Comisión de Salud conoce realidad de los programas de acompañamiento de embarazos vulnerables

Uno de los aspectos que se introdujo en el primer trámite del proyecto que regula la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales, fue el programa de acompañamiento.

Ahora la norma está siendo estudiada por los integrantes de la Comisión de Salud del Senado, quienes en su última sesión escucharon a representantes de la ONG Raíces, la fundación Chile Unido y el Programa aCompañar-es del Departamento de Obstetricia de la Pontificia Universidad Católica (PUC).

Asimismo, tomaron conocimiento del programa de acompañamiento que contempla el proyecto en segundo trámite, cuya elaboración estuvo en manos del Ministerio de Salud (Minsal).

Cabe mencionar que los legisladores están terminando la ronda de audiencias, tras lo cual procederán a votar en general la propuesta. Ya se han celebrado una serie de exposiciones del mundo científico, médico, jurídico y religioso.

La representante de la ONG Raíces, Denisse Araya, que acoge a menores y adolescentes abusados sexualmente, hizo ver la necesidad de que los niños víctimas de estos delitos tengan la libertad de decidir continuar con un embarazo, puesto que “en estos casos, esa situación es la continuación de la explotación”.

“Muchos de los niños que nosotros tratamos, han tenido abortos espontáneos por la presión que viven. Además estas víctimas podemos asegurar que viven disociadas porque lo que sienten es muy distinto a lo que piensan. Cuando nosotros recibimos a estas niñas y mujeres, vemos como se sanan de ese dolor”, describió.

La directora ejecutiva de la fundación  Chile Unido, Verónica Hoffmann relató que el programa de acompañamiento integral que realizan, ha tenido resultados tan exitosos que han sido expuestos en la Organización de Naciones Unidas (ONU).

“La mujer no es autónoma cuando piensa en el aborto. No toma de manera libre esa decisión porque se ve presionada por su entorno. Los motivos para abortar son diversos, entre ellos está el miedo a la reacción de sus padres o pareja; y la incertidumbre por el futuro”, comentó, destacando que la mayor parte de las mujeres que han acompañado, han decidido continuar con el embarazo.

La fundación maneja el programa “Acoge una vida”, y para ejemplificar su labor, presentaron el testimonio de Natalie que optó por la vida y hoy es madre del pequeño Ramón.

El director del Programa aCompañar-es UC, el doctor Jorge Neira explicó la nueva subespecialidad que ha liderado como es el cuidado paliativo perinatal, que surge cuando un embarazo es de riesgo. “La sociedad busca eliminar al enfermo, en vez de terminar con la enfermedad. Se habla de aborto eutanásico, porque se ejecuta contra el no-nacido. Además, en estos casos es peor porque el atentado es contra un enfermo dentro del vientre”, hizo ver.

El facultativo describió el programa que tiene un carácter interdisciplinario. “Nosotros hacemos seguimiento de estos embarazos, el parto,  la sobrevida de ese menor y su muerte. Acogemos a la madre y también la familia extendida”, contó.

Desde el Minsal, la doctora Paz Robledo recordó que el país tiene experiencia en acompañamiento desde las políticas de planificación familiar de los años 60. “Tenemos una extensa red de atención a la maternidad a los tres niveles (Sapus, Cesfam, consultorios y hospitales). Cuando una mujer queda embarazada va a la atención primaria, se le hace un exhaustivo control y seguimiento, lo que es apoyado por el programa Chile Crece Contigo”, comentó.

En cuanto al proyecto, la facultativa explicó que los principios rectores en este caso son el respeto de la mujer, y el acompañamiento confidencial y voluntario. “La mujer es quien decide si interrumpe el embarazo. Acá no se influye sobre ella. La idea del acompañamiento es apoyarla aborte o no. Para eso se presta apoyo sicológico que contempla 10 sesione sicoterapéutica por persona”, describió.

Tras las exposiciones, el senador Fulvio Rossi valoró que la norma contemple un sistema de acompañamiento. “Vivir un embarazo vulnerable es un drama en sí mismo, por lo que lo lógico es que el Estado apoye este proceso. Cuando uno ofrece un programa de este tipo, el pilar fundamental de éste debe ser la voluntariedad. No se puede obligar a la mujer a nada, hay que respetar su voluntad. Es grave pensar que la mujer vive en una especie de interdicción y tenemos que decidir por ella”, hizo ver.

Luego, el senador Francisco Chahuán recordó el proyecto de ley de acompañamiento que presentó hace a algún tiempo, solicitando terminar con el doble estándar. “Se nos dijo que el informe financiero de esta norma constaba de tres mil 300 millones de pesos, pero ¿eso es suficiente para solventar un acompañamiento integral? De acuerdo a los cálculos que me han hecho llegar organizaciones como éstas, que se hacen cargo de esta tarea, se requieren no menos de 24 mil millones”, aclaró.

Por su parte, el senador Ignacio Walker aseguró que el proyecto ha sido mejorado en su trámite legislativo. “Cuando ingresó era muy desequilibrado. En la Cámara Baja se introdujo la idea del acompañamiento y quedó mejor. Acá queremos perfeccionar este instrumento y darle más herramientas a organismos como Chile Unido o Acompañares. Me gustaría saber si reciben aportes del Estado”, consultó.

La senadora Jacqueline Van Rysselberghe expresó que “ha habido mucha caricatura pro y en contra del aborto. Se dice que el proyecto no obliga a nadie pero termina con una vida de un ser que no puede elegir”. Luego preguntó al Minsal respecto al costo y los equipos necesarios para diagnosticar enfermedades fetales incompatibles con la sobrevida. “Entiendo que son muy costosos y en Chile no hay, ¿se contempla eso en el informe?”, dijo.

Finalmente, la presidenta de la Comisión, la senadora Carolina Goic puso énfasis en la palabra garantía. “Creo que lo importante acá es hablar de una garantía que implica acompañar un proceso doloroso, independiente de la decisión que adopte la mujer. Estas mujeres requieren un apoyo sicólogico que sea garantizado con recursos y plazos establecidos tal como es el plan Auge. Chile Unido nos dijo que un 85% de las mujeres que atienden, continúan con el embarazo. Quisiera saber qué pasa con el 15% restante”, planteó.