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Vestíbulo Compañía

La historia de las escaleras del 'Acuerdo por Chile'

Los arquitectos del siglo XIX que concibieron el Congreso, diseñaron una fachada protocolar que da al Salón de Honor y otra para recibir al público. Esta semana, la fachada de calle Compañía adquirió notoriedad porque fue testigo de un acuerdo histórico en el marco del proceso constituyente, pero a lo largo de más de un siglo, varios eventos han transcurrido por sus escalones de mármol.

16 de diciembre de 2022

Durante el siglo XIX y gran parte del siglo XX, el ingreso de los ciudadanos a las tribunas del Senado y de la Cámara para escuchar los debates legislativos se hacía por calle Compañía de Jesús 1175, donde se ubicaba el “Vestíbulo” y la “Sala de Espera de Público”.

 

En el diseño original del edificio del Congreso, los ingresos principales eran por el Atrio de calle Catedral y el vestíbulo de calle Compañía pues compartían la manzana con la malograda Iglesia de La Compañía, cuyo incendio obligó a replantear los planos iniciales.

 

En la entrada diseñada por los arquitectos franceses del siglo XIX donde se realizó la entrega del “Acuerdo por Chile”, el pasado lunes 12 de diciembre,  se encontraban las respectivas recepciones del Senado y de la Cámara de Diputados donde se registraba el público en general, tanto para acceder a las respectivas tribunas como para la Sala de Lectura de la Biblioteca del Congreso Nacional.

 

Menos conocida que la imponente fachada protocolar de calle Catedral que lleva al Salón de Honor, este ingreso de estilo neoclásico estaba históricamente diseñado para recibir a la gente y los arquitectos no escatimaron recursos para dotar a esta entrada de una de las escaleras de mármol más señoriales y sobrias del siglo XIX.

 

Era habitual que, hacia fines del siglo XIX, por sus peldaños transitaran estudiantes, hombres y mujeres que acudían a realizar sus estudios o simplemente, a pedir libros de la Biblioteca, pero también fue testigo de numerosas manifestaciones de las fuerzas vivas de la sociedad durante casi 100 años.

 

En tiempos donde el único relato de los debates parlamentarios era en soporte escrito, el acceso a las tribunas para escuchar los alegatos de primera fuente era un deber indispensable para cualquier reportero del siglo XIX y hasta mediados del siglo XX. Los cronistas de El Ferrocarril, La Patria, El Chileno, El Porvenir y El Mercurio y muchos otros periódicos sirvieron de fuente indiscutida para reconstruir los Diarios de Sesiones y formaron plumas ágiles y mordaces.

  

Asimismo, en septiembre de 1924 un grupo de jóvenes oficiales del Ejército concurrió a las galerías del Senado con el fin de expresar su malestar por la postergación de la tramitación de las leyes sociales y reajustes salariales. Dichos oficiales, -entre los que se encontraba un joven Carlos Ibáñez- golpearon sus sables perturbando la sesión y fueron conminados por el Ministro de Guerra a abandonar el recinto. Al bajar por las escaleras hacia calle Compañía, hicieron golpear sus sables contra los escalones de mármol.

Con su monumental prestancia, también sobrevivió al gran incendio de mayo de 1895 donde gran parte del edificio pereció ante las llamas, así como a los destructivos sismos y terremotos de 1906, 1972, 1985 y 2010.

  

DATOS ARQUITECTÓNICOS

Su acceso es a través de una discreta columnata, con puertas en madera nativa de lingue. En su interior reúne todas las características estilísticas y arquitectónicas del edificio del ex Congreso. Lo más destacado es la imponente escalera de mármol de 3 cuerpos con balcón central, del que se puede distinguir el mármol de Carrara en suelos y peldaños, así como la balaustrada de mármol gris, negro y blanco. 

 

En el cenit se ubica una ecléctica vidriera de cristales multicolores, sostenida en una estructura de hierro fundido, así como lámparas de bronce y diversas policromías en los contornos de la misma.

  

“El ingreso desde la calle Compañía está marcado por cuatro pares de columnas exentas en cada piso, de orden dórico las del primer piso y corintio las del segundo, por este sector se ingresa a un Hall que da a una suntuosa escalera imperial que conduce a la Biblioteca del Congreso…Los dos hemiciclos están rodeados en un primer nivel, de columnas que dejan una zona posterior de circulación; el segundo está reservado a las galerías públicas, son semi - circulares, de 224 metros cuadrados el del Senado i 360 el de Diputados”(Recaredo Tornero)

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