La usura se fue por la tasa
Por Eugenio Tuma, senador por la Región de La Araucanía
17 de abril de 2015Cuando aprobamos en el Congreso el proyecto de ley para bajar la Tasa Máxima Convencional (TMC) se alzaron voces pregonando la desbancarización masiva o la exclusión definitiva de amplios sectores sociales del crédito.
El primer informe de la SBIF (Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras) sobre los efectos de la Ley N° 20.715 destaca la disminución significativa que ha experimentado la Tasa Máxima Convencional, la más importante en los últimos 30 años. Con una disminución del 54% al momento de aprobarse la ley, a un 38.33% para los créditos hasta $1.200.000 y 36,33% para las operaciones hasta $4.200. Es decir ha experimentado una baja de un 15% para los créditos de hasta 50 UF y un 17% para los de hasta 200 UF.
Por ejemplo, en una operación de 1 millón de pesos el consumidor debía pagar hasta 540 mil pesos por concepto de tasa, actualmente cancela sólo 380 mil logrando un ahorro de 160 mil pesos.
No hay evidencia que la desbancarización que se ha producido sea atribuible a la rebaja de la Tasa Máxima Convencional. Lo que demuestra que el sistema financiero puede funcionar con reglas más equilibradas, con mayor simetría entre los oferentes de los créditos y los consumidores, especialmente en los microcréditos que las familias más modestas que en un 70% los destinan para acceder a medicamentos, alimentos o vestuario.
Fue un acierto vincular el techo de la tasa para los micro créditos a la tasa interés corriente que se ofrece en el mercado a los créditos más caros en el tramo 200 y 5000 UF, (entre 5 millones más de 120 millones), porque es una tasa preferencial a la que acceden los consumidores con mayor solvencia y más información, estableciendo más simetría con los consumidores.
Aún podemos perfeccionar otros ámbitos como la revisión de comisiones, cobros de seguros y cláusulas en los contratos, para garantizar los derechos de los consumidores.
El informe es categórico, y desmiente los pronósticos pesimistas que auguraban efectos catastróficos en el mercado. Ahora, la pregunta que surge es: ¿cuánto dinero pagaron demás las chilenas y chilenos que accedieron a créditos con tasas superiores al 57%?. Es debate sigue abierto y la tasa bajando.