Agroindustria: piden revisar el impuesto verde

Con el fin de plantear lo que califican como “un error con devastadores efectos económicos” de la reforma tributaria, los representantes del sector agroindustrial se reunieron con los integrantes de la Comisión de Agricultura.

En la oportunidad, los expositores de Chilealimentos solicitaron el apoyo de la Comisión para “impulsar una solución legal al mal llamado impuesto verde sobre la actividad agrícola y agroindustrial del país”.

Los dirigentes señalaron que “hoy está en juego la sustentabilidad presente y futura de un sector estratégico para el país, y apelamos a esta importante instancia legislativa para que este tema pueda ser asumido con el sentido de urgencia que creemos sinceramente que amerita”.

Al respecto, la senadora Ximena Rincón, integrante de la instancia señaló que "ellos reclaman que el impuesto verde de la reforma tributaria les afecta cuando son repsonables de solo el 1% de las emisiones, mientras que las fundiciones y biomasa quedaron exentos de este impuesto".

En esa línea, se ha solicitado que el "sector agroindustrial revise este tema y se han pedido las actas del acuerdo que saca a fundiciones y biomasa de la obligación de este impuesto".

Precisó que "cuando uno ve a este sector fuertemente amenazado por la falta de empleos se hace necesario solicitar los antecedentes y conocer las razones de la discusión".

Según Chilealimentos, en Chile, los frutales y cultivos industriales abaten anualmente 2 millones de toneladas de CO2 y el impuesto a las agroindustrias equivale a sólo 363 mil toneladas de CO2, considerando sólo los cultivos de uva, manzana, durazno conservero, tomate industrial y remolacha.

Sin embargo, la Ley excluyó de la aplicación del impuesto, evidenciando un contrasentido  incomprensible, a las Fundiciones y la utilización de biomasa, sin embargo, incluyó a la agroindustria cuyo impacto en términos de emisiones es significativamente menor.

De acuerdo a los agroindustriales entre los impactos que deben enfrentar se cuentan:

- Aumento de la carga tributaria "de forma desproporcionada", según indicaron ante la Comisión.

- Disminuye competitividad limitando el crecimiento de un sector que da valor agregado a los productos agrícolas. "La agroindustria compite en el mercado internacional, no es posible traspasar este aumento de costos a precio final de exportación, lo que si hace una empresa generadora, el cual incluirá este sobrecosto en el precio final de la cuenta de luz".

- Genera desincentivo en el crecimiento de empresas que tienen capacidad instalada cercana al límite de los 50 MW.

- Se pone en riesgo el desarrollo de esta industria y de las actividades relacionadas, como es la exportación de fruta fresca.

- La agroindustria es una actividad verde, cuestión que no reconoce el nuevo impuesto, tal como si lo hizo con la biomasa.