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Crecer con desarrollo

Por Juan Pablo Letelier, senador por la Región de O'Higgins

8 de abril de 2016

Imagen foto_00000016Luego de la aprobación en el Senado del informe entregado por la Comisión Mixta, que tuve el honor de presidir, y que dice relación a las modernizaciones laborales en nuestro país, quiero invitarles a detenernos un segundo, para revisar que hemos logrado y consignar al mismo tiempo el triunfo que significa la Reforma Laboral.

 

Esta reforma laboral que es parte de la agenda laboral de la Presidenta Bachelet, es sin duda uno de los más importantes peldaños en reivindicaciones laborales, dado que aborda los derechos colectivos de los trabajadores, un tema pendiente desde hace mucho tiempo.

 

El proyecto señala como los trabajadores organizados pueden negociar con sus empleadores, es decir su participación, junto con su rol e ingresos en la empresa. El regular lo que es titularidad sindical y lo vinculado a ello es un gran primer elemento sustantivo donde hemos avanzado significativamente, lo mismo en lo referido a la titularidad, más allá de si se está constituido en sindicatos de empresas, inter empresas  o federaciones.

 

Se avanzó en la extensión de beneficios, es decir el cómo las conquistas de los sindicatos son extendidas a sus socios y a los otros trabajadores que no son parte de él, terminando con la extensión unilateral del empleador que obviamente debilitaba al sindicato.

Otro punto clave es la definición de huelga efectiva en los procesos de negociación colectiva, sin reemplazo externo ni externo. Normas que unidas dan más elementos a los sindicatos para realizar buenas negociaciones. Acá podemos mencionar el derecho a la información, el establecer un abanico de posibilidades de tipos de acuerdo con los empleadores, los pactos de adaptabilidad, y el que los propios trabajadores establezcan previo a los procesos de negociación colectiva acuerdos de cuidar las fuentes de trabajo a través de los servicios mínimos, todos elementos que complementan un esfuerzo de nuevos modelos laborales.

 

Hoy avanzamos en modelos laborales más colaborativos, avanzamos hacia lo que necesitamos en el Chile del siglo XXI.

 

Espero y confío que con esta reforma se abra cauce a una nueva forma de entenderse entre quienes producen la riqueza y quienes son los dueños del capital, es decir que se logre establecer una nueva relación entre capital y trabajo.

 

La Reforma Laboral tiene el propósito de establecer un nuevo modelo de relaciones laborales, uno contrapuesto al heredado de la dictadura. Uno en el que lo que más interesa es la flexibilidad del trabajo, uno en donde los trabajadores dejan de ser un costo del proceso productivo y pasan a ser un socio del empleador.

Esta reforma marca el inicio de un cambio de paradigma.

 

Sin duda acá queda mucho por devolver al mundo laboral, perdido por tantos años, como por ejemplo la negociación por rama, pero, no es menor y vale la pena reconocer que hemos logrado cambiar significativamente la manera de ver a los trabajadores, ya no más como insumo.

 

La derecha hoy llevará esta Reforma al Tribunal Constitucionalidad, esto porque no cree en este nuevo modelo y se mantiene presa de un neoliberalismo que es propio de los 80 y 70, en donde no cree en el valor de los sindicatos, los ven como malos y conflictivos, y no como lo vemos nosotros, que lo vemos como una institución de la sociedad y natural de encuentro del mundo del trabajo.

 

En la visión de la economía algunos están preocupados de crecer solamente y nosotros de crecer pero con desarrollo. Crecimiento sin desarrollo humano no nos interesa.

 

La Reforma Laboral es un paso histórico, pero entiendo la desconfianza de los trabajadores y las dudas que puedan tener ente ella, ya que en nuestro país existe hace décadas una cultura que no siempre es pro trabajador, y por ende las dudas, que dicho sea de paso no vienen de esta Ley, sino de cómo algunos empresarios tratarán de torcerle la mano.

 

Finalmente y para ser justos, debemos señalar que existen buenos empresarios en Chile, empresarios que entienden que sus trabajadores son socios estratégicos. Por ello es que como socialistas, tenemos fe en que avanzaremos equitativamente en este “emparejamiento de la cancha”.

 

 

 

 

 

 

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