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¿Postergar o suspender el EUNACOM?

Esa es la pregunta que intentan responder los senadores considerando la urgente necesidad de médicos en medio de la contingencia. ¿Es posible saltarse este requisito para contratar facultativos en los servicios de salud garantizando la calidad profesional necesaria para atender a aquellos que menos tienen?

1 de abril de 2020

La crisis por el Coronavirus (COVID 19) en nuestro país ha dejado en evidencia las deficiencias del sistema de salud, particularmente el público. Se habla de la necesidad de médicos generales y especialistas, como así también de camas críticas e insumos básicos como respiradores.

 

En este contexto y con sentido de urgencia, los integrantes de la Comisión de Salud comenzaron a estudiar las ideas matrices del proyecto que, por un periodo de dos años, crea un examen único nacional de conocimiento de medicina, incorpora cargos al Sistema de Alta Dirección Pública y modifica la ley N° 19.664.

 

La norma ingresada este mes y de autoría de los senadores Alejandro Navarro, Yasna Provoste, Juan Ignacio Latorre, Jaime Quintana y Rabindranath Quinteros, busca aplazar el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (EUNACOM) por dos años, con el fin de asegurar la dotación de médicos en el sistema de salud.

 

El problema práctico que denuncia el texto es que habría tres mil quinientos  médicos venezolanos que no podrían ejercer en la atención primaria y hospitales porque no han aprobado el citado test, ya sea porque no lo han rendido o deben repetirlo por haberlo reprobado.

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Para analizar en detalle el contenido del proyecto, en la última sesión de la Comisión de Salud se escuchó la opinión de la Asociación de Facultades de Medicina (ASOFAMECH) y el Colegio Médico. En tanto, se citó para el jueves 2 de abril para estudiar el texto con el Ministerio de Salud (Minsal).

 

Durante el debate que se dio con los expositores presentes en el Congreso Nacional en Valparaíso (la presidenta de la ASOFAMECH, Patricia Muñoz; y del presidente del EUNACOM, Beltrán Mena); y vía zoom (el secretario general del Colegio Médico, José Miguel Bernucci); se hizo referencia a la pertinencia de suspender el examen por dos años versus postergarlo hasta julio de 2021.

 

CRÍTICAS AL PROYECTO

 

La doctora Muñoz planteó las fortalezas del examen, particularmente respecto de mejorar la calidad de los médicos que egresan. A su vez, hizo énfasis en la gran cantidad de extranjeros que rinden el test, explicando que en los últimos años (2015 al 2018) se ha incrementado en un 66% esta participación.

 

También manifestó que “como ASOFAMECH, creemos que en la emergencia sanitaria que vivimos, no es necesario suspender el examen porque hay instrumentos jurídicos para asegurar la contratación de profesionales foráneos. Suspenderlo afecta el proceso de formación médica. Esta prueba fue creada para cautelar que las escuelas de Medicina egresen profesionales con altas competencias. Todos los decanos que agrupamos (20 de 25 a nivel país) coinciden en que es adecuada la decisión que adoptamos de aplazar el test de julio, suspender el de diciembre y volver en julio de 2021”.

 

La facultativa se refiere al decreto del Minsal que comenzó a operar en febrero pasado. El texto señala que “para el cumplimiento de campañas sanitarias o en casos de emergencia, el Servicio Nacional de Salud podrá contratar, por períodos transitorios, personal de acuerdo a las normas del Código del Trabajo, con cargo a campañas sanitarias o imprevistos, según corresponda".

 

En virtud de lo anterior, es posible la contratación de profesionales extranjeros del área de la salud. “Los doctores extranjeros que rindieron las pruebas teóricas pero les falta lo prácticos podrán ejercer. Ellos no han terminado el proceso de revalidación del título pero en la emergencia, sí podrán trabajar”, comentó la doctora Muñoz.

 

En la misma línea, el doctor Mena apuntó a las consecuencias que tendría suspender el test. “Hoy cada Facultad de Medicina tiene su sistema de evaluación. Ello es válido pero complejo. Hoy el criterio para asignar becas de especialidad está dado por la nota del EUNACOM. Si esto no se rinde, se asignarán usando las notas de egreso y ello es discriminatorio”, explicó.

 

También dejó en evidencia con estadísticas, que los estudiantes nacionales tienen mejor evaluación que los extranjeros. “Los profesionales chilenos en promedio responden positivamente un 70% del test. Lo mínimo que se exige es un 50%. Los extranjeros en promedio solo llegan a un 43%. Ellos son los que van a la atención primaria y los que atienden a las personas de menos recursos”, sentenció asegurando que este segmento es el que reprueba hasta cuatro veces la prueba.

 

En cuanto al déficit de profesionales, el doctor Bernucci del Colegio Médico desmintió aquello asegurando que “el problema no es la falta de médicos sino la asignación de ellos porque el sistema público no abre los cargos necesarios. Los colegas que tienen especialidad siempre nos hacen ver esta situación (…) En la crisis se han dispuesto mil 700 camas de baja, mediana y alta complejidad pero ello en hospitales que derivan a especialistas, ellos no los tienen”.

 

Para la Orden, suspender el examen no es la solución. “Creemos que la solución es generar un proyecto de artículo único que indique que por un plazo de uno o dos años, los médicos extranjeros puedan ejercer en el sector público, sin tener la certificación debida, siempre que hubieran presentado la solicitud del examen antes de la crisis”, planteó.

 

URGENCIA EN LA ATENCIÓN

 

Imagen foto_00000011Tras las exposiciones la presidenta de la Comisión, la senadora Carolina Goic puso énfasis en la necesidad de generar un texto consensuado.  Por su parte, el senador Francisco Chahuán cuestionó el rol que ha tenido la ASOFAMECH puesto que los médicos extranjeros no tendrían las facilidades necesarias para rendir el test y también se estaría midiendo con la misma vara, a especialistas y médicos generales.

 

A su turno, el senador Guido Girardi expresó su preocupación respecto a que los médicos extranjeros sean los que mayoritariamente ejercen en el sistema público, donde se atienden pacientes de menores ingresos, considerando que los facultativos foráneos son los que tienen menor calificación.

 

En tanto, el senador Rabindranath Quinteros también cuestionó el papel monopólico que han tenido las facultades de medicina, haciendo un llamado a abrir a otros actores, particularmente al Estado, la administración de la prueba.

 

Imagen foto_00000013A su vez, la senadora Luz Ebensperger coincidió con los expositores planteando que resulta fundamental velar por los altos estándares de calidad que impone el examen, por lo que expresó su temor a que ello no se logre si se aplaza por dos años.

 

Finalmente, el senador Alejandro Navarro llamó a adoptar medidas excepcionales en situaciones excepcionales, abogando por el aplazamiento de la mencionada prueba. También cuestionó la interpretación del Colegio Médico en cuanto a que no faltarían médicos sino cargos para ocuparlos, y el decreto que se alude pensando en que no se ha concretado la señalada contratación en diversas comunas.

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