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  Somos testigos de una insensibilidad social

  Por Camilo Escalona, Presidente del Senado

19 de julio de 2012

Para el gobierno lo más importante fue dejar tranquila a la UDI, que le exigió el tope de 193 mil pesos, antes de buscar un entendimiento con la mayoría de las dos Cámaras del Congreso Nacional. Tanto en los diputados como los senadores, había una amplísima mayoría que solicitó elevar los 193 mil pesos, no solamente desde la oposición como mañosamente señalaron los voceros de gobierno y el ministro de Hacienda, han dicho que la oposición es intransigente, y eso es una falsedad; era la oposición más el partido Renovación Nacional; pero, finalmente, la autoridad económica, dio en el gusto a la UDI y lo dejaron en los 193 mil pesos.


Al gobierno no le importó el problema de fondo; tenemos una sociedad que está irritada con el la desigualdad, por lo sucedido por ejemplo con la pesca industrial en la votación de la Ley de Pesca, y como se favorece con centenares de miles de millones de dólares a los poderosos y no hay capacidad de subir a las familias con el salario mínimo, aunque sea una cifra pequeña; eso a la autoridad la tuvo sin cuidado.


La autoridad económica aplaudía el festín a favor de la pesca industrial, y al mismo tiempo cerraba la posibilidad de mejorar el salario mínimo; esa es en realidad la manera de valorar las exigencias que tiene el país hacia adelante, robustecer a los poderosos y golpear a los débiles.


Debo explicar un a vez más que los partidos de oposición, en el último momento cuando el veto presidencial insistió en los 193 mil, nos abstuvimos de votar porque al rechazar el veto, esto significaba que para todo el año quedaba la cifra en 182 mil, y por tanto, debo decir con toda franqueza y sin ningún asomo de ocultar los hechos como son, se impuso el chantaje del gobierno, porque es bastante simple como opera cuando se dice ¿o usted me aprueba los 193 mil o entonces nos quedamos en 182 mil'.


Lógicamente, esa cifra empeoraba la situación que perjudica a decenas de miles de familias; entonces rechazamos en el primer y segundo trámite, y vino el veto presidencial y, definitivamente, no teníamos ninguna otra posibilidad que ausentarnos de la sala o no votar, que fue la actitud de la oposición, de manera que con los votos de la UDI se aprobó esa cantidad de 193 mil pesos, en contra de la opinión, insisto, de la enorme mayoría de ambas Cámaras del Congreso Nacional, no sólo de la oposición y además de Renovación Nacional, que antes de la votación hizo enormes esfuerzos frente a la autoridad económica de manera que se pudiese elevar la cifra de 193 mil pesos.


El gobierno hizo un ataque destemplado contra la oposición, para ocultar las diferencias que tuvo la autoridad económica con el partido del propio Presidente de la República, incluso en el cual fue presidente en varias ocasiones; queda pendiente espero, en el futuro, que la capacidad de negociación colectiva del movimiento sindical y el fortalecimiento de los sindicatos, y que una mayor capacidad de las fuerzas opositoras construyan una unidad lo suficientemente poderosa en los próximos meses para crear mejores condiciones de negociación para los trabajadores y trabajadoras chilenas, porque no cabe duda que con los 193 mil pesos la desigualdad se profundiza en el país.


Hay gente que, definitivamente, desprecia los riesgos de una fractura social en Chile. Somos testigos de una insensibilidad social lamentable.

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