Por el matrimonio igualitario
8 de julio de 2016Defensa, del mundo creyente en Dios, Cristiandad.
El porqué, al matrimonio establecido, no se le puede violar de su fundamento, ni cambiar, ni tocar; es un dogma sagrado.
Hay un afán enfermizo de doblegarlo, aduciendo igualdad. Una frase conocida = “Como no somos iguales hay que respetar la diversidad”. Lo contrario sería un grave atropello a los Derechos ciudadanos y humanos.
Tenemos, cada persona, una individualidad, una identidad; como son = nombres y apellidos, rut, sexo y datos personales, etc. derechos, como son = libertad de voluntad, de pensamiento, de opinión, credo, expresión, etc.
Matrimonio, tiene determinado nombre “hombre mujer”; El Diccionario lo confirma. – Su Raíz deriva de matriz, órgano donde se cobija la nueva vida, o sea la familia base estructural de la
Humanidad.–
El matrimonio es instituido por Dios. Lo que se deriva de ello, es el Divorcio, y ahora el casamiento o enlace de personas del mismo sexo, con todos los derechos civiles adjuntos, permitidos por la imperfección del hombre.
Por todo esto, este dogma sagrado, no se puede violar; agregar ni quitar de su “Fondo y Contenido”. Agregando el atropello a nuestros derechos a pensar y credo.
- A los no creyentes esto no les compete.–
La consigna: “Matrimonio igualitario”, no tiene asidero alguno.
– Esta nueva ley de Acuerdo vida en Común, satisface, los derechos que ella conlleva. Por tanto, se tengan presentes dichos Fundamentos, de Derechos Divino y Civil; exigiendo no avasallar nuestra dignidad que nos corresponde.
Jorge Eduardo Latapiat Contreras