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EFECTOS DE TERREMOTO EN ARICA E IQUIQUE Y DE INCENDIO EN VALPARAÍSO, Y PLANES DE RECONSTRUCCIÓN


El señor CHAHUÁN.- Señora Presidenta, Honorable Senado, dado el poco tiempo de que dispongo, me referiré específicamente al gigantesco incendio que afectó a Valparaíso hace casi dos meses y a la necesidad de implementar políticas de Estado destinadas a evitar situaciones de esta naturaleza y a acelerar la recuperación de la ciudad.
Esta grave tragedia, que afectó a nuestro puerto con el estallido de un desgarrador incendio, inédito en la ciudad, y que tuvo como resultado la pérdida de vidas humanas, inmensos daños a bienes muebles e inmuebles y cerca de 15 mil damnificados, nos ha dejado muchas lecciones, en especial la necesidad de recuperar no solo los sectores perjudicados, sino también, en forma integral, la ciudad de Valparaíso.
Además de la intervención de efectivos de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública, que fueron muy bien acogidos por la ciudadanía al dar seguridad en las zonas más complejas, cabe destacar la participación de los cuerpos de bomberos provenientes de muchas ciudades del país, de la CONAF, de la Defensa Civil y de todos y cada uno de los voluntarios que estuvieron desplegados en la ciudad desde el primer día.
Esta dramática situación concitó una gran solidaridad de la comunidad nacional -como pudimos ver-, que hizo llegar de diversos modos todo tipo de ayuda a los damnificados. Se hicieron presentes en los lugares afectados muchos voluntarios, en especial estudiantes, quienes entregaron su aporte en forma desinteresada y con gran sacrificio y abnegación, como lo pude comprobar personalmente desde el primer día en terreno.
Por otra parte, quiero valorar el hecho de que la Presidenta de la República haya estado presente desde el primer momento en la Intendencia de Valparaíso. Se reunió con nosotros, con los parlamentarios, con las autoridades de la zona. Con ella visitamos los albergues y estuvimos en los sectores siniestrados.
Cabe destacar, asimismo, el papel que cumplieron los Ministros que hoy día nos acompañan: la de Vivienda y Urbanismo, el de Obras Públicas y, en particular, el del Interior, quien se quedó varios días en la zona, lo que constituyó un signo fundamental de la preocupación del Gobierno por la situación.
Además, el Ejecutivo acogió la petición que le formuláramos en el sentido de designar un delegado presidencial para coordinar las labores de reconstrucción y ayuda a miles de familias que resultaron damnificadas, nombrando a un destacado profesional de nuestra zona con valiosa experiencia adquirida en cargos desempeñados anteriormente en el sector de vivienda y urbanismo, cuestión que también quiero agradecer.
A la fecha, fruto de esta labor, se han entregado mil 400 viviendas de emergencia financiadas por el Estado y 200, con aporte de la Fundación Techo, organización que comprometió un total de 600.
Asimismo, se han dado 211 bonos de arriendo y 342 bonos de acogida familiar. En cuanto a estos últimos, se aceptó la idea de que sean empleados no solo en las cuatro grandes multitiendas del retail, como dispuso el Gobierno originalmente, sino también en el comercio porteño, para la adquisición de insumos, fundamentalmente.
Además, pedimos un mayor grado de flexibilidad respecto de los contratos de arriendo. Dicha solicitud se ha ido acogiendo y tales instrumentos se han modificado a ese efecto.
Hemos planteado una preocupación especial por los microempresarios, quienes perdieron sus herramientas de trabajo: desde personas que se dedicaban al diseño de ropa hasta quienes tenían su taxi colectivo y que vieron quemarse. Esperamos que el Ejecutivo proponga una disposición para ir en ayuda de esos vecinos.
A través de un proyecto de acuerdo, solicitamos a la autoridad que suspenda el servicio de los préstamos contratados por estas personas, ya sean créditos hipotecarios, como los suscritos por los habitantes del cerro Merced; ya sean créditos de consumo, como los utilizados para comprar taxis colectivos. El BancoEstado ya ha pedido la pronta cancelación de las cuotas atrasadas. En algunos casos, ya hemos logrado la postergación del pago de al menos tres cuotas, pero se precisa una gestión mucho más fuerte en ese sentido por parte del Estado, tal como ocurrió a raíz del terremoto del año 2010, cuando se otorgó un período de gracia de seis meses, a fin de no atosigar a esa gente.
Muchos de esos vecinos me decían: "Que me vengan a ejecutar la casa o que me vengan a ejecutar el taxi colectivo. Total, perdí ambas cosas. Tendrían que construirme otra casa o entregarme otro taxi colectivo para poder ejecutarlos".
Del mismo modo, a raíz de la experiencia adquirida, se ha ido evaluando la idea de implementar el aumento de algunos de esos bonos.
Como señaló el Senador Lagos, se observa un alto estándar en el monto de los bonos, pudiéndose efectivamente llegar a 21 millones de pesos, incluso un poco más en el caso de los condominios.
Pero, sin perjuicio de que esta es una etapa transitoria e indispensable en que se debe reconstruir un significativo sector de la ciudad, nadie podrá disentir en que ha llegado la hora de llevar a cabo una recuperación integral de Valparaíso e implementar una política de Estado destinada a evitar la ocurrencia de esos hechos.
Los múltiples incendios que se han producido a lo largo de la historia de Valparaíso no hacen sino reflejar la precariedad de las poblaciones situadas en la parte alta de ciudad, que se traduce en la incapacidad de acceso a los lugares para combatir siniestros de manera rápida y eficaz. Las condiciones del territorio de Valparaíso son muy especiales.
Durante los siglos XIX y XX se sucedieron muchos siniestros. Y en la presente centuria hemos podido lamentar los ocurridos en los años 2008, 2013 y 2014, este último el de mayores proporciones en la historia nacional, con muchas víctimas fatales, con viviendas siniestradas y con miles de familias damnificadas.
Algo que me merece una nota especial es el planteamiento que hemos hecho respecto de la necesidad de un Plan Maestro para Valparaíso.
Este no solo ha de contemplar más cortafuegos -se habla de pavimentar el Camino del Agua, lo que puede ser una buena alternativa- y ejes transversales, sino que también debe hacerse cargo del problema que generan las quebradas, que es un tema de fondo.
Hasta ahora no había un catastro de las especies arbóreas plantadas en las quebradas; tampoco un estudio jurídico respecto de la propiedad de esos terrenos. Y ello también es un asunto relevante.
La empresa Foco Consultores ayudó a mejorar el Plan Regulador Comunal de Valparaíso sobre la base de un estudio en la materia. Sin lugar a dudas, la dificultad más notoria que se observó es que el fuego se propagó, fundamentalmente, por las quebradas, donde existen especies arbóreas altamente combustibles, particularmente el eucaliptus.
Tal diagnóstico debe motivar la ejecución de alguna acción.
Por otra parte, consultada la empresa Foco, que se dedicó al estudio para diseñar el nuevo Plan Regulador Comunal, respecto de si se había escuchado la opinión de Bomberos o de la CONAF para la formulación del referido Plan, nos dijo que la reunión programada con esos actores se había suspendido y que no habían sido escuchados.
La situación puntual referida guarda relación con la forma de entender Valparaíso. Claramente, tenemos problemas de acceso para carros de emergencia. Ante ello, resulta esencial escuchar a CONAF y a Bomberos si queremos contar con un Plan Regulador que responda a las necesidades de la ciudad.
Nuestro Congreso Nacional tampoco estuvo al margen de esa catástrofe. Es así como el 12 de abril pasado se constituyó una Comisión Especial destinada a establecer las causas del siniestro y las medidas que se requieran para evitar situaciones similares a futuro, organismo que yo integro. Dentro de un plazo de noventa días, se invitará a autoridades, a profesionales y a expertos, luego de lo cual propondrá medidas para impedir hechos tan desastrosos como los señalados.
En dicha Comisión hemos recibido no solamente al Ministro del Interior y a otros Secretarios de Estado, como la Ministra de Vivienda, sino también a autoridades locales, a la CONAF, a los directivos del Cuerpo de Bomberos de Chile y a representantes de la Fundación Techo.
En este mismo sentido, hago presente que se requiere un esfuerzo mucho más sustantivo.
Por ejemplo, Bomberos puso a disposición de la Comisión medidas que son baratas para combatir eficientemente siniestros de esta naturaleza.
Al respecto, pido al Ministro del Interior -por su intermedio, señora Presidenta- que se asignen los recursos necesarios para carros bomba forestales, como lo requirió el Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso. Dejo constancia de que ese fue un compromiso del Gobierno anterior. Pero los fondos no llegaron.
En efecto, a raíz del incendio de Placeres-Rodelillo, el Ejecutivo asumió el compromiso de adquirir dos carros bomba forestales, lo que finalmente no se cumplió. Del mismo modo, se planteó la necesidad de contar con disposición de agua suficiente en tres puntos estratégicos de la ciudad, a efectos de combatir con prontitud ese tipo de incendios.
Sabido es que los primeros cinco minutos de los incendios son vitales; por ende, debemos cumplir todas y cada una de las condiciones que precisa Bomberos para hacer su labor.
Los miembros de la Comisión coincidimos con los expositores que nos han entregado su visión de la situación de Valparaíso.
Es importante destacar que nunca se habían reunido los decanos y directores de las escuelas de Arquitectura e Ingeniería de la región. En la Comisión Especial, presidida por el Senador Horvath, tuvimos la oportunidad de plantear un plan maestro para la ciudad. Este será nuestro aporte, el que será entregado al Gobierno.
En ese contexto, junto a los Senadores Horvath, Bianchi y Prokurica, hemos presentado un proyecto de acuerdo, mediante el cual se solicita la creación del "Programa de Recuperación Integral de Valparaíso", dependiente del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que cuente con patrimonio propio, con destinación específica de tributos, de acuerdo a la excepción que contempla la Constitución Política. Para ello deben otorgarse amplias facultades, especialmente en lo que respecta a los aspectos urbanísticos, viales, de ordenamiento territorial, inmobiliarios, medioambientales y de zonas de riesgos. Dado que dicha materia es de iniciativa exclusiva del Presidente de la República, por acuerdo de la Sala ya fue remitido al Gobierno para conseguir el patrocinio correspondiente.
Por su parte, los colegas Lagos y Zaldívar también hicieron una propuesta.
No importa cuál sea el proyecto que recoja el Poder Ejecutivo; lo importante es contar con una ley especial que permita lograr en el más breve plazo la recuperación y el desarrollo de Valparaíso, considerando su calidad de ciudad puerto, en la que también existe un valioso polo universitario, conformado por las más diversas instituciones que desarrollan acá su vida académica.
En ese orden de cosas, cabe hacer presente la experiencia de otros países que han creado fondos de salvamento e instrumentos similares destinados a la recuperación de sus ciudades emblemáticas.
En particular, nosotros hemos pedido una ley para Valparaíso, una ley para el puerto. Conversamos esta idea con la Ministra, quien se comprometió, en la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización, a incorporar normas para allegar recursos a esta ciudad, los cuales podrían generarse a partir de la misma actividad portuaria.
Quiero agradecer a las personas que han acogido nuestro programa de apadrinamiento. Hemos podido beneficiar a más de 150 familias de Valparaíso, con más de 450 toneladas de ayuda, entregada directamente desde nuestra oficina parlamentaria.
Doy gracias a la Ministra de Salud, quien sacó adelante el CESFAM de Las Cañas, lo cual nos parece absolutamente relevante.
Mejorar temas de coordinación es una tarea pendiente. Por ejemplo, hay personas que todavía no han recibido la certificación de damnificadas. Es una preocupación, por supuesto, la coordinación que debe haber entre las autoridades locales y regionales.
Por último, cabe destacar que en Valparaíso han estado presentes el gobierno local, el alcalde, las autoridades regionales, los parlamentarios, todos permanentemente en terreno, para ayudar a superar esta situación desgarradora que afecta, como ha dicho el Senador Lagos, tanto a barrios consolidados como a sectores altos de la ciudad.
He dicho.