Destacan trayectoria y legado de fallecido monseñor Sergio Valech

Como un "hombre generoso, valiente y comprometido" con su rol de defensa en materia de derechos humanos calificaron el Presidente del Senado, Jorge Pizarro y los senadores Lily Pérez, Juan Pablo Letelier y Andrés Zaldívar la figura del fallecido monseñor Sergio Valech.

Ante la partida del sacerdote, los parlamentarios destacaron su labor en la Vicaría de la Solidaridad durante el régimen militar y luego su rol en la recuperación de la democracia.

"Creo que monseñor Valech, sin dudas, dejó una huella en la Iglesia respecto a su consecuencia y coherencia en su vocación religiosa, sobre todo en el servicio de los más pobres", comentó el senador Jorge Pizarro.

En esa línea, el Presidente del Senado agregó que  "mostró siempre una sensibilidad, especial y particular sobre el respeto de los derechos humanos, el respeto por la vida y hacer justicia, y en ese sentido, el colaboró mucho en el establecimiento de la verdad en lo sucedido con las violaciones a los derechos humanos y con la posibilidad de hacer justicia estableciendo las responsabilidades".

Puntualizó que "se le va a recordar como un aporte a la reconstrucción democrática de nuestro país".

En tanto, la senadora Lily Pérez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos también lamentó la partida de monseñor Sergio Valech. "Fue un sacerdote que prestigió a la Iglesia Católica, pues puso siempre acento en el ser humano", expresó.

La legisladora resaltó el rol de religioso en cuanto que "luchó por los derechos de las personas y se transformó en un referente para muchas personas que buscaron su apoyo".

A su turno, el senador Juan Pablo Letelier, integrante de la Comisión de Derechos Humanos, coincidió con su par en el sentido de que monseñor Valech fue de "una tremenda humanidad, un hombre generoso, firme, valiente y cuyo paso va más allá de su rol en la Vicaría y en el informe Valech".

Precisó que "fue un hombre que tuvo una actitud -al igual que la Iglesia Católica- en dictadura que fue fundamental para recuperar valores y comportamientos éticos".

Recordó que "cuando se quiso sacar los registros y archivos de la Vicaría de la Solidaridad fue el primero, en oponerse y pedir que lo llevaran preso a él primero".

El legislador mencionó que "todos quienes tuvimos la dicha de estar cerca de él quedamos muy marcados. Él encarnó sin duda lo que fue la Iglesia Católica en un momento difícil y dramático de nuestro país y su ejemplo perdurará para las futuras generaciones".

Por su parte, el senador, Andrés Zaldívar, comentó que "no sólo fue un hombre de Iglesia, fue un ciudadano de una vida ejemplar, que se comprometió con los valores más fundamentales lo que lo llevó a ser un símbolo de la defensa de los derechos humanos".

"Durante el periodo de la dictadura llegó incluso a enfrentarse a quienes pretendieron en un momento determinado destruir los archivos de la Vicaría de la Solidaridad.  Además se destaca tanto su participación en las comisiones Verdad y Reconciliación, y Valech, que permitió establecer quienes habían sido víctimas de la tortura y persecución", concluyó.

VIDA PASTORAL

Cabe señalar que monseñor Sergio Valech Aldunate falleció a los 83 años, víctima de un cáncer al pulmón.

Nacido el 21 de octubre de 1927 e hijo de Antonio Valech Haddad y Mercedes Aldunate Lazo, el obispo auxiliar emérito de la Arquidiócesis de Santiago estudió en el Seminario y en la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Chile.

Fue ordenado sacerdote el 28 de junio de 1953 por el cardenal José María Caro. En 1983 se convirtió en vicario general y cuatro años después en vicario de la Solidaridad -hasta 1992-, donde enfrentó con firmeza los últimos años del régimen militar y defendió los derechos humanos.

Ello quedó reflejado en su participación en la Mesa de Diálogo sobre Derechos Humanos en el año 2000 y a partir de 2003 en la Comisión Nacional Sobre Prisión Política y Tortura, conocida como Comisión Valech, que él presidió.

Además, integró la comisión de la causa de beatificación de San Alberto Hurtado. Al cumplir 75 años renunció a su dignidad eclesiástica en enero de 2003.