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Por unanimidad ratifican otorgar nacionalidad chilena por gracia a sacerdote John Barber Vanston

La Sala del Senado respaldó, en los mismos términos en que lo había hecho la Cámara de Diputados, la moción que busca reconocer la labor del religioso estadounidense en nuestro país.

5 de marzo de 2013

En forma unánime la Sala del Senado aprobó la moción, en segundo trámite, que concede la nacionalidad chilena por gracia, al sacerdote estadounidense John Eugene Barber Vanston. Con ello, la iniciativa queda a un paso de convertirse en ley, puesto que los senadores la aprobaron en los mismos términos en que lo hizo la Cámara de Diputados.

 

Imagen foto_00000002Cabe recordar que esta iniciativa había sido discutida previamente por la Comisión de Derechos Humanos del Senado, y en lo fundamental busca reconocer la labor que ha realizado el religioso en nuestro país. De hecho, la nacionalidad por gracia constituye el más alto honor que se puede conferir a un extranjero en nuestro país.

 

El sacerdote John Barber nació el 14 de mayo de 1932, en la ciudad de Scranton, en el Estado de Pensilvania, Estados Unidos y apenas terminó el colegio, y con dieciocho años, fue aceptado en el noviciado, comenzando su ministerio en un ambiente de estricta formación en la Provincia Jesuita de Maryland.

 

Llegó a Chile en el año 1966 y fue destinado al Colegio San Mateo, de Osorno. En esa ciudad se volcó hacia los más necesitados y se mudó junto a otros dos jesuitas a una población en Rahue Alto donde se dedicó a fomentar la conciencia social de los estudiantes, realizando trabajos sociales y campamentos.

 

Posteriormente, en el año 1983 el padre Barber fue trasladado a la ciudad de Antofagasta, como parte de su deseo de emprender nuevos desafíos, llegando al Colegio Jesuita San Luis, en el cual su estampa ha quedado grabada hasta nuestros días.

 

Pese a los lazos que formó en Antofagasta, en el año 1988 pidió nuevamente su traslado y en esa oportunidad fue destinado a la ciudad de Arica donde prosigue como Vicario de la Parroquia de Santa Cruz y acepta la misión de ser asesor de los Bailes Religiosos, que en el norte son considerados como un grupo de devoción, formado por más de cien Bailes distintos.

 

Allí estuvo hasta el año 2008. El padre Barber  tiene 81 años y atiende a los feligreses de la Parroquia de la Santa Cruz, en la Comuna de Estación Central, en Santiago.  Lleva casi cincuenta años desarrollando su labor pastoral por los más necesitados en Chile.

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