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  Con pesar por abandonarlo y orgullo por haber pertenecido a él senadores se despidieron de sus pares

  Los senadores Sergio Romero, Jaime Gazmuri, Carlos Ominami Ricardo Núñez, Jorge Arancibia, Adolfo Zaldívar y Guillermo Vásquez, tuvieron sentidas palabras de agradecimiento y reconocimiento para quienes permanecerán en la Cámara Alta y coincidieron en que el Senado es y será un lugar de encuentro y de búsquerda de los grandes acuerdos

11 de marzo de 2010

Agradeciendo la oportunidad de haber integrado el Senado y desde ahí contribuir a la búsqueda de los acuerdos necesarios que posibilitaron la transición desde un régimen militar a uno democrático, los senadores Sergio Romero, Jaime Gazmuri, Carlos Ominami Ricardo Núñez, Jorge Arancibia, Adolfo Zaldívar y Guillermo Vásquez, se despidieron de sus pares en una emotiva sesión.

 

El primero en hacer uso de la palabra fue el senador Romero quien después de 20 años en la Cámara Alta dejó su escaño por la Quinta Región Cordillera.

 

Tras aclarar que no se despedirá de la política, el legislador tuvo palabras de reconocimiento para el Senado argumentando que éste le dio la posibilidad de participar en su institucionalidad "para cumplir con un objetivo central que es, ni más ni menos, que haber hecho posible una transición política ejemplar".

 

En tal sentido, dijo estar satisfecho por que se logró algo que se veía "difícil y complejo", gracias a la voluntad de todos los sectores políticos que fueron capaces de dejar de lado sus intereses en beneficio del bien común.

 

"Este Senado de 1990 ha sido un Senado fundacional, porque permitió que la institucionalidad fuese la que hoy día existe, que nos diese esa transición ejemplar. También fue un Senado precursor y tiene la autoridad de decir que en su interior fuimos los primeros en establecer el sentido republicano de la transparencia. Aquí se terminó el secretismo y aquí se aprobaron las normativas de transparencia que los senadores Larraín y Gazmuri presentaron", recordó.

 

SERVIR CON LEALTAD

 

A su turno, el senador Gazmuri, quien también estuvo 20 años en el Parlamento, agradeció a los electores de la Región del Maule que le dieron su apoyo para ocupar un escaño en el Senado y al PS por darle la confianza para representar al partido en el Congreso.

 

Junto con señalar que en su vida política siempre lo ha inspirado el ejemplo de Salvador Allende, dijo estar orgulloso del rol que jugó la Concertación en estos años argumentando que la coalición "logró darle a Chile un extraordinario progreso en todos los ámbitos de la vida nacional y siento orgullo de haber servido desde acá a los cuatro gobiernos de la Concertación. He intentado servir con lealtad y espíritu crítico".

 

Asimismo señaló que las tareas pendientes que tiene el país apuntan a contar con una nueva Constitución y a terminar con las desigualdades, que se han hecho evidentes con la devastación del terremoto.

 

Agregó que "abandono el Senado con el tremendo dolor que aflige a nuestro pueblo y a la Región del Maule. Eso nos obliga como ciudadanos e instituciones a hacer un gran esfuerzo nacional en torno a las tareas de la emergencia y a la reconstrucción del país".

 

 

NUEVOS DESAFÍOS

 

A su turno, el senador Ominami señaló que aún cuando pone fin a una gestión de 16 años en el Senado, no abandonará la política pues esa es su principal vocación. Agregó que pese a que le costó acostumbrase a los tiempos legislativos -pues él es más ejecutivo en la forma de hacer las cosas- tuvo la oportunidad no sólo de haber servido a Chile en momentos muy particulares de la historia, sino que también de aprender una serie de materias.

 

"Dejo el Senado, pero no voy a dejar la política -así que no se hagan ilusiones-, que es finalmente la vocación de toda mi vida. Y la voy a ejercer desde, naturalmente, desde otros ámbitos. Yo creo firmemente en la necesidad de recomponer una opción de Izquierda progresista, laica, moderna en Chile, que sea capaz de hacerse cargo de las viejas injusticias y de los nuevos desafíos. Y es una tarea enorme", sentenció.

 

El senador manifestó que se va con preocupación por el deterioro de la calidad de nuestra democracia; el desprestigio de la función pública, y particularmente de la función política; y por el tremendo desprecio y desvalorización que se ha instalado en torno al trabajo parlamentario.

 

"Respecto de esto se requieren reformas políticas muy sustantivas, que resuelvan los problemas de lo terriblemente incompleto y poco representativo que es el padrón electoral chileno; los problemas del sistema electoral para la elección parlamentaria; el tema del funcionamiento de los partidos; creo que hay que darle más poder a los ciudadanos, más poder a las Regiones; hay que buscar un mejor equilibrio entre el Ejecutivo y el Poder Legislativo, el Congreso Nacional, que es una parte muy importante de la soberanía popular", puntualizó.

 

GENERACIÓN PRIVILEGIADA

 

Por su parte el senador Núñez -quien también ejerció el cargo de parlamentario por 20 años- dijo irse con nostalgia pero con confianza de poder enfrentar los desafíos personales, colectivos y políticos que le depare el futuro.

 

Asimismo, dijo ser un convencido de que "somos una generación, por denominarla de alguna manera, privilegiada. Y fuimos privilegiados, porque nos correspondió jugar un papel, que creo yo que lo jugamos en general correctamente, de reconstruir la convivencia de los chilenos, profundamente trastocada, profundamente quebrada".

 

Recordó a los senadores Jaime Guzmán, Anselmo Sule, Gabriel Váldes, Beltrán Urenda, Mario Ríos y Eugenio Cantuarias, entre otros, y el rol que tuvieron cada uno de ellos para lograr los diálogos necesarios para poder avanzar en la transición a la democracia.

 

"No siento que porque la transición se hizo de esta determinada manera yo haya dejado de pensar como lo que pensado siempre. Sigo siendo socialista; sigo siendo un demócrata convencido; soy un libertario; pienso en la libertad superior del ser humano. Pero, más allá de esas diferencias, yo creo que lo importante, es que hemos hecho una transición decente, una transición que, felizmente, este país se lo merecía. Y creo que hemos sido privilegiados porque hemos participado de ella, con nuestros defectos", señaló.

 

No obstante, manifestó que le preocupa el nivel de la política argumentando que "tal cual como lo tenemos en la actualidad la política no necesariamente es hoy bienvenida, y los partidos políticos también. Reconstruir aquello es parte esencial para preservar la democracia, para hacerla mejor para todos".

 

AGRADECIMIENTOS

 

A su turno, el senador Arancibia agradeció a Dios la oportunidad que le dio de servir a la patria en dos instituciones fundamentales: 47 años en la Marina de Chile y 8 años en el Senado de la República. Señaló que "para quienes decimos tener vocación de servicio, creo que es justo darle gracias de haber tenido la posibilidad de hacerlo con las oportunidades que yo tuve".

 

Asimismo, señaló que "le reconozco al Senado ese rol fundamental que ustedes dicen que ha jugado en la transición, cosa que yo comparto. Pero, a diferencia de un cierto pesimismo que yo encuentro acá en algunas de las expresiones de ustedes, quisiera expresarles la tremenda fe que me embarga en este momento del futuro de Chile y del futuro que va a jugar en ese futuro de Chile esta Corporación".

 

En tanto, el senador Zaldívar valoró la oportunidad de integrar la Cámara Alta, argumentando que "es cierto que aquí se contribuyó al reencuentro; es cierto que aquí se contribuyó a la transición. Pero yo también quisiera decirles, y se los digo con preocupación, que no todo lo importante pasa por acá. Y eso es lo preocupante. Y esto es lo que nos tiene que mostrar el cambio que está sufriendo nuestra sociedad, que, más que político, más que económico, yo lo veo cultural. Aquí hay un cambio tremendo en la sociedad chilena. Y si no somos capaces de ese cambio analizarlo vivirlo en las instituciones, estas instituciones pierden el sentido".

 

Agregó que hay desafíos que se deben asumir como lograr que quienes no participan en política y en las elecciones, lo hagan para no seguir debilitando la función política; al mismo tiempo que es fundamental terminar con las desigualdades.

 

"Más allá de cualquier cosa, yo me voy tranquilo. Y me voy a seguir en política, en el lugar en que me encuentre. Pero política con grandeza, política para Chile, política realmente para nuestra gente. Y espero poder ahí tratar de hacer bien las cosas. Aquí traté. Seguramente no lo pude hacer todo, sin duda", precisó.

                  

ORGULLO

 

Finalmente el senador Vásquez quien asumió el cargo en reemplazo de Jorge Lavandero, señaló que tras su breve paso por la Cámara Alta pudo valorar la diversidad y el respeto que se da entre sus miembros.

 

"Sé y la ciudadanía sabe, que los miembros del Senado son muy disímiles en posiciones doctrinarias, en su pensamiento, en sus posiciones, en sus preocupaciones, en sus intereses, en sus conocimientos, en su visión frente a la vida, en su visión frente al más allá, en su visión de lo que debe ser el deber ser. Sin embargo, si uno observa con esta perspectiva que yo señalo, creo que aquí hay un tronco común, hay valores comunes: dedicación al servicio público, uno de ellos muy importante, esencial", puntualizó.

 

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