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Alta demanda, costos crecientes y gran parte de la oferta deficitaria: radiografía a la vivienda en Chile

3,8 millones de chilenos habitan en entornos urbanos críticos, es decir, con una precaria infraestructura, y con problemas de accesibilidad y equipamiento. El proyecto de integración social y urbana busca hacer frente a este fenómeno.

1 de octubre de 2019

Cada día observamos una mayor demanda de viviendas en todo el país. El problema es que el valor de éstas se eleva desde el 2012 y todo indica que esta situación llegó para quedarse. Es más, desde esa fecha los valores se han disparado haciendo inalcanzable la compra de la casa propia para la mayor parte de la población.

 

Imagen foto_00000010Considerando este escenario y la necesidad de introducir el factor integración en los nuevos proyectos inmobiliarios, los integrantes de la Comisión de Vivienda y Urbanismo se encuentran discutiendo en general, el proyecto que modifica diversos cuerpos normativos en materia de integración social y urbana, el que cursa su segundo trámite.

 

En la última sesión de esta instancia, los legisladores recibieron al presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Patricio Donoso; y la abogada de la Asociación de Municipalidades de Chile (AMUCH), Graciela Correa.

 

BOOM INMOBILIARIO Y ALTO COSTO

 

La CChC entregó una serie de estadísticas relevantes. Por ejemplo, el incremento de las viviendas. En el 1970 existían 1 millón 800 mil viviendas, mientras que en el 2017 este número se elevó a 6 millones 400 mil. Es decir, una por cada tres habitantes. En esa línea, hoy 3,1 personas residen en una vivienda, los hogares unipersonales alcanzan un 17,8%, los uniparentales un 12,7% y los biparentales sin hijos un 12,7%.

 

La entidad reconoció que en promedio, se construyen de 500 a 700 edificios (una casa por cada 4 departamentos), lo que habla del boom de la construcción, chocando con el alto costo de cada unidad. Si se promedia el precio de una vivienda estándar y se cruza con el ingreso de los hogares, el crecimiento de ese éste y el Índice de Precios al Consumidor (IPC), los números se distancian cada vez más.

 

Según los expertos entre los factores que inciden en este fenómeno está el aumento del precio del suelo, el alza de los costos de la construcción, la aplicación del IVA a la vivienda y un incremento de las exigencias normativas.

 

Imagen foto_00000012Todo ello se cruza con una realidad lamentable. 3,8 millones de chilenos habitan en entornos urbanos críticos, es decir, con una precaria infraestructura, y con problemas de accesibilidad y equipamiento. Entonces tenemos una alta demanda, un creciente costo de las viviendas y casi la mitad de los que habitan en ellas, viven en condiciones precarias.

 

Considerando la alta densidad de las ciudades, la CChC propone ampliar la oferta de viviendas en zonas con buena accesibilidad y estándares de infraestructura; como así también generar esta última en las zonas carentes de acceso y estándares urbanos mínimos. En concreto, Patricio Donoso apostó por “aumentar la oferta de suelo normado densificable en ciudades. Es necesario explorar políticas de inventivos a la oferta de arriendos sociales ahí”.

 

Respeto al proyecto en concreto, criticaron que se restrinja la libre disposición de bienes limitando la posibilidad de los propietarios a hacer uso del inmueble independiente sea la forma en que haya sido adquirido. También hicieron ver que no queda claro cuál será el incentivo a la integración, como así también que la norma considera zonas consolidadas en desmedro de políticas que busquen movilizar la ciudad y sus estándares a toda la zona urbana.

 

DEFINICIONES

 

Por su parte, la AMUCH hizo ver la pertinencia que la norma considere una definición que determine con claridad y precisión qué se entiende por integración social y urbana (Reglamento). “La carencia de medios de evaluación no permiten cuantificar su impacto a mediano y largo plazo”, planteó Graciela Correa.

 

“El alto nivel de segregación residencial genera desigualdad en el acceso a los servicios públicos, de seguridad y adecuada conectividad. El proyecto se centra en la falta de Bienes Públicos Urbanos (BPU) sin resolver la problemática referida en sus fundamentos que es revertir las realidades existentes y evitar el desarrollo de nuevos barrios o sectores carentes de integración y de mixtura social. El territorio no es uniforme. Cada comuna representa una realidad particular. Comunas de menores recursos no cuentan con la totalidad de los BPU”, comentó.

 

El organismo también apuntó respecto a los roles de las instituciones vinculadas a la nueva regulación. “Resulta clave indicar el necesario fortalecimiento de los Servicios de Vivienda y Urbanismo (SERVIU), lo que en concreto permitirá avanzar hacia la implementación de proyectos de integración social y urbana, que contribuyan a garantizar la dignidad de las personas al vivir en comunidad”, manifestó la representante de la AMUCH.

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