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  El Nobel que no tuvimos

  Por Jaime Quintana, senador por la Región de La Araucanía

28 de abril de 2011

ImagenEn el Senado hablamos mucho, a veces demasiado y pocas veces  tenemos la luminosidad de un poeta, como el que Chile ha perdido estos días. Gonzalo Rojas era una de las mejores plumas de Hispanoamérica, pero también era una de las voces más poéticas y lúcidas  de Chile. Premio Nacional de Literatura, Premio Cervantes, Premio Reina Sofía, Orden Gabriela Mistral y tantos otros reconocimientos, para un hombre que llevaba en su poesía, toda la geografía social y marítima de Chile.

Algunos, con bastante ligereza han dicho que Rojas era un poeta menor, en comparación con Mistral y Neruda, desconociendo la gran obra del poeta de Lebu, no tanto por la cantidad, sino por el nivel logrado en el trabajo poético. Un amigo recordaba el otro día, una anécdota narrada por el propio Gonzalo Rojas donde en un encuentro con Pablo Neruda, este contaba a los contertulios que "Rojas escribía bien, pero poquito" a lo que el Poeta de Lebu retrucó "Neruda es un genio, pero escribe demasiadito", forma magistral de develar la paciencia lluviosa que significaba, el parto de sus poemas.

Tuve la ocasión de hacer una clase en un liceo público, el día de la muerte del poeta y me atreví a preguntar ¿Saben quién ha fallecido hoy? Nadie respondió, luego les hablé de cine y todos conocían a un adolescente de nombre Justin Bieber. Como presidente de la Comisión de Educación y Cultura del Senado, esa mañana me dejó más preguntas de las que les hice a los alumnos. ¿Cómo es posible que alumnos de un liceo público no sepan quién es uno de los mejores poetas de Chile? ¿Qué estamos haciendo todos para que en las aulas de cada rincón del país, se lea más y mejor? . Gonzalo Rojas fue, a decir de Julio Cortázar, un escritor responsable con su tiempo. Escribió al amor, al erotismo pero también a la épica de Sebastián Acevedo y a la oscura historia de  la violación a los derechos humanos. Logró combinar su profunda voz poética con una prosa envidiable, pareja de virtudes pocas veces en la literatura Hispanoamericana.

Rojas se va cuando sigue temblando en Chile. Al respecto, nos dice brillantemente, que para transformar Chile, "no le dejemos toda la iniciativa a los terremotos", como gritándole a quienes estamos en la política, que sólo cuando la tierra nos mueve, definimos el país con lineamientos estratégicos. Cuánta razón tenía y tiene Rojas en esa afirmación, esa claridad  es la que, de alguna forma, debemos liberar a todo el mundo, desde la presencia poética de su palabra, por eso he manifestado que el Senado en la celebración de sus  200 años, debiese convocar a un concurso hispanoamericano de poesía, que lleve el nombre de Gonzalo Rojas.

Se fue el poeta, dejó sus libros y su voz. Poeta noble de Chillán, vivió con sus mandamientos poéticos y políticos inalterables. Vayamos recogiéndolos y construyendo con ellos parte del nuevo andamiaje político, social y cultural que Chile necesita con urgencia. ¡Menos IVA a los libros, Mas IVA lectura de Rojas!

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