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REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 356ª
Sesión 1ª, en martes 11 de marzo de 2008
Ordinaria
(De 16:20 a 18:59)
PRESIDENCIA DE LOS SEÑORES EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE, PRESIDENTE,
Y CARLOS OMINAMI PASCUAL, VICEPRESIDENTE
SECRETARIOS, LOS SEÑORES CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR,
Y JOSÉ LUIS ALLIENDE LEIVA, SUBROGANTE
____________________
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Allamand Zavala, Andrés
--Alvear Valenzuela, Soledad
--Arancibia Reyes, Jorge
--Ávila Contreras, Nelson
--Bianchi Chelech, Carlos
--Cantero Ojeda, Carlos
--Chadwick Piñera, Andrés
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Escalona Medina, Camilo
--Espina Otero, Alberto
--Flores Labra, Fernando
--Frei Ruiz-Tagle, Eduardo
--García Ruminot, José
--Gazmuri Mujica, Jaime
--Girardi Lavín, Guido
--Gómez Urrutia, José Antonio
--Horvath Kiss, Antonio
--Kuschel Silva, Carlos
--Larraín Fernández, Hernán
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Longueira Montes, Pablo
--Matthei Fornet, Evelyn
--Muñoz Aburto, Pedro
--Muñoz Barra, Roberto
--Naranjo Ortiz, Jaime
--Navarro Brain, Alejandro
--Novoa Vásquez, Jovino
--Núñez Muñoz, Ricardo
--Ominami Pascual, Carlos
--Orpis Bouchón, Jaime
--Pérez Varela, Victor
--Pizarro Soto, Jorge
--Prokurica Prokurica, Baldo
--Romero Pizarro, Sergio
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Vásquez Úbeda, Guillermo
--Zaldívar Larraín, Adolfo
Concurrieron, además, los señores Ministros de Hacienda, don Andrés Velasco Brañes y Secretario General de la Presidencia, don José Antonio Viera-Gallo Quesney.
Actuó de Secretario el señor Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el señor José Luis Alliende Leiva.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 16:20, en presencia de 20 señores Senadores.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. TRAMITACIÓN DE ACTAS

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Las actas de las sesiones 88ª y 89ª, ordinarias, en 4 y 5 de marzo del año en curso, respectivamente, se encuentran en Secretaría a disposición de los señores Senadores, hasta la sesión próxima, para su aprobación.
IV. CUENTA

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretaría.

El señor ALLIENDE (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas:
Mensajes
Dos de Su Excelencia la Presidenta de la República: Con el primero informa que ha resuelto no hacer uso de la facultad que le confiere el inciso primero del artículo 73 de la Constitución Política de la República, respecto del proyecto de ley sobre acceso a la información pública (boletín N° 3.773-06). --Se tomó conocimiento y se mandó comunicar al Excelentísimo Tribunal Constitucional. Con el segundo retira y hace presente la urgencia, calificada de "suma", acerca del proyecto de ley, en trámite de Comisión Mixta, que regula el lobby (boletín N° 3.407-07). --Queda retirada la urgencia, se tiene presente la nueva calificación y se manda agregar el documento a sus antecedentes.
Oficios
Dos de la Honorable Cámara de Diputados: Con el primero comunica que ha aprobado las enmiendas propuestas por el Senado al proyecto que introduce modificaciones a la Ley General de Servicios Eléctricos respecto de la generación de energía eléctrica con fuentes de energía renovables no convencionales (boletín Nº 4.977-08). --Se toma conocimiento y se manda archivar el documento junto con sus antecedentes. Con el segundo informa que ha aprobado el proyecto de ley que establece rebaja transitoria al impuesto a las gasolinas automotrices y modifica otros cuerpos legales (con urgencia calificada de "suma") (boletín N° 5.752-05). --Pasa a la Comisión de Hacienda. Dos del Excelentísimo Tribunal Constitucional: Con el primero remite copia autorizada de la sentencia recaída en la acción de inaplicabilidad por inconstitucionalidad formulada respecto del artículo 107 de la Ley General de Bancos. --Se toma conocimiento. Con el siguiente remite copia autorizada de un requerimiento de inaplicabilidad por inconstitucionalidad formulado en contra del artículo 21 del decreto ley N° 2.186, de 1978, Ley Orgánica de Expropiaciones. --Se toma conocimiento y se remiten los antecedentes a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento. Del señor Ministro del Interior, mediante el cual contesta un oficio remitido en nombre del Senador señor Navarro, referido al estado de salud de la señora Patricia Troncoso. Del señor Ministro Secretario General de la Presidencia, por medio del cual remite copia de la carta respuesta de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), relativa al adecuado entendimiento del artículo 35 del Convenio N° 169. Del señor Ministro del Trabajo y Previsión Social, a través del cual da respuesta a un oficio cursado en nombre del Senador señor Frei, referido a los planteamientos formulados por el Comité de Derechos Humanos de la Provincia Cordillera. Seis del señor Ministro de Obras Públicas: Con los dos primeros responde igual número de oficios enviados en nombre del Senador señor Romero, referidos, respectivamente, a la eventual concesión vial del MOP de la Ruta F 30-E, tramo Concón-Ruta 5 Norte, y al estado de avance del proyecto para desarrollar la zona del embalse Los Aromos. Con el tercero contesta un oficio remitido en nombre del Senador señor Espina, relativo a la construcción del nuevo Puente Cautín en Lautaro y al mejoramiento y reparación del Puente Cautín en la Ruta S-11-R y accesos. Con el cuarto da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador señor Kuschel, sobre el estado de avance de la construcción de una rampa para pasajeros y carga, en isla Chaullín, comuna de Quellón, Décima Región. Con el siguiente responde un oficio remitido en nombre del Senador señor Pérez Varela, tocante a la denominada "Concesión Autopista Concepción Cabrero y Red Vial del Biobío". Con el último responde un oficio enviado en nombre del Senador señor Horvath, referido a la contaminación de las aguas del río Mataquito y la bahía correspondiente. De la señora Ministra Presidenta de la Comisión Nacional del Medio Ambiente, mediante el cual contesta un oficio enviado a Su Excelencia la Presidenta de la República en nombre del Honorable Senado, con el propósito de que se elabore una metodología destinada a cuantificar el impacto que tienen las emisiones de carbono que inciden en el calentamiento global en el presupuesto de cada órgano y servicio público, municipalidades y Poderes Legislativos y Judicial. Del señor Director Nacional del Servicio Nacional del Consumidor subrogante, por medio del cual remite la "Memoria Anual 2007 del Consejo de Administración del Fondo Concursable para las iniciativas de las Asociaciones de Consumidores". Del señor Director Ejecutivo de CONAF subrogante, a través del cual envía información de las bonificaciones forestales otorgadas durante el año 2007. De la señora Presidenta de la Comisión Asesora Presidencial para la Protección de los Derechos de las Personas, mediante el cual remite una copia del Cuarto Informe de las actividades de la referida Comisión durante el último trimestre del año 2007. Dos de la señora Intendenta de la Región del Biobío, a través de los cuales da respuesta a igual número de oficios remitidos en nombre del Senador señor Navarro, referidos, respectivamente, a las postulaciones al Programa de Pavimentación Participativa en la comuna de Hualqui, y a la construcción de un nuevo estadio en la ciudad de Chillán, con ocasión del próximo campeonato mundial de fútbol femenino. Dos del señor Intendente de la Región de Los Ríos, por medio de los cuales responde dos oficios enviados en nombre del Senador señor Frei, referidos, respectivamente, a proyectos de inversión privada en energía en diversas comunas de la mencionada Región, y a los planteamientos profesionales y educativos formulados por la persona que indica. --Quedan a disposición de los señores Senadores.
Informes

Dos de la Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía, recaídos en los siguientes asuntos: 1.- Proyecto de acuerdo presentado por los Senadores señores Horvath, Espina, Gazmuri, Gómez, Kuschel, Muñoz Aburto, Navarro, Núñez, Orpis, Prokurica, Ruiz-Esquide y Vásquez, mediante el cual solicitan a Su Excelencia la Presidenta de la República, que promueva un acuerdo humanitario en Colombia, con el fin de permitir la liberación de todos los secuestrados, incluyendo a doña Ingrid Betancourt (boletín S 1.036-12). 2.- Proyecto de acuerdo presentado por los Senadores señores Naranjo, Ávila y Muñoz Aburto, por medio del cual solicitan a Su Excelencia la Presidenta de la República que adopte las medidas que permitan que el señor Mauricio Hernández Norambuena cumpla en Chile la pena a que fue condenado en la República Federativa del Brasil (boletín N° S 1.043-12). --Quedan para el Tiempo de Votaciones de la próxima sesión ordinaria.
Moción
Del Senador señor Escalona, mediante la cual inicia un proyecto que modifica la Ley sobre Control de Armas, con el fin de regular la posesión o tenencia de armas de fuego (boletín N° 5.762-02). --Pasa a la Comisión de Defensa Nacional.
Proyecto de acuerdo
De los Senadores señores Naranjo, Muñoz Aburto y Navarro, a través del cual solicitan a Su Excelencia la Presidenta de la República que instruya al señor Ministro de Hacienda para que, con cargo al Presupuesto del Sector Público, se contraten seguros de vida en favor de los familiares de los funcionarios de Carabineros de Chile muertos en actos de servicio (boletín N° S 1.046-12). --Pasa a la Comisión de Hacienda.
Comunicaciones
De los Senadores señores Frei y Ominami, mediante las cuales presentan sus renuncias a los cargos de Presidente y Vicepresidente del Senado, respectivamente. --Se aceptan y se procederá a la elección de sus reemplazantes después de la Cuenta de la próxima sesión ordinaria de la Corporación.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Terminada la Cuenta.
Tiene la palabra el señor Secretario.

ACUERDOS DE COMITÉS

El señor HOFFMANN (Secretario General).- Los Comités, en sesión de hoy, resolvieron por unanimidad lo siguiente:

1.- Votar en la presente sesión los proyectos de acuerdo con informes de Comisión, de los que se acaba de dar cuenta.

2.- Fijar nuevos plazos para presentar indicaciones a los siguientes asuntos:
-Proyecto de ley que establece normas para la plena integración social de las personas con discapacidad, hasta el lunes 7 de abril, a las 12;
-Proyecto que introduce modificaciones orgánicas y procedimentales a la ley Nº 19.968, que crea los tribunales de familia, hasta hoy, a las 18. Las indicaciones deberán ser entregadas en la Secretaría de la Comisión de Hacienda;
-Proyecto de ley que crea el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, hasta el próximo lunes 17, a las 12;
-Proyecto de ley sobre operación de embalses frente a alertas y emergencias de crecidas, y otras medidas que indica, hasta el lunes 31 de marzo, a las 12;
-Proyecto de ley que fortalece y perfecciona la jurisdicción tributaria, hasta mañana, a las 12. Las indicaciones deberán ser presentadas en la Secretaría de la Comisión; y
-Proyecto de ley sobre vegetales genéticamente modificados, hasta el lunes 17 de marzo, a las 12.
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El señor RUIZ-ESQUIDE.- ¿Me permite, señor Presidente?

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra Su Señoría.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, deseo que se oficie en mi nombre al señor Ministro de Hacienda, solicitándole el pronto envío de las indicaciones -que se hallan pendientes- al proyecto que establece normas para la plena integración social de las personas con discapacidad, a fin de que esta materia quede resuelta la próxima semana.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Si le parece a la Sala, se enviará el oficio solicitado.
Acordado.
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El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Señores Senadores, tal como se ha dado a conocer en el último punto de la Cuenta, quien les habla y el Honorable señor Ominami hemos presentado nuestra renuncia a los cargos de Presidente y Vicepresidente de esta Corporación, respectivamente. Y quiero, por lo tanto, pronunciar algunas palabras de agradecimiento.

EXPRESIONES DE HONORABLE SEÑOR FREI AL DEJAR PRESIDENCIA DEL SENADO
Vengo en honrar el compromiso que adquirí hace precisamente dos años, cuando asumí la presidencia del Senado. Vengo con la tranquilidad y satisfacción de haber respondido a la confianza que depositaron en mí los Senadores que me eligieron.
Concluyo el ejercicio de este cargo con un sentimiento de profundo agradecimiento a ustedes. Más allá de las naturales diferencias políticas, hemos podido trabajar juntos en un clima de amistad cívica, anteponiendo siempre el bien superior de Chile por sobre cualquier otra consideración.
Hago extensiva mi gratitud a todas las personas que diariamente se desempeñan en esta Corporación -especialmente a los señores Secretario y Prosecretario, y a toda la gente que trabaja con nosotros-, cuyo esfuerzo y dedicación permiten el normal funcionamiento de una institución que cumple un rol fundamental en nuestro sistema democrático.
Balance de la actividad legislativa
En estos dos años, podemos decir con satisfacción que el Senado ha visto realzada su función política en la democracia chilena. Lo hemos logrado desarrollando una intensa agenda legislativa, que se tradujo en la realización de 181 sesiones, en las que se aprobaron 322 iniciativas de ley, 31 tratados o convenios internacionales y se suscribieron 123 proyectos de acuerdo.
Entre ellos, quiero destacar el despacho de las leyes sobre reforma previsional; subcontratación; creación de las Regiones de Arica y Parinacota y de Los Ríos; bosque nativo; la normativa que establece un sistema nacional de aseguramiento de la calidad de la educación, y la que protege a los funcionarios públicos que denuncian irregularidades y faltas al principios de probidad, entre otras.
Asimismo, fueron aprobados relevantes convenios internacionales suscritos por nuestro país, entre los cuales se encuentran los tratados de libre comercio con China y Japón; el acuerdo de alcance parcial con la India; el de asociación económica con el Pacífico 4, con Singapur, Nueva Zelandia y Brunei; la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, y -la semana pasada- el Convenio Nº 169 de la OIT, sobre los pueblos originarios.
La diplomacia parlamentaria
Por otro lado, en estos dos años incrementamos los lazos y el prestigio internacional del Senado afianzando la diplomacia parlamentaria y apoyando la política de relaciones exteriores del Estado de Chile.
Junto a varios Senadores, tuve la oportunidad de visitar, entre otros países, Estados Unidos, China, Japón, Canadá, estrechando las relaciones de cooperación mutua con los parlamentos de dichas naciones.
Quiero destacar la naturaleza institucional de cada uno de esos viajes. En todos ellos me preocupé de integrar a las delegaciones a Senadores de todos los sectores y que representaran a Chile y no a una corriente política en particular.
Pero también nos preocupamos de hacer del Senado un lugar más abierto y más accesible a la ciudadanía. Es así como en los últimos años dimos pasos fundamentales en su fortalecimiento democrático, por ejemplo, poniendo en práctica la nueva norma constitucional que establece que los actos de la Administración son todos de carácter público.
Ello se hizo efectivo a través de la eliminación de las votaciones y sesiones secretas para temas como la aprobación o rechazo de los nombramientos de la Presidenta de la República para nuevos ministros de la Corte Suprema, consejeros del Banco Central y miembros del Tribunal Constitucional, entre otros.
De este modo, los ciudadanos pueden conocer en profundidad los contenidos y debates en decisiones relevantes, rompiendo así una cultura del secretismo, que ciertamente no es amiga de la democracia.
Además, hemos profundizado la transparencia de la gestión del Senado incrementado la información de carácter administrativa que se publica absolutamente in extenso en nuestro sitio web.
Por último, quiero destacar la recuperación del edificio institucional en el ex Congreso Nacional, en Santiago. Parte importante de este inmueble, donde hasta hace poco funcionó la Cancillería, fue rehabilitado para ser usado por los Senadores. Me parece que este es un hito de gran importancia, porque es un símbolo de continuidad de las mejores tradiciones democráticas de nuestro país.
Reflexiones para lo que viene
Estimadas Senadoras y estimados Senadores:
El término de mi período como Presidente de la Cámara Alta nos encuentra en un momento muy especial de nuestro país. Los siguientes dos años estarán marcados por las elecciones municipales de octubre próximo y los comicios parlamentarios y presidencial del 2009.
Ciertamente, este horizonte electoral va a agudizar el tono del debate, poniendo más de relieve los intereses partidarios y de las respectivas alianzas políticas.
Debemos evitar esa tentación. Estamos frente a un año que se nos presenta con muchos desafíos desde el punto de vista económico, dada la existencia de una serie de fenómenos que ya están afectando de manera sensible la calidad de vida de muchos miles de familias chilenas. Son los casos de la sequía, la estrechez energética, el aumento de los precios en productos de consumo básico y la baja del tipo de cambio, que impacta severamente a todo nuestros sector exportador.
Todo ello da cuenta de un momento complejo para el país, y su tratamiento, más allá de las legítimas aspiraciones de cada coalición, nos exige una mirada atenta y constructiva.
Por eso, hoy día quiero invitar al Gobierno, a la Concertación y a la Oposición a priorizar nuestra agenda política con aquellos temas que son urgencias para nuestros compatriotas, actuando con diligencia y altura de miras.
Sin perjuicio de lo anterior, los desafíos inmediatos no pueden consumir todas nuestras energías. También hay consensos que debemos construir y profundizar en torno a materias que permanecen pendientes y que siguen limitando nuestro potencial de crecimiento. Me refiero a la regionalización, a la diversificación de la matriz energética, a la profundización de la democracia, al fortalecimiento de nuestra competitividad internacional, a la necesidad de consolidar una cultura de la probidad en el ejercicio del servicio público, a promover una educación de calidad y con igualdad de oportunidades y a fomentar la ciencia e investigación en áreas relevantes para nuestro país.
En definitiva, tenemos una amplia agenda nacional sobre la cual el país espera cooperación y perspectiva de futuro. En ella el Senado tiene que cumplir su rol, reafirmando su vocación histórica de ser el lugar del estudio reflexivo y sereno de los grandes proyectos nacionales, a través del debate respetuoso y la búsqueda de los acuerdos.
No puedo evitar dedicar unas breves palabras al momento que atraviesa la Concertación.
Según lo que se acordó en marzo del 2006, hoy me habría correspondido entregar la Presidencia de la Cámara Alta a un Senador de nuestra coalición. No obstante, por las realidades políticas que conocemos, esto no será posible.
Me duele que no hayamos sido capaces de mantener la mayoría que el pueblo nos entregó en las últimas elecciones parlamentarias.
Debieron pasar dieciséis años para lograr que al fin la voluntad de la ciudadanía se expresara fielmente en el Senado. Y, sin embargo, no tuvimos la madurez ni la capacidad política para usarla en beneficio de Chile.
Los partidos, sus dirigentes y nosotros, los parlamentarios, debemos reflexionar sobre lo que aquí ha ocurrido. Hay algo que la Concertación no está haciendo bien.
De no enmendar el rumbo, de no cambiar nuestros estilos y prácticas, no solo la ciudadanía nos quitará el respaldo mayoritario que siempre nos ha entregado en todos estos años, sino que tampoco estaremos en condiciones de ofrecer un proyecto atractivo y confiable para el país. La historia castiga a quienes no reconocen sus errores y perseveran en ellos.
Últimas palabras
Señoras Senadoras, señores Senadores, estimadas amigas y estimados amigos, les reitero mi agradecimiento a todos ustedes por la colaboración, confianza y respeto que tuvieron siempre hacia este Presidente durante estos años. Espero que ese mismo espíritu se mantenga durante la gestión de mi sucesor.
Siempre procuré respetar los derechos de cada uno de ustedes, así como también defender las atribuciones e independencia del Senado, que son valores esenciales para garantizar la gobernabilidad democrática.
Deseo hacer un especial reconocimiento a los Senadores señores Jaime Naranjo y Carlos Ominami, que me acompañaron en estos dos años en la Vicepresidencia, por su aporte, por su cooperación, por su lealtad en cada una de las iniciativas que nos tocó llevar a cabo.
Quiero también expresar mi gratitud a los habitantes de mi circunscripción, la Región de Los Ríos y las comunas de Osorno, San Pablo y San Juan de la Costa. A ellos les reafirmo mi compromiso de seguir trabajando para que puedan tener una vida mejor y cumplir sus esperanzas y sus anhelos.
Por último, un agradecimiento especial a mi familia, por el apoyo incondicional que me han brindado en cada uno de los desafíos que he emprendido en el servicio público. En mi esposa, hijas y nietos siempre he encontrado la comprensión y el respaldo para enfrentar con serenidad las exigencias que estas responsabilidades me han demandado.
Al terminar, le pido a Dios que me ilumine para continuar sirviendo a mi país y a su gente, con seriedad, eficiencia y honestidad, como ha sido mi norte en la vida pública.
Muchas gracias.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).

El señor NOVOA.- ¿Me permite, señor Presidente?

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra Su Señoría.

El señor NOVOA.- Señor Presidente, en nombre del Comité de Senadores de la Unión Demócrata Independiente, quiero testimoniar nuestro reconocimiento a su gestión como Presidente del Senado, reconocimiento que hacemos extensivo a la labor del Vicepresidente.
Siempre nos sentimos representados por las decisiones que se tomaron en la administración de la Corporación.
Por lo tanto, les agradecemos a usted y al Vicepresidente la forma como desempeñaron tan importante tarea.

El señor ALLAMAND.- Señor Presidente, también diré algunas palabras, en representación de la bancada de Renovación Nacional.
La gestión que ha efectuado la Mesa del Senado, en la forma por usted señalada, es digna del mayor elogio y se inscribe en las mejores tradiciones de esta Alta Corporación.
Por consiguiente, vayan para quienes se han desempeñado como Presidente y Vicepresidente nuestros agradecimientos y nuestro reconocimiento por la tarea llevada a cabo.
Pero en particular, señor Presidente, queremos destacar algunos rasgos del modo en que usted personalmente ejerció dicho cargo, por cierto sin que eso sea, bajo ninguna circunstancia, menoscabo para quienes lo acompañaron en tan buena forma: los Senadores señores Naranjo y Ominami.
A nosotros nos parece que usted ha ejercido su cargo, primero, con la estatura que esta Corporación se merece; segundo, con absoluta ecuanimidad (las instituciones tienen un rodaje interno, el cual debe mantenerse siempre fielmente apegado al concepto de ecuanimidad en su funcionamiento); tercero, con carácter en los momentos en que ha sido necesario, zanjando como correspondía algunas de las discusiones habidas en esta Sala; y por último -aunque a algunos les pueda parecer sorprendente-, en muchas oportunidades, con la dosis de humor indispensable y que tanto se aprecia.
La verdad, señor Presidente, es que a usted y a su padre les ha correspondido ocupar las dos posiciones más importantes de nuestro sistema republicano: la Presidencia de la República y la Presidencia del Senado.
Quiero manifestarle entonces, en nombre de Renovación Nacional, que su cometido como Presidente del Senado de alguna manera agrega un paso extraordinariamente significativo a los largos servicios que la familia Frei ha prestado a Chile.
Tenga, señor Presidente, nuestro agradecimiento y nuestro reconocimiento.

El señor VÁSQUEZ.- Señor Presidente, los Senadores del Partido Radical Social Demócrata le agradecemos muy sincera y sentidamente su gestión. Y lo hacemos no solo porque usted ha representado como corresponde a la Corporación -y algo de ello voy a señalar más adelante-, sino también, fundamentalmente, porque entendemos que su gestión ha realzado la calidad humana suya y de los Vicepresidentes que lo acompañaron.
Las bancadas de la Oposición han reconocido su ecuanimidad, su equidad, su racionalidad y su perfecto equilibrio para ser una autoridad, pero no por nombramiento o votación de sus pares, sino desde el punto de vista de la manera como personalmente usted -y también los Vicepresidentes- ha ejercido su cargo.
Por lo tanto, nos parece que en primer término debemos destacar las condiciones humanas que usted, nuevamente, ha mostrado ante el país y ante los miembros de esta Corporación.
Muchísimas gracias por ello, señor Presidente.
Por supuesto que estamos de acuerdo con las palabras antes expresadas en cuanto a la conducción del Senado. Y reiterar a este respecto sería alargar la presente sesión.
Sin perjuicio de aquello, debemos señalar que su actitud, su franqueza, pero al mismo tiempo su recepción a todos y cada uno de los Senadores han ido mucho más allá de lo que normalmente pudiéramos esperar de un Presidente de esta Corporación.
En segundo lugar, su ponderación en muchos de los episodios de la vida nacional acaecidos durante sus dos años en la Presidencia de esta Alta Cámara ha significado un pie de mesura, de tranquilidad y, fundamentalmente, de proyección en cuanto a las necesidades del país.
Y, sin duda alguna, la representación internacional que a usted le ha cabido ha prestigiado a Chile en el exterior, ante numerosos países del mundo.
Por ello, señor Presidente, y sin agregar nada a lo ya dicho en esta Sala, le expreso, en nombre de la bancada del Partido Radical Social Demócrata, nuestro reconocimiento, nuestro agradecimiento y, fundamentalmente, nuestra adhesión en cuanto persona. Y creo que nadie podría dejar de hacerlo, dada la altura con que usted condujo esta Corporación.
¡Muchísimas gracias, señor Presidente!

El señor SABAG.- Señor Presidente, diversos Senadores de distintas bancadas han reconocido el brillante desempeño que tuvo usted al frente de esta Cámara durante dos años.
¡Con qué agrado y satisfacción lo hago yo en mi condición de uno de sus camaradas democratacristianos, a quienes nos representó durante el tiempo en que dirigió esta Alta Corporación!
Y, naturalmente, Su Señoría actuó con la dignidad que exige tan alta investidura, haciendo respetar los derechos de unos y otros. De manera que todos nos sentimos complacidos por la forma como se desempeñó.
Yo tuve la oportunidad de acompañarlo en algunas de sus giras internacionales. De modo que pude apreciar con qué respeto, con qué solemnidad era recibido en todas las naciones, por sus más altas autoridades. Y no tan solo por las de los Parlamentos, sino también por Jefes de Estado, Emperadores, en fin.
En esas ocasiones, uno reflexionaba en el sentido de que Su Señoría estaba representando al Senado, por cierto, pero asimismo a Chile. O sea, se hallaba muy presente que había ejercido la más alta magistratura de nuestra nación.
Por eso, señor Presidente, nos sentimos muy agradecidos por su desempeño.
Y considero que no nos equivocamos al determinar que para ingresar al Salón de los Presidentes -ubicado en el ex Congreso Nacional- se debe haber sido Presidente de la República y Presidente del Senado.
Usted, señor Presidente, ostentó ambos cargos con dignidad, para orgullo -diría yo- de todos los chilenos, y en particular de nosotros, los parlamentarios.
Felicitaciones y agradecimientos por su desempeño, señor Presidente, en mi nombre, y creo que también en el de mis colegas democratacristianos.

El señor BIANCHI.- Me sumo a las intervenciones de los distintos oradores y ratifico lo dicho por quien me antecedió, señor Presidente: quienes lo hemos acompañado en algunas de sus giras hemos observado en otros lugares del mundo el afecto, el cariño y el respeto que les tienen a usted y a su familia, y cómo ven también en su persona la representación de nuestro país, de Chile.
Los miembros del Comité Independientes -los demás integrantes me pidieron que en alguna medida interpretara sus sentimientos- le expresamos nuestra admiración, nuestra gratitud, señor Presidente, porque fueron dos años (y no voy a decir nada que no haya manifestado antes, públicamente por lo demás) durante los cuales nos hemos sentido interpretados de la mejor manera por usted y por los dos Senadores que lo acompañaron desde la Vicepresidencia.
Con el Honorable señor Ominami coincidimos en una visita suya al exterior, señor Presidente. Y la verdad es que uno se siente tremendamente complacido y muy respetado cuando llega a otro lugar del mundo al lado de dos figuras nacionales que son recibidas de modo muy afectuoso.
En nombre del Comité Independientes y en el mío propio, señor Presidente, les doy las gracias a usted y a los dos Senadores que ejercieron la Vicepresidencia durante estos dos años.
Pero, sin lugar a dudas, el desafío es mayor: trabajar por Chile. Trabajar con el Gobierno, con la Oposición, pues la gente desea un país con una mirada, aunque distinta en lo político, sin mezquindades. Y nosotros estamos llamados a lograr esto.
He dicho.

El señor MUÑOZ BARRA.- Señor Presidente, en nombre del Comité Partido Por la Democracia, debo señalar que la conducción del Senado desde 1990 ha transcurrido con absoluta responsabilidad. Se han mantenido las tradiciones que han singularizado a la Cámara Alta.
En el caso de Su Señoría, tengo que agregar que sumó a sus cualidades personales en el ejercicio del cargo de Presidente del Senado la experiencia que recogió como conductor de nuestro país en un tiempo no muy lejano.
El protagonismo que muchas veces se busca en la política -en ocasiones, con gran liviandad- no estuvo dentro de las características de su mandato como titular de esta Alta Cámara. El protagonismo habido durante los dos últimos años emanó del peso de su figura política y pública, señor Presidente, en responsabilidades que usted asumió con eficiencia, siguiendo una tradición familiar.
Su mandato, que surgió de una mayoría electoral, constituyó garantía para todos los sectores políticos del Senado. Y fueron dos años de eficiente presidencia.
Ahora, el juego de la democracia baraja de otra manera el futuro político de esta Corporación y, a lo mejor, del país.
Señor Presidente, estamos contentos -así lo han señalado todas las bancadas- por su gestión. Y, naturalmente, también subrayamos la colaboración que recibió de los Honorables señores Naranjo y Ominami, quienes siguieron la escuela que Su Señoría implementó en estos dos años de brillante conducción del Senado.
Reciba entonces, señor Presidente, la gratitud y las felicitaciones del Partido Por la Democracia por la tan destacada labor que cumplió al frente de esta Alta Cámara.

El señor MUÑOZ ABURTO.- Señor Presidente, la bancada del Partido Socialista quiere sumarse al reconocimiento y a la valoración del trabajo realizado por usted como titular de esta Corporación y por los Senadores señores Naranjo y Ominami como Vicepresidentes.
Intervenir el día de hoy a los efectos de rendirle homenaje -si así se quiere decir-, señor Presidente, es para mí un privilegio y una suerte.
En 1993 lo conocí cuando Su Señoría era candidato presidencial y yo postulaba por primera vez a la Cámara de Diputados e hice campaña por usted y con usted en la Duodécima Región. En aquel entonces, al igual que el Senador que habla, muchos habitantes de la referida zona pudieron apreciar la sencillez y grandeza que irradiaba usted cuando conversaba con una humilde pobladora, con un humilde poblador, o cuando manifestaba sus preferencias deportivas. Porque para nadie constituye un misterio que Su Señoría es hincha de la Universidad de Chile.

El señor ALLAMAND.- ¡Nadie es perfecto¿!

El señor BIANCHI.- ¡Ahí está el problema¿!

El señor MUÑOZ ABURTO.- Creo que ese tipo de actitudes retratan al hombre, al ser humano.
Usted, señor Presidente, dio esa impronta a esta Corporación. Y por eso todos los Comités hemos querido tributar hoy un sencillo pero emotivo homenaje -repito: si así se desea decir- a su gestión y a la de los Vicepresidentes que lo acompañaron.
Por cierto, mayor alegría me habría causado si Su Señoría hubiese entregado el mando a mi compañero Senador Ricardo Núñez. Pero usted ya lo señaló en su discurso: las condiciones políticas cambiaron en el seno de esta Corporación. Y nosotros, que luchamos para recuperar la democracia el año 90, respetamos, por consiguiente, las reglas del juego.
Muchas felicidades, señor Presidente, e infinitas gracias por haberlo tenido como titular de la Cámara Alta durante los dos últimos años.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Agradezco las expresiones de Sus Señorías.




DELITO DE FABRICACIÓN O PORTE DE ARMAS EN ESTABLECIMIENTOS PENITENCIARIOS


El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor HOFFMANN (Secretario General).- Antes de entrar al primer proyecto de la tabla, debo informar a la Sala -ya lo hice en los Comités- que, transcurrido el plazo fijado al efecto, no se presentó ninguna indicación al proyecto de ley, iniciado en moción de los Honorables señores Espina, Gómez, Larraín y Navarro, en primer trámite constitucional, que modifica el Código Penal y la Ley de Control de Armas con el fin de sancionar a los internos de un establecimiento penitenciario que fabriquen, proporcionen o porten armas.
En consecuencia, como fue aprobado en general durante la sesión de 23 de enero último, corresponde darlo por aprobado también en particular; y respecto del artículo 2º, que es de quórum calificado, con la misma votación obtenida en esa oportunidad, esto es, con los votos conformes de 25 señores Senadores.
--Los antecedentes sobre el proyecto (5653-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley: (moción de los Senadores señores Espina, Gómez, Larraín y Navarro).
En primer trámite, sesión 78ª, en 2 de enero de 2008.
Informe de Comisión:
Constitución, sesión 84ª, en 16 de enero de 2008.
Discusión:
Sesión 87ª, en 23 de enero de 2008 (se aprueba en general).


--El proyecto queda aprobado en particular, reglamentariamente, en los términos señalados por el señor Secretario General, dejándose constancia de que, en lo pertinente, se reunió el quórum constitucional requerido.

V. ORDEN DEL DÍA



INSCRIPCIÓN AUTOMÁTICA EN REGISTROS ELECTORALES Y SUFRAGIO VOLUNTARIO


El señor OMINAMI (Vicepresidente).- Proyecto de reforma constitucional, iniciado en moción de los Senadores señores Espina, Horvath, Romero y Viera-Gallo, en primer trámite constitucional, que modifica los artículos 15 y 18 de la Carta Fundamental a fin de consagrar el sufragio como un derecho de los ciudadanos y la inscripción automática de estos en los registros electorales, con informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
--Los antecedentes sobre el proyecto (3544-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de reforma constitucional: (moción de los Senadores señores Espina, Horvath, Romero y Viera-Gallo).
En primer trámite, sesión 1ª, en 8 de junio de 2004.
Informe de Comisión:
Constitución, sesión 89ª, en 5 de marzo de 2008.

El señor OMINAMI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor HOFFMANN (Secretario General).- El Ejecutivo hizo presente la urgencia para el despacho de esta iniciativa y la calificó de "simple".
El objetivo del proyecto es consagrar la voluntariedad del sufragio y la inscripción automática de los ciudadanos en los registros electorales.
La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento discutió esta iniciativa solo en general y aprobó la idea de legislar por 3 votos a favor (Honorables señores Espina, Gómez y Vásquez) y una abstención (Senador señor Larraín).
El texto pertinente se transcribe en la parte pertinente del primer informe.
Para la aprobación de la iniciativa se requiere el pronunciamiento favorable de tres quintos de los Senadores en ejercicio, esto es, 23 votos.
El señor OMINAMI (Vicepresidente).- En discusión general el proyecto.

Tiene la palabra el Honorable señor Gómez.

El señor GÓMEZ.- Señor Presidente, me corresponde informar la iniciativa en debate, que, como objetivos centrales, persigue consagrar el sufragio con carácter voluntario y la inscripción automática de los ciudadanos en los registros electorales.
Según sabemos, esas instituciones son esenciales en una democracia, pues materializan la participación de la ciudadanía en la vida de la sociedad. Por eso, válidamente, las distintas visiones políticas y académicas plantean en forma permanente soluciones diferentes para afianzar dicha participación y, de ese modo, robustecer la propia democracia.
La Comisión comenzó el examen de la presente iniciativa en junio de 2004, fecha a partir de la cual celebró diversas sesiones en que hubo oportunidad de analizar acuciosamente, con la colaboración de distintas autoridades y representantes de diferentes centros de estudios -se individualizan en el primer informe-, sus consecuencias.
Con todos ellos, dicho organismo técnico examinó tanto las proposiciones contenidas en el proyecto cuanto otros aspectos en los que estas inciden, como es el caso de:
-Tendencias del comportamiento electoral de la ciudadanía;
-Motivaciones y preferencias de los electores en cuanto a la voluntariedad del voto y la inscripción automática;
-Desafección de los jóvenes en torno a los procesos eleccionarios;
-Necesidad de estimular la participación electoral en nuestro medio;
-Efectos que tendría el voto voluntario;
-Factibilidad de implementar un sistema de inscripción automática y avances habidos sobre el particular;
-Dificultades para aplicar sanciones a quienes no concurren a sufragar y posibilidad de despenalizar dicha conducta, y
-Experiencia comparada en estas materias.
En el propósito de objetivar la discusión y fundar las distintas posiciones expuestas, tales temas fueron ilustrados con diversidad de gráficos, cuadros estadísticos y otros antecedentes que los señores Senadores pueden consultar en el informe.
El debate fue rico en ideas, y tanto los señores Senadores que integran la Comisión como los invitados pudieron expresar sus respectivos puntos de vista.
En definitiva, una vez fijadas en términos globales las posiciones de los miembros de la Comisión en torno a las propuestas del proyecto, este se puso en votación solo en general, pues, pese a constar de un artículo único, contiene planteamientos relativos a dos temas que, aun cuando se relacionan, son diferentes.
En efecto, como sabemos, el carácter voluntario u obligatorio del sufragio, por un lado, y la automaticidad de la inscripción electoral, por el otro, son elementos esenciales de todo sistema electoral. Sin embargo, frente a cada uno de ellos se puede adoptar una postura diferente. En consecuencia, la Comisión estimó que correspondía enriquecer el análisis de una y otra materia durante la discusión particular.
La iniciativa de los Honorables señores Espina, Horvath y Romero y del entonces Senador señor Viera-Gallo incide, por una parte, en el inciso primero del artículo 15 de la Constitución Política, que dice: "En las votaciones populares, el sufragio será personal, igualitario y secreto. Para los ciudadanos será, además, obligatorio.". Se suprime esta última frase.
Por la otra, se intercala en el artículo 18 el siguiente inciso segundo: "La ley orgánica constitucional señalada en el inciso precedente contemplará un sistema de registro electoral al que se incorporarán, por el solo ministerio de la ley, los ciudadanos que cumplan los requisitos que establece el inciso primero del artículo 13.".
¿Por qué hago mención al punto? Porque en la Comisión se tuvo en cuenta, repito, que, aunque se trata de un artículo único, existen dos elementos importantes. Uno -y el más discutido de todos- es si se puede o no¿

El señor PIZARRO.- Espere que dejen de conversar, señor Senador.

El señor GÓMEZ.- La discusión sobre el asunto es trascendental, señor Presidente, porque, finalmente, se trata de cambiar el sistema imperante, de inscripción voluntaria y voto obligatorio. El proyecto invierte la situación, estableciendo la inscripción automática y el voto voluntario.
En ese aspecto, cabe señalar que el Ejecutivo presentó en la Cámara de Diputados una iniciativa que presenta similitudes con la que nos ocupa, con la diferencia de que operan la inscripción automática y el voto obligatorio, pero la desafiliación es voluntaria. Es decir, quien no desee ejercer el derecho a sufragio se puede desafiliar y, por tanto, no enfrentar una obligación al respecto.
Ello corresponde, en materia jurídica, a lo que conocemos como los derechos y deberes de un ciudadano. Por ese motivo, el tema es relevante, y la Comisión, aun cuando se trata de un artículo único, decidió que el debate se realizara con mayor profundidad en la discusión particular.
¿Y por qué el punto es importante? Porque en el órgano especializado se han registrado posiciones distintas, considerándose la posibilidad de la inscripción automática y la mantención, por supuesto, del voto obligatorio.
Sobre esa base, la Comisión aprobó la iniciativa, con los votos favorables de los Senadores señores Vásquez y Espina y de quien habla.
Sin perjuicio de lo anterior, estimamos relevante la reforma, por lo que hemos querido informarla con mucha precisión.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable señora Alvear.

La señora ALVEAR.- Señor Presidente, hoy en la mañana, la Comisión de Constitución acordó plantear con mucha franqueza a Sus Señorías la importancia de que el proyecto sea estudiado nuevamente por ella.
La razón es la siguiente. Existe acuerdo -al menos, entre quienes concurrimos a ese órgano técnico- en la trascendencia de introducir la inscripción automática. Nada justifica la realización de un trámite engorroso, con relación al cual el Servicio Electoral funciona entre ciertas horas, con exclusión de los sábados, lo que hace muy difícil la inscripción especialmente a los jóvenes que estudian. Pero registramos una diferencia muy sustantiva en cuanto a si el voto debe ser voluntario u obligatorio.
En nombre de la bancada democratacristiana, quiero dejar constancia de que nuestro Partido, en su V Congreso Nacional, aprobó el que nos jugáramos por el voto obligatorio. Y debo señalar que hay razones muy sustantivas para dicha posición.
Realmente, todos somos conscientes de que en la actualidad existe un fuerte cuestionamiento respecto del mundo político. Y creemos que el votar ha de ser, más que un derecho, una obligación; que una sociedad, la cual es una comunidad, no puede reconocer solo derechos a las personas, sino también obligaciones. Y si alguien no concuerda con los candidatos que se postulan en determinado momento, tiene toda la libertad de pronunciarse en blanco o de anular su sufragio.
Sin embargo, contemplar el derecho y la obligatoriedad del voto como un deber cívico nos parece fundamental.
La única parte de América Latina donde se reemplazó el voto obligatorio por el voluntario fue Venezuela, en 1994, cuando había una crisis de representación. Pero la tendencia que claramente vemos en el mundo actual y en los Estados más desarrollados es avanzar hacia una sociedad de ciudadanos comprometidos con su país. Y, en ese contexto, estimamos que la obligatoriedad del voto es la mínima que debe recaer en las personas al cumplir 18 años de edad.
Por otra parte, cabe hacer presente algo que sostiene no solo la Senadora que habla, sino también expertos que han analizado el tema -entre ellos, el profesor Arend Lijphart, de la Universidad de California, San Diego, quien ha realizado estudios empíricos-, en el sentido de que el voto voluntario aumenta la influencia del dinero en las campañas electorales, un problema que considero bastante delicado en Chile, como lo hizo presente en la Comisión el cientista político Carlos Huneeus.
Asimismo, este último observó que el sufragio voluntario es una pésima señal para nuestra sociedad, porque favorece a aquellas posiciones que para ganar votos solo enfatizan los derechos de las personas, sin mencionar las obligaciones y los costos de tal política.
A mi juicio, el proyecto va en la línea correcta de lo que hemos planteado, como Concertación, desde que se recuperó la democracia: la importancia de la inscripción automática.
Sin embargo, como existe una diferencia, al menos, de parte de la bancada democratacristiana -no conozco la posición del resto-, debo consignar con mucha claridad que estamos por el voto obligatorio.
Por ese motivo, en la Comisión acordamos esta mañana solicitar a la Sala que podamos continuar estudiando la materia, por cuanto se trata de un solo artículo y no queremos vernos obligados a votar en contra de una norma tan importante y de un avance tan notable como la inscripción automática.
He dicho.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Ominami.

El señor OMINAMI.- Señor Presidente, quiero intervenir en el mismo sentido en que lo hizo la Honorable señora Alvear.
Aunque no soy un experto constitucional, no es muy difícil darse cuenta de que la redacción de la reforma es confusa. Si Sus Señorías leen la suma, verán que indica que el objeto del proyecto es "consagrar el sufragio como un derecho de los ciudadanos y su inscripción automática en los Registros Electorales". Pero no se expresa lo esencial, que es eliminar la obligatoriedad del voto. Eso es lo que se pretende hacer.
Y, más aún, dicho texto es confuso -reitero- porque el sufragio, como un derecho de los ciudadanos, se halla consagrado en la Ley Fundamental, y no se requiere la iniciativa en examen para reconocerlo.
La reforma solo busca modificar el artículo 18 a fin de eliminar algo establecido a mediados del siglo XIX -hace cerca de 150 años- justamente para enfrentar los problemas de deslegitimidad del sistema político: el voto obligatorio. Porque, en un país como el nuestro, la voluntariedad estaba generando una fuerte deslegitimación en ese ámbito por la vía de una muy escasa participación.
Señor Presidente, no es necesario realizar una reforma de la Carta para establecer la automaticidad de la inscripción: basta con modificar la ley orgánica constitucional pertinente.
Entonces, me parece que es preciso ir a la discusión de fondo. En Chile, la voluntariedad del sufragio conlleva innumerables inconvenientes. Creo que finalmente se entrega una señal de fragilidad de la ciudadanía, la cual comprende derechos, pero también, como contrapartida, ciertas obligaciones.
Entiendo perfectamente que un ciudadano mantenga una visión crítica del conjunto de los actores políticos; pero su obligación es levantarse el día de la votación y cumplir con su deber de participar en el proceso electoral, en el cual podrá anular su voto.
Por lo demás, nos ha costado mucho recuperar el derecho de elegir a nuestras autoridades. Y pienso que este es irrenunciable, particularmente en Chile.
Asimismo, se ha demostrado que en países como el nuestro la voluntariedad del voto conduce necesariamente a una fuerte disminución de la participación electoral. Ello puede llevarnos a situaciones extremadamente riesgosas, como la de que en determinado momento se señale que ciertas autoridades han sido elegidas por menos de 50 por ciento del electorado y, por tanto, son ilegítimas.
Por consiguiente, me parece que la reforma constitucional no está bien planteada. Pienso que, en las actuales condiciones, la idea de la voluntariedad del voto es muy mala: "fragilizará" la ciudadanía; envolverá el riesgo de que aumente la deslegitimación del sistema político, y va a elitizar aún más la política, porque, tradicionalmente, conduce a que terminen expresándose los sectores de mayor nivel socioeconómico.
El día en que el sufragio sea voluntario, señor Presidente, lo que ocurrirá -y nosotros lo sabemos- es que en las franjas pobres despolitizadas de la sociedad se les pedirá a los candidatos que indiquen cuánto ofrecen por votar.
Entonces, existen muy buenas razones para rechazar el proyecto de reforma constitucional, que está mal planteado -repito- y no apunta en la dirección de resolver los graves problemas que enfrenta nuestro sistema político.
Por lo tanto, si se pone en votación en los términos en que ha sido presentado, anuncio mi voto en contra.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Espina.

El señor ESPINA.- Señor Presidente, en verdad, la moción recoge lo que tanto los candidatos de la Alianza como los de la Concertación propusieron a la ciudadanía en la última elección presidencial: reemplazar el actual sistema de inscripción manual y voluntaria por uno automático, y modificar la norma constitucional que consagra el voto obligatorio, para establecer uno voluntario.
Quiero exponer los fundamentos que nos llevaron a presentarla, considerando que en reiteradas oportunidades los abanderados presidenciales de las coaliciones le declararon al país ser partidarios de una reforma.
En primer lugar, en Chile hay 11 millones 500 mil personas mayores de 18 años, de las cuales solo 8 millones están inscritas en los registros electorales. Es decir, 3 millones y medio de personas que podrían votar no lo hacen. Y si sumamos el 10 por ciento de abstención histórica, llegamos a la cifra de 4 millones 300 mil chilenos que no participan en las elecciones.
Nuestro padrón electoral -lo han dicho hasta la saciedad todos los actores políticos, de Gobierno y de Oposición- ha envejecido dramáticamente. De 3 millones de chilenos con edades entre 18 y 29 años, apenas 700 mil están inscritos (23 por ciento). Esto es, 2 millones 300 mil jóvenes no votan.
En 1988, 36 por ciento del padrón electoral estaba conformado por jóvenes de 18 a 29 años; pero hoy -como señalé- solo lo integra 8,5 por ciento de ellos.
Queda en evidencia, señor Presidente, que la gente joven no está participando en las elecciones.
Ahora bien, el proyecto aborda dos cuestiones distintas. En primer lugar, algo que en una sociedad moderna no hay razón para que no se aplique: la inscripción automática. Con todos los sistemas computacionales y avances informáticos, nada justifica en Chile que una persona no quede inscrita automáticamente en los registros electorales al cumplir 18 años y que, por el contrario, se le obligue a concurrir a una Junta Electoral, cuyo horario, habitualmente, no es el más extenso. Este último trámite no se justifica en el mundo moderno.
En segundo término, digamos las cosas como son respecto al voto obligatorio. En el país, este es más aparente que real, porque con motivo de todos los procesos electorales se dictan leyes de amnistía a fin de eliminar las multas y sanciones respecto de quienes no votan, las cuales, por lo demás, afectan en mayor medida a la gente modesta, que es a la que más le duelen en el bolsillo. Por lo tanto, en la práctica, la obligatoriedad acompañada de una sanción no ha existido nunca.
Además, es una característica que constituye una injusticia, porque dice relación a los que se inscriben, no a quienes no lo hacen. Y, en consecuencia, también el concepto es de un relativismo absolutamente arbitrario.
Sin embargo, el motivo central de por qué somos partidarios del voto voluntario radica, entre otras cosas, en que la Constitución dispone -ello no se modificó en la última reforma- que "Son ciudadanos los chilenos que hayan cumplido dieciocho años de edad y que no hayan sido condenados a pena aflictiva".
Y agrega: "La calidad de ciudadano otorga los derechos de sufragio, de optar a cargos de elección popular y los demás que la Constitución o la ley confieran.".
En tal virtud, señor Presidente, si votar es un derecho, no hay razón para transformarlo simultáneamente en una obligación.
Por lo tanto, despejado el punto de que la inscripción debe ser automática, lo razonable es que los ciudadanos decidan voluntariamente si votan o no en una elección: uno, por lo que expresé en cuanto a que así ocurre en la práctica, y dos, porque hoy, pese a que es obligatorio votar, 4 millones y medio de chilenos no lo hacen.
Pero ¿cuál es el desafío que conlleva este criterio? El de obligar al sistema político, a los partidos y a los candidatos a ganarse la confianza del mundo joven.
Quiero hacer la siguiente reflexión: las encuestas del fin de semana indicaron que el candidato de la Alianza, Sebastián Piñera, ganaría en la próxima elección presidencial, para la cual faltan dos años. Y muchas personas sostienen que es necesario tener cuidado con cambiar el sistema electoral, porque, haciendo un cálculo pequeño y mezquino respecto de una norma que debiera regir en forma permanente, preguntan qué ocurriría con los nuevos jóvenes que se inscribieran.
En mi concepto, no hay que tenerle temor ni miedo a los jóvenes. Desde el momento en que el voto sea voluntario, se producirá un efecto extraordinariamente positivo, en el sentido de que los candidatos de todos los partidos políticos, sean a Presidente de la República, parlamentario, alcalde o concejal, tendrán que atraer el voto de los jóvenes, hacer propuestas para ellos, ser capaces de ganarse su confianza, no temer al hecho de que el ciudadano opte libremente por sufragar o no, esforzarse para elaborar proyectos más llamativos, y no conformarse con saber que, cualquiera que sea la propuesta, los electores siempre estarán obligados a acudir a votar.
Este es un paso fundamental en la dirección de aumentar las libertades individuales, de fortalecer la democracia, de ser más exigentes con los partidos políticos y con los candidatos, de preocuparse de cómo atraer al mundo joven, que se encuentra tan distante de la política. Y no cabe hacer cálculos electorales para determinar si el mundo joven pertenece a uno u otro sector político. Ello es no conocer a la juventud. Los jóvenes van a apoyar a aquel candidato que les presente propuestas más atractivas, que sintonice más con sus problemas, con sus dificultades, con sus sueños, con sus esperanzas, con sus ilusiones.
Por esa razón presentamos esta moción, que solo fue aprobada en general por la Comisión de Constitución. Si bien debió votarse en general y particular por tratarse de una iniciativa de artículo único, hubo acuerdo en su seno en orden a que volviera al organismo para que ahí se debatieran y se resolvieran democráticamente las distintas posiciones que se han planteado respecto al voto obligatorio, entre otras, la sustentada por la Honorable señora Alvear.
Concluyo, señor Presidente, manifestando que la votación libre y voluntaria es un desafío para la clase política. Y no hay que tener temor a asumir ese desafío. Cada vez que la clase política pretenda obligar a la ciudadanía a tomar una decisión en materia de perfeccionamiento de la democracia, cada vez que arrincone a una persona y la ponga entre la espada y la pared en cuanto a si debe o no debe votar, lo que estará haciendo, en definitiva, es no confiar en la gente.
Si en las próximas elecciones rige el sistema de sufragio voluntario y vota menos gente, entonces -digamos las cosas como son- será producto de que las propuestas de los candidatos han sido más débiles. Y si vota una cantidad superior de ciudadanos, significará que las propuestas de los candidatos han sido más atractivas. Hoy vemos cómo en Estados Unidos se llevan a cabo primarias altamente competitivas. En España acaban de realizarse elecciones extraordinariamente disputadas y los ciudadanos salieron a votar; no necesitaron una norma legal que les impusiera una multa por no concurrir a sufragar ni tampoco que les estableciera el voto obligatorio. Ello se debió a que ahí hubo una competencia sana, fuerte, apasionada, con la intensidad propia de una elección, pero que al final terminó legitimando aún más el sistema democrático frente al mundo de los jóvenes.
Por todo lo expuesto, señor Presidente, nosotros votaremos a favor del proyecto.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Ministro señor Viera-Gallo.

El señor VIERA-GALLO (Ministro Secretario General de la Presidencia).- Señor Presidente, hoy día nos encontramos debatiendo un tema de enorme trascendencia para la democracia y el sistema político chileno.
Todos los expertos que acudieron a la Comisión coinciden en un diagnóstico negativo sobre el estado de atraso en que se halla nuestro sistema electoral, el envejecimiento del padrón y, al mismo tiempo y por desgracia, la apreciación negativa de los ciudadanos acerca de las instituciones democráticas. Sus Señorías pueden conocer la opinión que ellos tienen a ese respecto en las páginas 42 y siguientes del informe de la Comisión de Constitución. Por supuesto, se darán cuenta de que no podemos estar satisfechos con la situación actual.
La institución que despierta mayor respeto -y en buena hora- es Carabineros de Chile. Las peores apreciadas son los partidos políticos. A nosotros, por el contrario, nos gustaría ver partidos políticos valorados y legitimados y organismos públicos que gozaran del pleno respaldo del pueblo. Pero, para que ello sea posible, resulta fundamental contar con un sistema electoral moderno, abierto y plenamente transparente.
El actual determina que prácticamente el 40 por ciento de los chilenos no participe, o, si lo hace, anule su voto o vote en blanco. En 2001, 12,7 por ciento votó en blanco; 12 por ciento anuló, y prácticamente 21 por ciento no se inscribió. La suma da aproximadamente 40 por ciento.
En nuestro país 2 millones 400 mil personas aún no se han inscrito en los registros electorales, de las cuales la inmensa mayoría son jóvenes.
Mientras en las primeras elecciones desde el retorno a la democracia la juventud representaba más del 30 por ciento del padrón electoral, hoy constituye menos del 13 por ciento. Como indicó en la Comisión el Director del Servicio Electoral, hemos fracasado, pues 2 millones de personas con derecho a inscribirse no lo han hecho durante todos estos años.
Entonces, ¿cómo podemos sentirnos satisfechos, permanecer inermes o enredarnos en discusiones más bien teóricas cuando a ojos vistas la democracia presenta un sustento débil?
Por eso, me parece muy importante abrir las puertas para que la gente pueda participar.
En Latinoamérica, el sistema de inscripción no automática o voluntaria solo existe en Chile y en Colombia. Nuestro país se halla profundamente atrasado en su régimen electoral, en todo. Se dice que el sistema es confiable. Y es verdad, pero -me perdonarán Sus Señorías- aquí hubo una elección municipal que tuvo que anularse, por fraude. Me refiero a la que se efectuó para elegir al alcalde de Talcahuano. O sea, el sistema vigente tampoco es completamente indemne al fraude.
Nosotros no tenemos inscripción automática ni voto electrónico; tampoco una justicia electoral suficientemente ágil. Necesitamos modernizar todo el sistema. Estamos atrasados en comparación con cualquier otro país de América Latina: Brasil, por ejemplo, y para qué decir acerca de otros, donde el paradigma de los más adelantados es, quizás, Costa Rica.
El proyecto, en consecuencia, hace una cosa muy simple: facilita enormemente que los jóvenes puedan participar. ¿Por qué? Porque los da por inscritos por el solo hecho de cumplir 18 años.
De los no inscritos, un 20 por ciento manifiesta haber querido votar pero no haberlo hecho porque en su momento no se hallaban inscritos. Como aquí se ha dicho, el sistema, desgraciadamente, es engorroso y las oficinas funcionan solo algunos días y en horas que no siempre son las mejores; en definitiva, implica realizar un trámite que a los jóvenes les parece inútil.
Entonces, si esas personas quieren votar, ¿por qué se les impide hacerlo, cuando en la actualidad existen las herramientas tecnológicas necesarias para que una vez cumplidos los 18 años automáticamente queden formando parte del cuerpo electoral?
Ahora, a quienes tienen dudas acerca de cómo votarían los no inscritos, quiero decirles que en la página 49 del informe se indica que están perfectamente distribuidos: el 21 por ciento se declara de izquierda; el 28 por ciento, de centro; el 23 por ciento, de derecha, y el 28 por ciento, sin ninguna inclinación.
Y quiero hacer un paréntesis para los que sacan cuentas apresuradas sobre las futuras elecciones. La página 50 del mismo documento consigna las preferencias de la población el año 2004 respecto de los candidatos a la Presidencia de la República de la época. Pero eso lo traigo a colación nada más que como una anécdota.
En todo caso, considero una necesidad urgente modernizar nuestro régimen electoral y ampliar el número de votantes. Y el señor Director del Servicio Electoral lo ha dicho con toda claridad: existe plena viabilidad técnica para realizar ese cambio. No hay razón alguna -según sus propias palabras- para siquiera discutir el tema. A su juicio, eso sería un anacronismo. Se pueden discutir otras cosas -por ejemplo, si el voto es obligatorio o voluntario-, pero no parece razonable que, en lugar de abrir el padrón electoral a la ciudadanía, se insista en crear una serie de cortapisas.
Y el padrón sería, sin duda, un padrón seguro. Por eso, en el proyecto que se discute en la Cámara de Diputados se establece que cuatro meses antes de la elección se dará a conocer la cantidad de personas inscritas y, a la vez, un sistema eficiente de reclamos, para que nadie pueda pensar que es susceptible de ser alterado. O sea, padrón rápido y seguro.
En cuanto al cambio de domicilio -la otra gran razón que se esgrime en contra de la inscripción automática-, cabe señalar -y esto vale para las elecciones parlamentaria y municipal- que también están dadas todas las facilidades para que, si ha habido cambio de dirección, la persona pueda darla a conocer en forma fácil.
Aquí, señor Presidente, el principal tema debiera ser si el voto es obligatorio o voluntario.
Sin embargo, para nuestra sorpresa, representantes de cierta fuerza política están en contra de la inscripción automática. Por lo menos el Senador señor Larraín, que preside la Unión Demócrata Independiente, se abstuvo en la Comisión, pese al elocuente alegato que hizo allí su hijo. ¡Con esto no quiero decir que el hijo tenga mejor razón que el padre, pero es indudable que los hijos poseen una visión más de futuro...!

El señor LARRAÍN.- ¡Eso es verdad!

El señor VIERA-GALLO (Ministro Secretario General de la Presidencia).- Y él hizo un muy buen planteamiento para explicar por qué hay que ir a una inscripción automática.
Pero, al margen de lo anterior, el Gobierno no advierte razón alguna para que la UDI no quiera avanzar en ese sentido. No alcanzo a entender bien sus argumentos, o al menos los que da no me parecen suficientemente valederos.
Respecto del debate entre voto obligatorio y voto voluntario, es evidente que existen, como todos sabemos, dos grandes corrientes de pensamiento. Las democracias más importantes se dividen en este punto: en Italia y Argentina, por ejemplo, el voto es obligatorio; en España y Alemania, al contrario, es voluntario. En Chile, cada quien podrá esgrimir buenas razones en favor de una u otra posición, pero lo que ha dicho el Senador señor Espina esta tarde es verdad. Aquí hay una enorme hipocresía, porque en nuestro país la inscripción es voluntaria. Entonces, ¿qué sacamos con tener voto obligatorio si la gente no se inscribe? ¿En qué quedan los principios de la Revolución Francesa y de la obediencia a los deberes cívicos o a todas las obligaciones del ciudadano hacia la comunidad si al mismo tiempo mantenemos la inscripción voluntaria?
Señor Presidente, el sistema político chileno requiere cambios profundos. Este es el primero de los que pensamos impulsar en esta legislatura. Después vendrán otros. Se debatirán en la Cámara y en el Senado. Pero, como signo de voluntad de cambio y de apertura a los ciudadanos, me parece absolutamente indispensable que hoy día el Senado dé su respaldo en general a este proyecto.

El señor OMINAMI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Romero.

El señor ROMERO.- Señor Presidente, me habría gustado que el señor Ministro hubiese planteado con la fuerza y la elocuencia que lo caracterizan los argumentos que manifestó cuando, como Senador, nos acompañó en la suscripción de esta iniciativa. En ese momento señalamos que la voluntariedad del voto era consustancial a la inscripción automática, e incluso llegamos a decir que la modernización del sistema electoral debía concluir, en algún minuto, en la votación electrónica.
Hace más de diez años -lo recuerdo como si fuese ahora-, siendo Presidente del Senado, fui a La Moneda a presentar al Gobierno de la época las bases para que, a través de una iniciativa como la que hoy estamos analizando, pudiésemos debatir un tema que, a mi juicio, coloca el concepto de libertad en el lugar que le corresponde. Porque hablar de la libertad y de la Revolución Francesa es relativamente fácil cuando no se aterrizan las palabras.
En lo personal, considero necesario que de una vez por todas dejemos a un lado la huincha para hacer trajes a la medida si realmente queremos avanzar en las materias conceptuales y valóricas que significan respaldar la libertad. Y lo digo porque lo que está en juego en este proyecto, que iniciamos con el entonces Senador señor Viera-Gallo y con los colegas señores Espina y Horvath -también nos acompañó el Honorable señor García-, es la posibilidad de dar sustancia y realidad a lo que muchas veces nos dicen los jóvenes: "Nosotros no queremos estar obligados a nada. Lo que queremos es que se nos convenza. Si lo estamos, vamos a participar. Pero, para hacerlo, deben ser capaces de convocarnos con argumentos y planteamientos de fondo y no simplemente a través de la obligación legal de hacer una fila" -una larga fila-, lo cual, por lo demás, nos pone muy lejos de la realidad de Brasil y otros países donde existe votación electrónica.
¡Ese es el meollo del asunto! Porque, en definitiva, el padrón electoral se halla demasiado envejecido, y no solo por lo que aquí se ha señalado con relación a los distintos estratos por edad y por sexo, sino también porque no hemos logrado convencer a los jóvenes de la conveniencia de participar mediante el sistema de inscripción voluntaria.
Las encuestas dicen muchas cosas. Pero hay algo evidente: en aquellos países donde existe inscripción automática y voto voluntario -es el caso de Brasil, Costa Rica, Ecuador y Perú-, los niveles de sufragio superan los dos tercios del padrón. Es importantísimo que tengamos eso presente. No temamos no ser capaces de convocar a nadie. Yo siento que enfrentamos la obligación de avanzar en ese sentido. En España, por ejemplo, la participación ciudadana se empina por encima del 75 por ciento. ¡Tres cuartas partes de la población inscrita van a las urnas voluntariamente! Y no solo lo hicieron en la última elección, sino también -y en igual porcentaje- el año 2004.
Entonces, ¿cuál es el temor a modernizar el padrón electoral, a permitir que los jóvenes participen?
De acuerdo con una de las encuestas, más de un tercio de la juventud dice que le resulta muy difícil efectuar toda la tramitación actual, que preferiría estar automáticamente inscrito y ejercer voluntariamente el derecho -no el deber- de sufragar. Porque el derecho emana de la libertad, establecida en la Constitución no solo desde la perspectiva política, sino igualmente desde el punto de vista económico.
En mi opinión, debemos ser coherentes y consecuentes con los valores y principios a los que decimos adherir. Por eso, señor Presidente, siento que este es un debate importante, que me gustaría muchísimo que escuchasen los jóvenes, de cualquier tendencia, pues aquí, sin duda, nos sacamos la careta. Porque, en definitiva serán los jóvenes los que juzgarán si desean avanzar hacia mayores espacios de libertad o si simplemente quieren quedarse en la retaguardia, arrinconados, asustados -yo diría, atemorizados-, porque en un momento de la vida republicana de este país no somos capaces de convocar a la gente a votar.
En mi opinión, contar con un padrón electoral estacionado en una cifra de 8 millones de personas es una vergüenza, señor Presidente. ¡Es una vergüenza! Nosotros pensamos que Chile -que se dice estar a la punta en muchos aspectos, instituciones e ideas- no puede seguir detenido en el tiempo.
Quiero invitarlos a no sacar cálculos pequeños ni a hacer trajes a la medida. Simplemente, deseamos que los jóvenes tengan la posibilidad de decir: "Yo, libre y voluntariamente, voy a tomar la decisión de votar cuando considere que mi decisión es importante y valiosa de ser considerada."
Por eso, me sorprende esta suerte de inhibición de algunos sectores del Senado para avanzar en la materia.
Pienso que el país no merece mantener una situación de statu quo como la actual. Las encuestas son evidentes. Y quiero entregar algunos datos.
En una encuesta realizada por la Fundación Futuro en mayo del año pasado, referente al tema "Jóvenes y política", a 7 de cada 10 de los no inscritos en los Registros Electorales no les interesa hacerlo. Sin embargo, si lo estuviesen, estarían disponibles para votar voluntariamente si una decisión tal se les presentase. Por eso, me parece raro que tengamos esa timidez.
Con relación a la pregunta concerniente a la preferencia de los jóvenes respecto de la inscripción voluntaria con voto obligatorio o de la inscripción automática con voto voluntario, 7 de cada 10 de ellos, tanto inscritos como no inscritos, se inclinaron mayoritariamente por la inscripción automática con voto voluntario.
Por eso, creo que debemos hacer un guiño a los jóvenes chilenos y decirles que se acerquen a los partidos políticos y a la política, ya que nosotros no somos, a veces, lo que ellos piensan que somos, porque en definitiva no nos conocen.
A mi juicio, es necesario tener la posibilidad de enfrentarnos cara a cara con ellos para expresarles que efectivamente tienen una opción que pueden ejercer con libertad, si definitivamente queremos traducir este proyecto en una situación libertaria real y efectiva, para no seguir engañándonos a nosotros mismos con pretextos o falsas presentaciones sobre lo que debemos o no debemos hacer.
Por eso, la totalidad de los Senadores de Renovación Nacional vamos a votar en general a favor del proyecto de reforma constitucional.

El señor OMINAMI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Letelier.

El señor LETELIER.- Señor Presidente, considero tremendamente valiosa esta propuesta tanto por convicciones -dentro de la perspectiva de lo que son los conceptos republicanos- como por razones prácticas.
En cuanto a esto último, no entraré a repetir la cifra entregada por el Ministro señor Viera-Gallo, en el sentido de que más de 35 por ciento de la población que teóricamente puede ejercer el voto no está inscrita en los Registros Electorales.
En todo caso, pienso que se equivocan cuando dicen que la juventud es la que no se ha inscrito. Con todo respeto, debo decir que a lo largo de 18 años la población envejece. Por lo tanto, no solo los jóvenes no están inscritos. A menos que a las personas de 40 años se las considere jóvenes. Sin duda, yo aspiro a ello, pero creo que eso no corresponde a la realidad.
Desde el punto de vista de un razonamiento práctico, quiero señalar que el Servicio Electoral no funciona todos los días, ya que dispone de un horario restringido, que no facilita la inscripción de las personas que trabajan ni de las que estudian. Y, de hecho, la actual práctica constituye un obstáculo para la inscripción. Porque, en verdad, para quien trabaja o estudia, la única posibilidad de inscribirse es hacerlo los días sábados en la mañana, en los que permanecen abiertos los Registros Electorales por unas pocas horas, si se considera la totalidad de jornadas hábiles en el mes.
Esto resulta absurdo frente a otras obligaciones propias de la República como el Servicio Militar o el pago de impuestos. Las cargas ciudadanas siempre han sido votar, efectuar la conscripción militar y pagar tributos. En estos otros ámbitos, no hay que hacer filas ni inscribirse.
Hoy concurren a los colegios a efectuar el registro de las personas que desean realizar el Servicio Militar obligatorio en forma voluntaria.
Este es un tema en el que la institucionalidad del Estado es muy precaria. Por razones prácticas, la inscripción automática obviamente genera condiciones de mayor equidad, que hoy no se dan. Porque en la actualidad el hecho de inscribirse es una dificultad.
Tengo la convicción de que la inscripción automática es un paso que debe estar fuera de discusión y nadie debería oponerse a una reforma constitucional que la garantice.
No somos una democracia lo suficientemente desarrollada como para hacer tales trámites por correo, como ocurre en otros países. Incluso quienes están en el exterior o fuera de su circunscripción votan por correo.
No estoy planteando con ello que lleguemos a ese nivel de desarrollo en esta etapa de nuestra historia. Pero lo menos que debemos garantizar es la inscripción automática y que se entienda que la residencia es el lugar donde está identificado el domicilio de la persona cuando saca carné de identidad. Creo que es un tema fácil.
Si el voto debe establecerse o no en forma obligatoria en la Constitución, es un segundo debate. En lo personal, me pronuncio porque sea obligatorio. Creo que el criterio de la sociedad debería ser el mismo, porque los ciudadanos no solo tienen derechos, sino también obligaciones. Y, cuando se ejercen ciertos derechos, como el acceso a ciertos bienes públicos que se financian con los recursos del Estado, lo mínimo que todos los ciudadanos deben aportar en este proceso de construcción es expresar su preferencia por A, B o C o incluso anular el voto o no sufragar. Creo que la obligación del ejercicio de una opinión es lo mínimo que se puede exigir a una persona que después va a demandar subsidios de vivienda, crédito fiscal, educación de calidad, seguridad ciudadana, espacios públicos, innovación tecnológica, seguridad fronteriza, protección medioambiental; es decir, los requerimientos propios de la época.
Me parece que cualquier persona que desee formular esa demanda legítimamente debe tener un mínimo de compromiso con lo que significa vivir en sociedad. Y uno de los elementos de ese proyecto de convivencia es el de ejercer su opinión respecto de la sociedad en que se vive. Y una de las formas mínimas de hacerlo -no la única- es el voto.
Sin embargo, no creo que el voto obligatorio deba estar garantizado constitucionalmente. El sufragio obligatorio tiene que ver con los procedimientos y perfectamente puede estar en la ley.
Si en la legislación se estableciera o no la penalización sobre cómo se ejerce ese derecho, en lo personal no soy partidario de que un conjunto de situaciones estuvieran penalizadas o sancionadas. Me parece inadecuado, improcedente. Pero sí considero correcto que en una ley, y no así necesariamente en la Constitución, se encuentre establecida la obligación de votar.
En mi concepto, eso será parte de la discusión particular.
Que tengamos todos en la sociedad un compromiso con respecto a la inscripción automática me parece de tremenda importancia. De ahí que no solo saludo la presentación de esta reforma constitucional, presentada en su época por el ex Senador señor Viera-Gallo y los Honorables señores Espina, Horvath y Romero, sino que también considero que se trata de un debate que abre una oportunidad para repensar lo que son las instituciones de nuestro Estado de Derecho.
Señor Presidente, voy a votar a favor.
Pienso que la inscripción automática es tremendamente importante. Soy partidario de que quede consignado en la ley el voto obligatorio, no forzosamente en la Constitución. Y soy de la opinión -de ello quiero dejar constancia hoy para la discusión posterior- de que resulta tremendamente atractivo el mecanismo para establecer a nivel de una ley que aquellas personas con obligación de votar que quieran ejercer el derecho de no hacerlo lo puedan manifestar, para evitar otro tipo de situaciones.
Pero estimo que el principio de la construcción ciudadana es que todos tenemos derechos y obligaciones. Y, a mi juicio, lo mínimo que se debe pedir a alguien inscrito es que tenga la obligación de pronunciarse. Si su opción es no votar, me parece respetable.
También considero -como lo han dicho otros Senadores- que los partidos políticos tienen la obligación de hacer propuestas atractivas que entusiasmen a la sociedad y generen adhesión. Si el sistema político ha creado indicadores que muestran que tales colectividades presentan poco atractivo, se debe, quizás, a que, sin la inscripción automática, o sea, con la actual institucionalidad, hemos implantado en lo político un sistema que no es lo suficientemente competitivo como la sociedad moderna requiere.
Anuncio que votaré a favor en general esta reforma constitucional.

El señor OMINAMI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Coloma.

El señor COLOMA.- Señor Presidente, antes de iniciar mi intervención, quiero referirme a una cuestión reglamentaria.
Como ya le ocurrió al Ministro señor Viera-Gallo -y espero que no me pase a mí-, se cortan abruptamente los micrófonos...

El señor LETELIER.- ¡Para todos es igual!

El señor COLOMA.- Sí, pero yo quiero que las reglas del juego sean parejas.
El artículo 133 del Reglamento, inciso tercero, dice: "En la discusión general cada Senador dispondrá de quince minutos", no de diez.
Entonces, para que las reglas sean iguales, pido al señor Presidente respetar el Reglamento. Así nos entenderemos mucho más fácilmente.

El señor OMINAMI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario para aclarar el punto.

El señor HOFFMANN (Secretario General).- Señores Senadores, una norma reglamentaria faculta al señor Presidente para ordenar el debate. Se ha empleado normalmente cuando hay muchos inscritos y es necesario fijar determinado tiempo.
Por eso, por orden del señor Presidente, se dispuso así.

El señor COLOMA.- Estuve oyendo atentamente el transcurso de la sesión y no hubo orden del señor Presidente en el sentido de fijar el plazo de 10 minutos. Estaba preocupado del asunto, porque ya me pasó una vez.
De modo que hagamos las reglas del juego para todos iguales. El señor OMINAMI (Vicepresidente).- La cuestión es que ya comenzamos la discusión. Y las reglas del juego fueron 10 minutos. Y no puedo modificarlas en este momento.

El señor LETELIER.- ¡Su Señoría ha perdido ya 2 minutos...!

El señor COLOMA.- No tengo problemas en sacrificar el tiempo. Pero no me digan que las reglas del juego funcionan para cortar el micrófono y para cambiar el Reglamento.
Señor Presidente, esta es una materia de fondo, importante para quienes nos gustan las cuestiones constitucionales, que es de las más apasionantes. No cabe duda de que es así.
Desde mi perspectiva, creo que hay a lo menos tres razones por las cuales el proyecto de reforma constitucional en debate, más allá de la voluntad de sus autores, no reúne los requisitos para ser aprobado.
En primer lugar, por el sentido del voto. En esto soy tremendamente republicano. Aquí debemos evaluar si él es un derecho político o un deber ciudadano. Y tenemos que resolverlo. Estas no son cosas de discurso, sino de sentido, del tipo de país que vamos construyendo.
Al respecto, estoy con Marañón, conforme al cual "uno de los principales problemas de nuestro tiempo consiste en que padecemos una crisis del deber y una hipertrofia del derecho.".
O con Aznar, quien hablaba de que "es propio de pueblos fuertes aceptar la crítica, pero sobre todo es propio de pueblos inteligentes asimilarla, cumpliendo con los deberes para ayudar a construir una verdadera conciencia pública.".
O con Garretón -para que vean que no hay un asunto de carácter ideológico, pues su posición no tiene nada que ver con lo que yo pueda pensar, pero me parece lúcido cuando habla de la ciudadanía- en cuanto a que "el derecho y acto de votar son parte consustancial, fundante y necesaria aunque no suficiente; no es pura suma de derechos individuales e irrenunciables, por lo que no se puede hacer de su ejercicio una cuestión de estado de ánimo o mero interés personal.".
Por ahí está el quid del asunto, señor Presidente. Y siento que los países necesitan de deberes y de tener requerimientos sociales en los cuales uno pueda concurrir. Esto no es pura suma de derechos que dependan del estado de ánimo. Y, honestamente, más allá de esto, siempre he pensado que votar es un deber.
Respecto del voto voluntario, tengo un contrapunto. Porque, obviamente, algunos pueden argumentar que hay una tentación de los dueños del dinero para movilizar a las personas a votar. También está la tentación de los dueños del Gobierno para hacer algo equivalente, o la de los dueños de las comunicaciones, quienes, en un determinado momento y frente a un hecho circunstancial, con su mera voluntad pueden transformar profundamente las sociedades.
Por eso, desde la perspectiva del voto y del significado del ejercicio de los derechos y deberes, estoy convencido de que aquel es un deber, y que, por lo tanto, nos corresponde mantenerlo como tal.
En segundo término, por la naturaleza de la inscripción. Creo que esta depende de la voluntad. Asimilo que hay un momento en la vida de las personas en que pueden decidir si quieren ser partícipes o no de la toma de decisiones. Para eso hacen el acto solemne de inscribirse, de expresar su voluntad. Es un acto de responsabilidad y de seguridad.
Lo que nos propone el proyecto es una cosa distinta. Es legítima, pero no hace que ella sea obligatoria o automática. Para estos efectos es lo mismo.
Y manteniendo el concepto del deber del voto, acepto el derecho de querer ser ciudadano con derecho a sufragio.
Alguien planteó -me parece que el Presidente de la Comisión- el derecho a desincribirse en determinado momento. No lo descartaría. Me parece que apunta en un sentido correcto, como fórmula para fortalecer el derecho original y ese deber consustancial.
Por último, en la lógica de los principios, resulta fundamental resguardar la naturaleza del Servicio Electoral. Es muy importante entender esto.
Más allá de la idea de cambiar -expliqué a sus autores-, lo que desaparece al final es la actual composición del Servicio Electoral, el que, desde mi perspectiva, ha entregado garantías suficientes a Chile sobre la identidad del votante y la naturaleza de la acción. Y eso no necesariamente se garantiza con un registro civil que, obviamente, no tendrá ni la firma del sufragante ni su huella dactilar, ya que ambos serán una referencia a lo que en su momento puede resolver un servicio en manos del Estado.
Esto -¡atención!- adicionalmente es muy importante desde una perspectiva legal. Porque la modificación del Servicio Electoral tiene un quórum distinto de una reforma constitucional. Entonces, no entiendo que alguien pueda sacrificar este último en aras de disminuir la exigencia legal para concurrir al ejercicio ciudadano.
Comprendo que hay que hacer cosas para mejorar la calidad de la política. Debe perfeccionarse el sistema de la participación. Pero, a mi juicio, eso no se arregla con la obligatoriedad de la inscripción ni tampoco con la voluntariedad del voto. Ello tiene que ver más con las conciencias, con hacer útil la actividad política, con tornarla razonable, apasionante, inteligente, atractiva, capaz de movilizar y modificar estados sociales.
Hay que aumentar las opciones. Y esto no tiene que ver simplemente con generar obligaciones o influencia de automaticidad.
¡Se pueden hacer muchas cosas!
Tiempo atrás, se rechazó un proyecto del Gobierno tendiente a acortar el horario de atención de las Juntas Inscriptoras del Servicio Electoral. ¡Grave error!
En mi opinión, lo que debemos efectuar va en sentido exactamente inverso. Hoy día, el trámite de inscripción electoral dura dos minutos. Me consta, porque como tal medida suscitaba debate, pregunté adónde tenía que dirigirme y concurrí al Servicio. ¡El trámite tarda dos minutos!
Ciertamente, si queremos avanzar y producir un aumento en la inscripción tenemos que empezar por cambiar las conductas propias; ser capaces de generar partidos modernos.
Pero eso no se impone por ley; no se impone por decreto ni se impone a gritos. Se logra modificando y automodificando las conductas propias de las colectividades a las que pertenecemos.
¡Por ahí va mucho más el encantamiento de la participación -no el atemorizamiento de ella-: sentir que se es útil a una sociedad; que el voto importa; que el voto cuenta; que el voto es decisivo para concretar esos cambios sociales!
Por eso, desde mi perspectiva, necesitamos realizar un trabajo, pero en un sentido distinto.
Y tampoco tenemos que renegar de lo que hemos hecho.
Escuché con atención al Ministro señor Viera-Gallo decir que Chile y Colombia son los únicos países donde el voto es obligatorio. No podrá desconocer -estoy leyendo el informe de la Comisión- que el propio Manuel Antonio Garretón señala que en Latinoamérica hay dieciocho -no dos, ¡dieciocho!- naciones que usan un sistema de esa naturaleza. Y creo que nosotros no tenemos que avergonzarnos de cómo estamos procediendo a nivel internacional en materia de inscripción electoral.
Muchas cosas pueden haber fallado y están fallando en Chile. Nadie puede ser autocomplaciente con la democracia. Pero no ha fallado lo relativo a la garantía de la inscripción y de la autenticidad electoral. Y no nos reprochamos mutuamente, más allá de una excepción, la validez de las elecciones -¡a cuántos países les gustaría tener esa certeza!-, porque cuando el Servicio Electoral informa que alguien ganó por un voto, ello es corroborado por el Tribunal Electoral y queda resuelto de esa manera.
Entonces, yo no soy trágico en el sentido de que hay una situación de "bote en llamas" que es preciso cambiar. Soy profundamente consciente de que es propio de los pueblos inteligentes asumir las críticas a los sistemas y ser capaces, a través de la conciencia social, de modificar las instituciones.
Invito a los Honorables colegas a trabajar en esa línea.
Además, creo en la absoluta buena fe de quienes hemos discutido durante muchos años acerca de la naturaleza de estos planteamientos. Pero siento que, al final, estamos alterando o violando principios que, desde mi perspectiva, son muy importantes y que, según la lógica, corresponde plantear de modo diferente.
Señor Presidente, yo no voy a aprobar la reforma constitucional en análisis por cuanto tengo la convicción de que a Chile le conviene enfrentar el asunto en forma muy distinta.

El señor OMINAMI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Vásquez.

El señor VÁSQUEZ.- Señor Presidente, quiero hacer presente en qué cambiaría la actual situación en caso de aprobarse esta enmienda a la Carta Fundamental.
Entendámonos. Durante muchos años escuché aquí más de alguna vez la crítica de que el mecanismo creado en la denominada "Constitución de 1980" era hacer voluntaria la inscripción, de modo de obligar a inscribirse en los Registros Electorales a quien quisiera ser ciudadano, y obligatorio el sufragio, con el fin de que ese ciudadano supiera que asumía un deber adicional.
Esa era la forma de lograr la no inscripción. Porque no siendo ciudadano no existía obligación de votar.
Y en ese mundo estamos viviendo hoy día: en el de la inscripción voluntaria; pero si se está inscrito, el sufragio es obligatorio.
La gracia, el mérito de esta reforma constitucional es que quiebra ese esquema, ya que la no inscripción es tendenciosa y, por tanto, también lo es la no participación de los ciudadanos en los comicios.
Pienso que se trata de un avance importante.
De otro lado, me parece que si transformamos la inscripción en automática y, por consiguiente, no gravamos al ciudadano con la obligación de ir a inscribirse en los Registros Electorales, el debate respecto de si el voto debe ser obligatorio o voluntario quedaría -como ya lo han expresado algunos señores Senadores- para la discusión de una enmienda a la ley. Porque la modificación constitucional no impide que la Ley Orgánica Constitucional de Votaciones Populares y Escrutinios establezca el sufragio obligatorio.
Por ello, señor Presidente, en función de esos simples argumentos y circunscribiéndome solo a este paso: la inscripción automática -lo tocante al voto obligatorio o voluntario deseo que se analice con motivo del proyecto de ley presentado en la Cámara de Diputados-, voy a aprobar la reforma, esencialmente porque quiebra el esquema inicial tendiente a impedir, en lo posible, la participación ciudadana en las elecciones populares y escrutinios.
Entiendo que la creación, por obligación constitucional, de un mecanismo automático de inscripción constituye un avance central y que la derogación de la voluntariedad del voto no implica, en definitiva, el fin de la obligatoriedad de aquel, sino el inicio de la discusión sobre si el sufragio debe ser voluntario u obligatorio.
Por lo expuesto, anuncio mi pronunciamiento favorable a la iniciativa.
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El señor OMINAMI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Aburto, a fin de plantear una cuestión de Reglamento relativa a plazo para presentación de indicaciones.
El señor MUÑOZ ABURTO.- Señor Presidente, solicito recabar la autorización del Senado para ampliar, hasta el miércoles 12 de marzo, a las 10 de la mañana, el plazo para formular indicaciones al proyecto sobre bono poslaboral, dado que el Ejecutivo ha anunciado su intención al respecto.

El señor OMINAMI (Vicepresidente).- Si le parece a la Sala, así se acordará.

El señor ÁVILA.- Conforme.
--Se accede.
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El señor OMINAMI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.

El señor VÁSQUEZ.- ¿Puede abrir la votación, señor Presidente?

El señor OMINAMI (Vicepresidente).- No hay acuerdo, Su Señoría.

El señor BIANCHI.- ¿Entonces, quedaría pendiente para mañana?

El señor OMINAMI (Vicepresidente).- Así es.

El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente y estimados colegas, debo señalar que, más allá del debate en torno al proyecto de reforma constitucional, aquí hay un problema bastante profundo, que consiste en entender, de algún modo, la constitución de las sociedades, el valor de la participación ciudadana, el rol de las autoridades y la relación directa entre cada uno de estos factores.
Por una parte, la materia que estamos tratando significa inclusión, es decir, inscripción automática. Y en ese sentido estoy de acuerdo con la iniciativa.
Sin embargo, también se establece la voluntariedad del sufragio, la cual no comparto. Considero necesario que el voto sea obligatorio, por lo siguiente.
Primero, porque debe existir cierta coherencia. Y no la hay cuando estamos haciendo lo que consigna la presente enmienda al Texto Fundamental.
Segundo, porque si bien es cierto -como se ha dicho- que se puede modificar el punto en el proyecto de ley que se halla en trámite en la Cámara de Diputados, no me agradaría que diéramos rango constitucional a la inscripción automática y solo rango legal, de menor categoría, al sufragio obligatorio.
Eso en materia formal.
En cuanto al fondo de la cuestión, aquí hay dos conceptos que se está tratando de colocar de manera antinómica y no me parece que así sea. Por el contrario, debe intentarse complementarlos y entenderlos en su contexto general, de forma tal que reflejen exactamente la relación entre la autoridad, la votación o voluntad personal y lo atinente a la recta organización de una sociedad.
Se pretende hacer aparecer como contradictoria la libertad versus la gregariedad y lo que constituye un deber para con la sociedad.
Desde una perspectiva personal, es decir, con la visión humanista cristiana con que trato de entender las sociedades y su constitución, la obligatoriedad de participar en lo que llamamos el "comunitarismo" y la "comunitariedad" es un valor tan importante como el derecho a la libertad plena.
La libertad absoluta, sin restricciones, sin ninguna contraparte de obligación con el resto de la ciudadanía, con lo que es mi comunidad, lleva necesariamente al libertinaje. Y el libertinaje es la antinomia de la plena y absoluta libertad.
Por eso nos parece razonable -así lo hemos señalado en nuestro congreso ideológico- establecer las coincidencias entre ambos conceptos.
Quiero hacer solo tres observaciones.
La primera: ¿le niega esto la libertad a las personas? En mi opinión, no.
El derecho, por un lado, y la obligación, por otro, de comprometerse con lo que es su hábitat es parte del compromiso vital de un hombre y una mujer con lo que existe en su comunidad. De otra manera no podrían realmente participar. Pero si se quiere ejercer la libertad y rechazar lo que no agrada actualmente en la política, se dispone de la facultad de abstenerse o votar nulo, que serían las expresiones más correctas para demostrar el desagrado con el modelo o con los candidatos que se presentan. No inhibe en absoluto el que se dé libertad plena a una persona para expresar su voluntad si acaso se le otorga tal posibilidad. Pero el derecho a tener que participar en su sociedad es esencial para la organización, tal como lo vemos en la chilena.
Ese es el primer factor.
El segundo, respecto del cual se ha argumentado mucho esta tarde, es que en definitiva debemos cambiar los modelos de comportamiento y no solo imponer obligaciones legales.
Yo comparto lo anterior plenamente.
La política chilena hoy está desprestigiada no porque el voto sea obligatorio o porque este vaya a establecerse como tal.
La democracia se halla en crisis porque entre los valores que la guían, por lo menos en el mundo occidental entero, aunque se diga que es cristiano, no existen los conceptos de "gratuidad" y de "servicio público". Y como decía Maritain, en vez de la visión de "ser más" hoy impera la de "tener más", que al parecer es lo único que importa.
La visión absolutamente economicista de la sociedad; la forma de ver el servicio público solo como un modo de escalar determinadas posiciones o de ganar dinero, son inaceptables desde nuestro punto de vista y están matando la democracia, más allá de cualquier reflexión religiosa.
Es notable que el Vaticano haya agregado nuevos pecados capitales, sin perjuicio de si alguien crea que debieron contemplarse o no. Pero, en definitiva, se ha llegado a determinar por primera vez, más allá incluso de lo que avanzaron las encíclicas del siglo antepasado, que la posesión excesiva del dinero, por sí sola -ni siquiera su uso, ni la manera de ejercer con él un poder vicioso, sino el solo hecho de acumular riquezas por sobre lo razonable-, constituye un pecado capital.
Entonces, la circunstancia de que la sociedad no tenga un valor intrínsicamente espiritual y que se resalte el valor del dinero antes que otra cosa, hace que la política pierda su sentido. Y las políticas que hemos seguido en materia electoral favorecen el uso vicioso del dinero en las elecciones, porque viene la necesidad de comprar la posibilidad de que la persona vote en determinado sentido. Es el viejo "acarreo" lo que siempre ha significado el triunfo de aquellos candidatos con más recursos que otros.
Un tercer aspecto que me parece importante, señor Presidente, es el siguiente.
La política y nosotros al hacer las leyes no solo debemos recoger la opinión de la gente, sino también, en función de nuestros principios, expresados en todos los sectores del Senado, ejercer una cierta sicología, una pedagogía política, una sicología social. Y desde esa perspectiva volvemos a decir que lo que nos interesa es que la juventud chilena se encante con la política. Pero no se encanta o se desencanta por este factor, sino que se desencanta por nuestras conductas políticas globales y no solo por nuestras conductas políticas personales.
En ese sentido, nos parece que el compromiso con lo que tiene que hacer en su vida en esa gregariedad es un elemento que debemos considerar en forma importante.
Termino diciendo una sola frase acerca de la diferencia que nos asiste en esta materia respecto de algunas intervenciones.
Yo creo, como nadie, en la libertad. Y creo en la libertad comprometida con el servicio a la comunidad, como parte del bien común. A mí no me interpreta plenamente lo que son los principios esenciales de la Revolución Francesa, como aquí se ha dicho. No está en mi lógica cristiana el que eso sea lo esencial ni la forma en que se ejercita.
Por eso, para mí no representa un problema que establezcamos la inscripción automática y la obligatoriedad del voto. Y en tal sentido vamos a votar.
No señalo aquí lo que hemos aprobado en nuestros congresos, pero estamos en esa línea, esto es, darle a la sociedad derechos para que puedan ser recabados por las personas, para que a ellas se les permita complementar lo que es su bien individual con el bien común de la sociedad en la que viven.
Por eso, tal como está el proyecto, anuncio mi voto en contra.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Pizarro.

El señor PIZARRO.- Señor Presidente, estimados colegas, he querido intervenir porque me parece que si deseamos hacer una discusión seria acerca de lo que está pasando con el funcionamiento de nuestra democracia, con la fortaleza o la estabilidad de nuestro sistema político, con la legitimidad del funcionamiento de la institucionalidad vigente en nuestro país, debemos involucrar en este debate no solo lo relativo a la inscripción voluntaria o el voto, en cuanto a si es voluntario u obligatorio, sino también lo referente al sistema electoral.
Aquí no sacamos nada con discutir el establecimiento de la inscripción automática para buscar que tome parte un mayor número de gente si realmente no entramos al fondo del asunto: por qué no participa la ciudadanía o por qué ha ido perdiendo confianza en el sistema político o en nuestra democracia, la cual no refleja la participación ciudadana que todos quisiéramos.
A mi juicio, el Gobierno debiera promover un debate amplio respecto de este punto. Y ello significa, necesariamente, encarar lo que es nuestro sistema electoral. Es ineludible, imprescindible, hacer la discusión acerca del sistema binominal.
¿Por qué lo planteo?
En general, lo que busca el proyecto, y es un objetivo que compartimos todos, es posibilitar la participación ciudadana de manera expedita, fácil, eficiente. Y, fundamentalmente, permitir que los jóvenes participen en las decisiones políticas. Esa es la razón de fondo de por qué establecimos la inscripción automática. Y yo y todos los partidos, salvo la UDI, estamos de acuerdo con que ella exista.
Pero, ¿qué sacamos con que haya inscripción automática si a la vez no planteamos la necesidad de ir generando mayor conciencia cívica en nuestros ciudadanos?
El punto se ha enfrentado de distintas maneras. Lo abordaba recién el Senador señor Ruiz-Esquide.
A mi entender, si no hay conciencia cívica en la gente, independiente de la voluntariedad u obligatoriedad del voto, no existirá participación ciudadana. Si en aquella no hay confianza en que el ejercicio de su derecho a sufragar tiene repercusión real en la instancia del país donde se toman las decisiones, no existirá participación cívica.
Me parece que el problema se centra más en esos aspectos.
¿Qué se busca en definitiva? Mayor participación ciudadana, que a la larga otorga más legitimidad al sistema, fortalece la institucionalidad política, la cual se halla conformada por los gobiernos regionales y locales, pero también, fundamentalmente, por los partidos.
Hoy día, los factores de la mayor debilidad de las colectividades políticas o de la falta de credibilidad de los ciudadanos en ellas tienen que ver con dificultades que van desde la falta de claridad ideológica y de capacidad para tener propuestas hasta, en el otro extremo, el hecho de que los partidos se transforman en meros instrumentos de poder por el poder.
La pregunta que uno debería formularse de verdad es si el voto eliminará el problema de la falta de credibilidad y de confianza en la institucionalidad política por la simple circunstancia de ser voluntario u obligatorio.
Considero que no. Mucho más importante que eso es, en mi concepto, que seamos capaces de desarrollar conciencia cívica.
En nuestro país hemos planteado de modo reiterado la necesidad de que exista educación cívica. No la hay en los jóvenes, en los niños. No existe conciencia ciudadana de lo que son los derechos, de lo que son las obligaciones.
Un señor Senador decía recién, graciosamente, que a lo mejor no confían en nosotros porque no nos conocen.
Pero la cuestión no reside en si nos conocen o no, sino en saber si somos representativos o si las instancias donde nos eligen son legítimas.
El punto está ahí: en si los jóvenes a quienes queremos incorporar al debate y a la participación tienen claridad conceptual acerca de lo que los partidos políticos representan o de lo que son nuestras propuestas; o en si existe coherencia entre lo que decimos al electorado y lo que cumplimos; o en si los integrantes de las instancias donde se toman las decisiones, aunque sean formales, son representativos y legítimos.
El mayor cuello de botella que obstaculiza la participación ciudadana lo constituye el sistema electoral binominal. Y ello, porque resulta poco representativo; es excluyente y discriminatorio; oprime el desarrollo de ideas, de movimientos, de propuestas distintas de las ya existentes, pues obliga a conformar pactos que, dentro de un objetivo -entre comillas- general, obligan a convivir aun cuando no haya ideas, planteamientos o propósitos comunes, ni, por consiguiente, representatividad efectiva de la sociedad.
Ahí radica el mayor problema del sistema político chileno. Allí se encuentra la mayor bomba de tiempo de nuestra democracia en lo que respecta a participación de la ciudadanía y a legitimidad en la expresión de su voluntad.
En el mismo Senado se dan fenómenos especiales, señor Presidente.
El sistema binominal obliga a la constitución de dos pactos mayoritarios. Independiente de que otorga una sobrerrepresentación a la mayoría, lo más grave es que excluye a las terceras fuerzas. Y no solo eso: además, imposibilita que se desarrollen movimientos nuevos, distintos, como en toda sociedad dinámica.
En esta misma Corporación existen Senadores que han ido de un lado a otro, que se salieron de sus partidos, que fueron expulsados de ellos o que optaron por generar otros referentes. Sin embargo, no tienen ninguna posibilidad -¡ninguna!- de desarrollar un movimiento coherente, porque el sistema electoral los obliga a incorporarse a uno de los pactos -con ello pierden la gracia de la novedad o de lo que envuelven sus planteamientos-, lo que hacen para estar dentro del esquema del poder.
Esa es la verdad.
¿Qué posibilidad cierta tienen los movimientos que se pretende formar si no integran alguno de los dos pactos mayoritarios? ¿Qué factibilidad cierta tienen de llegar al Congreso las terceras o cuartas fuerzas existentes en nuestro país? ¿Y vamos a solucionar eso con la obligatoriedad o con la voluntariedad del voto? ¡No!
Entonces, estamos en un debate falso.
Como aquí se ha mencionado, el proyecto en análisis es mentiroso. La gran mayoría está de acuerdo en que haya inscripción automática. Pero, según se expresó aquí, la iniciativa establece la eliminación del voto obligatorio.
¿Por qué no vamos derechamente primero a lo de la inscripción y después a lo del voto?
Nosotros estamos por el voto obligatorio, porque creemos que existe un deber detrás de la necesidad de que los ciudadanos participen, lo cual tiene que ver con la legitimidad del sistema, con el fortalecimiento de los partidos, con nuestras obligaciones como ciudadanos.
Ahora bien, pido al Ejecutivo mayor coherencia todavía. El Ministro Viera-Gallo es muy inteligente y tiene mucha flexibilidad. Además, en su calidad de Senador, firmó la moción que dio origen al proyecto en debate. Sin embargo, entiendo -hasta donde estoy informado- que en la Cámara de Diputados se encuentra una iniciativa del Gobierno de la Presidenta Bachelet que establece inscripción automática y voto obligatorio.
Entonces, cuando planteamos como partido que se trata de una materia con complejidades mayores y solicitamos que vuelva a la Comisión, no lo hacemos por un cálculo mezquino o mediato.
¡Si los números dan para todo!
A lo mejor Piñera, con las actuales encuestas y con los votos de hoy -según dicen-, puede ganar. Hace cuatro años perdía como en la guerra. Tal vez le va mal o le va bien. No sé. Hay candidatos para todos los gustos, y no nos vamos a poner de acuerdo al respecto.
Pero lo que sí resulta claro es que con la actual propuesta no encaramos el tema de fondo.
Entonces, si queremos hacer un debate de verdad y trabajar en serio para lograr mayor participación ciudadana, en especial de los jóvenes, realicemos la discusión completa. Y si para ello debemos demorar un poco más al enviar el proyecto a la Comisión, eso me parece razonable.
Por ello la bancada de la Democracia Cristiana solicitó formalmente que la iniciativa no se votara, porque es factible que algunos la rechacen pese a estar de acuerdo en participar del debate o que otros debamos decir: "Discutamos las dos cosas en su conjunto, pero no a tajadas, o por rodajas, como se corta el salame para hacer sándwiches".
Señor Presidente, reitero la petición formal hecha en orden a que el proyecto vuelva a la Comisión de Constitución.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Ha terminado el Orden del Día.
La discusión de este proyecto continuará mañana.
VI. TIEMPO DE VOTACIONES



SOLICITUD DE MEDIDAS PARA FOMENTO DE RECICLAJE DE DESECHOS ELECTRÓNICOS. PROYECTO DE ACUERDO


El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Proyecto de acuerdo presentado por los Senadores señores Navarro, Ávila, Girardi, Naranjo, Vásquez y Zaldívar con el propósito de solicitar a la Ministra Presidenta de la Comisión Nacional del Medio Ambiente la adopción de una serie de medidas que incluyan, entre otras, el envío a tramitación legislativa de iniciativas referidas al reciclaje de los desechos electrónicos, en forma de evitar que su eliminación y acumulación inadecuada se conviertan en un problema medioambiental.
--Los antecedentes sobre el proyecto de acuerdo (S 1040-12) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Se da cuenta en sesión 82ª, en 15 de enero de 2008.
Oficio de Comisión:
Medio Ambiente y B. Nacionales, sesión 89ª, en 5 de marzo de 2008.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor HOFFMANN (Secretario General).- La Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales acordó informar a la Sala, por la unanimidad de sus miembros presentes, que el proyecto en análisis no le merece objeciones.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Si les parece a Sus Señorías¿


El señor KUSCHEL.- Pido que se vote, señor Presidente.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- En votación.

El señor HOFFMANN (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?


El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba el proyecto de acuerdo (14 votos a favor, 1 en contra y 2 abstenciones).
Votaron por la afirmativa los señores Arancibia, Chadwick, Escalona, Frei, Gazmuri, Horvath, Kuschel, Letelier, Muñoz Barra, Naranjo, Navarro, Ominami, Pérez Varela y Prokurica.
Votó por la negativa el señor Ruiz-Esquide.
Se abstuvieron la señora Alvear y el señor Pizarro.




ACUERDO HUMANITARIO PARA LIBERACIÓN DE SECUESTRADOS EN COLOMBIA. PROYECTO DE ACUERDO


El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Corresponde pronunciarse sobre el proyecto de acuerdo presentado por los Senadores señores Horvath, Espina, Gazmuri, Gómez, Kuschel, Muñoz Aburto, Navarro, Núñez, Orpis, Prokurica, Ruiz-Esquide y Vásquez con el propósito de solicitar a Su Excelencia la Presidenta de la República que promueva un acuerdo humanitario en Colombia que permita la liberación de todos los secuestrados, incluida la señora Ingrid Betancourt, con oficio de la Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía.
--Los antecedentes sobre el proyecto de acuerdo (S 1036-12) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Se da cuenta en sesión 78ª, en 2 de enero de 2008.
Oficio de Comisión:
Derechos Humanos, sesión 1ª, en 11 de marzo de 2008.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN (Secretario General).- La Comisión de Derechos Humanos, por la unanimidad de sus miembros presentes (Honorables señores Ávila, Chadwick, Kuschel y Naranjo), acordó recomendar a la Sala la eliminación de la segunda proposición del proyecto de acuerdo, referente a que la Primera Mandataria realice las acciones necesarias a los efectos de que Chile se incorpore activamente a un esfuerzo de la comunidad internacional con el fin de restablecer los mecanismos de diálogo y mediación para que un acuerdo humanitario que permita la liberación de todos los detenidos pueda fructificar.



El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Si le parece a la Sala, el proyecto de acuerdo se aprobará en la forma propuesta por la Comisión.
--Se aprueba en esos términos.




MEDIDAS PARA QUE DON MAURICIO HERNÁNDEZ NORAMBUENA CUMPLA RESTO DE CONDENA EN CHILE. PROYECTO DE ACUERDO


El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Proyecto de acuerdo presentado por los Senadores señores Naranjo, Ávila y Muñoz Aburto con el propósito de solicitar a Su Excelencia la Presidenta de la República que adopte las medidas pertinentes para que el señor Mauricio Hernández Norambuena continúe cumpliendo su condena en nuestro país, con oficio de la Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía.
--Los antecedentes sobre el proyecto de acuerdo (S 1043-12) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Se da cuenta en sesión 85ª, en 22 de enero de 2008.
Oficio de Comisión:
Derechos Humanos, sesión 1ª, en 11 de marzo de 2008.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN (Secretario General).- La Comisión de Derechos Humanos, por la unanimidad de sus miembros presentes (Honorables señores Ávila, Chadwick, Kuschel y Naranjo), acordó recomendar a la Sala la aprobación del proyecto de acuerdo.



El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Si les parece a Sus Señorías, se aprobará.
--Se aprueba, con la abstención del Senador señor Prokurica.

VII. INCIDENTES
PETICIONES DE OFICIOS

El señor HOFFMANN (Secretario General).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Se les dará curso en la forma reglamentaria.
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--Los oficios cuyo envío se anuncia son los siguientes:
De la señora ALVEAR:
Al señor Fiscal Nacional del Ministerio Público, solicitándole ANTECEDENTES ESTADÍSTICOS CUALITATIVOS SOBRE UNIDAD DE ATENCIÓN A VÍCTIMAS Y TESTIGOS, y a la señora Ministra de Salud y al señor Director Nacional del FONASA, requiriéndoles información relativa a SISTEMA DE LIBRE ELECCIÓN, PROGRAMA PAD EN ATENCIÓN DE PARTOS Y LEY DE URGENCIAS.
Del señor ESPINA:
A la señora Ministra de Agricultura, pidiéndole URGENCIA PARA MEDIDAS A FAVOR DE SEIS COMUNAS DE LA ARAUCANÍA NORTE DECLARADAS ZONAS DE EMERGENCIA AGRÍCOLA Y EXTENSIÓN DE ESTA DECLARACIÓN RESPECTO DE OTRAS DIEZ COMUNAS DE LA NOVENA REGIÓN.
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--Ofrecida la palabra, sucesivamente, en los tiempos de los Comités Renovación Nacional, Independientes, Socialista y Demócrata Cristiano, ningún señor Senador interviene.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- En el turno del Comité Mixto, tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Barra.


EFECTOS POR CAMBIOS EN POLÍTICA HABITACIONAL RESPECTO DE FONDOS SOLIDARIO DE VIVIENDA Y DE PROTECCIÓN AL PATRIMONIO FAMILIAR. OFICIO

El señor MUÑOZ BARRA.- Señor Presidente, quiero plantear un problema legal que me preocupa y respecto del cual, a mi entender, se deben tomar las medidas pertinentes a la brevedad para evitar un desorden social delicado.
Me refiero a las últimas modificaciones sobre política habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y de los SERVIU con relación al Fondo Solidario Concursable y al Fondo de Protección del Patrimonio Familiar.
Como Sus Señorías saben, el Fondo Solidario de Vivienda es un programa del MINVU destinado a dar solución habitacional a personas en situación de marginalidad organizadas en grupos de a lo menos diez familias que se encuentren bajo la línea de pobreza, que no hayan obtenido un subsidio para tal efecto, que se hallen inscritas en los registros de dicha Secretaría de Estado y que sean patrocinadas por una entidad de gestión inmobiliaria social (EGIS), persona jurídica encargada -desde hace dos años, aproximadamente- de cubrir las necesidades habitacionales de dichas agrupaciones.
Dentro de ese marco, el decreto supremo Nº 174, de 2005, reglamenta el procedimiento respectivo y, además, en sus artículos 56 y siguientes, dispone claramente quiénes pueden ser EGIS, dejando un abanico abierto para que cualquier persona jurídica o natural pueda constituirse en entidad de gestión. Así, fácilmente las empresas constructoras, que antes eran contratadas y fiscalizadas por los prestadores de asistencia técnica, ahora perfectamente pueden convertirse en EGIS y autocontratarse.
Ello me causa mucha preocupación, por la falta de participación ciudadana, de quienes son los más importantes en el proceso de obtención de la casa propia, como son las personas ubicadas bajo la línea de pobreza, ya que en los artículos 21 y siguientes del mencionado decreto supremo, sobre Plan de Habilitación Social, por ejemplo, se pretende que las familias se involucren en el proyecto habitacional a desarrollarse para favorecer la integración en el barrio y en la red social, lo que se lleva a cabo en etapas de participación de aquellas para la selección del proyecto y el diseño y la presentación de las viviendas.
Sin embargo, al parecer nadie se ha percatado de que, al tratarse de una empresa constructora, la EGIS -esta tendrá bajo su cargo asistentes sociales y arquitectos, quienes serán los responsables de promover la participación ciudadana exigida por ley- impondrá los criterios de la empresa constructora en cuanto a costos y no la efectiva participación de la gente, por lo cual primará siempre el interés comercial empresarial por sobre la necesidad de los más pobres del país, callándose una vez más la voz de la ciudadanía.
En otras palabras -como ejemplo práctico-, si las familias diseñan una casa habitación de un piso y después se plantea la posibilidad de reforzarla con la ampliación para un segundo piso, obviamente, por motivos de costos, las empresas constructoras no tomarán razón y nadie defenderá los intereses de los pobres. Dichas compañías se transformarán, entonces, en verdadero juez y parte de decisiones que solo deberían involucrar a las familias que necesitan una vivienda digna, que se ajuste a sus verdaderos requerimientos.
Las empresas constructoras -reitero- que se constituyan como EGIS ahora serán juez y parte, pues entregarán una opinión técnica respecto de lo que ellas mismas hagan.
Sin querer ser majadero, en caso de que las familias quieran una vivienda con segundo piso -doy el ejemplo para avalar mi intervención-, la mano de obra para la construcción será más cara, ya que se deberá invertir más en andamios para efectuar los trabajos en altura, sin mencionar el riesgo laboral existente y las medidas de seguridad que corresponda tomar.
Por tanto, resulta muy difícil concretar la participación ciudadana de quienes pretenden un diseño de casa con dos pisos. Y ello, solo -nuevamente lo menciono- por una cuestión de costos.
Así, se echa por tierra lo dispuesto en los artículos 21 y siguientes del decreto supremo Nº 174, que promueven la participación de las familias en los barrios.
Sin ir más lejos, si se presenta un proyecto de casa habitación con segundo piso, las empresas constructoras deberán contemplar ventanas más amplias en dicho nivel a fin de posibilitar la subida de los muebles. Porque, en términos prácticos, si la escalera es muy pequeña, ¿por dónde entrarán aquellos?
No debemos olvidar el importante papel que alguna vez cumplieron los prestadores de asistencia técnica. Estos comenzaron a operar porque el Ministerio de Vivienda, a través del SERVIU, no tenía capacidad técnica suficiente para inspeccionar las ejecuciones de obras de programas sociales (con excepción del Programa de Vivienda Dinámica sin Deuda, proyectado e inspeccionado directamente por el SERVIU) que dicho Servicio ha llevado desde antaño.
Para cubrir esa carencia técnica, tales prestadores comenzaron a efectuar las inspecciones correspondientes. Fueron contratados directamente por el SERVIU para cumplir esa función en su nombre.
Luego, con el tiempo, surgió un nuevo programa, denominado "Fondo Solidario de Vivienda". Se creó especialmente desde una perspectiva social, pues se involucra la participación de la familia y por primera vez se postula con proyectos sociales a los programas habitacionales para ser atendidos directamente por los municipios.
Debido a que las municipalidades, por falta de soporte técnico y de capacidad, no dieron abasto con dicho proyecto, el mismo Ministerio solicitó a aquellos que se hallaban en condiciones de cumplir esta función técnica y social que se hicieran cargo de ello, comenzando de lleno un trabajo social y técnico realizado exclusivamente por los mencionados prestadores.
Me preocupa enormemente lo relativo a la elaboración de proyectos técnicos y sociales y a la contratación e inspección técnica de las obras, lo cual originaba un acercamiento con las familias y daba las facilidades para resolver de mejor manera los problemas generados en el proyecto, acompañando un mismo PSAT desde el principio hasta el final. Y los brazos del Gobierno se extendían a través de un interlocutor válido, quien representaba de manera efectiva la voz de las familias en caso de descontentos prácticos con las empresas constructoras, pero veo con fundado temor que de ahora en adelante esa posibilidad no existirá.
Con la modificación del Programa Fondo Solidario de Vivienda (decreto supremo Nº 174), se sacaron derechamente las inspecciones técnicas de las obras, realizadas antiguamente por los PSAT, quedando divididas las funciones en dos áreas: la primera se refiere a la habilitación de la demanda, la contratación de obras y el área legal y social, que corresponden a las EGIS; y la segunda, a la inspección de obras, que realizan los prestadores contratados directamente por el SERVIU.
Sin embargo, con todos estos cambios, las empresas constructoras pueden ahora ser una Entidad de Gestión Inmobiliaria Social, perdiéndose por completo la representatividad de la familia en el proceso de edificación, ya que ellas son juez y parte en dichos procedimientos. En efecto, los profesionales de las EGIS -léase arquitectos, asistentes sociales, constructores u otros-, ante un problema entre familias y empresas, no poseen la mejor representatividad y transparencia para que los reclamos de las primeras lleguen a buen puerto, pues si la entidad pertenece a las mismas constructoras que pagan los honorarios, el resultado será siempre conveniente para estas últimas.
Por las consideraciones anteriores, señor Presidente, pido que esta intervención se haga llegar a la señora Ministra de Vivienda y Urbanismo, para los efectos de que entregue alguna respuesta sobre las modificaciones que están convirtiendo en juez y parte a las empresas constructoras, en desmedro de las condiciones en que las familias más modestas desearían tener sus viviendas.
He dicho.
--Se anuncia el envío del oficio solicitado, en nombre del Senador señor Muñoz Barra, conforme al Reglamento.


El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- En el tiempo del Comité Unión Demócrata Independiente, tiene la palabra el Honorable señor Arancibia.


RESPUESTA A DECLARACIONES DE DIPUTADO SEÑOR RODRIGO GONZÁLEZ SOBRE JUICIO POR PROGRAMAS GENERADORES DE EMPLEO

El señor ARANCIBIA.- Señor Presidente, me gustaría aclarar las desafortunadas declaraciones que el Diputado señor González hizo en mi contra la semana pasada, durante su intervención en la hora de Incidentes de la Cámara de Diputados.
En esa ocasión, al referirse a mi participación como querellante en la causa por los planes generadores de empleo (PGE), manifestó: "Quiero señalar en este hemiciclo de la Cámara de Diputados, en forma muy clara, que el senador Arancibia no tiene ninguna legitimidad para proceder como lo hizo. Más claramente, el senador Arancibia es nadie en esta causa, no tiene calidad de víctima ni legitimidad para querellarse".
Al respecto, deseo expresar que cuando se tuvo conocimiento de que en las campañas políticas de algunos candidatos al Parlamento pertenecientes a la Concertación se usaron tales programas para financiar activistas o con otros fines, se iniciaron un sinnúmero de investigaciones judiciales en la Quinta Región.
En ese entonces, decidí presentar querellas contra "quienes resultaren responsables", sin nombres ni apellidos, lo que fue reforzado por las auditorías que efectuó la Contraloría General de la República.
Tal acción fue producto de que se estaba afectando a la gente más pobre y, además, cesante de la Región que represento. Por ello, repito, resolví querellarme, a fin de que se sancionara a los responsables de tales ilícitos, ya que no podía permitir que en la zona se usaran de manera torcida programas destinados a apoyar en proyectos personales a los más necesitados.
Quisiera precisar que en ningún caso estoy persiguiendo al Diputado señor González ni a ningún otro en especial, lo cual no ha impedido que, fruto de las investigaciones del Ministerio Público, se determine que este y otros parlamentarios, al tener algún grado de participación en los hechos investigados, se vean implicados y convocados a los procesos en trámite.
Como consecuencia de lo anterior, el Diputado señor González fue formalizado el pasado viernes 7 en el Juzgado de Garantía de Valparaíso, tribunal que otorgó cuatro meses al Ministerio Público para investigar los hechos ilícitos en los que el primero haya tenido participación. Lo anterior se sustenta en las declaraciones de sus propios asesores y activistas, según consta en los testimonios de la causa que investiga el Ministerio Público y en la querella del Consejo de Defensa del Estado.
Entre estos últimos, que también se hallan incorporados en la investigación, se incluye el de la señora Yocelyn Ortiz Zamora, quien declaró ante la Policía de Investigaciones de Chile lo siguiente:
"En efecto desde hace tres años que soy dirigente del club cultural Villa Linda del sector Nueva Aurora y hace cinco años soy militante del PPD en la región (¿) Siendo mi último trabajo el que desarrollé como integrante del comando del diputado Rodrigo González, en las pasadas elecciones presidenciales y parlamentarias (¿) en calidad de puerta puertista. Mi trato o relación era directa con el diputado González, Max Bastías y Fernando Avendaño. Fue en esa circunstancia, que antes de comenzar la campaña electoral, aproximadamente en el mes de septiembre de 2005, el diputado Rodrigo González me llamó telefónicamente y me dijo que habían cupos para unos PGE, para lo cual él me entregaba un cupo de 15 o 16 personas como máximo y conforme a ello debía elaborar una lista con nombre, apellido, Rut y teléfono de personas preferentemente votantes, el cual tenía que ser entregado a Fernando Avendaño en la casona (sede comando de González). El trabajo consistía, supuestamente en desmalezar y limpiar el sector, labor que nunca se realizó, ya que nunca llegaron las herramientas, así mismo, como yo estaba integrada a la campaña electoral dejé a una de ellas, mi comadre de nombre Karla Alvear, encargada para coordinar los trabajos en el caso de que llegaran las herramientas o nos venían a fiscalizar, lo cual nunca ocurrió.
"Al cabo de un tiempo, Fernando Avendaño, nos avisó que debíamos ir a la casona a firmar contrato y cobrar el primer cheque, lo que efectivamente hicimos, firmando dos contratos por Noviembre y Diciembre, recibiendo un cheque por la suma de 53 mil pesos.
"Al ser citada por la policía de investigaciones, informé de ello a Max Bastías, quien me dijo que cuando vinieran, no tenía que decir que había trabajado en la campaña del diputado González y que dijera que sí había trabajado en los PGE dentro de mi sede social, en labores de pintura, aseo o lo que fuera.
"Por todo lo que he dicho, no me cabe duda que el diputado González estaba no sólo en conocimiento del uso indebido que se hacía de los PGE, sino que además tenía participación directa en ellos, ya que fue él quien me ofreció personalmente el trabajo y los cupos para dicho programa".
La veracidad de los hechos relatados por Yocelyn Zamora se encuentra avalada por otros testimonios, tal como consta en las declaraciones prestadas por diversas trabajadoras ante la Policía de Investigaciones.
Las imputaciones que me formula el Diputado señor González probablemente son producto de su nerviosismo, creado por un escenario judicial adverso, ya que soy coadyuvante del Ministerio Público en la investigación.
Y, para reforzar la objetividad de mis denuncias, cito parte de la querella del Consejo de Defensa del Estado -un órgano respetable y respetado de nuestro sistema-, presentada el 1º de febrero de 2008 ante el Juzgado de Garantía de Valparaíso, la cual señala:
1. "Por instrucciones del diputado del partido por la democracia, señor René Rodrigo González Torres, Fernando Avendaño, secretario remunerado del diputado indicado, y Max Bastías, jefe de campaña para las parlamentarias del año 2005, del mismo congresal, ambos con desempeño en la oficina distrital o comando de campaña del señor González en Viña del Mar, conocida como "la casona", , procedieron a recabar de dirigentes vecinales de la comuna, militantes o simpatizantes del PPD, nóminas de personas que se verían, "beneficiadas" con el PGE respectivo, muchas de las cuales no cumplían con las exigencias mínimas para optar a dicho trabajo.
"2. Tanto Avendaño como Bastías declaran que el diputado González les informó que había gestionado la contratación de 100 personas vía PGE.
"3. Testimonio de Don Sinforiano Cornejo, declara en la fiscalía el 23 de mayo de 2006, haber recurrido a través de su señora, al diputado González, concurriendo a la casona en el año 2005, a quien le solicitara un trabajo como cuidadores de letreros políticos o repartidores de volantes, que con posterioridad los llamaron para que bajaran con su carné de identidad a la casona, donde estaba el comando del señor González. Allí les tomaron sus datos y quedaron de avisarle para que fuera nuevamente, porque le iban a dar plata como una forma de ayuda (¿). Continúa su declaración afirmando que lo llamaron para retirar el primer cheque en la casona y que le hicieron firmar unos papeles y después, en el mes de diciembre, lo citaron a Valparaíso, donde firmó el recibo por el otro cheque y finiquito.
"4. Judith Morales, quien declaró en la fiscalía el 26 de mayo de 2006. Con su hermana Alexana Morales y Lorena González, integraba la directiva de un comité que se llama "Amanecer", que reúne a un grupo de personas que estaban en una toma en Santa Julia, Viña del Mar, que `la persona que me ofreció realizar labores de limpieza es el diputado Señor Rodrigo GONZALEZ, él fue quien nos tomó nuestros nombres, diciéndonos que nos iban a llamar para hacer labores de limpieza (¿) Recibimos un llamado de Fernando Avendaño para que fuéramos a la casona a firmar un contrato. Nos sorprendió de que luego de firmar, recibiéramos el pago de $ 51.000 aproximadamente, sin haber trabajado en labores de limpieza. Fue en ese momento que Avendaño nos dijo que no nos preocupáramos y que lo tomáramos como una ayuda (¿). Efectivamente recibí dos pagos, uno por $ 51.000 y otro por $ 63.000, el primero fue en noviembre de 2005 y el segundo fue pocos días antes de navidad. El primer pago se hizo en la casona y el segundo en calle Salvador Donoso, Valparaíso".
Esos son antecedentes objetivos de las querellas que enfrenta el Diputado señor González, de acuerdo con los planteamientos que formula, entre otros, el Consejo de Defensa del Estado, y no el Senador que habla, quien sí ha aportado datos para que ello se vaya conformando.
Con toda esa información, que justifica mi modo de actuar, será la opinión pública la que juzgue quién dice la verdad: si el Senador que habla, el Ministerio Público y el Consejo de Defensa del Estado o el ex Alcalde de Viña del Mar y actual Diputado, hoy suspendido de su cargo, don Rodrigo González.
Gracias.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Pérez Varela.

El señor PÉREZ VARELA.- Señor Presidente, en los ocho minutos que me restan pediré enviar dos oficios.


SOLICITUD DE ANTECEDENTES SOBRE POLITICA HABITACIONAL. OFICIO
En primer lugar, pido que se envíe un oficio al Ministerio de Vivienda y Urbanismo sobre lo que expondré a continuación y que corresponde también a una preocupación manifestada por el Senador señor Muñoz Barra.
Porque todos somos profundamente partidarios de la nueva política habitacional que se ha desarrollado a partir del año 2007. En nuestras circunscripciones hemos podido apreciar que posee el vigor requerido para ir solucionando los problemas que presentan particularmente los sectores más necesitados.
Sin embargo, para ir cotejando su grado de avance, es menester contar con los antecedentes demostrativos de que tiene un efecto práctico en cada una de las comunas.
Por lo tanto, creo que es esencial que la Sala conozca, por ejemplo, un par de datos que nos parecen relevantes. El primero es cuántos subsidios se entregaron durante 2007 a través de los distintos programas: Fondo Solidario 1, Fondo Solidario 2, subsidio rural, etcétera. Es decir, todos y cada uno de los programas respectivos implementados por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Junto con lo anterior, y para saber cuán efectivamente ello se está transformando en vivienda, es importante también precisar la cantidad de subsidios que se pagaron durante el año 2007, porque eso nos permitirá dimensionar cómo va caminando el plan habitacional en cada una de las Regiones, de las comunas.
Y, sobre la base de tales antecedentes, cabe la posibilidad de colaborar, como lo estamos haciendo en Lota, donde el día 6 de febrero pasado la Ministra de Vivienda, junto con vecinos y representantes de la comuna, estuvieron elaborando, desde las 9 hasta las 17, un plan para sacar adelante los más de 20 campamentos existentes allá, situación que en determinado momento planteamos en el Senado.
Por consiguiente, somos absolutamente partidarios de la política habitacional, pero sería bueno conocer datos concretos para verificar su avance.
--Se anuncia el envío del oficio solicitado, en nombre del Honorable señor Pérez Varela, conforme al Reglamento.


SOLUCIÓN POLÍTICA PARA EX TRABAJADORES DE ENACAR.
OFICIO
En segundo término, señor Presidente, deseo requerir al Ministerio del Interior una resolución de carácter político frente a la situación que viven en Lota cientos de personas que se desempeñaron en ENACAR.
En dicha empresa hubo dos salidas de trabajadores: una, el 26 de julio de 1996, y otra, el 10 de mayo de 1997. Con respecto al acuerdo relacionado con esta última fecha ha habido un avance sustancial; pero creo que han sido bastante discriminados y postergados en sus aspiraciones los que debieron irse el 26 de julio de 1996.
¿Cuál es la diferencia entre una y otra fecha? En la primera se hace un llamado a los trabajadores dispuestos a salir de la empresa, porque esta debe adecuarse a las nuevas realidades. Transcurridos menos de diez meses, ella es cerrada y quienes salen lo hacen en condiciones absolutamente distintas de las registradas el 26 de julio de 1996.
Los trabajadores afectados han reclamado ante los tribunales de justicia por ese trato discriminatorio, habiéndose acogido la mayoría de sus postulados. Lamentablemente, por aplicación de la prescripción, no han podido lograr una resolución judicial firme.
Hemos recibido respuestas de parte del Ministerio de Economía, las cuales se han quedado en los aspectos formales.
Por ello, me parece fundamental, teniendo presente la situación que viven cerca de 400 familias en la comuna de Lota, que se proceda a una definición política sobre el particular, como también lo fue la de cerrar ENACAR, para igualar, al menos, la situación de un grupo de trabajadores que presenta las mismas características de los que salieron en 1997, pero que, al hacerlo diez meses antes, se encontraron en una situación absolutamente disímil. Incluso, muchos de ellos alegan que medió un engaño en el momento de tomar la decisión.
Sin embargo, más allá de esos elementos subjetivos, existen dos aspectos objetivos: un número determinado de trabajadores salió de esa empresa, en julio de 1996, conforme a ciertas condiciones y un determinado programa de apoyo, y otros lo hicieron diez meses después de acuerdo con un régimen distinto y claramente más beneficioso. Y es más: el Gobierno ha trabajado en el último tiempo en lo referente a la situación de quienes salieron en 1997.
Esa diferencia de fechas, que puede ser baladí, resulta verdaderamente esencial para la gente que vive en la comuna de Lota.
En consecuencia, se requiere una decisión política del Gobierno en ese sentido. Y me parece que solo el Ministro del Interior es la autoridad a la cual es preciso dirigirse en este momento.
He dicho.
--Se anuncia el envío del oficio solicitado, en nombre del Senador señor Pérez Varela, conforme al Reglamento.

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Se levanta la sesión.
--Se levantó a las 18:59.
Manuel Ocaña Vergara,
Jefe de la Redacción