Control de identidad, seguridad ciudadana y libertades individuales.

En mi opinión, a lo menos son 3 los elementos con que deben contar las policías.

1.- Control de identidad sin restricciones, a modo de prevención, no necesariamente porque se esté cometiendo un delito. Las policías tienen un sentido muy agudo desarrollado en la calle ellos perfectamente tienen el perfil del ciudadano que le gusta cometer ilícitos, por lo que se les debe confiar que los controles de identidad son justamente para que ningún ciudadano chileno o extranjero eluda la justicia, con pretextos de derechos humanos, toda vez que los derechos humanos y garantías constitucionales a las personas, son justamente para que operen las policías en un Estado de Derecho, con una fórmula de orden, disciplina, seguridad jurídica, juzgados naturales.

2.- Los controles de identidad deben ser las 24 horas y los 365 días del año.  Aquí una idea que puede ser revolucionaria: que en cada cuartel de carabineros exista un abogado de turno para que asesore a las policías respecto a los procedimientos legales que deben adoptar, para que ningún ciudadano quede impune de sus delitos.  Toda vez que se cometen torpezas en la detención del individuo, éste al ser llevado ante el juez de garantía, queda en libertad por falta de méritos, o por mal procedimiento policial. Dicho lo anterior, un abogado de turno solucionará de raíz este problema técnico jurídico, el que además podrá estar en coordinación con las fiscalías para de alguna manera adelantar tareas.  Por otra parte, no se podrá negar que existe una genuina preocupación de respetar los protocolos internacionales de Derechos Humanos y las garantías constitucionales chilenas, según nuestra Constitución de 1980.

3.- Las facultades de las policías deben ser amplias toda vez que estas son limitadas se frustran los intentos de realizar una digna labor policial.  Es más, las policías son preparadas para esa función, ellos saben perfectamente cómo, dónde, cuándo y a quién realizar su labor y, por otra parte, el uso de su armamento de servicio no debe quedar restringido. La experiencia enseña que los delincuentes balean a carabineros y estos por miedo de ser destituidos de la Institución no se defienden.  Recuerdo el caso del carabinero oficial muerto en la comuna de Ñuñoa, en un intento de detener a Marcial Berríos, quien actualmente sigue prófugo de la justicia. Este es un caso real, concreto de lo que ocurre cuando las policías sólo son utilizadas para ser un guardia privado de seguridad, pero lejos están de cumplir su rol que les manda la Constitución.

El tema de la delincuencia es un fenómeno social y tiene que ver con la “educación” desde la infancia,  la misma que puede tener un hijo de millonario.  No puede ser posible que a un hijo de obrero le cobren por una carrera de derecho o de ingeniería $500.000.- mensuales!  Esta es la realidad, por esto existe en el país injusticia social.

David Vásquez Suazo