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Parlamentarios interceden para que diabéticos puedan acceder a licencias de conducir profesionales

Los integrantes de la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones deberán estudiar las ideas matrices de la propuesta en primer trámite.

4 de febrero de 2017

Sacar licencia de conducir parece algo trivial, pero en realidad no lo es. Muchas veces las personas presentan patologías que les impiden acceder a este documento, pero no lo saben. Y en el caso de tener ese antecedente médico, lo omiten frente al especialista que realiza el chequeo de rutina.

 

Imagen foto_00000014Pensando en esta realidad, y también en la de pacientes que tienen controlada su enfermedad, y que pese a ello no pueden acceder a una licencia profesional, los senadores Carlos Bianchi, Francisco Chahuán, Alejandro Guillier, Antonio Horvath y Juan Manuel Ossandón presentaron un proyecto que permite a los diabéticos tipo 1 y 2 acceder a este documento por un plazo de 2 años.

 

En la propuesta, los legisladores proponen que los interesados demuestren  -mediante un certificado emitido por una Institución de Salud acreditada- que se encuentran en un tratamiento que le permite controlar dichas deficiencias de manera que lo habiliten para conducir un vehículo.

 

La norma cita el DFL N° 1, de fecha 29/10/2009, de los Ministerios de Transportes y Telecomunicaciones, y de Justicia, que fija el Texto Refundido, Coordinado y Sistematizado de la Ley de Tránsito, donde se precisa que “no se otorgará licencia de conductor a quien carezca de aptitudes físicas o psíquicas que lo habiliten para conducir un vehículo motorizado o hagan peligrosa su conducción”.

 

El reglamento de la norma cita un listado de patologías. Entre ellas se encuentran “capacidad ventilatoria funcional igual o menor de 40%; insuficiencia cardíaca permanente grados III y IV; insuficiencia coronaria crónica con capacidad de esfuerzo menor de 6 METS o su equivalente; hipertensión arterial maligna; cardiopatías congénitas que condicionan insuficiencia cardíaca o respiratoria; prótesis cardíacas valvulares, mitrales o aórticas; diabetes Mellitus tipo I; insuficiencia renal crónica grado IV; diplopia no corregida; entre otras”.

 

Los legisladores recuerdan que “para la obtención de la licencia de conducir la única forma que tiene el médico del Gabinete Técnico de las Direcciones del Tránsito para detectar si un examinado presenta alguna patología que lo inhabilite para conducir o para restringir la licencia a la que postula, es a través del examen sensométrico y psicométrico que se le practica al postulante y la entrevista médica que se le efectúa al momento de ser sometido a examen psicosensométrico. Siendo así, si en la entrevista médica una persona oculta información respecto a una determinada patología, el médico no puede rechazar al postulante”.

 

Respecto del paciente diabético, tratado con insulina, el proyecto señala que  cuando está “controlado clínicamente y no muestra trastornos funcionales visuales que le dificulten la conducción, tiene igual o menos riesgo de accidentabilidad que la población general (…) La actual legislación respecto al otorgamiento de licencias de conducir les impide obtener una licencia profesional a diabéticos”.

 

En cuanto a las licencias no profesionales Clase B y C, la iniciativa reconoce que “estos conductores pueden acceder a ellas, presentando un informe del médico tratante, en que se certifique bajo su responsabilidad y acompañando los exámenes atinentes, que la deficiencia está compensada y que el postulante se encuentra en condiciones de salud normal y en control periódico”.

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