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Frenar un nuevo negocio para los dueños de AFP

Por Carlos Bianchi, Vicepresidente del Senado

13 de abril de 2018

HImagen foto_00000050ace pocos días un grupo de 20 senadores independientes y de partidos de oposición suscribimos un proyecto de acuerdo para solicitarle al Presidente Piñera y su ministro del trabajo que suspendan la entrada en vigencia de la obligatoriedad de que trabajadores independientes deban cotizar en AFP, o que el Servicio de Impuestos Internos deba retener su devolución de impuestos en la “Operación Renta” de 2019.

 

Fue la reforma previsional de la Presidenta Bachelet del 2008 la que estableció esta obligatoriedad, que consiste en que las personas que desarrollan labores independientes y emiten boletas de honorarios deban imponer o en caso contrario se obligaría a Impuestos Internos retener la devolución de impuestos para que la Tesorería General de la República pague las cotizaciones previsionales.

 

La norma, para algunos razonable en su origen, buscaba que los trabajadores independientes, que muchas veces tienen la situación más precaria de indefensión laboral, se vieran de algún modo obligadas a ahorrar para su vejez. Sin embargo, a medida que se acercaba la entrada en vigencia de la norma en 2015, se observó lo injusta que esta “buena idea” podía llegar a ser y el perjuicio encubierto para más de un cuarto de millón de personas.

 

Los argumentos que algunos esgrimimos el 2016 para aplazar esta ley a 2018 siguen plenamente vigentes y aconsejan posponer nuevamente la medida, mientras no se discuta en profundidad la reforma previsional que Chile necesita.

 

Obligar a los trabajadores independientes a cotizar en AFP desde 2018 resultará un perjuicio para muchos de ellos. En una medida importante, los únicos que ganarán serán los dueños de las AFP que por mandato legal verán ampliados los fondos que manejan y las utilidades que ganan con ellos. Debemos hacer todos los esfuerzos por frenar este nuevo negocio para las AFP.

 

Partamos por señalar que ya son más de 270 mil los trabajadores que en Chile que no acceden a un contrato de trabajo y que se desempeñan a honorarios generando boletas. Más de 100 mil son trabajadores del Estado, del poder ejecutivo y de los municipios. En general se trata de los empleos más precarios y desprotegidos. Es precisamente a ellos a quienes perjudica esta ley, sacándoles su devolución de impuestos para cotizar en AFP.

 

La ley obliga a cotizar a los hombres de hasta 55 años y a las mujeres de 50, sin hacerse cargo de que a personas con lagunas previsionales o ausencias de cotización no les sirve de nada generar esta cotización, pues difícilmente van a poder en cortos años generar una pensión decente en el actual sistema de AFP.

 

Se obliga a estas personas a llevar sus recursos a las AFP, un sistema que ha demostrado de sobra que más que buenas pensiones, genera profundas injusticias y fallas, y sobre el cual está pendiente una profunda reestructuración.

 

Chile tiene pendiente una reforma previsional profunda, un sistema de cotización que genere pensiones que permitan vivir la vejez con júbilo y no con temores. En ese contexto, expropiar a los trabajadores independientes de su devolución de impuestos no es un beneficio para nadie más que para las administradoras.

 

Espero que el Presidente Piñera escuche este llamado junto al de mis colegas senadores e instruya al ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg,  para modificar nuevamente la ley N°20.255, y que se aplace la cotización previsional obligatoria de los trabajadores independientes para cuando se realice la discusión del sistema previsional chileno en su conjunto.

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