Advierten consecuencias negativas para Chile tras sumarse al reclamo de Argentina por soberanía de islas Malvinas

Aunque reconoció la importancia de mantener y cultivar las relaciones con los países vecinos, para el desarrollo y estabilidad de la región, el presidente de la Comisión de Defensa, senador Baldo Prokurica, expresó diversas observaciones ante la decisión de Chile de sumarse al reclamo de Argentina por la soberanía de las islas Malvinas/Falkland.

El parlamentario señaló que "la posición de Chile sobre las islas Malvinas no es materia que deba tomarse apresuradamente y sin meditar las consecuencias de ello para los intereses actuales y permanentes de nuestro país en el plano internacional y vecinal. Una multilaterización de la demanda que ha impulsado el gobierno de Buenos Aires, y que ha sido acogido con cierto entusiasmo por otros países de la región, ha obedecido más bien a una postura donde esas naciones nada arriesgan en lo esencial en materia de relaciones bilaterales con Gran Bretaña, que resulta muy distinta de la relación histórica de Chile con Inglaterra".

En ese sentido agregó que "cabe preguntarse si este actuar solidario o de conjunto de estos países vecinos, a propósito de esta reclamación en particular, no podría extenderse a otro tipo de reclamaciones o litigios no resueltos en temas de demarcaciones fronterizas cuyos actores fueran países de la región.  De acogerse por nuestro país a tales procedimientos, se estarían validando mecanismos coyunturales en una dirección determinada e interesada y, por ese medio, deslegitimar la primacía de las relaciones bilaterales en los conflictos de interés nacional, y desvirtuar los procedimientos aceptados en el derecho internacional para la solución de controversias".

El legislador cuestionó que "¿no sería más lógico pensar, también en que en este apoyo a la Argentina, debiera tener una contrapartida y ser recíproco desde Buenos Aires, respecto a nuestras causas con Perú y Bolivia, las que se encuentran bajo el amparo del Derecho Internacional?

El que Chile adopte medidas precipitadas de apoyo a la causa argentina puede redundar en la afectación de las propias posiciones ante el litigio interpuesto por Perú".

Asimismo, enfatizó que "no debemos olvidar la historia, en el contexto de la crisis de 1978 con Argentina el gobierno de Lima no fue neutral y además apoyó decididamente el apertrechamiento bélico de los argentinos para su incursión en las Islas Malvinas/Falkand. Por lo tanto, de no sopesarse las realidades y reciprocidades históricas, pueden cometerse errores que afecten los intereses nacionales permanentes de Chile y su proyección internacional".

Argumentó que "debemos representar decididamente la necesidad de que nuestro país mantenga una posición de neutralidad y estricto apego a las normas del derecho internacional para dirimir la reclamación argentina. Sólo en ese sentido, se está en condiciones de colaborar y promover una solución política a esta controversia territorial".