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Aseguran que impuntualidad de los chilenos le cuesta al país US$615 millones anuales

El senador Prokurica dio a conocer estudio del Instituto Libertad que cuantificó el impacto económico de llegar tarde al trabajo y lo situó entre el 0,11% y 0,24% del PIB del país.

22 de enero de 2014

Imagen foto_00000016Clásicas frases como "altiro", "nos vemos luego" o "de ahí te llamo" demuestran que los chilenos no estamos acostumbrados a cumplir con horarios y que, en general, “la puntualidad no es uno de nuestros  fuertes”, así lo afirmó el senador Baldo Prokurica quien dio a conocer los resultados del estudio –que encargó al Instituto Libertad- donde se cuantificó lo que le cuesta al país la frecuente impuntualidad en la incurren un gran porcentaje de la población de nuestro país.

 

El hecho de destinar una fracción de la jornada laboral a actividades que no se relacionan con nuestras obligaciones laborales, sino que específicamente a satisfacer otras necesidades, tales como fumar, comer o simplemente “vitrinear” o conversar con amigos mediante internet. ¿Cuál es el costo asociado?

 

De acuerdo al estudio, estas prácticas no son estériles en materia económica para el país, por el contrario, distintas aproximaciones apuntan a que representan un alto costo para el país. Sin bien no existen cifras oficiales sobre la magnitud de los atrasos, la verdad es que los distintos gremios comprenden la gravedad del problema. Y es que muchos de nosotros, a la hora de encontrar un trabajo, firma un contrato en el cual se exige una hora de llegada, pero es común que tanto empleadores como empleados, otorguen a esta obligación un margen de error de a lo menos 5 a 10 minutos, al que no le bridan ni siquiera un castigo de tipo social.

 

Frente a esta realidad, el senador Prokurica, encargó al Instituto Libertad cuantificar el impacto que tiene para nuestra economía el que un trabajador tenga un atraso semanal básico de entre 7 y 15 minutos.

 

Para esto, se tomó información disponible en la Encuesta CASEN 2011, sobre el valor promedio por hora trabajada –según categoría de empleado y la importancia relativa de cada una de estas categorías en los niveles de ocupación- esto de acuerdo a la nueva Encuesta de Empleo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

 

El análisis arroja que la impuntualidad promedio de los chilenos tiene un costo anual que fluctúa entre los US$287 y US$615 millones, con un impacto de 0,11% y 0,24% del PIB del país.

 

 Al respecto, el senador Prokurica dijo que “en Chile nos gusta mucho compararnos con los países de la OECD, países desarrollados y sin embargo en esos países francamente esta práctica de no llegar a la hora no existe. Si uno va Europa o Asia –o en cualquier país del mundo desarrollado- llegar a la hora es una cuestión que no se discute”.

 

El legislador agregó que “en Chile tenemos una muy mala práctica, que consiste en que estamos llegando permanentemente –las autoridades, los funcionarios, y en general todos- llegan atrasados a las reuniones, compromisos y trabajo”.

 

“Frente a esta realidad, le pedí al Instituto Libertad realizar un estudio para determinar matemáticamente cuanto perdía Chile en una hipótesis de solo 20 minutos de atraso semanales –que yo creo que es una hipótesis bastante conservadora- con la finalidad de dimensionar el daño que se produce al país”, indicó el parlamentario por Atacama.

 

“Los resultados son realmente alarmantes, yo siento que en esta materia tenemos que hacer algo, siento que el país no puede perder esta cantidad de millones de dólares por no tener esta costumbre de llegar a la hora”, indicó Prokurica.

 

Por ello, realizó un llamado para que las autoridades –al igual que se ha hecho en otros países de la región- se pueda hacer una campaña nacional para llegar a la hora, para partir a la hora, para cumplir con la gente y así dejar de perder esta cantidad tan importante de recursos para el país”.

 

EXPERIENCIA REGIONAL

 

Recordó que el mismo Presidente Alan García fue quien en el año 2007 encabezó una campaña, llamada "Perú, la hora sin demora", destinada a terminar con los atrasos crónicos que tantos problemas le traen al vecino país.

A pesar de los kilómetros que separan a Chile de Perú, el tema de la impuntualidad no conoce de fronteras y la iniciativa vecina sirvió para recordar que Chile también sufre, y mucho, las consecuencias de este mal.

 

Perú no es el único país latinoamericano que ha intentado terminar con la impuntualidad. En Ecuador, el ex Presidente Lucio Gutiérrez (2003-05) ya intentó una cruzada similar para ese mal que causaba pérdidas de 2.300 millones de dólares anuales a su país.

 

En tanto en Bolivia, el Presidente Evo Morales busca desarraigar esta costumbre predicando con el ejemplo, al iniciar a las cinco de la mañana en punto su jornada laboral y concluirla a la medianoche.

 

CUADRO: Costo del atraso promedio semanal de 7 y 15 minutos 

 

 

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