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Aprueban nacionalidad por gracia para tres sacerdotes españoles

La propuesta que beneficiará a los clérigos Ramón Seco, Andrés Lacalle y José Antonio Ortega, fue respaldada en particular y en general.

22 de enero de 2014

Imagen foto_00000003Por unanimidad la Sala dio el visto a bueno a tres proyectos de ley que conceden la nacionalidad por gracia a los sacerdotes españoles: Ramón Seco Pérez, Andrés Lacalle, y José Antonio Ortega (Boletines  N° 9.187-17, 9.188-17, 9.189-17, respectivamente).

 

Las iniciativas legales ahora deberán ser visadas por la Cámara de Diputados.

 

En la oportunidad, en la que se votaron una a una las propuestas, el senador Mariano Ruiz Esquide, destacó que “estamos proponiendo darle la nacionalidad por gracia a sacerdotes que viven en Chillán, llegaron a Chile a partir de los años 60 y han tenido un compromiso con el país y en  la zona cordillerana de la Región del Biobío”. El legislador, además, agradeció “la disposición que ha tenido el Senado” con las propuestas.

 

RAMÓN SECO

 

El sacerdote Ramón Seco Pérez nació en Galicia, España en 1936 y fue ordenado sacerdote en Santiago de Compostela en 1960, a fines de esa década se vino a Chile a la Diócesis de Chillán, asumiendo como Párroco en las parroquias cordilleranas de San Fabián y Zemita.

 

Luego, fue trasladado a Chillán y asumió la dirección de la Parroquia de la Sagrada Familia en la Población de Purén, en donde promovió los servicios de Catequesis y dio un gran impulso al Movimiento Familiar Cristiano.

 

En 1980 fue designado Párroco de Chillán Viejo, en donde permaneció por cerca de treinta años. Allí apoyó las aspiraciones de la ciudadanía que anhelaba que Chillán Viejo se convirtiera en comuna, independiente de Chillán y desde hace seis años es Párroco de Colliguay.

 

Simultáneamente y a nivel administrativo diocesano, cumple desde hace varios años, el oficio de Vicario Judicial, encargado de los procesos de nulidad matrimonial en el ámbito eclesiástico.

 

ANDRÉS LACALLE

 

En tanto, el padre Andrés Lacalle nació en Cabezón de la Sierra, cercano a la ciudad de Burgos, España, en el año 1936. Siendo estudiante de Teología accedió a una invitación del Obispo de Chillán Eladio Vicuña, que motivó su venida a Chile como misionero y fue ordenado sacerdote el 15 de Agosto de 1962 en la Catedral de Chillán.

 

Fue destinado, en primer lugar, a atender a los jóvenes campesinos en el Instituto Rural, que se iniciaba en la Diócesis. Desde allí pudo conocer la realidad de los campesinos, de sus capacidades y sus necesidades. Fue enviado, después, a la Parroquia de Coihueco, como Vicario Cooperador.

 

Más tarde, fue trasladado a Bulnes con la misma calidad de Cooperador. Allí comenzó a realizar actividades similares en ese otro sector de la Provincia de Ñuble y fue nombrado párroco de Tucapel. Luego, fue trasladado a Cobquecura como Párroco, lugar en el que permaneció por más de treinta años.

 

Su tarea pastoral estuvo siempre unida a la promoción humana, impulsando la creación de un Hogar para estudiantes en un lugar estratégico de Cobquecura, dedicado al cultivo de huertos familiares, a construir y reparar caminos y a obtener el servicio de agua potable en las distintas localidades. En los últimos años, ha seguido desarrollando su labor pastoral en la Parroquia de San Nicolás.

 

JOSÉ ANTONIO ORTEGA

 

El padre José Antonio Ortega nació en Burgos, España, el 15 de Junio de 1937. Arribó a Chile en 1960. Fue nombrado cura párroco de la localidad de El Carmen, en donde pudo proseguir con su labor de formación y promoción de líderes. Más tarde fue trasladado a Chillán, en donde atendió sectores poblacionales como las poblaciones Rosita O’Higgins y El Roble.

 

Además, estuvo a la cabeza del Centro de Formación Integral Diocesano, promoviendo Cursos de Teología a Distancia con la comunidad cristiana de Madrid. Asimismo, integró el Equipo Promotor del Movimiento por un Mundo Mejor (MMM), surgido a raíz del Concilio Vaticano II. Impulsó el programa “Nueva Imagen de Parroquia”, que trataba de incorporar a todos los sectores de la población en un programa común que acogía las aspiraciones y celebraciones populares.

 

Fue párroco de Yungay y, posteriormente, cura párroco de San Juan de Dios en la ciudad de Chillán a partir del año 1993.

 

En los últimos años creó el Hogar “Casa de acogida mamá Teresa”, destinado a acoger a adultos mayores en situación de precariedad económica. Esto, después de haber impulsado la creación de la Fundación Padre Chango, destinada a brindar acogida, protección y ayuda para la rehabilitación a personas jóvenes adictas a la droga.

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