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LÍMITE A REELECCIÓN DE SENADORES, DIPUTADOS, CONSEJEROS REGIONALES, ALCALDES Y CONCEJALES


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, qué duda cabe de que las manifestaciones ciudadanas tienen hoy día expresión en esta Sala, y de que la discusión de este proyecto, ingresado el 31 de agosto del año 2011 (son varios boletines refundidos), da cuenta de que la ciudadanía ganó.
Permítanme ponerlo en ese término: ganó, porque en el Parlamento estamos debatiendo un tema que se había puesto en la palestra muchas veces, ya aprobado en la Cámara de Diputados, y ganó, porque ayer el Presidente de la República, finalmente, anunció que habrá un camino hacia una nueva Constitución.
Tendremos que discutir la forma, pues en este minuto las formas son quizás más importantes que entrar a discutir el fondo, que constituirá el segundo debate.
Ver, por primera vez, un atisbo de cambio de actitud da cuenta de que lo que la ciudadanía ha puesto encima del debate en materia de reformas políticas está siendo recogido.
Señor Presidente, hoy día iniciamos la discusión general de este proyecto, el cual espero que todos quienes estamos en la Sala aprobemos sin ninguna duda, sin perjuicio, obviamente, de abrir un breve período de análisis en particular que permita mejorarlo en todo aquello que sea posible.
Creo, además, que es el minuto de decir basta a la violencia, que les ha costado la vida a muchos, y daños físicos irreparables, a tantos otros.
Creo que necesitamos hacer una pausa para poder conversar y tomar cartas en el asunto respecto de lo que la ciudadanía nos ha dicho.
Este proyecto es una primera muestra, pero no es suficiente. Necesitamos hacer más; hacerlo en la forma y en el fondo, y hacerlo en los tiempos de urgencia que amerita el debate que la gente nos ha puesto a todos y a todas.
El 18 de octubre -lo hemos dicho todos- marca un antes y un después. Y este Senado, este Parlamento, tiene que emitir una voz clara, contundente, rotunda, respecto de las demandas ciudadanas.
Estas demandas no son por nada. Durante un largo tiempo hemos avanzado, sin lugar a dudas, pero hemos dejado a muchos atrás. Y creo que nuestra responsabilidad nos obliga, como Senado de la República, a hacer un alto, una pausa, y establecer cuáles van a ser los pilares de la conversación que la ciudadanía ha puesto encima de la mesa y de la cual no podemos rehuir.
No podemos rehuir -incluyo aquello- diciendo que es más fácil arrancar y dejar el cargo para el cual nos han elegido. Pido seriedad a todos; seriedad y valentía para enfrentar lo que los tiempos, que no son fáciles, nos imponen, y que nos demandan humildad, generosidad y también coraje.
Este proyecto de ley es una primera muestra del triunfo ciudadano, pero quedan muchas más que tendremos que enfrentar en el Congreso y en el país.
Gracias.