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Incivilidades: ¿mirada punitiva o de convivencia social?

Sala aprobó por mayoría la idea de legislar del proyecto que sanciona conductas contrarias a la convivencia ciudadana y aumentan la inseguridad en la población, sin embargo, se anticiparon perfeccionamientos.

29 de noviembre de 2018

Imagen foto_00000011Con plazo para realizar indicaciones hasta el próximo 14 de enero de 2019, quedó el proyecto, en primer trámite constitucional, que sanciona conductas que afectan la convivencia ciudadana y aumentan la sensación de inseguridad en la población.

 

La Sala otorgó el respaldo a la idea de legislar por 23 votos a favor, 1 en contra y 11 abstenciones, sin embargo, durante el debate se anunciaron algunos perfeccionamientos y también se hicieron presente las dudas sobre el enfoque de esta legislación de corte más punitivo, en lugar de poner énfasis en la convivencia social.

 

Cabe señalar que el objetivo de esta legislación es regular las denominadas “incivilidades”, a fin de recuperar los espacios públicos para las personas y rechazar actos de vandalismo o desorden que perturben la convivencia social.

 

 

Esto se traduce en sancionar conductas antisociales como rayados, consumo de alcohol en la vía pública y el expendio clandestino de licores. También se contempla castigar la acumulación de basura en el exterior del domicilio o en cualquier espacio público, sitios eriazos o lugares privados de libre acceso al público; y reforzar la obligación de hacer cierres perimetrales en sitios eriazos ubicados en áreas urbanas y que enfrenten una vía de uso público.

 

Durante el debate intervinieron los senadores José Miguel Insulza, Rabindranath Quinteros, Andrés Allamand, Felipe Harboe, Luz Ebensperguer, José Miguel Durana, Carmen Gloria Aravena, Ximena Órdenes, Carlos Montes, Francisco Huenchumilla, Juan Ignacio Latorre, Alejandro Navarro, Francisco Chahuán, Jaime Quintana y la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell.

 

SENSACIÓN DE INSEGURIDAD Y AUSENCIA DE CONTROLES

 

INSULZA

 

Las llamadas “incivilidades” corresponden a desórdenes u ofensas que producen la migración de los sujetos de los espacios públicos, que en otras oportunidades servían de lugar de reunión y de convivencia social. De esta manera, lo que resulta ser objeto de actos vandálicos o deterioro es el espacio público en tanto promotor de la cohesión social. Son conductas que pueden o no estar tipificadas como delitos, pero son hechos cuya perpetración transmite una sensación de inseguridad y ausencia de control de la autoridad gubernamental”.

 

QUINTEROS

“Estamos hablando en general de conductas de vida, que, podemos convenir o no, son susceptibles de ser penadas, ya sea por ley o bien por normas que sancionen conductas infraccionales. La ciudadanía demanda más seguridad pública. Y es efectivo que la sensación de inseguridad se ve afectada no solo por delitos más graves o de mayor connotación social, sino también por conductas antisociales de menor gravedad, pero que se perciben como un riesgo o amenaza de un delito mayor. El peligro en que se incurre es el de caer en una actividad invasiva, que regula las más diversas conductas”.

 

 

ALLAMAND

“Parece importante partir por preguntarse cuál es la diferencia entre aquello que la ENUSC (Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana) califica como “violencias” y aquellas que se denominan “incivilidades”. Uno podría decir, en términos generales, que las “violencias” fundamentalmente constituyen delitos, como son, por ejemplo, los asaltos en la vía pública. Y las “incivilidades” podríamos cobijarlas bajo un concepto general de vandalismo. Ahora bien, ¿por qué es necesaria esta legislación?. Hoy día no existe un reproche penal claro y severo a los daños causados, por ejemplo, en colegios y vehículos de transporte, o a bienes comunitarios, que lamentablemente en el caso, por ejemplo, de manifestaciones públicas, son tan usuales”.

 

HARBOE

“Cuando conocimos los resultados de la última encuesta de victimización que entregó la fundación Paz Ciudadana, uno puede observar cómo se va consagrando la desigualdad del delito. Porque, si bien hay una baja en la victimización de hogares en términos generales, estas bajas se producen en los hogares de mayor ingreso y los hogares de ingresos medios. Pero en los hogares de ingresos bajos aumenta considerablemente el delito, llegando a cerca de 37,5 por ciento. Aquí, la única seguridad que tienen es la seguridad pública. Y no se está brindando de buena forma. Muchas veces, en el entorno de esos barrios vive algún delincuente. Y ese papá, esa mamá, esa abuela que tiene que criar al niño, tiene el temor permanente de que tiene que ir a trabajar y sus hijos, hijas o nietos, o que están a su cuidado, van a tener que estar todo el día solos en esa casa, sin medidas de seguridad y con un delincuente eventualmente rondando”.

 

EBENSPERGER

“Todos al caminar por las calles de nuestras respectivas ciudades y del país hemos visto y hemos sabido de conductas que afectan el orden público y que, en definitiva, afectan también nuestra convivencia social. Las conductas descritas en el Código Penal, que persigue los daños contra la propiedad pública y privada, no se encuentran acordes a una realidad cada vez más dinámica y cambiante como la que hoy vivimos. De eso se tendrá que hacer cargo la Comisión en el estudio en particular de este proyecto al momento de revisar y redactar nuevamente estos tipos penales o infraccionales que él mismo contempla. Estimo que, sin embargo, debe cuidarse obviamente la proporcionalidad de la pena con la conducta que se busca sancionar, de manera de no volver inaplicable una sanción”.

 

DURANA

“El proyecto busca, a través de la modificación del Código Penal y de diversos cuerpos normativos, contribuir a una mejor convivencia ciudadana y a fortalecer la percepción de seguridad en la población, algo que nos exige la ciudadanía y que efectivamente debe incorporar la tipificación de algunas conductas, como es ocasionar daño a los establecimientos educacionales, lo que es concordante con la iniciativa legal, recientemente aprobada, referida al “Aula Segura”. En este mismo sentido, en el proyecto se tipifican y establecen sanciones para las acciones que conlleven la afectación de equipamientos o bienes públicos de uso comunitario, multicanchas, luminarias, juegos, bancas u otros en plazas, parques o en la vía pública; así como los daños que se ocasionen en los medios de transporte público de pasajeros, espacios que pertenecen a todos y cuyo resguardo o conservación constituye un imperativo social”.

 

Imagen foto_00000009ARAVENA

Este es un proceso que estamos iniciando y que habrá muchas indicaciones que irán a colocar en orden algunas preocupaciones evidentes. Solo quería plantear algo que es importante desde mi punto de vista. El hacernos cargo efectivamente de una de las grandes preocupaciones para los municipios que son muchos de estos temas: los sitios eriazos; daños a la propiedad privada con grafiti, principalmente, edificios patrimoniales. De alguna manera, nos estamos haciendo cargo de una preocupación permanente que los municipios no son capaces de abordar, en forma principal, aquellos que no tienen los recursos”.

                       

 

ÓRDENES

Las incivilidades parecen bien abstractas en el discurso público, pero, en lo cotidiano, tienen bastante sintonía sobre todo con los barrios y cuando hablamos desde el ámbito local. Porque hablar de consumo de alcohol en la vía pública, personas durmiendo en la calle, comercio ambulante, ciertos rayados, los microbasurales, a veces son los hechos que condicionan de manera más significativa la sensación de seguridad de una comunidad”. No obstante, “creo que parte de la discusión que debe dar la Comisión de Seguridad Pública apunta a definir cuál es esta frontera, porque me parece que es bastante sutil entre lo penal y una conducta que puede ser, más bien, categorizada como falta -es como está hoy día-, porque creo que el proyecto sí es un desafío para las políticas públicas en general”.

                       

MONTES

“Me gustaría que este proyecto tuviera otro nombre: que fuera sobre convivencia e incivilidades. Esto de ver todo desde un lado nomás, de decir: “Aquí hay tal transgresión, tal incivilidad, ¿cómo la golpeamos?”, sin hacer un análisis un poco más amplio de por qué se produce, qué significa y qué actitud hay detrás, puede tener el efecto exactamente contrario... Creo que aquí se requiere objetivar el problema porque puede que con un enfoque básicamente de este tipo penal terminemos provocando lo contrario a lo que queremos. Hay que buscar formas de construir convivencia entre los jóvenes. Si hay un problema serio de cómo conviven entre sí los jóvenes, de respeto entre todos. El respeto es una palabra que hay que refortalecer”.

 

HUENCHUMILLA

“Quienes fuimos alcaldes conocemos mucho de esa realidad que sucede en los barrios más modestos, en los barrios donde vive, fundamentalmente, la gente pobre. Pero me pregunto si ¿esto se ataca simplemente criminalizando los hechos y estableciendo una serie de penas, más altas, más bajas, dependiendo de las conductas? ¿Se ataca solamente mediante las medidas del Derecho Penal en sus distintas facetas y las distintas naturalezas de los delitos o faltas que aquí se establecen con estas conductas?”.

 

LATORRE

“El Gobierno está mal utilizando una teoría para justificar el aumento de penas, cuando nunca los teóricos la hicieron para eso. Esta se trataba de una propuesta, cuyo concepto básico es el que un lugar abandonado, público o privado, puede convertirse en un eventual foco de conductas ilícitas por el descuido del Estado o de una comunidad determinada. Lo que esta teoría promueve es la pronta y efectiva intervención del lugar: la reposición de la ventana rota, el retiro de la basura, su iluminación, recuperación y habilitación para actividades sociales y comunitarias. La teoría no se limita a sancionar penalmente a las personas que se encuentran en dicho sector y cometen una conducta contraria a la ley. La confusión se ocasiona porque a partir de esta teoría surge la denominada “tolerancia cero”, según la cual como de delitos de menor entidad deriva la comisión de otros de mayor gravedad, se haría necesario interrumpir las carreras delictuales (sin que ello comprometa a un determinado rango etario)”.

 

NAVARRO

¿Qué es incivilidad? es hacer que una familia de siete u ocho integrantes viva en 34 metros cuadrados. Hacer que, en verdaderos guetos, no existan espacios de áreas verdes. El SERVIU exige 8% de áreas verdes, pero todas las inmobiliarias determinan que “áreas verde” son los montes, son los terrenos escarpados, no hay un metro a veces de terreno plano para poder tener un área de esparcimiento”. Creo que este es un proyecto que no tiene políticas integrales -a propósito, y por su intermedio, para la Subsecretaria-, este es un proyecto de ley que solo busca establecer represión. Es decir, aplicación penal de un código, a ver si transformamos así estas incivilidades, que existen, en conductas -comillas- apropiadas”.

                       

CHAHUAN

“¿Qué ocurre en nuestro país? Una cultura del metro cuadrado, una cultura de la individualidad; por otra parte, una cultura del miedo. Aquellos que estamos todos los días en las poblaciones de nuestras ciudades vemos cómo las bandas de narcotráfico se están tomando justamente el territorio, cómo la posesión de armas de fuego efectivamente es parte del tono de cada día. ¿Y cómo somos capaces de enfrentar esa señal que hoy día está viviendo nuestra población, nuestros vecinos en términos de sentir miedo?, miedo a ser asaltado en la calle, miedo a ser víctima de la delincuencia, miedo a ser parte de una acción violenta por parte de bandas de narcotráfico, miedo finalmente a que sus hijos no puedan efectivamente tener espacios públicos ni áreas verdes, ni también las plazas de juego necesarias”.

 

QUINTANA

“No he escuchado a ningún senador que diga que la paz social y el orden público es un bien que hay que proteger. El tema es cuál es la herramienta que estamos entregando para esto. Y el derecho penal no es la solución para cambiar conductas desviadas, por lo menos de las que están en esta clasificación y en esta encuesta. Obviamente, los temas de delitos y los temas graves eso ya está tipificado. Entonces, pretender que mediante este conjunto de hechos, de desórdenes yo, más bien, a esto le llamaría “una miscelania penal”. ¿Vamos a cambiar conductas? Yo creo que no va por ahí. Esto se parece mucho a lo que es la detención por sospecha, solo que aquí podríamos incluso llegar más lejos”.

 

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