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  Recaudación por la vía del crecimiento

  Por Evelyn Matthei, senadora por la Región de Coquimbo

10 de junio de 2010

Para este año se prevé  un gasto total, por efectos del terremoto, de 1.120 millones de dólares y por Imagenel Programa de Gobierno de 1.050 millones de dólares. Además, tenemos que enfrentar un déficit heredado del Gobierno anterior de 2.500 millones de dólares. Es decir, este déficit es mayor que lo que se va a gastar este año en el terremoto y en el Programa de Gobiernos juntos.

La Concertación siempre ha tratado de aumentar la recaudación tributaria por la vía de aumentar las tasas de impuestos. Nosotros aspiramos a aumentarla, pero por la vía del crecimiento porque no solamente aumenta muy fuertemente los ingresos fiscales, sino que también genera empleo.

Además, no es necesario crecer a un 6% para cumplir con la recaudación por crecimiento que se ha proyectado desde el Ejecutivo. De hecho, basta con aumentar un punto el crecimiento -de un promedio de un 2,8%, que fue en el Gobierno de la Presidenta Bachelet, a un 3,8%, es decir, un solo punto- para recaudar 4.000 millones de dólares más en estos cuatro años.

Por lo tanto, para recaudar los 7.500 millones de dólares que se proyectan en el programa de financiamiento de reconstrucción no es necesario llegar al 6%, basta con un 4,8% de promedio de crecimiento.

Estoy segura que el Gobierno va lograr que nuestro país se ponga en movimiento, aumente el crecimiento, aumente también el empleo y, sobre todo, se preocupe de la pyme, de tal manera de disminuir la concentración que existe en materia productiva en nuestro país y que no es sana.

Mucha gente ha expresado su preocupación por las altas tasas de utilidades, que ha tenido el sistema financiero en Chile, estas se deben en gran parte, a que durante muchos años nadie podía cambiarse de un banco a otro cuando podía obtener una mejor tasa porque tenía que volver a pagar el impuesto de timbres y estampillas.

Este tributo reduce fuertemente la competencia entre los bancos y entre las instituciones financieras.

Entonces, para nosotros este es un tema fundamental, porque la disminución del impuesto de timbres y estampillas estimulará a la pequeña y mediana empresa (PYME) que es la que crea empleo y reducirá la fuerte concentración que existe en la propiedad de las empresas productivas. Y, si eso nos hace perder 400 millones de dólares al año, no veo el problema, cuando en realidad, por la vía del crecimiento, en cuatro años, con un punto más de crecimiento podemos recaudar 4 mil millones de dólares.

En cuanto al beneficio por las utilidades reinvertidas no puedo imaginar que alguien crea que una empresa que tiene utilidades por 53 millones de pesos al año sea una empresa grande.

Por otro lado, tampoco comparto la idea de una tasa diferenciada del impuesto de primera categoría para las empresas grandes y las pequeñas. Este no es un tema transable. Los países que han tenido tasas diferenciadas durante un tiempo más largo han visto cómo todas las empresas grandes se subdividen en empresas pequeñas y finalmente nadie paga la tasa alta. Y eso tiene un costo para la economía.

Las decisiones de inversión que se están tomando hoy día no van a alcanzar a dar utilidades en estos dos años en que se sube la tasa y, por lo tanto, la inversión no se va a ver afectada. Desde ese punto de vista, el proyecto de financiamiento de la reconstrucción nos parece sumamente equilibrado

No obstante, me parece muy interesante la propuesta de repatriar capitales extranjeros. No tengo ninguna oposición a que se permita, mediante un pago de impuestos importante, traer a Chile dineros que en algún minuto no fueron declarados. Obviamente, hay que tener mucho cuidado que no se filtren ahí dineros del narcotráfico o de otras actividades ilícitas.

Pero teniendo ese cuidado no tendrían ningún problema de incluir este tema en el proyecto de financiamiento aunque los plazos para su discusión estén acotados, porque creo que es un tema que hay que tomarse en serio.

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