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Hablemos de muerte digna

Ricardo Lagos Weber, senador por la Región de Valparaíso

3 de agosto de 2018

Imagen foto_00000019Hace un tiempo presenté un proyecto de ley para legislar sobre la muerte digna, o Eutanasia. Son muchos los casos que hemos conocido de personas que hoy solicitan que podamos contar con esta legislación. Los ejemplos públicos que hemos conocido solicitando esta medida son muchos y muy dramáticos y son aún más los que en privado nos señalan la necesidad de poder armar una conversación y debate serio sobre este tema y no caricaturizarlo entre quienes están a favor o en contra de la vida.

Son muchos los y las chilenas que enfrentan enfermedades terminales, irremediables o dolorosas, y pese a estar en plena conciencia de sus facultades mentales, hoy día no cuentan con la capacidad ni el amparo legal para decidir poner fin a un tratamiento, o eventualmente, acelerar un proceso que les permita partir con dignidad. Las causas por las que algunos quieren seguir adelante con esto es por varias razones, una de ellas es por el sufrimiento que padecen, y que de paso se traspasa a sus familias o seres queridos.

Aquí no hablamos de ninguna norma que no esté reglamentada en otros países, es un tema que surge de la condición en la cual se encuentran los propios enfermos que en la mayoría de las veces saben que no tendrán una recuperación médica favorable, sino que por el contrario lo único que harán será seguir administrando el dolor que perciben.  En Chile sólo se regula esta norma bajo el concepto de eutanasia pasiva en la ley Nº 20.584, que indica que cualquier persona que padezca una enfermedad terminal puede rechazar un tratamiento para prolongar su vida artificialmente, sin embargo, dicha norma no se pronuncia en caso de que el paciente desee interrumpir su vida mediante una inyección letal.

Entendemos que esta discusión no es fácil, atraviesa aspectos filosóficos, culturales y religiosos todos y cada uno de ellos respetables, pero hay un sentimiento que no podemos desarraigar de nuestra discusión y es el ver sufrir a las personas que uno quiere y por parte del enfermo renunciar a toda su autonomía y dignidad como ser humano para poder sobrevivir.

Es por eso que sería muy propicio que el gobierno pueda hacerse parte de esta discusión, ya que si bien, es una moción parlamentaria que se levantó desde la Cámara como desde el Senado, es importante saber qué piensa el gobierno en un tema de tanta trascendencia para la sociedad. Aquí lo que todos buscamos es dar a los ciudadanos la libertad de poder tener una muerte digna si es que las razones médicas así lo establecen.  

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