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Piden regular venta de suplementos alimenticios

Asimismo apuntan a la necesidad de coordinar entes como el Servicio Nacional de Aduanas, la Seremi de salud, el Instituto de Salud Pública y la subsecretaría de salud pública.

11 de noviembre de 2016

Como desregulada calificó la venta de suplementos alimenticios o nutricionales, el integrante de la Comisión de Salud, el senador Guido Girardi. Esto luego de sostener una reunión con el bioquímico y doctor en nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Juan Guillermo Gormaz, y el Secretario Regional  Ministerial (Seremi) metropolitano de salud, Carlos Aranda.

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“Hay una suerte de caos respecto a la venta de suplementos alimenticios que se ofertan en farmacias, en tiendas especializadas, en malls y adolecen de cualquier regulación y que, muchas veces, tampoco cumplen con las propiedades que dicen tener”, afirmó el legislador.

 

El parlamentario explicó que “el Instituto de Salud Pública (ISP) ordenó el retiro de 155 de estos productos del mercado –lo que no ha ocurrido- porque ingresaron como alimentos, pero se venden en formulaciones farmacológicas (cápsulas) y no tienen las propiedades terapéuticas que dicen tener lo que es publicidad engañosa”.

 

Para el congresista lo más grave es que “muchas veces algunas de estas vitaminas de origen sintético pueden producir cáncer de próstata, de pulmón o alteraciones al feto (si se consumen) en el desarrollo embrionario”.

 

REUNION DE COORDINACIÓN

 

El senador Girardi anunció que solicitará “una reunión de coordinación con Aduana –que no impide el ingreso de estos productos desregulados y que afirman tener propiedades terapéuticas- con el ISP, la Seremi y la Subsecretaría de Salud Pública, para regular esto”.

 

El parlamentario recordó que se está tramitando la Ley de Fármacos II donde -entre otras medidas- se establecerá una regulación para impedir la venta suplementos atribuyéndoles propiedades que no tienen. “Nos parece fundamental que exista regulación para proteger la salud de las personas, porque quién entra a una farmacia piensa que los productos que ahí se venden cumple con los requisitos y no son dañinos para la salud”, señaló el senador.

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