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HOMENAJE A PERIÓDICO MUNDO ÁRABE (EX LA REFORMA) EN SUS 82 AÑOS DE VIDA


El señor CHAHUÁN.- Señora Presidenta; Honorable Senado; señor Director del periódico Mundo Árabe, don Elías Sabaj Chamy; señores miembros de su equipo de redacción y edición; señores integrantes de la Colonia Árabe residente y sus organizaciones representativas; señores miembros del Cuerpo Consular; señores embajadores; señores representantes de las organizaciones de la colonia árabe palestina que hoy nos acompañan; señores miembros de la Fundación Belén 2000; señores representantes de organizaciones de Iglesia:
Me resulta particularmente grato rendir homenaje, en representación de los Senadores de Renovación Nacional y en mi calidad de descendiente de árabes palestinos, al periódico Mundo Árabe con motivo de su octogésimo segundo aniversario desde que fue fundado por don Jorge Sabaj Zurob (que en paz descanse), padre de su actual Director.
Durante su extensa trayectoria, ese medio se ha convertido en un valioso elemento integrador entre las entidades de origen árabe y los países de América Latina donde se difunde.
Su fundador, inmigrante palestino nacido en Beit-Jala (como muchos miembros de la colonia árabe residente en nuestra nación), le impuso una línea editorial de inclaudicable defensa de los pueblos árabes en general y del palestino en particular, que sus sucesores han sabido conservar.
Las páginas de dicha publicación guardan parte de la historia de los árabes que vinieron a Chile e hicieron de este país su segunda patria y de las instituciones que formaron desde principios del siglo pasado.
Antes de fundar Mundo Árabe, don Jorge Sabaj editaba un medio denominado La Reforma (Al Islah), que se mantuvo hasta un tiempo después. Y ambas publicaciones se complementaban entre sí.
Cabe señalar que don Jorge Sabaj, en su ánimo de informar con objetividad sobre las actividades de los inmigrantes árabes, viajaba constantemente a las ciudades de nuestro territorio donde existían colonias de dicha nacionalidad.
Demostró su espíritu solidario hacia el país que lo acogió con ocasión del terremoto que azotó a la ciudad de Valdivia y a las localidades aledañas en mayo de 1960. Luego del sismo decidió organizar una caravana de camiones con ropa y víveres para distribuirlos en las zonas más afectadas del sur. Y encabezó personalmente el convoy, gracias a lo cual tomó contacto, al mismo tiempo, con miembros de la colectividad que resultaron afectados.
Tan noble acción fue justamente reconocida por el Gobierno de la época, que resolvió otorgarle la nacionalidad chilena por gracia.
De igual modo, como testimonio de reconocimiento a la labor de integración entre nuestro país y las comunidades árabes, que llevó adelante con tanto entusiasmo, don Jorge Sabaj, en su calidad de fundador del mencionado periódico, fue invitado oficialmente, en 1961, por los gobernantes de Egipto; del Reino Hachemita de Jordania; de Arabia Saudita; de Kuwait; del Líbano; de Irak, y de Siria, que por aquella época formaba parte de la República Árabe Unida.
También visitó su ciudad natal, Beit-Jala, en Palestina, donde fue recibido por las máximas autoridades y tuvo emotivos encuentros con sus familiares.
En Egipto, Siria, Jordania y Grecia se le confirieron condecoraciones oficiales como retribución a sus servicios distinguidos a la causa de la paz, la justicia y la hermandad entre los pueblos.
De igual modo, los Patriarcados de Antioquía, Jerusalén y Alejandría lo distinguieron con condecoraciones espirituales.
En nuestro país tuvo muy buenas relaciones con los diversos gobernantes, a partir de los años 40 del siglo pasado. Y en 1962 el Presidente Jorge Alessandri le confirió la Orden al Mérito Bernardo O'Higgins, por su gran labor de hermandad.
Luego de su fallecimiento, en 1973, le sucede en la dirección del diario su hijo don Elías Sabaj Chamy, quien ha mantenido incólume la línea editorial que dejó su padre como legado imperecedero.
Bajo su dirección, el periódico tuvo una importante participación en la creación de los tres colegios árabes existentes en nuestro país.
La Federación de Entidades Árabes de Chile, conocida también como Fearab, ha reconocido al mencionado periódico como su órgano oficial en los diversos encuentros que ha organizado, distinción que también le han otorgado otras entidades congéneres de Latinoamérica y Norteamérica, por lo cual le ha correspondido cubrir periodísticamente todos los eventos de esta naturaleza que han realizado en los últimos años dichas instituciones.
De igual modo, ese medio de comunicación ha mantenido su reconocimiento de parte de las autoridades de los países árabes, correspondiéndole consignar en sus páginas los recibimientos que han hecho dichos gobernantes a las federaciones de entidades de ese origen. Ello queda demostrado hoy por las autoridades diplomáticas y consulares que nos acompañan.
Bajo su actual dirección, Mundo Árabe ha mantenido su carácter de órgano informativo que concita gran interés en las colectividades inmigrantes árabes de países vecinos, sobre todo las de Perú y Bolivia. Y de ello da fe el número de suscripciones que el diario recibe de estos países.
Desde el primer momento la propagación y la conservación de la lengua árabe fueron uno de los propósitos fundacionales de ese periódico árabe-chileno, como innegable elemento integrador entre dos culturas distintas pero que se complementan. Chile ha sabido acoger hasta el día de hoy a los inmigrantes que vinieron desde tan lejanas tierras.
En tal sentido, no puedo dejar de reconocer que resulta bastante difícil que una publicación periódica de una colonia extranjera se mantenga por tanto tiempo, como lo ha hecho Mundo Árabe, ya por 82 años. Y ello constituye, indudablemente, un fiel reflejo de la mística que le impusieron su fundador y su sucesor y actual Director.
Por esa razón, no me resta sino felicitar a su Director y a sus colaboradores, a quienes les expreso mis más sinceros deseos de que Mundo Árabe continúe publicándose por muchos años más, instándolos a mantener los principios establecidos por el fundador y a continuar incansablemente por la senda que él les trazó.
Les quiero agradecer en particular a todos los amigos que hoy se encuentran en las tribunas: amigos de tanto tiempo que también han hecho de Mundo Árabe un órgano de difusión de la causa árabe, y sobre todo de la causa palestina, de un pueblo que busca su liberación, la constitución de su propio Estado. Es la historia de un pueblo que ha sido maltratado y que ha luchado por su autodeterminación, por el derecho al retorno.
Por eso, agradezco de manera muy personal a su Director, pues mientras exista el periódico Mundo Árabe la causa palestina, la causa árabe, la causa de la paz se mantendrá viva.
Muchas gracias.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).