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PROTECCIÓN A MATERNIDAD, PATERNIDAD Y VIDA FAMILIAR, Y ESTABLECIMIENTO DE PERMISO POR MATRIMONIO


El señor NAVARRO.- Señora Presidenta, hemos consultado sobre la aplicabilidad de la modificación del Título II del Libro II del Código del Trabajo, que en adelante sería "DE LA PROTECCIÓN A LA MATERNIDAD, LA PATERNIDAD Y LA VIDA FAMILIAR", y cabe considerar que asimismo es extensible a los funcionarios públicos. Es decir, este es un beneficio que no solo va a llegar a quienes se rigen por el Código del Trabajo y se desempeñan en el sector privado: el personal del Congreso, el municipal, todo aquel que libremente decida casarse, van a tener derecho a cinco días, convenidos con el empleador.
Deseo destacar que la medida forma parte, por cierto, del mejoramiento de las condiciones laborales. Si bien muchas empresas han contemplado el permiso como parte de los convenios o de la negociación colectiva, hoy día, frente a un hecho irrefutable, cual es que esta última se encuentra extraordinariamente limitada -menos del 6 por ciento de los trabajadores logra negociar colectivamente-, resulta claro que la reforma apunta a la extensión de derechos que por dicho mecanismo son de larguísimo aliento.
El contenido de la enmienda pasa por un acuerdo con el empleador en cuanto a la elección del día anterior al matrimonio, de aquel de la celebración o de otro posterior, y es con goce de remuneraciones, es decir, no hay descuento. Eso llevará a que sea preciso sentar una jurisprudencia adecuada. No va a ser fácil.
Así lo ha demostrado la experiencia. Junto con la entonces Diputada Ximena Vidal, hicimos un esfuerzo en la otra rama del Congreso e instalamos las sanciones para el acoso laboral, tal como lo habíamos hecho antes con el acoso sexual. Y ello ha sido de implementación lenta, pero segura, en mi opinión.
Son modificaciones que han ido en beneficio del sector laboral.
Anuncio, por cierto, mi voto a favor. Solo espero que el beneficio que hoy día se entrega a trabajadores y trabajadoras que contraigan matrimonio -por lo tanto, vamos a tener dos permisos a la vez, en empresas distintas o tal vez en la misma, y allí empieza a surgir la cuestión de si se trata de un área estratégica, para el efecto de determinar si efectivamente existe o no la posibilidad de otorgarlos en forma simultánea- y la aplicación de la ley en proyecto se materialicen en la mejor de las condiciones.
Como se lo he planteado a la Senadora señora Goic, ojalá que cuando aprobemos el acuerdo de vida en pareja -a propósito de la presencia del colega Espina en la Sala- sea posible discutir si el beneficio de que se trata puede concederse también a quienes resuelven unirse, no a través del vínculo matrimonial, sino en esa otra forma, que en los hechos es exactamente lo mismo: se vive y se convive.
Deseo recordar que, en Chile, el 52 por ciento de los nacimientos tienen lugar fuera del matrimonio. Entonces, en los hechos, lo que estamos dictando es una bonita y gran legislación, pero solo la extendemos al 48 por ciento de las parejas que se casan y tienen hijos. Un 52 por ciento de ellas -repito- tienen hijos y no están casadas. Por lo tanto, prácticamente estamos legislando para la mitad.
El acuerdo de vida en pareja puede ser el marco legal para sancionar la situación. Porque los señores Senadores saben, si están en contacto permanente con sus bases, que son centenares de miles las personas que conviven y no necesariamente contraen matrimonio.
Lo hemos discutido largamente: el que quiere, se casa y se descasa. Con posterioridad vendrá el debate sobre el número de veces que el permiso procede.
¡Si algunos Senadores hubieran podido acceder a utilizarlo, habrían gozado del beneficio en forma repetida, reiterativa y progresiva¿!
El señor MOREIRA.- ¿A quién está mirando, Su Señoría?
El señor NAVARRO.- Es algo que debe corresponder cada vez que la persona se case, independientemente del número de veces que se haya divorciado.
El 52 por ciento de las parejas que toman la decisión, legítima, de convivir, de tener hijos, de amarse, sin estar casadas, en mi opinión debieran ser favorecidas de la misma manera. Porque lo que importa, como aquí se ha dicho, es la constitución de la familia: monoparental, de jefa de hogar, del hijo con el padre, del hijo con la madre. Entonces, espero que en el Senado que hoy día aprueba el permiso para las parejas que contraigan matrimonio sea posible encontrar, cuando acojamos el acuerdo de vida en pareja, esa misma voluntad positiva para extenderlo a las otras que no lo hagan, pero sí tengan el mismo concepto de vida familiar. Lo anterior, para que la normativa llegue al cien por ciento de ellas, particularmente las de trabajadores y trabajadoras, y no solo al 48, como hoy día lo estamos acordando.
Cabe destacar el importante aporte de la Senadora señora Goic, quien ha tramitado el proyecto, según entiendo, desde la Cámara de Diputados. Ha tenido la suerte de llegar al Senado para aprobarlo.
Como ya lo he dicho, espero que el Gobierno -el nuestro, el de la Nueva Mayoría- pueda apoyar muchas de las mociones que se encuentran todavía en la otra rama del Congreso. Senadores y Diputados también somos capaces de presentar proyectos de ley, aunque nos cueste mucho en esta monarquía presidencial. Ojalá exista la voluntad de impulsar, como en esta ocasión, aquellos elaborados por los parlamentarios con un fin tan importante como el que hoy día nos ocupa.
¡Patagonia sin represas, hasta conocer el resultado de la apelación en el tribunal ambiental de Valdivia!
¡Nueva Constitución, ahora, que es el segundo compromiso de la Presidenta Bachelet, y que vamos a cumplir, al igual que el de Patagonia sin represas!
¡Y no más AFP, por lo cual estamos luchando a diario!
He dicho.