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios.

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Se les dará curso en la forma reglamentaria.
)---------(
--Los oficios cuyo envío se anuncia son los siguientes:
Del señor OSSANDÓN:
Al señor Ministro del Interior y Seguridad Pública, a los efectos de que informe sobre MEDIDAS CONTRA DELITOS EN VIVIENDAS DEL SECTOR SAN MARCOS DOS MIL (comuna de Talcahuano).
A los señores Ministro del Interior y Seguridad Pública y General Director de Carabineros, solicitándoles remitir antecedentes relativos a TAMAÑO DE CONTINGENTE DE CARABINEROS EN CAÑETE Y EVENTUAL AUMENTO DE DOTACIÓN PARA RESGUARDO EN ZONA URBANA.
A la señora Ministra del Trabajo y Previsión Social y a los señores Subsecretario de Desarrollo Regional y Administrativo y Subsecretario del Trabajo, requiriéndoles MEDIDAS ANTE DESEMPLEO EN COMUNAS DE CORONEL Y LOTA.
A los señores Ministro de Obras Públicas y Secretario Regional Ministerial de Obras Públicas del Biobío, para que remitan información en torno a ESTUDIOS DE VIABILIDAD PARA CONSTRUCCIÓN DE PASARELA EN RUTA 160, SECTOR VILLA CENTENARIO, DE CORONEL; a PAVIMENTACIÓN EN RUTA Q-22, ENTRE AERÓDROMO MARÍA DOLORES Y LAJA; a EJECUCIÓN DE PROYECTOS DE AGUA POTABLE RURAL EN OCTAVA REGIÓN, y a PAVIMENTACIÓN DE CAMINO A PASO INTERNACIONAL PICHACHÉN.
A la señora Ministra de Vivienda y Urbanismo y al señor Secretario Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo del Biobío, consultándoles en cuanto a DEMORA EN CONSTRUCCIÓN DE PASO SOBRENIVEL CAMINO A ANTUCO Y DE GIMNASIO MUNICIPAL DE COMUNA DE ANTUCO, Y FECHA DE CONCLUSIÓN DE AMBAS OBRAS.
A la señora Ministra de Vivienda y Urbanismo; al señor Secretario Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo del Biobío; a la señora Directora (P y T) del Servicio de Vivienda y Urbanización de la Octava Región, y a la señora Delegada Provincial del Servicio de Vivienda y Urbanización del Biobío, a fin de consultar por SOLUCIÓN DE PROBLEMA SANITARIO EN VILLA LOS CIPRESES (comuna de Quilaco) y FECHA DE RELOCALIZACIÓN DE AFECTADOS POR CONTAMINACIÓN A CAUSA DE REFINERÍA EN HUALPÉN.
A los señores Ministro de Agricultura y Secretario Regional Ministerial de Agricultura del Biobío, a fin de que informen sobre EJECUCIÓN DE PLANES Y OBRAS CONTRA EFECTOS DE SEQUÍA EN OCTAVA REGIÓN.
Al señor Ministro del Medio Ambiente, pidiéndole dar a conocer POLÍTICAS PÚBLICAS DESARROLLADAS EN CHILLÁN Y CHILLÁN VIEJO PARA PREVENCIÓN DE EPISODIOS CRÍTICOS DE SATURACIÓN EN 2015.
Al señor Director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, solicitándole información referida a CONTROLES CON CARABINEROS PARA DETECCIÓN DE MANEJO BAJO EFECTOS DEL ALCOHOL EN REGIÓN DEL BIOBÍO DURANTE 2015.
A la señora Directora del Servicio de Vivienda y Urbanización de la Región del Biobío, pidiéndole antecedentes sobre MEDIDAS PARA CONTINUIDAD DE ESCUELA DE REFORZAMIENTO DE POBLACIÓN PORVENIR, DE CHIGUAYANTE.
)----------(
--Ofrecida la palabra, sucesivamente, en los tiempos de los Comités Partido Renovación Nacional; Partido Socialista; Partido MAS e Independiente; Partido Unión Demócrata Independiente; Partido Por la Democracia; Independientes, y Partido Demócrata Cristiano e Independiente, ningún señor Senador interviene.
)---------(

El señor WALKER, don Patricio (Presidente).- Por haberse cumplido su objetivo, se levanta la sesión.
--Se levantó a las 19:17.
Manuel Ocaña Vergara,
Jefe de la Redacción