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  Que el próximo año mejore el desempeño de todos

  Por Guido Girardi, Presidente del Senado

29 de diciembre de 2011

ImagenComparto con ustedes una síntesis de una reflexión que me solicitara un medio de prensa, sobre el año que concluye.

Este año me correspondió desempeñar la Presidencia del Senado de la República, justo en un tiempo apasionante, de cambios profundos. Nuestra civilización agoniza con la crisis del pensamiento y de las instituciones del siglo XX que no comprenden la nueva complejidad del mundo. Un mundo rehén de las lógicas neoliberales y del individualismo extremo, que aíslan y destruyen las solidaridades tradicionales; y al frente, la reacción planetaria de millones de ciudadanos que quieren reponer valores fundamentales como la cooperación y la solidaridad.

En ese marco creamos un Consejo del Futuro y convocamos a científicos de primer nivel mundial; a premios nacionales de ciencia, a filósofos y poetas; a la ciudadanía y a los parlamentarios, para reflexionar sobre las tendencias profundas que están dando forma a la emergencia de una nueva ciudadania y a un profundo cambio civilizatorio. Si los parlamentos no entienden esta nueva era, renunciarán a su misión de representar el interés público. La ciencia y la tecnología pueden ser instrumentos para mayor igualdad de los seres humanos o generar nuevas brechas y desigualdades aun más profundas de las que hoy existen; y, si no asumimos la tarea, otros tomarán las decisiones y seguiremos como rehenes de los especuladores y los mercados.

Además de eso, como Presidente del Senado me correspondió participar en los grandes temas de la agenda del país. Quiero destacar nuestro trabajo, desde la Mesa del Senado, para promover el diálogo sin restricciones entre el movimiento estudiantil, el gobierno y los parlamentarios. Ahí sigue abierta la gran posibilidad de construir un acuerdo que cambie a fondo la educación chilena.

No creo que me corresponda evaluar mi actuación en el año. Son otros los llamados a evaluar y calificar. Sólo puedo decir que creo que ha sido un año en que la buena nota es para los ciudadanos que quieren reponer en este mundo valores fundamentales, devolviéndole a la dignidad, a la libertad, a la igualdad y al bien común la supremacía por sobre los mercados. Pero también hay elementos negativos, como el pésimo desempeño del gobierno, con una creciente regresión autoritaria y ambigüedad en materia de derechos humanos; las turbulencias económicas internacionales, que amenazan con nuevas crisis; y los escasos avances en medidas para aminorar el calentamiento global.

Espero, de corazón, que el próximo año mejore el desempeño de todos, del gobierno, de la oposición, del movimiento ciudadano, y que avancemos de verdad hacia una democracia más amplia, más sólida, más abierta a los anhelos y deseos de la ciudadanía.

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