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ADECUACIÓN DE ORDENAMIENTO ELECTORAL PARA QUE PLEBISCITO DE OCTUBRE Y OTROS PROCESOS ELECCIONARIOS CONJUGUEN LA SALUD PERSONAL CON LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA


El señor ELIZALDE.- Señora Presidenta, el plebiscito de octubre próximo es el evento electoral más importante de las últimas décadas, y sin lugar a dudas va a determinar el futuro de nuestro país también para las próximas décadas.
Es un evento democrático fundamental, que permite que Chile decida si desea avanzar hacia una Constitución nacida en democracia, como expresión de la voluntad ciudadana. Una Constitución que sea un factor de unidad y no de división o controversia, como la actual, y en donde existan distintas opciones, todas, por cierto, legítimas, y respecto a las cuales será finalmente el pueblo el que tendrá que pronunciarse.
Y, así como hemos adoptado medidas para que, por ejemplo, el Congreso Nacional pueda sesionar en el contexto de la pandemia, es necesario adoptar todas las medidas necesarias para garantizar un plebiscito seguro, con un alto estándar sanitario.
Por eso presentamos, junto con los Senadores Guillier, De Urresti, Araya y Huenchumilla, una reforma constitucional que establecía en su primer artículo que la votación se realizaría en dos días.
No obstante, no hubo acuerdo para avanzar en esa regulación. Pero sí en el segundo aspecto de la reforma, que es que el Servicio Electoral pueda establecer la regulación del evento electoral, conforme a las exigencias sanitarias, sin necesidad de modificar la ley N° 18.700, de Votaciones Populares y Escrutinios. Esto es que por un mandato directo de la Constitución, el Consejo Directivo del Servel pueda establecer una regulación conforme a las necesidades sanitarias actuales. Y, para ello, se exige un quorum de acuerdo supramayoritario: cuatro quintos de los integrantes de dicho Consejo. Como este se encuentra constituido por cinco miembros, se requieren al menos cuatro votos para fijar esta regulación, sobre la base de las letras a las que hizo referencia el Presidente de la Comisión, Senador Alfonso de Urresti.
Nos parece que esta es una norma fundamental a efectos de garantizar la salud de todos los ciudadanos y las ciudadanas con derecho a voto. No olvidemos que en Chile los extranjeros con residencia también tienen derecho a votar después de un tiempo. De esta forma, podemos fomentar la participación electoral y velar por la salud de las personas, gracias al establecimiento de la normativa necesaria para que este sea un plebiscito seguro -insisto-, con un alto estándar sanitario.
Eso no obsta, Presidenta, al hecho de que hay temas que quedan pendientes, respecto de los cuales debiéramos reflexionar, no en el marco de esta emergencia o del tiempo acotado para el plebiscito, pero sí en una regulación futura en nuestro país.
Tenemos que debatir acerca del voto adelantado. En algunos estados de Estados Unidos hasta el 30 por ciento del padrón electoral vota antes del día de la elección. En Chile podrían establecerse, sin mayores inconvenientes, formas de sufragio adelantado.
Asimismo, hay que discutir respecto del voto electrónico, otorgando todas las garantías necesarias, e incluso fijar un padrón electrónico, lo cual permitiría a las personas sufragar en lugares distintos de aquellos en los que tienen derecho a hacerlo, en caso de que, por distintas circunstancias, estén en otra región o provincia.
Y tenemos que avanzar -esto es fundamental- hacia un establecimiento de mesas georreferenciadas, porque en Chile se da el absurdo de que miembros de una familia que viven en una misma casa votan en lugares distintos: dos integrantes de esa familia votan en el liceo de enfrente; otros tres, en un colegio que queda a veinte cuadras, y otros, en uno que queda a cuarenta cuadras.
¡Eso es absurdo!
Por lo tanto, la forma en la que se establece el registro electoral en Chile en materia de distribución de mesas debe ser modificada y modernizada. En caso contrario, se dificulta que la gente participe.
Todos estos son temas pendientes que debieran ser abordados próximamente.
Pero hay uno que puede ser abordado ahora, y por eso le hemos planteado al Gobierno que realice una propuesta al respecto. Me refiero a garantizar el transporte gratuito el día de la votación: ¡transporte público gratuito!
El Ministerio del Interior establece, en todos los eventos electorales, transporte gratuito a lugares de votación en zonas rurales, pero el mismo beneficio no está establecido para las zonas urbanas.
Nos parece fundamental que se garantice alguna forma de subsidio que permita que el transporte público el día de la votación sea gratuito también en las zonas urbanas; más aún, considerando las condiciones económicas que afectan a las familias chilenas. Muchas veces el costo del transporte es muy alto, lo que desincentiva que la gente se traslade de un lugar a otro para votar.
Por último, queda pendiente otra reforma sobre algo que también se está discutiendo en la Comisión: lo relativo al financiamiento. Debemos prohibir al menos el financiamiento desde el exterior, de las personas jurídicas. Hay que establecer total transparencia respecto del origen de los fondos para las campañas plebiscitarias y de los límites en esta materia, conforme lo establece nuestra legislación para otro tipo de elecciones.
Obviamente voy a votar a favor de esta iniciativa, sobre todo por la importancia que tiene el evento electoral del plebiscito para el futuro de nuestro país.


El señor ELIZALDE.- Gracias, Presidenta.
Quiero hacer un par de reflexiones, primero, respecto de la propuesta de establecer como requisito, para la validez del plebiscito...
La señora MUÑOZ (Presidenta).- Disculpe, Senador Elizalde.
Debo solicitar el acuerdo de la Sala para prorrogar la hora de término de la sesión.
¿Habría acuerdo para aquello?
Acordado.
Puede continuar.
El señor ELIZALDE.- Le decía, Presidenta, que respecto del requisito que han planteado algunos Senadores para darle validez al plebiscito, de contar con una participación del 50 por ciento, solo quiero recordar que en el acuerdo del 15 de noviembre nosotros planteamos voto obligatorio para todos los eventos y el Oficialismo no estuvo disponible para aquello: solo se estableció voto obligatorio para el plebiscito de salida. Por lo tanto, es un tema que ya está zanjado.
En cuanto a la propuesta de las bancadas por el rechazo en la Cámara de Diputados para reemplazar la opción de la convención constitucional por congreso constituyente, sin lugar a dudas que es una forma de evitar, "por secretaría", que la ciudadanía se pronuncie y de ganar el plebiscito. Porque están planteando que se excluya de la papeleta la opción que hasta el momento concita mayor apoyo, de acuerdo a los estudios de opinión, lo que claramente resulta antidemocrático.
Sobre esta votación separada, que es el tema de fondo, comparto las aprensiones del Senador Navarro, aunque no entiendo la lógica, ya que la votación separada produce el efecto contrario de lo que él plantea, señora Presidenta.
¿Por qué razón? En primer lugar, el colega propone votar en contra de la letra b, que establece un horario de funcionamiento de hasta doce horas. Por lo tanto, si se rechaza, entonces el horario de votación será el establecido en la ley N° 18.700, que va desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde, es decir, diez horas. Habrá menos tiempo para votar.
El Senador Navarro confunde el horario de funcionamiento con la norma sobre cierre de mesas. ¿Qué señala dicha disposición? Que se realiza un llamado a viva voz a los electores y que, mientras haya un elector en la fila, no se puede cerrar la mesa. Si se vota en contra, las mesas van a funcionar de ocho a seis, es decir, menos horas de lo que establece la reforma constitucional.
También plantea votar en contra la norma relativa a las medidas sanitarias de protección, entre ellas el uso de mascarillas. Eventualmente, se le podría negar el derecho a voto a una persona por no usar este adminículo. Pues bien, estamos en pandemia y, si la autoridad sanitaria considera que para votar hay que hacerlo con mascarilla, ¡así deberá ser! Tenemos que ponernos de acuerdo en algo básico: proteger la salud de los otros y no solo la propia. Cuestión distinta -y el Ministro está escuchando- es que deba haber, obviamente, recursos para proveer mascarillas a las personas. Y esperamos que el Gobierno resuelva eso.
En tal sentido, valoro la voluntad de diálogo que ha tenido el Ministro Monckeberg. Ya la tuvo en el Ministerio de Desarrollo Social y la ha mantenido en esta iniciativa. Y espero que todo el Gobierno persista en esa voluntad de diálogo.
Pero lo concreto es que esta elección va a tener que desarrollarse con medidas sanitarias adicionales. Otro tema es que el Estado deba proveer lo necesario para el cumplimiento de esas medidas adicionales de carácter sanitario, pero, obviamente, estas se tienen que establecer.
Y respecto de la letra k, el Senador Navarro confunde esta letra con el inciso siguiente. En el fondo, cuestiona el inciso siguiente, que señala: "En ningún caso las medidas sanitarias de carácter general podrán afectar la realización del plebiscito a que se refiere el artículo 130, a nivel nacional, regional ni comunal".
¿Qué significa votar en contra de este inciso? Algo muy simple: si hay cuarentena en Puente Alto, Puente Alto no vota; si hay cuarentena en La Florida, La Florida no vota. ¡Eso es lo que significa votar en contra! Este inciso garantiza que, si existe una medida sanitaria que afecta a un territorio del país, esa medida sanitaria ¡jamás puede obstaculizar el derecho a voto de quienes viven en dicho territorio!
¿Dónde se va a generar el debate? Respecto de las medidas sanitarias en particular, que es el tema de los enfermos. Pero ese es otro punto, que deberá ser resuelto en su mérito. Lo que garantiza este inciso es que no se aplique algo que insinuó el Director del Servel en su oportunidad: que las comunas cuarentenadas no puedan votar.
¡Eso es inaceptable bajo la lógica democrática! Porque es una medida que afecta a un territorio donde la mayoría de las personas están sanas. Por lo tanto, no tiene sentido impedirles votar si se adoptan todas las medidas sanitarias necesarias para evitar los contagios.
En síntesis, entiendo las aprensiones del Senador Navarro, pero creo que rechazar estas letras profundiza los problemas. Si votamos en contra, el efecto que se produce es el contrario.
Por lo tanto, yo obviamente las voy a aprobar. Y solicito que los demás integrantes del Senado hagan lo mismo.
Reitero: el inciso que establece que las medidas sanitarias de carácter general no podrán afectar la realización del plebiscito es una garantía para que las cuarentenas no se transformen en un obstáculo para la participación ciudadana en dicho proceso electoral.
Así como nosotros, los parlamentarios, pese a vivir en comunas cuarentenadas, podemos y debemos concurrir al Congreso, porque la actividad legislativa no se detiene, de la misma forma quienes viven en comunas cuarentenadas tienen el legítimo derecho a votar en el plebiscito del 25 de octubre. Y votar en contra de la norma implica negar tal derecho.
Por eso, voto a favor.