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Juntas de Vecinos

27 de agosto de 2018

La gran indiferencia ciudadana demostrada en la inquietante abstención en las últimas elecciones, hace pensar en desilusión en las cúpulas que manejan la política nacional: ” Todo da lo mismo”.

Creo que es necesario reencantar a la juventud con el entusiasmo de ser artífices de renovación de la política nacional y para esto es necesario instruirla y capacitarla.

Es indispensable que en todos los colegios y centros de estudios de la República se impartan clases de Educación Cívica para que los niños salgan sabiendo, no solo la conformación de los Poderes del Estado y sus atribuciones, no solo los derechos ciudadanos a que tiene derecho, sino, y especialmente, sus deberes para con la Patria: “Darles un baño de verdadero Patriotismo”.

Porque no es Patriota solo el que muere en el campo de batalla defendiendo el territorio nacional, sino todo aquel que en su actuar subordina su ”interés personal al interés de la Patria común”.

Todos celebramos el paso por la política y la cosa pública de destacados hombres que han vivido sirviendo a la Patria y no sirviéndose del Estado: recientemente todos los sectores se unieron en alabanzas al despedir a un prohombre que fue ejemplo de servicio desinteresado a la Patria.

Es necesario estimular a la juventud en su interés por la cosa pública y en servir con patriotismo en el puesto que le toque actuar.

Pienso que la primera célula de la democracia es la conformada por las Juntas de Vecinos: en la subdivisión del país (Regiones, Provincias, ciudades, comunas, Municipios) el lugar en el que el ciudadano puede expresar sus dificultades, sus anhelos etc., es en la Junta de Vecinos.

Cada municipio está dividido en sectores; si los vecinos de cada sector se organizan en una Junta de Vecinos, se reúnen periódicamente, conversan sobre las deficiencias de su barrio en materia de salubridad, comunicaciones, salud, educación, seguridad etc., comparten sus inquietudes y sus anhelos y toman acuerdos, estos pueden ser trasmitidos por medio de su representante ante el

Municipio; el Alcalde junto a los Concejales, una vez estudiado el problema, debería decidir a qué repartición pública le correspondería darle solución: a la propia Municipalidad, al Ministerio correspondiente, o al vecindario organizado.

Los ciudadanos, instruidos en sus derechos por medio de la educación cívica, deberían ser más activos en defender su entorno y su mejor estándar de vida y no esperar que sean las cúpulas gobernantes quienes les ofrezcan soluciones a problemas que, muchas veces, desconocen.

Por esto creo que el Ministerio de Educación debería hacer más hincapié en la obligatoriedad y profundidad de la Educación Cívica como un ramo principal y los Municipios estimular la formación de Juntas de Vecinos.

Marta Fernández Montero

 

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