Click acá para ir directamente al contenido

Incentivan aplicación de doctrina del Buen Samaritano

El senador Francisco Chahuán es el autor de un proyecto, recientemente presentado, que promueve la asistencia en caso de emergencia

13 de febrero de 2013

Muchas veces alguien intenta ayudar a otro y sale más perjudicado. Esa es la problemática que aborda el proyecto de ley iniciado en moción, que incorpora el artículo 2330 bis en el Código Civil para reconocer la doctrina del buen samaritano como causal de exención de la responsabilidad contractual (Boletín N° 8763-07).

 

El texto fue presentado por el senador Francisco Chahuán el pasado 4 de enero, el que será visto de vuelta del receso parlamentario por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.

 

La denominada doctrina del buen samaritano se refiere al conjunto de leyes que han aplicado naciones como Estados Unidos, México, Puerto Rico y Argentina. De acuerdo a ésta, cuando una persona auxilia a otra o intenta hacerlo, estando esta última en un peligro inminente, no podrá ser acusada de actuar negligentemente siempre que no actúe en forma imprudente.

 

Se habla de un acto samaritano cuando se está en presencia de cuatro circunstancias: se presenta una situación de emergencia, el accidente o emergencia no es causado por la persona que invoca la doctrina como defensa, la atención de emergencia no se realiza en forma negligente, y la ayuda que se presta cuenta con el consentimiento de la víctima, siempre que haya sido posible obtenerlo.

 

En concreto, la iniciativa fomenta la asistencia en caso de emergencia, eliminando la amenaza de responsabilidad por daños causados por motivo de dicha asistencia. De hecho, actualmente nuestra legislación indica que si un tercero voluntariamente auxilia a alguien en peligro, provocándole daños por ello, puede ser demandado por indemnización de perjuicios.

 

De acuerdo al texto del proyecto, la finalidad es “incorporar una regla de carácter general que exima de la responsabilidad extracontractual al tercero que auxilia a otro en emergencia”. En estos casos se entenderá como el daño, secuelas a nivel físico, material y moral, y por circunstancias de emergencia, situaciones como catástrofes naturales, accidentes de tránsito e incendios, entre otras.

Imprimir